Belén Blázquez Vilaplana
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Entramos en un período con unas variables sustancialmente diferentes a las anteriores. Los Congresos que se van a analizar en este segundo apartado, tienen lugar cuando el PSOE ya ha ganado unas primeras elecciones generales. Concretamente, el primero realizado en este período, el de diciembre del 84, tendrá lugar dos años después de la llegada a la Moncloa del gobierno socialista. Se termina el análisis de este período con el último realizado antes de perder las elecciones, el de 1994. Ello nos permite tener un primer referente de diferenciación con relación a los anteriores, ya no son Resoluciones de un partido en la oposición, sino de un partido que ocupa los puestos de responsabilidad gubernamental. En función de la situación en Nicaragua y El Salvador, el período 84/94 comienza con uno de los momentos más intensos en cuanto a enfrentamientos de la guerrilla y el gobierno, en el caso del Salvador y de tensión con Estados Unidos, en el caso de Nicaragua. Acciones que van evolucionando hacia la implantación de diferentes medidas en busca de la paz, tales como los procesos de Contadora o Esquipulas I y II; la firma final para El Salvador del Acuerdo de Paz, en 1992; el traspaso de poder de los sandinistas a los triunfadores de las elecciones generales celebradas en 1990; etc. De estos temas se hablará en mayor profundidad en el siguiente capítulo.
Dos años después de ganar sus primeras elecciones generales, los socialistas celebran su Congreso número 30. En éste las Resoluciones adoptadas cuentan con el siguiente índice temático:
I. Panorama de la situación político-social y perspectivas estratégicas.
II. Política económica.
III. Construcción del Estado.
IV. La profundización de las libertades y seguridad ciudadana.
V. La superación de las desigualdades.
VI. Política internacional. El fortalecimiento del papel de España en el mundo. VII. Política organizativa y Estatutos.
VIII. Varios.
Al comienzo, en el primer punto, se menciona como una esperanza frente al aumento de las tensiones Este/Oeste, el surgimiento de iniciativas en Iberoamérica, tal y como era el grupo de Contadora, que atestigua su vitalidad para intentar resolver los problemas de la región806. Aparece, en este punto, explícitamente recogido el mecanismo articulado para llevar a cabo las negociaciones en búsqueda de una solución al conflicto centroamericano.
Aunque será en el apartado VI, el relativo a política internacional, donde se mencionen con mayor extensión los temas objetos de este análisis. En este sentido, se recogen los siguientes subapartados: a) principios básicos; b) la contribución a la causa de la paz, la seguridad y el entendimiento internacionales; c) la defensa y la promoción de los derechos humanos y las libertades en el mundo; d) la cooperación para el desarrollo económico y social del tercer mundo; e) una política española de paz y seguridad; f) la identidad europea; g) el compromiso con Iberoamérica; h) la celebración del V Centenario; i) la dimensión mediterránea: África y Oriente Próximo.
En este apartado se exponen los objetivos fundamentales de la política exterior española, los cuales serían el afianzamiento y potenciación de la posición de España en el mundo, la contribución a la causa de la paz, la seguridad y el entendimiento internacional y la defensa de los derechos humanos y las libertades en el mundo. Todo ello enmarcado en una voluntad solidaria. Siendo la expresión de esta solidaridad, las acciones en favor de los pueblos oprimidos y explotados por las superpotencias807. Tema, que como hemos visto, había sido recurrente en los anteriores Congresos del partido.
Dentro del apartado referido a la contribución a la causa de la paz, afirman que la lucha por la paz significa ante todo construir la paz, trabajando por ella día a día: potenciando iniciativas existentes (como la del Grupo de Contadora), propiciando nuevas iniciativas (como la del “llamamiento de los cuatro continentes”), etc. Así mismo, al referirse a la defensa y protección de los derechos humanos y las libertades en el mundo, afirman que tan importante como la denuncia constante de las violaciones de los derechos humanos, allí donde se produzcan, es el apoyo sostenido y efectivo a los procesos de democratización en cualquier país, en especial en Iberoamérica808 . Ello implica también la activa denuncia de las actuaciones de todos los países que obstaculizan los fracasos democráticos de otros pueblos809. En este párrafo, aparecen dos aspectos interesantes, por una parte, de nuevo hay una crítica a la acción del gobierno norteamericano, aunque en este caso ya no sea tan explícita como en momentos anteriores y, por otra, se pueden encontrar en el mismo los tres temas que mencionamos como articuladores de uno de los ejes de la política exterior socialista: la paz, la democracia y los derechos humanos.
Al referirse a Iberoamérica, exponen cómo la política que se desarrolle hacia esta zona debe basarse en el principio de no injerencia en los asuntos internos de otros países, manteniendo relaciones con todos los gobiernos, independientemente de su color político, pero manteniendo al mismo tiempo a ultranza la defensa universal de los derechos humanos, preocupación que rebasa las fronteras nacionales (...) contribuyendo con su política a la solución de los grandes retos que Iberoamérica tiene hoy planteados: la paz, la democracia, la defensa de los derechos humanos, las libertades, el progreso y la justicia. Lo cual se ha traducido en el apoyo firme y decidido a los esfuerzos y trabajos que el grupo de Contadora ha venido desarrollando. Asumimos y compartimos la filosofía y el espíritu de Contadora. Las causas u orígenes del conflicto centroamericano responden a factores de naturaleza endógena: profundas desigualdades sociales, injusta distribución de la riqueza, miseria, analfabetismo, desempleo, violaciones de los derechos humanos e insuficientes cauces de participación política810.
De la misma forma, el PSOE asume y comparte el contenido del Documento elaborado por los países de Contadora: lograr la solución pacífica de los conflictos; el respeto y garantía de los derechos humanos, políticos, civiles, económicos, sociales, religiosos y culturales; establecer y perfeccionar los sistemas democráticos; garantizar la seguridad e integridad de los Estados de la región; detener la carrera armamentista; proscribir la instalación de bases militares extranjeras; abstenerse de apoyar y fomentar actos de terrorismo, subversión o sabotaje, y promover programas de desarrollo económico y social que erradiquen las causas del conflicto (...).
A continuación, se hace referencia de manera detallada, por vez primera en este tipo de documentos, a la actividad desplegada por el PSOE en relación con los sucesos de Nicaragua, aunque no aparece el tema de El Salvador. Afirmando, que el partido apoya ya la experiencia que viene protagonizando el pueblo nicaragüense y que ha sido recientemente revalidada y robustecida con la celebración de sus elecciones. Impulsada por Nuestro Partido, la Internacional Socialista se ha mostrado y se muestra comprensiva y solidaria con este proceso, habiendo resultado determinante su apoyo en momentos en que la revolución de Nicaragua se ha visto y se ve amenazada y agredida. Convencidos que ese sostén debe contribuir a que el proceso nicaragüense siga adelante en sus propósitos de pluralismo, de progreso y de defensa de la dignidad nacional de su pueblo, los socialistas españoles harán que se amplíe al máximo la cooperación con Nicaragua en los planos político, económico y cultural, denunciando y oponiéndose por otra parte, a cualquier injerencia o ataque que en uno y otro punto del mismo un Estado soberano sufra por parte del otro811. Es el único aspecto de un país que se trata. Mencionando, también, que la inminente adhesión de España a la CEE debe servir de factor dinamizador de las relaciones de entendimiento y mutua colaboración entre Europa e Iberoamérica.