Lisbeth Hormía Cruz*
Eleidis Reyes Velázquez**
Yunier Sarmiento Ramírez***
Universidad de Holguín, Cuba
lisbeth.hormia@uho.edu.cu
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RESUMEN
Como resultado de la actualización del modelo económico cubano, en Cuba se ha observado un incremento significativo del número de emprendedores que inician actividades en el sector no estatal, agrupados principalmente bajo la forma de trabajadores por cuenta propia. Este renglón de la economía favorece el empleo y el crecimiento socioeconómico. Sin embargo, sus altos índices de salida del mercado sobre todo en sus primeros años de actividad, demuestran la existencia de un grupo de factores que inciden y limitan su supervivencia. Esta investigación persigue como objetivo fundamentar la necesidad de potenciar el estudio de los factores que inciden en la supervivencia de los trabajadores por cuenta propia en Cuba como vía para favorecer su éxito.
Palabras Claves: supervivencia empresarial- factores determinantes- trabajadores por cuenta propia.
ABSTRACT
As a result of the updating of the Cuban economic model, in Cuba there has been a significant increase in the number of entrepreneurs who start activities in the non-state sector, grouped mainly in the form of self-employed workers. This line of economics favors employment and socioeconomic growth. However, its high rates of market exit especially in its first years of activity, the existence of a group of factors that affect and limit their survival. This research pursues as a fundamental objective the need to promote the study of the factors that affect the survival of self-employed workers in Cuba as a way to favor their success.
Key words: Firm survival- determining factors- self-employed workers
Para citar este artículo puede uitlizar el siguiente formato:
Lisbeth Hormía Cruz, Eleidis Reyes Velázquez y Yunier Sarmiento Ramírez (2019): "Necesidad del estudio de los factores determinantes de la supervivencia de los trabajadores por cuenta propia en Cuba", Revista Observatorio de la Economía Latinoamericana, (febrero 2019). En línea:
https://www.eumed.net/rev/oel/2019/02/trabajadores-cuenta-propia.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/oel1902trabajadores-cuenta-propia
INTRODUCCIÓN
En el mundo cada año se incrementa el número de emprendedores que inician actividades empresariales de pequeño tamaño. Estas formas empresariales hacen un alto aporte al empleo, la innovación y a la dinamización de los sectores de la economía en los cuales actúan. Sin embargo sus características intrínsecas, unido a las limitantes que les impone el entorno donde operan, dificultan año tras año su supervivencia. Los pequeños negocios presentan altas tasas de mortalidad, asociadas a elevadas tasas de riesgo, sobre todo en sus primeros años de creación (Blasco y Teruel, 2007). Aunque autores como Callejón y Segarra (1998) afirman que la entrada y salida de empresas es un mecanismo importante para la renovación del tejido empresarial, una elevada tasa de salida de los pequeños negocios, puede representar una amenaza para el equilibrio y desarrollo de cualquier economía.
En el caso de Cuba en los últimos ocho años y como resultado del proceso de actualización del modelo económico cubano, se ha observado un despunte en el surgimiento y desarrollo de iniciativas emprendedoras de pequeño tamaño. La aprobación de los Lineamientos de la Politica Económica y Social del Partido y la Revolución en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) constituyó la base para su ampliación, pues en ellos se plantea la necesidad de reconocer además de la empresa estatal socialista, otras formas no estatales de gestión, entre ellas el trabajo por cuenta propia (PCC ,2011: 10,20).
Este está llamado a contribuir al desarrollo socioeconómico del país, a partir de la generación de empleo, el aumento de la producción de bienes y servicios y el incremento de los ingresos al Presupuesto del Estado por concepto tributario, en un entorno donde predominan las relaciones socialistas de producción. En el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social del país hasta el 2030, se reconoce además este sector como complemento de la economía de tipo socialista. Sin embargo, en Cuba al igual que en otros países de la región latinoamericana y del mundo la supervivencia de estos pequeños negocios es muy baja.
En las condiciones actuales de la economía cubana y debido a la necesidad imperiosa de construir una sociedad socialista, sustentable y con un alto nivel de desarrollo socioeconómico se requiere fomentar la supervivencia de los trabajadores por cuenta propia. En este sentido, el análisis de la supervivencia de emprendedores y los factores que inciden en ella, constituye una herramienta fundamental si se desea orientar estos pequeños emprendimientos hacia el éxito. Por tal razón, la presente investigación persigue como objetivo fundamentar la necesidad del estudio de los factores determinantes de la supervivencia de los trabajadores por cuenta propia pues en la medida que estos logren ser exitosos tributarán el desarrollo socioeconómico del país.
