La Empresa es su Resultado
El Beneficio editorial y la Contabilidad del Conocimiento.

Francisco Luis Sastre Peláez

 

Un nuevo método para las ciencias sociales

Abandonadas desde hace tiempo las posiciones reduccionistas que identifican “ciencia” con “experimento(1)” , la resolución del problema de las Ciencias Sociales implica la adopción de un concepto más avanzado de lo científico, una ampliación metodológica que, sin renunciar a la referencia y a la contrastación empírica, permita la construcción de modelos más adaptados tanto a la compleja realidad que se pretende medir como a la capacidad de comprensión e integración, ciertamente ampliadas, del hombre moderno(2) . Lo auténticamente creativo no es ya el simple descubrimiento de fenómenos nuevos, sino la de nuevos equilibrios entre masas de acontecimientos antes inconexos. Asumiendo que la Ciencia no se construye por el rechazo, sino por la inclusión inteligente de lo nuevo, lo importante no está sólo en la acumulación de datos sino, sobre todo, en la capacidad de integrar lo hallado en un modelo más amplio y coherente. Lo importante ahora es la Organización(3) .

Hoy los grupos humanos, como los conjuntos articulados de conocimientos que constituyen las Ciencias, son progresivamente más inclusivos, alcanzando internamente equilibrios cada vez más delicados. Cuando el crecimiento eficiente de la firma, por ejemplo, se ve impedido por la dimensión de los activos, la empresa no se apropia ya de nuevos factores, sino que toma el control financiero de otras sociedades, contrata el producto intermedio a empresas colaboradoras, o se asocia en diversos vínculos de amistad y enfrentamiento formando, en fin, extensas redes de organizaciones interdependientes(4).

Como resultado de lo anterior, en nuestra Sociedad:

a) El número de empresas aumenta y su tamaño medio decrece, aunque en el abanico abierto aun tenga sitio tanto la enorme empresa global como el negocio individual.

b) La eficiencia empresarial aumenta, pero disminuye la autosuficiencia a causa de la denominada “ruptura de la cadena de valor”(5) . La obtención del beneficio es, cada vez más, una cuestión sectorial.

c) La interdependencia entre las empresas se fortalece, las relaciones se multiplican, creándose auténticas estructuras de colaboración que adoptan forma de redes y en las que entran a formar parte las más variadas instituciones y grupos (organizaciones gubernamentales, universidades, sindicatos, laboratorios, etc.). En la obtención del beneficio empresarial participa la sociedad entera.

d) El ámbito de la actividad económica es cada vez más virtual. Las operaciones materiales se sustituyen por transacciones informativas. Nuestra época es la Era de la Información y de la Comunicación.

e) El número y frecuencia crecientes de las interacciones entre individuos y grupos está dando lugar a una suerte de “sociedad de masa crítica”, sociedad en fermentación en la que la Industria de la Información y sus tecnologías potencian todavía más las posibilidades de desarrollo de los unos y de los otros, preparándolos para reacciones y cambios cada vez más veloces.

Esta sociedad vertiginosa, cuyas características principales analizaremos más tarde, precisa de un acercamiento metodológico nuevo. No puede ser desentrañada únicamente con el rígido bisturí de las matemáticas o ser desenvuelta en el lento transcurrir del experimento ortodoxo. La importancia del transcurrir del tiempo y del dinamismo del cambio, un concepto ampliado de lo que es la Ciencia y el experimento, y la conciencia de la complejidad y de los niveles de integración de la realidad son, entonces, los elementos imprescindibles que deberemos tener en cuenta en la creación de nuestros nuevos modelos económicos.

 

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1.Ver, por ejemplo, Alvira y otros (1981): 21 y ss.; Morales (1981): Tomo 1, 17 y ss.

2.Prigogine y Stengers (1983); Capra (1998)

3.Edgar Morin, por ejemplo, llegando a la misma conclusión, escribirá : “Comprendo entonces que la organización debe convertirse en la columna vertebral de toda teoría sobre las cosas, los seres y lo existente”. Morin (1984): 20

4.Bueno y Morcillo (1993)

5.Esta circunstancia, que hasta hace poco constituía una peculiaridad aplicable sólo a ciertas grandes empresas y modelos estructurales poco comunes (“organización en red”), es hoy popularmente conocida y aplicada. Un ejemplo de ello es que tres de cada diez empresas externalizan la parte de su producción en la que no son expertas o no les aportan valor añadido. Ver García de Sola (1999).

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