NUMERO DOS LA NUEVA CORRELACIÓN DE FUERZAS PARA LA GOBERNABILIDAD DEL ESTADO, EL MERCADO Y LA SOCIEDAD
José
G. Vargas Hernández, M.B.A.; Ph.D. ResumenEn este trabajo se analiza las relaciones de la gobernabilidad existentes entre el Estado, el mercado y la sociedad bajo el entorno de los procesos de globalización económica. Primeramente se esbozan algunos de los principales elementos que subyacen en las estructuras de gobernabilidad para posteriormente analizarlas en forma separada. A pesar de las tendencias neoliberales que limitan las funciones y actividades del Estado, su participación sigue siendo fuerte para regular los procesos económicos. Se determina que el equilibrio entre el poder del Estado, el dinero del mercado y las formas de creencias de la sociedad civil, son importantes para que funcione el mercado, es decir, se requiere el balance entre el mercado, el sector privado y el gobierno o el Estado. Palabras clave: Estado, globalización, gobernabilidad, mercado, sociedad
Abstract |
Los mercados, el Estado y la sociedad funcionan con instituciones y reglas. Las instituciones y las normas constituyen la base del funcionamiento interrelacional que determina el grado de racionalidad instrumental entre los diferentes actores del Estado (gobiernos, burócratas, políticos, etc.) el mercado (propietarios privados) y la sociedad civil. El Estado, el mercado y la comunidad son mecanismos de coordinación y gobernabilidad imperfectos, que presentan cada uno diferentes ventajas y desventajas, pero que se complementan. Las sociedades son más cohesivas y plurales a medida que se alejan de la gobernabilidad reluctante.
La economía de mercado, la sociedad y el Estado funcionan eficientemente cuando se dan las instituciones que se requieren para la gobernabilidad. El redimensionamiento del Estado eliminó o limitó muchas de sus funciones, capacidades y redifinió sus relaciones con el mercado y la sociedad. El buen gobierno, esencia de la gobernabilidad democrática se centra en los procesos de formulación y ejecución de políticas públicas creadoras y reguladoras de instituciones y mecanismos que permitan a los actores colectivos, acordar, negociar y asumir funciones de vigilancia de la esfera pública.
Una perspectiva más visionaria es la que puede equilibrar las funciones de los mercados, los Estados y la sociedad civil, de tal forma que evite los excesos regulatorios y se rediseñen las estructuras para transparentar y normalizar los sistemas de información y de contabilidad. El equilibrio entre el poder del Estado, el dinero del mercado y las formas de creencias de la sociedad civil, es importante para que funcione el mercado, es decir, se requiere el balance entre el mercado, el sector privado y el gobierno o el Estado.
Las corrientes neoliberales y neoestructuralistas alcanzaron un cierto nivel de consenso en sus propuestas sobre las funciones del mercado y del Estado en la década de los noventa del siglo pasado, sobre la base de un reconocimiento de que son elementos complementarios más que antagónicos, capaces de desarrollar una relación armónica facilitadora de procesos de desarrollo. Para los neoliberales, el mercado es el mejor asignador de los recursos y el Estado debe jugar un papel subsidiario, mientras que la sociedad civil se conforma por un conjunto de organizaciones y agrupaciones de individuos que en forma voluntaria logran objetivos conjuntos.
Powell (1990) distinguió la red organizacional de los mercados y las jerarquías. Las organizaciones no del mercado son aquellas cuyos resultados no son evaluados en los mercados externos a las organizaciones por medio de transacciones voluntarias, usan tecnologías para producir resultados que son difíciles de evaluar y su éxito descansa en la habilidad para satisfacer criterios de evaluación determinados socialmente por lo que busca legitimarse a través de la conformidad con prácticas organizacionales.
Los valores sociales compartidos favorecen el sentido de pertenencia, fortalecen la identidad comunitaria y sustentan el mercado y el estado como mecanismos de integración y ordenamiento social. El nuevo modelo de crecimiento económico centrado en el empresario privado que actúa en el mercado, ha desacreditado al Estado, desvalorizado la esfera pública y se apoya en la acción dentro de determinado límites de la sociedad civil.
El mercado de las empresas transnacionales es el mercado mundial o global, pero sus centros de decisiones y control de todas sus operaciones mundiales se ubican en corporativos asentados dentro de un territorio que corresponde a un Estado imperial. En la lógica territorial, las redes de políticas públicas delimitan las relaciones entre el Estado, el mercado y la sociedad. Por lo tanto, si la globalización está más relacionada con el mercado que con el Estado, entonces el dualismo Estado-mercado se vincula al dualismo nacional-global.
La lógica de una economía global prevalece en el mercado mientras que la lógica del Estado prevalece en lo político. La preeminencia del mercado máximo se combinó con Estado y democracia mínima, cada vez más reducida a hacer funcional el Estado y el sistema político en la gestión de las reformas necesarias a la desregulación y a la extensión del mercado. La revolución en política con el triunfo de los mercados ha sido más profunda que inclina a los gobiernos de los países a abrazar la economía global.
Si se mira al Estado
neoliberal como una continuidad del Estado Benefactor, se legitima la nueva
correlación de fuerzas sociales que surge de las transformaciones del
capitalismo y se establecen la estructura y la infraestructura para la
creación de Estado transnacional. La conexión entre los procesos de
globalización y la gobernabilidad se relaciona con la presión que la
globalización pone sobre las naciones en términos de competitividad, la cual
puede ser mejorada por los gobiernos mediante el incremento de la eficiencia
de las instituciones de gobierno capaces de trasladar en los mejores
servicios sociales a la ciudadanía en retorno de sus aportaciones fiscales.
La reforma del Estado es un
proceso político que modifica las relaciones del poder mediante los cambios
institucionales que pueden ser funcionales, materiales y de dominación, así
como los intereses de los diferentes actores políticos y agentes económicos,
es decir, se modifican las interacciones entre la sociedad, el Estado y el
mercado para adecuarlas a las exigencias del modelo de desarrollo económico
y a los procesos de globalización económica.
