TURyDES
Vol 2, Nº 6 (noviembre/novembro 2009)

BREVES REFLEXIONES SOBRE LA MIGRACIÓN Y EL TURISMO

Maximiliano Korstanje

 

Introducción

La migración y el turismo, parecen tener algo en común. Ambos se generan debido a que los involucrados comienzan a percibir algún tipo de carencia en su entorno. En definitiva, ambos buscan satisfacer necesidades específicas que no pueden ser satisfechas dentro de sus propios ambientes. Al respecto, Korstanje señala que tanto migración como turismo tienen su fundamento mitológico en la religión judeo-cristiana como forma de expiación y renovación cíclica de la fertilidad terrenal (Korstanje, 2007). Pero el tema, que se analiza en el siguiente trabajo es la condición con la que regresa el exiliado o expatriado y no la causa de su desplazamiento en sí.

Más específicamente, durante uno de nuestros trabajos de campo, mantuvimos algunas entrevistas con empleados de rentadoras de autos (en Buenos Aires) sobre los estándares de calidad del servicio a nivel mundial. En una cantidad de 4 a 9 entrevistas realizadas en 2005, la mayoría de ellos coincidió en señalar que “los peores clientes”, en palabras de los entrevistados, los más agresivos, eran los argentinos que residían en Estados Unidos y/o Europa y volvían al país por descanso. Para sorpresa nuestra, indagamos en los motivos (que según el parecer de los entrevistados) tenían estas personas para comportarse de esa forma y a lo cual señalaron los siguientes tópicos: a) se presentan que son exitosos en su país de residencia, b) comparan todo el tiempo lo mejor del lugar donde residen con lo peor de Argentina, c) todo el tiempo insultan al país, d) son extremadamente exigentes con el servicio -más que un extranjero- y e) presentan para arrendar el auto licencia de conducir extranjera.

Según fuentes informales, se cree que unos 548.013 argentinos residen en el exterior. Entre ellos: unos 150.000 viven en México, 85.230 en Estados Unidos, 72.231 en Israel, 70.224 en España, 58.693 en Brasil, 44.475 en Chile, 20.614 en Italia, 13.546 en Canadá, 10.000 en Francia, 10.000 en Australia, 8.500 en Alemania y 4.500 en Inglaterra. 1

Si bien no existen datos claros, para cuantificar cuantos de ellos regresan anualmente por turismo, La Secretaria de Turismo de la Nación estima que en 2006 arribaron al país (por el aeropuerto Internacional de Ezeiza) unos 2.063.521 pasajeros, de los cuales 1.306.628 (63.32%) lo hicieron por ocio y vacaciones, 332.151 (16.09%) por visita a familiares y amigos, 328.394 (15.91%) por negocios, y 96.348 (4.66%) por otros motivos. De la misma fuente, si se toma la cifra de aquellos arribados por visita a familiares y amigos, se observa que la mayoría de ellos proviene de Europa con un total de 138.875 (41.81%), seguidos de Estados Unidos y Canadá con 74.916 (22.55%), resto de América 32.449 (9.76%), resto del mundo con 27.007 (8.13%), y en menor medida provenientes de países limítrofes como Chile con 22.205 (6.68%), Brasil con 21.823 (6.57%) y el resto de los países limítrofes con 14.876 (4.47%). 2

Aun cuando sea inexacto generalizar, afirmando que todos aquellos quienes ingresaron al país por motivo de visita a familiares y amigos sean argentinos residentes en Europa y los Estados Unidos, el contexto de la información presentada permite intuir que una parte (por no decir una mayoría) de ellos si lo son. En este sentido, intentaremos reflexionar en forma teórica sobre las dinámicas psicosociales que se dan en una segunda instancia, cuando el emigrado retorna a su país de origen a visitar a sus seres queridos. A tal punto, algunas preguntas son pertinentes: ¿puede considerárselos turistas o exclusivamente expatriados? o ¿qué tensiones o fricciones despiertan en su regreso en aquellos quienes no emigraron?.

