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La Empresa es su Resultado
El Beneficio editorial y la Contabilidad del Conocimiento.Francisco Luis Sastre Peláez
MEDIDA Y VALORACIÓN DEL RESULTADO EMPRESARIAL
EL RESULTADO CONTABLE
3.1. - Introducción: El proceso de creación de mecanismos de guía
La idea de resultado empresarial que defendemos en estas páginas, viene precedida y apoyada por un largo proceso histórico de desarrollo en el que, tal vez, lo fundamental ha sido, más que la pura profundización conceptual, la evolución de las técnicas de medida. Aunque teoría y práctica han procurado avanzar juntos no puede negarse que, en general, “resultado” y “medida del resultado” han sido, para la práctica empresarial, prácticamente la misma cosa.
La naturaleza de este desarrollo, en la que los conceptos han seguido a las prácticas, no ha sido excluyente sino, por el contrario, se ha ido produciendo por la incorporación de los sucesivos avances dentro de un cuerpo único de instrumentos relacionados.
Podemos resumir el proceso en dos fases o momentos, caracterizados cada uno por un tipo de medida que, en su día, se confundiera con el propio concepto de resultado empresarial(1): la liquidez y el resultado contable.
1. - La liquidez
Históricamente, y durante un dilatado periodo de tiempo, el primer gran punto de referencia en la gestión de los negocios lo constituyó el mantenimiento de la liquidez. El resultado se definía entonces como el dinero que quedaba en caja después de realizadas las transacciones comerciales correspondientes al periodo (saldo de caja).
El principio básico de la gestión era el siguiente: mientras una empresa sea capaz de asegurar un flujo de caja positivo, será comercialmente viable. Por este motivo, los gestores aprendieron a vigilar y, poco a poco, planificar, aquellos factores que determinan las entradas y salidas de tesorería.
No cabe duda de que el enfoque era psicológicamente sólido, al menos en lo que se refiere a no considerar beneficio más que a aquel valor que figura efectivamente en nuestro poder. No obstante, a medida que la vida económica de las sociedades se desarrolló y fue haciéndose más compleja, la liquidez dejó de ser un punto de referencia conveniente para garantizar la supervivencia de la empresa a medio y largo plazo. La fabricación multiperiodo, el acceso a los créditos y otros diversos factores, motivaron la aparición y desarrollo de un sistema de información más complejo y versátil que vino a denominarse “Contabilidad”.
2. - El Resultado Contable
Las necesidades anteriores provocaron el desarrollo de la Contabilidad y su fundamentación sobre el principio no de caja, sino de devengo. El resultado pasó a calcularse ya no como saldo entre pagos y cobros, sino en función de la diferencia entre ingresos y gastos, diferencia a la que se denominó “Resultado Contable”.
Sobre los datos de la Contabilidad se fueron aplicando, además, una serie de medidas adicionales que permitían obtener información más desarrollada: ratios, análisis de diferencias, etc.
Después de la IIª Guerra Mundial la Contabilidad, que hasta entonces había tenido un carácter abiertamente retrospectivo (sólo reflejaba hechos ya consumados), fue incorporando progresivamente componentes diversos de planificación y predicción.
El beneficio contable, sobre todo en la literatura germánica, se fue considerando poco a poco como un “mecanismo previo de orientación” hacia la liquidez. Si los Estados Contables mostraban beneficio, entonces la empresa tenía grandes posibilidades de mantener su liquidez de forma natural o, en todo caso, de acceder al capital (ampliaciones o créditos) de forma sencilla.
En el desplazamiento de la atención o, mejor, en la ampliación de la visión gerencial, desde los determinantes inmediatos de la liquidez hacia la rentabilidad contable, se ganó un “margen” temporal notable de gestión ya que:
a) si el resultado contable mostraba ganancia, era razonable pensar que la situación de liquidez debería ser buena en el futuro próximo, así como la tendencia general del negocio.
b) si, por el contrario, mostraba pérdida, ello no significaba un colapso inmediato, sino el aviso de la existencia de problemas que podrían ser remediados si se tomaban a tiempo las decisiones correctas.
No obstante, la realidad es que ambos indicadores, liquidez y rentabilidad, si bien están relacionados, pueden mostrar tendencias opuestas. El hecho reconocido hoy día es que ambas han de ser gestionadas en paralelo, pero de forma independiente(2).
Estos dos mecanismos de guía, convenientemente actualizados en su aspecto técnico son, como es sabido, los dos puntos de referencia fundamentales en la actual gestión financiera de las empresas. No obstante, a causa de los profundos cambios surgidos en las sociedades y en sus mercados desde finales de la II ª Guerra Mundial, y del mismo modo que un día fue necesario dirigir la atención hacia los elementos condicionantes de la liquidez, hoy día es preciso analizar y gestionar los determinantes de la rentabilidad. Es importante ampliar nuestro concepto de resultado en tanto “mecanismo de orientación”, por una parte, para penetrar más profundamente en el concepto de valor y, por otra, para ganar un “margen” adicional en la gestión de nuestra empresa.
Pues bien, a este factor o conjunto de factores, predeterminante y condicionador de la rentabilidad, se le ha venido en denominar “Beneficio Potencial”(3).
3. - El Beneficio Potencial
En nuestra opinión, nos encontramos en el umbral de una tercera fase en el análisis del resultado, fase que denominaremos tentativamente de “beneficio potencial”. Su manifestación más señalada estaría en la necesidad, cada vez más evidente, de fusionar en nuestras mediciones criterios tanto financieros como de marketing.
Hasta el presente, la totalidad de las medidas que se ocupan del resultado, bien se orienten hacia la liquidez o hacia la rentabilidad, se basan generalmente en principios matemático-contables. Pensamos, sin embargo, que ya hoy es necesario incorporar en nuestra actividad de medición, y junto a los principios anteriores, un nuevo componente que denominaremos “de mercado” o comercial.
Como la exposición de este “factor predeterminante de la rentabilidad” es un elemento fundamental en nuestro trabajo, y a él dedicaremos luego un apartado especial, no es conveniente que nos detengamos ahora en desarrollarlo. Su problemática será más fácilmente comprensible una vez que nos hayamos detenido en la consideración de ciertas cuestiones que afectan al resultado contable. Basten pues estas líneas como presentación, y pasemos a desarrollar estas cuestiones según su secuencia lógica.
1. Neubauer (1993): 5 y ss.
2. Arroyo y Prat (1993): 45. Estos autores advierten, además, que un cálculo excesivamente simplista del beneficio empresarial (no teniendo en cuenta, por ejemplo, la variable temporal y ciertos componentes de riesgo) está conduciendo a un desplazamiento de interés, en la dirección financiera, desde el beneficio al flujo de caja y desde el balance a la generación de fondos.
3. Neubauer (1993): 7
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