TECSISTECATL
Vol. 1 N�mero 2, julio 2007

 NUMERO DOS
Junio 2007

LA NUEVA CORRELACI�N DE FUERZAS PARA LA GOBERNABILIDAD DEL ESTADO, EL MERCADO Y LA SOCIEDAD

Jos� G. Vargas Hern�ndez, M.B.A.; Ph.D.
Instituto Tecnol�gico de Cd. Guzm�n
jgvh0811@yahoo.com

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Resumen

 En este trabajo se analiza las relaciones de la gobernabilidad existentes entre el Estado, el mercado y la sociedad bajo el entorno de los procesos de globalizaci�n econ�mica. Primeramente se esbozan algunos de los principales elementos que subyacen en las estructuras de gobernabilidad para posteriormente analizarlas en forma separada. A pesar de las tendencias neoliberales que limitan las funciones y actividades del Estado, su participaci�n sigue siendo fuerte para regular los procesos econ�micos. Se determina que el equilibrio entre el poder del Estado, el dinero del mercado y las formas de creencias de la sociedad civil, son importantes para que funcione el mercado, es decir, se requiere el balance entre el mercado, el sector privado y el gobierno o el Estado.

 Palabras clave: Estado, globalizaci�n, gobernabilidad, mercado, sociedad

Abstract

This paper analyzes existing governance relationships among the State, market and the society under the environment of economic globalization processes. First able, it is drawn the core elements underlying the structures of governance to be analyzed in separated form. Despite the neoliberal tendencies which limit the State functions and activities, its participation continues to be strong to regulate the economic processes. It is determined that the equilibrium between the State power, the money of the market and the belief forms of civil society, are important to the functioning of the market. It is said that it is required a balance between the market, the private sector and the government or the State.

Key words: State, globalization, governance, market, society.

 

Relaciones de gobernabilidad entre el Estado, el mercado y la sociedad

Los mercados, el Estado y la sociedad funcionan con instituciones y reglas. Las instituciones y las normas constituyen la base del funcionamiento interrelacional  que determina el grado de racionalidad instrumental entre los diferentes actores del Estado (gobiernos, bur�cratas, pol�ticos, etc.) el mercado (propietarios privados) y la sociedad civil. El Estado, el mercado y la comunidad son mecanismos de coordinaci�n y gobernabilidad imperfectos, que presentan cada uno diferentes ventajas y desventajas, pero que se complementan. Las sociedades son m�s cohesivas y plurales a medida que se alejan de la gobernabilidad reluctante.

La econom�a de mercado, la sociedad y el Estado funcionan eficientemente cuando se dan las instituciones que se requieren para la gobernabilidad. El redimensionamiento del Estado elimin� o limit� muchas de sus funciones, capacidades y redifini� sus relaciones con el mercado y la sociedad. El buen gobierno, esencia de la gobernabilidad democr�tica se centra en los procesos de formulaci�n y ejecuci�n de pol�ticas p�blicas creadoras y reguladoras de instituciones y mecanismos que permitan a los actores colectivos, acordar, negociar y asumir funciones de vigilancia de la esfera p�blica.

Una perspectiva m�s visionaria es la que puede equilibrar las funciones de los mercados, los Estados y la sociedad civil, de tal forma que evite los excesos regulatorios y se redise�en las estructuras para transparentar y normalizar los sistemas de informaci�n y de contabilidad. El equilibrio entre el poder del Estado, el dinero del mercado y las formas de creencias de la sociedad civil, es importante para que funcione el mercado, es decir, se requiere el balance entre el mercado, el sector privado y el gobierno o el Estado.

La crisis del Estado de Bienestar es empujada por nuevas correlaciones del poder de los actores involucrados que se multiplican y que se interrelacionan con las organizaciones pol�ticas. Las relaciones entre Estado, sociedad y mercado se han redefinido en las �ltimas d�cadas para lograr el equilibrio fiscal, bajo un enfoque pol�tico cultural denominado neoliberalismo caracterizado por un retiro forzado del Estado de las actividades econ�micas que se concentran en le mercado considerado como el mejor asignador de los recursos sociales, liberador de las relaciones sociales  y disciplinador de los comportamientos sociales.

Las corrientes neoliberales y neoestructuralistas alcanzaron un cierto nivel de consenso en sus propuestas sobre las funciones del mercado y del Estado en la d�cada de los noventa del siglo pasado, sobre la base de un reconocimiento de que son elementos complementarios m�s que antag�nicos, capaces de desarrollar una relaci�n arm�nica facilitadora de procesos de desarrollo. Para los neoliberales, el mercado es el mejor asignador de los recursos y el Estado debe jugar un papel subsidiario, mientras que la sociedad civil se conforma por un conjunto de organizaciones y agrupaciones de individuos que en forma voluntaria logran objetivos conjuntos.

Powell (1990) distingui� la red organizacional de los mercados y las jerarqu�as. Las organizaciones no del mercado son aquellas cuyos resultados no son evaluados en los mercados externos a las organizaciones por medio de transacciones voluntarias, usan tecnolog�as para producir resultados que son dif�ciles de evaluar y su �xito descansa en la habilidad para satisfacer criterios de evaluaci�n determinados socialmente por lo que busca legitimarse a trav�s de la conformidad con pr�cticas organizacionales.

Los valores sociales compartidos favorecen el sentido de pertenencia, fortalecen la identidad comunitaria y sustentan el mercado y el estado como mecanismos de integraci�n y ordenamiento social. El nuevo modelo de crecimiento econ�mico centrado en el empresario privado que act�a en el mercado, ha desacreditado al Estado, desvalorizado la esfera p�blica y se apoya en la acci�n dentro de determinado l�mites de la sociedad civil.

El mercado de las empresas transnacionales es el mercado mundial o global, pero sus centros de decisiones y control de todas sus operaciones mundiales se ubican en corporativos asentados dentro de un territorio que corresponde a un Estado imperial. En la l�gica territorial, las redes de pol�ticas p�blicas delimitan las relaciones entre el Estado, el mercado y la sociedad. Por lo tanto, si la globalizaci�n est� m�s relacionada con el mercado que con el Estado, entonces el dualismo Estado-mercado se vincula al dualismo nacional-global.

La l�gica de una econom�a global prevalece en el mercado mientras que la l�gica del Estado prevalece en lo pol�tico. La preeminencia del mercado m�ximo se combin� con Estado y democracia m�nima, cada vez m�s reducida a hacer funcional el Estado y el sistema pol�tico en la gesti�n de las reformas necesarias a la desregulaci�n y a la extensi�n del mercado.  La revoluci�n en pol�tica con el triunfo de los mercados ha sido m�s profunda que inclina a los gobiernos de los pa�ses a abrazar la econom�a global.