Definiciones de turismo

Según la definición de turismo de la OMT se entiende por tal a “toda actividad de individuos que viajan y permanece en lugares fuera de su ámbito de residencia por motivos de ocio, negocios u otros propósitos por más de 24 horas pero menos de 1 año”. Lo cual asume que en este caso, pueda considerarse a los emigrados argentinos como turistas. Para Dos Santos y Antonini, “el turismo es considerado una actividad económica de importancia global, que abarca elementos económicos, sociales, culturales y ambientales. Es uno de los fenómenos más importantes de los últimos tiempos, pues propicia el contacto entre culturas, la experiencia de diferentes situaciones, el paso por diferentes ambientes, y la observación de diferentes paisajes. Esto posibilita la globalización de la cultura”. (Dos Santos y Antonini, 2004)

Por el contrario, para Dachary y Burne el turismo es una forma ideológica de alienación y colonización capitalista. En efecto, los autores sostienen “La recolonización no es una especulación teórica, sino por el contrario es una opción ideológica que el sistema promueve para generar las ilusiones o utopías que debe tener todo mortal para sobrevivir en la selva del mundo del consumo, un lugar donde las leyes de la naturaleza han sido superadas con creces y que hoy se expresan en esa profunda asimetría existente entre países y el interior de los países desarrollados”. (Dachary y Burne, 2005:313). Para gran cantidad de autores, el turismo es una actividad económico-social que implica movimiento y desplazamiento de personas fuera de su residencia inmediata. Como proceso social, el turismo ha surgido de la lógica legal-racional propia del capitalismo a mediados de la década del 50 y de los avances tecnológicos derivados de tal fenómeno. (Cooper, 1992) (Brandis y del Río, 1995) (Weber, 1996) (Grunewald, 2003) (Cioce Sampaio, 2005)

En este caso, Korstanje define al turismo como “toda forma moderna de ocio (comercializado o gratuito) que implique un desplazamiento temporario y consecuente retorno satisfaciendo así necesidades psico-sociales específicas de descanso, relajación y afirmación de estatus en espacios socialmente determinados y destinados para tal fin” (Korstanje, 2008). Esta última perspectiva, nos ayuda a comprender mejor al problema ya que analíticamente excluye como turistas a los emigrados que retornan por motivos de negocios, mientras que a la vez la temporalidad de su regreso y el descanso, la reafirmación de estatus -o la relajación- permiten considerarlos turistas también. Sin embargo, lo expuesto hasta el momento no explica exactamente ¿cuáles son los factores que intervienen en el encuentro?.

El encuentro entre residentes y emigrados

Obviamente, que desconocemos si todos aquellos argentinos que viven (por alguna u otra razón en el exterior) regresan por motivos de ocio y placer, empero en parte algunos regresan por una necesidad de acercamiento con el vínculo emocional de lo cual se deriva la reafirmación de estatus. El mensaje parece claro a grandes rasgos, regresar a la tierra natal y hacerlo como un personaje que goza de cierto éxito y beneficios en el país escogido, demuestra cierto estatus en relación a aquellos compatriotas que no han querido o no han podido seguir tal suerte. Es cierto, que existen varias dinámicas en este tema debido a que entre lo que se podría llamar el “grupo de argentinos residentes en el extranjero” algunos no regresarán jamás, otros lo harán cuando mejore su situación financiera y se estabilicen, o cuenten los días en un calendario para regresar en forma definitiva a la Argentina. Pero también es claro, que un gran grupo de emigrantes retorna a la Argentina año a año para hacer turismo que acorde a la definición que expusimos de Korstanje.

Como ya ha señalado el padre del interaccionismo simbólico, George Herbert Mead, la persona surge de la interacción con un alter por medio del lenguaje y la comunicación como procesos complejos cargados de simbolismo. Cuando un sujeto le cuenta a otro su experiencia, dentro de sí tiene cierta idea de la reacción que su relato va a generar. Esa reacción (internalizada) es intuida en cuanto que sensible a su propio ego. El autor toma un ejemplo, que posiblemente venga al caso: por lo general, nos alegramos (sanamente) cuando nos enteramos que otro tuvo un percance de cualquier índole. Lejos de cualquier desorden psíquico, Mead sostiene que esto es prueba de la reflexivilidad del ego y el alter; en realidad no nos alegramos por el sufrimiento del otro, sino por no haber sufrido nosotros. Si consideramos los supuestos del autor, para quienes vieron frustrada la posibilidad de mejorar su pasar en el extranjero, es casi inevitable sentir cierto rechazo ante quienes le cuentan una y otra vez sus éxitos y progresos en el exterior (Mead, 1999).

