LA EDUCACIÓN DEL FUTURO, EL FUTURO DE LA EDUCACIÓN EN MÉXICO José Gpe. Vargas Hernández (CV)
Resumen
Este trabajo tiene como propósito hacer un análisis de la prospectiva de la
educación en México bajo un horizonte del año 2020 a partir del la consideración
de los principales cambios del entorno económico, político y social. Con este
enfoque, se establecen como ejes del análisis: La gobernanza de la educación, la
política de la educación superior, la ciencia y la tecnología, el proyecto de la
institución de educación superior, ciencia y tecnología del futuro, la
generación e innovación del conocimiento, la vinculación, las finanzas y la
evaluación integral del proceso educativo. Finalmente se hace una prospectiva de
las tareas pendientes de la educación superior en México. Se asume un análisis
crítico sobre los alcances de las funciones del nuevo modelo de las IES bajo una
orientación prioritaria a los requerimientos del mercado, subestimando las
necesidades sociales y las del Estado mexicano.
Palabras clave: Educación superior, México, política educativa, prospectiva
educativa.
Abstract
This paper has the purpose to make an analysis of the prospective in education
in Mexico under a horizon of the year 2020, beginning from the consideration of
the main changes in the economic, political and social environment. Under this
focus, there are established as the axes of analysis: The governance of
education, the higher education, science and technology policy. The project of
the future institution of higher education, science and technology, the
generation and innovation of knowledge, extension, finance and integral
evaluation of the educative process. Finally, it is made a prospective of
pending assignments in higher education in México. It is assumed a critical
analysis over the scope of the new model functions of institutions of higher
education under a priority orientation to the requirements of the market, under
estimating the social needs and that of the Mexican State.
Key words: Higher education, Mexico, educative policy, educative prospective.
El entorno
El nivel de educación alcanzado por los diferentes pueblos del mundo los divide
entre aquellos que solo un pequeño segmento ha logrado los beneficios y aquellos
que están alcanzado grandes avances al conjugar una distribución más equitativa
de oportunidades de formación y educación con mayor rendimiento. Las economías
menos desarrolladas no se tienen un sistema educativo eficiente para formar al
suficiente capital humano con la capacidad para incorporar el conocimiento en
todos los sectores de la economía.
La Educación Superior en México debe intentar responder a los patrones
internacionales y la dinámica de los procesos de globalización económica. Estos
procesos de globalización más propios de las economías post industriales,
arrastrarán consigo tendencias hacia la organización posmoderna y la sociedad
del conocimiento para apuntalar un proyecto hegemónico de sociedad global que de
sustento al mercado global y a una democracia global. La sociedad del
conocimiento más parece una utopía más cuya realidad implica que las IES se
transformen bajo un guión de libre mercado como el imperativo de un pensamiento
hegemónico cada vez más confrontado por las manifestaciones de la diversidad
cultural.
En este esquema, la función de las IES es la generación y aplicación del
conocimiento que sustente el orden social y el crecimiento económico mediante la
producción de saberes científicos, tecnológicos y culturales y de la gestión del
talento humano capaz de generar una economía dinámica, integrada y competitiva.
Sin embargo, uno de los principales retos que enfrentarán las IES será la de dar
respuestas concretas a una sociedad más allá de considerarla como una simple
entidad abstracta con capacidad de consumo.
La competencia en los sistemas de educación superior estará cada vez más
globalizada, por lo que se requiere transformar los procesos institucionales.
Las implicaciones de la pertinencia de la educación superior en un mundo bajo
procesos de globalización económica están delimitadas por los requerimientos de
competencias necesarias para realizar las actividades del mercado global, los
idiomas y los sistemas de comunicación e información, etc.
Las IES tendrán procesos de transformaciones profundas en los próximos años
aunque lamentablemente bajo un esquema de modernización occidental centrado en
los modelos euro-anglo-norteamericanos. Con estas transformaciones se
estrecharán cadavez más los espacios para reconocer y analizar las consecuencias
de las transformaciones profundas que suponen la economía global, la
cybersociedad y la posmodernidad organizacional como forma para superar las
burocracias institucionales (Ibarra Colado, 2007). Como consecuencia de estas
transformaciones surgirán nuevos actores y un nuevo modelo de gestión en las
universidades. La dinámica de los procesos de globalización económica que pone
en riesgo las relaciones interpersonales en todas las formas de convivencia
social, requiere como imperativo, una revisión moral de las responsabilidades de
los diferentes actores, desde una ética global. Las IES en México no deben
descuidar en los próximos años la preservación del capital social y acrecentarlo
con planes y programas para resolver los problemas ancestrales del desarrollo y
sobretodo, superar las confrontaciones y conflictos que conllevan las nuevas
realidades.
La globalización de la educación superior tiene consecuencias perjudiciales y
benéficas en la educación superior, como por ejemplo, la falta de regularización
de universidades, planes de estudio de baja calidad, etc. En la consolidación de
las IES entra como un factor importante a considerar la nueva división
internacional del trabajo universitario, sobretodo en la producción de ciencia y
tecnología y en preparación de cuadros altos de científicos para la producción
de conocimientos de punta. La consolidación de esta nueva división internacional
del trabajo universitario implicado por la generación y aplicación de
conocimientos científicos y tecnológicos de frontera para aquellas instituciones
de educación superior del mundo más desarrollado, mientras que, para el caso de
México, los países menos desarrollados todavía seguirán siendo los consumidores
de estos conocimientos que se generan en otras latitudes y con otras realidades.
De aquí que la transferencia tecnológica y la innovación tendrá un papel
preponderante en nuestras IES. Resulta un desafío imperativo la promoción y la
impulsión de del desarrollo y utilización de las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación para insertar los procesos de generación y
aplicación de los conocimientos científicos y tecnológicos en la sociedad de la
información y del conocimiento.
La denominada sociedad de la información y el conocimiento es una consecuencia
de los procesos de globalización. La transformación de la educación superior
debe centrarse en generar, investigar, organizar, coordinar, compartir, difundir
y aplicar el conocimiento en el gran contexto de la sociedad global del
conocimiento y dar respuesta a las crecientes demandas del desarrollo. Todas las
IES deberán estar conectadas en redes administrativas, académicas y científicas
logrando la conectividad total de los procesos. No obstante, se deberá tener
plena consciencia de la posible dependencia tecnológica, el factor de
costo-beneficio y las bondades que pueden ofrecer las TICs
Se presentan muchas semejanzas en las tendencias en la educación superior a
nivel global, tales como la universalización de la educación superior la cual se
expresa en una diversificación de la oferta educativa con diferentes opciones de
planes y programas de estudio. El cambio de los contenidos de planes y programas
de estudio debe permitir a los egresados de las IES mayores oportunidades para
insertarse en el mercado laboral, considerando los requerimientos de la
especialización dados los avances científicos y tecnológicos por una parte, y la
formación transdisciplinaria (Morin, 1999ª, 1999b, 1999c; Congreso
Internacional, 1997; y Nicolescu, 1997). La transdisciplinariedad, la
complejidad de las IES y la incertidumbre de su entorno más globalizado
constituye el nuevo paradigma que considera a la realidad cada vez más compleja
e interrelacionada, incierta e impredecible.
La transformación de los contenidos de planes y programas de estudio lleva
implícito una revisión de los principios de la filosofía educativa y el rediseño
de los modelos académicos y de organización institucional, los nuevos perfiles
de egreso la retícula, estrategias pedagógicas, capaces de impulsar la
transdisciplinariedad y la complejidad de los fenómenos científicos y
tecnológicos. Una realidad cada vez más compleja presenta como retos a la IES de
los próximos años, la necesidad de integrar más que descomponer, los procesos de
generación y aplicación del conocimientito y por lo tanto, el desafío de diseñar
las estructuras más eficaces y eficientes.
Además de que las sociedades generan y transmiten la información y los
conocimientos, aquellas que se incorporan a la economía del conocimiento,
registran, comercializan, importan, exportan y aplican el conocimiento
eliminando las barreras tradicionales entre las manufacturas y los servicios.
Estas economías basadas en el conocimiento son más competitivas debido al valor
agregado que ofrecen los sistemas de investigación e innovación científica y
tecnológica.
