ESTABILIDAD, REMESAS Y DESARROLLO REGIONAL EN MÉXICO [POLÍTICAS DE ESTABILIZACIÓN ECONÓMICA, EMIGRACIÓN DE TRABAJADORES MEXICANOS A LA UNIÓN AMERICANA, REMESAS FAMILIARES Y SU IMPACTO EN EL DESARROLLO REGIONAL DE MÉXICO (1990- 2008)]
Jorge Isauro Rionda Ramírez SUMARIO: el presente trabajo trata respecto al impacto que tienen las políticas públicas de estabilización económica en México en cuanto a la intensidad regional del fenómeno migratorio y la recepción de divisas por remesas familiares, de donde se comparan dos periodos, uno previo de 1990 a 2000 y el respectivo a su implementación, de 2000 a 2008. De lo que se detectan 3 regiones de interés: el occidente de México, con la mayor intensidad como tradición del fenómeno de estudio, como la mayor vulnerabilidad a las políticas de estabilización; el centro – oriente y el sur, regiones que muestran recientemente un incremento en la intensidad del fenómeno y mayor vulnerabilidad. Lo implicado es el impacto diferenciado en el desarrollo regional del país. PALABRAS CLAVE:
1. Emigración 2. Remesas familiares 3. Desarrollo regional 4. Políticas públicas 5. Estabilidad económica
Se ofrece a continuación parte del texto del
artículo, sin formato, notas, tablas ni ilustraciones.
El presente trabajo se cuestiona si, a raíz de las políticas de estabilización
implementadas en México desde el año 2000, el aumento observado en la recepción
de divisas por causa de las remesas familiares ¿cómo se derrama en las entidades
federativas y especialmente en el occidente del país? ¿Qué estados se ven más
beneficiados y si su posición relativa respecto a la evolución nacional se ve
modificada de 1990 al 2008?
Supone que los estados de la República que más se han beneficiado del incremento
de la captación de divisas son precisamente aquellos que tradicionalmente son
los principales emisores de trabajadores a la Unión Americana, precisamente los
que integran el occidente de México, y que en el fenómeno migratorio, guarda un
paralelismo con el la evolución de las remesas familiares. Así como también, el
desarrollo regional del fenómeno no es uniforme, sino que cada región expresa
patrones distintos y propios (Calva, 2007; 11- 13).
Por ello, el objetivo del presente trabajo es identificar el cambio de patrones
observado en la evolución de las remesas en el país, como en su parte
occidental, para con ello poder expresar sus singularidades y causales
regionales a efecto de las políticas de estabilización que se dan en el año
2000. La pertinencia de este trabajo es que analiza el efecto que tienen las remesas
familiares en el desarrollo regional del occidente de México, desde su
referencia nacional como de la situación que cada entidad federativa guarda, en
dos periodos, de 1990 al 2000 que comprende un lapso anterior a la
implementación de las políticas de estabilización económica, y de 2000 al 2008
donde se evalúa el impacto de dichas políticas en la emigración de trabajadores
mexicanos a la Unión Americana lo que trae como consecuencia el aumento
sustantivo de las remesas familiares que estos trabajadores mandan a la nación.
El método consiste en presentar la situación de la emigración de trabajadores
mexicanos a los Estados Unidos y el impacto de las políticas de estabilización
económica en este fenómeno, donde el congelamiento de la inversión pública,
conjugado con una política monetaria restrictiva, logran por una parte abatir la
inflación a niveles que desde 1976 no se logran (no superiores al 4.5% anual),
pero con un enorme costo social: desempleo. Con ello se respalda la razón que
explica por qué vienen a aumentar a partir del año 2000 de forma sustantiva la
recepción de remesas en el país. El siguiente paso es presentar para dos
periodos (de 1990 a 2000 y de 2000 a 2008), el comportamiento de las remesas,
evidenciando un cambio de patrones. Finalmente ver cómo se derraman en las
entidades federativas los montos de dólares enviados por los braceros a sus
familias y su impacto en cuanto desarrollo regional se refiere, identificando
las tres principales regiones del país donde es más intenso el fenómeno.
1. LAS POLÍTICAS DE ESTABILIZACION
El crecimiento económico tiene dos fuentes: la autónoma que causan los
particulares, y la inducida que es efecto del gasto de gobierno. La primera
depende del nivel de ingreso y la capacidad de ahorro de las personas. Mientras
que la segunda depende de la recaudación que vía impuestos haga el Gobierno para
fomentar la inversión pública. Partiendo de la premisa que las personas tienden a defender su nivel de vida, un
aumento en los impuestos para implementar políticas de fomento e inducir el
crecimiento, implica una disminución en la capacidad de ahorro de los
particulares, por lo que el crecimiento autónomo se ve mermado.
