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La Empresa es su Resultado
El Beneficio editorial y la Contabilidad del Conocimiento.Francisco Luis Sastre Peláez
MEDIDA Y VALORACIÓN DEL RESULTADO EMPRESARIAL
Formas de valoración del Resultado
De lo expuesto en el punto anterior se desprende que, en las últimas fases de análisis del proceso de creación de valor, se precisan medidas adicionales al resultado contable. Es necesario obtener un conocimiento no sólo de las transacciones realmente acaecidas en la empresa, sino también de otras de naturaleza meramente potencial.
Por otra parte, hay que considerar que el resultado obtenido por la empresa es sólo una parte del resultado total del grupo estratégico y aún del sector industrial al que aquella pertenece. Siendo el objetivo principal de la organización la propia supervivencia, y dependiendo ésta de su participación en el mercado, no será indiferente a la valoración del resultado anual la cifra de beneficio obtenida por las empresas competidoras.
La propia operativa contable tradicional ha procurado arbitrar un método para responder a algunas de las preguntas anteriores mediante la integración de modelos de costes predeterminados y costes de oportunidad a los Planes Generales de Contabilidad. La incorporación “oficial” de estos costes a la contabilidad empresarial, con independencia de su mayor o menor desarrollo normativo(1), ha supuesto una mejora en los modelos contables tradicionales, sólo preocupados del registro de los costes históricos.
Paralelamente se han desarrollado las fórmulas de análisis económico de la rentabilidad como flujo de rentas, ya mencionado anteriormente.
No obstante, estos intentos de completar el modelo histórico contable son, si podemos expresarnos así, reformas “desde adentro”. Corresponden a un esfuerzo por ampliar el campo de actuación del método contable, no al deseo de transformarlo en profundidad para adaptarlo a las nuevas necesidades.
Además de estas tentativas de ampliación, se va perfilando ya otra forma de entender el valor que empieza a constituir, por sí misma, una medida nueva que absorbe y supera al modelo contable, del mismo modo que éste hizo con el análisis de la liquidez.
Recordemos, antes de proseguir, que los sistemas de valoración son de naturaleza particular y relativa. Al definir lo valioso como una relación de conveniencia entre un sujeto y sus fines, se hace evidente que la valoración depende de la naturaleza y propósitos del sujeto valorador. En último extremo, y aunque se inicie el proceso de análisis usando medidas normalizadas, cada grupo desarrollará un sistema o forma de valoración que dará a aquélla un sentido diferente.
En nuestro trabajo consideramos como principales sujetos de valoración del resultado, aparte de la empresa contemplada “como un todo”, a los siguientes “grupos de interés”: accionistas, empleados, clientes y proveedores. Por lo tanto, y en principio, cada uno de estos grupos desarrollará puntos de vista particulares acerca del resultado.
Debemos realizar, además, algunas precisiones:
1. - Cada uno de los grupos de interés que pudiéramos llamar “intraempresariales” o componentes de la empresa propiamente dicha, son representados en ella por un cierto órgano institucional. Éste, vigila el desarrollo de los intereses del propio grupo y, en función de ellos, realiza su particular valoración del resultado empresarial.
En términos generales, estos órganos de representación serían los siguientes:
1. - la empresa, en tanto organización diferenciable de sus unidades componentes, tiene su representación en la Alta Dirección(2).
2. - el factor capital se ve representado por el Consejo de Administración.
3. - el factor trabajo se manifiesta por el Comité de los trabajadores o agrupaciones de naturaleza análoga.
Los “grupos extraempresariales” de interés (clientes, proveedores y el propio Estado), tienen también sus propios deseos y objetivos en relación con la empresa. Éstos, en general, se satisfacen a través de un tipo de gestión empresarial que asegure el mantenimiento, y si es posible el aumento, de la actividad de la organización, al tiempo que garantice el cumplimiento de todos sus compromisos. La necesidad de información de dichos grupos se procura cubrir con la elaboración normativa del resultado (resultado contable) y otras disposiciones de naturaleza mercantil y administrativa.
2. - Si bien cada grupo de interés desarrollará sus propias valoraciones del resultado, nosotros nos ocuparemos especialmente de la que se refiere a la empresa misma, y que realizará la Dirección y, a causa de la confusión existente todavía entre los factores de organización y capital, también a la realizada por los accionistas(3).
1. El anterior Plan General de Contabilidad español (aprobado por Decreto 530/1973 de 22 de febrero), recogía los modelos estándares y de costes de oportunidad dentro de su Grupo 9, dedicado a la Contabilidad Interna o de Costes. El criterio del PGC vigente de dar una completa libertad a las empresas en el ámbito de la Contabilidad Interna, vaciando completamente el mencionado Grupo 9 ha proporcionado también una completa libertad de contenido para estos modelos.
2. Los directivos o miembros, en general, de la escala jerárquica de la empresa son trabajadores como el resto del personal. No obstante éstos, o al menos la Alta Dirección, son especialistas en la organización empresarial. Su trabajo, precisamente, es la creación y mantenimiento de la empresa. En el éxito de la empresa (supervivencia y crecimiento) está el éxito de su carrera pues, si bien entre los directivos, como entre los capitalistas, existen los especuladores, el verdadero directivo es el que crece o decrece con la empresa a la que representa.
3. Las valoraciones de los grupos de interés que hemos denominado “externos” tendrán, en general, un carácter más convencional y menos profundo que el realizado por la Dirección o los accionistas. No ocurrirá lo mismo, generalmente, con las valoraciones realizadas por el factor trabajo. Éstas, no obstante, estarán vinculadas en parte a la preocupación general por la supervivencia de la empresa y la obtención de rentabilidad (cuestiones que contemplan también los directivos y accionistas), y en parte por las condiciones específicas de desempeño laboral y retribución y de clima laboral, cuestiones estas últimas más difícilmente sistematizables y de menor interés a los efectos de este trabajo.
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