B.2. ELECCIONES DE 1979: consolidar el camino emprendido. 1 de abril.

Hay un elemento fundamental que diferencia este Programa del anterior. En éste, los temas se vertebran de acuerdo a los que aparecen recogidos en la reciente Constitución aprobada por el pueblo español en 1978, mientras que en el caso anterior, como ya se mencionó, los temas eran pinceladas de propuestas para la elaboración de la Constitución. Por tanto, hay un antes y un después de la Carta Magna en cuanto a las promesas electorales recogidas expresamente en los programas del PSOE.

Es un texto más elaborado, donde se puede ya observar el bagaje del comienzo de la andadura de la democracia en España. Así, en la introducción al Programa Político y en relación con la labor realizada por el partido en el ámbito de las relaciones exteriores desde las elecciones del 77, se refiere a una política internacional propia y dinámica con sentido de Estado. Dentro de esta línea cabe insertar las relaciones con los diversos países de la CEE, con varios países latinoamericanos, con Estados Unidos, Yugoslavia, Japón, la URSS, África, etc., donde nuestros representantes han defendido los intereses de España con energía y sin complejos, con la autoridad de una historia democrática. Afirmando que entre los problemas por los que atravesaba España, en el ámbito internacional, nos encontramos con deficiencias debido a una política internacional balbuceante, que se traduce en una permanente posición desventajosa para España en sus negociaciones exteriores, principalmente con la CEE y con los países del Norte de África740 .

En este caso, la política exterior aparece al final del punto 7, detrás de los temas de defensa nacional, dentro del apartado referido a Política y se la denomina como política internacional.

Dedicándosele no más de dos páginas aunque con un tipo de imprenta menor que en el caso anterior.

Como ocurría con las propuestas de 1977, este apartado está muy poco trabajado, lo cual difiere, por ejemplo, del mencionado tema de defensa, en donde aparecen cuáles iban a ser las líneas maestras de acción si llegaban a alcanzar el Gobierno. Únicamente se hace explícito el objetivo básico, a saber, realizar una auténtica política de Estado, basada en cuatro puntos:

1. Una política exterior que defienda los intereses nacionales.
2. Una política exterior democrática.
3. Una política exterior europea.
4. Una política exterior autónoma.

Aunque no explícitamente, podemos entender que se alude a la situación de los países Iberoamericanos en el segundo apartado, donde se menciona que el PSOE adoptará una postura firme en defensa de los derechos humanos en todo el mundo y de la solidaridad entre los pueblos. Trabajaremos por la paz y por la solución pacífica de los conflictos internacionales, observando estrictamente las resoluciones de las Naciones Unidas. En ningún momento se especifican cuáles iban a ser los instrumentos para concretar estas acciones, ni hacia qué países se iba a dirigir. Pero, no hay que pasar por alto, que nos encontramos en el año en que estallan los procesos revolucionarios en Nicaragua y El Salvador. Y como expusimos en el apartado anterior, en el momento en el cual Felipe González pasará a ocuparse dentro de la Internacional Socialista, de la Vicepresidencia que tratará estos temas741.

La única mención concreta que se hace a las relaciones con Iberoamérica, aparece en el apartado cuatro. Aquí, y esta vez bajo la denominación de pueblos latinoamericanos, se habla de establecer un sistema de cooperación permanente, para de esta manera contribuir al progreso y al bienestar a ambos lados del Atlántico en el marco de las relaciones con los pueblos del Tercer Mundo, con apoyo expreso a las libertades de los pueblos oprimidos742.