Alejandra Marina Monachesi (CV) y Sandra Elena Tonellotto (CV)
INTRODUCCION
El Paseo Gaucho es un evento que se realiza en la ciudad de Bahía Blanca una vez al año desde principios de la década de 1990. En este desfile se pueden observar algunos elementos típicos del campo como el gaucho con sus vestimentas, las chinas, los paisanos, los carruajes y el protagonista de la jornada: el caballo con sus emprendados, verdaderos trabajos artesanales. Este evento fue pensado como un encuentro de “gauchos para gauchos” -hombres de campo-, pero al mismo tiempo, es una manera de transmitir una tradición, de recrear un lugar de otro tiempo.
Las profundas transformaciones que está sufriendo el territorio rural ponen en evidencia un nuevo modo de relacionarse con el espacio y la cultura local, así como el surgimiento de otros valores y representaciones sociales. ¿Cuáles eran los valores que sustentaban el estilo de vida rural que el fuerte proceso de deslocalización desdibujó? El “lugar” como entidad estaba cimentado entre otros por el arraigo, lo cotidiano, la familia, el compartir, la proximidad, la tradición y las artesanías. Algunos hombres de campo, y de ciudad que sienten el campo, se vinculan con ese lugar por la experiencia vivencial.
En la presente investigación se aborda el paseo gaucho para comprender el estilo de vida que representa. Este evento permite relacionar distintos niveles de análisis para explicar por qué se propone observar la presencia del campo en la ciudad. El primer nivel lo constituye el evento en sí mismo, otro está referido a las habilidades necesarias para confeccionar elementos arraigados en el campo argentino, el tercer nivel de análisis pone en evidencia los motivos que llevan a la realización y participación en este evento, y por último se observa el impacto que el mismo ha tenido a nivel de la ciudad.
El paseo gaucho que recorre un itinerario tradicional de la ciudad de Bahía Blanca, en el sudoeste de la Provincia de Buenos Aires, se ha llevado a cabo casi de manera ininterrumpida desde el año 1993. Este encuentro de hombres de campo surgió a partir de la iniciativa de un centro tradicionalista de gente de a caballo, “Los Reseros del Sur”, que se había fundado poco tiempo antes 1. La primera actividad de este centro fue justamente la organización del paseo gaucho, en el cual desfilan luciendo variados atuendos jinetes, caballos, chinas2 , paisanos y carruajes. Los jinetes van ataviados con la indumentaria tradicional y los caballos lucen los emprendados3 , muchos de los cuales son verdaderos trabajos artesanales realizados en cuero o metal. El paseo muestra como se vestía y llegaba al pueblo los días de fiesta o los domingos el paisano: “Por eso es un paseo, por eso lucen sus mejores galas" 4
El caballo es uno de los animales cuya presencia aparece con más frecuencia en el folklore universal y ha sido para nuestros gauchos el medio más importante de transporte y trabajo, hoy prácticamente reemplazado por la tecnología. Su uso –principalmente en la región pampeana- se ha reducido en muchos casos a los paseos y las destrezas como jineteadas y carreras 5. El mismo nombre de este centro tradicionalista “El Resero” alude a una figura típica del pasado rural: era el capataz ó peón encargado de conducir las tropas de ganado vacuno. Entre las actividades que debía desarrollar el resero estaba la de acomodar el apero del caballo, lo cual implicaba una cuestión de supervivencia. Este hombre que durante muchos días viajaba en busca de comida y sustento y que atravesaba todo tipo de dificultades climáticas y económicas, tenía como única compañía su caballo de andar, el de carga y su perro (Saubidet, 1978: 341).