La reforma del Estado pretende
reasignar las funciones del Estado a la sociedad para cumplir los
requerimientos del desarrollo. El Estado se transforma mediante procesos de
democratización y por la forma en que la sociedad civil se organiza para
garantizar la fundamentación política.
Con la crisis ideológica del
neoliberalismo que tiene implicaciones con la crisis económica y social que
debilita los sistemas políticos, se cuestionan los principios del libre
mercado, se promueven las acciones de la sociedad civil y se reivindican las
funciones complementarias del Estado. El aperturismo comercial a ultranza
promovido por el Banco Mundial exigido mediante el otorgamiento de créditos,
tienen profundos impactos económicos, sociales y políticos porque modifican
la correlación de las fuerzas con miras a una integración siempre asimétrica
y disfuncional con los países más avanzados.
Para solventar este déficit,
la “segunda generación” de reformas del Estado se propone desde la segunda
mitad de los noventa, lograr el cambio y el desarrollo de las instituciones
aunado a una nueva gestión publica que inciden en el perfeccionamiento del
sistema político democrático, del Estado de derecho y de la relación entre
Estado y sociedad. Las instituciones no son objetos en sí mismas y su
existencia es meramente abstracta, no tienen objetivos, aunque cumplen
importantes funciones sociales. Las instituciones son el marco de
constricciones e incentivos en el que se produce la interacción social. Se
corresponden con determinadas correlaciones o equilibrios de poder y viven y
se apoyan en nuestros modelos mentales, valorativos y actitudinales.
Las correlaciones de que
depende el cambio institucional son excesivamente complejas como para
permitir su planeamiento válido. Los cambios políticos se orientan a elevar
la calidad de las instituciones mediante procesos de flexibilización
económico políticos que absorben la incertidumbre del entorno.
La sociología política y el
institucionalismo de la ciencia política fundamentaron conceptualmente la
noción del buen gobierno empujando la instauración de procesos de
gobernabilidad democrática y el análisis de los procesos de informalización
de la política. Los instrumentos del institucionalismo se aplican a la
ciencia política en el análisis de los procesos de disolución como una
inevitable acción de diferenciación social latinoamericana. A pesar de la
retórica neoliberal en los círculos de negocios y gobiernos contemporáneos
latinoamericanos existe una interdependencia y complementariedad necesaria
entre el Estado y el Mercado como en cualquier sociedad capitalista.
La lucha contra el
neoliberalismo es también contra la mercantilización del mundo. Los nuevos
movimientos sociales intentan la construcción de un modelo alternativo al
proyecto hegemónico neoliberal mediante prácticas y estrategias de
resistencia y organización en redes que aceptando el principio de la
diversidad cultural, étnica, ideológica, política y social, se orientan a
modificar la correlación de fuerzas para preparar una transición.
La nueva correlación de
fuerzas del mercado, la sociedad y el Estado han estado marcadas por varios
procesos vinculados a una transición política.
La propuesta es de
tener un mercado fuerte, una sociedad fuerte y un Estado fuerte como
condiciones necesarias para esta nueva correlación de fuerzas.
La teoría de transiciones encuentra barreras institucionales para consolidar
la democracia que no se corresponde necesariamente con una política moderna,
ni tampoco con una mejor distribución de la riqueza.
La dificultad consiste en
guardar el equilibrio conveniente entre Estado y mercado. El contenido del
Estado es sólo garantizar al mercado la posibilidad de ejercer su función
sin obstaculizar su trabajo y protegerlo de injerencias ajenas (Estefanía,
2002). No obstante, la delimitación de su campo de acción frente al del
Estado y del mercado es difusa y sujeta por tanto a relaciones de
convivencia y diferenciación complejas.
Las relaciones entre el
mercado y el Estado pueden ser orientadas por la gobernabilidad democrática
que sirve de sustento a la gestión social mediante la cooperación de las
instituciones nacionales que regulan los mecanismos de distribución
equitativa de los recursos. La democratización del Estado y Nueva Gestión
Pública son procesos que se correlacionan y se adecuan dependiendo de las
situaciones diversas de los Estados nacionales. Es importante que las
autoridades actúen a través del espacio público de las estructuras político
institucionales del gobierno local democrático de tal forma que se
conviertan en fuerzas multiplicadoras de las expectativas y oportunidades de
desarrollo equilibrado por las relaciones entre sociedad, Estado y mercado.
Estado y mercado existen para representar los intereses de lo público y lo
privado de una misma realidad social.
La construcción de una
sociedad democrática implica una sociedad gobernada conscientemente por los
hombres, de tal forma que una nueva correlación de fuerzas sociales y
políticas, bajo nuevas formas de regulación complementaria del mercado
orientado a la producción de cierto tipos de bienes que no sean los sociales
o públicos que son responsabilidad de las políticas estatales para la
atención de las necesidades sociales sin que se induzca la acumulación de
capitales privados. Es necesario la presencia del mercado y también de la
intervención de los gobiernos.
Es
necesario cierto grado de complementariedad entre los mercados y los
gobiernos para conseguir una sociedad relativamente libre de conflictos.
El término conflicto, de flic derivado
de fligo significa chocar, golpear por la proximidad física existente entre
dos cuerpos sin que haya mediación alguna, lo cual pude transformarse en un
encuentro que tiene como condición la aceptación de la pluralidad y la
diversidad. Una cultura de paz se caracteriza por la no violencia, pero
también la creatividad y desarrollo de empatías que tienen como nexo común
el encuentro con la alteridad.
El debate de la política se
centra en la interacción mutua de las instituciones del mercado y las del
Estado y sociedad en la reducción de la pobreza. Las evidencias empíricas de
una correlación entre la acumulación del capital, el autoritarismo y la
desigualdad son débiles.
En una sociedad más
desarrollada se fortalecen el Estado, el mercado y la sociedad civil, como
instrumentos del desarrollo mismo.Tanto
la sociedad como el Estado son actores sociales que impulsan el desarrollo.
