Las PyMEs y el acceso al crédito
El acceso de las Pymes al crédito presenta variaciones de un país a otro, desde el 72% de Chile a un 32% de México. En los países mayores de la región como México y Argentina menos de la mitad de las Pymes acceden al crédito bancario, lo cual representa un importante desajuste (1).
Por otro lado, encontramos que las condiciones de acceso al crédito para las Pymes son poco competitivas internacionalmente en todos los países de la región. La oferta de crédito a Pymes se caracteriza por altas tasas (el doble que para las grandes empresas), plazos cortos y exigencias elevadas de garantías. La severidad de estas condiciones suele justificarse por la morosidad del sector Pymes, que es mayor que la de las grandes empresas. Sin embargo, la percepción de riesgo de la banca es aún mayor a la que podría justificarse por la morosidad del sector. Todo ello supone un freno a la inversión de las empresas y por lo tanto un freno al crecimiento económico, del empleo y el bienestar en general.
Entre los obstáculos de las Pymes para acceder al crédito, desde el punto de vista de la demanda, se encuentran el alto costo del crédito, la falta de confianza de los bancos respecto de los proyectos, el exceso de burocracia de los intermediarios financieros, y la petición de excesivas garantías. A continuación analizaremos la demanda efectiva y potencial de crédito de las Pymes seguido por el impacto de las tasas de interés elevadas en la demanda y las fuentes de financiamiento de las Pymes.
Aunque el acceso al crédito en América Latina alcanza niveles comparables con los países industrializados, en la mayoría de los países hay indicios que actualmente existen proyectos Pymes que se dejan de financiar por las altas tasas y por consecuencia la necesidad de tasas de retorno interno elevadas para rentabilizarlos. Finalmente, el análisis de las fuentes de financiamiento disponible revela una escasez de crédito bancario que se traduce en una dependencia excesiva de las Pymes sobre el caro crédito comercial y en particular sobre los fondos propios.
Desde el punto de vista de la oferta, los mayores obstáculos para el financiamiento de las Pymes provienen de los altos costos de transacción de las operaciones pequeñas, la falta de transparencia contable, el costo de obtención de la información adecuada, la percepción de alto riesgo, la falta de garantías suficientes, y la exigencia por la normativa prudencial de provisionar los créditos a Pymes. La revisión de los instrumentos, del tamaño del mercado y de las características de la oferta permite concluir que los instrumentos disponibles a las Pymes se limitan al crédito tradicional a corto plazo y esto dificulta su inversión de largo plazo en activos fijos.
Por otro lado, la oferta institucional de crédito a las Pymes es reducida en relación con su importancia económica, en parte esto se debe a que los bancos se enfocan en la banca corporativa y en menor medida en la banca de consumo. Las características de los créditos a Pymes son muy desfavorables, con tasas elevadas, plazos cortos, exigencias de garantías severas y tramites largos.
En la última década, el BID ha implantado una serie importante de programas financieros y no-financieros dirigidos a las Pymes que indirectamente o directamente inciden sobre el acceso de las Pymes al financiamiento. Sin embargo, a pesar de los importantes esfuerzos acometidos en las reformas de los sistemas financieros de los países de la región, tanto en los programas de apoyo no-financiero, como en las líneas globales de crédito, existe un desajuste significativo entre la oferta y demanda de financiamiento para las Pymes.
Hay diferencias tanto en el nivel de desarrollo financiero e institucional como en el grado de desajuste entre oferta y demanda en los países de la región, que requerirá una estrategia específica para cada país. Aunque no existe una sola causa para este desajuste en ninguno de los países de la región, lo que podemos confirmar es que a nivel regional la percepción del riesgo que tienen los bancos de las Pymes se deriva de mayores tasas de morosidad en las Pymes. A su vez estas altas tasas de morosidad se derivan tanto del desconocimiento de tecnologías de crédito Pymes en los bancos (oferta), pobre gestión de las Pymes (demanda) y un marco jurídico poco propicio (barreras exógenas).
Hay diferencias tanto en el nivel de desarrollo financiero e institucional como en el grado de desajuste entre oferta y demanda en los países de la región, que requerirá una estrategia específica para cada país. Además, esta estrategia deberá involucrar un programa que “ataque” a todas, o a gran parte, de las causas del desajuste que se han identificado. Cabe decir que el mantenimiento de condiciones macroeconómicas estables es, también, una condición “sine qua non” que las autoridades de los países de la región deben, en la medida que sea posible, mantener.