El protagonista principal de este desfile criollo es el caballo donde se lo puede apreciar con distintos pelajes y atuendos. Se inicia con la concentración de las diferentes delegaciones 6 en el área periurbana, en el Parque de la Ciudad 7. Allí se procede a la jura de recados, carruajes y tropillas (figura 1, foto 1); luego se iza el pabellón nacional8 y se entona el himno nacional argentino. A continuación se reúnen los jinetes con los estandartes de las diferentes delegaciones presentes para conocer el número de orden en el cual desfilarán (figura 1, foto 2). Los organizadores (Los Reseros del Sur) encabezan el desfile acompañados por alguna autoridad municipal (Intendente, presidente del Consejo Deliberante y representante del área de cultura municipal) seguidos por la asociación tradicionalista que los apadrina (Peña Nativista de la localidad cercana de Coronel Dorrego). A partir de allí se recorre un itinerario tradicional por las calles de la ciudad (figura 1, fotos 3 y 4), hasta el palacio municipal frente al cual se encuentra ubicado el palco oficial (figura 1, foto 5). El capataz del desfile –de los Reseros del Sur- solicita a las autoridades presentes la autorización correspondiente para dar lugar al paso de los jinetes. Allí la presentación de las delegaciones (figura 1, foto 6) están a cargo de personas conocedoras del tema acompañadas por payadores 9, que muestran una gran capacidad de improvisación10 . Proceden así a relatar el acontecimiento y a describir atuendos, caballos y carruajes 11. Entre los realizados, se destaca el Paseo Gaucho del año 200212 en el cual participaron 77 centros tradicionalistas: 767 jinetes y aproximadamente 100 chinas y paisanos en 15 carruajes, recorrieron las calles de la ciudad. Del total de las delegaciones, sólo 25 pertenecían a la ciudad de Bahía Blanca y las 52 restantes a una amplia región y a otras provincias cercanas como La Pampa y Río Negro. Una vez finalizado los participantes compartieron un almuerzo criollo, el asado, en el cual se consumieron 1500 chorizos, 750 kg de carne y 200kg de pan.
En el paseo gaucho se premian los jinetes y sus caballos según las diferentes categorías que cada año se establecen, centradas principalmente en emprendados y carruajes; juego de sogas13 , chapeados14 , tropilla de mansos 15 (figura 1, foto 7), mejor delegación, jinete más joven, jinete mayor.
¿Por qué se habla del campo en la ciudad? ¿Por qué se toma como ejemplo el paseo gaucho? La propuesta del paseo gaucho no surgió del ámbito político, turístico, ó académico sino como una reunión de gente de campo en la ciudad. Por ello, se opta en este trabajo por hacer referencia al “campo” como concepto que está ligado a la vivencia y lo utiliza la gente y no “rural” que remite a un concepto abstracto construido desde lo académico. Respecto a esta cultura campestre y su transformación, se considera oportuno mencionar la observación de Sili (2005: 7) cuando sostiene que “…la cultura rural está vinculada a la tradición, las costumbres, las relaciones interpersonales, la proximidad, las que fueron sistemáticamente reemplazadas por nuevas formas de consumo, culturas y actitudes y por nuevas relaciones humanas, más anónimas y más deslocalizadas”. Por eso el paseo gaucho es al mismo tiempo una manera de transmitir una tradición, de recrear un lugar de otro tiempo.
2.1. La tradición gaucha: algo que aún vive
Siguiendo a Buela, la tradición es “algo que aún vive” y no una entidad ahistórica tal como la considera el tradicionalismo filosófico. “…La noción de tradición, cuyo nombre proviene del latín traditio, que significa la acción de entregar, de transmitir, puede resumirse como el traspaso de una generación a otra de las cosas valiosas que la conformaron” (Buela, 2004: 168). Para el autor el arquetipo de hombre americano que, siendo de genuina estirpe hispánica nos distingue de España y del indio, es el criollo, sujeto histórico que recibió el nombre de gaucho en Uruguay, Paraguay, Argentina y sur de Brasil.
