Julio César César Valdés*
Universidad Central de Venezuela
jccesarvaldes@gmail.com
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RESUMEN
Las relaciones entre los Estado Unidos de América y la República Popular China no son totalmente antagónicas, aunque siempre se ha tornado complicada y heterogénea. Atendiendo a esta contracción, se propone como objetivo de la presente investigación, examinar el contexto económico que caracteriza a ambos países que los convierte en rivales. La metodología empleada fue la realización de un estudio retrospectivo, prospectivo y transversal de las potencialidades económicas de ambos países. Tanto el objetivo planteado como la metodología, unida a otras técnicas de investigación nos permiten plantear como principales resultados que, China en su afán de ser el mayor oponente de la política americana en el orbe ha puesto en crisis al sistema de Breton Woods de 1944. Elementos tales como, la descomunal deuda pública de Estado Unidos, el derrumbe de las torres gemelas y el estallido de la crisis financiera de 2008, son pruebas incuestionables de que Estados Unidos está perdiendo terreno como la potencia hegemónica. Finalmente se concluye que entre ambos países existen diferencias y semejanzas, pese a sus discrepancias y analogías ambos países se condicionan mutuamente.
Palabra clave (Según código JEL):
ABSTRACT
The relations between the United States of America and the People's Republic of China are not totally antagonistic, although it has always become complicated and heterogeneous. Attending to this contraction, it is proposed as the objective of the present investigation, to examine the economic context that characterizes both countries that makes them rivals. The methodology used was the realization of a retrospective, prospective and transversal study of the economic potential of both countries. Both the proposed objective and the methodology, together with other research techniques, allow us to state as the main results that China, in its desire to be the greatest opponent of American policy in the world, has put the Breton Woods system of 1944 into crisis. Elements such as the huge public debt of the United States, the collapse of the twin towers and the outbreak of the 2008 financial crisis are unquestionable proof that the United States is losing ground as the hegemonic power. Finally, it is concluded that differences and similarities exist between both countries, in spite of their discrepancies and analogies both countries condition each other.
Keyword (According to JEL code):
Production,
Monetary Systems,
Monetary Politics,
Economic Policy Objectives,
Studies of specific Economic Policy Episodes,
International Economic Order, and
Commercial Policy
Para citar este artículo puede uitlizar el siguiente formato:
Julio César César Valdés (2018): "Estados Unidos y China en disputa por la hegemonía económica mundial", Revista Observatorio de la Economía Latinoamericana, (julio 2018). En línea:
https://www.eumed.net/rev/oel/2018/07/hegemonia-economica-mundial.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/oel1807hegemonia-economica-mundial
Las relaciones entre los Estado Unidos de América y la República Popular China no son totalmente antagónicas, como algunos historiadores, científicos y catedráticos se han encargado de demostrar, aunque siempre se ha tornado complicada y heterogénea, ya que son países que sus relaciones han estado marcadas por grandes diferencias, divergencias que no los hace amigos y mucho menos enemigos.
China no ve a Estados Unidos como su rival, lo ve como un oponente y un gran contrincante en ciertas áreas y como socio en otras. Por su parte Estados Unidos siempre ha mirado hacia China con desconfianzas por su vertiginosa capacidad de respuesta y su impronta para recuperarse.
Atendiendo que a lo largo del presente trabajo los elementos dinamizadores son los ejes que, desde la perspectiva económica, distinguen a ambos países, se propone como objetivo de la presente investigación, examinar el contexto económico que caracteriza a ambos países que los convierte en adversarios.
El tipo de estudio fue seleccionado teniendo en cuenta el conocimiento científico al que se espera llegar, el tipo de información que se espera obtener y el nivel de análisis que se realizó, atendiendo a estas características se hizo un estudio retrospectivo, prospectivo y transversal de las potencialidades económicas de ambos países que los hace lidiar por la hegemonía económica mundial.
Los métodos de investigación fueron empleados con la intención de descubrir las relaciones esenciales y las cualidades fundamentales no detectables de manera sensoperceptual, empleando específicamente los métodos de análisis y síntesis y el método inductivo-deductivo.
En el siglo XIX Estados Unidos se erigió como potencia mundial al declarar oficialmente la guerra contra España en Puerto Rico, Filipinas y Cuba, cosa esta que trajo consigo el fin del dominio español en el Nuevo Mundo.
Las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y China se remontan a finales del siglo XIX durante la Dinastía Qing, diplomacias que se mantuvieron mientras perduró la Revolución de Xinhai1, en 1911 al finalizar dicha Revolución se instaura en enero de 1912 la República de China con Sun Yat-sen como primer ministro provisional, reconociendo Estados Unidos a la naciente República de China.
En el 1917 con el triunfo de la gran revolución socialista de octubre, la Unión de Republica Socialistas Soviéticas (URSS) se instauró como el cuartel general de los países comunistas en el mundo, país que había sido aliado de Washington en la guerra contra Alemania, Italia y Japón, convirtiéndose además en el rival de más alto perfil para Estados Unidos.
Para 1928 se logra consolidar la nación China en un solo gobierno, denominado República de China dirigida por el Kuomintang (literalmente, Partido Nacionalista Chino).
En 1939 Alemania había ocupado casi toda Europa, cosa esta que puso a los Estados Unidos en una difícil situación, lo que entre trajo consigo el estallido de la segunda guerra mundial (1939-1945).
Durante toda la Guerra Civil China (1927-1950) el presidente Chino Chiang Kai-shek manipuló a los americanos y a los soviéticos, a los Estados Unidos les decía que se iniciarían las negociaciones y una posible alianza entre la Unión Soviética y China, mientras le decían al gobierno soviético que la opinión de los estadounidenses no era relevante en el conflicto. Al mismo tiempo, Chiang logró que Estados Unidos apoyara militarmente a China, evitando así cualquier movimiento por parte de los soviéticos, quienes en ese momento estaban bajo la posible amenaza de un ataque por parte de los americanos.
Y es cuando Estados Unidos se une a la guerra, pues ya su participación era inminente y le solicitó al General Chiang Kai Shek autorización para enviar una escuadrilla de voluntarios. Como la Fuerza Aérea China había sido diezmada por los japoneses Chiang aceptó y Roosevelt envió al Capitán Claire Lee Chenault que para entonces estaba en el retiro. El 15 de abril de 1941, Roosevelt firmó la autorización para la formación del Grupo de Voluntarios Americanos, más tarde conocidos como los Tigres Voladores.
A partir de 1942, el General Stillwell a cargo de las fuerzas estadounidense en China, fue de gran ayuda para el país asiático, pues el ejército norteamericano tenía mejores tácticas guerrilleras para combatir a los japoneses, que las que mostraban los nacionalistas.
En 1945 Estados Unidos resultó el vencedor de Segunda Guerra Mundial aunque a un elevado costo, pues dicha guerra le dejó alrededor de 400 mil millones de dólares en gastos militares, momento a partir del cual Estados Unidos se levantó como potencia casi única a nivel mundial
Pero no es hasta el 1 de octubre de 1949 que Mao Zedong funda la República Popular China con un gobierno con ascendencia comunista y es aquí donde precisamente los Estados Unidos no reconoce de forma inmediata al nuevo gobierno Chino, rompiéndose las buenas relaciones diplomática que existió por más de 40 años entre ambos países.
Las diversas fuerzas comunistas de la época apoyadas por Moscú y la naciente China de Mao Zedong intentaron tomar la península de Corea en 1951, momento en el cual Estados Unidos logra detener el paso de dichas fuerzas mediante un conflicto bélico. Para ese entonces Corea quedó dividido en dos (aun lo está) en Corea del Norte y Corea del Sur, la primera bautizada como república popular y democrática apoyada por los comunistas y la otra denominada como Corea del Sur apoyada por Washington.
La revolución cubana con Fidel Castro al frente, en 1959 se sumó a los países comunistas que ya existían en el mundo, declarándose enemiga de Estados Unidos y buscando como aliado inmediato a Moscú.
Corrían los años de la guerra fría cuando se da la ruptura chino-soviética en 1960, la que se origina por las diferencias de criterios existente entre ambos países fundamentalmente porque estas naciones comunistas le daban una interpretación distinta al marxismo-leninismo. Estados Unidos aprovechando dicha discordia en el ala comunista mundial consideró oportuno buscar un mayor progreso en sus relaciones con la nación China, con el solo hecho de usarla en sus maniobras de influencia con la Unión Soviética.
Henry Kissinger quien se desempeñaba en 1972 como secretario de estado del gobierno de Richard Nixon visitó China para abrir una nueva era en las relaciones diplomática entre ambos países, conocida como la diplomacia de cooperación, lo que sentó las bases para que ese mismo año el presidente Nixon realizara una visita al país asiático, la cual fue catalogada de exitosa porque se logró firmar el Comunicado de Shanghái2
En el periodo comprendido entre 1965 y 1975, Estados Unidos no tuvo descanso con la guerra de Vietnam (1955-1975), llamada también segunda guerra de indochina, pues Estados Unidos buscaba impedir a toda costa la reunificación de Vietnam bajo un gobierno comunista. Los presidentes John F. Kennedy, Lyndon B. Johnson y Richard Nixon con el objetivo de detener el avance de las fuerzas comunistas por el sudeste asiático enviaron miles de soldados a la región beligerante. Washington perdió esa guerra costándole la vida a alrededor de 58 mil soldados norteamericanos.
En 1978 China marcó un hito en la historia de sus relaciones diplomáticas con otros países del mundo, sometiéndose a un proceso nunca antes visto, marcado por grandes transformaciones y mayor apertura mundial, supo aprovechar las coyunturas que se le presentaron y se enfrentó a varios desafíos, logró mantener su desarrollo económico en paz y estabilidad con el resto del mundo, con el que supo estrechar lazos de amistad y vinculo diplomático.
Las relaciones entre Estados Unidos y China fueron disueltas entre el 28 y 29 de diciembre de 1978 mediante un telegrama enviado por el presidente Carter a Chiang Ching-Kuo, a Estados Unidos le molestaba su carácter socialista y el nombre de República Popular y es cuando llega a la Republica China un enviado de Estados Unidos con el único objetivo de analizar y renegociar el estado de la relaciones diplomáticas entre ambos países, pues al país norteamericano no le convenía estar ajeno a lo que pasaba en la nación asiática y mucho menos tenerlo de enemigo.
El primero de enero de 1979 en la Isla de Taiwán, Estados Unidos mediante un comunicado reconoce a la República Popular China como el gobierno legítimo de la nación asiática, manifestando también que le darían todo el apoyo sobre la existencia de una única China.
Deng Xiaoping considerado el artífice principal de la reforma de apertura de China, entre el 25 de enero y el 4 de febrero de ese mismo año visitó los Estados Unidos, días en los que se observó una pasión por China nunca antes vista en los Estados Unidos. El proceso de normalización de las relaciones entre los dos países, se inició según el proceso de reforma y apertura de China, lo que le ayudó extraordinariamente a estrechar los vínculos entre China y Estados Unidos.
El muro de Berlín había sido levantado en Agosto de 1961 para frenar la salida de ciudadanos de la Alemania comunista hacia la Alemania federal, se vio derribarse en 1989 de improviso, y ya para el año 1991 todos los países del campo socialista europeo habían abandonado esa ideología y aunque no se aliaron a los Estados Unidos al menos dejaron de verse como enemigos lejanos.
La Unión Soviética se desintegró como nación, abandonó su doctrina Marxista-Leninista y dejó de ser el histórico adversario de los Estados Unidos en lo ideológico, político y militar, estos hechos que transformaron la humanidad moderna le pusieron fin a la guerra fría.
Desaparecido el peligro soviético y con ello las contradicciones antagónicas de Estados Unidos con el mundo comunista es cuando el país se fortalece como gendarme hegemónico a escala universal, época en la cual comienza a desarrollar una verdadera transformación tecnológica con grandes volúmenes de producción, fundamentalmente en el campo de la electrónica.
Por muchas décadas Estados Unidos y la República Popular China han tenido fuertes confrontaciones en varias ocasiones y en distintas coyunturas, inclusive momentos que llegaron a poner en situaciones críticas y tensas las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Estas naciones difieren en el ámbito político ya que en Estados Unidos prevalece la democracia capitalista y China mantiene un sistema comunista con una economía centralizada por el gobierno, y no es solo en lo político donde radican las grandes diferencias entre ambos países, siempre han defendido posturas totalmente diferentes en otros temas, por solo mencionar uno, norteamérica no aprueba la falta de libertad de culto que existe en China, la persecución al Dalái Lama3 o la aprobación de Beijing a los gobiernos de Corea del Norte, Venezuela, Cuba, Myanmar e Irán.
Pese a las diferencias, también existen semejanzas e intereses comunes en aspectos tales como, la reforma de la Organización de Naciones Unidas (ONU), unión de fuerzas en la tramitación de los problemas existentes en la región, prevención y lucha con el terrorismo, evitar la proliferación de armas de destrucción masiva, alerta temprana en la prevención de catástrofes naturales, de conjunto han evitado la propagación de enfermedades epidémicas y otros temas de salud.
Con independencia a las tensiones existentes en la relación chino-americana, también hay significativos elementos estabilizadores que la caracterizan. La República Popular China y los Estados Unidos son principales socios comerciales y poseen intereses comunes en cuanto a la prevención, enfrentamiento y supresión del terrorismo y la proliferación nuclear. La relación comercial chino-americana es la segunda más grande del mundo. Según estimaciones, los Estados Unidos tienen la economía más grande del mundo y China la segunda, mientras que China tiene la población más grande y Estados Unidos la tercera, detrás de India. Ambos países son los más grandes consumidores de vehículos de motor y petróleo y los dos mayores emisores de gas de efecto invernadero.
3.1 ESTRATEGIA CHINA
Hasta el 2007 China no tenía entre sus pronósticos afectar el entorno económico mundial pues consideraba que había logrado la simetría necesaria en lo económico, militar y político con Estados Unidos. Luego de analizar y estudiar las graves consecuencias que dejó a la economía estadounidense la crisis financiera de 2008, China buscó desarrollar un papel más protagónico en las relaciones económicas internacionales y para lograr ese objetivo comenzó a ampliar una discreta red de predominio mundial en continentes como América Latina, África y Asia, expansión que muchos analistas han denominado el consejo de Beijing y que no es más que poner en funcionamiento un modelo diplomático y político que pretende desarrollar el poder blando el que consiste en desarrollar unas relaciones bilaterales sin multipolaridad ni injerencias en los asuntos internos de los países, objetivos diplomáticos que contrastan con el modelo tradicional que los Estados Unidos han intentado imponer en los diferentes países de mundo, basado en el entorpecimiento político y económico, en la unipolaridad y en el injerensismo militar.
China en su afán de ser el mayor oponente de la política americana en el orbe ha puesto en crisis al agonizante sistema de Breton Woods de 1944 donde fueron creados el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) por iniciativa de Washington y hasta hoy han sido los instrumentos más eficaces de Estados Unidos, pues el país asiático ha diseñado y puesto en funcionamiento un fuerte competidor formal a estos organismos internacionales con la creación del Banco Asiático de Inversión e Infraestructura (BAII) y su objetivo a largo plazo es que estas instituciones norteamericana pasen a ocupar un papel menos protagónico en la política económica-financiero internacional.
Sin embargo Estados Unidos realiza todos los esfuerzos posibles y hasta los imposibles porque el BAII no se consolide como institución financiera internacional y para ello ha presionado a muchos países para que no se sumen a la iniciativa, de igual forma pretende desacreditarlo poniendo en duda su transparencia y equidad como si el mundo no conociera que el BM y el FMI carecen de estos valores.
Estos elementos, y por haber resultado airosa de la crisis mundial del 2008, hacen sentir a China fortalecida en la arena internacional y de hecho en el 2010 logró ser la segunda economía mundial, secundando de esta forma a su gran oponente los Estados Unidos, tras desplazar a Japón de ese privilegiado lugar, además disfruta de una muy buena situación financiera, privilegio que la hace acreedora de una de las mayores reservas monetarias probadas del orbe.
3.2 ESTRATEGIA ESTADOUNIDENSE
Elementos tales como, la descomunal deuda pública de Estado Unidos, el desenfrenado crecimiento económico de China, el derrumbe de las torres gemelas, las invasiones militares a Irak y Afganistán y el estallido de la crisis financiera de 2008, son pruebas incuestionables de que Estados Unidos está perdiendo terreno como la potencia hegemónica más aventajada y fuerte que haya conocido la historia de la humanidad.
En los momentos actuales la economía estadounidense es bastante dependiente de naciones tales como China y Japón, países con los cuales Washington en el 2015 tenía una deuda descomunal, las que llegaron a ascender a 1.2237 y 1.2244 billones de dólares respectivamente, siendo su tercer acreedor los centros bancarios ubicados en las islas del Caribe con más de 350 mil millones de dólares.
Conociendo estos elementos deudores de la economía norteamericana, el presidente ruso Vladimir Putin llamó a Estados Unidos parásitos de la economía global y en tal sentido tanto Rusia como China están buscando la forma de deshacerse de los bonos americanos, llegando la deuda del país anglosajón a la cifra de 18 billones de dólares en el 2016.
Pese a tales inconvenientes al cierre del 2016 y aun en plena recuperación de la crisis económica, la solidez de la economía norteamericana está por los 17,9 billones de dólares, equivalente a lo alcanzado por las economías de Japón, Francia y Alemania juntas. Su poderío militar es único en el mundo alcanzando los 601 mil millones de dólares, siendo este monto 10 veces más que el destinado por el país en seguridad interna, es superior también a los siete países que más gastan en la carrera armamentista, combinados. Sus logros y avances científicos han hecho que se conviertan en el tren del desarrollo científico-técnico, logrando que el mundo entero dependa de ellos.
El poderío militar del país es líder en el campo de los conflictos beligerantes, la guerra convencional y nuclear, su moneda es de referencia y gran aceptación mundial para el mercado internacional y cuenta con el 20 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) global.
Aunque este país está atascado en una crisis trascendental, su economía sigue en marcha hacia un fatal debilitamiento ya que tiene la tasa de desempleo más elevada de los últimos tiempos y su nivel de endeudamiento es el más alto de toda su historia.
4.1 El yuan
Existe una gran diversidad de hechos concretos que nos permite vislumbrar el avance descomunal del yuan en el mundo, el que mediante un proceso sigiloso está pasando a ser un fuerte activo de reserva, puesto que países como: Australia, Hong Kong, Indonesia, Japón, Corea del Sur, Macao, Malasia, Nepal, Pakistán, Singapur y Tailandia han confirmado al yuan como moneda de reserva, otros países como Chile, Bolivia y Venezuela en Latinoamérica y Sudáfrica, Kenia, Nigeria, Tanzania y Ghana en África, apuestan por el triunfo de esta moneda y van en esa dirección también, otro elemento que hace que esta moneda se fortalezca cada día más radica en la cantidad de redes comerciales de China con Asia, Europa y América Latina, todos estos elementos hacen que el yuan avance mucho más rápido en su camino a convertirse en moneda de reserva mundial.
Desde el año 2008 se estableció una paridad del yuan con el dólar, la que fue eliminada por China en el 2010 provocando que la mayoría de los mercados financieros internacionales se concentraran aún más en el yuan, trayendo consigo una flexibilización de esta moneda que permitió una leve valoración porcentual frente al dólar. Todo esto le permitió a China poner en funcionamiento una estrategia que le diera un mayor protagonismo a nivel internacional al yuan, además de convertirla en la moneda internacional que rivalice con el dólar y el euro.
Dicho plan fue puesto en funcionamiento luego de que China realizara un llamado para que todas las economías del mundo se amparen en una moneda supranacional y así lograr suplantar al dólar a mediano plazo. Primeramente se pensó en que esta moneda podría ser los DEG (Derechos Especiales de Giros del FMI) que no sería más que el encarecimiento de las monedas que más negocian dentro del comercio internacional, como son el dólar, el yen, el euro y el yuan
Sin grandes tratados ni enormes convenios China busca difundir su moneda y lo está logrando más rápido de lo ellos mismos pronosticaron, si dicha internacionalización de la moneda china diera el resultado esperado se pactarían unos cuantos billones de dólares anuales (más del 50 por ciento de su comercio internacional).
La crisis financiera internacional de 2008 que se inició por el sector inmobiliario de los Estados Unidos nos obliga a buscar alternativas ante la problemática de estar supeditado a una sola y dominante moneda como lo ha sido el dólar americano desde la desaparición del patrón oro-dólar.
Antes de Bretton Woods la moneda de uso a nivel mundial era la libra esterlina, la cual tenía un total respaldo en oro (llamándose a esta relación patrón oro), al finalizar la II Guerra mundial esta moneda de uso mundial es sustituida por el dólar americano de igual forma con todo respaldo en oro.
De 1944 a 1971 en el Sistema Monetario Internacional prevaleció el patrón dólar- oro que se basaba en tipos de cambios fijos y garantizaba cierto grado de estabilidad monetaria. A partir de 1971 al Estados Unidos retirarle el respaldo en oro al dólar, se introdujo una volatilidad extrema en los mercados cambiarios, la cual, unida al desarrollo de la ciencia y la técnica en la esfera de las telecomunicaciones y el procesamiento automatizado de la información, creó las condiciones propicias para convertir la especulación con la moneda una de las más rápidas y cuantiosas fuentes de lucro. Esto, conjuntamente con la necesidad del proceso de concentración de capitales de acudir a los sectores donde puedan obtenerse los mayores niveles de rendimiento, ha convertido la especulación en una amenaza para el sistema financiero internacional, añadiendo nuevos niveles de complejidad al manejo monetario internacional.
Dentro del Sistema Monetario Internacional impuesto por Estados Unidos al mundo en el año 1971, el país quedó en una posición totalmente privilegiada al ser el dólar la principal moneda de reserva aceptada internacionalmente y poder emitirse libremente por la Reserva Federal (Banco Central de Estados Unidos).
La forma en que está organizado el Sistema Financiero Internacional, obliga a los países con problemas en su balanza de pagos a acudir al Fondo Monetario Internacional en busca de soportes financieros, otorgandosele un inusitado poder a esta institución (bajo el total y absoluto control de Estados Unidos) que impone sus programas de ajustes como condición para conceder el apoyo solicitado por los diferentes países.
Al finalizar el siglo pasado, el 60 por ciento de las reservas mundiales de divisas se encontraban asignadas en dólares americanos (moneda fiduciaria), aunque este se mantiene en un lugar sumamente privilegiado y se erige como la moneda de consideración más extendida del planeta, su poder adquisitivo a escala internacional ha decaído en los últimos años, para el 2013 constituía el 33 por ciento de las reservas de divisas mundiales, una simetría mucho menor que la del año 2000.
El descenso que experimenta el dólar cada día se acentúa más en los países que dependen de esa moneda, lo que provoca el desmoronamiento de los petrodólares4 y las oportunidades de venta de petróleo por dólar, por lo que la pérdida progresiva del status del dólar crea preocupación entre los decisores económicos y financieros.
En la actualidad dicha moneda experimenta una estrepitosa caída del 90 por ciento en 1952 al 15 por ciento en el 2016, lo que ha permitido reconfigurar las relaciones económicas internacionales, unido a elementos como la globalización, la geopolítica y la guerra contra el terrorismo dicha caída no solo tendrá serias repercusiones en todas las economías del mundo que de una manera u otra dependen del dólar americano, sino que en la propia economía interna de los Estados Unidos se sentirán con gran fuerza sus efectos, dejando un déficit anual de alrededor de un trillón de dólares. La humanidad moderna aun no considera que el dólar pueda tener una caída vertiginosa, pero como se acontecen los hechos algunos vaticinan que será más temprano que tarde.
La concepción histórica de las relaciones entre ambos países demuestra que ha transitado por una abrupta e irregular travesía. En los años 40 cuando transcurría la guerra fría ambos países pasaron de una etapa de incompatibilidad y estrangulamiento a otra muy superior de normalidad. Ya para los 90 las relaciones sintieron el importante movimiento de varias subidas y caídas.
Luego de que ambos países restablecieron relaciones económicas y comerciales, sectores de la economía China como cadenas de restaurantes, manufacturero, petroquímico y grandes proyectos hoteleros están cubiertos por los inversionistas norteamericanos. Existen acuerdos que establecen la creación de compañías de capital mixto entre ambos países, las que aumentaron en más de 20 mil empresas conjuntas contractuales, además de empresas de propiedad extranjera en toda la República Popular China.
China sobrepasa los índices de precios de las importaciones estadounidenses, la producción nacional estadounidense excede la demanda de bienes de trabajo intensivo, elemento este que influye en el elevado déficit fiscal estadounidense.
El denominado dialogo económico y estratégico China - Estados Unidos que se acordó establecer a partir del año 2009 no es más que el establecimiento de conversaciones frecuentes de alto paralelismo en asuntos económicos y otras cuestiones de beneficio bilateral, se efectúa dos veces por años y da muestra del imperante y progresivo nacionalismo que caracteriza ambas economías. En este mismo año Estados Unidos asignó un arancel del 35 por ciento sobre las adquisiciones de neumáticos chinos, dicha situación creó un altercado comercial entre ambos países, pues China acusó a Washington de perpetrar un grave acto de proteccionismo, mientras tanto Estados Unidos argumentaba que la tarifa fue realizada precisamente en conformidad con la ley de nuestros acuerdos internacionales de comercio.
Otra querella entre los dos países tuvo lugar en el año 2013 durante una disputa territorial en el Mar de China Meridional, lo que aumentó el riesgo de confrontación bilateral, el presidente chino Xi Jinping en el 2015 tratando de suavizar la tensión con Estados Unidos afirmó que los lazos se mantienen estables.
Al finalizar un viaje de dos días del secretario de estado de Estados Unidos John Kerry al gigante asiático, el presidente chino Xi Jinping expresó, espero poder seguir desarrollando esta relación con el presidente (Barack) Obama y llevar los lazos entre China y Estados Unidos a un nuevo nivel, en un nuevo modelo de relación con un país importante (Gestión, 2015)
Más recientemente en el 2018 y bajo la administración de Donald Trump la Casa Blanca aplicó ciertas restricciones a los productos provenientes de China, como fueron:
Con independencia a estas restricciones comerciales, el mayor acreedor a nivel internacional de los Estados Unidos continua siendo la Republica China, el elemento más significativo que hace al país asiático ubicarse en ese puesto radican que en la actualidad China no se encuentra en disputa ni en conflictos bélicos con otros países y aunque sus desafíos y dificultades son de carácter internos persisten en la idea de llevar adelante relaciones estables con lo Estados Unidos.
Varios académicos y líderes políticos del mundo entero han descrito la relación entre ambos países como la relación bilateral más importante y trascendental del mundo contemporáneo, ya que mientras más se entrelazan sus economías más son los beneficios para ambos países en todas las esferas de la vida social. Las buenas relaciones que hasta el momento se han logrado entre ambos países han sido distinguidas por encuestas de la opinión pública internacional y varios artículos y trabajos periodísticos han favorecido al mejoramiento y entendimiento de como las posiciones de ambos países se afianzan, y dicho mejoramiento influye sobre la economía, la política y la comunicación de ambos.
En las relaciones China - Estados Unidos de los últimos tiempos la política monetaria ha sido uno de las dificultades más grandes que han tenido que enfrentar ambos países, para analistas, economistas y políticos la gran incógnita siempre ha sido ¿Posee la moneda de cada país el valor adecuado? sin embargo cada país se refiere al otro con culpa por esto, aunque muchos analistas del mundo financiero y monetario consideran que la moneda China se subvalora ante el dólar, también hay quienes pronostican que si China incrementa la valía de su moneda (como ya está ocurriendo) ocasionaría un gran efecto sobre la balanza comercial de ambos países.
Pese a las buenas relaciones entre ambos países, varios líderes políticos y economistas de los Estados Unidos forzaron al gobierno de Obama a tomar medidas severas contra el país asiático. Independientemente a las restricciones ya aplicadas a las importaciones China, medidas como estás continúan siendo una amenaza de muchos congresistas norteamericanos, fundamentalmente aquellos legisladores que representan a los estados de Ohio, Michigan, Wisconsin y Pensilvania pues son estados con altos volúmenes de producción manufacturera, todo esto con el único objetivo de obligar a China a ajustar convenientemente su divisa, cosa esta con la que el país asiático está en total desacuerdo por considerarlas políticas monetarias injustas.
El perfeccionamiento de los vínculos entre los dos países en el último medio siglo le ha posibilitado a ambos pueblos regocijarse de elementos tales como:
Luego de periodos de apogeo y regresión, las relaciones entre Estados Unidos y China definitivamente van en la dirección correcta después de culminar la guerra fría, pues a partir de ese momento casi todos los presidentes de Estados Unidos han buscado las mejores relaciones con China, aunque no se descarta que surjan nuevos problemas, le queda a los gobernantes de ambos países fiscalizar el pulso del ulterior desarrollo de las relaciones sin obviar la historia y la estrategia de conducción, los intercambios bilaterales deben desarrollarse pacíficamente en busca del desarrollo mutuo, entendimiento y paz.
A los Estados Unidos les preocupa de que China esté intimidando con amenazas a sus vecinos del continente asiático o bien tratando de retar a los Estados Unidos, preocupación generada por el elevado presupuesto que anualmente destinan a la carrera militar. Sumado a estas preocupaciones están latentes otras incógnitas para Estados Unidos, como de que China esté creando una gran base naval en la cercanía del sur del mar de China, esté fabricando nuevos misiles o desarrollando los que tienen y fortaleciendo su fuerza aérea.
En los inicios de la segunda década del presente siglo, en uno de sus reportes el boletín de los científicos atómicos explicaba que la Republica China mantiene su inversión en cuanto a modernizar su programa nuclear ya que aprecian que su fuerza de persuasión es sensible a las capacidades estadounidenses, enfatizó además de que el gasto en defensa de China en esa área ha recibido un impulso por las mejoras que viene haciendo Estados Unidos en sus misiles.
Por los excesivos gastos de China en su poderío militar de los últimos años es considerado por los Estados Unidos y otros muchos en el mundo como una amenaza, pese al aumento en el presupuesto militar difundido por China, especialistas estadounidenses y analistas independientes consideran que el país asiático encubre las verídicas cifras de sus gastos.
Los gastos militares de cada país en la carrera armamentista aumentan considerablemente por años, atendiendo a diversos factores como son: el desarrollo de la ciencia y la técnica, el encarecimiento de las materias primas y materiales, entre otros. China gasta anualmente aproximadamente en defensa más de 45 billones de dólares (solo una cuarta parte de lo que gasta la Casa Blanca), por su parte Estados Unidos gasta anualmente alrededor de 620 billones en presupuesto militar, 123 billones más del presupuesto militar combinado de lo que gastan los demás países del mundo.
El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos en su informe del 2011 sostuvo que si los gastos de China en defensa mantienen esta tendencia, considerablemente creciente, el país asiático logrará igualar militarmente a los Estados Unidos en un plazo de 15 a 20 años.
En consonancia con la Teoría de la Transición del Poder el pensamiento de que las guerras tienden a desatarse... cuando la trayectoria ascendente de una potencia en ascenso se acerca a la intersección de la trayectoria descendente de una potencia en declive, la cual algunos argumentan que es entre China (potencia en ascenso) y Estados Unidos (la actual potencia reinante) es todo menos inevitable. (Kagan, 2012).
El liderazgo mundial que va alcanzando China en la actualidad no da signos de tener una ideología en expansión y la tendencia de los líderes chinos es a utilizar la expresión el ascenso pacífico de China para referirse al rumbo que está alcanzando la nación asiática.
China debe evitar una creciente política exterior violenta o evitar un enfrentamiento con los Estados Unidos en el corto plazo pues aún debe resolver una serie de desafíos que tiene por delante para su desarrollo nacional como son: la corrupción en la vida política, la degradación del medio ambiente y el ascenso en la calidad de vida de la emergente clase media del país, sin embargo aplicando una política de acercamiento a Estados Unidos lograría reducir la posibilidad de un conflicto bélico entre ambos países.
Hoy cuando la humanidad moderna reconoce el liderazgo y poderío económico, científico-técnico y militar de los Estados Unidos, cuando se levanta como primer exportador de conocimientos en el mundo, cuando sus universidades y laboratorios aportan en gran medida casi todos los ingenios, medicamentos e invenciones para imponerle al mundo el modo de hacer las cosas, sorprende el enorme monto de su deuda y la deformación de muchos de sus indicadores sociales. Si bien es cierto que su economía se encuentra en franco retroceso, no se observa un posible sustituto de la mayor economía mundial, como tampoco se avizoran elementos condicionantes que provoquen en el mediano y largo plazo su caída.
Desde que China adoptó la economía de mercado como instrumento principal de su crecimiento, comenzó en ese gigante asiático un desenfrenado desarrollo de su economía, lo que le permite a muchos estrategas pronosticar que la economía del país asiático podría superar a la norteamericana antes del 2030 en caso de que las tendencias económicas actuales se mantengan, logrando poner a Beijing en la delantera mundial.
Dichos pronósticos están aún por verse por varios elementos, el primero radica en que aun cuando la economía China va adquiriendo una dimensión nunca antes vista, este país aún no se acerca a la flexible y sofisticada economía de Washington,
El segundo componente radica en que el 2030 se presenta como un tiempo demasiado efímero para que China logre despuntar como monarca mundial y mucho menos echar a un lado la gran superioridad global, militar, científico, tecnológico y geopolítico estadounidense,
El tercer aspecto está en que China’s way of life o sea, el modelo social autoritario implantado por China no es de los mejores modelos a copiar como sistema, ya que la sociedad en su conjunto no cumple con los modos de vida, bienestar, prosperidad y verdadera democracia que poseen los países desarrollados hoy,
El cuarto componente radica en que la población china denomina como hostil las relaciones con Estados Unidos, convirtiéndose en el único rincón del mundo no islámico donde el 54 por ciento de su población posee un sentir negativo de los norteamericanos.
El quinto elemento que se nos presenta es que China tiene que mejorar su reputación en el mercado internacional ya que para el 63 por ciento de los países que operan en el mercado mundial consideran a Estados Unidos como mejor socio comercial que China.
El sexto componente radica en que China cuenta con una muy positiva imagen en esferas como ciencia y tecnología, influencias mundialmente conocidas como poder blando elemento considerado como consistente y solido dentro de la economía norteamericana.
El séptimo de los elementos se expresa en que gran parte del mundo rechazan las políticas militares y de derechos humanos del país asiático, también declina mundialmente por su despreocupación en cuanto al comercio cultural, aspecto en el cual Estados Unidos además de solides ganada sigue abriendo margen.
Con el análisis de estos siete elementos pudiéramos considerar que Estados Unidos no tiene de que preocuparse, pues aun cuando China no busca marcadamente posicionarse como la primera economía del mundial aún existen elementos que demuestran que está por encima de la de Estados Unidos y se pudiera pensar que China tiene a los Estados Unidos en sus manos, el primer elemento radica en que el país asiático como gran acreedor que es, se ha convertido en el poseedor extranjero de la deuda pública de Estados Unidos,
El segundo aspecto radica en la conformación en Octubre del 2014 del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura con la participación de 57 países, con características similares al Fondo Monetario Internacional (FMI).
El tercer elemento ilustrativo es que en la actualidad el yuan o renmimbi (moneda del pueblo) como moneda de pago se ha colocado en el quinto lugar mundial, convirtiéndose en favorito de muchos países del mundo, y eso que aun el yuan aun no es considerado moneda internacional. Mientras la moneda China sube, el dólar baja.
El cuarto elemento consiste en que China como el mayor acreedor de la única súper-potencia del mundo, se considera con el derecho de demandarle a Estados Unidos que haga frente a sus deformaciones estructurales básicamente del tipo deudor y así avalar la seguridad de los activos en dólares que posee China.
El quinto aspecto es que China le aconsejó a Estados Unidos frenar su adicción a la deuda invitándolo a emplear el sentido común en la búsqueda del equilibrio fiscal, le aconsejó también que aprendieran a vivir dentro de sus posibilidades,
El sexto elemento a considerar es que China pretende dejar atrás su posición de proveedor de mano de obra y es por eso que proyecta propósitos más esperanzadores y para ello ha hecho publicado un millonario plan de inversiones para construir un distrito financiero que este a la altura de Worl Street.
Y como séptimo aspecto a tener en cuenta es que China se convirtió en el tercer contribuyente del Fondo Monetario Internacional (FMI), por detrás de Estados Unidos y Japón.
Estos catorce elementos hacen a ambos países diferentes y a la vez semejantes, diferentes porque llevan políticas económicas muy opuestas y en regiones totalmente incomparables y los hace semejantes porque ambos se encuentran en la lucha por la hegemonía mundial, pese a sus diferencias y semejanzas ambos países se condicionan mutuamente ya que el rumbo de uno está muy mezclado al porvenir del otro, por lo que de ocurrir alguna desavenencia en sus relaciones bilaterales ocasionaría serias dificultades para ambos.
Al gigante asiático le queda claro que una decisión equivocada de su parte no solo afectaría su economía interna sino al porvenir de los Estados Unidos por lo que no se arriesga a tomar decisiones comprometedoras. Independientemente al crecimiento chino este país requiere hoy más que nunca de un fortalecimiento económico de Washington debido a las grandes pérdidas en el sector financiero en que incurre anualmente y por la escasez de empleos que afectan grandemente a Beijing.
Estados Unidos por su parte requiere de apoyo financiero para continuar haciéndole frente a la crisis que lo envuelve desde el 2008, por lo que China es uno de los pocos países que lograría otorgarle ese necesario apoyo financiero ya que Europa está débil buscando vías de refinanciamiento, Japón está atado de pies y manos por su deuda interna, el Medio Oriente se encuentra grandemente afligido por los descenso de los precios del petróleo.
Con el objetivo de posibilitar el progresivo desempeño mundial de China, los americanos han convidado a un equipo de empresarios y expertos chinos en logística para razonar en cuanto a un acuerdo de cooperación conjunto, dicha cooperación debe ser el eje del desarrollo económico internacional sin importar quién sea el monarca mundial.
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