La Empresa es su Resultado
El Beneficio editorial y la Contabilidad del Conocimiento.

Francisco Luis Sastre Peláez

 

ECONOMÍA Y CULTURA: LA INDUSTRIA DE LA INFORMACIÓN

La información como necesidad y como producto

En lo esencial, la vida intelectual del hombre consiste en la sustitución del orden perceptivo, en que normalmente se presenta la experiencia, por un orden conceptual(1). La magnitud que mide los contenidos de este orden se denomina “información”.

En una primera aproximación, la información podría definirse como el resultado del procesamiento cognitivo de una o más percepciones, y de la formalización o conceptualización de su contenido. La experiencia humana se hace así susceptible de ser conservada, primero en la memoria y después en soportes materiales de diversa naturaleza, con el fin de ser vuelta a utilizar por el propio sujeto o por una persona diferente. Este contenido formalizado de la vida, el fruto de la experiencia humana, es lo que denominamos información, y comunicación al proceso por el que compartimos dicho contenido informativo.

Así pues, la información surge de un intento de preservar la quintaesencia de la experiencia humana para su comunicación sufriendo, para ello, dos procesos distintos de formalización: el primero a través del lenguaje, y el segundo por el traslado de las palabras a un soporte material diferente de la memoria humana.

Así, la vida del hombre se convierte en experiencia y, ésta, a su vez, en un factor que ayuda a continuar viviendo con un nivel superior de eficiencia. Se da lugar, entonces, a una necesidad derivada: la de conocer cómo actuar para conseguir mejor los propios objetivos (satisfacer las propias necesidades), pasando a considerarse la información como un bien económico susceptible de intercambio

El Orden Tecnoeconómico dispone, en efecto de instituciones productivas especializadas en la creación del producto informativo: las Empresas Informativas o, bajo cierta acepción, los Medios de Comunicación(2). Estas empresas se agrupan en la denominada Industria de la Información.

No obstante, la propia sociedad también genera, en su funcionamiento, necesidades informativas que surgen del intento de alcanzar una coordinación social generalizada mediante la normalización de comportamientos, de productos, de habilidades(3).

En otras palabras, es preciso conocer cómo hacer las cosas en una comunidad determinada, qué procesos seguir, a qué instituciones dirigirse, etc. Esta información se transmite (a través, principalmente, de las instituciones culturales) en un proceso de socialización cultural que dura la vida entera de los individuos.

El propósito de este capítulo es profundizar en la naturaleza de la Información y sus clases, describir los mecanismos institucionales especializados mediante los que una Sociedad satisface sus necesidades informativas (especialmente en lo que se refiere a los medios de comunicación) y definir la denominada Industria de la Información o de la Cultura que constituye el microentorno de nuestra empresa de revistas.

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1. William James, Some problems of Philosophy, Nueva York, 1956: 51. Citado por Bell (1976): 347.

2. Como veremos después más ampliamente, la denominación Medio tiene dos sentidos principales: la forma de difusión (medio escrito, medio oral, medio televisivo, medio radiofónico) y, por extensión, la Empresa que posee un medio de difusión.

3. Las necesidades de coordinación que toda organización genera, se cubren por diversos medios: adaptación mutua, supervisión directa (jerarquía), normalización de procesos, normalización de habilidades, normalización de productos... La forma más simple es la adaptación mutua, siendo preciso ir incorporando sucesivamente las formas siguientes a medida que la organización se complejiza.

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