TURyDES
Vol 3, Nº 7 (abril/abril 2010)

TURISMO: PRIMER MEMORIAL DE AGRAVIOS

Francisco Muñoz de Escalona

 

1. Para abrir boca

En la verborréica literatura del turismo (artículo, monografías, ponencias y libros de texto) abundan los mitos. Siempre lo supe. En Crítica de la economía turística. Enfoque de oferta vs enfoque de demanda (UCM, 1991 tesis doctorales) incluí un capítulo, creo que el último, dedicado a esta peculiar componente del paradigma convencional porque no carece de enjundia. Entonces prometí que algún día me pondría a escribir sobre los mitos con más extensión y tranquilidad pero los días han ido pasando y aun no ha llegado el día prometido. Alguna vez llegará porque no pasa día sin que me tope con algún mito turístico nuevo y así es como va engrosando tan peculiar mitología, que es todo menos clásica. El asunto tiene su enjundia y merece que se le dedique alguna atención.

La mitología del turismo, como toda mitología que se precie, carece de autores. Sin embargo, en el caso de los agravios, como en todo buen memorial, los agravios llevan nombre, apellidos, editorial, institución académica y nacionalidad. Por ello no es que sea más fácil hacer un memorial de este tipo, es que es también más compensatorio y hasta podríamos decir que su contenido es inagotable, de una jugosa inagotabilidad porque se nutre de la antes citada literatura verborréica que se da en el turismo con una generosidad sin parangón. Por eso, a este Primer Memorial seguirán otros y otros, redactados por mí o por cualquier otro redactor que conozca bien la verborréica literatura turística, dicho sea esto como una invitación a todos aquellos que tengan tiempo, voluntad y un migaja de sentido crítico que se sientan movidos a escribir los memoriales sucesivos.

2. Los turismos

Empezaré por los agravios relacionados con los diferentes turismos. De entrada diré que no empleo aquí turismos como se suele emplear el término en la España que parió el idioma castellano y que tal vez por eso se cree autorizada a maltratarlo. Quiero decir que no escribo turismos para decir automóviles, esos vehículos que por haber sido utilizados hace más o menos un siglo para viajar por gusto enseguida se cayó en la cuenta de que como viajar por gusto es “hacer” turismo, el sustantivo se aplicó al vehículo, siguiendo una ley muy común, al menos en castellano, de utilizar el nombre de lo que se hace para designar al medio con el que se hace. Pasó algo parecido con la sartén de tamaño generalmente grande y con poco fondo en la que se suele hacer el arroz a la valenciana. A esa sartén la llaman los valencianos paella pero con la nacionalización y posterior universalización del arroz a la valenciana, también conocido como arroz en paella, uno de los platos más famosos del mundo, ha pasado a conocerse como paella, lo cual terminó obligando a llamar paellera a la paella. En fin, pintorescos caprichos de los hablantes, esos facedores y desfacedores de los idiomas. Pues, como digo, con turismos no me refiero a los coches o carros utilizados por sus propietarios para viajar sólos o con su familia, sino al plural de turismo, afición a viajar por gusto y también, el DRAE dixit, el conjunto de medios que facilitan hacer tales viajes.

Es el caso, querido lector, que navegando por la Internet me saltó a la vista un llamado Diccionario de turismo que está colgado en la red como obra colectiva pero al cuidado del arquitecto colombiano Jorge Valencia Caro. Cuando me adentré en la obra colectiva que pastorea el arquitecto Valencia y me topé con sus voces y significados no supe si ponerme a gritar, a reír, a llorar o a bailar de rabia. Porque, sí, queridos lectores, lo que tenía ante mi vista era tan sorprendente que me dejó catatónico y sólo con grandes esfuerzos pude reconquistar mi estado normal. Dejo para después de la trnascripción del siguiente Chat la enumeración de los turismos que encontré en el mencionado diccionario.