En esta misma línea, el psicoanalista Hugo Bleichmar pone otro ejemplo que es excelente para esta ocasión: dos parejas amigas coordinan para salir a comer; durante el evento la interacción se da en sentido cruzado, esto quiere decir que las cuatro personas interactúan y entablan una conversación entre sí. Terminada la cena, las parejas regresan a sus respectivos hogares, como es propio de las buenas costumbres se despiden y entran a su hogar. Protegidos, en la intimidad del hogar, ambas parejas comienzan a criticarse ferozmente una a la otra. Alguien pensaría, ¿Cómo puede ser que habiendo compartido tan grata velada, hagan blanco ahora, a la pareja vecina de tan duras críticas?.

Lo que sucede, explica Bleichmar, es que la identidad de ambos ha sido desequilibrada y la crítica (en este caso) permite volver a restaurar el ”yo” de la pareja. A esta figura el autor la define como narcisismo bipolar, mecanismo que se despierta cuando los ideales en el ego son muy altos; al verse frustradas las expectativas de cumplir con esos ideales día tras día, se genera un mecanismo defensivo que no premia a los propios logros del ego sino por el contrario se regocija en el fracaso del otro. Paradójicamente, si el otro tiene éxito el ego se resiente (Bleichmar, 2002:38-59).

Para Lelio Mármora, en situaciones de retorno plantea algunas cuestiones que no son fáciles de resolver. Si bien algunos estudios muestran incidencias positivas con respecto nueva inserción del migrante al volver, también surgen ciertas patologías sociales como una incorrecta adaptación y/o conflictos acaecidos por competencia de recursos comunes, entre otros (Mármora, 2004:299). En ocasiones, como lo demuestra el caso de Croacia, los retornados organizan empresas turísticas y viajes para fomentar la actividad tanto en el país de origen como en aquel al que han emigrado; creando así verdaderos lazos de solidaridad entre familias y grupos enteros (Bennett, 1978). Otro estudio conducido por Woog y Hiernaux confirma que la fuerza de trabajo (A) tiende a emigrar a sitios (B) que por su estructura emite grandes cantidades de turistas hacia el lugar de donde son oriundos esos trabajadores (A). En otras palabras, se crea entre A y B un flujo no sólo migratorio sino también turístico. (Woog y Hiernaux, 1992:21-38)

Una explicación tentativa a este fenómeno es que el capital económico o centro, genera atracción de capital social y humano creando verdaderos centros de poder que se alimentan constantemente del flujo de mano de obra poco calificada y emite hacia el exterior grandes flujos de turistas. El intercambio se torna desigual por la formalidad y la precariedad en las que se insertan laboralmente los migrantes de A. (Rofman y Romero, 1997) (Wallerstein, 2006) (Marmora, 2004). El efecto demostración que ejerce el poder adquisitivo de esos viajeros sobre los anfitriones que los reciben, generan un cambio de identidad con respecto a lo que Merton denominó grupo de referencia y pertenencia. (Merton, 1965:302). Cuando ciertas demandas son insatisfechas, los agentes comienzan a distanciarse normativamente del grupo al que pertenecen (pertenencia) y re-orientan sus expectativas hacia un grupo foráneo (referencia). A medida que mayor es la presión del grupo de pertenencia para que el sujeto retorne, mayor es la identificación de este con el exo-grupo. El aporte mertoniano es interesante ya que la pertenencia no necesariamente implique identidad (in facto esse). Pero lo cierto, es que quienes regresan temporalmente en forma de turistas no piensan (en un corto plazo) en una re-inserción en el mercado de trabajo. Más específicamente, en esta clase de escenarios, se conjugan ambos fenómenos migración y turismo.

Breves conclusiones

En forma de hipótesis, si es que debemos tener una, podemos afirmar que aquellos emigrados que han tenido éxito en el exterior y, en consecuencia, regresan comparan (en mayor medida) el país en el que residen a aquel que dejaron atrás. En forma contraria, aquel que desea emigrar (pero aún no lo ha hecho) estudia y compara las deficiencias percibidas de su país con respecto a los supuestos beneficios que le daría emigrar hacia otro lugar. El lugar se construye simbólicamente mediante formas objetivadas de experiencia cuya génesis se ubica en la interacción del ego con el alter. En el encuentro entre emigrados y residentes se suceden diferentes procesos que obedecen a su propia biografía y constitución histórica, pero sobre todo a las expectativas que tanto uno como otro ponen en la comunicación (Mead, 1999). En este sentido, todo parece indicar que la tensión sucede cuando la comunicación entre ambos alcanza los siguientes criterios:

1- El emigrado es una persona exitosa o ha sido insertado en el lugar donde reside.

2- El residente, demuestra deseos manifiestos o encubiertos de ascenso social por medio de la migración u otro mecanismo.

