DESARROLLO LOCAL. ALTERNATIVA VIABLE PARA LA SOSTENIBILIDAD DEL DESARROLLO SOCIOECONÓMICO EN CUBA
Por Jorge Luis Gómez Prieto (CV)
Introducción.
El desarrollo Local como proceso de construcción teórica y alternativa a los modelos convencionales de desarrollo, se ha ido sistematizando a partir de la década de los 70, reconociéndose como un nuevo paradigma de desarrollo que presenta una nueva forma de análisis del comportamiento de variables socioeconómicos donde la relación crecimiento distribución pareciera encontrar una solución definitiva a los problemas de reproducción económico- social de la economía de las naciones, fundamentalmente las subdesarrolladas y el mejoramiento de los niveles y calidad de vida de la población, contexto este, caracterizado por un franco agotamiento del fordismo como forma de gestión industrial y el keynesianismo como modelo de desarrollo, incapaces ya de lograr los niveles de reproducción del capital internacional deseado, con su repercusión en las naciones subdesarrolladas. Sin embargo, considera el autor que su nacimiento ha estado permeado por la influencia de las escuelas de pensamiento económico tradicionales, por lo que resulta inapropiado considerarla como una teoría autónoma.
A partir de la década de los 90, y como consecuencia de los problemas estructurales para enfrentar el desarrollo de las naciones, la perspectiva local para enfrentar la crisis e impulsar el desarrollo de sus propias sociedades inicia una nueva fase de consolidación, caracterizado por la identificación de elementos que tienen, en la participación activa de los actores locales, el surgimiento de entornos innovadores, la capacidad para la gestión de los recursos endógenos a partir de nuevas formas de organización de los procesos productivos y la construcción de lo que se ha venido denominando en capital social, sus principales presupuesto. No obstante, como enfoque teórico, el desarrollo local posee limitaciones que impiden una visión más integral en el análisis de los problemas estructurales de la sociedad mundial actual, lo que no lleva a desconocer su valor metodológico en la aplicación de herramientas de trabajo que pudiera aplicarse con efectividad en nuestras sociedades subdesarrolladas, independientemente y reconociendo las diferencias socioeconómicas existentes entre ellas. Cuba no es un caso excepcional.
La década de los 90, significó para Cuba el inicio de una de las peores crisis de su historia revolucionaria, determinada por una caída abrupta de su PIB, incapacidad para la reconversión de su patrón de crecimiento, y la conservación de los niveles de vida alcanzada en la etapa revolucionaria. Crisis que si bien fue agravada por el derrumbe del campo socialista, era expresión del franco agotamiento del modelo económico existente hasta entonces.1
Como respuesta a estos problemas señalado en el párrafo anterior, el estado cubano inicia un proceso encaminado a fortalecer la autoridad de los territorios, a través de una mayor descentralización, que permitiera más autonomía en la gestión de sus recursos.2
Este modelo que daba muestras evidentes de agotamiento, presentaba elementos que señalaban entonces, la necesidad de cambios en las formas de realización de la propiedad social sobre los medios de producción, sin que ellos significaran, desistir de la idea de construir un socialismo desde las condiciones de subdesarrollo, como principio rector.
En ello, la idea del espacio local, y su papel en la contribución al desarrollo, comienza a sistematizarse en una teoría, que se va construyendo hasta hoy, desde una lectura universal de la teoría de desarrollo local, pero contextualizándola a las realidades de la sociedad cubana.
Esta nueva alternativa de gestión, se enfrenta a un modelo de funcionamiento de la economía, caracterizado por una dirección altamente centralizada, sectorializada, donde el desarrollo es inducido desde arriba y la localidad se constituye solo, en objeto del desarrollo ¨La decisión de aplicar en Cuba nuevas tecnologías de dirección en los procesos de gestión de los gobiernos locales genera una contradicción entre las exigencias que plantea la aplicación de las tecnologías mencionadas y la estructura organizativa institucional del modo de producción cubano¨(González,2006:45).