En suma, podemos recomendar un énfasis sobre lo siguiente:
Profundización de los sectores financieros y mayor bancarización, para estimular la competencia, y reducir la morosidad del sector, programas de asesoría y capacitación de gestión financiera y asistencia técnica a banca comercial (por ejemplo tecnologías de “credit scoring”).
Programas de mejora en los marcos legislativos y en las instituciones jurídicas, para facilitar la recuperación más eficaz de morosos.
Asistencia técnica para la mejora de los marcos y de las instituciones relacionadas con productos financieros alternativos al crédito tradicional como el leasing, el factoraje y el capital riesgo.
Inversiones preferenciales en bancos y compañías de arrendamiento financiero a cambio de una inversión en plataformas tecnológicas apropiadas a las Pymes y un monto mínimo de crédito al segmento; y apoyo al establecimiento de programas de garantías de crédito que incorporen las mejores prácticas regionales e internacionales, siempre y se mejora el entorno institucional (administración y justicia) y político.
Además del elevado costo del crédito, las Pymes enfrentan otras condiciones de acceso desfavorables como es la falta de acceso a crédito de largo plazo. En Argentina, estas dificultades en acceder a financiamiento de largo plazo también se observan en la estructura de los pasivos y capital de las Pymes con solo un 9% en promedio constituido por deuda de mediano o largo plazo. Por otro lado, solo 41% de las empresas entrevistadas en 1999 registraban deudas con plazos superiores a un año (2). A continuación revisamos las fuentes de financiamiento de las Pymes.
Se observa que las fuentes principales de financiamiento de las Pymes en la región son los fondos propios (es decir el autofinanciamiento) seguido por el crédito de proveedores y el crédito bancario. Las Pymes en América Latina tienden a financiarse principalmente con fondos propios mediante la reinversión de utilidades y los aportes de socios. Hemos concluido que la falta de acceso a fuentes institucionales como el crédito bancario o el capital riesgo se traduce en una dependencia excesiva sobre el crédito comercial de corto plazo y un exceso de capitalización que limita las posibilidades de expansión de las Pymes y les resta competitividad.
Hay una sobre-dependencia de las Pymes sobre los fondos propios debido a la escasez de recursos externos a tasas razonables. En Argentina, un 73% de las pequeñas empresas y un 64% de las medianas empresas encuestadas en 1996 declararon financiarse con fondos propios (reinversión de utilidades) (3). Estos resultados se confirman por la estructura promedio del pasivo de las Pymes en 1999 que indica que el capital propio constituía un 74% del pasivo de estas empresas (4).
Debido a la falta de financiación de intermediarios financieros las Pymes latinoamericanas dependen del crédito de proveedores en mayor medida que las Pymes en países desarrollados. La financiación de proveedores o de clientes puede ser una fuente de recursos importante para las empresas ya que los proveedores o clientes al tener una relación comercial establecida con las empresas tienden a tener una ventaja comparativa frente a las instituciones financieras en la facilidad de obtención de información sobre sus proveedores o clientes, al igual que en la capacidad de liquidar bienes embargados y tienden también a tener un interés implícito mas elevado en la supervivencia de la empresa a largo plazo. En la mayoría de los países de la región, el crédito de proveedores es una fuente de financiamiento de corto plazo significativa utilizada por la mitad de las Pymes (Argentina, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela). En Argentina, el crédito de proveedores es la fuente mas importante de financiamiento externo utilizada como fuente primaria por el 34% de las Pymes si se incorporan los cheques diferidos, mientras que la banca constituye la segunda fuente mas importante si uno incluye los adelantos en cuenta corriente (5). De hecho, en 1996, 13% de los pasivos de las Pymes en promedio se financiaban con crédito comercial como presentamos en el cuadro 4. El crédito de proveedores aunque es una fuente de financiamiento de corto plazo, se utilizaba incluso para financiar la inversión en Argentina, así como lo declaraban 19% de las empresas del Observatorio Permanente de Pymes que efectuaron inversiones entre 1995 y 1997 (6).