El Estado puede balancear con el mercado el desarrollo económico. Las
relaciones entre el Estado y el mercado son permeadas por un capital social
que implica el desarrollo de capacidades sociales que permiten la
maximización de los beneficios individuales en función de un conjunto de
preferencias y restricciones. Las
ilusiones acerca de los bajos costos de cooperación pueden prevalecer.
En un nivel macro, argumenta
Van Staveren (2001), el balance entre el mercado, el Estado y la economía
del cuidado (care economy) es necesario para la acumulación de capital
social positivo. El balance entre el mercado, el Estado y la “economía del
cuidado” es fundamental en la formación y acumulación de capital social
positivo.
ECONOMÍA DEL CUIDADO (Oikos)
Intercambio basado en la
lógica del quid pro quo
Distribución basada en el
ejercicio de la autoridad
Dones basados en la lógica
del pro deo
Valores individuales
(libertad, autonomía)
Valores públicos
(solidaridad, equidad)
Valores interpersonales
(responsabilidad, confianza)
Libertades privadas
Derechos
Redes sociales
Generalización del capital
social a través de diferenciadas redes de relaciones
Oportunidades y
limitaciones a la acumulación del capital social para permitir el
fortalecimiento de redes sociales beneficiosas
Acumulación de capital
social a través de la producción no retribuida y la ubicación de bienes
y servicios entre los miembros de distintas redes.
Fuente: Vicherat, Daniela (2001)
Bajo el efecto de la política
neoliberal y las fuerzas abandonadas a su lógica del mercado, como por
ejemplo, con la privatización de grandes grupos de trabajo y la
multiplicación de los "pequeños trabajos" aislados en el área de servicios,
temporarios y de tiempo parcial, las bases mismas de un sindicalismo de
militantes se ven amenazadas, en parte debido a la rupturas con los
particularismos nacionales de las tradiciones sindicales, siempre encerradas
en las fronteras de los Estados, de los que esperan los recursos
indispensables para su existencia y que delimitan sus objetivos y campos de
acción, y a la ruptura con un pensamiento concordatario que tiende a
desacreditar el pensamiento y la acción críticos y a valorar el consenso
social al punto de alentar a los sindicatos a participar de una política
tendiente a hacer que los dominados acepten su subordinación.
Características de las
organizaciones que proveen seguridad social.
Estado
Mercado
Organizaciones basadas
en los miembros
Ciudadanos
Instituciones
-Gobierno central
-Gobierno local
-Empresas orientadas
hacia las utilidades.
-Contratantes privados.
-Organizaciones sin
fines de lucro.
-Cooperativas
-Sociedades mutualistas
-Grupos religiosos
-Familias
-Familiares
-Comunidad vecinal
Instrumentos
Seguro social,
Asistencia social,
Transferencias,
Provisión de fondos.
Póliza de seguros o
contrato.
Arreglos mutuales,
Trabajo voluntario.
Intercambio de regalos,
Préstamos contingentes
del Estado.
Remesas,
Transferencias,
Seguro de cosecha.
Modelo de operación
De arriba hacia abajo
Individualista.
Principalmente de abajo
hacia arriba.
De abajo hacia arriba.
Incentivos
Poder de la ley,
Regulaciones
Maximización de
ganancias y de utilidades, señales de precios y ajustes de cantidades
Reciprocidad balanceada,
interés propio, voluntarismo, solidaridad.
Normas sociales y
valores, conductas altruistas, caridad, interés propio.
Sanciones
Exclusión de personas de
los programas, eliminación de programas.
Nivel de premio, límite
de oferta de seguro.
Presiones sociales,
exclusión de la organización
Presión social, contrato
inherentemente familiar
Fuente: Elaboración
propia con base en adaptaciones al trabajo de Jütting (1999)
Los grandes actores pueden iniciar acción y
subsidiar otros participantes.gobierno,
sector privado y sociedad civil pueden ser más efectivos si trabajan en
conjunto para identificar áreas de oportunidad para mejorar el crecimiento
económico y el desarrollo social, mejorar las condiciones ambientales de la
comunidad, etc., y para administrar y medir el desempeño. Así, en función de
los procesos de cambio de la reforma del Estado, se hace necesario plantear
el papel de la sociedad civil, de tal forma que promueva la participación
activa de los ciudadanos bajo nuevas formas de organización que permitan las
expresionesde sus anhelos políticos, económicos y sociales.
La gobernabilidad es inherente
al funcionamiento del Estado y se refiere a la calidad y tipo de las
instituciones, de las políticas y de los arreglos sociales que orientan la
evolución del país. La gobernabilidad según Kauffman (2000) es un concepto
clave en el dominio de las libertades públicas y se revela indispensable a
los ciudadanos que desean pronunciarse sobre la acción del Estado. La
gobernabilidad democrática recubre ámbitos complejos, que en lo fundamental
tiene que ver con la capacidad del país de producir las regulaciones
necesarias para conducir su proceso de desarrollo” (Saldomando, 2002).
Las estructuras de
gobernabilidad global son factores exógenos en la economía global porque dan
sustento a marcos normativos para las instituciones multilaterales, las
grandes corporaciones transnacionales y multinacionales, los Estados
nacionales, las cuales tienen impactos directos sobre las regiones y las
localidades. Estos impactos demuestran las interrelaciones existentes entre
los niveles globales, regionales, nacionales y locales y dejen en entredicho
el modelo estratificado.
Esta tendencia de
transformación regional económico-política y social reconfigura las
funciones del Estado y sus capacidades de gobierno que responde al colapso
de la gobernabilidad que proporcionaron las ya decadentes instituciones de
Bretton Woods. El
Estado como articulador de la gobernabilidad en las esferas económicas,
sociales y políticas está en constantes transformaciones discontinuas
conforme a un nuevo diseño neoliberal.
La forma de gobernabilidad
centrada en el Estado nación se encuentra en una relación de transformación
con los procesos de globalización económica del sistema capitalista. Bajo
este nuevo arreglo geoeconómico global, la gobernabilidad centrada en el
Estado nacional que no resiste los embates de los procesos de globalización
económica pierde control en sus fronteras territoriales sobre los flujos
económicos, financieros y tecnológicos en sus fronteras territoriales, para
dar lugar a procesos de dependencia-interdependencia.
