La Empresa es su Resultado
El Beneficio editorial y la Contabilidad del Conocimiento.

Francisco Luis Sastre Peláez

 

I I I PARTE EL RESULTADO

CAPÍTULO 11. EL RESULTADO Y SU PROBLEMÁTICA GENERAL

La “Nueva Economía Institucional” (o Neoinstitucionalismo):

Frente al institucionalismo clásico (corriente de pensamiento desarrollada, sobre todo, en Estados Unidos y a la que nos referiremos seguidamente de forma sucinta), al hablar hoy de Neoinstitucionalismo se suele hacer con dos significados o acepciones diferentes:

a) En un sentido general, para referirnos a un amplio movimiento que abarca las principales corrientes críticas del neoclasicismo: los “costes de transacción” y los “derechos de propiedad”, así como otros nuevos planteamientos (por ejemplo la denominada “Teoría de la Agencia”).

b) En un sentido más concreto, cuando se habla de Neoinstitucionalismo como movimiento autónomo, se hace referencia al moderno institucionalismo americano(1).

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1. La fundación en 1958 del Journal of Law and Economics, dió lugar a una fructífera colaboración entre las Facultades de Economía y Derecho de la Universidad de Chicago, colaboración cuya principal consecuencia fue la de dar lugar a una revitalización del pensamiento institucionalista americano (citemos, de entre sus autores más relevantes, a Veblen, Mitchell y, sobre todo, Commons).

El objetivo prioritario de sus estudios era analizar el denso entramado de hechos institucionales, verificando sus propiedades de eficiencia y dándoles una justificación microeconómica. A partir de esas primeras tentativas, el neoinstitucionalismo se desarrolló siguiendo dos planteamientos distintos: el evolucionista de Hayek y el contractualista. La incorporación, además, de la corriente de los “costes de transacción” de Coase y Williamson, la de los “derechos de propiedad ”, etc., ha terminado de dar a este movimiento su rico y complejo perfil actual. Véase Screpanti y Zamagni (1997): 400 y ss.