Si se mira al Estado neoliberal como una continuidad del Estado Benefactor, se legitima la nueva correlaci�n de fuerzas sociales que surge de las transformaciones del capitalismo y se establecen la estructura y la infraestructura para la creaci�n de Estado transnacional. La conexi�n entre los procesos de globalizaci�n y la gobernabilidad se relaciona con la presi�n que la globalizaci�n pone sobre las naciones en t�rminos de competitividad, la cual puede ser mejorada por los gobiernos mediante el incremento de la eficiencia de las instituciones de gobierno capaces de trasladar en los mejores servicios sociales a la ciudadan�a en retorno de sus aportaciones fiscales.

La reforma del Estado es un proceso pol�tico que modifica las relaciones del poder mediante los cambios institucionales que pueden ser funcionales, materiales y de dominaci�n, as� como los intereses de los diferentes actores pol�ticos y agentes econ�micos, es decir, se modifican las interacciones entre la sociedad, el Estado y el mercado para adecuarlas a las exigencias del modelo de desarrollo econ�mico y a los procesos de globalizaci�n econ�mica.

La reforma del Estado pretende reasignar las funciones del Estado a la sociedad para cumplir los requerimientos del desarrollo. El Estado se transforma mediante procesos de democratizaci�n y por la forma en que la sociedad civil se organiza para garantizar la fundamentaci�n pol�tica.

Con la crisis ideol�gica del neoliberalismo que tiene implicaciones con la crisis econ�mica y social que debilita los sistemas pol�ticos, se cuestionan los principios del libre mercado, se promueven las acciones de la sociedad civil y se reivindican las funciones complementarias del Estado. El aperturismo comercial a ultranza promovido por el Banco Mundial exigido mediante el otorgamiento de cr�ditos, tienen profundos impactos econ�micos, sociales y pol�ticos porque modifican la correlaci�n de las fuerzas con miras a una integraci�n siempre asim�trica y disfuncional con los pa�ses m�s avanzados.

Para solventar este d�ficit, la �segunda generaci�n� de reformas del Estado se propone desde la segunda mitad de los noventa, lograr el cambio y el desarrollo de las instituciones aunado a una nueva gesti�n publica que inciden en el perfeccionamiento del sistema pol�tico democr�tico, del Estado de derecho y de la relaci�n entre Estado y sociedad. Las instituciones no son objetos en s� mismas y su existencia es meramente abstracta, no tienen objetivos, aunque cumplen importantes funciones sociales. Las instituciones son el marco de constricciones e incentivos en el que se produce la interacci�n social. Se corresponden con determinadas correlaciones o equilibrios de poder y viven y se apoyan en nuestros modelos mentales, valorativos y actitudinales.  

Las correlaciones de que depende el cambio institucional son excesivamente complejas como para permitir su planeamiento v�lido. Los cambios pol�ticos se orientan a elevar la calidad de las instituciones mediante procesos de flexibilizaci�n econ�mico pol�ticos que absorben la incertidumbre del entorno.

La sociolog�a pol�tica y el institucionalismo de la ciencia pol�tica fundamentaron conceptualmente la noci�n del buen gobierno empujando la instauraci�n de procesos de gobernabilidad democr�tica y el an�lisis de los procesos de informalizaci�n de la pol�tica. Los instrumentos del institucionalismo se aplican a la ciencia pol�tica en el an�lisis de los procesos de disoluci�n  como una inevitable acci�n de diferenciaci�n social latinoamericana. A pesar de la ret�rica neoliberal en los c�rculos de negocios y gobiernos contempor�neos latinoamericanos existe una interdependencia y complementariedad necesaria entre el Estado y el Mercado como en cualquier sociedad capitalista.

La lucha contra el neoliberalismo es tambi�n contra  la mercantilizaci�n del mundo. Los nuevos movimientos sociales intentan la construcci�n de un modelo alternativo al proyecto hegem�nico neoliberal mediante pr�cticas y estrategias de resistencia y organizaci�n en redes que aceptando el principio de la diversidad cultural, �tnica, ideol�gica, pol�tica y social, se orientan a modificar la correlaci�n de fuerzas para preparar una transici�n.

La nueva correlaci�n de fuerzas del mercado, la sociedad y el Estado han estado marcadas por varios procesos vinculados a una transici�n pol�tica. La propuesta es de tener  un mercado fuerte, una sociedad fuerte y un Estado fuerte  como condiciones necesarias para esta nueva correlaci�n de fuerzas. La teor�a de transiciones encuentra barreras institucionales para consolidar la democracia que no se corresponde necesariamente con una pol�tica moderna, ni tampoco con una mejor distribuci�n de la riqueza.

La dificultad consiste en guardar el equilibrio conveniente entre Estado y mercado. El contenido del Estado es s�lo garantizar al mercado la posibilidad de ejercer su funci�n sin obstaculizar su trabajo y protegerlo de injerencias ajenas (Estefan�a, 2002). No obstante, la delimitaci�n de su campo de acci�n frente al del Estado y del mercado es difusa y sujeta por tanto a relaciones de convivencia y diferenciaci�n complejas.

Las relaciones entre el mercado y el Estado pueden ser orientadas por la gobernabilidad democr�tica que sirve de sustento a la gesti�n social mediante la cooperaci�n de las instituciones nacionales que regulan los mecanismos de distribuci�n equitativa de los recursos. La democratizaci�n del Estado y Nueva Gesti�n P�blica son procesos que se correlacionan y se adecuan dependiendo de las situaciones diversas de los Estados nacionales. Es importante que las autoridades act�en a trav�s del espacio p�blico de las estructuras pol�tico institucionales del gobierno local democr�tico de tal forma que se conviertan en fuerzas multiplicadoras de las expectativas y oportunidades de desarrollo equilibrado por las relaciones entre sociedad, Estado y mercado. Estado y mercado existen para representar los intereses de lo p�blico y lo privado de una misma realidad social.

La construcci�n de una sociedad democr�tica implica una sociedad gobernada conscientemente por los hombres, de tal forma que una nueva correlaci�n de fuerzas sociales y pol�ticas, bajo nuevas formas de regulaci�n complementaria del mercado orientado a la producci�n de cierto tipos de bienes que no sean los sociales o p�blicos que son responsabilidad de las pol�ticas estatales para la atenci�n de las necesidades sociales sin que se induzca la acumulaci�n de capitales privados. Es necesario la presencia del mercado y tambi�n de la intervenci�n de los gobiernos.