Viceversa, una reducción en la carga impositiva, necesariamente mejora la
capacidad de ahorro, por lo que los montos de inversión privada aumenta y con
ello el crecimiento autónomo de la economía. Desde luego, el crecimiento
inducido es ahora quien se ve mermado. La ventaja entre una y otra de las dos fuentes del crecimiento es que el
crecimiento autónomo tiende a ser más eficiente, no obstante es anárquico por
que obedece a los anhelos de los particulares. Mientras que el crecimiento
inducido, es orientado a cuestiones estratégicas para la economía y la sociedad
en materia de equidad. El primero presenta algunas externalidades indeseables
como son la competencia imperfecta, las externalidades nocivas a terceros de la
producción, y la ineficiencia en materia de desarrollo sostenible. Por otra
parte, no es su interés la equidad, la justicia y la igualdad. Mientras que el
segundo, tiende a tener internalidades tales como la corrupción, la excesiva
burocratización, principalmente. El problema principal que se tiene es la necesidad de crear tantos empleos como
crece la población. Si la población en edad de trabajar (población
económicamente activa, de 12 o más años), se estima crece en términos absolutos
cada año en aproximadamente el corte de población que tiene ahora 11 años de
edad, esto es, un millón doscientos mil empleos, el crecimiento del producto
interno bruto anual debe ser de al menos 6% anual. Solo para generar el empleo
de la población que cada año se agrega a la oferta laboral, sin considerar el
desempleo acumulado de años pasados. Por tanto, el principal objetivo de la política económica en México es propiciar
crecimiento ordenado (en materia de justicia, equidad, igualdad y
sustentabilidad), con estabilidad de precios a largo plazo. Por lo que se tiene
que la presión principal es generar el empleo necesario sin causar inflación.
Las políticas económicas implementadas hasta antes del año 2000 consistían en
incentivarlo mediante gasto público, algo moderado, e inyecciones de dinero a la
economía por parte del Banco de México. El resultado es la estagnación de la
economía puesto que para que el dinero no sea neutral se tenían que cumplir dos
condiciones importantes: competencia pura y perfecta, o al menos mercados muy
concurridos, como estabilidad económica a largo plazo. Cosa que no se tiene
desde 1976 en la economía mexicana, por lo que la política monetaria se
esteriliza por efecto de una excesiva monopolización de los mercados nacionales,
como de la alta incertidumbre que causa la inestabilidad económica.
Por tanto, la administración del entonces presidente Vicente Fox Quezada inicia
para el año 2000 la articulación de medidas económicas que fueron bautizadas
como de estabilización económica. Consisten en la articulación de cuatro políticas económicas: la monetaria, la
fiscal, la cambiaria y la salarial. Entre las 4 forman un cinturón de contención
de la inflación en México, su estricta disciplina implica fuertes sacrificios de
corte social que deben ser evaluados en la balanza entre lo logrado y lo
sacrificado, para quiénes y cómo. La política monetaria, que es el principal instrumento de control de precios,
parte de congelar en lo posible la emisión de dinero para apenas solventar la
brecha entre el ahorro y la inversión, y reduciendo drásticamente la inversión
en fomento. Se articula con la política fiscal que se basa en el drástico congelamiento de
la inversión pública, de tal manera que el Gobierno deja de invertir en fomento
como suspende gastos en subvenciones y subsidios para lograr con ello restarle
un componente importante a la inflación.
La inflación logra bajar a tasa incluso inferiores al 4% anual, no obstante
superior a la inflación del principal socio comercial de México, los Estados
Unidos de América cuya inflación promedio anual es de 2%, por lo que se sostiene
que del 2000 al término del 2007 la sobrevaluación del peso ante el dólar llega
a ser de 35%. Sostener un tipo cambiario sobrevaluado tiene dos efectos de interés, uno
perjudicial puesto que significa la pérdida de competitividad de las
exportaciones mexicanas, por lo que se reducen las ventas al exterior y la
captación de divisas por dicho rubro; y la segunda, benéfica, puesto que el
enorme aparato productivo transnacional (maquiladores) albergado en el
territorio nacional, ven como ventaja las importaciones baratas que este régimen
cambiario sobrevaluado les implica, por lo que las divisas que se pierden por
ventas al exterior, se recuperan con creces por la entrada de fuertes monto de
inversión extranjera, la cual en el mismo periodo también observa un incremento
sustancial año con año. La política salarial de indizar el incremento al salario mínimo a la inflación
nominal, explica el congelamiento del salario real y con ello el sistemático
aumento de utilidades para las empresas que año con año ven caer sus costos por
contratación de mano de obra. Congelamiento por otra parte que a su vez resta
fuerza a la inflación del país. Así las cosas, la articulación de estas cuatro políticas son lo que sostiene las
llamadas políticas de estabilización económica. ¿Cuál es su costo social?