3- El emigrado ha dejado su país de origen experimentando causas de privación o carencia de algún tipo que pudo equilibrar en el nuevo destino.

4- La relación o comunicación entre residente y emigrado (turista) debe ser de corta duración o estar situada en un espacio de tiempo limitado.

5- Los actores no se conocen previamente.

6- Existe una brecha de edad evidente entre ambos actores.

7- Los agentes interactúan en una relación de subordinación de estatus, por lo general en vínculo cliente – empleado. (en ocasiones, este hecho lleva a que el empleado no demuestre al cliente sus verdaderos pensamientos o reacciones dando lugar a una comunicación truncada).

8- El emigrado se encuentra temporariamente en su país natal con altas expectativas de retornar a su país de residencia actual.

Todos los puntos o tópicos enumerados traen consigo otras preguntas que nos parecen interesantes de recalcar: ¿cómo medir empíricamente el tema planteado?, ¿qué papel juega el nacionalismo en el problema?, y ¿es la frustración un producto derivado de la adaptación o viceversa y cual es su incidencia en la construcción de la “otreidad”?.

Referencias bibliográficas.

• Bennett, Brian. (1978). “On intra European migration. Current Antropology. Vol 19. Num. 1.

• Brandis, Dolores y Del Río, Isabel. “Turismo y medio ambiente de las ciudades históricas”. Anales de Geografía de la Universidad Complutense. Número 15. Pp.:157-167.

• Bleichmar, Hugo. (2002). La depresión: un estudio psicoanalítico. Buenos Aires: Nueva Visión.

• Cioce Sampaio, Carlos Alberto. (2005). “El turismo como fenómeno histórico”. Estudios y Perspectivas en Turismo. Volumen 13. Números 3 y 4. Pp.:290-302

• Cooper, Chris. (1997). Turismo: principios y prácticas. México: Editorial Diana.

• Dachary, Alfredo César y Burne Arnaíz, Stella Marís. (2005). “Globalización y Turismo: ¿dos caras de la misma moneda?”. Estudios y Perspectivas en Turismo. Volumen 13. Números 3 y 4. Pp.: 303-315

• Dos Santos, José Rafael. (2005). “Antropología, comunicación y turismo: la mediación cultural en la construcción del espacio turístico de una comunidad de pescadores en Laguna, Sc. Brasil”. Estudios y Perspectivas en Turismo. Volumen 14. Número 4. Pp: 293:313.

• Grunewald Azeredo, de Rodrigo. (2003). “Turismo e etnicidade”. Horizontes Antropológicos. Año 9. Número 20. Pp.:141-159

• Korstanje, Maximiliano.

- (2007). “Interpretando el génesis del descanso: una aproximación a los mitos y rituales del turismo”. Material inédito en proceso de publicación.

- (2008). “¿Que es el Turismo?: una discusión teórica.” Material inédito en proceso de publicación.

• Mármora, Lelio. (2004). Las Políticas de Migraciones Internacionales. Buenos Aires: Editorial Paidos.

• Mead, George H. (1999). Espíritu, persona y Sociedad. Barcelona: Editorial Paidos.

• Merton, Robert K. (1965). Teoría y Estructuras Sociales. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

• Rofman, Alejandro y Romero, Luís A. (1997). Sistema Socio-económico y Estructura regional en la Argentina. Buenos Aires: Amorrortu Editores.

• Wallerstein, Immanuel. (2006). Análisis de los sistemas mundo: una introducción. Buenos Aires: Siglo XXI

• Weber, Max. (1996). Economía y Sociedad: esbozo de sociología comprensiva. México: Fondo de Cultura Económica.

• Woog Rodríguez, Manuel y Hiernaux, Nicolás Daniel. (1992). “Turismo y absorción de la fuerza de trabajo: el caso de México”. Estudios y Perspectivas de Turismo. Vol. 1. Número 1: 21-43.



TURyDES es una revista académica iberoamericana, editada y mantenida por el Grupo eumednet de la Universidad de Málaga.

Para publicar un artículo en esta revista vea "Sobre TURyDES ".

Para cualquier comunicación, envíe un mensaje a turydes@eumed.net


 
Turismo y Desarrollo Ofertas especiales de
Paquetes por Europa con Paris y Londres
para los subscriptores de la revista.
Visita ya Europa y conoce nuevos lugares y culturas.
Inicio
Sobre TURyDES
Números anteriores
Anuncios
Subscribirse a TURyDES
Otras Revistas de EUMEDNET