Lo primerito que hice fue dirigirme a don Jorge por email para saludarlo y, de paso, decirle lo que a continuación transcribo:

UNA CRÍTICA HARTO DURA PERO NECESARIA:

Sr. Jorge Valencia Caro: soy tan viejo como usted pero no arquitecto sino economista. He sido durante cuarenta años investigador científico en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid (España) y me dedico a la investigación básica en el campo del turismo, una materia absolutamente maltratada por los estudiosos de la misma, curiosamente procedentes de dedicaciones harto variopintas, desde médicos hasta psicólogos, desde biólogos hasta arquitectos, desde ingenieros de todas las especialidades hasta sociólogos, antropólogos, geógrafos, filósofos, historiadores, filólogos y demás especialidades académicas, todo lo cual, no obstante, no ha redundado en la consecución de un corpus científico de excelencia sino todo lo contrario, en un batiburrillo penoso de aportaciones que no han conseguido arrojar luz sino todo lo contrario. Hoy, navegando por Internet he encontrado su diccionario turístico y es por esta razón por la que me he tomado la libertad de dirigirme a usted, porque da la coincidencia que su Glosario/Diccionario, en el que muchas voces empiezan con la voz turismo, es uno de esos productos que encarnan a la perfección la norma que reza eso de “Zapatero a sus zapatos” Me temo que usted ha leído hartos trabajos y que ha dedicado muchas horas a recolectar información para escribir su Glosario. Todo lo que ha caído en sus manos lo ha tomado como bueno y lo ha aceptado como fuente de calidad para escribirlo. ¿No se le ha ocurrido pensar que no es oro todo lo que reluce ni que es bueno todo lo que se escribe? ¿No? Pues créame que debió hacerlo. ¿Qué obra sobre arquitectura habría resultado si hubiera sido escrita por mí, un modesto economista, en la que hubiera incluido las opiniones de verduleros, herreros, carpinteros, electricistas y aguaderos sobre ese campo tan honorable que es la arquitectura? En serio, Sr. Arq. Valencia, la parte dedicada al turismo de su Glosario no soporta la más ligera crítica ya que toda esa parte es sencillamente un conjunto de conceptos sin orden ni concierto. Se me hiciera caso la eliminaría pero sé que no lo va a hacer. Yo la he copiado y la tengo guardada. ¿Y sabe para qué? Para escribir sobre ella un trabajo en el que demostrar a los estudiosos del turismo hasta qué grave extremo puede llegar la creencia de tantos como usted, empapados de buena voluntad pero que se atreven a incursionar en un campo que aun sigue hoy en manos de peligrosos aficionados.

Sé que he sido muy duro pero le pido que lo achaque al amor a la investigación científica demostrado durante mi larga carrera de investigador en algunos sectores de la economía, entre ellos el turismo.

Me tiene, obviamente, a su disposición, si, caso de molestarle, se decide a contactar conmigo para explicarle mejor este comentario a bote pronto que le envío.

Un saludo respetuoso, FME

A lo que don Jorge me respondió por la misma vía:

Gracias

Lo importante es crear algo

No tengo tantos pergaminos como usted.

"hay veces que de tanta inteligencia se pierde la intuición"

arq. jorge valencia caro

Bogota, Colômbia

Respuesta a la que yo, a mi vez, le escribí lo que sigue:

Lamento una respuesta como esta, Sr. Valencia, ¿es que cree usted que en materia de conocimiento científico hay que crear por narices, aunque sea algo insostenible y sin fundamentos? ¿Tan petulante deviene a la par que falsamente modesto? La verdad es que con un apellido Caro, de tan excelentes resonancias en Bogotá, jamás creí que se pudieran encajar las críticas con más capas que un galápago, que es como lo ha hecho su señoría. Pero, en fin, la verdad es que los hay peores en estas lides. Siga, pues, como va, que no faltará quien le dore la píldora y le siga alimentando la vanidad y cebando el ego.

Se lo dice muy respetuosamente quien le está haciendo la caridad de presentarle una dura y descarnada crítica, esa que tanto está necesitando desde hace años,

(La coletilla de que la inteligencia hace perder la intuición es una frase lapidaria que refleja perfectamente el rechazo que muchos como usted practican con respecto al pensamiento científico. No está usted solo, alégrese)

Valencia me envió como respuesta un poema del místico castellano del siglo XVI Juan de la Cruz

Para que reflexionemos: " Enteréme donde no supe/y quedéme no sabiendo,/toda ciencia trascendiendo./Yo no supe dónde entraba,/pero cuando allí me vi,/grandes cosas entendí...".

Muy bello poema, y bien traído a colación, ¡Vive Dios!, le respondí. También su seguro servidor es un admirador inagotable de la lírica a lo divino de nuestro místico doctor Juan de la Cruz.

