Ernesché Rodríguez Asien (CV)
Universidad de la Habana, Cuba
rodriguezasien@yahoo.es
Introducción: El objetivo central de este trabajo es poner al relieve las categorías de
economía politica con relación al capitalismo japonés y sus formas funcionales
en la actualidad. Se analizarán las categorías económicas según la concepción
marxista y como se manifiestan en el capitalismo japonés en el período objeto de
estudio. En el funcionamiento del capitalismo japonés se destacan las siguientes
categorías: fuerza de trabajo, trabajo asalariado, salario, plusvalía, capital,
crisis, desempleo, ahorro, inversión, regulación económica estatal, entre otros.
En consecuencia con el tema abordado me he planteado el siguiente problema
científico: ¿Que mantiene al capitalismo japonés funcionando, a pesar de sus
crisis financieras, su economía de burbuja, la alta tendencia al ahorro de su
población, las diversas políticas económicas establecidas desde 1990 hasta el
presente?. De lo anterior se desprende la siguiente hipótesis: El capitalismo japonés no
difiere en aspectos esenciales de otras formas nacionales de manifestación del
capitalismo global, por una parte cuenta con una clase obrera disciplinada,
funcional al capital, pero también, presenta contradicciones internas que se
manifiestan especialmente en las crisis cíclicas y estructurales, las cuales ha
logrado regularse mediante diversas políticas económicas establecidas durante el
periodo 1990-2007. El método de análisis utilizado en esta investigación se ajusta al enfoque
marxista, pues si bien se habla de factores económicos de este proceso, no se
han subestimado los factores políticos sociales.
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El problema económico que ha caracterizado a Japón durante estos últimos años de crisis financiera se pudiera centrar en cinco aspectos claves: la gran deflación en la economía real y los créditos de difícil recuperación de los bancos; el grave deterioro de las economías regionales; el estancamiento del sistema empresarial; la disminución del gasto por parte de los consumidores y la poca eficacia y transparencia en la política del gobierno.
Se demuestra una vez más que el problema económico nipón de los últimos años que se sintetiza en cinco puntos claves anteriores, tiene su causa en los procesos especulativos que aceleraron la economía de burbuja en Japón demostrando que ningún modelo de desarrollo capitalista queda exento de los peligros del capital ficticio que potencian siempre la búsqueda de la ganancia fácil y rápida, por encima del camino estratégico y seguro de la competencia tecnológica.
Un exceso de créditos que ofertaron los bancos con bajas tasas de interés,
provocó una enorme burbuja, pues los bajos intereses significan, a su vez, que
los precios de los activos son altos. Ambos casos están relacionados: una caída
en los tipos de interés a largo plazo incrementa las previsibles ganancias de
los activos.
La crisis actual de Japón refleja la politica económica del Estado japonés bajo
la presión de los Estados Unidos, lo cual ha conducido a la destrucción de
varias características del modelo de desarrollo económico y social nipón que
existía desde la posguerra, hasta los años 80; a la destrucción de empleo y
salario; a la destrucción de precios; a la destrucción de niveles altos de
consumo y de inversión dentro del mercado interno; y a la destrucción estable
del nivel armónico de relaciones estables entre las grandes compañías y las
medianas y pequeñas empresas.
Como consecuencia de las convulsiones del sistema financiero, cada año después del colapso de la economía de burbuja de principio de la década de los noventa, el valor de los activos se ha ido reduciendo a un ritmo de más de 100 millones de millones de yenes anuales. Así, como resultado del derrumbe de los precios de las acciones y de las propiedades que actuaban como garantía de sus créditos, los bancos japoneses habían acumulado préstamos en mora por un monto de más de 1 millón de millones de dólares (25% del PIB) de los cuales el 30% eran directamente incobrables..
Este derrumbe ha tenido graves repercusiones: algunos grandes bancos han quebrado y muchos otros han sido estatizados para ser “saneados” y luego reprivatizados. La deuda total de las compañías bancarias y financieras ha venido en aumento, así también el número de quiebras del sector corporativo.
Una de las medidas que todavía se está aplicando y que no acaba de resolver el problema, fue la reducción sustancial de las tasas de interés para permitir que los deudores morosos reestructuraran sus obligaciones y para impulsar el crédito al consumo. La baja de las tasas de interés alcanzó el record histórico de cero, para los préstamos del Banco de Japón (Banco Central) al sistema bancario.