Por ello, el autor ha querido en una primera parte de su trabajo, valorar de forma sintetizada, los elementos más importantes de la teoría del desarrollo local, estableciendo su posición sobre los mismos, así como su viabilidad como modelo alternativo para el desarrollo de las naciones subdesarrolladas, en el actual contexto de reproducción de capitalismo de estado transnacional.
Ello permitirá, establecer los elementos comunes y las particularidades de la teoría en el contexto cubano.
La idea central estaba determinada, en la necesidad de que los municipios encontraran formas autónomas de reproducción, desde una descentralización que les permitieran, asumir los propios riesgos de su desarrollo.
Uno de los principales problemas, que se encontró el estado cubano, en 1959, fue precisamente la heterogeneidad del desarrollo que existía entre los territorios del país, con su respectiva incidencia en el desarrollo social. Por ello, la disminución de estas desigualdades territoriales se viene a constituir en uno de los principales objetivos para la dirección estado, comenzando un proceso de transformaciones estructurales en esa dirección, que tienen en la aprobación por mayoría popular, de la constitución de 1976, un punto culminante en esta primera etapa de redimensionamiento de los municipios en Cuba.
Sin embargo, ello ha estado incidido por modelos de dirección que si bien han dado resultados positivos en el logro de una homogeneidad determinada, en el desarrollo socio-económico, ha encontrado contradicciones entre las políticas desde arriba y las necesidades desde abajo, convirtiéndose en obstáculos para el desarrollo de los municipios cubanos desde una visión local-participativa de sus actores locales.
De ahí que el autor dedique la segunda parte en caracterizar este modelo construido a partir de la década de los 60, como su principal objetivo del trabajo.
Al abordar el tema del desarrollo, el autor propone su análisis desde 4 tipos de relaciones básicas, que van a determina, la construcción de políticas económicas .Estas relaciones son las siguientes:
Alrededor de las contradicciones que de ellas se generan, se podrá encontrar la naturaleza y origen del desarrollo local, como una teoría que se proyecta cualitativamente diferente.
Más allá de sus diferencias, la teoría convencional del desarrollo está caracterizada por enfocarse principalmente en la categoría crecimiento como idea del desarrollo, Determinando las políticas económicas desde un enfoque excesivamente macroeconómico, donde lo exógeno se constituye en premisa para su realización a partir de la imposibilidad de los estados subdesarrollados en enfrentar el desarrollo desde sus potencialidades endógenas como alternativa viable. En estas teorías, la distribución se refleja como categoría complementaria, no desde la óptica de los intereses ciudadanos, sino desde la movilidad de los valores agregados que se crean a partir del aumento de la productividad.
Contradicciones que se presentan en las teorías convencionales a partir del sistema de relaciones propuestas.
No obstante, estas teorías, desde el punto de vista instrumental, ofrece a la teoría del desarrollo local, herramientas importantes para su sistematización tales como:
Lo cierto es que estas teorías y los modelos derivados de ellas, propician el entorno para redefinir el territorio como una alternativa viable al desarrollo.
El desarrollo local, y su sistematización teórica, nace como alternativa a las consecuencias negativas provocadas por los modelos de desarrollos clásicos- tradicionales, que ya en la década del 70, presentan síntomas claros de agotamiento. ¨Es en el contexto de esta crisis que sufrieron los países industrializados en los años setenta, particularmente hacia fines de esa década, que comenzó a hablarse de desarrollo local¨. (Arocena,2002:7)
Desde entonces, el desarrollo local, viene adquiriendo mayor relieve como propuesta de desarrollo alternativo, en la solución a los problemas socioeconómicos generados por los tradicionales modelos de desarrollo ¨Existe un lugar, una dimensión, una escala en la que la búsqueda de superación de las formas tradicionales de desarrollo se articula con esta nueva valorización de la iniciativa: la escena local. Allí convergen la necesidad de crear riqueza con la necesidad de salvaguardar los recursos naturales, la urgencia por generar empleos con la urgencia por responder a las necesidades esenciales de la población¨(Arocena,2002:8)
Esta visión alternativa que propone el desarrollo local, la hace diferente conceptualmente a las ya existentes como refleja el autor en la siguiente tabla.
