Belén Blázquez Vilaplana
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En 1986, al ser año de elecciones, no se celebró el Debate sobre el Estado de la
Nación, el cual sí tuvo lugar en el 87. En este año, Felipe González habló en su intervención sobre
las siguientes cuestiones:
a) crisis del funcionamiento del Parlamento;
b) ausencia de
concertación social en relación con la política económica del gobierno;
c) problemas estudiantiles;
d)
desarrollo del contenido sobre el referéndum de la OTAN;
e) legislación antiterrorista y el momento de la lucha
contra el terrorismo,
f) autonomías, br>
g) problemas de la ciudad de Melilla y
h) experiencias en Europa y
sus perspectivas969.
Al comienzo de su discurso afirma que (...) todo el cuadro de referencias en problemas que parecen cotidianos, en problemas que parecen puramente domésticos, todo el cuadro de referencias cambia desde el ingreso de España en la CEE, y esto no quiere decir que cambie la responsabilidad del Gobierno ante sus propios ciudadanos (...) el año 1992, por consiguiente, se ha convertido ya para todos en un año de referencia obligada para evaluar lo que hayamos sido capaces de avanzar. Es cierto, que ni comienza ni acaba nuestra Historia en esa fecha, pero es un punto importante para medir el grado de avance y progreso que haya sido capaz de realizar España como nación970.
En la intervención del Sr. Suárez González, éste afirma que no debería olvidarse que, en el seno de la Comunidad, España tiene la obligación de multiplicar sus esfuerzos para conseguir ayuda comunitaria a América Latina (...) El descenso de las exportaciones de productos básicos desde estos países, el problema político de la deuda y el reforzamiento que todos estamos haciendo de los procesos democráticos en la zona, creo que así lo exigen (...) su política exterior tiene un denominador común: es agitada y secreta. Hay abiertos muchísimos frentes y de todos ellos creo que no tenemos información suficiente ni el Parlamento ni la opinión pública (...) al hilo de su intervención (...) debo recordarle que es conveniente que vayamos eliminando ya muchas manifestaciones retóricas de nuestra política exterior, para que no se desmientan con los hechos (...). A veces, las decisiones de este Gobierno en esta materia, en alguna medida, parecen estar tomadas sin un criterio claro y definido de nuestra política exterior.
Continúa manifestando que con esta perspectiva hay que elaborar un programa coherente de política exterior, defensa, paz y seguridad y para ello hemos venido reclamando un debate monográfico en esta Cámara. Porque creo que debemos considerar absolutamente adulto y responsable al pueblo español, para que pueda saber cuáles son las alternativas españolas en estas materias (...) también es necesario debatir libremente en este parlamento la percepción que tenemos cada uno de nosotros de las tensiones mundiales que pueden influir en nuestros próximos momentos y en el curso de nuestra historia (...) no se puede sustituir por campañas de propaganda ni por razones de Estado que nunca se explica971.
Seguiría la intervención del Sr. Roca I Junyent, el cual al tratar el tema de la política exterior expone: en esta vertiente me temo que está usted incurriendo en una práctica que ya tiene precedentes, que es la de refugiarse en la política exterior para evadirse de los problemas internos del país.
Desconocemos qué principios coherentes inspiran sus recientes movimientos en política exterior pero no le quiero ignorar ni quiero negar que también es cierto que internacionalmente se nos reconoce un gran predicamento cerca de algunos países del Tercer Mundo, singularmente con Cuba y Nicaragua (...) lo cierto es que estamos muy bien con Cuba y Nicaragua, pero da la causalidad que nuestros auténticos problemas se encuentran en otras latitudes (...) nos conviene a todos que se disipe el temor de que la improvisación preside la acción exterior del Gobierno972. Primera referencia, pues, al tema objeto de la investigación, aunque siempre de manera secundaria.
A lo cual le replicaría el Presidente: yo no sólo me he refugiado esta noche en un análisis de política exterior, sino que ni siquiera he entrado en política exterior (...) pero claro, también hay perfecto derecho a hablar por cualquiera de la política exterior, pero no como respuesta a mi informe. Es obvio. Se puede hablar con otra referencia, como respuesta a mi informe, no. Y mucho menos se puede afirmar que es a través de una larga explicación de política exterior de la manera que evitamos hablar de los problemas reales de la sociedad española, porque no se llega a entender (...) se me puede reclamar desde otro ámbito, pero es difícil que se me reclame por SS que hay que hacer esto, cuando la primera vez que se ha planteado aquí un tema de seguridad y de política exterior ha sido porque el Gobierno socialista lo ha traído a la Cámara, no porque ningún Gobierno lo haya traído antes973.
Lo cual recibe una nueva réplica del Sr. Suárez González: ¿por qué no voy a tratar los temas de política exterior en el debate sobre el Estado de la Nación, cuando me parece que es una parte importante, que afecta a todos los españoles y, sobre todo, donde usted despliega una actividad impresionante?. (...) A usted (...) los aciertos le envanecen mucho y los fracasos no los asume con facilidad974.
Contestado por González con las siguientes palabras: Cada uno puede hablar de lo que quiera ¡ Naturalmente!. De la política exterior en todos los debates lo he hecho. Nunca se ha hablado de política exterior en esta Cámara con tanta extensión como cuando lo hemos propuesto nosotros. Debo recordarlo. Pues bien, estoy dispuesto a seguir discutiendo la política exterior, como es natural ¡ si es mi obligación y mi responsabilidad!. A lo que no estoy dispuesto es a que el papel del Ejecutivo lo haga quien no es el Ejecutivo975.