Reciba, pues, Arq. Valencia, el testimonio de mi más alta consideración junto con un fraterno saludo de FME

En estos rezos andábamos mi corresponsal y yo cuando de Boletín Turístico me envían esto que transcribo y que le remití al arq. Valencia reconociendo que, a la postre, es él, y su diccionario de términos turísticos, los que llevan razón, no yo.

LA BUENA NUEVA: Que no es otra que la de que ha nacido un nuevo turismo. Mi nuevo amigo, el arq. Jorge VALENCIA Caro (Bogotá) lleva razón. No es que haya tantos turismos como los que aparecen en su Diccionario de turismo es que cada día que pasa surge un turismo nuevo. Albricias, eureka, congratulaciones, el turismo es eterno, no muere, viva el turismo. ¡Viva! (Lo de Presuntoturismo, la verdad es que queda un tanto enigmático, ¿no cree?) Pero, lea, lea, creo que la voz es candidata a figurar en su Diccionario:

JAMONTURISMO

Presentación Oficial en Fitur 2010.

Stand Pabellón 10, stand 10G17 (stand conjunto Grupo Matarromera)

El Jamonturismo (actividad similar al enoturismo pero en las fábricas de Jamones Ibéricos), lanzado por la empresa Julián Martín Ibéricos de Guijuelo en 2008 se consolida como una nueva experiencia dentro del turismo gastronómico y cultural facilitando el descubrimiento del Jamón Ibérico, un mundo especial y poco conocido.Sus promotores ilusionados por la excelente acogida + de 1000 “invitados” (en grupos pequeños con 3 horas de duración con curso de corte y degustación abundante) en 2009 y unas prometedoras reservas en 2010 han decidido apostar fuerte con su presentación en el mayor escenario posible FITUR.Según Jorge González Marcos, responsable del área del grupo “estamos muy sorprendidos y muy ilusionados, nuestras mejores expectativas se están cumpliendo, el nivel de satisfacción de nuestros invitados es altísimo y eso al final es lo realmente importante.

Estamos cerrando acuerdos con agencias importantes que nos van a permitir difundir nuestro producto de una forma mucho más amplia”2010 va a ser el año de la explosión del Jamonturismo, alguna de las novedades que se presentan en Fitur:

Jamonturismo + Enoturismo: Visitas de 1 día combinando el Jamonturismo (visita por la mañana y comida) en Guijuelo (Salamanca) con el vino en la ciudad de Toro (Zamora).

Jamonturismo + Spa: Con estancia en uno de los hoteles emblematicos de Bejar (Hotel Colon Spa).

Mantenimiento de los Packs del 2009.

Jamonturismo + Toro de Lidia + Ciudad Rodrigo.

Jamonturismo + visita histórica a Salamanca + hoteles en Salamanca

Lanzamiento del Presunto Turismo en las fábricas de Jamones de Portugal. Incremento de los días de las visitas para particulares en fin de semana.

Pero no debo dejar de hacer referencia al email que recibí, procedente de Bogotá, en medio del Chat con Valencia y que así, a bote pronto, no podía entender a pesar de hacer referencia al mismo:

Don Francisco Muñoz de Escalona: Quedamos todos los latinoamericanos que nos interesamos por la investigación científica del Turismo (no somos pocos!!!), a la espera de su nueva obra, anunciada en los comentarios que hace al Diccionario del arquitecto colombiano Jorge Valencia Caro y auguramos que ésta supere su bien conocida tesis doctoral. Con aprecio, un lector y comentarista de escritos, por ser el único que nos ha puesto en contacto con Schullern de modo distinto. Luís Fernando Jiménez Guzmán (U. del Externado de Colombia)

A lo que respondí: Caramba, apreciadísimo colega, la verdad es que me place recibir tu comentario sobre mis críticas al arq. Jorge Valencia Caro. Con respecto a este debo añadir que, hecha la crítica y su primera reacción a la crítica, Jorge ha sabido encajarla con elegancia hasta el punto de que llevamos ya no sé cuantos emailes tratándonos como viejos amigos.

Sí, claro, la idea de hacer comentarios al Diccionario de Jorge sigue en pie, pero es obvio que ahora, con más razón, la haré sin acritud. Y ya que te tengo al habla, decirte que lo que estoy preparando ahora es nada menos que la presentación de la obra de Hunziker y Krapf (Fundamentos de la Teoría General del Turismo) La estamos preparando Félix Tomillo Noguero (U. Europea de Valladolid), Alexandre Panosso Neto (U. de Sao Paulo) y Marcelino Castillo Nechar (U. del Estado de México) Espero que para fines de año esté en la calle.