Tabla 1 Elementos diferenciadores entre aspectos teórico en los modelos clásicos y el desarrollo local.
|
Tradición clásica |
Desarrollo local |
Organización Industrial |
Gran empresa |
Pymes (pequeña y medianas empresas) |
Forma de organización de la producción |
Vertical |
Horizontal-Flexible |
Actores Económicos |
Transnacionales, Instituciones Internacionales |
PPM (pequeña propiedad mercantil) Propiedad Cooperativa, Micro pymes. |
Visión de desarrollo |
Exógena |
Endógena |
Grado de participación de la sociedad civil |
Pasiva |
Activa |
Territorio |
Espacio Físico portador de recursos |
Sociedad local que gestiona sus recursos |
Política Económica |
Análisis Macro económico |
Análisis Micro-meso-económico |
Fuente: Elaboración propia. A partir de Alburquerque (94, 2000,2002), Arocena 95, Galichio, 95, Laso, 2002, Fontes (2006,2011).
Como se puede apreciar en la tabla, la visión del desarrollo modifica teóricamente categorías que operan desde un enfoque de la interpretación de los valores agregados en la vieja tradición hacia una operacionalización más localista o meso-económica de las mismas en el nuevo enfoque.
En este nuevo enfoque del desarrollo, lo endógeno se constituye en el elemento básico de su fundamentación, reconociendo la importancia que posee la utilización eficiente de los recursos tangibles e intangibles del territorio, en las transformaciones socioeconómicas- estructurales, definiéndose desde esta perspectiva como: ¨ Un proceso de crecimiento y cambio estructural que mediante la utilización del potencial de desarrollo existente en el territorio conduce a la mejora del bienestar de la población de una localidad o una región. Cuando la comunidad local es capaz de liderar el proceso de cambio estructural, la forma de desarrollo se puede convenir en denominarla desarrollo local endógeno ¨ (Vázquez, 2001:15)
Para ello, es preciso que el desarrollo local se asuma como proceso complejo y multidimensional, Vázquez Vaquero, reconoce tres dimensiones en él “ una económica, en la que los empresarios locales usan su capacidad para organizar los factores productivos locales con niveles de productividad suficientes para ser competitivos en los mercados; otra, sociocultural, en que los valores y las instituciones sirven de base al proceso de desarrollo; y, una dimensión político-administrativa en que las políticas territoriales permiten crear un entorno económico local favorable, protegerlo de interferencias externas e impulsar el desarrollo local”. (Vázquez, 2001:15)
Sergio Bossier conceptualiza la endogeneidad del desarrollo desde el análisis de cuatro planos interpretativos que se cortan entre sí:
Primero, la endogeneidad se refiere o se manifiesta en el plano político, en el cual se le identifica como una creciente capacidad regional para tomar las decisiones relevantes en relación a diferentes opciones de desarrollo, diferentes estilos de desarrollo, y en relación al uso de los instrumentos correspondientes, o sea, la capacidad de diseñar y ejecutar políticas de desarrollo, y sobre todo, la capacidad de negociar.
En segundo lugar, la endogeneidad se manifiesta en el plano económico, y se refiere en este caso a la apropiación y reinversión regional de parte del excedente a fin de diversificar la economía regional, dándole al mismo tiempo una base permanente de sustentación en el largo plazo.
En tercer lugar, la endogeneidad es también interpretada en el plano científico y tecnológico, es decir, la vemos como la capacidad interna de un sistema –en este de un territorio organizado—para generar sus propios impulsos tecnológicos de cambio, capaces de provocar modificaciones cualitativas en el sistema.
En cuarto lugar, la endogeneidad se plantea en el plano de la cultura, como una suerte de matriz generadora de la identidad socio-territorial ¨.