No obstante, los rápidos avances científicos, sobretodo de las tecnologías de la
información y la comunicación aunado a los crecientes procesos de globalización
económica, hacen necesario revisar y replantear estos supuestos como un
requerimiento de una política de Estado en educación superior pública, ciencia y
tecnología, en una perspectiva estructural y de largo aliento, si se quiere dar
respuesta a las crecientes demandas de la sociedad mexicana del Siglo XXI. El
supuesto del modelo neoliberal de que el Estado-nación ya no requiere de la
acción legitimadora de las IES, se modifica para que las IES se centren en la
realización de las funciones de generación, difusión y aplicación del
conocimiento y a la producción de profesionales que el mercado global y la
sociedad global demanden.
El Estado mexicano debe tener siempre presente que su principal función es la
rectoría de la educación superior y mantener los espacios necesarios para la
formulación e implementación de las políticas educativa y para la toma de
decisiones, por encima de cualquier interés mediático de otros grupos de poder
con intereses en la educación superior, de tal forma que no deje lugar a
cuestionamientos su responsabilidad de función de Estado y el control de la
calidad de los procesos educativos.
En la lógica de las relaciones Estado – sociedad – empresas – IES (Educación
Superior) se presenta una gran tensión en la racionalidad gubernamental
(Casanova, 2002) centrada en las necesidades sociales y la racionalidad
instrumental centrada en la eficiencia de la economía y la rentabilidad del
mercado. Los intereses del sector empresarial se presentan mediante diversas
formas organizacionales para reclamar su participación en el control de las IES
en un mercado educativo. Acosta Silva, (2000) argumenta que “los procesos de
liberalización económica y política desarrollados en buena parte de las
sociedades latinoamericanas contemporáneas parecen hallar sentido en el marco de
una redefinición de las fronteras de la acción pública y de la resignificación
de la acción pública misma. A una larga tradición estatalista de la acción
pública le ha seguido una tendencia liberadora y civilista de los asuntos
públicos, más asociada a los mecanismos del mercado y a la dinámica de los
equilibrios democratizadores provocada por las fuerzas políticas y sociales
emergentes...”
Las reformas estructurales a la educación superior en México tienen su principal
sustento teórico en la modernización bajo un entorno de procesos de
globalización económica. Esas reformas estructurales de la educación superior
tienen como finalidad superar las crisis de cobertura de la demanda educativa
(Ibarra, 2002). La implementación de las reformas en las IES presupone la
determinación de ciertos principios teóricos, técnicos y políticos. El
crecimiento de la cobertura en educación está supeditada a políticas de
contratación e inducción de académicos de alto rendimiento y de alto nivel de
calidad académica. Estas reformas orientadas a un nuevo proyecto de
institucionalización académica, implican reformas en sus estructuras, en los
diseños institucionales, en la gobernabilidad institucional y de diferenciación
funcional.
La transformación del papel del Estado implica procesos de reingeniería para el
diseño de las nuevas funciones en materia de educación, investigación y
desarrollo tecnológico. El diseño organizacional d las IES implica una
transformación de estructuras, mecanismos y comportamientos participativos para
la cooperación en las comunidades académicas, así como también la modificación
de la normatividad y formas de gobernabilidad institucional bajo nuevos esquemas
de gestión del talento humano y relaciones laborales.
El Estado mexicano deberá seguir manteniendo la regulación activa de las IES
mediante el fortalecimiento de los mecanismos del mercado y la promoción de la
vinculación de la empresa para estimular la producción académica y científica.
Sin embargo, el papel que desempeñan los diferentes actores en la regulación,
operación y coordinación de los sistemas de educación superior requieren
transformaciones en las estructuras, procesos y comportamientos, de tal forma
que se facilite la implementación de estrategias en un medio ambiente externo.
Las estrategias de transformación institucional de la educación superior deberán
ser consensuadas entre los principales actores y grupos de interés.
Herrera (2002) puntualiza que la urgencia de la transformación institucional de
la educación superior radica en la convergencia de fuerzas tales como la
tendencia internacional determinada por el impacto de la globalización y por la
revolución científico-tecnológica del final del siglo XX; el planteamiento de
políticas de educación nacionales que muestran una gran receptividad a las
recomendaciones de organismos multilaterales de procesos de búsqueda, en la
mayoría de los casos, las cuales provocan reformas que conducen a una mayor
calidad, cobertura y pertinencia dentro de la concepción tradicional,
disciplinaria, burocrática y jerárquica en nuestro país.
La transformación institucional deberá propiciar un cambio en el paradigma del
modelo educativo de tal forma que implique el cuestionamiento del modelo
societal en el que se fundamenta y que conduzca a las universidades a otros
modos de pensar, de organizar, de producir y transmitir los saberes (Lanz,
2003).
El futuro de las generaciones mexicanas ya esta predeterminado por un conjunto
de políticas neoliberales bajo una visión de procesos de integración global.
El escenario del componente económico más viable es el tendencial con
continuidad en los actuales niveles de incertidumbre, crisis eventual y tasas de
crecimiento económico moderado. Con respecto al mercado laboral y el empleo, se
prevé un crecimiento acelerado del sector de los servicios con una mayor
población ocupada en este segmento, y un menor crecimiento de los sectores
industrial y el primario. La tendencia a la terciarización de la economía en una
sociedad centrada en la información y el conocimiento tendrá un impacto en los
perfiles de formación científica y tecnológica profesional. Los cambios
económicos en el escenario global tienen serias repercusiones en el mercado
laboral y esto en los cambios de las fronteras del conocimiento. Los cambios en
el entorno presionan para la transformación del sistema de educación superior.
ANUIES (1999) realizó el diagnóstico de la problemática de la educación superior
en México en una prospectiva para el 2020 con una propuesta de acciones
inmediatas para impulsar el sistema de educación superior. Si bien se reconocen
rezagos en todo el sector de la educación superior, déficit en la calidad de la
educación, bajos niveles de logro académico, infraestructura insuficiente y
tecnológicamente obsoleta, deficiencias en la prestación de servicios a sectores
vulnerables de la sociedad mexicana como por ejemplo, la población indígena, el
poco interés por la calidad educativa, etc.
En materia de desarrollo nacional y regional y el papel del Estado, el escenario
del 2020 es un modelo de concertación y coordinación flexible y descentralizada
con un sistema estatal de innovación e interacción entre empresas, mercado,
gobiernos y universidades. Este modelo de gobernabilidad inter institucional
debe superar al actual modelo de la racionalidad instrumental de los mercados
que pone a funcionar las instituciones sociales bajo esquemas de productividad
orientados a maximizar beneficios individuales de los diferentes actores que
bajo una concepción voluntarista actúan con oportunismo en detrimento de los
objetivos del desarrollo social y la solidaridad.
Los gobiernos deben seguir garantizando el cumplimiento del derecho a la
educación superior y asumiendo la responsabilidad de su financiamiento. El
escenario del sistema político que se prevé será capaz de generar una
gobernabilidad democrática y una política social amplia y sistemática, que
considere la dimensión de las desigualdades económicas y sociales de México. La
reducción de las desigualdades regionales con respecto a los conglomerados
sociales y de género, para alcanzar las oportunidades educativas solo se logra
si se amplía la cobertura y se establecen políticas y programas compensatorios
para los grupos sociales más vulnerables. La desigualdad en el acceso a la
educación superior es todavía un asunto pendiente, sobretodo en la distribución
territorial de oportunidades de educación superior. Se tiene que avanzar de
forma sustancial en lo referente a las nuevas responsabilidades en materia de
educación e investigación del Estado y de los particulares en la transformación
de la educación superior.
En el componente demográfico, las proyecciones de CONAPO indican que el
crecimiento demográfico tenderá a disminuir en las próximas cinco décadas: para
el 2010 la población oscilaría entre 111.3 millones de habitantes y 116; para el
2020 en 119.7 a 130.5; para el 2030 de 124.4 a 142.2 y para el 2050 de 122 a
152.2 (p. 15). El crecimiento de la población demandante de educación superior,
de 15 a 64 años, aumentaría hasta alcanzar los 80.8 millones para el 2031 para
luego descender progresivamente.
Para el grupo de edad específico de educación superior (de 16 a 22 años) se
prevé que crecerá hasta el 2010 para descender a partir del 2025, lo cual
implica que habrá que responder con la creación de nuevas universidades. Un
crecimiento urbano desordenado tendrá consecuencias desfavorables en las IES. La
dinámica demográfica apuntala el reto de la cobertura de la educación superior
la cual dificulta la mejora de la calidad. No debe asumirse que de la posición
que ocupan las IES se deriva la calidad educativa debido a la existencia d
procesos de auto selección y factores estructurales.