Para el planteo de esta investigación es esencial considerar la observación que hace Buela cuando afirma que “…si bien es indudable la desaparición del criollo, bajo sus distintas formas, ello no nos permite afirmar la desaparición de los valores que animaron a este tipo de hombre, en una palabra que desaparezca la forma en tanto que apariencia, no nos autoriza a colegir que murió su contenido, esto es, el alma gaucha. Muy por el contrario lo que tiene que intentarse es plasmar bajo nuevas apariencias o empaques los valores que sustentaron a este tipo de hombre, como son: a) el sentido de libertad, b) el respeto a la palabra empeñada, c) el sentido de jerarquía y d) la preferencia de sí mismo. Criollo es pues quien comparte estos valores más allá de su origen étnico, sea italiano, árabe, gallego o alemán. Estos son los valores fundamentales del “alma hispanoamericana”. Renunciar a cualquiera de ellos, es renunciar a nosotros mismos…” (Buela, 2004: 174).
En el campo, el temple gaucho argentinizó al inmigrante. Como dice Güiraldes (1995) 16 su sentido hospitalario hizo que el desembarcado que optaba por el interior del país encontrara allí un modelo de vida, sintiendo como propio ese suelo que se le ofrecía. Casi todas las etnias del mundo dieron su sangre para que el Gaucho de nuestros días, en un entrecruzamiento prolífico produjera la fisonomía tan singular que lo distingue…asombra saber de sus apellidos, tanto como observar sus rasgos, que van del cetrino y el moreno hasta el rubio de ojos azules, como puede apreciarse en el paseo gaucho17 .
Valores del hombre de campo que perduran: El paseo y sus distintos planos de análisis
El paseo gaucho permite relacionar distintos planos de análisis.
En este sentido, Juan Carlos Pallarols19 , platero de reconocido prestigio nacional e internacional, considera que “el gusto y el sentido estético del hombre de campo argentino es una combinación perfecta de cuero, soga, tejido, el color del animal, el color de la ropa del paisano, o sea, presenta un muy buen nivel estético” 20. A su criterio, eso es una característica cultural que viene de generaciones. Este plano pone de manifiesto otro, el de las habilidades, que se analizará a continuación.
La platería criolla y su complemento por excelencia que es la soguería tienen un lugar destacado en el paseo, son significativas para el hombre de campo porque están incorporadas a la cultura rural y denotan algunas de sus principales habilidades. Pallarols sostiene que el simple hombre de trabajo rural en Argentina tiene conocimiento sobre la platería, “…para el peón de campo no es una moda, es algo que está arraigado en la cultura: qué persona en el campo argentino no tiene una hebillita, o unas espuelas o un freno, o una pieza, por simple que sea; pero de plata de buen título, de buena construcción, con su identidad; puede ser un monograma, una determinada flor, marca o escudo. Eso es muy propio de aquí [Argentina], por eso impresionan tanto las exposiciones en el exterior”22 . Ideas que se ven reflejadas en el paseo.
Un experto soguero23 , Máximo Coll sostiene que el gaucho y el indio son considerados los primeros artesanos del cuero crudo, principalmente caballar y vacuno. “…A partir de estos elementos, sobre todo el gaucho, con su ingenio natural, fue desarrollando distintas técnicas para dar utilidad a estas materias primas. A su vez, el caballo compañero inseparable, fue motivador para que primero el gaucho y después el artesano plasmarán su obra. Una expresión artística desarrollada al amparo de distintas épocas que sin duda aún hoy nos caracteriza, como muestra viva de una tradición que pertenece a todos los argentinos” 24 .
Otro tipo de habilidad que se pone de manifiesto en el evento es la capacidad de manejo y conocimiento del caballo por parte del jinete. Teniendo en cuenta que se realiza fuera de su ámbito natural, rodeado por el público, automóviles, el nerviosismo del animal o la falta de pericia del jinete en el ámbito urbano, puede dar lugar a un accidente.
El cultivo de la tradición y su entorno, conforma un ambiente familiar y de amigos, de encuentro a través del asado y el mate, de disfrute del aire libre y de la preocupación por aprender. Para muchos esto es algo que vivieron de pequeños, o forma parte de su tradición familiar, para otros es una opción. El paseo gaucho en su estructura organizativa combina momentos de encuentro, de recepción musical en la noche previa, y un asado de despedida. Es un evento en el cual participa toda la familia (entrevista informantes clave) 25.