Es necesario cierto grado de complementariedad entre los  mercados y los gobiernos para conseguir una sociedad relativamente libre de conflictos. El t�rmino conflicto, de flic derivado de fligo significa chocar, golpear por la proximidad f�sica existente entre dos cuerpos sin que haya mediaci�n alguna, lo cual pude transformarse en un encuentro que tiene como condici�n la aceptaci�n de la pluralidad y la diversidad. Una cultura de paz se caracteriza por la no violencia, pero tambi�n la creatividad y desarrollo de empat�as que tienen como nexo com�n el encuentro con la alteridad.

El debate de la pol�tica se centra en la interacci�n mutua de las instituciones del mercado y las del Estado y sociedad en la reducci�n de la pobreza. Las evidencias emp�ricas de una correlaci�n entre la acumulaci�n del capital, el autoritarismo y la desigualdad son d�biles.

En una sociedad m�s desarrollada se fortalecen el Estado, el mercado y la sociedad civil, como instrumentos del desarrollo mismo.Tanto la sociedad como el Estado son actores sociales que impulsan el desarrollo. El Estado puede balancear con el mercado el desarrollo econ�mico. Las relaciones entre el Estado y el mercado son permeadas por  un capital social que implica el desarrollo de capacidades sociales que permiten la maximizaci�n de los beneficios individuales en funci�n de un conjunto de preferencias y restricciones. Las ilusiones acerca de los bajos costos de cooperaci�n pueden prevalecer.

En un nivel macro, argumenta Van Staveren (2001), el balance entre el mercado, el Estado y la econom�a del cuidado (care economy) es necesario para la acumulaci�n de capital social positivo. El balance entre el mercado, el Estado y la �econom�a del cuidado� es fundamental en la formaci�n y acumulaci�n de capital social positivo.

     �mbitos y dimensiones de las relaciones econ�micas

MERCADO (�gora)

ESTADO (Polis)

ECONOM�A DEL CUIDADO (Oikos)

Intercambio basado en la l�gica del quid pro quo

Distribuci�n basada en el ejercicio de la autoridad

Dones basados en la l�gica del pro deo

Valores individuales (libertad, autonom�a)

Valores p�blicos (solidaridad, equidad)

Valores interpersonales (responsabilidad, confianza)

Libertades privadas

Derechos

Redes sociales

Generalizaci�n del capital social a trav�s de diferenciadas redes de relaciones

Oportunidades y limitaciones a la acumulaci�n del capital social para permitir el fortalecimiento de redes sociales beneficiosas

Acumulaci�n de capital social a trav�s de la producci�n no retribuida y la ubicaci�n de bienes y servicios entre los miembros de distintas redes.

Fuente: Vicherat, Daniela (2001)

Bajo el efecto de la pol�tica neoliberal y las fuerzas abandonadas a su l�gica del mercado, como por  ejemplo, con la privatizaci�n de grandes grupos de trabajo y la multiplicaci�n de los "peque�os trabajos" aislados en el �rea de servicios, temporarios y de tiempo parcial, las bases mismas de un sindicalismo de militantes se ven amenazadas, en parte debido a la rupturas con los particularismos nacionales de las tradiciones sindicales, siempre encerradas en las fronteras de los Estados, de los que esperan los recursos indispensables para su existencia y que delimitan sus objetivos y campos de acci�n, y a la ruptura con un pensamiento concordatario que tiende a desacreditar el pensamiento y la acci�n cr�ticos y a valorar el consenso social al punto de alentar a los sindicatos a participar de una pol�tica tendiente a hacer que los dominados acepten su subordinaci�n.

Caracter�sticas de las organizaciones que proveen seguridad social.

 

 

Estado

Mercado

Organizaciones basadas en los miembros

Ciudadanos

Instituciones

-Gobierno central

-Gobierno local

-Empresas orientadas hacia las utilidades.

-Contratantes privados.

-Organizaciones sin fines de lucro.

-Cooperativas

-Sociedades mutualistas

-Grupos religiosos

-Familias

-Familiares

-Comunidad vecinal

Instrumentos

Seguro social,

Asistencia social,

Transferencias,

Provisi�n de fondos.

P�liza de seguros o contrato.

Arreglos mutuales,

Trabajo voluntario.

Intercambio de regalos,

Pr�stamos contingentes del Estado.

Remesas,

Transferencias,

Seguro de cosecha.

Modelo de operaci�n

De arriba hacia abajo

Individualista.

Principalmente de abajo hacia arriba.

De abajo hacia arriba.

Incentivos

Poder de la ley,

Regulaciones

Maximizaci�n de ganancias y de utilidades, se�ales de precios y ajustes de cantidades

Reciprocidad balanceada, inter�s propio, voluntarismo, solidaridad.

Normas sociales y valores, conductas altruistas, caridad, inter�s propio.

Sanciones

Exclusi�n de personas de los programas, eliminaci�n de programas.

Nivel de premio, l�mite de oferta de seguro.

 Presiones sociales, exclusi�n de la organizaci�n

Presi�n social, contrato inherentemente familiar

Fuente: Elaboraci�n propia con base en adaptaciones al trabajo de J�tting (1999)

Los grandes actores pueden iniciar acci�n y subsidiar otros participantes.gobierno, sector privado y sociedad civil pueden ser m�s efectivos si trabajan en conjunto para identificar �reas de oportunidad para mejorar el crecimiento econ�mico y el desarrollo social, mejorar las condiciones ambientales de la comunidad, etc., y para administrar y medir el desempe�o. As�, en funci�n de los procesos de cambio de la reforma del Estado, se hace necesario plantear el papel de la sociedad civil, de tal forma que promueva la participaci�n activa de los ciudadanos bajo nuevas formas de organizaci�n que permitan las expresionesde sus anhelos pol�ticos, econ�micos y sociales.

 

Transformaciones de la gobernabilidad y governance del Estado

La gobernabilidad es inherente al funcionamiento del Estado y se refiere a la calidad y tipo de las instituciones, de las pol�ticas  y de los arreglos sociales que orientan la evoluci�n del pa�s. La gobernabilidad seg�n Kauffman (2000) es un concepto clave en el dominio de las libertades p�blicas y se revela indispensable a los ciudadanos que desean pronunciarse sobre la acci�n del Estado. La gobernabilidad democr�tica recubre �mbitos complejos, que en lo fundamental tiene que ver con la capacidad del pa�s de producir las regulaciones necesarias para conducir su proceso de desarrollo� (Saldomando, 2002).

Las estructuras de gobernabilidad global son factores ex�genos en la econom�a global porque dan sustento a marcos normativos para las instituciones multilaterales, las grandes corporaciones transnacionales y multinacionales, los Estados nacionales, las cuales tienen impactos directos sobre las regiones y las localidades. Estos impactos demuestran las interrelaciones existentes entre los niveles globales, regionales, nacionales y locales y dejen en entredicho el modelo estratificado.