Este carácter complejo y multidimensional del desarrollo local, se convierte en un factor determinante, donde se reconoce que “Cada localidad o territorio se caracteriza, por ejemplo, por una determinada estructura productiva, un mercado de trabajo, un sistema productivo, una capacidad empresarial y conocimiento tecnológico, una dotación de recursos naturales e infraestructuras, un sistema social y político, una tradición y cultura, sobre los que se articulan los procesos de crecimiento económico local ¨.(Vázquez, 2001:15)
De ahí que Bossier lo defina como un ¨ proceso endógeno registrado en pequeñas unidades territoriales y agrupamientos humanos capaces de promover y dinamizar lo económico y de mejorar la calidad de vida de la población ¨. (Bosier, 1999:6)
Otro elemento que se constituye en rasgo del desarrollo local está dado en la importancia que se le infiere a la pequeña y mediana empresa en la reorganización estructural de la economía local, a partir de los eslabonamientos que podría crearse entre ellas en el proceso de acumulación y distribución de las riquezas del territorio ¨ Una cuestión crucial para impulsar el desarrollo económico local es la construcción de una oferta territorial apropiada de servicios de desarrollo empresarial para microempresas y pequeñas empresas: entre otros, servicios de información tecnológica y de mercados, de innovación de productos y procesos productivos, de capacitación técnica y gestión empresarial, de cooperación entre empresas, de comercialización y control de calidad, y de asesoramiento financiero. Tales servicios son siempre de difícil acceso para las microempresas y pequeñas empresas en sus diferentes localizaciones en el interior del país ¨. (Alburquerque, 2001: 21)
Esta visión del desarrollo, tiene en el recurso humano su principal fuente de aprovechamiento determinado por su capacidad consciente de organizar “políticas de desarrollo endógeno, donde se aprovecha el potencial local a nivel de los recursos humanos”.(Cuervos,1999: 14)
Su importancia radica en la autonomía, que podrían alcanzar las economías territoriales ¨ Un modelo de desarrollo endógeno garantiza autonomía al proceso de transformación del sistema económico local, subrayando la importancia de los procesos decisionales de los actores sociales locales y su capacidad de controlar e internalizar. Conocimientos e informaciones externas, asumiendo generalmente características de desarrollo auto sostenido y durable.” (Garofoli, 2009: 18)
Lo expuesto anteriormente no significa que los elementos exógenos al desarrollo no tienen incidencia en el mismo, ello complementa la visión endógena, su importancia radica en el reconocimiento de los elementos exógenos teniendo en cuenta el grado de internacionalización que ha alcanzado los procesos de acumulación contemporáneos, que encuentra en su internacionalización su forma natural de reproducción, lo que determina un alto nivel de dependencia de las nacionalidades, regiones y localidades a este proceso objetivo de reproducción del capital. Esta visión permite enfrentar la posición que responsabiliza al estado de los fracasos alcanzado en el tema del desarrollo. ¨ Es necesario entonces romper con los enfoques que ven al desarrollo local como parte de la reforma del estado, o asociado a procesos de descentralización que, en definitiva, promueven el empobrecimiento de lo nacional y también de lo local. No entendemos el desarrollo local como compensación ante un “mal desarrollo” nacional, sino como una nueva forma de mirar y hacer ¨. (Arocena, 2002:11)
Gallicchio reconoce en la relación de lo local y lo global un aspecto clave en sus fundamentos conceptuales “se trata de un enfoque que se define por las capacidades de articular lo local con lo global” (Gallichio, 1995: 19)
Es necesario entonces conceptualizar el Desarrollo Local desde una visión más compleja, ya que la conexión de sus estructuras con la dinámica global es un hecho incuestionable ¨ Lo local es un concepto relativo a un espacio más amplio. No puede analizarse lo local sin hacer referencia al espacio más abarcador en el cual se inserta (municipio, departamento, provincia, región, nación). Actualmente se juega con la contraposición ‘local/global’ mostrando las paradojas y relaciones entre ambos términos”. (Arocena, 2002:18)
Para José Arocena y Enrique Gallicchio los recursos endógenos y la articulación de los actores locales, no solo pueden enfrentar los desafíos de la economía mundial, sino que están determinados por ellos. En el contexto de un mundo globalizado las ventajas de inserción de las localidades en el sistema de relaciones económicas internacionales favorecerá el desarrollo local siempre que:(Urgellés, 2012: 15) El aprovechamiento de las potencialidades de la región, para lograr un mayor desarrollo y sus posibilidades de inclusión internacional estén en función de las políticas de desarrollo de los estados nacionales.
