COMUNIDADES Y ORGANIZACIONES LOCALES EN LA GOBERNABILIDAD Y GESTIÓN DEL DESARROLLO
Por José Gpe. Vargas Hernández§
El Estado, el mercado y la comunidad son mecanismos de coordinación y gobernabilidad imperfectos, que presentan cada uno diferentes ventajas y desventajas, pero que se complementan.
El nacionalismo emerge como un mecanismo defensivo de los pueblos y como expresión de una comunidad política que madura para formar un Estado-nación pero con inseguridad para consolidarlo manteniendo la cohesión social interna, a pesar de factores que se oponen a ello. El romanticismo alemán exaltó al nacionalismo y lo opuso al cosmopolitismo que sujeta a los Estados al derecho internacional cosmopolítico (Kant) que postula que todos los pueblos están originariamente en comunidad del suelo sin la posesión jurídica, concepto que choca con el de soberanía que postula a la nación como propietaria de un territorio determinado y al Estado como su representante. Para Kant, la nación es una persona moral cuyo origen es un contrato social, una comunidad que vinculada por la fraternidad, busca alcanzar el bien común y la paz.
La modernidad erigió al Estado-nación como una forma de gobernabilidad que aseguraba a la nación y a la comunidad el ejercicio de su vocación histórica. La nación concita la sensación de lealtad emotiva que facilita los procesos de gobernabilidad de los pueblos que no pueden lograr entidades mayores como la humanidad, el continente o la comunidad lingüística.
El mercado es una construcción social que operacionaliza relaciones sociales. Los procesos de globalización orientados por el mercado tienen efectos sobre la estructura social y alteran la concepción y naturaleza de comunidad. La separación entre las estructuras económicas públicas y los intereses privados y de la comunidad es un punto crucial para el sistema capitalista globalizador. Estos intereses se han redefinido del espacio nacional a los espacios local, regional y global.
En el espacio global se expresan las diferentes formas de globalización en un contexto fragmentado. La carencia de instituciones globales titulares de la defensa y exigencia de derechos económicos, sociales y culturales hace que siga siendo una responsabilidad de instituciones nacionales, por lo que su exigibilidad política y jurídica internacional son tareas prioritarias para la construcción de un nuevo orden con instituciones globales competentes que concreten el cumplimiento y aplicación de los derechos económicos y sociales de todos los miembros de la comunidad internacional.
De acuerdo con el análisis de Razcón (2002), el abandono de la lucha por el poder de quienes mantuvieron la actividad en las comunidades y sus problemas no sólo causó grave daño político e ideológico, sino que estableció de facto una forma de convivencia con los poderes de la globalización: "ustedes son el poder malo del gobierno; nosotros, el poder bueno de lo pequeño".
El neoliberalismo comprende como características principales el libre mercado, eliminar el gasto público por los servicios sociales, desregulación, privatización, eliminación del concepto de bien público o comunidad, entre otras medidas. En la arena económica internacional, las decisiones en las instituciones financieras se toman bajo la influencia directa de la comunidad financiera, los ministros de finanzas y los gobernadores de los bancos centrales quienes buscan obtener mayor independencia de los aparatos democráticos de los estados nacionales. La acción internacional es esencial para asegurar a los países y comunidades pobres para que tengan acceso a la “nueva economía” y que se reformen algunas de las reglas existentes que previenen la transferencia de tecnología a los pobres.
La reforma del Estado modifica su capacidad reguladora y su papel de protección y asistencia a la comunidad. Desde el punto de vista integrativo se defiende la uniformidad e integridad de la sociedad y del Estado nación para promover causas comunes y sobre la base de una comunidad de valores fundamentales y estándares de los grupos que forman la sociedad permite la expresión de la pluralidad de la sociedad y cuya meta se orienta a la abolición de las diferencias culturales. En las comunidades se expresan la pluralidad de las identidades. Esta pluralidad de identidades manifiesta sus propios intereses en los diferentes medios espaciales locales, nacionales y transnacionales. El culturalismo acepta la transhistoriedad de la diversidad y las diferencias étnicas y culturales de los pueblos.
Se asume que un federalismo más democrático reduce las posibilidades de separación y fragmentación de las comunidades, pero también se lanzan retos a la concepción de que la principal función del Estado-nación es el mantenimiento de la integridad y seguridad territorial, si se considera que los Estados y las fronteras territoriales de los Estado no son sagrados a perpetuidad.
La gestión pública del Estado transforma sus estructuras, comportamientos y procesos burocráticos para ser sustituidas por arreglos institucionales más flexibles que facilitan la participación más directa de la comunidad y de la sociedad civil en los asuntos públicos mediante la promoción de comportamientos solidarios, procesos deliberativos democráticos y mecanismos de transparencia y rendición de cuentas. Las teorías institucionales enfatizan la importancia de la comunidad política más allá de la simple agregación de individuos y sus intereses y conectan la teoría organizacional con la ciudadanía.
El cambio a las instituciones del Estado no ha sido exitoso en la creación de poder del las comunidades y en hacer más efectivas a las autoridades locales y a las agencias de la sociedad civil en la articulación y en la acción de demandas sociales. El ideal de la clase media considera el poder y la política local como una búsqueda en colaboración de las implicaciones concretas de un interés público más o menos objetivo, y de un interés de la comunidad 'como conjunto'. Para Rancière (1996), la política distorsiona el interior de las comunidades mediante la perturbación de sus partes cuya existencia la comunidad exige pero bajo la condición de su no reconocimiento.
Las interrelaciones mutuas entre la sociedad civil y el Estado se delimitan en las fronteras de los espacios de lo público y lo estatal en forma no siempre precisa entre lo privado de los individuos, la acción colectiva de las organizaciones sociales y comunidades y el ejercicio de la política. La teoría de acción colectiva delimita que el capital social formado por redes de reciprocidad, cooperación voluntaria y compromiso, contribuye a la formación de la comunidad. Una comunidad cuenta con capital social cuando sus organizaciones se caracterizan por las relaciones de confianza que desarrollan y que hace predecible su comportamiento. Por sobre el comportamiento instrumental, los significados y conceptos son articulados en la acción social simbólica que tiene lugar en redes, donde se establecen y reproducen los vínculos de solidaridad y comunidad.
Para Putnam (1994), el capital social es la relación de confianza que existe entre los actores sociales, su comportamiento cívico y nivel de asociatividad como elementos viables para la acción colectiva y desarrollo de capacidades cooperativas de una comunidad. Los miembros de una comunidad acumulan capital social cuando el “tamaño de la economía del cuidado” es suficiente para producir los satisfactores complementarios. La acción colectiva puede eliminar las restricciones y deficiencias del “dilema del prisionero si se acuerdan metas en conjunto por todos los miembros de una comunidad.
