Belén Blázquez Vilaplana
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Celebrado el miércoles 8 de febrero de 19951012, es el último en el cual Felipe González participa como Presidente del Gobierno. Debate que se vio salpicado, de nuevo, por los numerosos escándalos que azotaban al partido en el gobierno. De ahí, que los temas de política interior fueran los que más tiempo e intervenciones acapararon. En su intervención el Presidente expone que estaba afrontando la situación política más compleja y grave que he vivido en la presidencia del Gobierno. Esto me ha llevado a solicitar de la Cámara que el período normal de sesiones se inicie con el debate sobre el Estado de la Nación. El Gobierno se propone con ello ofrecer la oportunidad de que los representantes de la soberanía popular examinemos las actuales circunstancias de la vida nacional y propongamos las soluciones que cada asunto merezca, en el marco de las previsiones constitucionales1013. Menciona el tema de los GAL y continúa con la presidencia española de la Unión Europea: el Consejo Europeo de Essenn acordó potenciar sus relaciones con Iberoamérica, especialmente con Mercosur, Chile y Méjico, y a España, le corresponderá aplicar esta política en beneficio de la prosperidad económica de ambos continentes1014. A lo cual contesta el Sr. Aznar López por el grupo popular: comprendo que para usted es especialmente importante la oportunidad de que acontecimientos exteriores amortigüen sus agobios interiores, pero no me diga que eso es lo que conviene a España (...) porque ha reducido usted el arte de gobernar a un mero ejercicio de supervivencia al amparo de un teléfono, al precario aparato de un teléfono que hoy suena pero que no sabemos si mañana sonará o si servirá para algo1015.
En su intervención, el Sr Anasagasti Olabeaga, portavoz del PNV dijo que su gobierno no sólo tiene que gobernar, sino evitar esa sensación de que aquí no hay política de gobierno sino, a lo más, política de ministros y que cada cual anda por su lado1016. En la réplica, la diputada Pilar Rahola dijo: porque creo que los líderes no son imprescindibles, señor Felipe González, mi crítica política es fundamentalmente a quien ha dirigido este partido durante estos años, nunca al partido ni a los militantes1017.
Terminamos de este modo el análisis de los Debates sobre el Estado de la Nación, con los de un año en donde las referencias a nuestro objeto de estudio, de nuevo, no existieron. La política exterior española, en general, y las acciones puntuales sobre esta materia, en particular, habían dejado paso a otros temas que pasaron a ocupabar casi todo el espacio en los medios de comunicación: la corrupción y la crisis del partido en el gobierno.