Anna María Fernández Poncela
Doctora en Antropología Cultura, profesora de la Universidad Autónoma Metropolitana, CDMX, México
Resumen
El propósito de este artículo es observar el papel de la familia en la actualidad de forma integral. Mostrar como la familia puede ser parte de la felicidad y del desarrollo personal individual y colectivo, y también puede formar parte de las relaciones violentas y destructivas de la persona y de la institución. Para alcanzar dicho objetivo se revisa una selección de datos cuantitativos oficiales para el caso de México en los últimos años. Como resultado se comprueba que efectivamente la familia puede ser una institución salvadora de sus integrantes, y también puede ser un verdugo para sus miembros.
Abstract
This article purpose to observe the role of the family currently in a comprehensive manner. Show how family can be part of happiness and personal development individual and collective, and can also be part of the violent and destructive relationships of the person and of the institution. To achieve this goal is reviewed a selection of quantitative data for the case of Mexico in recent years. As a result, effectively the family can be a savior of its members institution, and it can also be an executioner for members is checked.
Palabras clave: familia, felicidad, sufrimiento, México.
Key words: family, happiness, suffering, Mexico.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Anna María Fernández Poncela (2018): “Familias: salvadoras o verdugos”, Revista TECSISTECATL, n. 23 (diciembre 2018). En línea:
https://www.eumed.net/rev/tecsistecatl/n23/familias.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/tecsistecatln23familias
I. Introducción
La familia o las familias, como suele nombrarse últimamente a esta institución básica de la sociedad -desde los años 90 en México-, están en continuo cambio como la vida misma. Sin embargo, los estudios actuales se centran en las transformaciones económicas y sociales, políticas y culturales, sociológicas y educativas, básicamente. Además del acercamiento que existe hacia la violencia en el seno de las mismas. Sobre dicho tema nos detendremos en este trabajo, sin embargo, el objetivo es observar a esta institución con sus claro oscuros, es decir, con su papel de salvadoras y fuente de felicidad, así como su papel de violentadoras y fuente de sufrimiento. Porque las dos realidades existen. Hay familias en donde tiene lugar una de ellas, en otras se abarca a ambas combinadas.
Para ello se revisa el papel que la familia juega en cuanto a institución más confiable y fuente de felicidad según encuestas en los últimos años en la sociedad mexicana realizadas por algunas instituciones y básicamente el INEGI a partir del año 2012, esto por un lado. De otro lado, y también por medio de estudios de opinión pública hechos por el DIF y el INEGI, entre otras entidades, se presentan datos sobre la violencia intrafamiliar, esto es, entre los miembros de la familia y a su interior, la violencia hacia las mujeres de parte de sus parejas, así también a la inversa, y la violencia de las personas adultas hacia la infancia y hacia las personas mayores.
Ambas realidades y miradas existen, si bien en la sociedad y sus reproductores ideológicos -medios, política, escuela, religión, familia- la primera visión es la que prima a nivel de discurso generalizado, no encajando muchas veces con las vivencias internas y experiencias externas y relacionales de las personas, o simplemente sin ser percibidas las contradicciones por éstas.
La violencia provoca dolor y sufrimiento, entre otras cosas. Su ocultamiento violenta. El no tener en cuenta la otra cara de la moneda, o sea la felicidad, también es violencia. Hay que reconocer la intensificación de la investigación hacia la violencia, las instituciones, legislaciones y programas en torno a su prevención en nuestra sociedad y en nuestros días, lo cual es más que loable, aunque no por ello disminuye o se erradica. Todo esto conlleva un discurso que reitera su incidencia, que no justifica sino que acusa.
Las dos realidades y perspectivas que presentamos se experimentan en la población, más allá de las investigaciones, no obstante que los estudios son quienes interrogan a la población, pueden ser consideradas como prototípicas, mismas que no en todos los casos encajan en las percepciones y experiencias de la población misma. Lo que aquí interesa más que el recorrido de datos e información que tiene lugar a lo largo de estas páginas, es que nos demos cuenta que las dos visiones que existen en nuestro país y en nuestros días.