La transformación del capital social tiene relación con los cambios a niveles sociales y con los cambios en la identidad de los individuos. Así las políticas públicas son las responsables del capital social y de las virtudes cívicas de una comunidad que forman la identidad democrática o no democrática de una sociedad con incidencia en su gobernabilidad. Estas políticas públicas no deben causar daño o debilitar a las instituciones comunales existentes como consecuencia de perseguir una globalización más abstracta que concreta.
La escala territorial
Los elementos de integración del Estado-nación surgen posteriormente como elementos de diferenciación que replantean los beneficios y perjuicios de los procesos de globalización a escala regional. El punto de vista orgánico de la cultura se ha enfocado más en los estudios de las formas en que los significados y la conducta en un territorio conducen a la integración social y a la coherencia.
Los integracionistas demandan que todos los miembros de los grupos asentados en un territorio formen una comunidad mediante la internalización y conformidad de valores, sin dejar de reconocer el derecho de las minorías para expresar su propia cultura en los dominios intercambiables de lo público y privado. El mapeo de las necesidades de evidencias empíricas en la variable territorial de Saldomino (2001), para documentar relaciones entre problemas y resultados y los modos de regulación ayuda sirve de base para analizar los dominios territoriales.
Necesidades de evidencia empírica para documentar relaciones entre problemas y resultados y los modos de regulación integrando la variable territorial de Saldomino (2001).
Territorio |
Reducciónde desigualdad |
PluralismoIntegración política |
Respuesta institucional Demandas y conflictos |
Modo de regulación |
Impacto |
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Pol Inst As |
ES P R |
Comunidad |
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Local |
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Regional |
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Nacional |
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Fuente: Saldomino (2001).
Pol Políticas. Ins Instituciones. AS Arreglos sociales. ES Espacio territorial. P Procesos R resultados.
Son las mismas comunidades las que conocen mejor que nadie, la prioridad que debe darse a sus necesidades.
La noción de comunidad, del latín com significa estar juntos. Para Weber (1981) entiende a la “comunidad de una relación social cuando y en la medida en que (...) se inspira en el sentimiento subjetivo (afectivo o tradicional) de los participantes de construir un todo”. En la interpretación del término comunidad, encontramos las nociones de relaciones internas e inter organizacionales.
La comunidad constituye la tercera forma organizacional típica ideal, después del mercado y de la jerarquía. El término comunidad captura el sentido de responsabilidad y de acción independiente que caracterizan a esta forma organizacional y que al mismo tiempo puede funcionar dentro de las fronteras de otras formas de organización, llámese nación, mercado, organización, jerarquía, etc.
Una comunidad describe un conjunto existente o alternativo de relaciones entre los individuos. Los derechos subjetivos e intereses de los individuos se forman en las relaciones entre su fuero personal y la vida en comunidad, que son la base del "intercambio de relaciones recíprocas" (Kranton, 1996) entre los miembros de las comunidades. Las comunidades están formadas por pequeños grupos humanos en los que por supuesto, sus arreglos sociales no están exentos de tensiones y fricciones.
En forma diferente a otros términos de organización social, tales como el Estado, la nación o la sociedad, el término comunidad no se usa desfavorablemente (Williams, 1976) El sentido verdadero de comunidad encaja mejor con las cualidades esenciales de la condición humana. Dentro de una comunidad, las conductas de los miembros son guiadas por el sentido de identidad. Los sentidos de comunidad relacionadas con el trabajo no son exclusivas ni tampoco puede reproducir otros sentidos de identidad de la comunidad.
En las sociedades antiguas se identificaba a la sociedad con política como en el caso de la Ágora griega, por lo que se desprende que la comunidad existe antes que el Estado. Además, las sociedades y las comunidades son materia de definición ínter subjetiva, mientras que los Estados y las organizaciones son materia de definición legal que no requieren de ninguna afiliación emocional a fin de operar.
El concepto Durkheimiano de la "densidad moral" ayuda a distinguir entre sociedad y comunidad. La sociedad se refiere a una identificación sostenida de un grupo grande de personas a través de ligas afectivas débiles y más generalizadas, existen en grandes espacios con frecuencia en un Estado, mientras que la comunidad se refiere a una comunicación sostenida con un grupo pequeño, pero con similaridades fuertes más localizadas en pequeños espacios territoriales.
La distinción sociedad-comunidad puede ser representada en un continuo en el cual si la frontera es más amplia la densidad de interacción es más débil y viceversa. La comunidad se distingue de una sociedad porque ésta última es resultado de un contrato en que las decisiones individuales, según Villoro (2000) La comunidad es inestable debido a los acechos del liberalismo que exalta el individualismo a su máxima expresión. Locke y Harrington, al igual que Ferguson y Smith de la escuela escocesa del siglo XVIII realizaron análisis de filosofía política de la sociedad civil como antecedente de la democracia y desde una perspectiva del liberalismo.
Los principales elementos que diferencian a una comunidad de una sociedad, se muestran en la siguiente tabla:
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COMUNIDAD |
SOCIEDAD |
Libertad |
Asegurar la libertad de todos, sin exclusión. Igualdad de oportunidades para realizar lo que elijan. Igualdad en las condiciones mínimas para satisfacer las necesidades básicas e igualdad de oportunidades sociales para ejercer la elección. |
Libertad individual y respeto a los derechos humanos. Libertad es la capacidad de elegir un plan de vida, pero no la posibilidad de realizarlo. |
Decisiones |
Comunales |
Individuales |
Equidad |
Mayor equidad |
Mayor desigualdad y marginación. |
Tensión de intereses |
Interés por el todo. El individuo es un elemento perteneciente a una totalidad. Postula fines y valores comunes |
Intereses particulares |
Democracia |
Participativa, que Complementa y corrige a la democracia representativa |
Representativa |
Identidad personal |
No renuncia a la afirmación de la propia identidad personal con la apertura a otros. |
Obsesión por sí mismo. |
Ética |
Exaltación de virtudes sociales: respeta la pluralidad de fines y valores de cada individuo, respeta la libertad de otros y contribuye a su realización mediante el servicio recíproco. |
Exaltación de las virtudes individuales: libertad, etc. |
Fundamento |
El servicio recíproco asumido con libertad. |
Cálculo del propio beneficio |
Estado |
Un fin comunitario eliminando la exclusión, pero sin imponerse a los ciudadanos. |
Liberal: Actuar lo menos posible. |
La distinción tiene como base los diferentes tipos de relaciones humanas que se dan en cada una, aunque ligados a divisiones espaciales y temporales, presentando estos conceptos como "temas para el análisis" más que como formas sociales ligadas a tipos de asentamientos particulares. Sin embargo, otros análisis concluyen en que las relaciones de comunidad y sociedad son independientes de los caracteres espaciales de los lugares (Phillips, 1998).