Al centrar la mirada sobre las motivaciones se pasa del paseo en sí mismo al estilo de vida que representa, constituyéndose entonces en el plano fundamental de este análisis. Se entiende el estilo de vida “…a partir de la forma de organización y funcionamiento de un grupo social en un espacio determinado con el cual se identifica. Este estilo de vida define una cotidianidad donde el sistema de relaciones se hace visible a través de la familia…” (Monachesi y Oustry, 2004: 111).
Nuevamente se retoma el tema de la tradición, pero en este caso cuando se habla de tradición se está haciendo referencia al cotidiano es decir a la vivencia directa. “… La cotidianidad es inevitable referente, el sistema de coordenadas concreto en relación al cual “nos situamos y que nos sitúan” a pesar nuestro. La cotidianidad es bien el primer referente obligado que construye el solo y único referente del hombre singular… la cotidianidad entropiza la existencia… toda cotidianidad es sostenida por un sistema de relaciones, relaciones precisas a los otros y a las cosas. Todo este aspecto relacional que sostiene la cotidianidad es la territorialidad...” (Raffestin, 1982:186) 26.
El ámbito rural está inmerso en un proceso de cambio que tiene como consecuencia el quiebre del modelo de desarrollo rural familiar. Este modelo se estructuraba sobre una organización social y territorial donde predominaban las relaciones sociales locales y regionales. Por ello, en la actualidad, el tema de la familia rural está instalado como preocupación en las instituciones del sector en relación a la sustentabilidad social en el medio rural. Pensado desde instituciones que se consideran a sí mismas dinámicas y promotoras de cambios que benefician al país, la familia rural es la que transmite los valores que perduran. En este sentido, si entendemos por tradición el rescate de los valores positivos, es en la familia rural donde han sido conservados mejor y por más tiempo, por la escala de proximidad, la conexión con la tierra, con los ciclos de la vida, entre otros. Se ha puesto de manifiesto la existencia en la cultura contemporánea de una situación paradójica respecto a la familia. Se advierte su importancia pero está sometida a una crisis sin precedentes en la historia.
“…La persona concreta que vive profundamente un valor lo recrea. Lo hace porque lo ha incorporado al nivel profundo de su identidad, allí donde esa persona se diferencia de los demás. El valor se asienta en esa raíz más personal, allí en donde la persona tiene su conexión con la vida, en el lugar de existencia que le pertenece exclusivamente, allí su diferencia…” (Onetto, 2002: 100). Algunos elementos tradicionales de este estilo de vida sirvieron de inspiración, es decir “inauguraron un comienzo” ya que un modelo seguirá intentando vivir un valor aún en la pérdida de reconocimiento. Por unas horas, en el Paseo Gaucho se recrea un estilo de vida rural en la ciudad, que es una manera de recuperar algo que era cotidiano y se volvió exótico en la ciudad, pérdida que también se hace evidente en el mismo medio rural.
La ciudad de Bahía Blanca no contaba con este tipo de evento hasta que el Centro Tradicionalista Los Reseros del Sur comenzó a organizarlo. Diferentes localidades de la región y la provincia hacía varios años que llevaban adelante experiencias de este tipo, como es el caso de los padrinos de la agrupación bahiense que en el año 2013 organizaron la cincuenta y cuatro Fiesta de las Llanuras, mientras que el Paseo Gaucho alcanzó la vigésima edición.
Frente al consumo que ofrece la ciudad, un evento de esta naturaleza, nacido de fines comunitarios, solventado principalmente por los propios participantes, muestra una dimensión humana que lo convierten en una propuesta atractiva. Por las calles de la ciudad desfilan diversos tipos de asociaciones donde se reúnen personas que les interesa transmitir la tradición: peñas, centros tradicionalistas, grupos a caballo, agrupaciones gauchescas, entre otros. Su originalidad y autenticidad radica en que muestra un estilo de vida al que adhieren quienes participan aunque vivan en la ciudad. Estas personas no se disfrazan para vender el evento como producto a ser consumido, sino que lo viven. En este sentido, esta propuesta que es original y auténtica, tiene impacto en otras actividades.
