Esta última década ha estado determinada por diversos cambios en las áreas: económica, tecnológica y política, hechos que junto a los procesos de descentralización al interior de los diferentes países, ha tendido a configurar un nuevo orden de planificación regional, colocándose en este contexto a los territorios en un lugar primordial y protagónico; la constante búsqueda de soluciones a los diversos problemas del desarrollo han provocado cambios en los procesos de planificación, motivo que ha servido de motor para dinamizar del crecimiento y desarrollo territorial.

Es así, que el Ecuador por estar dentro de la dinámica mundial capitalista, e inmerso en un proceso de reformas económicas y de transición hacia mayores niveles de descentralización, ha comenzado a introducirse paulatinamente en la nueva estrategia global, lo que conlleva a implementar numerosos cambios en la planificación territorial Esta nueva forma de planificar se realiza con el objeto de buscar una mayor armonización de los objetivos generales que tiene el país con las necesidades que surgen de lograr un desarrollo económico y social sostenible, en dependencia de las características y posibilidades de cada región y con una preservación del medio ambiente.

Es aquí donde la Planificación Estratégica aparece en el ámbito territorial, como una vía alterna para la mejora continua en el proceso de dirección efectiva en las instituciones públicas; esta herramienta es un proceso de carácter técnico, mediante el cual se define en forma participativa la Estrategia de Desarrollo Económico del Territorio para el mediano y largo plazo; tiene como objetivo esencial, adelantarse a los posibles cambios a ocurrir e intervenir positiva y deliberadamente en el proceso de desarrollo, intervenciones que son gestionados por los diferentes actores sociales.

Pretende como fin principal convertirse en un instrumento de uso común de toda la comunidad, tiene como ejes principales la igualdad de oportunidades, sustentabilidad ambiental, transformación territorial, crecimiento económico y un sostenido desarrollo humano y social, planificación desde la cual se orienta el futuro del territorio.

Estas variables proponen un nuevo marco paradigmático del desarrollo local, que considero es adecuado a nuestro país, con las cuales se quiere conseguir el crecimiento económico con equidad social en un contexto de modernización productiva, incrementar la competitividad de nuestras localidades y fortalecer la democracia política participativa incluyente, hechos que en todo momento deben estar acompañados por un proceso intenso de formación de capital humano, cohesión social y compensación social.