De acuerdo a Putnam (1993:183), “la comunidad cívica tiene profundas raíces históricas. Ello es una observación deprimente para quienes ven la reforma institucional como una estrategia de cambio político” Para otros investigadores, el principal principio de la formación de las comunidades es la confianza que existe entre los miembros. Así, un elevado desarrollo económico puede coexistir con un debilitamiento de las relaciones de confianza y cooperación cívica (Grootaert, 1998) Adler (1999) sintetiza la literatura sobre la confianza, sus fuentes, mecanismos y sus metas.
La sociedad / comunidad se refiere a un sentido subjetivo de colectividad, mientras que el Estado / organización se refiere a un tipo de construcción jurídica que define la membresía sin referirse a percepciones subjetivas y por lo tanto, no necesariamente se refieren a algún tipo de conexión afectiva. El Estado / organización puede ser poderoso y efectivo si sus miembros tuvieran el apego emocional característico de las sociedades / comunidades (Parker, 1998)
La conexión definicional entre organización y comunidad hace más para establecer las mínimas condiciones de orden social. Esta capacidad se manifiesta para delatar las arbitrariedades del orden social, como resultado de la intervención del demos, aquella parte de la comunidad cuya virtud propia es la libertad, según Aristóteles, es decir, que es distinguida por una propiedad común a todas las partes (propiedad impropia), y que por consiguiente no le otorga ningún título en la partición de la comunidad.
Las organizaciones son culturas y son comunidades. Las comunidades y las organizaciones comparten algunas características. Se necesitan incorporar constructos a nivel de comunidad para entender los efectos de los cambios en las formas organizacionales. Es interesante analizar cual es la aplicabilidad de una comunidad como una descripción de lo que son las organizaciones, así como también de un modelo potencial para pensar en la emancipación en las organizaciones.
Un aspecto de consideración es que ni la comunidad ni la organización combinan la cálida persuasión con la efectividad instrumental (Parker, 1998) El prestigio de la organización es importante para impulsar los cambios en cualquier campo organizacional. Un campo es un conjunto o comunidad de organizaciones que en forma agregada constituyen un área de la vida institucional mediante patrones de interacción e influencia en sistemas compartidos de significados.
Una organización que puede ser el tipo ideal de comunidad es descrita por Parker como "organidad" basada en especulaciones acerca de una neoburocracia utópica pensada como un experimento para mostrar que tan lejos puede ir la comunidad en las ideas de las organizaciones, no como una alternativa de trabajo comunitario de la burocracia. Ouchi afirma que la "organidad" es un arreglo que voltea de arriba hacia abajo a la organización burocrática. Es difícil imaginar una comunidad en donde no exista una tensión como resultado de la división del trabajo, por ejemplo dando como resultado la formación de un tipo ideal de burocracia.
El trabajo de la organización puede ser reimaginado como una comunidad - a Gemeinschaft- cuyo resultado puede ser el deseo de todos los miembros de la organización (Parker, 1998). Este enfoque se ha centrado más en los estudios de la comunidad iniciados por el sociólogo Alemán, Tönnies (1957), quien distinguió el concepto de comunidad o 'gemeinschaft' del concepto sociedad o 'gesellschaft'. En el Gemeinschaft los seres humanos permanecen esencialmente unidos a pesar de todos los factores que los separan, mientras que en el Gesellschaft los seres humanos son esencialmente separados a pesar de todos los factores que los unen.
En la Gemeinschaft o comunidad, la resistencia a los procesos de homologación cultural es más poderosa que en la Gesselschaft. Una vida íntima, privada y exclusiva se entiende como una vida en comunidad (Gemeinschaft), mientras que la Gesellschaft es la vida pública y el mundo por sí mismo (Tönies, 1957), de tal forma que la comunidad o Gemeinschaft ha sido vista como preferible a la sociedad o Gesellschaft, término que, además, sugiere tener una manifestación más humanista (Phillips, 1998)
Gemeinschaft o comunidad se relaciona con las "relaciones humanas cercanas desarrolladas a través del parentesco... el habitat común y...cooperación y acción coordinada para el bien social". Gesellschaft o sociedad es creada a través de "ligas impersonales y relaciones basadas en el intercambio formal y contractual". En este intercambio, "no acciones... manifiestan la voluntad o espíritu de... unidad" (Harper, 1989).Es tal vez un modelo ideal para las organizaciones pero más viable en comunidades grandes y autosuficientes, en donde las personas crean un sentido de identidad.
La construcción de comunidades es quizá uno de los grandes y más viejos retos que confronta la organización de la humanidad, la cual llega a expresarse en la angustia social por encontrar la identidad comunitaria. En la comunidad se expresan una pluralidad de identidades, las cuales buscan las diferentes formas para expresarse como pertenecientes o no. La identidad y el sentido de pertenencia a la comunidad posibilitan las decisiones colectivas en los proyectos de desarrollo comunes. Los individuos al formar parte de la una comunidad tienen identidad colectiva, requisito para que los bienes públicos producidos sean también bienes colectivos contrario al planteamiento del hombre económico centrado en la utilidad individual.
Al involucrarse en la acción colectiva, los actores buscan traer el ansiado bien colectivo y dar forma a la colectividad con respecto al bien colectivo. Lo colectivo tiene como complemento necesario la autonomía personal y lo individual, de tal forma que al mismo tiempo que se reconocen derechos y obligaciones, también se parte de la comunidad. Estar en contra de la comunidad significa estar en contra de un bien colectivo no argumentable sólo por un interés egoísta e individualista, por la fragmentación y la negación de un valor común (Parker, 1998). Este proceso de colectivización puede ser si las sospechas iniciales son eliminadas. El vínculo social de lo colectivo persiste en proyectos comunes a pesar de que la visión de la colectividad sea débil. La fortaleza de los actores sociales que dirijan y propicien procesos de cambio, facilita el involucramiento de las comunidades en el diseño e implantación de proyectos, en el seguimiento y cumplimiento de resultados mediante acciones de accountability
Los significados compartidos y las creencias colectivas de los campos organizacionales son reforzados por los procesos regulatorios de las agencias gubernamentales las cuales presionan normativamente por conformidad en las comunidades. Los miembros de una misma comunidad se conectan por determinadas “relaciones sociales” que facilitan los procesos de colaboración entre sí. Sin embargo, hay que considerar que hasta antes de la modernidad, el viejo dilema si el individuo o la comunidad, el problema se solucionó con el reconocimiento de sus diferentes roles en las colectividades, tales como la familia y la sociedad, es decir, mediante la plena asimilación del individuo a la colectividad.