Observando la evolución del evento a lo largo del tiempo y considerando fecha de realización, recorrido, apoyo oficial, participantes y cronograma de actividades se pueden hacer las siguientes observaciones: el Paseo Gaucho exige una gran capacidad de organización y de gestión para la convocatoria, la recepción de las delegaciones invitadas y también para asistir a eventos tradicionalistas de otras localidades. Es de destacar la calidad y reconocimiento hacia los jinetes y emprendados que participan por parte de los conocedores del tema.
-Si bien se realizaron algunas experiencias aisladas de modificación del recorrido partiendo de distintos barrios de la ciudad, en la mayor parte de los desfiles predominó el que se presenta en este trabajo como tradicional, con pequeñas variantes en las calles utilizadas para el regreso al Parque de la Ciudad. Debe destacarse que es el más extenso en relación a los distintos paseos que se llevan a cabo en las localidades de la región, cubriendo una distancia aproximada de una legua (cinco kilómetros) que insume una hora y media para arribar al palco oficial.
-Al comparar las fechas de realización del evento se observa que durante más de quince años tuvo lugar entre los meses de setiembre y octubre. A partir del año 2010 cambia, en respuesta a la solicitud del Municipio, al mes de abril en el marco de los festejos por el aniversario de fundación de la ciudad. En lo que respecta a su duración, inicialmente el evento central era en sí mismo el paseo gaucho el día domingo que siempre concluye con un asado criollo y como actividad complementaria un festival folklórico la noche previa a modo de recepción de las delegaciones. Gradualmente se fue ampliando y en la actualidad, se festeja toda una semana tradicionalista que cierra con el paseo gaucho y el asado criollo. También creció el número de exposiciones y disertaciones sobre artesanías, habilidades, muestras de carruajes, espectáculos con artistas y payadores invitados no sólo locales sino también de jerarquía provincial y nacional.
-En las primeras ordenanzas municipales, se declaraba de interés el paseo 27 y más recientemente las mismas refieren a la Fiesta Tradicionalista de Bahía Blanca 28, contando con apoyo provincial y en el último desfile, el vigésimo paseo, ha tenido el de la Secretaría de Cultura de la Nación 29 y el reconocimiento de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) que la ha seleccionado como una de las tres fiestas representativas de la tradición y las costumbres de nuestro país junto a festividades de Jujuy y Corrientes30 . Además, se está trabajando en alcanzar el reconocimiento como fiesta nacional, que de ser otorgado implicaría un nuevo cambio de fecha. Tonellotto (2013) observa en el puerto de Bahía Blanca y en la localidad de Ingeniero White la visibilidad política que otorga la dimensión cultural del territorio. Se vislumbra que comienza a delinearse también en la ciudad de Bahía Blanca la misma tendencia.
-Las delegaciones que participan de este evento están integradas por familias, adultos, jóvenes y niños. Con respecto al número de participantes se destaca su oscilación de acuerdo al año considerado. El primer paseo contó con 305 jinetes, 8 tropillas, 11 carruajes, representando a 33 delegaciones de la ciudad y la región 31. En algunos años tales como 1997, 1998, 2002, 2003 y 2006, superaron los 600 jinetes. La mayor representación es local y regional, sumándose delegaciones de otras provincias como Neuquén, Mendoza, La Pampa, Río Negro, Salta, Formosa y Chubut entre otras, que fluctúan. Desde el punto de vista climático, las precipitaciones condicionan su realización como ocurrió en el año 2000 que debió suspenderse aunque las delegaciones ya estaban presentes en la ciudad. En otros casos las precipitaciones en la región dificultan el traslado de los participantes. Otro factor limitante son los costos que implican el desplazamiento de los jinetes con sus respectivos caballos y aperos. Una estrategia que han desarrollado los organizadores para facilitar la participación de delegaciones de localidades distantes es conseguir para el evento animales prestados localmente. Es importante remarcar la continuidad que, a pesar de las dificultades económicas o climáticas ha tenido este desfile anual, siendo excepcional su suspensión.