A pesar de estas medidas, la situación de los grandes bancos habían seguido prácticamente igual, ya que no tienen a quien otorgarle préstamos porque el país todavía estaba lleno de empresas endeudadas y demasiado débiles para invertir en el futuro. El hiperendeudamiento, el exceso de la capacidad instalada, la extrema debilidad de los mercados y los nulos beneficios explican que la demanda de crédito bancario por parte de las empresas haya registrado su mayor declinación en toda la historia después de la segunda guerra mundial.
• Fuerza de Trabajo, desempleo y salario en Japón
Mientras el obrero japonés está obligado a vender sistemáticamente su fuerza de trabajo al capitalista y reproducir una y otra vez con su trabajo la plusvalía y el capital; al capitalita sólo le interesa hacer que su capital crezca (D-D’).
A simple vista no hay explotación. Como bien explica Marx en la sexta sección del tomo I de El Capital, el salario es la forma transfigurada del valor de la fuerza de trabajo: todo trabajo aparece como trabajo remunerado. No es sólo el capitalista quien tiende a pensar que no hay explotación, es también el trabajador. De allí que, cuando los trabajadores luchan por mejores salarios o una reducción de la jornada, no están luchando por eliminar la explotación.
En la actualidad la inseguridad en el ingreso laboral y el desempleo han desestimulado el consumo y aumentado el ahorro motivo-preocupación. Este problema de la disminución de la demanda interna ha traído problemas serios a la economía nipona, ya que el consumo personal representa el 60% del producto interno bruto japonés, que es clave para la salud económica del país.
Los ancianos cuidan celosamente sus ahorros; las familias con niños están reduciendo sus gastos e incluso los “solteros parásitos” ---- jóvenes que disponen de sueldos generosos para gastar y aún viven con sus padres ---- están comenzando a cambiar sus costumbres derrochadoras. Según dicen algunos especialistas “la probabilidad de recuperación de la demanda domestica es casi nula”. La única manera de recuperar el consumo es aumentar los ingresos y no hay formula mágica para lograrlo.
En este sentido, los expertos manifestaron que muchos consumidores acudieron a sus ahorros y advirtieron que el alza en el consumo es imposible mientras la tasa de desempleo se mantenga alta (1). La tasa de desempleo llegó a alcanzar el record de 5.5% durante tres meses consecutivos en el 2003.
Los japoneses tienden a ahorrar cada vez mas de lo que tradicionalmente lo han hecho, lo cual ha limitado de manera significativa la capacidad del mercado interno para impulsar la demanda. Muchas personas ahorran por temor a quedarse sin empleo y no existe una seguridad social estable.
La alta propensión al ahorro debe interpretarse como un síntoma de desesperanza en algunas de las economías asiáticas. La incertidumbre con respecto al futuro ha elevado el nivel de ahorro de Japón, pero también contribuye a la deflación en ese país. Obviamente, un incremento en el ahorro significa que hay menor demanda. Esto hace que las empresas se encuentren sosteniendo grandes inversiones y obteniendo bajas ganancias, mientras recurren al recorte de precios necesario para deshacerse de los excedentes de stock. Al mismo tiempo, hay una reducción en el empleo que induce a los compradores a ahorrar más y gastar menos. Según se dice “los norteamericanos consumen más de lo que producen, y los japoneses producen más de lo que consumen”; la desaceleración de la demanda en este país no va a invertir esa tendencia.
El deterioro de la demanda interna, el enfriamiento de las exportaciones de Estados Unidos, la debilidad de las economías asiáticas, la volatilidad de los mercados bursátiles y sobre todo las dificultades del sector bancario y financiero, constituyen las causas fundamentales del estancamiento económico japonés en estos momentos.
• Subordinación del trabajo al capital
En los primeros años después de la Segunda Guerra Mundial la lucha del movimiento obrero había obligado al capital en alianza con el Estado realizar cambios en las relaciones laborales y humanas en las empresas, con lo cual se generalizó el salario por antigüedad, el empleo de por vida y el sindicato por empresas, llamados “las tres joyas” de la gerencia japonesa.