La evolución de la organización política de la sociedad en comunidades organizadas para lograr sus fines mediante la práctica de una democracia participativa, apoya al Estado para administrar el interés público. No obstante, desde una perspectiva procedimental, la democracia liberal representativa no satisface los requerimientos de un sistema político democrático en la que todos y cada uno de los miembros de la comunidad participan activamente en los procesos de elaboración de normas. El impacto político de la comunidad marca el cambio de una sociedad gobernada por un gobierno representativo a una en que los ciudadanos participan directamente en la solución de sus problemas.
El impacto político de la comunidad como una forma en que la sociedad se organiza para lograr sus fines señala el cambio de una sociedad gobernada por un sistema de democracia representativa a una democracia participativa donde la participación directa de los ciudadanos tiene más relevancia. El nivel de comunidad de la organización se está orientando más hacia procesos de democracia participativa que modifican las relaciones de la dicotomía entre lo público y lo privado.
La democracia se identifica con la política como una manera de ser de lo político y un modo de subjetivación de lo político para interrumpir el orden de una comunidad por un actor que se define en una identidad colectiva para disputar el espacio de poder. Hay democracia si hay una esfera específica de apariencia del pueblo. En el modelo republicano de democracia el centramiento es en la construcción de las identidades individuales y colectivas a través del diálogo en un espacio público para la participación de los ciudadanos activos en el cual la política crea preferencias en la búsqueda del bien común considerados como sujetos responsables, libres e iguales en una comunidad. Cuando estos ciudadanos convertidos en actores de la sociedad civil se preocupan por los problemas de la comunidad se dimensionan en la esfera pública y se expresan en una opinión como reconocimiento de que comparten intereses generales.
La conformidad cultural es una condición y un medio para la obtención de la ciudadanía de quienes participan en las prácticas sociales y sus correspondientes valores, adaptándose a los patrones culturales dominantes que movilizan su conexión con una comunidad imaginada, cuyo ideal es la comunidad cultural, lingüística, étnica, religiosa.
Para que el Estado nación alcance sus objetivos en esta comunidad imaginada, los extranjeros no se les dejaría en la percepción de patriotas que son residentes y se convierten en autóctonos.
En la democracia social, el ethos de la sociedad exige la igualdad de los miembros de la sociedad civil que en posiciones y estructuras horizontales dan sustento a comunidades y asociaciones voluntarias. El nivel de asociacionismo de los individuos de una comunidad y las formas de transmisión de las creencias (Gramsci) son las características orgánicas de la sociedad civil. De acuerdo a Gramsci, la sociedad civil se constituye en relación con el Estado. Un asociacionismo que coordine los intereses entre la comunidad y los sectores privado y público en los tres niveles de gobierno, supera la dicotomía que considera al Estado propietario como opuesto a los intereses del mercado identificado con el sector privado.
La asociación voluntaria resulta de transferir las acciones individuales a acciones compartidas, por lo que transitan de la dimensión privada a la pública y se expresan comunitariamente (Funes Rivas, 1993).Como una estrategia de diferenciación de las funciones del Estado, las organizaciones no gubernamentales son agencias de asociación voluntaria cuyas funciones se orientan a la gestión y prestación de servicios de lo público a las comunidades que atienden.
Así de los intereses privados se desarrollan mediante la asociación de los individuos en la comunidad, por lo que “en el interior de la sociedad se organizan los intereses privados del ciudadano y cuando ellos están animados por una voluntad de defensa de lo propio y de lo colectivo, de servicio público, de asociación en provecho de derechos sociales y políticos, surge la sociedad civil” de acuerdo a. Torres-Rivas (2001), quien concluye que “La sociedad civil existe cuando la sociedad como totalidad puede estructurarse a sí misma y coordinar sus acciones a través de un conjunto de asociaciones voluntarias”.
Las fronteras de las organizaciones comunitarias no son estáticas sino que cambian eficientemente de forma para adaptarse a la evolución de las tecnologías. Por lo tanto, las tecnologías de la información y las comunicaciones constituyen un recurso valioso de las sociedades, les proporcionan nuevos recursos e instrumentos y abre nuevos canales de comunicación para las comunidades. Rodríguez Giralt (2002) argumenta que las tecnologías de la proximidad tienen un papel activo en la disolución de fronteras, han transformado la práctica, la organización y el discurso de los movimientos sociales contemporáneos, tanto instrumental, organizacional y más profundamente ha dado origen a nuevos modos de relación y de comunicación, que permiten la gestión de conocimientos, la creación de comunidades y el intercambio de significados en otro régimen de relaciones.
El conocimiento moviliza, fortalece y emancipa a la sociedad civil otorgándole autonomía para el ejercicio de sus funciones orientadas a urgir al Estado para que cumpla con sus responsabilidades y posibilita el empoderamiento de las comunidades para encontrar soluciones a sus propios problemas.
La información como un insumo de la comunicación facilita la participación en la toma de decisiones de las personas y les permite elegir alternativas informadas mediante la generación de conocimiento. Las comunidades desarrollan ciertos conocimientos y experiencias que pueden entrar en sinergia en los procesos de toma de decisiones con la información existente. Las tecnologías de la información y la comunicación ofrecen los medios para la difusión y asimilación de la información mediante estructuras interactivas que facilitan el diálogo, nuevas alianza, redes interpersonales e interorganizacionales.
La formación de alianzas entre las personas basadas en la solidaridad e identidad a través de redes de conocimiento permitirá una mayor movilización política de las comunidades para ejercer acción colectiva contra prácticas nocivas tanto del gobierno como de las grandes corporaciones transnacionales.
Las grandes corporaciones transnacionales privan a las comunidades de sus recursos necesarios para su subsistencia, como en el caso de la tierra. Tiene que reconocerse que en muchas comunidades pobres son dependientes del cultivo y producción de sus propios alimentos. Para las comunidades de agricultores pobres, su seguridad alimentaria local puede asegurarse mediante su propia producción de alimentos para su subsistencia y para los mercados locales.
Otros grupos a los que las transnacionales privan de recursos son la clase trabajadora urbana, los campesinos, los jornaleros rurales los bajos sectores asalariados de la clase media, los miembros del creciente sector informal y las comunidades indígenas. Las comunidades indígenas se resisten a los procesos de homologación/destrucción de sus formas de vida cultural y social, por lo que su movimiento es de rebelión para lograr autonomía política y cultural.
Una estrategia alternativa para contrarrestar y revertir la actual tendencia de la globalización, sostienen algunos autores, entre ellos Korten (1995), es la creación de comunidades locales autogobernables centradas en negocios locales. Así las comunidades locales pueden ser instrumentos de coordinación más eficiente si logran ventajas de eficiencia por sobre los mecanismos del mercado cuando los contratos son incompletos, y del Estado en los casos en que se tiene la información local.
Para que la comunidad logre la eficiencia como mecanismo de coordinación, se requiere una membresía estable y sujeta a normas y una estructura que sustente la capacidad de poder para sancionar el incumplimiento de los acuerdos. Las estructuras institucionales de las comunidades no siempre son aprovechadas para lograr la eficiencia en una relación más estrecha con la igualdad. .La comunidad se fundamenta en la confianza como mecanismo de coordinación y es una forma de organización que responde más adecuadamente a los retos que plantea los procesos de la globalización, sobretodo la globalización del conocimiento.
El impacto político de la comunidad marca el cambio de una sociedad gobernada por un gobierno representativo a una en que los ciudadanos participan directamente en la solución de sus problemas. Entre otras ventajas, las organizaciones gubernamentales están en contacto estrecho con la ciudadanía de una comunidad para ejercitar su acción social y atender sus propias necesidades mediante estrategias la planeación, financiamiento, producción, distribución y consumo de bienes y servicios públicos. La República se concibe como una forma de gobierno basada en la libertad política de una comunidad de ciudadanos que viven el gobierno de las leyes.
Los procesos de cambio estructural de la economía local requieren de cambios profundos en los niveles de confianza y las interrelaciones de cooperación fomentadas por las organizaciones e instituciones en una comunidad. El orden se crea y se mantiene mediante comportamientos de cooperación que tienen referencias continuas para respetar la tradición a cambio de no encontrar la censura o desaprobación de la comunidad. Así el gobierno local debe definir líneas de acción que funcionen como catalizador de los esfuerzos de la comunidad.
La sociedad multigrupal se estructura en grupos de comunidades locales que se autogobiernan. Los grupos con diferentes visiones e intereses construyen el tejido social. En esta nueva estructura, la organización comunitaria está tomando un papel importante como expresión de cambios de una democracia representativa a un sistema más descentralizado, como el de democracia participativa. Ninguna de las comunidades tendría la misma estructura de organización por ser un proceso orgánico, dinámico y por lo tanto, cambiante que desarrolla medios ambientes para servir en la satisfacción de las necesidades de sus miembros y de quien depende su éxito.
Las comunidades desarrollan ciertos conocimientos y experiencias que pueden entrar en sinergia en los procesos de toma de decisiones con la información existente. La organización del conocimiento de la comunidad es por sí misma una palanca para el desarrollo. Las redes crean mecanismos que permiten compartir los conocimientos y habilidades desarrollados por las comunidades locales que luego se enriquecen y actualizan a medida que se transfiere entre los diferentes usuarios de la red.
Así como, en la entrega de los servicios mediante el otorgamiento de poder al usuario, en una evaluación del servicio, con innovaciones a través de asociaciones con las comunidades locales y otras organizaciones de servicios públicos. Las organizaciones comunitarias locales establecen acuerdos de cooperación que reducen las fricciones por conflictos distributivos pero pueden aumentar los costos fijos de organización para compartir en forma más equitativa los beneficios.
Las regulaciones comerciales deben evaluar la interacción de las comunidades locales con las políticas de comercialización nacional e internacional. Los conceptos desarrollados en la comprensión de las interacciones en comunidades son útiles para el estudio de otro tipo de fenómenos sociales, así como para entender el funcionamiento macrosocial conociendo la lógica del nivel micro.
Las decisiones en la mundialización provocan conflictos locales que afectan a millones de personas lejanas y que dan lugar a la emergencia de nuevos movimientos sociales con una orientación hacia la pluralidad y la etnicidad. La pérdida de identidades locales existentes que confrontan los individuos y los grupos, hace que sientan la necesidad de construir o inventar tradiciones y nuevas identidades. La protesta en los tiempos actuales se caracteriza por una madeja de organizaciones coordinadas en nuevas formas de organización en red que enfatizan los códigos culturales y los roles de identidad de las comunidades.
Las comunidades de prácticas son usualmente consideradas estar formadas por grupos voluntarios que emergen de las prácticas de trabajo común (Storck y Hill, 2000) Las comunidades de prácticas son grupos de personas informalmente reunidas para compartir experiencia y pasión por una empresa conjunta. La naturaleza informal, espontánea y orgánica de las comunidades de prácticas las hace ser resistentes a la supervisión e interferencia en las organizaciones. Las comunidades de prácticas son tan diversas como las mismas situaciones que las originan y pueden formarse dentro de las organizaciones, entre diversas divisiones y unidades de negocios y entre varias empresas.
A pesar de que las comunidades de prácticas son fundamentalmente informales y auto-organizativas, sin embargo, también se benefician de su cultivo. Para que las comunidades de prácticas se desarrollen, es necesario que se identifiquen los potenciales para impulsar las competencias de la organización, se provea de una infraestructura que las apoye y les permita aplicar su experiencia efectivamente y se usen métodos no tradicionales para evaluarlas. Las diferencias de las comunidades de prácticas con otras formas de organización, las cuales presentan conjuntos de elementos característicos, se muestran a continuación:
Comparación de las características de las comunidades de prácticas con otras formas de organización.
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¿Cuál es el propósito? |
¿Quién pertenece? |
¿Qué los mantiene juntos? |
Cuánto dura? |
Comunidad de prácticas |
Desarrollar las capacidades de los miembros, construir e intercambiar conocimiento. |
Miembros que se seleccionan a sí mismos. |
Pasión, compromiso e identificación con los grupos de experiencia |
Mientras exista interés en mantener al grupo. |
Grupo formal de trabajo |
Para entregar un producto o servicio |
Cualquiera que reporte al grupo del gerente |
Requerimientos del trabajo y metas comunes |
Hasta la siguiente reorganización. |
Equipo de proyecto |
Para lograr una tarea específica |
Empleados son asignados por la alta dirección. |
Los puntos importantes del proyecto y las metas |
Hasta que el proyecto se complete |
Red informal |
Colectar y pasar la información de los negocios |
Amigos y negocios conocidos |
Necesidades mutuas. |
Mientras que las personas tengan una razón para seguir conectados. |
Adaptado de Wnger y Snider (2000)
Las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) son vistas como nuevas formas de organización social y como procesos de transformación y cambio económico, político, social, cultural, etc., mediante la formación de comunidades u organizaciones de protesta y la emergencia de movimientos con nuevas inquietudes y reivindicaciones. En las diferentes formas de organización social, la mediación tecnológica juega un papel crucial en las funciones de los movimientos.
Las comunidades epistémicas se forman con miembros que comparten las mismas posiciones ideológicas, uniforma los contenidos mediante la exclusión de las confrontaciones que limitan la calidad de las decisiones y motiva la formación de las advocay coalitions o coaliciones de promoción.
Ejemplos de estas nuevas formas organizacionales son las denominadas comunidades estratégicas y las comunidades prácticas. Existe un hueco entre el desarrollo rápido de nuevas formas organizacionales en práctica y la capacidad de las perspectivas existentes en la teoría.
Comunidades organizacionales
Un sentido de comunidad y membresía de una organización son divisibles analíticamente. El éxito económico de las organizaciones estadounidenses, de acuerdo a estos y otros autores, está determinado por la capacidad de dichas organizaciones para transformarse en un tipo de comunidades. Las organizaciones son potencialmente comunidades unitarias y por lo tanto pueden desarrollar un cálido comunitarianismo organizacional en vez de una maquinaria burocrática deshumanizada, a pesar de que uno de los problemas del comunitarianismo es que define una vida significativa como aquélla en que se ejercita una menor libertad. Así las organizaciones no solamente son culturas, sino también son comunidades, uno de los recursos que usamos para construir los sentidos de la identidad.
Las teorías de movimientos sociales, de procesos de genética organizacional y las actividades emprendedoras que dan origen a nuevas empresas, así como el trabajo empírico de los ecologistas sobre las comunidades organizacionales y estudios de la sociedad y la ley, involucran la introducción de nuevos tipos de actores e intereses, nuevos repertorios de acciones y nuevos arreglos estructurales, interacciones críticas entre las instituciones y los individuos. Las comunidades que comparten valores éticos son las formas organizacionales más efectivas, por lo que las personas que las forman pueden ser las más eficaces sin que renuncie a su comunidad.
La estructuración es un proceso de madurez gradual y especificación de papeles, conductas e interacciones de las comunidades organizacionales, cuyas fronteras y patrones de conducta no son siempre del todo fijas, sino que están bajo definición y sujetas a revisión y defensa. Estas organizaciones comunitarias transnacionales son oponentes al poder que ejercen las elites beneficiarias de los procesos de globalización mediante acciones reivindicatorias que concentran mayor poder en los gobiernos locales. Las condiciones para que el ejercicio de poder se transforme a favor de la comunidad, de acuerdo a Solis (2000), son la multiplicidad y complejidad de problemas que deben resolverse colectivamente, participación en la economía mundial, incremento en las capacidades locales, aspiraciones de las comunidades y los individuos a ser sujetos y no sólo objetos de la acción pública.
La comunidad es uno de los componentes centrales de cómo las organizaciones tienen que ser diseñadas. El diseño de la comunidad presupone una reinvención de espacios y redes sociales en los que los individuos encuentran alivio a su ansiedad en la búsqueda por encontrar la identidad a la comunidad que pertenece.
Para que las comunidades de este tipo funcionen eficazmente, es necesario que sigan ciertos principios fundamentales: que el diseño y el formato de interacción que promueva apertura y permita la serendipity, construir sobre una cultura organizacional común, demostrar la existencia de intereses mutuos después del éxito inicial en la resolución de asuntos y lograr las metas corporativas, capitalizar aquellos aspectos de la cultura organizacional que respeten el valor del aprendizaje colectivo, incluir prácticas para compartir el conocimiento en los procesos de trabajo del grupo, y establecer un medio ambiente en el que el conocimiento compartido se base en procesos y normas culturales definidas por la comunidad más que por otras partes de la organización.
Las comunidades estratégicas están integradas por un número grande de profesionales en tecnologías de la información trabajando en un centro corporativo y en unidades de negocios. Las comunidades estratégicas proveen un medio a los profesionales de la tecnología de la información para manejar más efectivamente una infraestructura compleja, proveer alta calidad, manejar problemas no estructurados y validar soluciones, operando como un mecanismo eficiente para compartir el conocimiento y la motivación para el aprendizaje y desarrollo de los individuos es mayor.
Las estructuras de las comunidades estratégicas privilegian el modelo abierto de una organización de aprendizaje activo basado en una filosofía donde los aprendices juegan un rol activo en la adquisición del conocimiento, por sobre el modelo de una organización que promulga un conocimiento previamente elaborado (Ellerman, 1999). Las comunidades estratégicas muestran características y principios similares a las denominadas organizaciones de aprendizaje. Estos principios se representan en la siguiente tabla.
Principios clave de las comunidades estratégicas
Características de la comunidad |
Acciones |
Formato de interacción |
- Organizar regularmente reuniones cara a cara. - Estimular el diálogo cándido. - Estructurar para la serendipity. |
Cultura organizacional |
- Capitalizar entrenamiento común, experiencia, y vocabulario. - Facilitar el trabajo alrededor de las restricciones. |
Interés mutuo. |
- Construir compromisos demostrando el progreso visible hacia metas comunes. - Promover la mejora continua de los procesos de la comunidad. |
Aprendizaje individual y colectivo |
- Reconocer y recompensar a los que enseñan a otros y a los que aprenden de otros. - Capitalizar conocimiento y experiencia de compañeros respetables. - Proveer un medio ambiente en que ocurra la reflexión acerca del aprendizaje. |
Aprendizaje compartido |
- Incluir el aprendizaje compartido en la práctica laboral. - Reforzar su valor con realimentación inmediata. |
Procesos y normas de la comunidad |
- Permitir el establecimiento de una “zona de seguridad” que construya confianza e identidad comunitaria. - Minimizar la conexión al control de la estructura formal. - Motivar a la comunidad a establecer su propio proceso de gobernabilidad |
Adaptado de (Storck y Hill, 2000)
Gobernabilidad de las comunidades locales
La gobernabilidad democrática está relacionada a los conceptos de orden, seguridad, estabilidad, etc. En la gobernabilidad por la comunidad, la coordinación se logra por normas de compartidas de comportamientos apropiados. Las normas, reglas y acciones constituyen las identidades de los individuos, los grupos y de las comunidades que derivan en conflictos de clases y que son el punto de partida para la interpretación de la acción colectiva. La organización informal también tiene una importancia en la formación de una comunidad mediante el establecimiento de normas que son aceptadas y compartidas por todos sus miembros.