Las IES tienen que prevenir en un futuro inmediato la seguridad con su entorno
mediante acciones de vigilancia y prevención de conductas ilegales e
indeseables. En un futuro, las IES tendrán la obligación de proyectarse como
instituciones más saludables con programas como Universidad Saludable, lo cual
implica la sanidad del entorno universitario o tecnológico y de todos los
actores involucrados en los procesos de generación y aplicación de
conocimientos, implantados a través de programas de formación de valores,
comportamientos y actitudes de ética global, cultura de paz y desarrollo
sustentable del medio ambiente, determinación de acciones de prevención para
atención de actores que tipifiquen delitos o que simplemente se identifiquen con
perfiles de violencia, drogadicción, y otras conductas que pongan en riesgo la
integridad de los demás actores.
Governance en la educación
La transformación de los modelos de gobierno y organización de las IES lleva
implícito una revisión profunda de las normas jurídicas para sustentar las
modificaciones estructurales, comportamentales y de procesos tecnológicos. Es
por ahora un desafío imperativo hacer una revisión profunda a las normas del
sistema educativo nacional en lo general y en particular a todo el marco
regulatorio de las IES. Los poderes locales, municipales y estatales, juegan un
papel importante en los procesos de cambio estructural mediante la
implementación de las políticas educativas promovidas para favorecer la
transformación de las IES.
Las Instituciones de Educación Superior deben ampliar los cauces democráticos y
definición clara de facultades y funciones limitadas. Es necesario diseñar
instituciones de educación superior que integren el sistema educativo nacional y
que atiendan de manera diversificada, flexible y en forma pertinentemente a
grupos sociales que han sido tradicionalmente excluidos de la posibilidad de
obtener una educación de alto nivel y de buena calidad. Las IES de los próximos
años continuarán jugando un papel social importante que dará espacio a los
nuevos agregados sociales emergentes para confrontar sus paradigmas, ideologías
y estructuras de poder.
Las reformas institucionales al sistema de educación superior en México
requieren de estrategias de alcance, escala, cobertura y profundidad en los
procesos de cambio institucional. Las reformas de las instituciones de educación
superior seguirán reorientándose mediante los criterios de calidad, pertinencia
e internacionalización.
La forma de gobierno debe estar centrada en la solución de los problemas de sus
funciones sustantivas, las necesidades institucionales para generar y
desarrollar el conocimiento científico y tecnológico como su principal razón de
ser o misión, los recursos disponibles. Los gobiernos de las IES deben fomentar
los mecanismos democráticos de consulta tendientes a sumar esfuerzos en las
tareas sustantivas, establecer las normas del gobierno y los requisitos de
acceso al mismo.
El control corporativo de los trabajadores de la IES continuará perdiendo
terreno en los próximos años a pesar de las tendencias señaladas por Analítica
Consultores (2006), en el sentido de que las fuerzas corporativas representada
por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, lucharán por mantener
sus privilegios frente a estos dos partidos y “colonizan” a los sistemas
educativos estatales. El fortalecimiento de la vida democrática de las IES debe
iniciarse con el fortalecimiento de las formas de gobierno orientadas por los
cuerpos colegiados que regulen las actividades académicas y de investigación,
financiamiento, etc.
La creación de las formas de gobierno y organización de las IES si bien
centradas en la eficiencia económica, con mayor eficacia en el desarrollo
social, seguirá siendo uno de los grandes retos sobretodo porque se requieren
nuevas estrategias para la generación y aplicación del conocimiento cuando están
cambiando los paradigmas de la educación científica y tecnológica superior. Las
nuevas formas de gobierno y legislación de las IES, tienen que ser coherentes
con los retos de los procesos de globalización económica y con la revolución de
las tecnologías de la información y las comunicaciones.
Es un imperativo para los próximos años establecer sistemas de registro,
selección e inducción de aspirantes a puestos directivos en las IES, lo que
implica la asignación por concurso de cargos directivos. Así mismo, los procesos
de toma de decisiones deben abrirse a procesos más democráticos, mediante el
fortalecimiento de estructuras más planas, uso de tecnologías de información y
comunicación de punta y comportamientos sujetos a procesos de transparencia y
rendición de cuentas. La diversificación de las estructuras institucionales se
manifiesta en una diversidad de formas organizacionales para dar atención
mediante programas y planes de estudio a las necesidades de educación, ciencia y
tecnología. Los procesos de toma de decisiones deben ser transparentes,
horizontales e incluyentes que ofrezcan la apertura a todos los actores
involucrados, pero sobretodo los docentes, investigadores y alumnos, los
principales implicados en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
La apertura tiene que permitir nuevas formas de elección del gobierno de las
IES, de tal forma que se promueva una mayor participación en toda la comunidad
académica y científica. Se propone la apertura de espacios para el ejercicio de
la democracia académica bajo un principio de relación igualitaria
alumnos-académicos (docentes e investigadores)- administración-gobierno.
La búsqueda de alternativas conlleva a la construcción de nuevos espacios
educativos innovadores que permitan la expresión abierta, flexible,
transdisciplinaria y autorregulada de la vida académica de la multiplicidad de
actores. La autonomía universitaria de una gran variedad de instituciones de
educación superior, ciencia y tecnología, hacen más significativas las
relaciones de coordinación inter institucional para aprovechar las ventajas
comparativas y las áreas de excelencia para compartir recursos, conjuntar
esfuerzos y programas a través de alianzas estratégicas.
Avances en las alianzas estratégicas y de programas internacionales
interinstitucionales para complementar las infraestructuras para docencia,
investigación y posgrado, de tal forma que se propicie una mayor movilidad
académica estudiantil y de maestros e investigadores. La vida académica debe
estar sustentada en relaciones horizontales con la parte administrativa. En el
futuro se debe estar más preocupado porque las formas de gobierno de las IES,
sus estructuras sean representativos de los principales actores del proceso de
enseñanza aprendizaje y de investigación, y en general el involucramiento en los
procesos de toma de decisiones de los principales beneficiarios la comunidad,
los negocios y la sociedad civil.
La creación y mantenimiento de redes estatales, regionales, nacionales e
internacionales contribuirán a hacer más eficiente el uso de los recursos para
ofrecer servicios educativos innovadores, de gran calidad, cobertura y
pertinencia. La calidad de la educación es entendida en forma multidimensional
por comprender la calidad de docencia, gestión, programas académicos,
estudiantes, etc. El Plan Nacional de Desarrollo (2006-2012) entiende por
calidad del sistema educativo, una variable multidimensional que conjuga acceso,
equidad, `pertinencia y resultados educativos, el plan enuncia estrategias de
carácter sectorial y transversal para fortalecer los procesos de evaluación del
aprendizaje, el desempeño docente y la gestión institucional.
Mejorar sustancialmente la calidad de la educación superior sustentándose en el
mejoramiento de los estudios de posgrado de los docentes, y en el ejercicio del
Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación. Se pretende que para el año 2020
se encuentre consolidado el sistema nacional de planeación y de evaluación,
acreditación y aseguramiento de la calidad de la educación superior. Mejorar los
sistemas de planeación, coordinación, control, evaluación y acreditación de
programas e instituciones de todo el sistema educativo mexicano es un imperativo
urgente.
Los supuestos sobre los cuales funciona el actual modelo de educación superior
en México, los mecanismos de regulación gubernamental y de un arreglo
institucional centrado en la racionalidad económica han conducido a una severa
crisis. Si bien estos supuestos son lógicamente coherentes durante la fase de
formulación, su operabilidad no es viable en la realidad contingente del
contexto mexicano (Meyer y Rowan, 1999).
Concretamente, lo que se propone en la racionalidad del proyecto neoliberal es
la reconfiguración de la gobernabilidad institucional de la nueva universidad
bajo mecanismos de regulación definidos por el esquema de economía cuyas
exigencias están siendo orientadas por procesos de integración global. En el
caso de México la tendencia a la regulación gubernamental y al ordenamiento
institucional modificará profundamente las relaciones entre las relaciones entre
el Estado mexicano, las organizaciones del mercado y las IES. La regulación
gubernamental se sustenta en un sistema de financiamiento sujeto a exigencias
institucionales y a procesos de evaluación por resultados.
La política de la educación superior, la ciencia y la tecnología
En México, la política social actual se propone reducir los niveles de pobreza y
desigualdad económica y social a través de acciones y programas que tiendan a
igualar el acceso a mejores estándares de educación, salud, vivienda y
nutrición.
La política educativa tiene que ser el instrumento que señala el
direccionamiento de las tendencias actuales en la cual se debe operacionalizar
la transformación de la educación superior, de tal forma que se de respuesta a
los retos de los tiempos inciertos y complejos por venir. Los principios de
relevancia, calidad e internacionalización, de acuerdo a la UNESCO deben guiar
los continuos cambios en la educación superior. Por relevancia se entiende el
papel y sitio que ocupa la educación superior en la sociedad y en el mercado
laboral, las relaciones con el Estado y el financiamiento público.
La calidad se considera en forma multidimensional en sus productos, procesos del
sistema educativo, personal académico, programas, estudiantes, infraestructura,
entorno interno y externo, cultura de la evaluación, de la regulación y la
autonomía, responsabilidad y rendición de cuentas-, etc. el cual deberá
funcionar como un todo coherente para garantizar la pertinencia social. La
pertinencia de la educación superior tenderá a profundizar los procesos de
diferenciación y segmentación en la dinámica del mercado laboral mundial. El
principio de internacionalización deberá dar sustento a la movilidad e
intercambios académicos orientados a un mayor entendimiento entre las culturas y
una mayor difusión del conocimiento.
Las instituciones educativas tienen diferentes respuestas al cambio en un
contexto institucional en función de sus capacidades para procesar las políticas
educativas nacionales, debido en parte a la articulación de los diferentes
actores y grupos de interés que participan en el diseño institucional con
visiones diferentes.
Las líneas de la política educativa muestran una tendencia a la continuidad y
profundización en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2007-2012, el cual
propone una educación basada en una transformación educativa, con pocas
aportaciones para superar las limitaciones del sistema educativo nacional
(Observatorio Ciudadano de la Educación, 2007b). bajo el concepto de desarrollo
humano, el PND se propone asegurar a los mexicanos la satisfacción de las
necesidades de educación (PND, 200-2012:23) y reconoce como propuesta para el
Proyecto México 2030, lograr una educación de calidad con formación de valores y
capacidades. La promoción del desarrollo humano sustentable se orienta por un
perfeccionamiento centrado en la educación y la formación como elementos
esenciales.
Los procesos de transformación institucional de la educación superior en México
involucran a poderosos grupos de intereses en los niveles local y federal en la
formulación e implementación de estrategias, por lo que se ha demostrado que
cada institución es un caso diferente.
El conjunto de planes gubernamentales que intentan modificar el sistema de
educación superior tienen características distintas de implementación, si se
considera la voluntad de los actores y autonomía de las instituciones públicas y
privadas. Una de las principales tendencias en los sistemas de educación
superior es la expansión cuantitativa que permita el acceso de todos los grupos
sociales en las regiones. En un futuro próximo, el sistema educativo mexicano
debe terminar la marcada desigualdad de la distribución geográfica.
Ampliar las opciones disponibles a los habitantes de determinadas regiones,
independientemente de que se quiera beneficiar a las fundamentalmente rurales o
indígenas. La cobertura de la educación superior tiene serias deudas con los
pueblos indígenas de México, por los contrastes en materia de oportunidades
educativas que se ofrecen a los diferentes conglomerados sociales. Por lo tanto,
es un imperativo para los próximos años la promoción de un modelo educativo que
matice las oportunidades por regiones y culturas de tal forma que exista una
mejor distribución de oportunidades para la calidad y equidad de estas culturas.
La transformación educativa es uno de los retos de la igualdad de oportunidades
propuesta en el desarrollo programático del PND (2006-2012). Las prioridades se
resumen en la expansión general del sistema para garantizar oportunidades
educativas a toda la población, eliminar la exclusión económica, informatizar el
sistema educativo nacional, coordinar y descentralizar y apoyar a la docencia
mediante recursos y formación (Observatorio Ciudadano de la Educación, 2007:34).
Las estrategias para la educación se ubican en los ejes de la economía
competitiva y generadora de empleos, igualdad de oportunidades y sustentabilidad
ambiental. En la línea de “crecimiento elevado de la productividad”, las
políticas sugeridas conectan la educación y el desarrollo científico y
tecnológico con la productividad, las cuales poco abonan para incrementar los
avances ya que han estado limitados por las inversiones tanto del sector público
como del privado. En el último sexenio (2000-2006) la tendencia fue decreciente
en la proporción del gasto y el PIB para el desarrollo de la investigación y
tecnológica.
Hasta ahora, las aportaciones de la iniciativa privada han sido irrelevantes si
se compara con otros países donde realizan copiosas contribuciones por ser los
principales beneficiarios de la investigación en Ciencia y tecnología. La
educación privada superior debe continuar siendo flexible para adaptarse a las
condiciones futuras de los cambios de la gobernabilidad entre las agencias
reguladoras de los mercados – la sociedad – y los tres niveles de gobierno. La
función de las IES históricamente reclamada de ser el valuarte cultural en las
sociedades modernas se está convirtiendo en uno más de los proveedores de
servicios educativos al servicio de las leyes del libre mercado.
En el sector privado se contienen Instituciones de educación Superior de élite
que atiende a estudiantes de muy alto niveles de ingresos económicos y con altos
niveles de calidad académica por un lado y por el otro, aquellas universidades
que reciben los excedentes de la demanda no atendida, las cuales no
necesariamente alcanzan la calidad promedio de las IES y que también se
caracterizan por módicas cuotas de colegiaturas. Quizás el paso mas importante
que debe dar la educación privada es a lograr la descentralización territorial
para incrementar su capacidad de respuesta a las comunidades, localidades y
municipios. La fuerte orientación hacia el mercado no sebe ser motivo de
descuido de aquellas actividades que por las fuentes inversiones en su
estructura, no son de rentabilidad inmediata (Altbch, 2002).
Entre los supuestos de la educación pública superior en México, se asume como
uno de los compromisos sociales del Estado con las características de gratuita,
universal y laica. Es una responsabilidad de la sociedad mexicana demandar que
el Estado cumpla con sus funciones para hacer viable en una dimensión de largo
plazo, el proyecto de educación superior que impulse y logre la concertación de
todas las voluntades en un pacto amplio e incluyente de todos los sectores
sociales.
El Estado Mexicano continuará garantizando y haciendo efectivo el derecho social
de acceso a la educación pública a todos los ciudadanos que elijan continuarla
en alguna de las instituciones de educación superior, ciencia y tecnología, ya
sea pública o privada. En los próximos años resulta un imperativo el
establecimiento de sistemas y mecanismos para que los ciudadanos puedan realizar
propuestas de mejoras, activar los consejos de participación social previstos ya
en la Ley General de Educación, dando cauce a los reclamos de más participación
ciudadana y reconociendo con esto a los grupos de interés que se contraponen al
estatismo de la educación. Las IES tienen que estar abiertas a la participación
de los diferentes grupos de interés a trav{es de procedimientos que puedan
materializar sus mejores intenciones.
La proyección social del desenvolvimiento presente y futuro de las IES debe
orientarse por políticas educativas más coherentes con las responsabilidades que
surgen de la realidad económica, política y social de nuestro pueblo, es decir
políticas educativas con una orientación plena de política social. La Sociedad
mexicana del Siglo XXI deposita en las instituciones promotoras del conocimiento
ciertas responsabilidades y expectativas a las cuales las instituciones de
Educación superior (IES), universidades y tecnológicos, no pueden mantenerse
ajenas (Casanova Cardiel, 2007:36)
Para lograr lo anterior, en los próximos años se visiona un proyecto de reforma
estructural nacional de la educación superior, ciencia y tecnología, que
impulsado por el Estado y con una fuerte participación de los sectores
productivos y sociales. Este proyecto debe ser capaz de impulsar a futuro un
nuevo modelo de desarrollo nacional, capaz de considerar las asimetrías y
desigualdades que existen en los diferentes contextos económicos, sociales y
culturales en que se provee la educación superior, la ciencia y la tecnología.
Alcanzar una mayor equidad en la distribución del ingreso en un país como México
donde hay una gran desigualdad del ingreso, representa un reto que está
relacionado con el crecimiento económico y por tanto, el crecimiento de la
oferta educativa para ampliar la cobertura de oportunidades. Las políticas de
mayor equidad que tengan un impacto educativo dependen de las finanzas y de
mecanismos para evitar los riesgos de la segmentación social. El proyecto
educativo nacional debe garantizar la equidad educativa a través de mecanismos
diseñados por el federalismo educativo, pero además debe equilibrar esta equidad
con el involucramiento de la cultura escolar a las culturas de las comunidades
de tal forma que fortalezca una educación intercultural. La promoción de la
equidad educativa atenderá a poblaciones objetivo mediante la implementación de
estrategias transversales de políticas sociales para apoyar a quienes más lo
requieran (Observatorio Ciudadano de la Educación, 2007).
El nuevo proyecto educativo está estrechamente vinculado al proyecto de nación
que se desea para México. El nuevo proyecto educativo debe ser el resultado de
una política del Estado sustentada en la calidad y la competitividad del sistema
educativo mexicano
La política de la educación superior, ciencia y tecnología, requiere ser
formulada de forma integral y articulada por tener de referente y finalidad la
mejora de la educación nacional. La promoción de una educación integral implican
las relaciones de cooperación y conflicto entre las IES, las comunidades,
empresas, nuevos movimientos sociales y los diferentes niveles de gobierno. La
educación integral también implica la promoción del desarrollo humano, los
valores morales y cívicos, el desarrollo sustentable, una cultura de paz, la
educación física y artística, etc. Una política de Estado en materia de
educación superior, ciencia y tecnología, ha de promover la modernización de las
instituciones encargadas de proveer este servicio y fortalecer la calidad, la
transparencia la rendición de cuentas.
Las políticas de educación superior, ciencia y tecnología, deben fijarse con el
objetivo de incrementar sustancialmente la cobertura de la educación superior,
abierto a un mayor alcance de atención que supere el 50% de la población total
de jóvenes, de tal forma que se haga más realidad uno de los grandes principios
del Estado mexicano. Esto es factible si se considera la ventana de oportunidad
poblacional debido a la tendencia en las bajas de la natalidad ya presente en la
última década.
Las políticas educativas que se propongan deben ser en función de dar respuesta
a los desafíos de las principales demandas a las IES para atender los
requerimientos de cobertura, calidad y pertinencia, así como las actividades
adecuadas para llevarlas a cabo (Rodríguez, 1998). Las políticas de
transformación educativa deben ser capaces de convocar y aglutinar a los
diferentes grupos de interés bajo una misma orientación teórico-epistemológico y
metodológico para aumentar los niveles de cooperación, desalentar la competencia
disfuncional centrada en el individualismo, disminuir el sentimiento de pérdida
de autonomía institucional; y promover la participación y articulación de los
cuerpos y las comunidades académicas (Didriksson, 2002: 368-370).
Se tienen que instrumentar políticas educativas orientadas a resolver
integralmente el problema de la deserción académica del estudiante, sobretodo
con acciones preventivas, tales como las tutorías académicas a aquellos que
pueden ser más propensos a incurrir en índices de bajo aprovechamiento
académico. Se hace urgente la implementación de un sistema integrado de atención
a los estudiantes que facilite los trámites inter institucionales para una mayor
movilidad académica y para todo tipo de apoyo académicos y de servicios
estudiantiles.
Proyecto de Institución de Educación superior, ciencia y tecnología a futuro
La educación superior, ciencia y tecnología en México es entregada a la sociedad
por una gran diversidad de Instituciones de Educación Superior, ciencia y
tecnología. Toda institución de educación superior (IES), universidad o
tecnológico, es por definición abierta a la sociedad. Todos los componentes
institucionales del sistema de educación superior, como un conjunto plural,
deberán actuar para lograr los objetivos propuestos a largo plazo.
La construcción de este nuevo orden institucional basado en “la diferenciación,
las jerarquías formalizadas y la coordinación burocrática” es un orden
modernizador, “que estimula a los individuos y no a las corporaciones, donde se
intenta someter la política interna a los códigos formales de la cultura
académica” (Acosta Silva, 2000: 314). Las políticas educativas articuladas con
las reformas institucionales implican la transición hacia nuevos modelos de
desarrollo de las IES que requieren de nuevos procesos de coordinación y gestión
bajo estructuras y comportamientos más flexibles y menos burocráticos, alejados
de las jerarquías autoritarias.
Se impone una revisión profunda de las IES para su transformación con la
participación de los diversos sectores involucrados y sobretodo los sectores
externos. El diseño del nuevo sistema educativo nacional tiene que abandonar su
posición de formador de recursos humanos para las maquiladoras para trascender
el consumo de conocimientos científicos y tecnológicos típico de las sociedades
que permanecen en los márgenes del subdesarrollo. La transformación de la
educación superior tiene que centrarse en consideraciones del análisis del
mercado laboral futuro y sus requerimientos de la formación profesional, lo cual
implican una perspectiva transdisciplinaria de los conocimientos, habilidades y
destrezas científicas y tecnológicas que implican diseños curriculares
complejos, en función de los compromisos para contribuir al desarrollo de la
sociedad mexicana.
El diseño institucional de las IES del futuro se inscribirá en un marco de
estructuras, procesos y comportamientos que resultarán de las presiones de las
tendencias ambientales complejas e inciertas y a la fortaleza de sus
competencias, recursos y capacidades propias. El diseño de institución de
educación superior de los próximos años es el de una organización compleja y
diferenciada, orientada a la organización para la generación y aplicación de
conocimientos transdisciplinarios bajo nuevos esquemas de procesos de
aprendizaje e investigación para ser transferidos a la sociedad.
Barnett (s.f.) sugiere que “En este contexto, las ideas de impredicibilidad,
desafío, ignorancia, turbulencia, riesgo, complejidad, inestabilidad e incluso
caos, serán conceptos alrededor de los cuales es posible repensar la
universidad. No hay forma de evitar esta situación, de modo que tenemos que
afrontarla, pues en lo más profundo de nuestra conciencia universitaria sabemos
que la educación superior no puede continuar como está”.
En el plano epistemológico, el diseño institucional de las IES se debatirá entre
las filosofías utilitarias, individualistas y de libre competencia en un extremo
y las filosofías sociales centradas en las formas solidarias de las finalidades
sustantivas que implican compromisos de colaboración entre los diferentes
actores implicados en la generación del conocimiento. Las nuevas formas de
generación y aplicación del conocimiento requieren el diseño y reinvención de
nuevas formas organizacionales que desencadenan nuevos modos de existencia de
los actores y agentes locales con profundas y graves consecuencias sociales.
La IES debe ser una universidad o un tecnológico con un proyecto social que
trascienda hacia fuera en todas las esferas del desarrollo humano. La
complejidad institucional del sistema educativo nacional se expresa en el
respeto a la autonomía de las universidades que dificulta lograr acuerdos
tendientes a complementar recursos.
Por lo tanto, se requiere de una reforma institucional y su consolidación sobre
una estructura que facilite la coordinación y complementación racional y
equitativa de recursos y esfuerzos de las instituciones de educación superior,
ciencia y tecnología para alcanzar niveles más altos de desarrollo que atienda
los perfiles regionales. El debate se centrará en el diseño de un modelo de
universidad más orientado al sentido utilitario de la enseñanza y la
investigación que en el diseño de un modelo de universidad con un proyecto
utópico de emancipación democrática.
Las IES implementarán programas de mejoras en la cantidad y calidad de su
infraestructura, condiciones ambientales y programas académicos, con un impulso
paralelo a acciones de evaluación de sus indicadores. Los criterios de la
calidad, certificación y acreditación de programas académicos serán establecidos
por cuerpos académicos consolidados en las instituciones de educación superior,
ciencia y tecnología. La calidad académica de los programas de educación
superior, ciencia y tecnología, será la condición para incrementar los procesos
de certificación y para orientar el crecimiento cuantitativo.
Los modelos, proyectos y programas de educación superior asumirán un mayor
compromiso que en la actualidad por un enfoque integral de la calidad que
implique la participación de todos los actores de los procesos educativos para
la calidad educativa al igual que la calidad de sus procesos de administración
de la educación. El modelo de educación superior, ciencia y tecnología que se
proponga tiene que reconocer la importancia de los factores del proceso de
enseñanza aprendizaje en los resultados medidos en términos de indicadores de
calidad y pertinencia.
La transformación institucional tiene que profundizar las innovaciones en el
modelo académico que tome en consideración la emergencia de los procesos de
globalización económica, los cambios científicos y tecnológicos más avanzados en
las diferentes áreas del conocimiento, el avance de las tecnologías de la
comunicación e información.
La ANUIES (1999) recomienda seguir las estrategias de planeación y coordinación
para asegurar la integración del sistema de educación superior. En el año 2020,
las IES de México integrarán un sistema de educación superior capaz de formar
profesionales e investigadores de alto nivel, generar y aplicar conocimientos,
extender y preservar la cultura. Todas estas tareas se realizarán con calidad,
pertinencia, equidad y cantidad equiparables con los estándares internacionales.
Las estrategias para la implementación de la transformación institucional en
educación superior deberán considerar la multiplicidad de variables implicadas.
Entre estas variables implicadas se destacan las políticas educativas nacionales
y la madurez y capacidad de negociación de los actores institucionales.
Generación e innovación del conocimiento
El modelo educativo del futuro de la educación superior en México debe tener una
sustentación transdisciplinaria, centrado en el desarrollo humano, congruente
con una identidad cultural promotora de la paz, orientado por valores de una
ética global y como estrategia para que nuestra sociedad alcance altos niveles
de bienestar y desarrollo sustentable. En los próximos años será un imperativo
generar y aplicar el conocimiento para atender los problemas ambientales
generados por prácticas humanas que atentan contra su misma existencia.
El modelo de formación profesional que hoy se mantiene fragmentado en sus campos
de conocimiento científico y tecnológico, aspirará en los próximos años a ser
más integral, más humano, más completo, más multidimensional y sobretodo con una
visión holísta. Si bien se debe enfatizar la estructura curricular que permita
una mejor formación profesional para el mercado laboral, con la adopción del
modelo curricular por competencias y estructuras modulares, no se debe
menospreciar la formación integral del ser humano, considerado como persona y
como ciudadano que tiene que convivir en un sistema social, político y cultural.
Los diferentes actores del proceso educativo en el futuro tienen que ser capaces
de generar e innovar el conocimiento con un enfoque de formación holísta más que
reproducirlo como una condición básica para promover un desarrollo
interdependiente en nuestros pueblos. Estos actores deberán favorecer y
fortalecer las redes de comunicación y difusión científica y tecnológica
internacionales.
La formación profesional del futuro debe centrar más de atención en la enseñanza
de los valores totales. La formación profesional debe ser promotora de los
valores más humanos pero que desaliente el individualismo egoísta, que fomente
el respeto a la vida en sociedad, sin descuidar la solidaridad social, la
conservación de la naturaleza y el medio ambiente.
El modelo educativo tiene que reconocer la centralidad del estudiante y el
reconocimiento de sus diferencias individuales en los procesos de aprendizaje y
contando con el apoyo del docente para organizar y compartir sus experiencias
mediante procesos académicos. Con respecto a los procesos académicos, se debe
desarrollar la tendencia a “fomentar la individualización de la enseñanza y los
aprendizajes, se manifiesta a favor de un enfoque de competencias laborales,
refuerza el vocacionalismo, la deshomologación de los salarios del personal
académico y la acreditación de sus funciones suscrita y validada por agencias
externas.” (Didriksson, 2002:368).
Lograr la consolidación de cuerpos académicos y áreas de conocimiento
consolidadas que realicen actividades innovación académica y de generación, y
aplicación del conocimiento que resuelvan los problemas del entorno económico y
social.
El sistema de aprendizaje del nuevo modelo de educación superior, ciencia y
tecnología debe apoyarse, aunque no necesariamente girar alrededor del uso
intensivo de las tecnologías de la comunicación y la información (TICs).
Las características de los perfiles de los egresados serán certificadas por
organismos externos. La certificación profesional y la acreditación
institucional con los estándares internacionales del ejercicio profesional
impulsarán una cultura de la planeación colegiada y de la autoevaluación.
Los escenarios cuantitativos de matrícula, de titulación, de cobertura y la
problemática en general de la educación superior para el año 2020, están
determinados por las condiciones de desigualdad, inequidad e injusticia social.
Se requiere de una expansión del sistema educativo así como de iniciativas
gubernamentales y de otros sectores de la economía y de la sociedad, para
favorecer el ingreso de la demanda social y ampliar la cobertura del sistema.
Se tiene que plantear que el esfuerzo a realizar deberá concentrarse en relación
al cambio de planes de estudio, sus tiempos, los métodos de enseñanza y
técnicas, debe atenderse esencialmente el cambio de los contenidos mismos de las
disciplinas. Para los próximos años permanece como un desafío imperativo
homologar las equivalencias de los planes de estudio en educación superior, de
tal forma que se logren acuerdos entre los sistemas tecnológicos y
universitarios.
La ANUIES (1999) recomienda en los próximos años lograr un sistema abierto de
educación superior en contra de uno cerrado, la creación de redes
institucionales, el uso de las tecnologías de la información y la comunicación
para la formación de la universidad virtual, el otorgamiento de personalidad
jurídica propia a las agencias evaluadoras, acreditadoras y certificadoras.
Las reformas en los modos del pensar académico que Lanz (2002) denomina como
reformas de la tercera generación porque se gestan en los cuerpos académicos al
interior de las IES y al exterior forman redes interinstitucionales de
generación, investigación y aplicación del conocimiento.
Vinculación
La vinculación Estado-IES-empresas-sociedad es un requisito indispensable para
complementar los esfuerzos de atención a la demanda de los servicios de
educación superior que plantea el crecimiento demográfico, de tal forma que se
puedan crear y desarrollar profesiones necesarias a la realidad económica,
social y política. La vinculación de la educación, la ciencia y la tecnología
con los sectores productivos y sociales tendrá que fortalecerse. Los procesos de
vinculación de las IES tienen que concebirse en forma abierta, dinámica y
circular con los sectores productivos y sociales, de tal forma de tal forma que
se faciliten los flujos de información, comunicación, transferencia de recursos,
conocimientos, tecnología, etc.
El desarrollo de proyectos de investigación, transferencia de tecnología e
investigación tecnológica tiene que ser una responsabilidad compartida por
fondos financieros mixtos provenientes los agentes y actores que más se
benefician, empresas, Estado y sociedad mexicana. Se debe impulsar e incrementar
los niveles de investigación y de postgrado mediante la formación investigadora,
docente, divulgadora de la cultura, con capacidad para propiciar el aprendizaje
profundo, la generación del conocimiento, la solución de problemas en distintos
campos científicos y tecnológicos de aplicación, prevista en las actuales
políticas educativas.
Una propuesta para motivar la participación del sector privado es la creación de
programas donde los servicios de educación superior ofrezcan beneficios a los
empresarios que atraiga inversión. El dinamismo del sector privado podría
aliviar la presión de la creciente demanda, aunque con niveles disímiles y muy
discutibles en la calidad del servicio ofrecido.
Aprovechando las ventajas que ofrece una sociedad de información y conocimiento,
la movilidad internacional de académicos, investigadores y estudiantes
potenciará el intercambio de experiencias, conocimientos, habilidades, valores y
actitudes que ampliarán los horizontes de la formación profesional. Igualmente
es importante que se fomenten programas de vinculación con las empresas
multinacionales y globales, no solamente para realimentar los planes y programas
de estudio, sino también para facilitar la inmersión laboral de los egresados.
Las innovaciones institucionales para apoyar las funciones sustantivas de las
IES requerirán de mejores estructuras para ampliar los servicios de los centros
de negocios, programas de incubación empresarial, etc. Sin olvidar la
vinculación con los sectores social y político a través de programas tales como
las ciberbolsas de trabajo, apoyo a grupos en exclusión social y marginada,
participación en proyectos específicos de los tres niveles de gobierno para la
promoción y el desarrollo económico regional, etc.
Finanzas
El problema toral de la educación superior ha sido, es y seguirá siendo el
financiamiento y la planeación e instrumentalización financiera que implica la
disponibilidad de recursos. Las IES asumirán compromisos de transparencia y
rendición de cuentas sobre el ejercicio y operación de las finanzas ya sea de
procedencia pública o privada en una lógica de complementación de recursos inter
institucionales. Las IES deberán estar más sometidas a la rendición de cuentas,
auditorias y al escrutinio del uso de los recursos financieros por las
autoridades educativas locales o estatales a fìn de evitar la centralización de
estas funciones y por tanto, su mal manejo.
Se presume que en un futuro aumentará la presión para que las propias
instituciones generen ingresos complementarios, debido a la insuficiencia de
recursos financiaros insuficientes para atender el crecimiento de la demanda.
El Plan Nacional de Desarrollo (2006-2012) es muy escueto para señalar las
posibles fuentes de financiamiento y los recursos necesarios para la educación,
la investigación y la innovación tecnológica. Debido a los altos costos de la
educación superior e investigación científica y tecnológica de calidad, los
nuevos esquemas de financiamiento tendrán repercusiones serias en las relaciones
interinstitucionales entre las IES y las autoridades gubernamentales. Estas
repercusiones se verán reflejadas en la reducción de subsidios y asignaciones
presupuestales, en una mayor eficiencia de ejercicio del gasto y los recursos
disponibles.
El ordenamiento institucional sujeta a las IES a procedimientos de vigilancia a
distancia y autonomía regulada (Ibarra, 2001) con la finalidad de que las IES
obtengan una identidad nueva más de acuerdo con su funcionalidad social de una
moderna corporación social centrada en la producción de profesionales y
generación y aplicación de conocimientos científicos y tecnológicos requeridos
por las nuevas formas de producción requeridas por el mercado global y las
nuevas formas de relaciones requeridas por la sociedad global (Rubio, 2006).
Se hace urgente una reconfiguración de las identidades académicas de las IES y
de los sujetos académicos, de tal forma y magnitud que abandonen su actual
posicionamiento de meros agentes económicos productores de profesionales y
conocimientos para que recuperen su posición de instituciones que tienen
referentes culturales, científicos, tecnológicos, de desarrollo social,
legitimadoras de procesos sociales y del Estado mexicano, etc. La nueva
identidad de los sujetos académicos facilita las prácticas transdisciplinarias e
interinstitucionales para la formación de redes y cuerpos académicos que
comparten objetivos en la generación, difusión, transferencia y aplicación de
conocimientos científicos, tecnológicos y culturales.
De acuerdo a Ibarra Colado (2007), el modo de racionalidad neoliberal del diseño
de la nueva universidad se delimita en 5 ejes: Un estado auditor con mecanismos
de vigilancia a distancia en la efectividad de los resultados, el fomento de
nuevas formas de financiamiento que incluyen programas de vinculación
universidad – mercado – Estado, la diversificación y estratificación del Sistema
Nacional de Educación Superior, modernización administrativa y la evaluación del
desempeño académico con programas de remuneración individual a partir de
indicadores de productividad.
La mejora en la racionalidad para asignar los recursos financieros a las
diversas instituciones de la educación pública es determinante para abandonar
viejas prácticas de negociaciones inter institucionales articuladas en los
factores políticos – partidistas más que en una racionalidad centrada en
resultados académicos. Por lo tanto, en los próximos años se pretende
incrementar la calidad de los procesos de transparencia y rendición de cuentas
de las responsabilidades sustantivas de las IES.
Las IES tienen que asumir acciones concretas para incrementar la transparencia y
rendición de cuentas en el ejercicio y operación de fondos financieros públicos
en forma articulada con su autonomía universitaria y demás componentes de los
sistemas de educación superior, de tal forma que se propicie la colaboración
complementariedad institucional. El Estado debe considerar la inversión en
educación superior e investigación científica como inversión social.
Las crecientes restricciones presupuestarias que presionan financieramente las
Instituciones de Educación Superior en México, han impactado fuertemente la
calidad en la entrega de los servicios educativos en el sector público. La
fuerte carga fiscal que la educación superior representa para el Estado Mexicano
que no puede satisfacer todas las expectativas de formación científica y
tecnológica de los mexicanos, ha dado lugar a transferir esta responsabilidad
social al sector privado, no sin dificultades por las enormes inversiones de
infraestructura que se requieren para proveer los servicios educativos con
eficiencia y eficacia.
El crecimiento cuantitativo del sector privado en educación e investigación
generará un mayor reclutamiento de los estudiantes de la clase alta
ofreciéndoles un mayor posicionamiento de liderazgo, a pesar de la
heterogeneidad. Muchas IES recorrerán caminos de reconversión de universidades
públicas a privadas mediante mecanismos de mercado de sus productos, tales como
los egresados, conocimientos y valores.
El punto más crucial a atender en la generación, investigación y aplicación del
conocimiento en el futuro inmediato es la creación de fuentes alternativas de
financiamiento de tal forma que se reduzcan las presiones presupuestales del
Estado mexicano para atender las demandas. Sin embargo, todas las soluciones
apuntan a descargar estas responsabilidades del Estado en las organizaciones del
mercado bajo estructuras de gobernanza que impliquen procesos de vinculación del
tipo proveedor – cliente, que aunque altamente discutible y debatible, puede ser
parte de la solución mientras se perfecciona el modelo para alcanzar las
connotaciones de atención a la ciudadanía.
La educación superior requiere de un esfuerzo sostenido de gestión de recursos
financieros para afrontar las responsabilidades en materia de formación
profesional, preservación de la identidad y los valores de la cultura, las
ciencias y las técnicas, generación del conocimiento, innovación tecnológica,
transferencia de tecnología, etc. Transferir las responsabilidades de aportación
financiera al sector privado solo resuelve en parte el complejo problema porque
limita las oportunidades de movilidad social a quienes no la necesitan porque
pueden pagar su formación profesional, por lo que es imprescindible que el
Estado asuma su responsabilidad financiera bajo una perspectiva de largo alcance
para fortalecer la educación superior en sectores sociales altamente
competitivos que carecen de los recursos para hacerlo por si mismos.
Si bien se debe pugnar por impulsar la responsabilidad del Estado en la
educación superior, para atender la demanda educativa en los próximos 13 años es
necesario que los servicios educativos se expresen en términos de oferta
educativa y demanda educativa en un mercado regulado, de recursos e insumos
educativos para apuntalar a una sociedad del conocimiento y la información. La
sociedad del conocimiento y la adopción del paradigma de la educación permanente
y para toda la vida son referentes del contexto educativo postulados por la
UNESCO.
La aplicación de la inversión pública en la educación superior constituye una
respuesta a las necesidades de la mayoría de mexicanos que no tienen la
oportunidad de acceder a la educación superior a efecto de que todas las IES
públicas y privadas tengan la infraestructura educativa y la planta académica
idóneas para ofrecer una educación de calidad. Para lograrlo, se requieren
aplicar nuevas modalidades de financiamiento de la educación superior pública
que respondan adecuadamente en cobertura, pertinencia y calidad. Por otra parte
aumentará la participación social responsable en el gasto educativo pero también
para constituirse en auditores sociales, como mecanismos para exigir la
transparencia y la rendición de cuentas que manejen directivos y académicos
(docentes e investigadores) para una correcta aplicación de los recursos
financieros.
La gestión de recursos financieros adquirirá relevancia en los próximos años lo
cual requerirá una mayor dosis de creatividad para allegarse de los recursos
escasos, con nuevas acciones como por ejemplo explorar programas de
vinculaciones con otras universidades y fundaciones que cuentan con bolsas de
financiación para proyectos específicos de formación profesional, creación de
conocimiento científico y tecnológico, programas de innovación tecnológica,
transferencia de tecnología, apoyo a grupos discriminados para acceso a
oportunidades educacionales, etc.
En los próximos años se debe incrementar la capacidad de gestión para captar
fondos de financiamiento, como por ejemplo, mediante la oferta de actividades de
docencia, investigación, innovación, desarrollo y vinculación que puedan
catalogarse como servicios con efectos multiplicadores que derramen los
beneficios hacia los estudiantes e investigadores. Se esperaría que en el México
del futuro, la iniciativa privada incrementara sus aportaciones, lo que los
haría menos dependiente de los avances que en esta materia se realicen en los
países más avanzados.
La escasez de recursos financieros y la urgente necesidad de financiamiento de
las actividades de la educación superior, sobretodo en lo concerniente a
infraestructura y equipamiento educativo, propiciarán la generación de recursos
por otras fuentes tales como la creación de fideicomisos, créditos
institucionales e ingresos propios por la vía de venta de servicios.
Por otro lado, también es sumamente importante que se considere que el
incremento en las percepciones vía aumento de sueldos de los docentes repercuta
en una mejor calidad de la educación. Hay que acotar que las remuneraciones de
los docentes, sin embargo, deben ser de acuerdo con el desarrollo y crecimiento
de la economía nacional y compatible con los resultados del desempeño
Evaluación integral del proceso educativo
El actual Plan Nacional de Desarrollo (2006-2012) propone la creación del
Sistema Nacional de Evaluación Educativa en la educación media superior y
superior y en la medición del desempeño docente. En educación superior, ciencia
y tecnología es una prioridad en los próximos años establecer un sistema de
evaluación integral de la educación más centrada en la evaluación de la
totalidad del proceso educativo incluyendo sus resultados.
La evaluación integral del desempeño del proceso educativo ha desplazado al
enfoque más centrado en la planeación para ejercer un mayor control de la
vigilancia a distancia de las actividades académicas de las IES. La tendencia en
los procesos de evaluación se mantendrá en los mecanismos de la evaluación
diagnóstica de programas, evaluación de insumos, resultados de los procesos
educativos y la acreditación formal, por organismos independientes del sistema
pero con reconocimiento de las autoridades educativas. La evaluación de la
calidad institucional propiciará la innovación académica.
La evaluación por resultados con fundamento en un modelo de financiamiento se
centra en criterios de desempeño y programas integrales de fortalecimiento
institucional. La evaluación del desempeño individual de los diferentes actores
involucrados, tales como investigadores, docentes, alumnos, personal
administrativo y de mantenimiento, directivos y funcionarios, etc., exige
cambios de actitudes y comportamientos más de acuerdo con el despliegue de una
racionalidad económica que solo beneficia a los mismos actores individualmente y
se pierden valores solidarios.
Para salir de la actual crisis de la educación superior en México es menester
que los académicos salven los obstáculos de las trampas tendidas por los
procesos de evaluación del desempeño y productividad individual bajo el esquema
de la profesionalización que ha implicado cambios en los comportamientos y modos
de ser y actuar. Ya es tiempo de recuperar lo que se ha perdido: abandonar la
postura del trabajo universitario por una vuelta a la vocación académica que
bien describe Ibarra Colado (2007), de abandonar la destructiva competencia por
valores más solidarios, la práctica del individualismo egoísta y posesivo por
los valores institucionales, etc., como por ejemplo en el caso de la beca al
desempeño académico ha logrado lo que Urbano et al (2006) describe como la
reconstitución de comportamientos y modos de ser que hacen de los actores de la
universidad sujetos muy distintos y cuya nueva identidad está sujeta al
rendimiento en la productividad, la capitulación y la información.
Se requiere una nueva reconfiguración de las identidades de los sujetos
académicos para solventar la crisis moral y ética propiciada por los principios
de la racionalidad instrumental del modelo de educación superior centrado en el
individualismo y la competencia por otro modelo que permita el desarrollo
solidario más acorde con los valores del desarrollo humano y más centrado en el
proyecto institucional de las IES como garantes de la sociedad en plena
coordinación con los valores dl mercado y del Estado.
Este sistema debe evaluar el desempeño de todos los actores involucrados en los
procesos educativos, incluyendo al Estado, la comunidad, los funcionarios
educativos, los docentes e investigadores, padres de familia, instituciones de
apoyo, alumnos, etc. Igualmente, el sistema de evaluación integral del proceso
educativo debe evaluar las instituciones, infraestructura, recursos financieros
y materiales, recursos y medios didácticos, etc.
Para lograr una mayor eficiencia en los recursos se hace necesario implementar
sistemas de evaluación, acreditación y rendición de cuentas de la aplicación de
recursos. Se requieren políticas, estrategias, normatividad e indicadores de
desempeño de la calidad académica y de atención a las demandas del entorno y del
mercado laboral. Es además importante dar difusión a los resultados de las
evaluaciones, asegurar la realimentación a los actores involucrados en los
procesos educativos para establecer las medidas correctivas pertinentes.
Tareas pendientes
Existe ya una conciencia de la crisis de la educación superior generada por
problemas de eficiencia, eficacia y cumplimiento de sus funciones sustantivas
por parte de todos los actores, internos y externos involucrados. Las reformas
sobre calidad, cobertura y pertinencia en el ámbito de la modernización plantean
nuevos desafíos y nuevas tareas bajo una tendencia de multidireccionalidad como
el fundamento para la transformación de la función central de una formación
transdisciplinaria de profesionales más apropiada para promover el desarrollo
social y económico acorde al contexto de los tiempos contemporáneos.
Es en este sentido, que las IES necesitan redefinirse relación con su entorno,
replantearse su visión, misión y funciones (Gutiérrez, 2001: p. 33-95.). El
rediseño y reconfiguración de las IES mediante procesos de transformación que
permitan el libre flujo del pensamiento, ideologías, información y conocimientos
desde la perspectiva del análisis crítico, es un desafío ineludible de los
tiempos por venir. Los procesos de transformación de la educación superior así
orientados son como el sustrato que posibilita todo el desarrollo de las
capacidades humanas para la creatividad e innovación que permitirá dar respuesta
a la realidad compleja e incierta y permitirá alcanzar más altos niveles de
crecimiento económico a la par de un desarrollo sustentable social y ambiental.
La principal desafío imperativo de las IES en los próximos años será romper con
la continuidad de las políticas educativas que se implementan con las reformas
estructurales por mandato de intereses extraños al desarrollo sustentable de la
sociedad mexicana. En este sentido, las propuestas están llenas de propósitos
por lo que se puede argumentar que se inscriben en una línea voluntarista y sin
fundamentos en diagnósticos serios.
Uno de los principales retos es vencer los obstáculos y resistencias al cambio
institucional capaz de eliminar las tendencias perturbadoras y perversas de la
implementación del modelo neoliberal de educación superior centrado en la
gobernabilidad del libre mercado que conlleva la exaltación del individualismo y
procesos excluyentes de competitividad económica. Para revertir estas tendencias
la propuesta va en el sentido de fomentar procesos de generación, difusión,
transferencia y aplicación de conocimientos mediante estructuras y
comportamientos organizacionales centrados en la cooperación y la solidaridad.
La orientación multidireccional de las transformaciones educativas implican
“comprender la transformación en las formas de gobierno, en la administración
académica, en la evaluación de la calidad de los procesos y resultados, en la
responsabilidad compartida y cooperación de unidades, en el compromiso por la
construcción de un proyecto alternativo de sociedad, en la democratización de
sus estructuras de representación, en la formulación e implementación de sus
modos de financiamiento, en la integración del sistema universitario con el
resto del sistema educativo superior, etc.” (Luengo, 2003).
Los procesos de transformación institucional deben implicar estrategias
impulsadas por los liderazgos académicos en la IES mediante procesos de consenso
y autorregulación que involucren a las comunidades académicas en propuestas de
cambio de gran escala y de largo alcance, lo cual requiere la integración y
consolidación de cuerpos académicos colegiados o colectivos.
Las tareas pendientes propuestas por De la Fuente (2007) para avanzar en la
sociedad del conocimiento son: Mayores inversiones en educación, investigación y
desarrollo, formar una rede de universidades de clase mundial, incrementar los
niveles académicos de la población económicamente activa e importar
conocimientos y no solo exportarlos. Las reformas universitarias deben ampliarse
a todos los ámbitos de las actividades sustantivas, la calidad en los procesos
de generación, investigación y aplicación del conocimiento, los proyectos de
vinculación con los sectores productivos y sociales y la calidad de la
infraestructura y uso de tecnologías de la información y la comunicación.
La formación profesional del futuro debe ser capaz de conjugar los saberes
pragmáticos y empíricos con los conocimientos teóricos metodológicos. La
reorganización de los saberes y sus interrelaciones disciplinarias y
transdisciplinarias, su relación curricular y los procesos de
enseñanza-aprendizaje, etc., son cuestiones urgentes que la transformación de la
gestión académica institucional debe atender.
La educación superior tiene entre sus principales retos el desarrollo de
contenidos educativos de planes y programas de estudio desde la
transdisciplinariedad, la complejidad y la incertidumbre, las estrategias
metodológicas, las nuevas formas de organización y gobierno, la creación de
alianzas estratégicas para la complementariedad de los recursos, etc. En las
nuevas formas de organización se pretende administrar los procesos de
transformación innovadora de la educación superior para lograr mayor eficiencia
en la toma de decisiones, con estructuras descentralizadas que permitan y
promuevan una mayor delegación de la autoridad en las funciones sustantivas,
pero también una mayor participación e integración de los diferentes actores
articulados en redes de cooperación académica y científica.
Los procesos de transformación de las IES en México enfrentarán como uno de los
principales retos dar respuesta de una forma más responsable a las demandas de
los sectores productivos y sociales. Las implicaciones económicas y políticas de
las reformas educativas obligan a repensar y redefinir la función de la
educación superior y a agendar en los próximos años las actividades de los
procesos de transformación institucional con su impacto en el crecimiento
económico y el desarrollo social.
Los desafíos que tiene la educación superior implican repensar su papel y misión
a fin de establecer las estrategias alternativas para el futuro en un marco de
desarrollo sustentable, cultura de paz y una ética global. Los desafíos de la
realidad educativa requieren de la cooperación y la solidaridad como los
fundamentos para evitar la marginación, fragmentación y polarización del
conocimiento. Asumir un discurso crítico sobre los alcances de las funciones del
nuevo modelo de las IES bajo una orientación prioritaria a los requerimientos
del mercado, subestimando las necesidades sociales y las del Estado mexicano.
Referencias
Acosta Silva, Alberto (2000), Estado, políticas y universidades en una período
de transición, Universidad de Guadalajara/Fondo de Cultura Económica, México,
2000.
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