Estas “tres joyas de la gerencia japonesa” habían estimulado en gran medida la productividad y el crecimiento económico en Japón de posguerra. Una de las características fundamentales del sistema empresarial antes de los 90s fue que inteligentemente las empresas empezaron a aceptar la participación de los trabajadores en su gestión y establecieron sesiones periódicas de consultas con los sindicatos. El ámbito de las conversaciones entre los dirigentes sindicales y la patronal se amplió: se discutía desde las cuestiones relativas a los salarios y los problemas laborales, hasta los asuntos de gestión en general, como la planificación de las inversiones. El resultado práctico fue que todos los trabajadores tenían un amplio acceso a la información de la empresa y podían “participar” en la planificación y la gestión de la dirección. Con el tiempo se produjeron casos en los que los sindicatos fueron demasiados “comprensivos” o “blandos” respecto a las precauciones de la patronal; sin embargo contribuyeron también de forma importante al crecimiento empresarial.
Es necesario destacar la gran capacidad del Estado japonés para contrarrestar y reducir la capacidad de negociación de los sindicatos obreros en el mercado de trabajo, así como contribuir a elevar la capacidad de negociar los costos de transformación económica del país y arbitrar los intereses del capital nacional frente al capital extranjero.
• Aumento de la competencia entre obreros
Siempre a la sociedad japonesa, en general, y en la empresa, en particular, se le ha dado mucha importancia a la armonía, pero durante todos estos años transcurridos antes de los 90s, ha existido en verdad una competencia fuerte entre los empleados que aspiran a ocupar los primeros puestos en el escalafón y a recibir el valor más alto posible en el sistema de bonificación distribuido dos veces al año: junio y diciembre.
Este espíritu de competencia de los trabajadores se ha aprovechado de manera muy sutil por las empresas que utilizaron la política antigua de “divide o impera”, o sea, los japoneses han establecieron un mecanismo encaminado a comprometer al trabajador con la empresa, además de un sistema de evaluación y un pago salarial que obligan a trabajar eficientemente.
Esta competencia entre los empleados se agudiza aún más cuando las empresas les proponen competir con entidades rivales para ampliar su participación en el mercado. Esta misma dinámica del trabajo ha afectado a no pocos hogares nipones, pues la ausencia del padre por extensas horas de trabajo contribuye a disminuir su prestigio ante los hijos y a la deformación del matrimonio.
La Ley Económica Fundamental del Capitalismo o Ley de la Plusvalía, se manifiesta en la relación entre el obrero y el capitalista japonés pues en su esencia este último persigue siempre el objetivo de obtener en el proceso de producción un mayor acrecentamiento posible del capital, la producción de plusvalía máxima y su apropiación por el capitalista mediante el recrudecimiento de la explotación de los obreros.
Ciertamente la organización de la competencia empresarial y su regulación estatal en Japón ofrece rasgos que potencian la capacidad de obtención de plusvalía nivel internacional con respecto a los Estados Unidos y Europa Occidental y que no se asocian sólo a la obtención de plusvalía relativa, sino también a la obtención de plusvalía absoluta.
Otro aspecto que acrecienta la dura competencia en Japón, es el alto grado de separación que existe entre la función y la propiedad, pues la demostración de Marx de que el propio capitalismo genera la separación entre la propiedad y la gestión, la cual se manifiesta en la figura del empresario, brinda desde este punto de vista la base metodológica para comprender la necesidad de que no sólo todo proceso colectivo de producción requiere una dirección, sino que por medio de las gestiones ejecutadas por la dirección se realiza la propiedad en su esencia y finalidad que esta determina.
En Japón el administrador no lo pone el propietario como ocurre en los países occidentales, el va a ser elegido por el colectivo (empresa) y está en función de las características que él tiene; por lo tanto la competencia va a ser mayor entre los trabajadores pues el empresario va a ser elegido no por su cantidad de acciones, sino por su capacidad.
• El empleo y el salario del trabajador japonés en la actualidad
En la actualidad las tres joyas de la gerencia japonesa, están en crisis pues en muchas empresas ha desaparecido y en otras no funciona como antes, el salario por antigüedad una de las principales Joyas, solamente funcionará como se prevé si se dan las condiciones para un crecimiento económico sostenido. Si una de las empresas desea aumentar los salarios anualmente y ascender a cada trabajador en la escala corporativa de forma inteligente, tiene que conseguir beneficios récord constantemente.