Así, Arocena coincide con Bossier en destacar que en el ¨contexto de la globalización (y de alta movilidad espacial del capital) el crecimiento territorial es más y más exógeno (como regla general) a medida que el recorte territorial es más y más pequeño debido a que la matriz deagentes que controlan los actuales factores de crecimiento (acumulación de capital, acumulación de conocimiento, capital humano, política económica global, demanda externa) tiende a separarse más y más de la matriz social de agentes locales, siendo los primeros en su mayoría agentes residentes fuera del territorio en cuestión¨.(Arocena, 2002: 25)
Sin embargo considera el autor que esta posición encierra un pesimismo globalista sobre el desarrollo local que no facilita un justo reconocimiento de las capacidades que se posee en nuestras localidades y que podrían constituir fortalezas en función de nuestro bienestar, lo importante no es enfrascarse en una lucha entre localismos vacíos y globalismos pesimista, de lo que se trata es de establecer la correcta relación entre ambos. La endogeneidad es también reconocimiento de las ventajas exógenas en función de las localidades.
Lo cierto es que si se elabora un análisis riguroso de los resultados obtenidos en estos más de treinta años de elaboración teórico- conceptual, más allá de experiencias aisladas, la realidad muestra que no ha existido cambios estructurales que permitan ver al desarrollo local como un nuevo paradigma. Ello merece entonces, un análisis desde otra mirada sobre el tema.
La teoría del desarrollo local, como se había explicado anteriormente, tiene un período joven en su construcción, lo que significa que su elaboración está muy lejos de constituirse en un producto acabado, más bien, el autor considera que hasta el momento la teoría se desarrolla en el ámbito de las experiencias adquiridas, y en un elevado nivel de empirismo.
La teoría del desarrollo local debe sustentarse sobre el análisis de los procesos históricos de modelos de acumulación, el capitalismo es un sistema y como tal funciona como un todo. Las localidades, enfrentan el problema que derivado de este sistema imponen la división internacional del trabajo en función de la maximización de las ganancias y la repatriación hacia los centros matrices de los excedentes financieros, creados sobre la base de la explotación de la mano de obra barata periférica, la explotación de sus recursos naturales, y el robo de cerebros.
El mundo actual tiene como característica el crecimiento de las desigualdades, la polarización de las riquezas, la agudización de las desigualdades de géneros y razas, la continua destrucción del medio ambiente, el incremento del desempleo, la pobreza, lo que indica que la alternativa del desarrollo local dentro del modelo de acumulación capitalista no ha permitido alcanzar los objetivos de desarrollo social propuesto en sus elaboraciones teóricas conceptuales.
Siguiendo esta línea de pensamiento el autor considera que el desarrollo local desde una alternativa diferente de acumulación, puede convertirse en una verdadera herramienta para el desarrollo. Cuba puede ser un ejemplo de viabilidad en un contexto diferente de reproducción.
1.1.3 Evolución y potencialidades del desarrollo local en Cuba
El desarrollo local en Cuba, describe una evolución que coincide con el perfeccionamiento de los mecanismos de regulación, que a partir de 1959, tendría como uno de sus principales objetivos lograr altos niveles de homogenización en el desarrollo a lo largo y ancho del país, incidiendo positivamente en la elevación de las condiciones de vida de sus territorios.