Bajo un nuevo arreglo
geoeconómico que modifica las economías centradas en el estado nación, las
unidades de producción territorialmente organizadas son sustituidas por la
formación de cadenas de valor agregados que abren la competencia entre los
clusters locales, las ciudades y regiones organizadas para generar espacios
funcionales de aglomeramientos transfronterizos. Un Estado fuerte y una
política industrial que apoye a los gobiernos locales en el desarrollo de
clusters sectoriales.
Pero los procesos de
globalización económica empujados por la competencia abierta de los mercados
globales bajo el modelo neoliberal de desarrollo, desafían las formas de
gobernabilidad institucional de los estados nación, presionan para la
liberalización y desregulación de los sistemas económicos y financieros,
promueven la privatización de amplios sectores de empresas públicas e
instituciones de investigación y educación superior, adaptaciones de
políticas ambientalistas y sociales, etc. La reforma del Estado enfatiza las
reformas institucionales que fortalecen la gobernabilidad con base en un
sistema democrático y de libre mercado (Prats, 1998).
El neoinstitucionalismo
económico analiza las fallas de los mecanismos del Estado y sus ineficacias.
El análisis económico neoinstitucional afirma el papel dominante que tienen
las instituciones jurídicas y del Estado de Derecho que garantiza los
derechos privados para la ejecución de los contratos entre particulares y
instituciones públicas.
La economía neoinstitucional
demuestra las deficiencias e incapacidades del Estado como mecanismo de
gobernabilidad y coordinación que garanticen los acuerdos y compromisos
sobre la propiedad. El Estado intervensionista usa el poder para colonizar
la sociedad y el Estado neoliberal subyuga a la sociedad al libre juego del
mercado, limitando con ello las posibilidades de la sociedad civil para
establecer una gobernabilidad democrática. Las disfuncionalidades del Estado
en el crecimiento económico y desarrollo social conlleva problemas de
gobernabilidad.
Si bien la gobernabilidad de
la globalización económica avanza, la gobernabilidad política se rezaga en
muchos Estados porque se encuentra con limitaciones institucionales,
sociales y de cultura política que inciden en verdaderas crisis de
capacidades, las deficiencias tecnológicas que debilitan la legitimidad de
los procesos de globalización y la irresponsabilidad para asumir los costos
relacionados.
La lógica de la acción
política crea tiempos y espacios autónomos en función más que de la
contingencia, de la fidelidad a los acontecimientos (Badiou, 2000), es
decir, algo imprevisible que perturba el estado de la situación y permite a
quienes le son fieles mantenerse a distancia del Estado y medir su poder. La
política es actividad de los actores colectivos organizados por la lógica
que no busca el poder como objetivo, sino que lo dejan confinado al Estado.
La liberación
política es un proceso que vuelve efectivos ciertos derechos que protegen a
individuos y grupos sociales ante los actos arbitrarios o ilegales cometidos
por el Estado o por terceros.
Los procesos de
democratización representan un paso significativo para la resolución de
problemas del desarrollo económico, social, político y la consolidación de
la gobernabilidad mediante cambios profundos que implican la definición de
los límites entre los sectores público y privado, principios y procesos de
las funciones del Estado.
Durante los últimos diez años
se logró determinado nivel de consenso en torno a la delimitación de la
complementariedad de las funciones del Estado y el mercado. Como una
estrategia de diferenciación de las funciones del Estado, las organizaciones
no gubernamentales son agencias de asociación voluntaria cuyas funciones se
orientan a la gestión y prestación de servicios de lo público a las
comunidades que atienden.
El capital político se refiere
a las actitudes y actividades que influencian al Estado. Levi (1996)
desconfía de las asociaciones civiles para promover el capital social y
argumenta la necesidad que tiene el Estado para crearlo. Un asociacionismo
que coordine los intereses entre la comunidad y los sectores privado y
público en los tres niveles de gobierno, supera la dicotomía que considera
al Estado propietario como opuesto a los intereses del mercado identificado
con el sector privado.
El desempeño del
gobierno local es una función del porcentaje de personas involucradas en
asociaciones voluntarias horizontales de acuerdo con la tesis de Putnam(1993).
Los países desarrollados adoptan una estructura del Estado que facilita una
amplia participación del gobierno local.
Una estructura
organizacional del gobierno se basa en una visión acerca de las funciones
propias del Estado-nación y las responsabilidades de los diferentes niveles
de gobierno.
De hecho, las
transformaciones en las competencias y funciones del Estado nación ha dado
lugar a que también se presenta una nueva formulación de competencias y
funciones en los demás niveles de gobierno, sobretodo los locales y
municipales. El
cumplimiento de las funciones reguladoras del Estado requiere de atributos
de fiscalización para exigir el cumplimiento de las regulaciones y normas.
Las actividades altamente
especulativas de los sectores financieros que promueven la economía global
requiere de las funciones reguladora del Estado para asegurar que la
volatilidad de los mercados emergentes de capitales no perjudiquen sus
inversiones y garanticen la estabilidad del mercado financiero para lograr
el retorno máximo de utilidades sobre las inversiones a pesar de las crisis
financieras.
Las funciones públicas
contingentes toma en consideración aquellas actividades que pueden ser
subcontratadas (outsourcing) o privatizadas y que desestructura las
principales funciones del Estado moderno a las que Dror (1995: 222) denominó
como “las funciones de orden superior” del Estado. Los esfuerzos para
alterar la dirección de las actividades del Estado en un movimiento para
alterar la centralidad de su función económica que será paralelo con
funciones activistas del Estado en los procesos de concentración económica y
la jerarquización de las relaciones sociales y económicas.
Contrariamente a la retórica
de los empresarios y la clase capitalista transnacional, el Estado seguirá
desempeñando un rol importante que requieren el fortalecimiento de sus
funciones de regulación, cuya finalidad es eliminar los riesgos que pueden
atentar contra sus inversiones y garantizar la reproducción y el
acrecentamiento de sus capitales. La autorregulación propuesta por el
sistema capitalista en forma de desregulación que reduce las funciones del
Estado al mínimo a partir de la idea de que el gobierno sólo debe hacer lo
imprescindible, ha sido solo una fantasía.