DESARROLLO
Desde la década del treinta del pasado siglo se sentaron las bases para el análisis de la supervivencia empresarial. Sin embargo, los últimos treinta años han sido testigos de una numerosa literatura en torno a esta temática. En los últimos años las investigaciones se han extendido hacia los más diversos sectores y ramas de la economía, observándose una orientación hacia las pequeñas empresas (pymes y mypimes). Este cambio ha estado influenciado por la creciente significación de estas formas en el tejido empresarial, y por las bajas tasas de permanencia que registran en el mercado (Franco, 2012).
Actualmente la supervivencia empresarial se ha convertido en un tema de creciente interés tanto para la academia, instituciones gubernamentales como para los propios emprendedores. Se estudia desde diferentes áreas del conocimiento científico, entre ellas la dinámica empresarial la cual estudia aspectos relacionados con la entrada y salida de empresas de los mercados (Ortega y Moreno, 2005); la demografía empresarial; mientras otros autores la analizan como parte de la organización industrial y la gestión de empresa.
El término supervivencia puede ser considerado como sinónimo de permanecer, perdurar en el tiempo o sobrevivir (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, 2018). Desde un enfoque económico se considera que las empresas sobrevivientes son aquellas que permanecen con actividad a lo largo del tiempo. En la literatura se utilizan indistintamente varias terminologías para referirse a este: perdurabilidad, éxito, longevidad. La revisión bibliográfica muestra que aunque son múltiples los estudios de supervivencia empresarial, son escasas las propuestas conceptuales de esta terminología.
Ortega y Moreno (2005) afirman que la supervivencia se refiere al tiempo que pasa desde el momento que una empresa se establece en un mercado hasta la salida de la misma, mientras Crecente, Gallo, Garrido y Gautier (2015) la definen como la capacidad de una empresa de mantenerse con actividad a lo largo del tiempo. De acuerdo a estos criterios la supervivencia se refiere al tiempo de actividad de una empresa en el mercado.
Para Alonso y Galve (2015) la supervivencia constituye una medida cualitativa por naturaleza del éxito de una empresa. Es muy común en la literatura encontrar las terminologías éxito y supervivencia utilizadas como sinónimos, sin embargo, esta consideración presenta una limitación, pues una empresa puede sobrevivir un determinado periodo de tiempo sin obtener los resultados más favorables y en condiciones de alta vulnerabilidad (Fundación Instituto Cameral para la Creación y Desarrollo de la Empresa (INCYDE), 2001). De acuerdo a este último criterio la supervivencia no es considerada condición suficiente para el éxito, pero sí como una condición necesaria.
Los autores de esta investigación concuerdan con la propuesta de Varona, Gismera y Gimeno (2014:5) quienes plantean que ¨la supervivencia empresarial describe aquellos mecanismos mediante los cuales los factores internos y externos al área geográfica específica, así como las acciones, interacciones y comportamientos de los agentes que residen en el área geográfica inciden en la dinámica de la permanencia de las empresas en un determinado mercado¨. Los autores conceptualizan la supervivencia desde una perspectiva global y como un fenómeno de naturaleza multidimensional, pues en ella influyen una amplia gama de factores; ya sean internos, o sea, propios de la organización y del emprendedor o factores externos, del entorno general o específico de la empresa, condicionados por la ubicación geográfica de esta.
De forma general se puede afirmar que la supervivencia refleja los resultados de la empresa pues solo aquellas que estén activas pueden alcanzar otros logros (Rodríguez, 2013). Esta constituye un elemento a tener en cuenta para garantizar el desarrollo económico de un sector o región. Por tal razón su estudio presenta una marcada importancia pues permite conocer el efecto de un número importante de variables en la permanencia de empresas en los mercados, a la vez que orienta a los responsables de la política económica en los modos adecuados de actuación ante los efectos de la dinámica empresarial (Callejón, 2009).
