Belén Blázquez Vilaplana
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El Congreso de 1976 es el primero que el partido realiza en territorio español desde el comienzo de la dictadura. De ahí, que su trascendencia sea más simbólica que real. En un documento mucho más elaborado y extenso784, como ya se ha referido, se exponen cuáles van a ser sus líneas de acción, pensamiento, etc. en un momento en el cual se estaban dando los primeros pasos para la instauración y consolidación del régimen democrático en España. Al comienzo del documento, cuando se enumeran los principios políticos del partido, en el punto 6, se afirma que es un partido internacionalista y antiimperialista que concibe que la libertad de los trabajadores sólo será efectiva cuando se realice a escala universal (...) el PSOE se mostrará siempre solidario con la lucha de liberación de los pueblos oprimidos por el imperialismo económico o político de otras potencias785.
En el apartado correspondiente a Política Internacional, uno de los más breves del documento, tras mencionar la situación de España en el concierto mundial, la solidaridad con los países integrantes de la Internacional Socialista y la denuncia de la situación del Sahara, de Guinea Ecuatorial, del África Austral y del conflicto de Oriente Medio, se expone la denuncia al intervencionismo imperialista de los EE.UU. en los países Latinoamericanos; declaraba su solidaridad con las luchas de los pueblos de América Latina por su completa independencia política y económica, contra las tiranías de las oligarquías locales al servicio de los intereses económicos extranjeros. Mencionando explícitamente la situación heroica del pueblo chileno frente a la Junta Militar y reclamando la plena soberanía sobre el canal panameño de este país centroamericano. También, denuncian la renovación de los acuerdos de las bases militares con Estados Unidos por entender que hipotecan el territorio nacional así como la política exterior e interior del Estado español y por haberse realizado sin la aprobación libre y expresa del pueblo786. De nuevo, ninguna referencia a Centroamérica, ni a los países que conforman la región. Aunque merece destacarse, para momentos posteriores, la posición del partido frente a Estados Unidos. Es un dato interesante para comprobar si mantienen o no la mencionada postura una vez que dejan de ser oposición y pasan a gobernar el país. Por tanto, para comprobar o refutar una idea expuesta en el capítulo 2 de la presente investigación: la diferencia existente, en cuanto a las propuestas y promesas de política exterior, entre un partido que aspira a gobernar y uno que formalmente lo hace. Es decir, entre lo que se puede hacer llegado el caso y lo que realmente se hace. Y ello, sin olvidar, que quien realiza o no estas actividades es una potencia media con las particularidades ya expuestas que tiene el caso español.