Para los proponentes del
intergubernamentalismo, el diseño institucional de las nuevas formas y
estructuras de gobernabilidad del orden económico global se concentra en la
fundación, consolidación y participación de organismos multilaterales
creados y controlados por los Estados nación como los actores principales,
sin considerar la participación de los actores privados. La importancia que
para los intergubernamentalistas adquieren la governance local y regional
como base de las normas globales y la competitividad en los procesos de
integración económica, se fundamenta en las interacciones locales del
mercado, el Estado y los actores sociales.
De acuerdo con este modelo,
las conexiones para mejorar la administración y construir una gobernabilidad
efectiva son el desempeño administrativo del gobierno, los ciudadanos que se
involucran en la medición del desempeño y los ciudadanos que se involucran
en las políticas gubernamentales y su implementación y finalmente, el
alineamiento estratégico de los tres elementos de governance referidos como
tal a la naturaleza y estructura de acceso a las funciones de alto mando del
Estado.
Inicialmente el término
governance fue utilizado como governing o proceso de gobernar a través de
las organizaciones de gobernación y que ha derivado en el concepto de un
nuevo estilo de gobierno, distinto del modelo de control jerárquico y
caracterizado por un mayor grado de cooperación y por la interacción entre
el Estado y los actores no estatales al interior de redes decisionales
mixtas entre lo público y lo privado.
De acuerdo a Martínez Nogueira
(2001), el concepto de gobernancia o governance, enfatiza “la capacidad de
orientar, impulsar y promover comportamientos sociales no sometidos a las
relaciones jerárquicas propias del aparato administrativo del Estado.
Gobernancia es la capacidad financiera y administrativa para implementar las
decisiones políticas. Para Mayntz (2000) el término governance significa un
“nuevo estilo de gobierno, distinto del modelo de control jerárquico y
caracterizado por un mayor grado de cooperación y por la interacción entre
el estado y los actores no estatales al interior de redes decisionales
mixtas entre lo público y lo privado”.
De acuerdo a la teoría
neoinstitucional de la economía, el subdesarrollo es resultado de las fallas
del Estado para proveer las estructuras de governance necesarias para
garantizar las instituciones que apuntalan el desarrollo de los pueblos. Sin
embargo, el subdesarrollo no fue el pecado de una omisión de países en el
margen de la industrialización moderna, sino activamente un proceso viejo en
el cual los términos comerciales fueron arreglados en detrimento de los
Estados débiles productores de bienes primarios (Portes, 1997).
El neoinstitucionalismo
recomienda un Estado fuerte pero limitado en sus funciones. La formación de
redes de política pública es una alternativa que tiene el Estado para
instrumentar procesos de governace colaborativos y participativos que
involucre a los actores en las decisiones y políticas públicas.
La eficacia del control social
tiene una relación estrecha con la fortaleza que el Estado tenga para
implementar sus políticas públicas. La teoría del interés se divide en la
escuela del interés público y el interés privado. La teoría del interés
público se centra en los procesos de reforma para fundamentar las respuestas
políticas a las demandas de la ciudadanía que justifica el uso de nuevas
formas de intervención del Estado mediante políticas públicas que dan
respuesta a los servicios demandados al gobierno.
El ordenamiento vertical de
las políticas públicas sectoriales ponen a prueba la capacidad del Estado,
por lo que los procesos de reterritorialización tienden desectorizar la
acción del Estado. Las normas básicas y las formas de regulación se
refuerzan mutuamente con el Estado de Derecho y con las estructuras
institucionales integradas por las redes de los actores políticos
estratégicos y por el conjunto de las políticas públicas, económicas,
sociales, etc.
Sin embargo, a pesar de las
propuestas neoliberales de libre mercado, el Estado sigue siendo un
instrumento de control de las transnacionales en contra la tesis de Toni
Negri que sostiene la supremacía de las transnacionales en el gobierno
global. A pesar de las tendencias neoliberales que limitan las funciones y
actividades del Estado, su participación sigue siendo fuerte para regular
los procesos económicos.
Las estructuras de governance
se describen en un continuo que va del mercado spot anónimo en un extremo a
la jerarquía perfectamente integrada en el otro, en donde las partes que
intercambian están unidas por los mismos arreglos de propiedad y control,
pero que proveen incentivos débiles a los administradores para maximizar las
utilidades. De acuerdo a Humphrey y Schmidtz (1996) los patrones de
interacción y governance son las relaciones abiertas del mercado, redes, las
quasi jerarquías y las jerarquías. Las estructuras basadas en redes y las
quasi jerarquías son óptimas en ambientes inciertos y complejos, mientras
que las soluciones no óptimas resultan de la coordinación ejercida del
mercado y la integración vertical
La globalización no es un
proceso unilineal que transforma las estructuras de governance de
producción, distribución y consumo del nivel de las economías nacionales en
una economía global, sino que también en forma paralela se desarrollan
estructuras de governance privadas globales tales como la formación de
sistemas de redes globales de valor agregado y quasi jerarquías para
integrar a los emplazamientos locales en los procesos de producción,
distribución y consumo de los mercados mundiales. Sin embargo, las formas de
governance privadas globales van más allá de la simple coordinación de
mercados anónimos.
Las estructuras de governance
se convierten en híbridas en un continuo que va de la empresa en un extremo
al mercado en el otro. En la forma de organización en clanes los procesos de
socialización contribuyen a lograr la congruencia de los objetivos y logra
ventajas sobre las organizaciones burocráticas o las relaciones de mercado
en casos en que se eleva la evaluación del desempeño y baja la incongruencia
de los objetivos (Ouchi, 1980).
Los institucionalistas
argumentan que las organizaciones se adaptan a ciertas estructuras para
promover su legitimidad convergiendo en un campo organizacional o mercado.
Organizaciones privadas y del mercado son persuadidas por la lógica de le
eficiencia económica y las organizaciones públicas y no del mercado por la
lógica de la apropiabilidad.
