La Empresa es su Resultado
El Beneficio editorial y la Contabilidad del Conocimiento.

Francisco Luis Sastre Peláez

 

METODOLOGÍA Y ESTRUCTURA DE NUESTRA INVESTIGACIÓN.

3.1. - El problema del método

Siendo el objeto de nuestro estudio el Resultado y también, subsidiariamente, la Empresa Editora de Revistas, y estando prioritariamente interesados en el planteamiento y descripción de los problemas generales que a uno y otra afectan, el método científico más adecuado, y aún el único posible, nos parece el correlacional y, en concreto, el observacional sistemático. Por otra parte, ¿hasta qué punto es posible el experimento en el ámbito de las Ciencias Sociales y, en concreto, en el marco puramente empresarial? Creemos haber contestado ya, cumplidamente, a estas cuestiones.

Por otro lado, si en el estudio de cualquier detalle específico de la Empresa es posible, y aún recomendable en ocasiones, utilizar modelos monistas y prescindir, por ejemplo, del tiempo y del espacio, en un estudio como el que nosotros pretendemos eso es imposible. Además, si como dice Tallón(1) la Empresa se organiza en función de su producto, referirse a la Sociedad y, en concreto, a los flujos informativos que la articulan será, en el caso de nuestra empresa de revistas, una tarea imprescindible(2) .

No se trata tanto de realizar personalmente una investigación exhaustiva y original de esta naturaleza, tarea imposible por su vastedad para el empeño de un hombre solo, cuanto de referir nuestro análisis económico al estado de los conocimientos disponibles en otras áreas esenciales para nuestro objeto. No se trata de descubrir datos nuevos, repetimos, sino más bien de integrar lo que ya se conoce en un nuevo modelo más comprensivo.

Nuestra aproximación es sistémica e integradora. Afirmamos, con Trubetzkoy, el carácter estructural y universalista de las disciplinas científicas y abogamos, con Prigogine, por la necesidad de una nueva alianza con la naturaleza y otra forma de conocimiento que nos permita trascender al autómata y alcanzar la realidad viva. Admitimos también, con Wittgenstein(3) , que es necesario distinguir entre lo que puede ser “dicho” (ámbito del experimento) y lo que sólo puede ser “mostrado” pero, hecha esta distinción, no renunciamos ni a lo uno ni a lo otro(4) .

 

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1. Tallón (1992). Hemos de hacer la observación, no obstante, de que aunque Tallón parece que tiende a identificar producto con producción, (y por tanto con tecnología), nosotros empleamos el término en un sentido más amplio, abarcando prestaciones de naturaleza técnica (producción propiamente dicha) y comercial. En otras palabras, producto no es, para nosotros, “producto terminado”, sino “producto vendido”.

2. Ya que, en un tipo de negocio como el que nos ocupa, la sociedad-mercado es a la vez materia prima (fuente de la noticia y de los hechos objetos de información) y destinataria del producto informativo. En palabras de Holzer, y previamente al análisis de las comunicaciones sociales, se requiere: “un análisis que abarque a toda la sociedad, el análisis por tanto de una organización histórica, concreta, de la vida social, organización que mantiene su cohesión gracias a determinados principios estructuradores del trabajo social, del dominio político y de la actividad cultural”. Holzer (1978): 55.

3. Wittgenstein (1987).

4. Fue precisamente la crítica de Wittgenstein acerca de la imposibilidad de realizar una representación completa del mundo a través del lenguaje (y menos de la matemática) lo que acabó con la teoría del conocimiento que Russell preparaba en 1913, una vez publicados por él y por Whitehead sus famosos Principia Matemática.

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