Las formas de gobernabilidad y las funciones de liderazgo de la comunidad estratégica se muestran a continuación:
Formas de gobernabilidad
Funciones de liderazgo |
Matriz gruesa |
Matriz delgada |
Comunidad estratégica |
Centro corporativo |
Diseño y mandato estratégico |
Provee de dirección. |
Define la estrategia, provee de apoyo y facilita la comunidad. |
Administrador de unidades de negocios |
Asegura el cumplimiento de los mandatos corporativos. |
Interpreta los consejos corporativos y la toma de decisiones |
Comparte el conocimiento entre las unidades de negocios y provee de realimentación al centro corporativo |
Adaptado de Storck y Hill (2000)
Así, la gobernabilidad democrática de los gobiernos locales se fortalece con el ejercicio autónomo de la autoridad para la formulación e implantación de sus propias políticas públicas como respuesta a las demandas de la ciudadanía. La gobernabilidad democrática en América Latina requiere la construcción de una cultura cívica sobre la base de un proyecto de ciudadanía participativa y de integración de la comunidad nacional que promueva el desarrollo humano. La identificación nacional es una forma legítima de entender a los seres humanos como pertenecientes a una comunidad determinada. Si se elige la forma de gobernabilidad de la comunidad se requieren de grandes esfuerzos para crear comunidades donde nunca antes han existido.
Gestión del desarrollo sustentable de la comunidad
La teoría del desarrollo sugiere la necesidad de considerar el impacto sectorial de liberalización para diferenciar las políticas que consideren las diferencias de los sectores, a fin de asegurar los beneficios del cambio de la política alcancen a las comunidades pobres y que los costos no descansen solamente en quienes menos pueden aportar. Los beneficios directos de los estándares transaccionales son diferentes de los beneficios indirectos a la comunidad. La desigualdad social vulnera los procesos democráticos, crea dependencia de los más ricos, quebranta los lazos de fraternidad comunitaria y la desesperación de los que menos beneficios y oportunidades tienen del sistema económico, a pesar de que las distribuciones sociales y genéticas son un activo común de la comunidad en la cual se ejercen y se reconocen.
Las decisiones en el ámbito comunitario local involucran e incrementan el grado de compromiso de los individuos en tareas colectivas, en el resguardo de recursos no renovables que aseguran la sustentabilidad del medio ambiente mediante su uso más racional, eficiente y estable, y en el cuidado de los bienes y servicios públicos con una orientación de beneficio social que respeta las diversidades biológicas, económicas y culturales. Las comunidades de seres humanos no pueden ser normadas exclusivamente con criterios de racionalidad económica. Los economistas usan el modelo estándar de racionalidad para predecir la conducta bajo un nuevo régimen de políticas para evaluar las políticas de acuerdo a su impacto en el bienestar de las personas afectadas.
El presupuesto comunitario es un instrumento innovador que permite espacios de participación para que las personas decidan sobre lo que sus comunidades necesitan y definen las prioridades, lográndose una mayor legitimidad y equidad en las decisiones relativas a la distribución de los recursos. Las comunidades que participan en la determinación, asignación y aplicación de presupuestos para realizar obras, tienden a realizar aportaciones locales, a vigilar la ejecución y en términos generales a reducir los presupuestos gubernamentales.
En este sentido, comunidad y gobierno local se encuentran en un espacio común y trabajan en un campo compartido en el que a través de la concertación social garantizan la sustentabilidad de los proyectos. La fortaleza de los actores sociales que dirijan y propicien procesos de cambio, facilita el involucramiento de las comunidades en el diseño e implantación de proyectos, en el seguimiento y cumplimiento de resultados mediante acciones de accountability
La organización en red resuelve en parte los problemas que plantea el aumento del conocimiento acerca del desarrollo y crea poder en las comunidades locales mediante el involucramiento de las personas y una mayor penetración geográfica para resolver sus problemas de desarrollo sustentable. El conocimiento en redes puede compartir soluciones para atacar problemas de desigualdad, degradación del medio ambiente, injusticias, etc., con lo cual se lograría un mejor desarrollo económico y humano.
Para Linklater (1998), en las comunidades políticas surgen las luchas por la transformación que dan lugar a la inclusión o a la exclusión, debido a que los grupos dominantes privan a ciudadanos de sus derechos legales y políticos, porque los grupos menos privilegiados lo son debido a que sus derechos legales y políticos por sí mismos no mejoran su situación si no se acompañan de una mejor distribución de la riqueza y el poder y finalmente, y porque se preservan las diferencias culturales entre los ciudadanos.
La administración del desarrollo debe superar los viejos esquemas y moldes creados en torno a la dicotomía entre un modelo de desarrollo centrado en una economía planificada, propiedad del Estado y una economía centrada en el mercado y en la privatización de los medios de producción. La capacidad de una comunidad se refleja en su nivel de desarrollo endógeno. La organización del esfuerzo y el conocimiento de la comunidad representan un potencial significativo para la promoción de su propio desarrollo. El desarrollo local debe pivotar sobre la base de interacciones comunitarias solidariamente comprometidas, en forma activa y continuada, independientemente de que existe contigüidad territorial y física.
En este punto, no hay que desestimar las capacidades y potencialidades de las comunidades en la promoción del desarrollo, así como la posibilidad de que mediante programas de capacitación y desarrollo comunitario, ejerciten un sistema democrático más participativo y mejoren su desempeño. Es en las mismas comunidades donde se encuentran grandes reservas de organización político social para la promoción del desarrollo local. En el modelo de desarrollo comunitario, los promotores tienen fines pragmáticos cuando buscan hacer algo por los miembros de la comunidad y fines democráticos cuando mantienen la afirmación comunitaria en sus decisiones.
Los derechos fundamentales y políticamente relevantes para la gestión sustentable del desarrollo local son el derecho a la identidad, al territorio, a la autonomía y a su propia visión del desarrollo. La autonomía local se asume cuando los ciudadanos están preparados para juzgar las acciones de los gobiernos locales y para exigirles el cumplimiento de sus responsabilidades en las decisiones de competencias ante la comunidad. Lo anterior presupone una revalorización de lo local como ámbito que emerge y que requiere de habilidades políticas para equilibrar la capacidad de gestión estratégica para articular las potencialidades sociales que determinen al “buen gobierno”. En la complejidad de las interacciones entre el sistema político y la sociedad se delimita el “Buen Gobierno”.
El “Buen Gobierno” local aprovecha y estimula la eficiencia adaptativa de su comunidad, enriquece su capacidad a través de la incorporación de estilos de gestión que privilegian la participación ciudadana. La participación ciudadana mediante mecanismos de representación democrática como un proceso político democrático y como un método de gestión de lo público tiene diferentes caracterizaciones y connotaciones que el involucramiento directo de los miembros de una comunidad a través de una democracia participativa en el mismo ámbito de lo público.
Por lo tanto, el gobierno local desempeña la función catalítica de las fuerzas sociales en una comunidad que le permitan la obtención del consenso en las decisiones sobre políticas de desarrollo local. Así el gobierno local debe definir líneas de acción que funcionen como catalizador de los esfuerzos de la comunidad.
La crisis financiera por la que atraviesan los gobiernos locales los ha impulsado a utilizar un nuevo modelo de gestión social que articule y coordine los esfuerzos aislados y fracturados de organizaciones y actores sociales para integrarlos en proyectos participativos con estructuras de organización flexible pero en un mismo espacio social de tal forma que integre a la sociedad.
Los gobiernos locales tienen una importante función para alentar la participación de la ciudadanía a través de la formación de comités y otras actividades. Por lo tanto, el gobierno local desempeña la función catalítica de las fuerzas sociales en una comunidad que le permitan la obtención del consenso en las decisiones sobre políticas de desarrollo local.
Faguet (1999) sugiere que la descentralización es un nexo entre las decisiones de inversión pública con las necesidades locales, de tal forma que los procesos de descentralización fiscal se identifican como procesos de descentralización administrativa que permite a los gobiernos locales definir sus propias políticas de ingreso y gasto mediante la innovación. Los procesos de democratización y privatización de los servicios públicos constituyen el punto central de la descentralización de funciones de los gobiernos locales, los cuales deben de convertirse en los principales catalizadores de las fuerzas sociales de las comunidades, involucradas en el logro de los objetivos a corto, mediano y largo plazo.
Las administraciones de los gobiernos locales tienen varios retos importantes que se reflejan en dos tendencias: el creciente énfasis en la participación de la comunidad en la formulación de las políticas y en la solución de los problemas, así como en la creciente necesidad de medir el desempeño y demostrar los resultados.
El surgimiento de un modelo de desarrollo híbrido debe administrar en todos los niveles de gobierno, en forma flexible, la coordinación y armonización de los intereses públicos con los privados y los de la comunidad. Son además instrumentales en apoyos a las comunidades para neutralizar y combatir políticas negativas a la promoción del desarrollo social sustentable de los gobiernos, de grandes corporaciones transnacionales y multinacionales y de los grandes capitales financieros.
La aceptación de la pluralidad política y cultural en procesos de autogestión y solidaridad facilita las bases morales, políticas y organizativas del desarrollo de las comunidades.
Discusión
Se necesita de una revolución cultural para no aceptar las formas de dominación, poder y alineación del capitalismo globalizador y para reconstruir la identidad de las comunidades mediante la acción individual y colectiva que afirme la autodeterminación, independencia y autogestión. El posmodernismo representa la lógica cultural del capitalismo tardío que privilegia el espacio como símbolo y como realidad. Es en las comunidades donde los individuos que la forman se expresan a través de una continua elaboración de la cultura y una atribución del valor que llega a ser esencial contra el imperialismo cultural de los centros económicos y políticos.
La protesta en los tiempos actuales se caracteriza por una madeja de organizaciones coordinadas en nuevas formas de organización en red que enfatizan los códigos culturales y los roles de identidad de las comunidades.
Los ideólogos defensores de las ONG’s (Resumen Latinoamericano, 2001) contraponen el poder local al poder estatal argumentando que éste se encuentra distante y con intereses distintos al de sus ciudadanos. Es además autónomo, arbitrario y ejercido por una clase dominante y explotadora.
El poder local, sostienen, responde directamente a la ciudadanía porque está más cerca. Los fenómenos de resistencia a los procesos de globalización como expresiones de movilización política y organización social se manifiestan en formas de identidad sociointercultural para la protección y seguridad de las comunidades, mientras que las identidades centradas en la geografía están siendo menos naturales debido a los procesos de desterritorialización como efecto de los procesos de globalización.
Debido a que el Estado enfrenta un proceso de desplazamiento de los gobiernos, se hace necesario repensar la forma y las jerarquías de decisiones que afectan el desarrollo, Dowbor (1994) propone que el Estado requiere de organizaciones políticas de soporte de partidos políticos y de organizaciones sindicales organizadas para la defensa de sus intereses y comunidades organizadas para manejar nuestra vida diaria en un trípode de apoyo para la administración de los intereses públicos bajo una democracia participativa. Pero también las comunidades encierran a los individuos dentro de sus límites y en sí mismas, como una unidad se auto limitan dentro de las jerarquías del sistema formando especies de apartheid.
Los procesos de globalización han provocado la resistencia activa de muchas comunidades y grupos que anteriormente eran pasivos quienes ven su propia sobre vivencia amenazada por los efectos culturales y económicos asociados con la acelerada integración de sus sociedades en la economía capitalista global. Cuando las comunidades entran en contacto con instituciones económicas más desarrolladas, la cooperación interna entre los miembros de la comunidad se deteriora, de tal forma que de acuerdo al análisis de Spagnolo (1998), entre más cerca estén las comunidades de los mercados organizados más rápido es la erosión de los recursos comunitarios. La sustitución de las relaciones recíprocas que ligan a los miembros de las comunidades en los mercados anónimos colapsa la cooperación.
A través de Latinoamérica se pueden encontrar movimientos a ras de suelo que emergen de los grupos étnicos, comunidades indígenas y los sectores más explotados de la población como el caso de la rebelión indígena de Chiapas y la conciencia étnica del movimiento de Afro-brasileños. Por lo tanto, la globalización ha estimulado la movilización política de los grupos y comunidades oprimidas que han estado previamente subordinadas y marginalizadas.
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