Sin embargo, los mecanismos de regulación económica establecidos desde entonces, no han permitido en la práctica, un desarrollo endógeno de los municipios, más bien, estos se han vistos favorecidos por políticas desde arriba, que han permitido en un tiempo breve, el desarrollo más o menos homogéneo, fundamentalmente en las políticas sociales en todo el país, mas ha condicionado una mentalidad paternalista y parasitaria, de muy poco compromiso con los problemas de las localidades.
Lo anterior queda demostrado a partir de los 90, década que significó para Cuba el inicio de una aguda crisis, determinada por una caída abrupta de su PIB, la incapacidad para la reconversión de su patrón de crecimiento, el deterioro en los niveles de vida alcanzados. Crisis que si bien fue agravada por el derrumbe del campo socialista, era expresión del franco agotamiento del modelo económico existente hasta entonces.3
Esta crisis si bien afectó toda la estructura económica del país su expresión más descarnada sucedió allí donde las personas viven su cotidianidad ¨La crisis impactó todos los aspectos de la vida económica, social y ambiental del país, pero su más dramática expresión ocurrió en la escala local: el municipio.¨( Guzón,2010: 53)
Todo ello fueron razones suficientes para que a partir de la década de los 90 se iniciara un proceso de reconstrucción teórico conceptual en la isla, sobre el desarrollo local como alternativa para el país, basado en los fundamentos del modo de producción existente
Entre estos autores se encuentra Carlos Lazo Vento quien define desarrollo local como: “Un proceso activador de la economía y dinamizador de la sociedad local, que mediante el aprovechamiento fundamentalmente de los recursos endógenos existentes en un determinado territorio, se pone en capacidad de estimular y fomentar su crecimiento económico, creando por tanto empleo y riqueza y poniendo éstas en función de mejorar la calidad de vida y la satisfacción de las necesidades siempre crecientes de las comunidades locales. Es un proceso mediante el cual, los gobiernos locales establecen iniciativas y promueven actividades económicas eficientes y eficaces, de forma coordinada con todos los agentes políticos y sociales encabezados por el Partido, en proyectos conjuntos que influyen decisivamente en el sector productivo, incentivándolos con el objeto principal de rediseñar la estructura socio-económica del territorio, en función de pasar de los niveles primarios a niveles secundarios, terciarios o cuaternarios de desarrollo y así incrementar los valores productivos, la eficiencia en la gestión y la efectividad social”. (Vento, 2002: 7)
En esta conceptualización un elemento relevante y que va a constituir una generalidad en la forma de pensar lo local desde la realidad cubana, lo constituye el reconocimiento de las autoridades municipales como principales actores de la sociedad local.
Otro elemento importante en la adecuación de esta teoría, en las condiciones concretas de Cuba, es el reconocimiento de la relación centralización-Descentralización de la economía, no desde una visión liberal, sino desde un enfoque que permita la integración de “la participación comunitaria (alentando proyectos locales de transformación); la diversificación de los agentes económicos (como el sector informal y la economía mixta y cooperativa, pero manteniendo el amplio hegemonismo de la propiedad estatal); y el reforzamiento de los programas sociales con base en los servicios públicos comunitarios”.(Espina,2010:51)
La integración de estos elementos, permiten alcanzar un desarrollo local desde una dimensión de sostenibilidad abordando, con enfoque de integralidad, la” problemática de la seguridad alimentaria, la sustentabilidad ambiental y el desarrollo humano local” (Suárez, 2004:6)
La sostenibilidad se convierte en eje transversal de la conceptualización del desarrollo local en Cuba considerado como: “ el proceso endógeno de transformación de las localidades, fundamentadas en una Estrategia de Desarrollo Local con políticas diseñadas para lograr una efectiva participación de su población en la solución de los problemas y aprovechamiento de las oportunidades, para abordar de forma equilibrada e integrada, los aspectos sociales, económicos y ambientales, en el entorno donde se realizan las actividades cotidianas. (Bofil, 2009: 3)
En Cuba, la teoría del desarrollo local, tiene como sustento teórico, el papel de la planificación en el proceso de construcción socialista, reafirmada en los lineamientos aprobados por el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, al declarar: “El sistema de planificación socialista continuará siendo la vía principal para la dirección de la economía nacional, y debe transformarse en sus aspectos metodológicos, organizativos y de control. La planificación tendrá en cuenta el mercado, influyendo sobre el mismo y considerando sus características”4 .