El acceso al crédito y la falta de información
Mientras que en algunos casos los créditos para Pymes terminan siendo meras ilusiones porque los requisitos exigidos son de difícil cumplimiento, en otros, hay créditos pero cuya existencia se desconoce. Allí se plantea el problema del crédito y la falta de información.
El actual contexto se caracteriza por restricciones en el acceso al crédito, aún habiendo fondos disponibles en tal sentido. Las Pymes necesitan del crédito para sostener inversiones en activos fijos y de trabajo y generar empleo, pero se les dificulta obtenerlo por potenciales problemas de asimetría de información, que podrían manifestarse por ejemplo en la forma de operaciones informales que no son correctamente expuestas por aspectos impositivos y/o relacionados con la seguridad social, o por déficit en la preparación de información de soporte en la gestión.
Un elemento que ayuda a reducir este fenómeno se encuentra en los sistemas de información con sus herramientas de presupuesto y control que le permiten al potencial acreedor tener un mejor perspectiva de la verdadera naturaleza del demandante, y que en la normativa del Banco Central hacia los Bancos respecto del otorgamiento de créditos se encuentran especialmente contemplados.
En Argentina, la cartera de Industria, y la subsecretaría Pyme (SEPYME) en particular, han implementado diversos planes de asistencia y beneficios impositivos para las Pymes. Según la SEPYME la cantidad de proyectos presentados en el programa de reestructuración empresarial entre junio de 2003 y junio de 2005 fue de 562, el total de firmas es de 948; los proyectos en ejecución son 263, con 409 ya hay un total comprometido de $ 9.1 millones. La mayoría de los proyectos corresponden a empresas del sector de Industria y Minería (7).
§ Abogado por la Universidad de Buenos Aires. Realizo un Posgrado en Derecho Comunitario en la Universidad de Salamanca y un Master en Cultura Argentina en el Instituto Nacional de la Administración Pública. Es Especialista en Logística Empresaria y en Integración Regional. Fue Asesor Jurídico de SOMISA en Comercio Exterior y Gerente Operativo de la Unidad Mercosur de la Secretaría de la Función Pública. Fue profesor de grado y posgrado en áreas de su especialidad en las Universidades de Belgrano, Buenos Aires, Austral de Rosario, ITBA y en la Fundación de Altos Estudios en Ciencias Comerciales. Fue profesor invitado en Universidades de Brasil, España y Alemania. Se ha desempeñado como Coordinador de las Comisiones “Transporte y Mercosur” y “Municipios y Mercosur” del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales. Ha sido Subsecretario de las Comisiones Técnicas del Mercosur de la Universidad Notarial Argentina. Fue Vicepresidente de la Asociación de egresados de los cursos de Derecho de la Universidad de Salamanca. Ha sido Director de la Serie “Comercio Internacional e Integración” de la Editorial Ad Hoc de Buenos Aires y autor de numerosas obras.Abogado, Universidad de Belgrano (UB). Magíster en Derecho de la Integración Económica, Universidad del Salvador (USAL) en convenio con l'Université Paris 1 Panthéon-Sorbonne. Docente universitario, Coordinador del Centro Argentino de Estudios Internacionales (CAEI) y Co-director de la publicación Observatorio Iberoamericano del Desarrollo Local y la Economía Social (“Oídles”), sostenida por el Grupo de Investigación Eumed.net de la Universidad de Málaga. Contacto: granato.leonardo@gmail.com
2. Yoguel y Moori-Koenig, Fundes Argentina y Universidad Nacional de General Sarmiento (1999), p. 72.
3. FIEL, Las Pequeñas y Medianas Empresas en la Argentina (1996).
4. Yoguel y Moori-Koenig, Fundes Argentina y Universidad Nacional de General Sarmiento (1999), p. 72.
5. Yoguel y Moori-Koenig, Fundes Argentina y Universidad Nacional de General Sarmiento (1999), p. 75.
6. Datos de Observatorio Permanente de las Pymesss, IDI/UIA que contiene información sobre unas 1.000 empresas en Llorens, Host e Isusi (BID, 1999).
7. Cfr. Burgo, Ezequiel; “Programas financieros accesibles y poco usados” en PYMES, la revista de Clarín para PyMEs y Comercio, Nº 17. Buenos Aires, agosto de 2005, p. 49.