El paseo se originó en un contexto de crisis del ámbito rural, fue una manera de resistir y de mostrar el campo en la ciudad para mantener vivo en el imaginario colectivo algunos de los elementos característicos de la identidad nacional. “Las figuras del gaucho, su caballo y los diferentes carruajes conforman una postal tradicionalista y remiten a su vez a un modelo de organización productiva del sur bonaerense” (Instituto Cultural, 2013).
Este evento también muestra las características del estilo de vida rural como el agradecimiento a la hospitalidad de los organizadores y los vínculos que se establecen entre los participantes que esperan que su visita a la ciudad sea retribuida tal como lo expresa el integrante de un centro tradicionalista del interior bonaerense “Entrelazamos vínculos tradicionales y ahora esperamos reencontrarnos en nuestros pagos”.
Si la tradición es la transmisión de cosas valiosas de una generación a otra, las habilidades características del estilo de vida rural podrían ser consideradas como valores encarnados en las cosas. Algunos elementos tradicionales de ese estilo de vida sirven de inspiración para reinventar un nuevo comienzo que lleva a la sustentabilidad social.
Paradójicamente cuando se observa lo acontecido en el país con respecto a las tradiciones rurales, “eso que no se valorizó internamente” constituye lo demandado desde el exterior y en función de lo cual hoy se organiza la oferta. La ciudad cuenta con propuestas muy originales y auténticas, como ya se mencionara en otra oportunidad (Tonellotto, Monachesi, Bustos Cara, 2002) en las cuales la recreación es un medio para llegar a objetivos comunitarios, como las del Museo del Puerto y Ferrowhite en Ingeniero White o el Paseo Gaucho en la ciudad. A Bahía Blanca le está permitiendo desarrollar una estrategia para crear valor a nivel local a través de la revalorización del vínculo ciudad-puerto, la región en la ciudad y el turismo rural.
En la presente investigación no se plantea la tradición como una etapa pasada que llevará a la modernidad. Es algo pasado que esta presente en lo moderno, corriendo el riesgo que en ese paso a la modernidad se vacíe de contenido. Esa tradición se mantiene viva si existe una reapropiación de las nuevas generaciones manteniendo su esencia. Los elementos cambian de función, de ser útiles para las tareas rurales, donde algunos de estos objetos de la vida cotidiana en el campo fueron reemplazados, ahora se relacionan más con la estética y la cultura. De allí la importancia de lograr una resignificación positiva en un proceso permanente o continuo.
El estilo de vida rural está siendo reinventado y se detectan nuevos desafíos tanto en el ámbito urbano como rural. Es de destacar que esta valorización por las tradiciones rurales en Argentina fue impulsada por el interés de los turistas extranjeros que buscaban “lo propio y auténtico del lugar” que visitaban, incentivando así la valorización interna y dando origen en el año 2000 al primer programa nacional de turismo rural.
Cabe interrogarse si ¿se perderá la autenticidad en el camino de convertir este tipo de eventos en un producto turístico? En el actual proceso de revitalización del ámbito rural y la llegada de nuevos pobladores a él, se dará la reapropiación positiva y nueva síntesis del estilo de vida tradicional o se acelerará el proceso de transformación en marcha?
Bibliografía
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Carretel, F. (1981): “Éxito Diccionario de la Lengua Española”. Editorial Senda, Barcelona.
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Monachesi, A. y Oustry L. (2004) : “Familia-Proximidad-Representaciones en el ámbito del sistema cooperativo. Una propuesta de Desarrollo Local”. En: Albaladejo, C. y Bustos Cara, R., (Comp.) Desarrollo local y nuevas ruralidades en Argentina y en Francia. Développement local et multifonctionnalité des territoires en Argentine et en France. Co-ediciónUNS-INRA-UTM UMR Dynamique Rurales, EdiUNS. Bahía Blanca, pp.101-122. diciembre 2004. ISBN 987-1171-09-9
Onetto, F. (2002): Con los valores ¿Quién se anima ? Bonum, Colección Nuevos Enfoques, Buenos Aires. ISBN 950-507-407-7
Raffestin, C. y Bresso, M. (1982) : « Tradition, Modernité, Territorialité ». En Cahiers de Geographie du Quebec, vol. 26, N. 68, septiembre 1982, p. 182-198.
