Si bien la integración de América del norte ya lleva 14 años de significativo proceso, y sin negar que las relaciones entre Estados Unidos de América, Canadá y México, previamente ya son significativas, lo que es indiscutible es que el desarrollo en general del país experimenta un importante incentivo por las fuerzas económicas de cooperación internacional.

Con tropiezos continuos como lo son las crisis financieras de 1995 y de 2008, y con términos de intercambio injustos y desproporcionados, no obstante el crecimiento de los negocios nacionales, al amparo y con nexo de la industria maquiladora de exportación residente en el territorio del país, como de la muy significativa inversión extranjera directa captada, el efecto a escala territorial y regional no es pareja.

Salvo una pequeña área del territorio nacional en el Estado de Campeche que muestra una marginación absoluta significativa, el crecimiento de los municipios en todo el país es un hecho verdadero, bien por fuerzas autónomas y endógenas, o bien por inducción estatal o de origen extranjero. Destacan las localidades medias, normalmente cabeceras municipales, en especial aquellas que son puertos o bien ciudades frontera, y en especial las áreas consideradas metropolitanas, ligadas en gran medida a las fuerzas globalizadoras del desarrollo basado en la producción flexible, principalmente.

Más allá del territorio está la cuestión poblacional, misma que reviste delicadas matizaciones en cuanto el tipo de problemas que enfrenta. Están los grupos indígenas ligados a una cultura que no les es favorable ante la voracidad de la producción flexible y su lógica de reproducción. Algunos otros grupos de población como las mujeres -especialmente las jóvenes-, los ancianos, los niños, ciertos segmentos del trabajo laboral, los migrantes, entre otros, quienes expresan problemas muy diversos y complejos en cuanto tratamiento y atención tanto por la sociedad civil como por el Estado.

El presente número de la revista Tecsistécatl presenta tres artículos, de valor y rigor científico social que tratan al respecto de problemas en torno al crecimiento desigual, divergente como excluyente. Temas que vienen a sentar el fundamento crítico reflexivo como propositivo para encausar al crecimiento a un orden cuyas directrices sean la justicia, la igualdad, la equidad como la sustentabilidad.

El director