Esta tendencia de transformaci�n regional econ�mico-pol�tica y social reconfigura las funciones del Estado y sus capacidades de gobierno que responde al colapso de la gobernabilidad que proporcionaron las ya decadentes instituciones de Bretton Woods. El Estado como articulador de la gobernabilidad en las esferas econ�micas, sociales y pol�ticas est� en constantes transformaciones discontinuas conforme a un nuevo dise�o neoliberal.

La forma de gobernabilidad centrada en el Estado naci�n se encuentra en una relaci�n de transformaci�n con los procesos de globalizaci�n  econ�mica del sistema capitalista. Bajo este nuevo arreglo geoecon�mico global, la gobernabilidad centrada en el Estado nacional que no resiste los embates de los procesos de globalizaci�n econ�mica pierde control en sus fronteras territoriales sobre los flujos econ�micos, financieros y tecnol�gicos en sus fronteras territoriales, para dar lugar a procesos de dependencia-interdependencia.

Bajo un nuevo arreglo geoecon�mico que modifica las econom�as centradas en el estado naci�n, las unidades de producci�n territorialmente organizadas son sustituidas por la formaci�n de cadenas de valor agregados que abren la competencia entre los clusters locales, las ciudades y regiones organizadas para generar espacios funcionales de aglomeramientos transfronterizos. Un Estado fuerte y una pol�tica industrial que apoye a los gobiernos locales en el desarrollo de clusters sectoriales.

Pero los procesos de globalizaci�n econ�mica empujados por la competencia abierta de los mercados globales bajo el modelo neoliberal de desarrollo, desaf�an las formas de gobernabilidad institucional de los estados naci�n, presionan para la liberalizaci�n y desregulaci�n de los sistemas econ�micos y financieros, promueven la privatizaci�n de amplios sectores de empresas p�blicas e instituciones de investigaci�n y educaci�n superior, adaptaciones de pol�ticas ambientalistas y sociales, etc. La reforma del Estado enfatiza las reformas institucionales que fortalecen la gobernabilidad con base en un sistema democr�tico y de libre mercado (Prats, 1998).

El neoinstitucionalismo econ�mico analiza las fallas de los mecanismos del Estado y sus ineficacias. El an�lisis econ�mico neoinstitucional afirma el papel dominante que tienen las instituciones jur�dicas y del Estado de Derecho que garantiza los derechos privados para la ejecuci�n de los contratos entre particulares  y instituciones p�blicas.

La econom�a neoinstitucional demuestra las deficiencias e incapacidades del Estado como mecanismo de gobernabilidad y coordinaci�n que garanticen los acuerdos y compromisos sobre la propiedad. El Estado intervensionista usa el poder para colonizar la sociedad y el Estado neoliberal subyuga a la sociedad al libre juego del mercado, limitando con ello las posibilidades de la sociedad civil para establecer una gobernabilidad democr�tica. Las disfuncionalidades del Estado en el crecimiento econ�mico y desarrollo social conlleva problemas de gobernabilidad.

Si bien la gobernabilidad de la globalizaci�n econ�mica avanza, la gobernabilidad pol�tica se rezaga en muchos Estados porque se encuentra con limitaciones institucionales, sociales y de cultura pol�tica que inciden en verdaderas crisis de capacidades, las deficiencias tecnol�gicas que debilitan la legitimidad de los procesos de globalizaci�n y la irresponsabilidad para asumir los costos relacionados.

La l�gica de la acci�n pol�tica crea tiempos y espacios aut�nomos en funci�n m�s que de la contingencia, de la fidelidad a los acontecimientos  (Badiou, 2000), es decir, algo imprevisible que perturba el estado de la situaci�n y permite a quienes le son fieles mantenerse a distancia del Estado y medir su poder. La pol�tica es actividad de los actores colectivos organizados por la l�gica que no busca el poder como objetivo, sino que lo dejan confinado al Estado. La liberaci�n pol�tica es un proceso que vuelve efectivos ciertos derechos que protegen a individuos y grupos sociales ante los actos arbitrarios o ilegales cometidos por el Estado o por terceros.

Los procesos de democratizaci�n representan un paso significativo para la resoluci�n de problemas del desarrollo econ�mico, social, pol�tico y la consolidaci�n de la gobernabilidad mediante cambios profundos que implican la definici�n de los l�mites entre  los sectores p�blico y privado, principios y procesos de las funciones del Estado.

Durante los �ltimos diez a�os se logr� determinado nivel de consenso en torno a la delimitaci�n de la complementariedad de las funciones del Estado y el mercado. Como una estrategia de diferenciaci�n de las funciones del Estado, las organizaciones no gubernamentales son agencias de asociaci�n voluntaria cuyas funciones se orientan a la gesti�n y prestaci�n de servicios de lo p�blico a las comunidades que atienden.

El capital pol�tico se refiere a las actitudes y actividades que influencian al Estado. Levi (1996) desconf�a de las asociaciones civiles para promover el capital social y argumenta la necesidad que tiene el Estado para crearlo. Un asociacionismo que coordine los intereses entre la comunidad y los sectores privado y p�blico en los tres niveles de gobierno, supera la dicotom�a que considera al Estado propietario como opuesto a los intereses del mercado identificado con el sector privado. El desempe�o del gobierno local es una funci�n del porcentaje de personas involucradas en asociaciones voluntarias horizontales de acuerdo con la tesis de Putnam(1993). Los pa�ses desarrollados adoptan una estructura del Estado que facilita una amplia participaci�n del gobierno local.

Una estructura organizacional del gobierno se basa en una visi�n acerca de las funciones propias del Estado-naci�n y las responsabilidades de los diferentes niveles de gobierno. De hecho, las transformaciones en las competencias y funciones del Estado naci�n ha dado lugar a que tambi�n se presenta una nueva formulaci�n de competencias y funciones en los dem�s niveles de gobierno, sobretodo los locales y municipales. El cumplimiento de las funciones reguladoras del Estado requiere de atributos de fiscalizaci�n para exigir el cumplimiento de las regulaciones y normas.

Las actividades altamente especulativas de los sectores financieros que promueven la econom�a global requiere de las funciones reguladora del Estado para asegurar que la volatilidad de los mercados emergentes de capitales no perjudiquen sus inversiones y garanticen la estabilidad del mercado financiero para lograr el retorno m�ximo de utilidades sobre las inversiones a pesar de las crisis financieras.

