¿QUÉ HAY DETRÁS DE LA DECISIÓN DE COOPERAR TECNOLÓGICAMENTE?
Eunice Leticia Taboada Ibarra
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En el capítulo anterior, respecto a la interpretación y análisis de la CTIF desde las tres perspectivas teóricas revisadas se concluyó que es posible considerarla como una alternativa estratégica que permite a la empresa avanzar en la consecución de ventajas que la facultan para permanecer en el mercado al facilitarle la obtención de tecnología, su aprovechamiento y su adecuación a condiciones específicas. Los argumentos de cada teoría sobre la incidencia de la CTIF en la ventaja competitiva de la firma son distintos, pero no contradictorios ó antagónicos.
El material presentado en este capítulo muestra que la explicación de la forma en que funcionan las empresas, el desarrollo y difusión de la tecnología y la competencia, sólo puede entenderse parcialmente al considerar a cada teoría individualmente. Esto permite comprender porque la interpretación de la CTIF resulta incompleta o insuficiente en la medida en que cada planteamiento enfatiza distintos procesos y costos, señalando sólo fragmentariamente su origen, características y resultados.
El análisis aquí realizado permite concluir que es factible avanzar en la explicación conjunta de la CTIF porque dados los supuestos de las tres teorías, no hay contradicciones que obstaculicen construir una explicación con elementos de las mismas. Esto se corrobora con las observaciones de los propios autores en cuanto a los puntos en los que hay similitud, diferencias y complementariedades teóricas. Sus comentarios al respecto, permiten enfatizar que no existen contradicciones insalvables entre los mismos y que la complementariedad es deseable.
Así, desde el punto de vista teórico y con base en lo expuesto en este documento, es posible proceder a explicar la CTIF construyendo puentes entre las tres teorías mediante la utilización de elementos de cada una de ellas. Esto, sin violentar los supuestos y lógica de las mismas, ya que en la práctica, en la decisión y objetivos de las firmas por relacionarse tecnológicamente, se mantiene la búsqueda de los objetivos que éstas teorías establecen respecto a la razón de ser de la empresa y se obtienen, en mayor o menor medida, los resultados competitivos en ellas señalados.
Avanzar en tal explicación resulta factible, principalmente, porque los tres planteamientos parten de considerar la racionalidad limitada del individuo; de reconocer el conocimiento tácito y sus consecuencias y, de señalar la importancia de que la empresa tenga capacidad de adaptarse.
Por su parte, lo señalado por los propios autores permite subrayar en particular cuatro elementos específicos a tener presentes al buscar la explicación teórica complementaria:
i. La consideración de la firma como depósito de conocimiento en las teorías de recursos y evolutiva (aunque difieren respecto al sitio en que se concentra el conocimiento: para la de los recursos está en las personas y para la evolutiva en las rutinas de la firma).
ii. La necesidad de buscar que en el planteamiento conjunto haya una visión del sistema.
iii. Lo enriquecedor que puede resultar para las teorías de recursos y de los costos de transacción, considerar los mecanismos de cambio técnico para entender el medioambiente de la firma y el proceso de innovación.
iv. El que la teoría evolutiva incluya en la reducción de costos (minimización de costos), tanto los de producción como los de transacción y que considere las innovaciones organizativas como el reflejo de la búsqueda de minimizar los costos de transacción (las empresas que realizan este tipo de innovaciones tienen ventajas sobre sus rivales).
Para terminar con estas conclusiones parciales, simplemente se subraya que el planteamiento de Williamson se ubica en el marco heterodoxo, no obstante que sea posible trazar paralelismos entre los conceptos e intereses de la economía de los costos de transacción y algunas tesis neoclásicas. Esto en la medida en que la primera se interesa por los efectos de la racionalidad limitada, el oportunismo y la especificidad de activos, y las corrientes dominantes del pensamiento económico, en las asimetrías de la información, el riesgo moral y el monopolio bilateral (Masten, 2000). Sin embargo, mientras estos últimos consideran los costos de información, negociación y contratación como parámetros, aquella los concibe como consecuencia de limitaciones cognitivas y del comportamiento humano. Esto permite entender la importancia de los contratos como medios para establecer procedimientos de adaptación del intercambio y de solución de controversias, y no estrictamente como mecanismo de incentivos.
De esta manera, la teoría de los costos de transacción provee de realismo al enfoque neoclásico al considerar a los agentes económicos como centros de decisión respecto a obligaciones contractuales, formas de resolver conflictos y de llevar a cabo el monitoreo, entre otros; dejando de lado una relación limitada a precios y cantidades.
El análisis comparativo sistemático de los supuestos de las tres teorías se realizó con un doble objetivo: evaluar la posibilidad de tender puentes entre ellas para explicar la CTIF y contar con las “herramientas” fundamentales para tratar de aproximarse en ese sentido. Con los dos objetivos alcanzados, y sin la intención de buscar construir una teoría de la empresa de la síntesis de las teorías de los costos de transacción, evolutiva y de recursos, sino de avanzar en la construcción teórica que permita entender la CTIF de forma más completa, en el siguiente capítulo se presenta una propuesta explicativa respecto a la decisión de la empresa para cooperar tecnológicamente y con ello de las variables a considerar para comprender el tópico en estudio.