La Empresa es su Resultado
El Beneficio editorial y la Contabilidad del Conocimiento.

Francisco Luis Sastre Peláez

 

La Naturaleza y su representación: el Modelo.

Como se sabe, un Modelo o Teoría es un cierto “molde” o forma de segmentación racional de la realidad, cuyo valor radica precisamente en servir de apoyo a la inteligencia para conectarse al objeto observado. Sirve de “contenedor” para la selección y ordenación de datos y de marco en la elaboración de la representación o “copia racional” de la realidad. Es, a la vez, herramienta imprescindible y limitación de lo que puede conocerse porque permite, y a un tiempo condiciona, la adquisición y elaboración del conocimiento(1) .

En nuestra opinión, la simple fragmentación de la realidad en sus partes componentes (el análisis), por muy numerosos que sean los planos de corte tradicionales (ejes de coordenadas o variables de análisis), no nos proporciona una auténtica comprensión del objeto. Es necesario, además, la realización de otras dos operaciones:

a) reintegración de los componentes previamente segmentados en el todo dinámico que constituye nuestro objeto de estudio.

b) la agregación del objeto mismo a aquellos otros conjuntos más amplios de los que forma parte. Para ello, es preciso identificar previamente los elementos que, junto con el nuestro, dan lugar al conjunto integrador y estudiar las relaciones (flujos de comunicación) entre ellos. Realizado esto comprenderemos, por ejemplo, que la empresa forma verdaderamente, con su entorno inmediato, una “red autopoiética”(2) .

Las operaciones de fragmentación, y de integración, se realizan entonces en dos planos distintos, y según un modelo determinado:

1.- Fragmentación del entorno general e identificación de sus componentes, de los que el objeto de nuestro estudio es uno. Posterior reconstrucción del entorno por la identificación de las relaciones funcionales entre los elementos identificados.

2.- Fragmentación y posterior reintegración del objeto de estudio, tras una identificación de sus propios elementos y relaciones internas.

El conocimiento del objeto surge de la yuxtaposición de las dos actividades anteriores, quedando definido aquél como “frontera” o límite entre el mundo interior (establecido a partir de los propios componentes “estructurales”) y el mundo exterior (delimitado por las relaciones con aquellos elementos exteriores con los que se integra en niveles superiores de agregación)(3) .

La actividad de análisis e integración se representa en el eje de coordenadas que denominamos de integración o complejidad, y cuyo uso presupone el de los ejes de espacio y tiempo. Nuestro objeto de conocimiento, la Empresa, ocupará el punto 0 u origen en dichas coordenadas.

La aplicación simultánea de los tres ejes permite la construcción de un modelo que podría denominarse “lenticular”, al poder adaptar el nivel de complejidad o integración a las necesidades de cada investigación particular. El uso de este modelo nos permitirá comprender que la empresa es mercado, como éste es sociedad, pero sólo después de un largo proceso de decantación y especialización (en su actividad y en su resultado) que debe ser estudiado a la vez diacrónica y sincrónicamente.

Teniendo en cuenta que la empresa es parte de un contexto social más amplio entenderemos que su acción viene, en gran parte, inducida por sus vinculaciones con el entorno y, en cierto modo, obligada por la naturaleza del medio ambiente.

La introducción de una dimensión que intente identificar el flujo de relaciones en función a la necesidad de integración de los distintos elementos en un todo operativo supondrá una notable ampliación de nuestra perspectiva. En concreto, la posibilidad de explicar no sólo lo que la empresa es, materialmente, en un instante o periodo dado, sino también las razones de su dinamismo, las presiones externas y las posibilidades y resistencias internas, etc., o sea, y en otras palabras, el conocimiento no sólo de su “peso muerto” o inercia de lo materialmente acumulado, sino de su dinamismo creativo y posible evolución. Y en este último sentido, se apunta la posibilidad de pasar de un conocimiento descriptivo a un conocimiento cuasiprospectivo(4) .

Naturalmente, el desarrollo completo del modelo propuesto excedería, con mucho, el propósito de esta investigación. Por otra parte, nuestro trabajo no es de naturaleza prospectiva(5), y ni siquiera predominantemente estadística, sino que está dirigido ante todo al desentrañamiento de un fenómeno esencial, el Resultado, del que cada uno de los casos concretos que se presentan en la práctica no puede constituir sino un ejemplo; ejemplo del que, como escultores ante un bloque de mármol, todavía será preciso que extraigamos lo esencial.
 

Creemos haber hallado en nuestra investigación, y esperamos que ello se haga evidente a medida que avance ésta, un punto de equilibrio razonable en el uso de un modelo que nos exige el análisis tanto de los elementos constitutivos de la empresa editorial (por el manejo de una muestra suficiente de empresas individuales) como de los conjuntos sociales en los que ésta se integra, y la permanente conciencia de que la médula de nuestro trabajo no ha de ser la sociedad misma y ni siquiera la empresa editorial, sino el punto de coincidencia entre ambas, un punto de intercambio de valor que denominamos “Resultado”.

 

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1.Como dice Alvira, los problemas a investigar determinan los métodos que se han de emplear y éstos, al ser utilizados, influyen en la solución que se dará a los primeros. Alvira y otros (1981): 21.

2..El concepto de “red autopoiética” fue introducido, como ya dijimos en nota anterior, por Maturana y Varela, y aplicado a las ciencias sociales por Luhmann. Hace referencia a las organizaciones propias de los seres vivos (cuerpos físicos) en las que las diversas partes del sistema se crean unas a otras. El “producto” de cada parte o elemento es alimento para otra parte, y así sucesivamente. El conjunto se caracteriza, además, por ser un todo cerrado en el que se da el fenómeno de homeostasis (estabilidad de las condiciones microambientales independientemente del entorno exterior).

3.Defendemos, en definitiva, un estudio de la empresa basado en el uso combinado de lo que se denomina por la doctrina “enfoques macroorganizativo y microorganizativo de la organización”, aunque pensamos, no obstante, que dichos enfoques aún no han sido desarrollados convenientemente. Para un análisis general de los mismos, véase: Bueno (1996)

4.Con las limitaciones que a este concepto impone la nueva matemática no lineal.

5.Como se explicará en el lugar oportuno, nuestro propósito no es el ofrecer “recetas” para obtener el beneficio en las empresas de Prensa. La obtención del beneficio particular pertenece al terreno de la acción individual y excede no sólo el campo de la Ciencia, sino aun el de la Técnica, al estar caracterizados ambos, necesariamente, por cierto nivel de abstracción y normalización.

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