La Empresa es su Resultado
El Beneficio editorial y la Contabilidad del Conocimiento.

Francisco Luis Sastre Peláez

 

LOS DEPARTAMENTOS DE LA EMPRESA EDITORIAL

El personal de Redacción. Estructura del Departamento

El Departamento de Redacción es el hábitat natural del periodista y, por tanto, este tipo de profesional y sus técnicas de trabajo son predominantes en él. Además, es oportuno recordar, como hace Voyenne(1), que el periodista obedece a un doble status o condición: es responsable ante su empresa en calidad de trabajador de la misma, pero también lo es ante el público como autor de la información que transmite.

Desde el punto de vista estructural, el departamento consta de un director que, reportando normalmente al editor o director general, dispone de un doble equipo de personas: trabajadores en plantilla y colaboradores externos.

a) trabajadores en plantilla: Principalmente se trata de redactores y maquetistas (en una proporción aproximada de tres a uno). No obstante, y dependiendo de las características de la publicación, puede haber también otro tipo de profesionales: estilistas, especialistas en infografía, etc. Expliquemos, brevemente, el contenido de los dos tipos principales de puestos de trabajo.

Como sabemos por las páginas que anteceden, el informar surge del proceso de “dar forma” y, en este sentido, a la hora de presentar a la audiencia el contenido informativo no basta con ofrecer una información inteligible y claramente redactada; es preciso, además, que aquélla adopte una forma visualmente atractiva. Este es el motivo por el que existen dos subfunciones dentro de Redacción que pueden dar lugar a dos secciones distintas:

1. - La redacción propiamente dicha: que se ocupa de la preparación de los contenidos (información textual y visual).

2. - La maquetación: integración de la información textual y gráfica en un todo armónico, para dar lugar a un producto completo en el que el diseño será un componente fundamental del valor.

b) un grupo de colaboradores externos a la empresa a los que, al menos en principio, se contrata por reportaje realizado, textual o fotográfico. No obstante, la relación de algunos de ellos con la compañía puede tener un carácter casi tan exclusivo y continuado como si se tratara de trabajadores en plantilla.

La figura del colaborador (freelance) es de gran importancia para la Redacción. Normalmente el nivel de información que ofrece una revista, por su profundidad o variedad, supera las posibilidades de la plantilla redactora. Pero, así como no es conveniente disminuir el nivel de calidad de la revista, tampoco es económicamente posible la contratación indefinida de todos los especialistas necesarios(2).

Desde el punto de vista operativo, el funcionamiento del departamento es, aparentemente, simple: Dependiendo de la naturaleza de la revista (secciones que integran su contenido) y el personal en plantilla, se asignan responsables para cada reportaje o grupo de ellos. A cada uno de éstos, normalmente un redactor con experiencia, se le concede cierto presupuesto para la contratación de personal externo (fotógrafos y, a veces, asesores especiales, modelos, etc.), realización de desplazamientos y otros posibles gastos.

Los responsables de cada sección de la revista, junto con el director, forman el Comité de Redacción, que es el órgano principal en el funcionamiento de la Redacción. El Comité planifica el contenido del número a editar, coordina su realización a través de sus miembros y, finalmente, unifica los resultados para dar lugar al producto acabado.

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1. Voyenne (1984): 88 y ss.

2. En relación con el tema de los colaboradores externos, es necesario mencionar la relativa frecuencia con la que se roza el límite de lo legal, encubriendo bajo el aspecto de colaboración lo que no deja de ser un trabajo continuado y digno de acogerse a la normativa laboral ordinaria. El asunto, no obstante, es complejo: la persona que hoy es director en cierta compañía, puede formar parte, en el futuro, del equipo de uno de sus freelance promocionado, por lo que se forman auténticas organizaciones informales que funcionan como grupos de interés en el seno de la estructura formal de la empresa. Aquéllas explican el fenómeno “enjambre” que se origina cuando un Director, al ser contratado para un puesto de responsabilidad por empresa distinta, “arrastra” tras de sí a una gran parte de su equipo anterior.