Las funciones p�blicas contingentes toma en consideraci�n aquellas actividades que pueden ser subcontratadas (outsourcing) o privatizadas y que desestructura las principales funciones del Estado moderno a las que Dror (1995: 222) denomin� como �las funciones de orden superior� del Estado. Los esfuerzos para alterar la direcci�n de las actividades del Estado en un movimiento para alterar la centralidad de su funci�n econ�mica que ser� paralelo con funciones activistas del Estado en los procesos de concentraci�n econ�mica y la jerarquizaci�n de las relaciones sociales y econ�micas.

Contrariamente a la ret�rica de los empresarios y la clase capitalista transnacional, el Estado seguir� desempe�ando un rol importante que requieren el fortalecimiento de sus funciones de regulaci�n, cuya finalidad es eliminar los riesgos que pueden atentar contra sus inversiones y garantizar la reproducci�n y el acrecentamiento de sus capitales. La autorregulaci�n propuesta por el sistema capitalista en forma de desregulaci�n que reduce las funciones del Estado al m�nimo a partir de la idea de que el gobierno s�lo debe hacer lo imprescindible, ha sido solo una fantas�a.

Para los proponentes del intergubernamentalismo, el dise�o institucional de las nuevas formas y estructuras de gobernabilidad del orden econ�mico global se concentra en la fundaci�n, consolidaci�n y participaci�n de organismos multilaterales creados y controlados por los Estados naci�n como los actores principales, sin considerar la participaci�n de los actores privados. La importancia que para los intergubernamentalistas adquieren la governance local y regional como base de las normas globales y la competitividad en los procesos de integraci�n econ�mica, se fundamenta en las interacciones locales del mercado, el Estado y los actores sociales.

De acuerdo con este modelo, las conexiones para mejorar la administraci�n y construir una gobernabilidad efectiva son el desempe�o administrativo del gobierno, los ciudadanos que se involucran en la medici�n del desempe�o y los ciudadanos que se involucran en las pol�ticas gubernamentales y su implementaci�n y finalmente, el alineamiento estrat�gico de los tres elementos de governance referidos como tal a la naturaleza y estructura de acceso a las funciones de alto mando del Estado.

Inicialmente el t�rmino governance fue utilizado como governing o proceso de gobernar a trav�s de las organizaciones de gobernaci�n y que ha derivado en el concepto de un  nuevo estilo de gobierno, distinto del modelo de control jer�rquico y caracterizado por un mayor grado de cooperaci�n y por la interacci�n entre el Estado y los actores no estatales al interior de redes decisionales mixtas entre lo p�blico y lo privado.

De acuerdo a Mart�nez Nogueira (2001), el concepto de gobernancia o governance, enfatiza �la capacidad de orientar, impulsar y promover comportamientos sociales no sometidos a las relaciones jer�rquicas propias del aparato administrativo del Estado. Gobernancia es la capacidad financiera y administrativa para implementar las decisiones pol�ticas. Para Mayntz (2000) el t�rmino governance significa un �nuevo estilo de gobierno, distinto del modelo de control jer�rquico y caracterizado por un mayor grado de cooperaci�n y por la interacci�n entre el estado y los actores no estatales al interior de redes decisionales mixtas entre lo p�blico y lo privado�.

De acuerdo a la teor�a neoinstitucional de la econom�a, el subdesarrollo es resultado de las fallas del Estado para proveer las estructuras de governance necesarias para garantizar las instituciones que apuntalan el desarrollo de los pueblos. Sin embargo, el subdesarrollo no fue el pecado de una omisi�n de pa�ses en el margen de la industrializaci�n moderna, sino activamente un proceso viejo en el cual los t�rminos comerciales fueron arreglados en detrimento de los Estados d�biles productores de bienes primarios (Portes, 1997).

El neoinstitucionalismo recomienda un Estado fuerte pero limitado en sus funciones. La formaci�n de redes de pol�tica p�blica es una alternativa que tiene el Estado para instrumentar procesos de governace colaborativos y participativos que involucre a los actores en las decisiones y pol�ticas p�blicas.

La eficacia del control social tiene una relaci�n estrecha con la fortaleza que el Estado tenga para implementar sus pol�ticas p�blicas. La teor�a del inter�s se divide en la escuela del inter�s p�blico y el inter�s privado. La teor�a del inter�s p�blico se centra en los procesos de reforma para fundamentar las respuestas pol�ticas a las demandas de la ciudadan�a que justifica el uso de nuevas formas  de intervenci�n del Estado mediante pol�ticas p�blicas que dan respuesta a los servicios demandados al gobierno.

El ordenamiento vertical de las pol�ticas p�blicas sectoriales ponen a prueba la capacidad del Estado, por lo que los procesos de reterritorializaci�n tienden desectorizar la acci�n del Estado. Las normas b�sicas y las formas de regulaci�n se refuerzan mutuamente con el Estado de Derecho y con las estructuras institucionales integradas por las redes de los actores pol�ticos estrat�gicos y por el conjunto de las pol�ticas p�blicas, econ�micas, sociales, etc.

Sin embargo, a pesar de las propuestas neoliberales de libre mercado, el Estado sigue siendo un instrumento de control de las transnacionales en contra la tesis de Toni Negri que sostiene la supremac�a de las transnacionales en el gobierno global. A pesar de las tendencias neoliberales que limitan las funciones y actividades del Estado, su participaci�n sigue siendo fuerte para regular los procesos econ�micos.

Estructuras de gobernabilidad global de los mercados

Las estructuras de governance se describen en un continuo que va del mercado spot an�nimo en un extremo a la jerarqu�a perfectamente integrada en el otro, en donde las partes que intercambian est�n unidas por los mismos arreglos de propiedad y control, pero que proveen incentivos d�biles a los administradores para maximizar las utilidades. De acuerdo a Humphrey y Schmidtz (1996) los patrones de interacci�n y governance son las relaciones abiertas del mercado, redes, las quasi jerarqu�as y las jerarqu�as. Las estructuras basadas en redes y las quasi jerarqu�as son �ptimas en ambientes inciertos y complejos, mientras que las soluciones no �ptimas resultan de la coordinaci�n ejercida del mercado y la integraci�n vertical

La globalizaci�n no es un proceso unilineal que transforma las estructuras de governance de producci�n, distribuci�n y consumo del nivel de las econom�as nacionales en una econom�a global, sino que tambi�n en forma paralela se desarrollan estructuras de governance privadas globales tales como la formaci�n de sistemas de redes globales de valor agregado y quasi jerarqu�as para integrar a los emplazamientos locales en los procesos de producci�n, distribuci�n y consumo de los mercados mundiales. Sin embargo, las formas de governance privadas globales van m�s all� de la simple coordinaci�n de mercados an�nimos.

Las estructuras de governance se convierten en h�bridas en un continuo que va de la empresa en un extremo al mercado en el otro. En la forma de organizaci�n en clanes los procesos de socializaci�n contribuyen a lograr la congruencia de los objetivos y logra ventajas sobre las organizaciones burocr�ticas o las relaciones de mercado en casos en que se eleva la evaluaci�n del desempe�o y baja la incongruencia de los objetivos (Ouchi, 1980).

Los institucionalistas argumentan que las organizaciones se adaptan a ciertas estructuras para promover su legitimidad convergiendo en un campo organizacional o mercado. Organizaciones privadas y del mercado son persuadidas por la l�gica de le eficiencia econ�mica  y las organizaciones p�blicas y no del mercado por la l�gica de la apropiabilidad.

TIPOLOG�A Y CARACTER�STICAS DE ESTRUCTURAS DE GOVERNANCE

Estructura de  governance

Forma caracter�stica de participaci�n

Naturaleza y tipos de Habilidades  m�s usadas

Regla y mec�nica de toma  de decisiones

 

Forma de enfrentar el conflicto

Forma de enfrentar la incertidumbre

Jer�rquica

Dar o recibir �rdenes

Conocimiento t�cnico organizacional

Preferencia del actor en jefe

Evitar el tener que llegar a tomar  resoluciones

Evitar el tener que llegar a tomar  resoluciones

Abjudicativa

Defensa y Promoci�n bipartita

Habilidades en la presentaci�n de evidencia y persuasi�n

Capacidad de comproba-ci�n. (Burden of proff)

Competici�n bipartidaria

Reducci�n: los asuntos son tomados como correctos o incorrectos

Adversaria

Defensa y promoci�n mutlipartida-ria

Habilidades en la Presentaci�n de evidencia y persuasi�n

Juicio del  decisor

Competici�n multipartidaria

Competici�n (que puede exacerbar la incertidum-bre).

Colegial-competitiva

Promoci�n de intereses

Habilidades pol�ticas, habilidades en la persuasi�n y la negociaci�n

Reglas de mayor�a. Voto mayoritario

Competici�n, colaboraci�n, compromiso

Competici�n, colaboraci�n, compromiso

Colegial consensual

B�squeda de la cooperaci�n

Habilidades de persuasi�n, Colaboraci�n

Consenso

Evitar la  colaboraci�n

Evitar la  colaboraci�n

Colegial de mediaci�n

Argumentos previos a opini�n y sanci�n de un tercero

Habilidades en la mediaci�n y  en la argumentaci�n

Aceptaci�n o rechazo del consejo del mediador

Compromiso guiado (dirigido)

Compromiso guiado (dirigido)

Mercado

B�squeda separada de objetivos partidarios diversos

Variable, en funci�n de las partes y de la Situaci�n en particular

Coordina-ci�n no Intensional, epifenome-nal

Evitar la competici�n

La aceptaci�n de la Incertidumbre es inevitable

Fuente: Dise�o modificado por Cruz (2001) del original Hult y Walcott (1989:42-43).

 

VALORES PRESENTES EN EL PROCESO DE TOMA DE DECISIONES Y ESTRUCTURA DE GOVERNANCE

Estructura de governance

Racionalidad burocr�tica, definici�n del problema, interpretaci�n.

Habilidad para alcanzar la toma de decisiones

Responsabilidad p�blica/rendici�n de cuentas

Representatividad

Fuentes principales de legitimidad

Jer�rquica

Congruenciacon los

Procedimien- tos estandari-zados

 

Alta, si el decisor responsable desea decidir o si las reglas determinan el resultado final

Alta para los funcionarios en jefe. Observado-res externos

Poca variedad y diversidad en comparaci�n con otras estructuras

Eficiencia, rendici�n de cuentas.

Abjudicativa

Dos posiciones contrapuestas, una de las cuales es la �correcta�

Alta: una tercera parte decide

Alta, dados criterios y est�ndares en los cuales el �juez� basa su decisi�n

Derechos de los participantes, ocupantes de posiciones polarizadas

Justicia en el procedimien-to.

Adversaria

Multifac�ticaPerspectivas en conflicto

Alta, si los actores decisores no implicados act�an

Alta hacia los electores y clientelas, baja hacia observadores externos

Todos aquellos definidos como �partes�

Apertura, uso del

Debate

Colegial-competitiva

Multifac�tica Existencia de una base com�n, posibilidad de arribar a compromisos

Alta, reglas de voto en ausencia del consenso; el cierre decisional puede ser temporal ante temas o asuntos polarizados

Moderado hacia los electores o clientes: la negociaci�n puede producir decisiones deseadas s�lo por pocos

Todas las partes interesadas

Representatividad, justicia y apertura del proceso.

Colegial

consensual

Para ser Apropiada, es necesaria una respuesta colectiva; el problema afecta intereses comunes

Alta, si pueden ser descubiertos intereses comunes; baja si el conflicto polariza posturas o es redistributivo

Puede ser muy baja; el descubrimiento y desarrollo de consensos es una prioridad

Potencial Mente amplia no sobresaliente: se centra en la habilidad y disponibili-dad para explorar opciones y trabajar hacia el consenso

Apertura, igualdad de participa-ci�n, representati-vidad.

Colegial de

mediaci�n

Perspectivas en conflicto; posible base com�n

Alta, dadas

las habilidades del mediador y la

percepci�n de intereses compartidos

Moderada hacia los

electores/

clientes

Todos aquellos definidos como �partes�

Agotamiento de las audiencias, grado de aceptabilidad del mediador por las partes

Mercado

Pobremente estructurada, m�s all� del control y comprensi�n humana

Indeterminada: las

decisiones �emergen�

Baja rendici�n de cuentas directa

�Status quo� donde el

inter�s toma la ventaja

Libertad, eficiencia

Fuente: Dise�o modificado por Cruz (2001) del original (Hult y walcott, 1989:68-69).

Las organizaciones p�blicas son m�s responsivas que las privadas a los cambios a los cambios en el medio ambiente normativo, debido a que las organizaciones privadas act�an como organizaciones del mercado y las organizaciones p�blicas como organizaciones no del mercado. Un elemento definitorio de las organizaciones del mercado es que su efectividad est� directamente determinada por los clientes.

Las capacidades centrales de las organizaciones dependen del conocimiento t�cito que contienen e inseparable de la tecnolog�a de las organizaciones que constituyen la ventaja competitiva desde la perspectiva basada en los recursos que no son imitables o transferibles y que por lo tanto no pueden adquirirse en los mercados. Recientes investigaciones reconocen la importancia del conocimiento t�cito, el cual en s� mismo representa un reto a la efectividad del mercado. Los m�todos horizontales facilitan el componente t�cito o personal del aprendizaje de conocimientos del desarrollo local y general. La restricci�n vertical al mercado siempre emerge en apoyo del nombre del capital.

Abbott y Snidal (2000) definen la gobernanza internacional como las restricciones formales e informales forjadas por las reglas, roles y relaciones que definen y regulan las pr�cticas de los actores estatales y no estatales en los asuntos internacionales, para estos autores la gobernanza no implica gobierno necesariamente ya que los est�ndares internacionales son parte de sistemas de gobernanza del mercado.

Entre el enfoque neoinstitucionalista y el de regulaci�n democr�tica emerge el concepto de gobernabilidad como una relaci�n existente entre los procesos de libre mercado y los procesos de la democracia. Saldomando, (2002) sintetiza la tendencia te�rico metodol�gica que tiene la gobernabilidad a partir de que la corriente neoliberal que impone como agenda los derechos del mercado y las pol�ticas de desregulaci�n en un marco de normatividad transnacional. Las teor�as de la sustentabilidad del desarrollo dieron lugar a los modelos neoliberales que impusieron el mercado como factor esencial para regular las relaciones entre la producci�n y el medio ambiente mediante la consolidaci�n de instrumentos econ�micos que aniquilaron las pol�ticas p�blicas de control estatal.

Por lo tanto, la gobernabilidad global tiene como funci�n principal el establecimiento de regulaciones de la din�mica de los mercados globales abiertos mediante el aseguramiento de los derechos de propiedad industrial e intelectual, el fortalecimiento de mecanismos de libre acceso a los mercados.

La gobernabilidad de la econom�a global tiene una doble dimensi�n. Por un lado, las interrelaciones entre las grandes corporaciones transnacionales con la normatividad de las organizaciones multilaterales en los mercados globales y por otro lado, las estructuras intergubernamentales interaccionan con cadenas globales de valor agregado formada por los clusters en localizaciones regionales y locales.

Las cadenas  globales de valor agregado tienen como soporte una compleja diversidad de estructuras de gobernabilidad que van m�s all� de la simples transacciones comerciales, tal como Humphrey y Schmitz (2001:7) argumentan: �Las estructuras de gobernabilidad encadenadas constituyen las relaciones y los mecanismos por medio de los cuales se consigue la coordinaci�n de la cadena m�s all� del mercado�. Las empresas de los clusters locales que mejor se integran y se posicionan en las cadenas globales de valor agregado, siempre orientan sus operaciones de producci�n y distribuci�n alrededor de una empresa l�der para acceder a los mercados globales y de quienes reciben incentivos de aprendizaje e innovaci�n tecnol�gica.

Las empresas l�der en las cadenas globales de valor definen los procesos y flujos de la producci�n a trav�s de formas y estructuras diferentes de governance en funci�n de las asimetr�as de la informaci�n y competencia de los mercados, que van en un continuo desde la coordinaci�n horizontal del mercado, redes de cooperaci�n y complementaci�n hasta los arreglos asim�tricos del poder como en las quasi jerarqu�as, la gesti�n jer�rquica y la integraci�n vertical.

Por lo tanto, en los contextos de las formas y estructuras de gobernabilidad global de los mercados que interaccionan con la gobernabilidad local, se integran en procesos de globalizaci�n econ�mica los emplazamientos y clusters locales y regionales. Las estructuras de gobernabilidad local se interrelacionan e interaccionan a trav�s de las redes transnacionales con la gobernabilidad global que se extiende m�s all� del control intergubernamental y del mercado.

As� el establecimiento de normas es parte de la l�gica funcional de los procesos de globalizaci�n de los mercados. En un ambiente de alta rivalidad y competitividad empresarial, las normas se convierten en instrumentos de poder que aumentan la credibilidad y transparencia en los mercados mundiales, dan orientaci�n reducen los costos de transacci�n ah� donde hay limitaciones de informaci�n y en capacidad para procesarla y crean seguridad de expectativas a largo plazo marcadas por las complejas interacciones de los agentes involucrados. Las estructuras de la relaci�n principal � agente caracterizan a la gobernanza p�blica.

La tendencia de la nueva gesti�n p�blica, seg�n Echabarr�a (2000)  se orienta a fortalecer las funciones estrat�gicas de los gobiernos (coordinaci�n, gesti�n transversal, control y evaluaci�n de resultados), descentralizar y orientar a resultados flexibilizando las estructuras y los procedimientos (agencias, sistemas presupuestarios, gesti�n del rendimiento, delimitaci�n pol�tica y gesti�n), crear competencia y capacidad de elecci�n (mercados internos, contrataci�n de servicios, cobro por prestaciones, privatizaci�n y externalizaci�n de servicios), proporcionar servicios de calidad (mejorar la accesibilidad y participaci�n, establecer est�ndares de servicio e indicadores de desempe�o, reducir las barreras administrativas), mejorar la gesti�n de los recursos humanos (descentralizaci�n de la gesti�n, flexibilizar las condiciones de trabajo), y optimizar el uso de las tecnolog�as de la informaci�n (comunicaci�n electr�nica interna y externa, gesti�n de procedimientos y automatizaci�n de oficinas, informaci�n de gesti�n).

El e-government o gobierno electr�nico incorpora tecnolog�as de informaci�n y comunicaci�n en sus procesos de gesti�n p�blica para obtener una mayor eficacia y calidad.

Gobernabilidad de la sociedad

El t�rmino gobernancia que hace referencia a la conducci�n de las interrelaciones de la sociedad civil con el Estado y el mercado, la coordinaci�n de actores, grupos sociales e instituciones, proviene del franc�s goubernancia usado en los siglos XVI y XVII y de la noci�n traducida del Ingl�s governance utilizado para delimitar el �mbito de intervenci�n socioecon�mica de las empresas. Para Peters (2001), el concepto governance implica conducci�n o empleo de mecanismos que son orientados a proveer a la sociedad de una direcci�n coherente.

Governance es una forma de gestionar la estructuraci�n del r�gimen para alcanzar una mayor legitimidad en las acciones pol�ticas del gobierno y del Estado, as� como de los diferentes actores de la sociedad civil. Un r�gimen es un �conjunto de reglas fundamentales sobre la organizaci�n del espacio p�blico�, que comprende tanto al Estado como a la sociedad civil y divide lo p�blico y lo privado (Prats, 2001). El governance se entiende, seg�n Prats (2001) como las �instituciones y reglas que fijan los l�mites y los incentivos para la constituci�n y funcionamiento de redes interdependientes de actores (gubernamentales, del sector privado y de la sociedad civil).