Uno de los temas centrales de investigación en la economía y la dirección de empresas ha sido la explicación de los factores claves que influyen en la supervivencia de las organizaciones (Núñez, 1996). Los factores que inciden en la supervivencia tienden a ser agrupados en dimensiones y la literatura consultada al respecto es bastante clara al identificar tres dimensiones de agrupamiento: el emprendedor, la empresa y el entorno (Varona et al., 2014 y Arias y Quiroga, 2008). No ocurre igual en cuanto a los factores por dimensiones que inciden en la supervivencia, pues en la literatura existe una amplia diversidad de criterios con posiciones divergentes en muchos casos (Moreno, 2015). Sin embargo, existen un grupo de factores que desde los más diversos enfoques resultan recurrentes en las investigaciones.
Factores del emprendedor
Para algunos autores (Jovanovic, 1982; Audretsch, 1991; Erickson y Pakes, 1995) los factores que más afectan la supervivencia son los relacionados con la dimensión emprendedor o empresario. Ciertamente la figura del emprendedor ha sido ampliamente estudiada, pues en la mayoría de los casos este es quien tiene la idea, realiza la planificación y la dirección del negocio. La literatura intenta descifrar si las características de este influyen o no en la supervivencia de un negocio. Algunos de los factores más analizados en esta dimensión se resumen a continuación:
Sin embargo, considerar la supervivencia de una organización solamente como el resultado de la conjugación de los conocimientos, habilidades y rasgos de la personalidad del emprendedor resulta un análisis simplista. Siguiendo esta idea la mayoría de los autores en la actualidad incorporan a los análisis variables vinculadas a la empresa. Al ser este el lugar este donde se desarrolla la actividad económica, los elementos relacionados a ella ejercen una notable influencia en la supervivencia.
Factores de la empresa
Los factores de la empresa son aquellos inherentes a la organización sobre los cuales esta tiene poder de acción, están relacionados con las características propias de esta, el tipo de actividad que realiza, el tipo de gestión. Algunos de los factores de la empresa reconocidos en la literatura se muestran a continuación:
Una empresa de limitado tamaño no podría beneficiarse de las ventajas derivadas de las economías de escala, de un mejor acceso a mercados financieros, o de una mejor disponibilidad de mano de obra calificada, y esto la pondría en desventaja con respecto a las grandes empresas, reduciendo de esta manera su probabilidad de éxito (Mata y Portugal, 1994; Segarra y Callejón, 2002).Contradictoriamente se ha observado que generalmente las empresas entrantes inician sus operaciones con un menor tamaño que las ya creadas, debido fundamentalmente a la incertidumbre, al riesgo y para minimizar las perdidas en caso de fracaso (López - García y Puentes, 2006).
Es de destacar que en la literatura se le presta una amplia atención a los factores de la empresa, sin embargo no solamente estos son capaces de explicar el complejo fenómeno de la supervivencia. Las investigaciones actuales incorporan al análisis otros factores de sociales, económicos y políticos. Desde el punto de vista externo los factores o características del entorno donde esta se desenvuelve son importantes para explicar el éxito o fracaso de una empresa.
Factores del entorno
Los factores del entorno son todos aquellos elementos del entorno general y específico que impactan en la organización y sobre los cuales esta no tiene poder alguno. Para Abando (2008) los factores del entorno pueden tener una clara segmentación en factores que solo afectan a las empresas de un sector, o sea entorno especifico como los clientes, competidores y los socios del canal de distribución (intermediarios, proveedores y suministradores) y por otro lado factores del entorno general que afectan a cualquier organización como variables demográficas, sociales, culturales, políticas y jurídico-legales. A continuación se mencionan algunos de los factores del entorno más analizados en la literatura consultada:
Como pudo apreciarse existe una amplia gama de factores que ejercen influencia en la supervivencia de una organización, factores ya sean del emprendedor, de la empresa o del entorno específico y general donde esta se desenvuelve. Para un análisis abarcador y exhaustivo se requiere la mayor combinación posible de factores, teniendo en cuenta que cada organización tiene características que la hacen única y diferente por tal razón los factores que determinan su supervivencia pueden variar indefinidamente. Además la supervivencia es un fenómeno multidimensional y variable en el tiempo, por lo que estos estos factores deben ser estudiados periódicamente.