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Tonellotto, S., Monachesi, A. y Bustos Cara, R. (2002): “Cruceros en Argentina. Un turismo burbuja, una nueva relación tiempo y espacio”. En V Jornadas Nacionales de Investigación-Acción en Turismo. Mar del Plata, 29 de mayo al 30 de junio.
Tonellotto S. (2013): “Puerto, Actores y Territorio (Puerto de Bahía Blanca, Buenos Aires, Argentina). Globalización y Descentralización”. Tesis en proceso de evaluación
Una versión preliminar de esta investigación se presentó en las “Jornadas de Geografía Rural”, Departamento de Geografía y Turismo, Universidad Nacional del Sur, Bahía Blanca, 4 de Julio 2006.
1 El Centro Tradicionalista “El Resero” fue fundado el 29 de marzo de 1992. Al tramitar la personería jurídica como asociación civil se tomó conocimiento de la existencia de otra agrupación en la Provincia de Buenos Aires que ya tenía ese nombre. Por este motivo en el año 1998, contando ya con la aprobación legal respectiva se presenta oficialmente con el nombre “Reseros del Sur”.
2 Pimpollo flor: hasta 10 años; paisana flor: jovencitas entre 17-20 años
3 Emprendado: conjunto lujoso de las prendas del apero. El apero es el recado de montar del gaucho compuesto por distintas piezas.
4 Vicepresidente actual del centro tradicionalista, Diario La Nueva Provincia, 15/04/2013.
5 Carrera cuadrera: antiguamente las carreras se corrían por cuadras no por metros como hoy. De ahí el origen de la expresión.
6 Algunas delegaciones llegan tras largas cabalgatas, otras arriban sobre la hora de concentración en camiones donde traen carros y caballos.
7 Es una ex quinta de quince hectáreas que adquirió el Municipio de Bahía Blanca en el año 1993 para ampliar la oferta de espacio verde público en la ciudad.
8 Todas las delegaciones cuando desfilan son encabezadas por el jinete que lleva el estandarte seguido por otro portando la bandera nacional y en algunos casos un tercer jinete porta la bandera provincial.
9 Payador: poeta improvisador campestre.
10 Los floreos constituyen una muestra de la gran capacidad de improvisación y la rima repentina del payador. A manera de ejemplo en el Paseo Gaucho del año 2013, Para dar inicio al desfile frente al palco oficial el payador comenzó diciendo: “El afecto de esta gente/ que vino a decir presente,/ mire que linda reunión/ en los pagos de Bahía / no se ha muerto todavía/ nuestra gaucha tradición”.
También el centro tradicionalista la Taba de la localidad de Médanos (a 50km de distancia de Bahía Blanca) es presentado de la siguiente manera: “Voy a cantarle a la taba desde arriba y desde abajo, hago sonar mi badajo y acá los tienen presentes, mi saludo pa’ la gente adonde se siembra el ajo…”.
11 Carruaje: vehículo de tracción a sangre, que puede ser tirado por uno o varios caballos. Existen distintos tipos, los más usuales en nuestros campos son: sulky, villalonga, charret, chata playa y carro batea. Para paseo se pueden mencionar el mateo, la volanta y otros.
12 Diario de La Nueva Provincia 20/09/2002
13 Soga: tira larga de cuero crudo de animal vacuno o yeguarizo, generalmente sobada. Tiene muchos usos: sirve para atar animales, manear, acomodar cualquier prenda de recado, etc. Sogas: conjunto de riendas, bozales, cabrestos, maneadores, etc.