Desde la perspectiva anal�tica, governance tipifica los arreglos institucionales de la sociedad y la gesti�n de actores comprometidos en un liderazgo moral (perspectiva normativa). Prats, (1998) y Prats, (2001) delimita las dimensiones de governance en la estructural que hace referencia a �los arreglos institucionales existentes en una sociedad dada� y en la dimensi�n din�mica o de proceso que se refiere a �las acciones de los actores� que afectan la estructura.

La ola democratizadora de las �ltimas d�cadas requiere la precisi�n conceptual de gobernabilidad entendida como capacidad de coordinaci�n y acci�n del gobierno para dirigir una sociedad como colectivo, es decir, la acci�n misma de gobernar mediante las decisiones de los representantes pol�ticos y gobernantes. El governance y la gobernabilidad como un atributo de la sociedad son consustanciales al desarrollo socioecon�mico, es decir, la gobernabilidad social fundamenta la institucionalizaci�n funcional del crecimiento econ�mico y el desarrollo social.

La Nueva Econom�a Institucional da origen al t�rmino gobernabilidad en referencia a las instituciones que la sociedad debe poseer a fin de monitorear las reglas del juego. Los fundamentos para el desarrollo estrat�gico de la gobernabilidad institucional se encuentran en los trabajos sobre ingenier�a social de Popper, las diferenciaciones entre sociedad y organizaciones de Hayek y el enfoque de cambio basado en las instituciones de North.

Para Prats (2001) la governance como metapol�tica que concierne �a la estructura institucional de la acci�n pol�tica tanto del gobierno como de los actores de la sociedad civil�, tienen una dimensi�n estructural y otra dimensi�n din�mica o de proceso. La governance, no se refiere solo a las organizaciones gubernamentales porque enmarcan y entrelazan una serie interdependiente de actores que comprende los gobiernos, los actores de la sociedad civil y el sector privado, tanto en el �mbito local, nacional e internacional (PNUDa,b, 1997, citado por Prats, 2001). Es por lo tanto un problema de gobernabilidad m�s que de administraci�n p�blica que requiere la redefinici�n de las funciones del Estado y de la sociedad civil.

El problema de la gobernabilidad es en parte un problema de gobierno, pero tambi�n del sistema pol�tico y de la sociedad. Una cualidad de las sociedades o sistemas sociales, es que el sistema social es gobernable cuando est� estructurado sociopol�ticamente de modo tal que los actores estrat�gicos se interrelacionan para tomar decisiones colectivas y resolver sus conflictos conforme a un sistema de reglas y de procedimientos formales o informales �que puede registrar diversos niveles de institucionalizaci�n.

La concentraci�n del capital corporativo limita las oportunidades de desarrollo de las econom�as m�s d�biles, debilita y socava las bases del poder de los Estados nacionales, aumentando las tensiones sociales y por tanto la ingobernabilidad de las sociedades.  La gobernabilidad de la sociedad est� en riesgo por los procesos de informalizaci�n de la pol�tica democr�tica que ha modificado los v�nculos de lealtad entre el Estado y la ciudadan�a.

Desde una visi�n Estado-c�ntrica en donde los gobiernos tienen un papel predominante, la gobernabilidad es provista por una sociedad influida por redes organizacionales de grupos de inter�s como los iron triangles o tri�ngulos de hierro y los issue networks o redes tem�ticas debilitan el papel de la  gobernabilidad Estado c�ntrica y contribuyen a centrar la gobernabilidad en la sociedad civil misma, lo cual puede predeterminar la agenda pol�tica de los gobiernos.

Tanto una mayor participaci�n ciudadana y una mayor autonom�a de los gobiernos locales son elementos imprescindibles para consolidar la gobernabilidad democr�tica entendida como una cualidad de la sociedad que establece el conjunto de normas que estructuran las interrelaciones entre los diferentes actores estrat�gicos sociales y pol�ticos y sus representantes, para regular los procesos de toma de decisiones as� como los mecanismos para la resoluci�n pac�fica de conflictos.

El fortalecimiento de los gobiernos municipales requieren de una mayor autonom�a  financiera y administrativa, la participaci�n ciudadana y de la sociedad, el manejo eficiente de sus recursos, proyectos intergubernamentales e interinstitucionales, etc.

Los mecanismos de participaci�n ciudadana dan fundamento al ejercicio democr�tico de   las estructuras institucionales de gobernabilidad  que facilitan las interacciones entre la sociedad y los ciudadanos. La participaci�n ciudadana en el juego pol�tico es la base de todo sistema democr�tico. Seg�n Orozco (2001), la participaci�n pol�tica ciudadana se refiere el grado en que se involucra individuo y de la sociedad en se�alar pautas o agendas de acci�n social y pol�tica que afectan sus intereses�. La naturaleza de la pol�tica ciudadana en las sociedades avanzadas se encuentra en procesos de transformaci�n.

Las transferencias de conocimientos y experiencias fortalecen a la sociedad civil y les otorga capacidad y autonom�a para ejercer sus funciones en las nuevas formas de gobernabilidad. La creaci�n de espacios para la toma de decisiones mediante mecanismos de gobernabilidad que democr�ticamente informen del bienestar, de los principios de derechos humanos, del desarrollo sustentable y del desarrollo social es un rol importante de la sociedad civil. El desarrollo social se sustenta en las interrelaciones entre el Estado, mercado y sociedad civil.

La gobernabilidad de la sociedad presenta desaf�os en todos los niveles: global, internacional, regional, nacional y local en las �reas econ�micas, pol�ticas, sociales, culturales, etc. La recuperaci�n del poder por la sociedad consiste en dar a los procesos democr�ticos un sentido de gobernabilidad democr�tica que confiera al ciudadano participaci�n en las decisiones y en la exigencia de la rendici�n de cuentas de las autoridades.

El Estado de Derecho, el fortalecimiento de la sociedad civil y el desarrollo de la capacidad de gobernabilidad son requerimientos del Buen gobierno porque contribuyen a la ampliaci�n y profundizaci�n del espacio p�blico y al establecimiento de mecanismos de control social sobre los recursos p�blicos. En la complejidad de las interacciones entre el sistema pol�tico y la sociedad se delimita el �Buen Gobierno�.Las interrelaciones mutuas entre la sociedad civil y el Estado se delimitan en las fronteras de los espacios de lo p�blico y lo estatal en forma no siempre precisa  entre lo privado de los individuos, la acci�n colectiva de las organizaciones sociales y comunidades y el ejercicio de la pol�tica.

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Citaci�n: Vargas Hern�ndez, J.G.  (2007): "La nueva correlaci�n de fuerzas para la gobernabilidad del estado, el mercado y la sociedad". Tecsistecatl. Revista Interdisciplinar, 2, julio 2007.  Disponible en Internet: <http://www.eumed.net/rev/tecsistecatl/n2/jgvh.htm>

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