En el caso de Cuba a partir del año 2010, con el proceso de actualización del modelo económico se ha revitalizando el universo empresarial, sobre todo en el sector no estatal. La aprobación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) constituyó la base para la ampliación de este sector. En estos se plantea la necesidad de reconocer además de la empresa estatal socialista otras formas no estatales de gestión, entre el trabajo por cuenta propia. Este último, no es un fenómeno exclusivo de Cuba, en el mundo entero existen y se agrupan bajo diversas denominaciones como autoempleo, trabajador autónomo, o mipymes.
La legislación cubana define como trabajador por cuenta propia a “aquellos individuos que siendo o no propietarios de los medios y objetos de trabajo, no están sujetos a un contrato laboral con una persona jurídica, no reciben una remuneración salarial, elaboran su producción o prestan sus servicios de forma individual o colectiva, mediante el empleo según procede, de ayuda familiar y se encarga directamente de la comercialización, o a través de otra persona o entidad que los representa legalmente a estos efectos” (Resolución No. 32/2010). El trabajo por cuenta propia forma parte del sector privado, especificamente se ubica dentro de la Pequeña Producción Mercantil, la cual comprende a los pequeños propietarios: cuentapropistas y campesinos individuales principalmente y sirve como complemento del sector estatal.
Antes del triunfo de la Revolución ya en Cuba existía el trabajo por cuenta propia, pero con la ofensiva revolucionaria estos pequeños negocios fueron eliminados en su totalidad. Aunque en el año 1979 se decidió restituir este tipo de actividad, fue en 1993 donde se marcaron pautas en su desarrollo, pues se potenció, como una medida para atenuar los efectos de la crisis económica que vivía el país en el llamado periodo especial. En este periodo se aprobaron actividades que hasta entonces habían estado limitadas y se le otorgaron nuevas facultades lo que llevó a que en 1995 la actividad por cuenta propia alcanzara su punto máximo con 170 mil trabajadores. A partir de este momento el sector comenzó a experimentar un proceso de estancamiento.
En el año 2010, en el VI Congreso del PCC se decide ampliar y flexibilizar la actividad por cuenta propia, a partir del complejo panorama al cual se enfrentaba la economía cubana. La necesidad de reducir las llamadas plantillas infladas condujo a un necesario proceso de reordenamiento laboral en el país, por lo que el trabajo por cuenta propia se mostró como una alternativa más de empleo. Además, se esperaba un incremento en la producción de bienes y servicios y en los ingresos al presupuesto del estado por concepto tributario. Con este fin se emitieron 28 lineamientos encaminados a esclarecer las funciones y el lugar del trabajo por cuenta propia en el perfeccionamiento del modelo económico cubano.
La actividad se revitalizó y comenzó a adquirir una mayor connotacion dentro del complejo panorama economico cubano. Con las nuevas disposiciones que se orientaron se autorizaron un número considerable de actividades que hasta entonces habían estado limitadas. Además se les otorgaron nuevas atribuciones entre ellas la posibilidad de contratar fuerza de trabajo para el desarrollo del negocio, aspecto novedoso si se tiene en cuenta que hasta ese momento el titular solo podía contar con la ayuda de familiares. Por otro lado, se incluye la posibilidad de acceder a créditos por parte de instituciones bancarias, la comercialización con el sector estatal y beneficiarse de la seguridad social.
Como resultado de estas políticas el trabajo por cuenta propia ha venido ocupando un espacio cada vez más importante en el tejido empresarial cubano. Desde el 2010 hasta la fecha este sector ha crecido no solamente en el número de trabajadores sino tambien en su aporte al presupuesto del estado, en la generación de empleo y la producción de bienes y servicios. Según datos oficiales al cierre del primer semestre del año 2017 en Cuba, un total de 567 982 personas ejercían el trabajo por cuenta propia, lo cual representa el 12 % del total de los ocupados en el país.
Sin embargo, la revisión de informes emitidos por la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) y la revisión de la literatura nacional han puesto de manifiesto la alta fluctuación o movilidad, debida a los altos flujos de entradas y salidas de los trabajadores por cuenta propia. Además, se observa una baja permanencia en el mercado sobre todo en los primeros años de creación del negocio. Por solo citar un ejemplo, para la provincia de Holguín, la cual se ubica entre las de mayor número de trabajadores por cuenta propia del país, alrededor del 83 por ciento de las iniciativas emprendedoras que nacen no logran consolidarse y optan por abandonar la actividad entre el primer y tercer año de vida (Pupo, 2015).