2. CRECIMIENTO, INFLACIÓN Y DESEMPLEO EN MÉXICO
El efecto de las políticas de estabilización es necesariamente la ausencia en la
generación de nuevos empleos. Por decir, en el año 2000 aún operan las
anteriores políticas de generación de empleo mediante la emisión de dinero por
lo que la inflación es de casi 9% en dicho año, con un crecimiento de la
economía del 6.6% y una generación de empleo suficiente. Mientras que en el
2001, cuando ya operan las políticas de estabilización, se da un crecimiento de
0.2% de la economía, y con ello un millón ciento ochenta mil desempleados en el
año, con una inflación de apenas 4.4%. En el 2002 se tiene un crecimiento de la
economía de 0.8%, que causa la generación de 160 mil nuevos empleos, pero se
agregan 1 millón 20 mil desempleos al ejército industrial de reserva. De tal
modo que en se puede ver la relación siguiente de la evolución del crecimiento
económico y el desempleo:
Al término del 2007, el desempleo acumulado es de 4 millones 740 mil. Se afirma
por las autoridades estadounidenses que desde el 2000 a la actualidad, por año,
pasan la frontera de forma ilegal 500 mil mexicanos. Por lo que se tiene que del
2000 al 2007 se han ido aproximadamente 3 millones y medio de trabajadores
mexicanos a la Unión Americana. Es de esperar por tanto que otro millón 240 mil sean el cúmulo de desempleo
abierto urbano existente en la nación al término del 2007. Un gigantesco
ejército industrial de reserva, que supone el aumento de la violencia, el
vandalismo, la vagancia, el ambulantaje y la economía informal.
3. EMIGRACIÓN DE TRABAJADORES MEXICANOS A LOS EE.UU.
La emigración es un tema muy antiguo en el país, desde Manuel Gamio en adelante
se dan estudios relativos al origen de este fenómeno. Muy posiblemente se haya
iniciado desde el siglo XIX durante las guerras de independencia en adelante,
donde la inestabilidad social, política y económica de la nación, así como las
guerras de independencia y de Reforma, y las intervenciones extranjeras causaron
que se iniciara el éxodo a la Unión Americana.
Un antecedente importante es el Programa Bracero que celebran México con los
Estados Unidos de América en 1942 y que dura hasta 1964. Este programa fortalece
las redes de migración que se dan entre ambas naciones. Redes fortalecidas
históricamente por lazos de consanguinidad y fraternidad, donde se establecen
agentes facilitadores que permiten el acceso de un lado de la frontera a otro
(López, 2007; 99 en medio). La tradición migrante de trabajadores mexicanos a la Unión Americana se da más
en las entidades donde existen las casas de contratación, normalmente en las
estaciones de ferrocarriles y muy especialmente en el occidente del país . Es
donde se fortalecen más las redes de migración. Es una de las razones que
explican la persistencia y prominencia del fenómeno en esta región.
En el mapa 1 puede verse cuáles son las entidades que presentan con mayor
intensidad este fenómeno, sus derroteros y los principales puntos de cruce en la
frontera, como su participación relativa de las principales entidades que
recientemente aportan mayores contingentes al fenómeno.
Mapa 1:
Emigración y principales derroteros a la Unión Americana por entidad expulsora,
2005. Fuente: Bajado de la Internet del portal de CONAPO (www.conapo.gob.mx) el 12
enero 2006. Tomado de Salgado (noviembre 2007).
En el cuadro 1 se presenta el grado de intensidad migratoria a los Estados
Unidos según entidad federativa de residencia en el 2000 indica que Durango
Guanajuato, Michoacán de Ocampo, Nayarit y Zacatecas (García y Sánchez, 2007; 79
– 97), presentan los índices más altos en cuanto la intensidad emigratoria se
refiere. Nótese cómo 3 de los 5 son estados del occidente del país.