(¿Cómo te llegó el email que le mandé a Valencia)

La contestación de mi nuevo e inesperado corresponsal colombiano fue esta:

Muchas gracias por su mensaje. Le quedo muy reconocido. Me interesa sobremanera que se recoja de nuevo el pensamiento de Hunziker y Krapf para que se aprecie cómo sus visiones del Turismo no sólo continúan siendo actuales, sino que a la vez son la inspiración de las nuevas visiones complejas y sistémicas del Turismo de esta Postmodernidad, sobre las que ya llevo un buen tiempo trabajando. Así que me declaro a la espera de su nuevo engendro.

Ya usted lo sugería en algunas apartes de su tesis doctoral defendida en la Complutense de Madrid, cuando hacía comentarios al "diamante" de los profesores suizos, que en mi sentir es el primer intento de una concepción sistémica del Turismo más allá de las visiones cartesianas de la ciencia.

En el momento trabajo en una nueva tesis doctoral en Sociología Jurídica y es de lógica que el tema lo aborde desde la lúdica y el turismo. Le envío mi propuesta de base para sus opiniones.

Respecto del mail suyo al arquitecto Jorge Valencia Caro, este llegó a mis manos porque su destinatario me lo hizo llegar.

El mérito de Jorge Valencia es el haber sido siempre un "paper chaser", para utilizar los términos del novelista John Jay Osborn, un "cazador de pequeños datos" que luego pueden servir de fundamento para un ejercicio de investigación. Es lo que hago yo con sus textos [los de Valencia] sobre la Historia del Turismo en Colombia para trabajar fundamentalmente en investigación de la normatividad del ocio.

La transcripción de los mensajes es íntegra por las siguientes razones: porque las posibilidades que ofrece Internet a los estudiosos para interconectarse con la facilidad que da el vencimiento de la distancia no sólo es espectacular y tremenda sino que también facilita que los trabajos de uno lleguen a manos de otros, unas manos que nunca se sabe si van a ser piadosas o durísimas con las aportaciones realizadas con la mejor intención y con considerables esfuerzos y fatigas. Pero también porque cuando menos uno se lo espera salta un nuevo interlocutor para escenificar un menage a troi casto, claro, y de carácter netamente científico como el que expongo más arriba. Con el doctorando Jiménez Guzmán he establecido unas relaciones académicas de sumo interés para ambos.

3. Relación de turismos según el Diccionario de términos

Cuando me hice eco de la buena nueva del nacimiento de un nuevo turismo, el conocido como jamonturismo, gloriosamente presentado en sociedad en esa glamourosa fiesta de todos los turismos que es FITUR, aun no sabía que existía en el mundo otro nuevo turismo al que hay que dar la más sonada bienvenida, me refiero al turismo cuya orgullosa madre no es otra que la simpar estudiosa e investigadora colombiana Olga Patricia Solís y Valencia, cuyo email es osolis@unicauca.co (mira que si es familia de don Jorge, porque entonces todo quedaría en casa)

Según Solís Valencia, “el turismo se ha convertido en un eje estratégico para el desarrollo global y en una oportunidad para nuestras regiones y localidades. Sin embargo, es preciso mantener el juicio para no deslumbrarnos con las promesas que esta actividad ofrece sin circunscribirlas a las necesidades y posibilidades de la región. Desde esta perspectiva, este artículo pretende describir qué tipo de turismo es posible en el Departamento del Cauca, cuál es el elemento diferenciador del turismo en nuestra región y cómo se conectan las lógicas de esta actividad con las dinámicas culturales y productivas de la región. En la respuesta a estos cuestionamientos estamos proponiendo un nuevo concepto de turismo: el turismo tecno-cultural, en el que se ubica la apuesta del Cauca por esta actividad.

¡Nada menos que un turismo llamado tecnocultural! ¿Hay quien dé más? Si ante el jamonturismo saltaba de alegría con el turismo tecnocultural podemos entrar en trance. Con o sin nuestro gran místico San Juan de la Cruz, del que queda transcrito el bello poema que tuvo a bien enviarme don Jorge. Espero, amigo Jorge que no pasando ni dos días el turismo que nos ha dado a luz la investigadora Solís Valencia entre por la puerta grande en su ya grande y aun creciendo diccionario de términos turísticos. Es lo menos que se puede hacer con la propuesta de una investigadora que lleva el mismo apellido.

