La Empresa es su Resultado
El Beneficio editorial y la Contabilidad del Conocimiento.

Francisco Luis Sastre Peláez

 

LOS DEPARTAMENTOS DE LA EMPRESA EDITORIAL

Consideraciones finales. Relaciones con otros Departamentos

A la Redacción, como departamento muy fuertemente vinculado al producto, se le atribuyen las fuerzas y debilidades propias de los departamentos productivos y, en especial, el interés por el producto como fin en sí mismo, independientemente de su rendimiento económico, de las características profundas del cliente que lo consume o de su posicionamiento frente a otros productos de la competencia.

Así, la Redacción tiene un gran conocimiento y aprecio por su publicación, estando al día en el campo de conocimiento al que aquélla se refiere y deseando siempre dotar a su producto de la mayor calidad posible. Sin embargo, al no existir un concepto unívoco de calidad, y depender ésta de ciertos factores que escapan al redactor (como, por ejemplo, el precio del producto, la naturaleza de la distribución, la oferta de la competencia, etc.), este departamento es incapaz, por sí mismo, de definir el nivel de calidad conveniente(1). Por ello, si Redacción no recibe información suficiente y continuada sobre la naturaleza y hábitos del cliente, los movimientos de la competencia, etc., no podrá adaptarse a las demandas del mercado perdiendo, cada vez más, ese contacto funcional entre producto y mercado del que surge el beneficio.

Ya expusimos anteriormente la importancia del feedback social continuo para Redacción y, particularmente, del contacto directo con el lector. No obstante, el apoyo del departamento Comercial, a causa de su naturaleza especializada, también resulta esencial.

El departamento de Administración, por su parte, se ocupa de costear todos los recursos, personales o materiales que la Redacción necesita para trabajar. Además, suministra información económica que permite a su director valorar la eficiencia del departamento y la rentabilidad del producto. Este ratio, como se sabe, es fundamental para medir la “salud” de la revista pues una falta continuada de rentabilidad es enfermedad que siempre ocasiona, más tarde o más temprano, la muerte de aquélla.

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1. De hecho, sus estimaciones suelen estar sesgadas con los propios intereses personales de sus componentes buscando, por ejemplo, niveles de calidad de contenidos o de diseño que harían demasiado caro el producto, y situándolo en desventaja competitiva frente a los sustitutivos.