Posteriormente intervendría el Sr. Segurado García, portavoz de la Agrupación de diputados del Partido Liberal. El cual haría el siguiente reclamo al Presidente: hagan ustedes el favor de consensuar la política exterior y la defensa (...) cuente usted con nosotros, señor Presidente, por favor, cuente usted con la oposición (...) en relaciones exteriores, esta política suya la define muchas veces de una ambigüedad calculada (...) usted como Presidente del Gobierno tiene obligatoriamente que ser pragmático, algunas veces, pero es muy difícil en estos momentos, saber quiénes son nuestros amigos en el mundo internacional976 .
Por la Agrupación de diputados de IU - Esquerra Republicana de Cataluña, tomaría la palabra el Sr.
Iglesias Argüelles, éste expondría que nuestra política exterior no tiene como referencia fundamental nuestros intereses, sino intereses ajenos. Para suplir la ausencia de iniciativas en política exterior ¿ Qué hace el Gobierno?. Una política de símbolos (...) se apoya teóricamente la iniciativa de Contadora, pero no se va más allá. Por cierto, quiero formularle una pregunta al señor Presidente del Gobierno ¿ cuál es la postura concreta del Gobierno en relación con la reciente propuesta de Costa Rica, que sin duda, en mi opinión, pretende obstaculizar la iniciativa de Contadora?. Solicito una respuesta concreta977. Aparece, por vez primera, en el Debate, una referencia explícita a la problemática, aunque de nuevo ligada al proceso de Contadora.
Otra intervención importante en relación con la presente investigación fue la realizada por el Sr.
Bandrés Molet, portavoz del grupo parlamentario mixto - EE. El cual afirmó que en política internacional hay también dos cuestiones que me parecen que no han sido tratadas por el Sr. Presidente: el Sahara y Nicaragua (...) En Nicaragua, falta decisión para condenar tajantemente a quienes incumplen fallos de los tribunales internacionales. Desde mi punto de vista no se ha hecho con suficiente rotundidad esa condena (...) me uno a la petición del Señor Iglesias. Hacen falta pronunciamientos claros sobre la Conferencia de presidentes de San José ¿Qué pasa con esa Conferencia de Presidentes? (...) eso, a mi juicio, se opone al espíritu de Contadora, que es el nuestro, el que hemos defendido978.
A todo lo anterior, contestó el Presidente del Gobierno979: Muchas de sus SS no conocerán lo que ha pasado respecto a esa propuesta en San José de Costa Rica y, desde luego, la opinión pública tampoco lo seguirá con atención, pero parece preocupar enormemente a algunas de sus SS. El Gobierno español se puede incluso ahorrar el pronunciamiento, ya lo ha hecho el Gobierno de Nicaragua diciendo que va a estudiar la propuesta del Gobierno de Costa Rica. El Gobierno español no quiere ser más papista que el Papa, ni en esto ni en otras cosas. Simplemente hay que tener los datos en la mano: el Gobierno de Nicaragua después de rechazar la propuesta del Gobierno de Costa Rica, cosa a la que tiene perfecto derecho, ha dicho posteriormente que está dispuesto a estudiarla, porque ve elementos positivos que le pueden servir para caminar hacia una solución de paz. Yo he estado preocupado, naturalmente, y he apoyado intensamente las gestiones de Contadora. Y el Ministerio de AAEE acaba de volver de una reunión de la Comunidad con Contadora. Además de eso, nosotros no nos quedamos en una política de discurso, somos el primer país acreedor del mundo occidental de Nicaragua. Es un dato de la realidad, que no es un discurso y que no es una apelación más o menos grandilocuente a esos problemas980. A lo cual, el Sr. Iglesias Argüelles le recriminó tener una política exterior hacia Latinoamérica tan conservadora, insistiendo en la necesidad de desarrollar hacia ese continente una política más solidaria.
Por su parte el Sr. Bandrés Molet afirmó que no queremos esa especie de América para algunos americanos que supone la conferencia de San José, dirigidos por un director de orquesta que todos Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados Nº 32; III Legislatura; 1987; Sesión Plenaria Nº 31; Pp 1814. Este diputado afirmó que la política exterior españolatenía como eje central el atlantismo y, por tanto, la dependencia de los intereses políticos, estratégicos y económicos de EE.UU en el marco de la OTAN.
Conocemos, sino que queremos esto otro más amplio, más nuestro (...) Nosotros lo hemos apoyado y el Sr. Presidente también, de modo que, si Nicaragua lo estudia y le parece interesante, no seré yo quien me inmiscuya en ello. Esa es la posición del Presidente y me alegra. Yo entendía que la Conferencia de San José deslegitima la Conferencia de Contadora981 . Todos estos temas serán tratados de manera detallada en el siguiente capítulo de la investigación.
No existen más referencia a esta cuestión en el Debate, a pesar de ello, hay que considerar su importancia, si tenemos en cuenta las fuerzas políticas que hicieron mención de ello. Aunque en el caso del Presidente del Gobierno, éste sólo haría exposición del problema con relación a los requerimientos de los otros grupos parlamentarios y no por su propia iniciativa. Y, sobre todo, que en un Debate sobre el Estado de la Nación, tras un año tan cargado de acontecimientos como 1986, se le guardara espacio a este tema es una muestra clara de la trascendencia para la clase política española de los sucesos que se producían en la región centroamericana.