Con una intensidad alta aparecen las entidades de Aguascalientes, Colima,
Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Morelos y San Luis Potosí. De los 7 otros 3 son de
la región del occidente de México. Por tanto, las 7 entidades que componen la región occidente presenta una
intensidad migratoria muy alta (Guanajuato, Michoacán de Ocampo, Nayarit y
Zacatecas) y alta (Aguascalientes, Colima y Jalisco). Es de hecho, de toda la
nación, la región donde el fenómeno se presenta con mayor intensidad.
Contrario, las entidades con muy baja intensidad son: Campeche, Chiapas, el
Distrito Federal, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán. Nótese cómo de las 6
entidades 5 son del sur del país. Le siguen aquellas entidades que presentan solo baja intensidad migratoria: Baja
California Sur, México, Nuevo León, Sonora, Tlaxcala y Veracruz.
Interesante es suponer que las entidades del sur del país, presentan una muy
baja intensidad del fenómeno a razón de no estar vinculadas a los mercados de
trabajo norteamericanos, puesto que no se formaron fuertes redes de migrantes al
no existir casas de contratación, dada la insuficiente de redes de comunicación
ferroviaria, no se olvide que en las estaciones del ferrocarril se establecen
dichas casas de contratación.
Por otra parte, las otras entidades que presenta baja intensidad del fenómeno
bien se explica por tratarse de entidades con mayor desarrollo económico y su
grado de articulación a los principales mercados de trabajo del país.
En el mapa 2 se presentan las entidades según intensidad migratoria a Estados
Unidos por entidad federativa para el año 2000. Evidentemente es la expresión
geográfica del cuadro 1. Se observa cómo las regiones aparecen muy focalizadas
donde destaca el occidente y el sur con uniformidad en el fenómeno y como casos
extremos. MAPA 2: México, grado de intensidad migratoria a Estados Unidos por entidad
federativa, 2000 Fuente: CONAPO, Colección Índices Sociodemográficos. Índices de Intensidad
Migratoria, 2000 México-Estados Unidos, 2002.
El siguiente cuadro 2 presenta por entidad federativa como por municipio, la
población como el número de hogares involucrados a nivel entidad como por
municipio para el año 2000. Lo destacable es el número lo representativo que es el fenómeno en cuanto muy
alta y alta intensidad. 5 entidades del país presentan una intensidad muy alta y
7 como alta. Representan entre ambas categorías el 31% de la población del país,
como a una proporción igual de hogares involucrados. Estas 12 entidades
contienen el 20% de los municipios del país.
En el siguiente mapa 3 se pueden ver los polígonos municipales según grado de
intensidad del fenómeno migratorio para el 2000, Se observa de nuevo que guardan
patrones de concentración dispersión de donde destaca que el sur presenta la
menor intensidad, mientras que el centro occidente del país nuestra una mayor
intensidad del fenómeno. Es de esperar que los municipios con muy alta
intensidad sean municipios con bajo dinamismo económico pero con cercanía a las
redes terrestres de comunicación que posibilita el fenómeno migrante, y donde
existen redes migratorias bien consolidadas, posiblemente por el antecedente de
las casas de contratación ubicada en redes férreas colindantes a las
municipalidades de interés.
MAPA 3: México, grado de intensidad migratoria a Estados Unidos por municipio,
2000 Fuente: CONAPO, Colección Índices Sociodemográficos. Índices de Intensidad
Migratoria, 2000 México-Estados Unidos, 2002.
El fenómeno migratorio en los cuadros 1 y 2 anteriores es para el año 2000. Se
debe considerar que el fenómeno se intensifica para todo el país a partir de
dicho año donde se estima de 2000 a 2007 han cruzado la frontera alrededor de 3
millones 500 mil mexicanos en busca de trabajo. Por ello, un reflejo de este
aumento en la intensidad del fenómeno migratorio es el comportamiento y
evolución de las remesas familiares. 4. EVOLUCIÓN DE LAS REMESAS FAMILIARES
El incremento sustantivo reciente de las remesas familiares, según lo afirma el
Banco de México, se debe a una mejor notificación de las mismas, que da una
mayor cobertura de los registros, debido a que desde el 2000 se establece una
metodología entre las empresas receptoras para mejorar la calidad de la
información, así como en el 2002 se dan algunas regulaciones a las mismas para
abatir los costos de transacción, como al genuino y sustancial incremento de la
intensidad del fenómeno migratorio. Las principales vías de envío son los medios electrónicos, Money orders y otros
como son los envíos personales o en bolsillo de quienes regresan al terruño. Más
del 98% lo hacen de forma electrónica, más que todo, vía traspaso de una cuenta
a otra de tipo interbancario. Es importante distinguir la evolución histórica de las remesas familiares para
dos periodos: el primero de 1990 a 2000, donde no existen políticas de
estabilización económica, y el segundo de 2000 a 2008 donde ya se aplican.
En el primer periodo se observa que las remesas rondan entre 2 494 y 6 573
millones de dólares. Con una tasa de crecimiento ascendente pero moderada
(véanse cuadro 3 y gráfica 1). Es a partir del año 2000, precisamente cuando se
implementan las políticas de estabilización económica en México, que la
evolución de las remesas repunta presentando un nuevo patrón ascendente pero
exponencial. Desde luego, este inusitado incremento tan acelerado en los envíos de remesas
familiares de trabajadores mexicanos residentes en la Unión Americana, a su
hogares en el país, se explica por el también inusitado incremento del desempleo
y con ello de la emigración de trabajadores nacionales hacia el vecino del
norte. Años 2007 y 2008 estimaciones propias
En el cuadro 3 se observa cómo la tasa de crecimiento a partir del año 2000 se
vuelve muy alta, así como se normaliza en el valor de 25% a partir de 2005. Lo
que nos dice que es un fenómeno que viene a crecer exponencialmente, de forma
muy acentuada y acelerada. Efecto inminente del aumento de la intensidad
migratoria ante la ausencia drástica de empleo urbano.
Gráfica 1:
El desempleo que causan las políticas de estabilización económica es el causal
de que el fenómeno migratorio presente un sustancial incremento en su
intensidad, y con ello, paralelamente, también el aumento de la recepción en el
país de mayores montos de remesas familiares. Ahora bien, la cuestión de interés
es saber cómo se reparten en las entidades federativas y las regiones del país,
especialmente para la región occidente. 5. REMESAS FAMILIARES Y DESARROLLO REGIONAL
Las remesas en el 2006 representan ante otras fuentes de divisas las
proporciones que se ilustran en la siguiente gráfica 2, donde se aprecia al
superávit comercial del sector petrolero, a los ingresos por viajeros
internacionales (parte principal del turismo internacional), y a la inversión
extranjera directa. Para el 2007 las mismas rebasan el valor de las
exportaciones del sector exportador, como para el 2008 a su vez se estiman son
mayores a las exportaciones de petróleo.
Gráfica 2:
Fuente: Banco de México (Op. cit).
El Banco de México declara que de las entidades federativas en que las remesas
familiares son más elevadas, son precisamente aquellas cuyo crecimiento
demográfico es nulo. Esto se explica por cuestiones principalmente sociales
puesto que aún tratándose de Estados cuya crecimiento natural de su población
(los que nacen menos los que mueren), es positivo, el crecimiento social (los
que vienen menos los que se van), es negativo. Ambos balances, del crecimiento
natural como social se anulan causando un crecimiento demográfico nulo. En otras
palabras, las remesas son mayores para las entidades donde el saldo migratorio
es negativo (Gráfica 3). Gráfica 3:
Fuente: El Banco de México (Op. cit.)
En el siguiente cuadro 4 se tienen para los años de 1995, 2003 y 2008 (este
último estimado), la participación absoluta como relativa del monto de las
remesas recibidos por entidad federativa, así como su evolución para un primer
periodo que en este caso va de 1995 a 2003 y otro segundo que parte de 2003 a
2008. De este cuadro se destacan las entidades que de 1995 a 2007 mantienen una línea
ascendente en la intensidad migratoria como en la intensidad en la recepción de
remesas familiares, escalando los primeros lugares del país. En esto se tiene al
Estado de México que pasa del lugar 7 en 1995, al lugar 4 para el 2003 y
finalmente toma el lugar 1 de la República para el 2008. El aumento en la
intensidad migratoria y de recepción de remesas para el Estado de México se
explica por el incremento del desempleo abierto urbano, la caída de importantes
subsidios y subvenciones al área metropolitana de la ciudad de México, como
parte, precisamente de las políticas de estabilización económica.
Le sigue Veracruz que pasa para los mismo años del lugar 15 al 7 y finalmente al
2. Esta entidad, en el proceso de integración y globalización no logra con
articular su economía a los mercados internacionales, con excepción de los
puertos de Veracruz y Coatzacoalcos. Contiene regiones donde impera la economía
primaria, de fuerte sesgo rural, y la suspensión de subsidios al campo, así como
las reformas al artículo 27 constitucional y la tácita desaparición del ejido,
causan que el fenómeno migratorio como la recepción de remesas familiares
adquiera mayor intensidad, siendo que Veracruz cuenta con un sistema de
comunicaciones terrestres bien consolidado.
En tercer lugar aparece Michoacán de Ocampo quien ocupaba tradicionalmente el
lugar 1 y ahora ocupa el lugar 3. Esta entidad por tener tradicionalmente una
alta intensidad migratoria y en la recepción de remesas familiares, no ve un
incremento sustantivo del fenómeno ante la implementación de las políticas de
estabilización, por lo que su paso del 1 al 3 lugar no es efecto de un cambio en
la intensidad migratoria que observa, sino que ésta comparativamente a la de
otras pierde valor relativo. No obstante, no se puede afirmar que Michoacán
observa una disminución del fenómeno migratorio.
Guanajuato también pasa del lugar 3 al 4, precisamente por las mismas razones
que se dan en Michoacán de Ocampo. Jalisco pasa del lugar 2 al 5 lugar por
razones similares. En la siguiente gráfica 4 se presentan las participaciones absolutas como
relativas de las remesas familiares en el PIB para el año de 2006. Es de esperar
que esta composición no haya cambiado significativamente en los siguientes dos
años, así como no cambia la respectiva participación relativa de la emigración
como porcentaje de la población nacional.
Nótese cómo la región occidente del país, donde hay la mayor intensidad del
fenómeno migratorio, es a su vez la región que tienen la mayor captación de
remesas (47.6% del PIB). Casi la mitad de las remesas captadas en el país
llegaron a las entidades que integran el occidente de México. Contrario, la
región del sur del país, siendo la más pobre y con mayor crecimiento
demográfico, su recepción es mínima, con excepción de Chiapas que percibe el
5.6% del PIB (de 2.1%). Es de esperar que Quintana Roo y Yucatán que reciben
fuertes montos de inversión nacional como extranjera observen una menor
intensidad del fenómeno, mientras que Chiapas (5.6%), igual que Guerrero (8.1%)
y Oaxaca (9.3) tengan una mayor participación. Entre Guerrero, Oaxaca y Chiapas
captan el 23% del PIB, casi la cuarta parte de las remesas que ingresan a la
nación. Gráfica 4:
Fuente: El Banco de México (Op. cit.)
Por tanto, el occidente de México, como la región sur son las áreas donde se
tiene la mayor captación de remesas familiares, que entre ambas regiones
observan el 70.6% del PIB. Aparece la región centro –oriente del país, que se integra por Morelos (7.7%) ,
Tlaxcala (5.3%), Puebla (4.6), Hidalgo (4.5%), y Veracruz (4%), que entre las 5
representan el 22.1% del PIB. Esta es la tercera región en importancia, cuyo
lugar en cuanto intensidad del fenómeno de la emigración de trabajadores a la
Unión Americana, como en materia de recepción de divisas es casi similar a la
del sur del país y sus causales son similares a los de esta región. Ambas
regiones, sur y centro – oriente muestran mayor vulnerabilidad en sus mercados
laborales a las políticas de estabilización económica, y con ello lo referente a
la emigración y la captación de remesas familiares.
Las tres regiones con mayor intensidad en el fenómeno en el país queda como se
ve en el mapa 4, donde en color verde aparece la región occidente, con color
rojo la región sur y con color café la región centro – oriente.
Mapa 4:
Fuente: Mapa original bajado del Internet con adecuaciones propias.
CONCLUSIÓN Y PRINCIPALES HALLAZGOS
Como principales conclusiones del presente trabajo se tiene que los principales
factores que explican el incremento reciente de las remesas familiares en México
son: Primero, el efecto que las políticas de estabilización económica tienen en la
generación de nuevos empleos. Segundo, las bajas remuneraciones en el mercado
laboral formal, que agravan la tasa salarial comparativa entre los Estados
Unidos de América y México en proporciones de 12 a 1, respectivamente. Tercero,
el fortalecimiento de las redes internacionales de migración entre ambas
naciones. Cuarto y último, se debe tener en cuenta el alto crecimiento
demográfico del país no compatible con el bajo dinamismo económico.
Mientras exista la política de indización del salario mínimo nominal a la
inflación nominal, se puede esperar que el fenómeno de la emigración de
trabajadores mexicanos a la Unión Americana persista, así como sigan operando
las políticas actuales de estabilización económica.