14 Chapeado: emprendado de metal
15 Tropilla. Conjunto de animales yeguarizos. Porción limitada de caballos mansos (animal apacible, sosegado), acostumbrados a andar siempre juntos y obedecer a la dirección de una yegua tutelar llamada madrina que lleva colgado del pescuezo un cencerro para indicar su presencia a los ahijados.
16 Conferencia “Gaucho, amalgama, tierra y hombre” dictada en el marco del 3er Paseo Gaucho, Bahía Blanca.
17 También el léxico da cuenta de estos valores como ocurre con el término “gauchada” definido como “..: servicio o favor desinteresado. Es la acción propia de un gaucho y en especial ejecutada con astucia, habilidad y audacia…” (Carretel, 1981). En este sentido Juan José Guiraldes insistía en que ser gaucho no es saber pialar, andar de botas y rastra, sino más bien un sentir, por eso hablaba de la actitud del gaucho en la vida, ese que por hospitalario dejó la palabra gauchada como la más elevada forma de un acto solidario.” (Diario La Nación 19 septiembre 2003).
18 Pelajes: tobiano, zaino, alazán, bayo, picaso, malacara, entre otros.
19 Juan Carlos Pallarols es integrante de una familia con más de dos siglos de tradición en la platería artesanal. Tiene su taller en el barrio de San Telmo (Buenos Aires) y la Estancia San José de Pallarols, Areco, Provincia de Buenos Aires, Argentina. La localidad de San Antonio de Areco junto con la de Olavarría son los dos centros más grandes de platería que tiene el país.
20 Programa Estancias Argentinas (2006): Estancia San José de Pallarols. Canal Rural.
21 Texto original: Traditions qui ont nourri l’action et encadré le travail. Le miroir de ces traditions a presque toujours été le travail dans lequel se concentraient les capacités et les habiletés consacrées par “l’expérience” (Raffestin, 1982: 188).
22 Programa Estancias Argentinas (2006): Estancia San José de Pallarols. Canal Rural.
23 Soguero: persona que trabaja en sogas, confeccionando bozales, lazos, riendas, entre otros de cuero crudo (Saubidet, 1978: 372).
24 Revista Cosas Nuestras, Revista de Cardon, año 1, número 3. Disponible en: http://www.cardoncosasnuestras.com.ar/web724/cosas_nuestras/mag/anio_1/numero3
25 Debe destacarse la variedad de informantes clave que se han entrevistado en esta investigación que integran diferentes agrupaciones tradicionalistas, artesanos, público del evento, entre otros.
26 Texto original: “La quotidienneté est l’inévitable référentiel, le systeme de coordonnées concret par rapport auquel nous nous situons et qui nous situe…malgré nous …La quotidienneté est bien le premier référentiel obligé qui peut demeurer le seul et unique référentiel de l’homme singulier…La quotidienneté “entropise” l’existence…Toute quotidienneté est sous-tendue par un systeme de relations, relations précises aux etres et aux choses. Toute cette face relationnelle qui sous-tend la quotidienneté c’est la territorialité” (Raffestin, 1982: 186).
27 Ordenanza 7551/93, sancionada el 13 de agosto, declara de interés municipal el desfile organizado por el Centro Tradicionalista El Resero que se llevará a cabo el 5 de setiembre de 1993.
28 Ordenanza 16520/12, sancionada el 12 de abril, declara de interés municipal la 19° Edición Fiesta Tradicionalista de Bahía Blanca, que se desarrollará entre el 9 al 15 de abril.
29 Presente a través de la Subsecretaría de Políticas Socioculturales, en el marco del programa, Fiestas Nacionales, aportó la presencia de grupos folklóricos provinciales en la fiesta. Este programa se propone visibilizar y fortalecer la diversidad cultural del país, reforzando las características propias de cada festividad, promoviendo la participación de las comunidades en la organización con la intención de rescatar su esencia e identidad. Disponible en www.cultural.gob.ar/agenda.
30 Instituto Cultural de la Municipalidad de Bahía Blanca, Noticias Municipales, 8 de abril de 2013.
31 Diario La Nueva Provincia 6/9/1993.
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