La baja permanencia del trabajo por cuenta propia en Cuba corrobora aquellas posturas teóricas que plantean que la creación o entrada de empresas es mucho más sencilla que su supervivencia (Ortega y Moreno, 2005; Segarra y Teruel, 2009); lo cual indica que existen una serie de factores o barreras que frenan y en gran medida determinan el éxito de estos pequeños negocios. Si se tiene en cuenta que la capacidad de sobrevivir difiere de una empresa a otra y uno de los factores que más inciden es el tamaño, podemos inferir que para los pequeños negocios de emprendedores resulta más difícil la sobrevivencia que para una empresa de gran tamaño.
Ante el reto de construir una sociedad socialista, próspera y sostenible, sobre la base del crecimiento de la economía, se hace cada vez más patente la necesidad impulsar este sector, que aunque no constituye el fundamental, aporta al avance socioeconómico. En el Plan de Desarrollo Económico y Social del país hasta el 2030 se plantea entre los objetivos específicos la necesidad de elevar la eficiencia, la calidad, capacidad de inversión y productividad de estos, para contribuir a la economía, el empleo y al bienestar de la población. Se requiere por tanto, prestar una mayor atención al tema de la supervivencia en las iniciativas por cuenta propia pues en la medida en que logren ser exitosas favorecerán el crecimiento económico y social del país. Por tal motivo, resulta vital analizar que ocurre tras la creación de un pequeño negocio en Cuba, cuales son los factores que inciden en su supervivencia y como hacerlos sostenibles y rentables en el tiempo.
Desde la academia ya se observa un creciente interés en estas formas de gestión. Autores como: Díaz y Echeverría (2016), Pacheco, Landa y Triana (2016), Pupo (2015), Ruiz (2014), Guilarte, Lao y Pérez (2017) analizan el trabajo por cuenta propia en diferentes contextos del país e identifican factores que atentan contra el desarrollo armónico de la actividad. Entre ellos se encuentran aspectos del emprendedor como la falta de conocimientos en temas de gestión y elementos externos como la excesiva burocracia, la competencia, el limitado acceso a los insumos productivos, el bajo nivel agregado de algunas actividades aprobadas y el marco institucional y regulatorio limitado lo cual afecta la inclusión de estos emprendedores al tejido empresarial.
Como se puede observar las investigaciones del tema son relativamente recientes, hecho influenciado por la cercana ampliación y flexibilización del trabajo por cuenta propia en el país. Las mismas no analizan todo el cúmulo de variables que pudieran incidir en la supervivencia de la actividad por cuenta propia. Además, no se observaron procedimientos que permitan homogenizar el proceso de determinación de los factores que inciden en la supervivencia. De igual forma, no se apreció el uso de la metodología del análisis de supervivencia; técnica que ha ganado auge en los últimos años a nivel internacional en los análisis de supervivencia de empresas y que se considera más adecuada para este tipo de estudio. Estos elementos condicionan la necesidad de fomentar desde la academia los estudios en esta área del conocimiento científico.
Por otro lado, se requiere una vez identificadas las causas de la baja supervivencia de estos pequeños negocios en el mercado trazar líneas de acción para atenuar o revertir la situación actual. Con este fin se hace necesario aglutinar un grupo de actores vinculados al trabajo por cuenta propia en el país como organizaciones sociales, instituciones gubernamentales y otras, de forma tal que los resultados investigativos faciliten los procesos de toma de decisiones y desencadenen en acciones y políticas para favorecer la permanencia de estas pequeñas iniciativas. De acuerdo a Pacheco et al. (2016) en este sentido la academia juega un importante papel como promota y difusora del conocimiento científico y como intermediaria entre las políticas públicas y el sistema empresarial.
Los gobiernos específicamente, deben preocuparse y ocuparse por el diseño e implementación de las políticas y programas de apoyo a las empresas, en particular a las micro y pequeñas, pues estas representan un porciento importante del tejido empresarial, a la vez que enfrentan mayores dificultades para sobrevivir (Morales, 2011). Las políticas deben estar orientadas al incremento de las tasas de supervivencia de las empresas ya entrantes, sobre la base del análisis de los factores que limitan su supervivencia (Callejón, 2009). Corresponde por tanto a los actores del desarrollo en Cuba incentivar el estudio de la supervivencia de los trabajadores por cuenta propia para lograr la sustantividad de estos pequeños negocios en el tiempo.
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA