José T. González Phillips
Presidente de la Asociación Cubana de Sumo
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Continuando con pasajes sobre el Judo ecuatoriano, estando en la provincia de Los Ríos como entrenador de Judo (1995), fui nombrado por primera ocasión Director Técnico de la Federación Ecuatoriana de Judo (FEJ) por el entonces Presidente, el abogado Guido Bajaña, siendo invitado para impartir mi primer Seminario Técnico en la provincia de Cañar.
En los períodos 1996-97 y 2002-03 (marzo), como parte de mis funciones, por encargo del Arquitecto Fernando Ibáñez, presidente de la FEJ, visité casi todas las provincias donde se practicaba, con el objetivo de realizar seminarios o cursos de superación técnica partiendo de las propias deficiencias y dificultades técnico-tácticas que más incidían en las respectivas provincias. También incluimos el intercambio con los directivos del territorio. Analizando de conjunto las problemáticas que presentaban, buscando variantes para sortear o eliminar las situaciones adversas, abordamos temas a los que en ocasiones no se les da la importancia que tienen para la preparación y formación de los atletas. Por ejemplo, la intervención de los diferentes planos musculares en la aplicación de técnicas desde la posición de pie (tachi waza) o en el suelo (ne waza); obtención y mantenimiento del peso corporal de acuerdo a las etapas de la preparación, teniendo presente la actividad física y el tipo de alimento que se ingiere, ya sea en los concentrados o en sus domicilios; beneficios mutuos en la interrelación atleta-entrenador-familia y control adecuado de los directivos dentro del sistema de preparación de los atletas.
Intermedio entre estos períodos, en 1999, por solicitud de la FEJ, con aprobación de las Federaciones Internacional y Panamericana de Judo, respectivamente, impartimos un curso de Judo correspondiente al Programa de Solidaridad Olímpica del Comité Olímpico Internacional en la ciudad de Guayaquil, del 27 de junio al 6 de julio, en el que participaron entrenadores y atletas destacados de todo el país. Profundizamos en aspectos técnicos y metodológicos de la preparación de practicantes de diferentes categorías y sexos, con la ciencia aplicada al deporte y sus beneficios. Sobresale entre los participantes el Lic. Carlos Medina Sánchez, actual Vicepresidente de la FEJ, ávido en superación e investigación.
Otro campo, muy vinculado con el Judo, en el que incursioné en Ecuador fue la defensa personal, impartiendo cursos, seminarios y charlas sobre técnicas de combate en el suelo en ciudad de Guayaquil, otro en la península de Santa Elena, perteneciente a la provincia del Guayas y uno en la Escuela Básica de Formación de la Policía en la ciudad de Babahoyo, Los Ríos, por convenio de la Dirección de Deportes de la provincia con dicho centro docente militar. Esto me facilitó conocer otras esferas de Ecuador, formando parte de la caracterización de los practicantes según su estrato social y región de procedencia.
En el artículo anterior comenté sobre el tránsito de los primeros especialistas extranjeros vinculados con el Judo en Ecuador, que se ha incrementado a través de los años no solo en cantidad, sino también en nacionalidades. Actualmente Ecuador es uno de los países del continente americano que cuenta con este tipo de colaboración, con profesionales de talla mundial como los 7os Danes Rafael Rodríguez Carbonell, subcampeón olímpico, y José Ibáñez Gómez, multimedallista de eventos de primer nivel como atleta y miembro del colectivo técnico de la selección masculina de Judo de Cuba, entrenador laureado en países como México y Túnez. En este último, con dos medallistas en el Campeonato Mundial Juvenil. Además, posee la categoría científica de Máster en Ciencias. Actualmente presta sus servicios en la capital de Ecuador. Él y otros técnicos de prestigio tributan al desarrollo del Judo ecuatoriano.
En el camino hacia la cúspide han pasado figuras que dieron lo mejor de sí, honrando a la Patria en sus respectivas épocas, como Enrique Del Valle, Boris López, Martín Mora, José Rosado, Stalin González, Iván Vega, las hermanas Naula, Mónica Flores, Carmen Chávez, Diana Santana, Marcia Quiñones, Cecilia Ponce y la excepcional Carmen Chalá, quien se inició en el Judo siendo ya adulta y con prestigio en el área de lanzamientos del Atletismo del país y la región, convirtiéndose por su sacrificio y dedicación en la judoca que más medallas aportó al país hasta su retiro, dejando una meta difícil, pero no imposible de alcanzar para todos, en especial sus hermanas Diana y Vanessa, que acumulan triunfos importantes como parte de la nueva generación. A ellos y los de anteriores generaciones no se les debe olvidar.
La actual Junta Directiva de la FEJ está compuesta por personas de varias generaciones, concentrando experiencia, conocimiento y prestigio. Los retos que tienen son mayores que los éxitos alcanzados; la estructura, perfeccionamiento y funcionamiento real de las diferentes Comisiones de Trabajo de la FEJ son elementales. Hay que estar consciente del banco de problemas con las debilidades y las posibles fortalezas para poder trazarse proyectos que puedan ser medibles, ya sea de forma inmediata, o a mediano o largo plazos, siendo de carácter obligatorio su análisis para poder rectificar a tiempo los errores, enrumbando en busca de logros sostenibles que tributen a la consolidación del Judo ecuatoriano.
En el continente americano hay directivos destacables que brillan por sí mismos. Uno de ellos es el Arq. Fernando Ibáñez García, Presidente de la Federación Ecuatoriana de Judo y Secretario General de la Confederación Panamericana de este deporte. Ha transitado de escalón en escalón como atleta, representando los colores de su provincia y del país, siendo seleccionado para dirigir las riendas del Judo de su región natal, Guayas, y posteriormente del país. Producto de los resultados satisfactorios obtenidos, también ha presidido la región sudamericana, convirtiéndose en el primer judoca ecuatoriano en alcanzar tal rango. No solo se ha destacado en Judo; también, por los resultados competitivos y organizativos de la FEJ, fue incluido en el Directorio del Comité Olímpico de Ecuador, donde realizó varias funciones, aportando con sus ideas e iniciativas al mejor funcionamiento de la institución deportiva. Considero que por sus sentimientos de unidad y desarrollo homogéneo para todos los países con más o menos recursos humanos y económicos, se ha convertido en un directivo con una visión futurista y real de acuerdo con los momentos que se viven. No ha estado exento de errores y dificultades, siendo su propia familia su mayor crítico en pos del mejor tributo hacia su país.
Concluyo este conciso artículo con la satisfacción de que se conozco que en el centro del mundo emerge poco a poco un país, como el volcán próximo a erupcionar. No son para sorprenderse logros mayores, pues han trabajado para eso. Termino rindiendo merecido tributo a la Srta. Carmen Pillajo, a Martín Mora, Narciso Avellaneda y otros ya fallecido, que dieron lo mejor de cada uno por el Judo ecuatoriano. Que en Gloria estén.
El Observatorio Iberoamericano de la Economía y la Sociedad del Japón es una revista académica, editada y mantenida por el Grupo eumed●net de la Universidad de Málaga. Tiene el Número Internacional Normalizado de Publicaciones Seriadas ISSN 1988-5229 y está indexada internacionalmente en RepEc.
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