Las políticas de estabilización económica afectan más a entidades que
tradicionalmente no presentan un fenómeno migratorio como de recepción de
remesas de forma intensa, que a las regiones cuyo fenómeno es tradicionalmente
intenso. Se observa a su vez que de alguna u otra forma las políticas de estabilización
económica afectan a todas las entidades federativas en el fenómeno de estudio, y
que el sur presenta cierta invulnerabilidad, no del todo, al respecto. Mientras
que el occidente mantiene su alta intensidad migratoria como en la recepción de
remesas familiares desde tiempos previos a dichas políticas por lo que se puede
afirmar que el fenómeno no del todo le afecta. Sin embargo otras entidades donde
el fenómeno no es tan significativo, ahora se ven las más afectadas.
Esta emigración necesariamente pone a tela de juicio la sustentabilidad social
de la integración de México hacia América del Norte, donde existiendo un tratado
de libre comercio, se carece de un acuerdo trinacional migratorio como en
materia laboral, similar al vigente en la Unión Europea.
Las divergencias regionales en el nivel de desarrollo de las naciones que se
integran al bloque comercial de América del norte (Canadá, Estados Unidos de
América y México), son un factor muy determinante en establecer los derroteros
de la migración regional, causando flujos de sur a norte, de la nación menos
desarrollada a aquella más industrializada.
Contraparte, las remesas familiares que ingresan al país tienen un efecto
favorable para el desarrollo regional del país, favoreciendo desde luego a las
entidades con menor crecimiento demográfico y con mayor intensidad del fenómeno
migratorio. Mejoran el nivel de ingreso de las unidades familiares, como su nivel de consumo
y calidad de vida, financiando principalmente proyectos habitacionales e
incentivando el empleo en el sector de la construcción.
También invierten en capital humano donde destaca la inversión en educación y
salud. En otras ocasiones, las remesas se aportan a fondos de financiamiento de
empresas familiares y pequeños talleres. Las remesas por otra parte, llegan a
los hogares como a los lugares más humildes del país aminorando la pobreza.
La emigración por su parte, le resta peso a la oferta de trabajo en el país lo
que mejora el nivel real de las remuneraciones, como resta presión social y
política al tema del desempleo. Las regiones del país donde la recepción de remesas es mayor son el occidente
como el sur. La primera con una emigración más tradicional, y cuyo grado de
participación es anterior a la implementación de las políticas de estabilización
económica, y que por ello, no obstante su alta recepción, es una región que
muestra mayor vulnerabilidad a los efectos de las mencionadas políticas, y la
segunda región, el sur, con un fenómeno migratorio más reciente, que muestra la
más alta vulnerabilidad a las políticas de estabilización económica en cuanto
que son causales principales del aumento sustantivo de la emigración de
trabajadores locales a la Unión Americana.
No obstante, el tema de la migración es más que nunca un tema delicado de la
política social y económica de México que rebasa las fronteras nacionales, e
implica una atención bajo la colaboración de las naciones involucradas como
emisoras y receptivas, creando agendas de relaciones internacionales donde se
procure su digna atención.
NUEVAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN:
La presente investigación abre algunas nuevas interrogantes al respecto del
impacto de las remesas familiares en el desarrollo regional, entre las que se
destacan las siguientes:
Primero se tiene que existen tres regiones en México que tienen la más alta
intensidad en cuanto al fenómeno de la emigración de trabajadores mexicanos a la
Unión Americana: el occidente, integrado por 7 entidades federativas
(Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit y Zacatecas);
como el sur que se compone de 3 entidades (Guerrero, Oaxaca y Chiapas).
Finalmente el centro – oriente del país que se integra por 5 entidades
federativas: Morelos, Tlaxcala, Puebla, Hidalgo, y Veracruz.
La primera cuestión que surge de interés es saber ¿por qué el occidente del país
muestra mayor vulnerabilidad de las políticas de estabilización económica
respecto a la intensidad de emigrantes y flujo de remesas familiares?
La segunda cuestión que nos ocupa es saber ¿por qué el sur como el centro –
oriente del país cuyo incremento en la intensidad migratoria como en la
recepción de remesas familiares, fenómeno a su vez reciente (de 2000 hacia
delante), muestra una mayor vulnerabilidad a las políticas de estabilización
económica implementadas desde el 2000 en México?
Se parte del supuesto que dice que de estas tres regiones con mayor intensidad
del fenómeno migratorio y de la recepción de remesas familiares, se destaca la
primera, el occidente del país, la que en su larga tradición migrante
fortalecida por redes que desde inicios del siglo XX se viene multiplicando y
fortaleciendo mediante lazos de consanguinidad y fraternidad, la emigración
finalmente resulta ser un componente de contingencia económica importante para
los hogares de dicha región. Su dependencia de los mercados laborales nacionales
es menor y su facilidad de ingresar a mercados de trabajo de la Unión Americana
le otorga mayor vulnerabilidad ante cualquier vaivén de la economía nacional.
Por ello, las políticas de estabilización en la región no impactaron de forma
significativa el fenómeno de interés. Por lo contrario, las regiones sur y centro - oriente del país, con menos
tradición migrante y por tanto, con menores redes migratorias, más dependientes
de los mercados laborales nacionales como de la subvención estatal, ante el
impacto de las políticas públicas de estabilización económica, el fenómeno de
emigración de trabajadores a la Unión Americana, como la intensidad de recepción
de remesas familiares muestra mayor vulnerabilidad al intensificarse
sustancialmente el fenómeno, especialmente de 2000 en adelante.
Así las cosas, las tres regiones muestran desde tiempo atrás contener entidades
con tradición migrante, solo que el occidente tradicionalmente también muestra
una persistencia histórica en cuanto intensidad del fenómeno. Las redes de
migrantes por tanto son más fuertes como diversas en el occidente que en el
centro – oriente y el sur. La economía que generan los braceros en sus terruños
se presenta como arma de contingentación ante cualquier restricción y rigidez en
los mercados de trabajo locales. En sí la región laboralmente hablando esta
altamente articulada a los mercados laborales del vecino del norte. Contrario,
en el sur y el centro - oriente, al ser menor el fenómeno migratorio, como de
recepción de remesas familiares, muestran mayor dependencia, y con ello,
vulnerabilidad, de los mercados laborales del país.
Por otra parte, influye el nivel de desarrollo alcanzado por las entidades
federativas que componen cada una de las dos regiones aquí tratadas, puesto que
el occidente tienen mayor vínculo a los principales mercados nacionales como
internacionales, mientras que el centro – oriente y el sur muestra los mayores
índices de exclusión social, económica y política.
FUENTES:
1. BANCO DE MÉXICO (26 nov. 07) Las remesas familiares en México: Inversión de
recursos de migrantes, resultados de las alternativas vigentes, (México, febrero
2 de 2007). Bajado de la Internet del portal oficial del Banco de México:
http://www.banxico.org.mx/documents/%7BA5443598-2DF0-815D-4077-A416D3429AA9%7D.pdf
2. BANAMEX (febrero 2007) Examen de la situación económica de México. Volumen
LXXXIII, febrero 2007. No. 971. México. Pp. 40.
3. Calva, José Luis (Coord., 2007) Políticas de desarrollo regional. Colección
Agenda para el desarrollo. Vol. 13. Editorial Porrúa. UNAM y Cámara de
Diputados. México. 390 páginas. 4. CONAPO (2002) Colección Índices Sociodemográficos. Índices de Intensidad
Migratoria, 2000 México-Estados Unidos, México.
5. García Zamora, Rodolfo y Sánchez Barbosa, Xochiquetzally (2007) “Migración
internacional y desarrollo. Oportunidades y desafíos para Zacatecas” en Calva,
José Luis (Coord.) Políticas de desarrollo regional. Colección Agenda para el
desarrollo. Vol. 13. Editorial Porrúa. UNAM y Cámara de Diputados. México. Pp.
79 – 97. 6. López Castro, Gustavo (2007) “Migración, desarrollo y regiones” en Calva,
José Luis (Coord.) Políticas de desarrollo regional. Colección Agenda para el
desarrollo. Vol. 13. Editorial Porrúa. UNAM y Cámara de Diputados. México. Pp.
98 – 122. 7. Salgado García, Lorenzo (noviembre 2007) La migración en México, sus remesas
y el destino económico - social: 2000 - 2006. Ponencia presentada en el “Cuarto
Encuentro Internacional Virtual sobre Migraciones, causas y consecuencias
sociales y económicas”, organizado por el grupo Eumed.Net del 06 al 24 de
noviembre de 2007, mediante la plataforma electrónica de la Universidad de
Málaga. Disco compacto en posesión del Dr. Juan Carlos Martínez Coll
(lisette@eumed.net) P. 15.
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