Una de las direcciones de la planificación nacional lo constituye la planificación territorial (PT) definida como: “Subsistema del sistema de planificación de la economía, lo que ha posibilitado activar el desarrollo económico y social a todo lo largo y ancho del país”. (Méndez, 2006:5)
En el proceso de actualización del modelo socioeconómico cubano, los municipios y su capacidad de transformar sus realidades desde sus potencialidades, desde una dirección que integre coherentemente la planificación centralizada con la horizontalidad que se necesita en las decisiones locales, a partir de la construcción de economías sostenibles, ha sido un elemento fundamental, si se tiene en cuenta que el 30 % de los lineamientos hacen referencia de forma directa e indirecta al desarrollo local. Lo anterior conduce a pensar, que se está estableciendo un proceso que transita hacia una visón más endógena del desarrollo, proyección necesaria, en la batalla que se libra en la sustitución de los alimentos y en la búsqueda de alternativas a un desarrollo menos dependiente de los vaivenes del mercado internacional. Para ello se cuenta con un grupo de potencialidades que favorecen el desarrollo local entre las cuales se destacan (Guzón, 2006:67)
Pero también se enfrenta a obstáculos que frena los procesos gestores de las municipalidades Cubanas (Gil, 2012: 4)
En este modelo que se construye en Cuba, el desarrollo local no solo representa una alternativa viable, sino que se convierte en una necesidad, en el logro de sus objetivos de desarrollo socioeconómico, a partir de las ventajas que ello podría proporcionarle a las comunidades, las que se relacionan a continuación.
Todo lo cual requiere, perfeccionar las estructuras organizativas de las economías municipales, que permitan la construcción de verdaderos sistemas productivos que se conviertan en ventajas competitivas, lográndose de forma planificada, sin desconectarse de las proyecciones macroeconómicas del desarrollo de la nación, permitiendo la creación de sinergias de desarrollo entre los municipios y los sectores industriales enclavados en ellos, a partir de la utilización racional de los recursos exógenos y factores endógenos, desde una visión más social y distributiva de las riquezas obtenidas, con un enfoque real de sostenibilidad.
Atendiendo a lo expuesto, el autor se identifica con la definición de González Fontes en definir desde la realidad cubana el desarrollo local como ¨Proceso de cambio socioeconómico continuado que, encabezado por los gobiernos locales, integra y coordina la utilización de la riqueza de su potencial de desarrollo con las diferentes corrientes de recursos, para lograr el progreso de la localidad y posibilitar el bienestar del ser humano, en equilibrio con el entorno innovador¨ (González; 2006: 5).
Conclusiones:
En el trabajo ha quedado evidenciado, la importancia de repensar, a partir de la elaboración teórica sobre el tema, el desarrollo local en Cuba, teniendo en cuenta las características del modelo de funcionamiento de la economía cubana.
El desarrollo territorial en Cuba, ha constituido una prioridad dentro la política de desarrollo del país, sin embargo este proceso se desarrollado en un contexto determinado por una excesiva centralización del modelo de funcionamiento de su economía, obstaculizando una dinámica que permita la iniciativa local. El perfeccionamiento actual de este modelo, refleja una mayor conciencia de la necesidad de asumir lo local, no como premisa del desarrollo nacional.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.
1 Las estadísticas demuestran, que antes del derrumbe del campo socialista la economía cubana estaba estancada.
2 La reforma constitucional de los 90 con más del 90% de aprobación es una muestra de ello.
3 Las estadísticas demuestran, que antes del derrumbe del campo socialista la economía cubana estaba estancada.
4 Partido Comunista de Cuba(PCC) (2011):Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución. La habana. P 10