Forma característica de
participación
Naturaleza y tipos de
Habilidades
más usadas
Forma de enfrentar la
incertidumbre
Dar o recibir
órdenes
Conocimiento técnico
organizacional
Preferencia del actor en
jefe
Evitar el
tener que
llegar a
tomar resoluciones
Evitar el
tener que
llegar a
tomar resoluciones
Defensa y
Promoción
bipartita
Habilidades
en la
presentación de evidencia
y persuasión
Capacidad de comproba-ción.
(Burden of
proff)
Competición bipartidaria
Reducción: los asuntos son
tomados como correctos o
incorrectos
Defensa y promoción
mutlipartida-ria
Habilidades en la
Presentación de evidencia
y persuasión
Juicio del
decisor
Competición multipartidaria
Competición (que puede
exacerbar la incertidum-bre).
Promoción de intereses
Habilidades políticas,
habilidades en la
persuasión y la
negociación
Reglas de mayoría. Voto
mayoritario
Competición, colaboración,
compromiso
Competición, colaboración,
compromiso
Búsqueda de la cooperación
Habilidades de persuasión,
Colaboración
Consenso
Evitar la
colaboración
Evitar la
colaboración
Argumentos previos a
opinión y
sanción de
un tercero
Habilidades en la
mediación y
en la
argumentación
Aceptación o rechazo del
consejo del mediador
Compromiso guiado
(dirigido)
Compromiso guiado
(dirigido)
Búsqueda separada de
objetivos partidarios diversos
Variable, en función de
las partes y de la
Situación en particular
Coordina-ción no
Intensional, epifenome-nal
Evitar la
competición
La aceptación de la
Incertidumbre es
inevitable
Fuente: Diseño modificado por
Cruz (2001) del original Hult y Walcott (1989:42-43).
VALORES PRESENTES EN EL
PROCESO DE TOMA DE DECISIONES Y ESTRUCTURA DE GOVERNANCE
Estructura de
governance
Racionalidad
burocrática, definición del problema, interpretación.
Habilidad para alcanzar la
toma de
decisiones
Fuentes principales de
legitimidad
Congruenciacon los
Procedimien- tos estandari-zados
Alta, si el decisor
responsable desea decidir o si las reglas determinan el resultado final
Alta para los funcionarios
en jefe. Observado-res externos
Poca variedad y diversidad
en comparación con otras estructuras
Eficiencia, rendición de
cuentas.
Dos posiciones contrapuestas,
una de las cuales es la “correcta”
Alta: una tercera parte
decide
Alta, dados criterios y
estándares en los cuales
el “juez” basa su decisión
Derechos de los
participantes, ocupantes de posiciones polarizadas
Justicia en el procedimien-to.
MultifacéticaPerspectivas
en conflicto
Alta, si los actores
decisores no implicados actúan
Alta hacia los electores y
clientelas, baja hacia observadores externos
Todos aquellos definidos
como “partes”
Apertura, uso del
Debate
Colegial-competitiva
Multifacética
Existencia de una base
común, posibilidad de arribar a compromisos
Alta, reglas de voto en
ausencia del consenso; el cierre decisional puede ser temporal ante
temas o asuntos polarizados
Moderado hacia los
electores o
clientes: la
negociación puede producir
decisiones deseadas sólo por
pocos
Todas las
partes interesadas
Representatividad,
justicia y apertura del proceso.
consensual
Para ser
Apropiada, es necesaria
una respuesta colectiva; el problema afecta intereses comunes
Alta, si
pueden ser
descubiertos intereses
comunes; baja si el
conflicto polariza
posturas o es redistributivo
Puede ser muy baja; el
descubrimiento y desarrollo de consensos es una prioridad
Potencial
Mente amplia no
sobresaliente: se centra en la habilidad y disponibili-dad para explorar
opciones y trabajar hacia el consenso
Apertura, igualdad de
participa-ción, representati-vidad.
mediación
Perspectivas en conflicto;
posible base común
Alta, dadas
las habilidades del
mediador y la
percepción de intereses
compartidos
Moderada hacia los
electores/
clientes
Todos aquellos definidos
como “partes”
Agotamiento de las
audiencias, grado de aceptabilidad del mediador por las partes
Pobremente estructurada,
más allá del control y comprensión humana
Indeterminada: las
decisiones “emergen”
Baja rendición de cuentas
directa
“Status quo” donde el
interés toma la ventaja
Libertad, eficiencia
Fuente: Diseño modificado por
Cruz (2001) del original (Hult y walcott, 1989:68-69).
Las organizaciones públicas
son más responsivas que las privadas a los cambios a los cambios en el medio
ambiente normativo, debido a que las organizaciones privadas actúan como
organizaciones del mercado y las organizaciones públicas como organizaciones
no del mercado. Un elemento definitorio de las organizaciones del mercado es
que su efectividad está directamente determinada por los clientes.
Las capacidades centrales de
las organizaciones dependen del conocimiento tácito que contienen e
inseparable de la tecnología de las organizaciones que constituyen la
ventaja competitiva desde la perspectiva basada en los recursos que no son
imitables o transferibles y que por lo tanto no pueden adquirirse en los
mercados. Recientes
investigaciones reconocen la importancia del conocimiento tácito, el cual en
sí mismo representa un reto a la efectividad del mercado. Los métodos
horizontales facilitan el componente tácito o personal del aprendizaje de
conocimientos del desarrollo local y general. La restricción vertical al
mercado siempre emerge en apoyo del nombre del capital.
Abbott y Snidal (2000) definen
la gobernanza internacional como las restricciones formales e informales
forjadas por las reglas, roles y relaciones que definen y regulan las
prácticas de los actores estatales y no estatales en los asuntos
internacionales, para estos autores la gobernanza no implica gobierno
necesariamente ya que los estándares internacionales son parte de sistemas
de gobernanza del mercado.
Entre el enfoque
neoinstitucionalista y el de regulación democrática emerge el concepto de
gobernabilidad como una relación existente entre los procesos de libre
mercado y los procesos de la democracia. Saldomando, (2002) sintetiza la
tendencia teórico metodológica que tiene la gobernabilidad a partir de que
la corriente neoliberal que impone como agenda los derechos del mercado y
las políticas de desregulación en un marco de normatividad transnacional.
Las teorías de la sustentabilidad del desarrollo dieron lugar a los modelos
neoliberales que impusieron el mercado como factor esencial para regular las
relaciones entre la producción y el medio ambiente mediante la consolidación
de instrumentos económicos que aniquilaron las políticas públicas de control
estatal.
Por lo tanto, la
gobernabilidad global tiene como función principal el establecimiento de
regulaciones de la dinámica de los mercados globales abiertos mediante el
aseguramiento de los derechos de propiedad industrial e intelectual, el
fortalecimiento de mecanismos de libre acceso a los mercados.
La gobernabilidad de la
economía global tiene una doble dimensión. Por un lado, las interrelaciones
entre las grandes corporaciones transnacionales con la normatividad de las
organizaciones multilaterales en los mercados globales y por otro lado, las
estructuras intergubernamentales interaccionan con cadenas globales de valor
agregado formada por los clusters en localizaciones regionales y locales.
Las cadenas globales de valor
agregado tienen como soporte una compleja diversidad de estructuras de
gobernabilidad que van más allá de la simples transacciones comerciales, tal
como Humphrey y Schmitz (2001:7) argumentan: “Las estructuras de
gobernabilidad encadenadas constituyen las relaciones y los mecanismos por
medio de los cuales se consigue la coordinación de la cadena más allá del
mercado”. Las empresas de los clusters locales que mejor se integran y se
posicionan en las cadenas globales de valor agregado, siempre orientan sus
operaciones de producción y distribución alrededor de una empresa líder para
acceder a los mercados globales y de quienes reciben incentivos de
aprendizaje e innovación tecnológica.
Las empresas líder en las
cadenas globales de valor definen los procesos y flujos de la producción a
través de formas y estructuras diferentes de governance en función de las
asimetrías de la información y competencia de los mercados, que van en un
continuo desde la coordinación horizontal del mercado, redes de cooperación
y complementación hasta los arreglos asimétricos del poder como en las quasi
jerarquías, la gestión jerárquica y la integración vertical.
Por lo tanto, en los contextos
de las formas y estructuras de gobernabilidad global de los mercados que
interaccionan con la gobernabilidad local, se integran en procesos de
globalización económica los emplazamientos y clusters locales y regionales.
Las estructuras de gobernabilidad local se interrelacionan e interaccionan a
través de las redes transnacionales con la gobernabilidad global que se
extiende más allá del control intergubernamental y del mercado.
Así el establecimiento de
normas es parte de la lógica funcional de los procesos de globalización de
los mercados. En un ambiente de alta rivalidad y competitividad empresarial,
las normas se convierten en instrumentos de poder que aumentan la
credibilidad y transparencia en los mercados mundiales, dan orientación
reducen los costos de transacción ahí donde hay limitaciones de información
y en capacidad para procesarla y crean seguridad de expectativas a largo
plazo marcadas por las complejas interacciones de los agentes involucrados.
Las estructuras de la relación principal – agente caracterizan a la
gobernanza pública.
La tendencia de la nueva
gestión pública, según Echabarría (2000) se orienta a fortalecer las
funciones estratégicas de los gobiernos (coordinación, gestión transversal,
control y evaluación de resultados), descentralizar y orientar a resultados
flexibilizando las estructuras y los procedimientos (agencias, sistemas
presupuestarios, gestión del rendimiento, delimitación política y gestión),
crear competencia y capacidad de elección (mercados internos, contratación
de servicios, cobro por prestaciones, privatización y externalización de
servicios), proporcionar servicios de calidad (mejorar la accesibilidad y
participación, establecer estándares de servicio e indicadores de desempeño,
reducir las barreras administrativas), mejorar la gestión de los recursos
humanos (descentralización de la gestión, flexibilizar las condiciones de
trabajo), y optimizar el uso de las tecnologías de la información
(comunicación electrónica interna y externa, gestión de procedimientos y
automatización de oficinas, información de gestión).
El e-government o gobierno
electrónico incorpora tecnologías de información y comunicación en sus
procesos de gestión pública para obtener una mayor eficacia y calidad.
El término gobernancia que
hace referencia a la conducción de las interrelaciones de la sociedad civil
con el Estado y el mercado, la coordinación de actores, grupos sociales e
instituciones, proviene del francés goubernancia usado en los siglos XVI y
XVII y de la noción traducida del Inglés governance utilizado para delimitar
el ámbito de intervención socioeconómica de las empresas. Para Peters
(2001), el concepto governance implica conducción o empleo de mecanismos que
son orientados a proveer a la sociedad de una dirección coherente.
Governance es una forma de
gestionar la estructuración del régimen para alcanzar una mayor legitimidad
en las acciones políticas del gobierno y del Estado, así como de los
diferentes actores de la sociedad civil. Un régimen es un “conjunto de
reglas fundamentales sobre la organización del espacio público”, que
comprende tanto al Estado como a la sociedad civil y divide lo público y lo
privado (Prats, 2001). El governance se entiende, según Prats (2001) como
las “instituciones y reglas que fijan los límites y los incentivos para la
constitución y funcionamiento de redes interdependientes de actores
(gubernamentales, del sector privado y de la sociedad civil).
Desde la perspectiva
analítica, governance tipifica los arreglos institucionales de la sociedad y
la gestión de actores comprometidos en un liderazgo moral (perspectiva
normativa). Prats, (1998) y Prats, (2001) delimita las dimensiones de
governance en la estructural que hace referencia a “los arreglos
institucionales existentes en una sociedad dada” y en la dimensión dinámica
o de proceso que se refiere a “las acciones de los actores” que afectan la
estructura.
La ola democratizadora de las
últimas décadas requiere la precisión conceptual de gobernabilidad entendida
como capacidad de coordinación y acción del gobierno para dirigir una
sociedad como colectivo, es decir, la acción misma de gobernar mediante las
decisiones de los representantes políticos y gobernantes. El governance y la
gobernabilidad como un atributo de la sociedad son consustanciales al
desarrollo socioeconómico, es decir, la gobernabilidad social fundamenta la
institucionalización funcional del crecimiento económico y el desarrollo
social.
La Nueva Economía
Institucional da origen al término gobernabilidad en referencia a las
instituciones que la sociedad debe poseer a fin de monitorear las reglas del
juego. Los fundamentos para el desarrollo estratégico de la gobernabilidad
institucional se encuentran en los trabajos sobre ingeniería social de
Popper, las diferenciaciones entre sociedad y organizaciones de Hayek y el
enfoque de cambio basado en las instituciones de North.
Para Prats (2001) la
governance como metapolítica que concierne “a la estructura institucional de
la acción política tanto del gobierno como de los actores de la sociedad
civil”, tienen una dimensión estructural y otra dimensión dinámica o de
proceso. La governance, no se refiere solo a las organizaciones
gubernamentales porque enmarcan y entrelazan una serie interdependiente de
actores que comprende los gobiernos, los actores de la sociedad civil y el
sector privado, tanto en el ámbito local, nacional e internacional (PNUDa,b,
1997, citado por Prats, 2001). Es por lo tanto un problema de gobernabilidad
más que de administración pública que requiere la redefinición de las
funciones del Estado y de la sociedad civil.
El problema de la
gobernabilidad es en parte un problema de gobierno, pero también del sistema
político y de la sociedad.
Una cualidad de las sociedades
o sistemas sociales, es que el sistema social es gobernable cuando está
estructurado sociopolíticamente de modo tal que los actores estratégicos se
interrelacionan para tomar decisiones colectivas y resolver sus conflictos
conforme a un sistema de reglas y de procedimientos formales o informales
–que puede registrar diversos niveles de institucionalización.
La concentración del capital
corporativo limita las oportunidades de desarrollo de las economías más
débiles, debilita y socava las bases del poder de los Estados nacionales,
aumentando las tensiones sociales y por tanto la ingobernabilidad de las
sociedades. La gobernabilidad de la sociedad está en riesgo por los
procesos de informalización de la política democrática que ha modificado los
vínculos de lealtad entre el Estado y la ciudadanía.
Desde una visión
Estado-céntrica en donde los gobiernos tienen un papel predominante, la
gobernabilidad es provista por una sociedad influida por redes
organizacionales de grupos de interés como los iron triangles o triángulos
de hierro y los issue networks o redes temáticas debilitan el papel de la
gobernabilidad Estado céntrica y contribuyen a centrar la gobernabilidad en
la sociedad civil misma, lo cual puede predeterminar la agenda política de
los gobiernos.
Tanto una mayor participación
ciudadana y una mayor autonomía de los gobiernos locales son elementos
imprescindibles para consolidar la gobernabilidad democrática entendida como
una cualidad de la sociedad que establece el conjunto de normas que
estructuran las interrelaciones entre los diferentes actores estratégicos
sociales y políticos y sus representantes, para regular los procesos de toma
de decisiones así como los mecanismos para la resolución pacífica de
conflictos.
El fortalecimiento de los
gobiernos municipales requieren de una mayor autonomía financiera y
administrativa, la participación ciudadana y de la sociedad, el manejo
eficiente de sus recursos, proyectos intergubernamentales e
interinstitucionales, etc.
Los mecanismos de
participación ciudadana dan fundamento al ejercicio democrático de las
estructuras institucionales de gobernabilidad que facilitan las
interacciones entre la sociedad y los ciudadanos. La participación ciudadana
en el juego político es la base de todo sistema democrático. Según Orozco
(2001), la participación política ciudadana se refiere el grado en que se
involucra individuo y de la sociedad en señalar pautas o agendas de acción
social y política que afectan sus intereses”. La naturaleza de la política
ciudadana en las sociedades avanzadas se encuentra en procesos de
transformación.
Las transferencias de
conocimientos y experiencias fortalecen a la sociedad civil y les otorga
capacidad y autonomía para ejercer sus funciones en las nuevas formas de
gobernabilidad. La creación de espacios para la toma de decisiones mediante
mecanismos de gobernabilidad que democráticamente informen del bienestar, de
los principios de derechos humanos, del desarrollo sustentable y del
desarrollo social es un rol importante de la sociedad civil. El desarrollo
social se sustenta en las interrelaciones entre el Estado, mercado y
sociedad civil.
La gobernabilidad de la
sociedad presenta desafíos en todos los niveles: global, internacional,
regional, nacional y local en las áreas económicas, políticas, sociales,
culturales, etc. La recuperación del poder por la sociedad consiste en dar a
los procesos democráticos un sentido de gobernabilidad democrática que
confiera al ciudadano participación en las decisiones y en la exigencia de
la rendición de cuentas de las autoridades.
El Estado de Derecho, el
fortalecimiento de la sociedad civil y el desarrollo de la capacidad de
gobernabilidad son requerimientos del Buen gobierno porque contribuyen a la
ampliación y profundización del espacio público y al establecimiento de
mecanismos de control social sobre los recursos públicos. En la complejidad
de las interacciones entre el sistema político y la sociedad se delimita el
“Buen Gobierno”.Las interrelaciones mutuas entre la sociedad civil y el
Estado se delimitan en las fronteras de los espacios de lo público y lo
estatal en forma no siempre precisa entre lo privado de los individuos, la
acción colectiva de las organizaciones sociales y comunidades y el ejercicio
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Adversaria
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Colegial
consensual
Colegial de mediación
Mercado
Responsabilidad pública/rendición de cuentas
Representatividad
Jerárquica
Abjudicativa
Adversaria
Colegial
Colegial de
Mercado
Gobernabilidad de la sociedad
Referencias
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Citación:
Vargas Hernández, J.G.
(2007): "La nueva correlación de fuerzas para la
gobernabilidad del estado, el mercado y la sociedad". Tecsistecatl. Revista Interdisciplinar,
2, julio 2007. Disponible en Internet: <http://www.eumed.net/rev/tecsistecatl/n2/jgvh.htm>