A continuación enumero los turismos que de momento han sido identificados por Jorge Valencia y sus espontáneos colaboradores a través de la red. Los lectores que tengan interés en conocer los variopintos significados de los turismos que se citan a continuación no tienen más que ir a www.boletinturistico.com y ahí buscar Diccionario Turístico Profesional o Diccionario de términos turísticos, al cuidado del arq. Jorge Valencia Caro. Veamos ya la relación de turismos que tenemos. Nadie me negará que somos ricos, no riquísimos en turismos. Les aseguro que hoy somos más ricos que ayer pero menos que mañana.

Turismo alternativo, turismo astronómico, turismo bariátrico, turismo bíblico, turismo blando, turismo cervecero, turismo cinegético, turismo como ciencia, turismo básico, turismo como concepto económico, turismo comunitario, turismo creativo, turismo cultural, turismo de aventura, turismo de balbearioturismo de congresos, turismo de contacto social, turismo de interés especial, turismo de la tercera edad, turismo de mar, turismo de observatorios, turismo de patrimonio, turismo de reposo, turismo de ruinas, turismo de salud, turismo de sol y playa, turismo educativo, turismo egresivo, turismo emisor, turismo escénico, turismo esotérico, turismo estético, turismo estudiantil, turismo filantrópico, turismo fronterizo, turismo genealógico, turismo industrial, turismo insular, turismo interior, turismo internacional, turismo interno, turismo itinerante, turismo gastronómico, turismo lingüístico, turismo médico, turismo nacional, turismo necrófilo, turismo ornitológico, turismo para efectos de definición, turismo para efectos de promoción, turismo para invidentes, turismo receptivo, turismo receptor, turismo religioso, turismo residencial, turismo rural, turismo según el número de turistas, turismo según el origen, turismo según estratos de la demanda, turismo según la edad, turismo según las motivaciones, turismo según el transporte utilizado, turismo sexual, turismo sobrenatural, turismo social, turismo solidario, turismo sostenible, turismo sustentable, turismo técnico, turismo urbano, turismo vinícola, turismo vinicultor.

Pero lo que no deja de ser asombroso es que falten tantos turismos en esta apretada lista. No obstante, no creo que sea motivo para desesperar. Si el método de confección del Diccionario es colectivo no debemos descartar que los turismos que faltan, y no porque no hayan nacido sino porque aun no han sido propuestos por los autores y aceptados por Jorge Valencia, pronto acompañarán a los ya incorporados. No cabe la menor duda de que así será.

4. Postre

La relación de turismos que figura en este pintoresco y divertido diccionario “profesional” de turismo tiene un responsable. Y no me refiero al bien intencionado arquitecto Jorge Valencia. El responsable, y además culpable, es el hecho manifiesto, y sin embargo aun no detectado por la comunidad, de la existencia del corpus dizque científico del turismo que se viene cultivando desde hace siglo y medio. Tal y como están las cosas es inevitable nominar a los turismos como hace el Diccionario, por medio de una enumeración caótica, confusa, reiterativa, caprichosa e inmanejable. El estado de la cuestión no puede quedar mejor reflejado y hasta caracterizado que por medio de este glosario sin pies ni cabeza porque ni pies ni cabeza tiene la que Walter Hunziker y Kart Krapf llamaron “Teoría General del Turismo”, una teoría que, según declararon, ni pertenece a la economía ni a la sociología, tal vez, apostillaron, pertenezca a la Sociología de la Cultura, una adscripción que si puso tener sentido a mediados del siglo XX hoy ha dejado de tenerla en absoluto después de los tremendos cambios que han tenido lugar en el mundo.

Por ello, si me apura, no es de extrañar que últimamente, después de haber insistido tanto en la multi o interdisciplinariedad, hoy haya universitarios que aseguren que el turismo ha de ser estudiado desde la posdisciplinariedad, única forma de conseguir incrustar el turismo en una teoría general de los movimientos junto con las migraciones y las desbandadas.

Nunca procedió mejor que en esta materia aplicarle el refrán de que cada cual tiene lo que se merece.

Y a mi amigo Jorge Valencia Caro decirle que cuando se ejecutan estos proyectos abiertos y de ejecutoria colectiva hay que tener fundados criterios para seleccionar las aportaciones espontáneas. Pues que si no se hace acontece lo que ha acontecido con su peculiar diccionario de turismo.



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