En estos momentos las empresas están aplicando recortes y se exige el sistema de recompensa por rendimiento y la mayoría de empresas japonesas funcionan utilizando el rendimiento como criterio clave a la hora de fijar los salarios y asignar cada puesto de trabajo.
Todavía existe la tendencia de asignar los puestos de trabajo a los trabajadores como recompensa por su historial laboral (criterios de edad), pero se está produciendo un cambio hacia los salarios según rendimiento de cada empleado en su misión especifica.
Un ejemplo de lo anterior es que la corporación Canon, eliminó toda relación entre salarios y tiempo de servicio e introdujo un sistema unificado propio que relaciona salarios con una evaluación de rendimiento laboral. Los directivos ya no se seleccionan solamente por su historial y pueden perder su categoría si no consiguen resultados. Se trata de un sistema que da la mayor importancia a la capacidad del individuo para llevar a cabo una misión u otra (2).
A partir de la segunda mitad de la década de los 90, un gran número de trabajadores no fue capaz de conservar un puesto fijo a jornada completa y a partir de entonces tuvo que arreglárselas con un empleo temporal. Entre ellos se encuentran a los freeters que son jóvenes japoneses que van de trabajo en trabajo y trabajadores enviados desde agencias de colocación. Entre los trabajadores temporales, muchos esperan que se les ofrezca un empleo permanente, pero la mayor parte de las empresas no ha hecho ningún movimiento para abrir puestos fijos a estos trabajadores.
Las empresas no están interesadas en ofrecer puestos fijos a trabajadores que han tenido empleos temporales o alcanzado una mediana porque estas personas resultan demasiado caras. En el sistema de remuneración japonés convencional, la edad es el principal determinante del costo de los recursos humanos.
Sin embargo ahora los negocios están prosperando y los integrantes de la generación baby-boom están preparando su jubilación, por lo que las empresas quedan por ávidas de personal
Los costos de la mano de obra se han ajustado pues tras recurrir inicialmente a estrategias más convencionales, como reducir la contratación y las horas extraordinarias, las empresas habían optado por despedir trabajadores, reemplazando trabajadores a tiempo completo por supuestos a tiempo parciales y contratos de duración determinada.
A tono con lo planteado anteriormente el paulatino crecimiento de la inversión que va desde el 2003, a favorecido la situación laboral con nuevos empleos y los aumentos salariales a partir del año 2005, pues la oferta de empleo se sitúa en niveles sin precedentes y actualmente el empleo a tiempo completo aumenta más rápidamente que el tiempo parcial.
La clase obrera japonesa no difiere de otros sectores de la clase obrera internacional. En el transcurso de la producción capitalista se genera una clase obrera que por educación, tradición y hábitos considera las exigencias de ese modo de producción como leyes naturales, evidentes por sí mismas. La tragedia del obrero no es la venta de su fuerza de trabajo, lo es la incapacidad de venderla: el desempleo.
• Las Reformas de corte Neoliberal en Japón
En Japón siempre se ha aplicado políticas económicas Keynesianas, donde las políticas estatales para regular la economía ha jugado un papel fundamental. Pero por la misma contradicción fundamental del capitalismo y la búsqueda de ganancias fáciles y rápidas de la oligarquía financiera en el mercado de capitales, se produjo una gran crisis financiera conllevando a problemas económicos y sociales en el Japón actual.
En la actualidad acusan al Estado de ser el principal causante de las irregularidades de la economía capitalista, aunque reconocen su acción en ciertos aspectos de la economía.
La defensa a todo trance de los intereses de la burguesía nacional nipona se conjuga perfectamente con las tareas principales de la Economía Politica Burguesa Contemporánea; la tarea ideológica de defender a ultranza los “valores” del capitalismo frente la amenaza constante de su desaparición; y la tarea practica de contribuir con sus recetas a tratar de solucionar los problemas de la economía capitalista y a maximizar los beneficios de la clase capitalista.
El Neoliberalismo es el fundamento teórico y proyecto económico, social, político e ideológico de la actual globalización. Es el conjunto de medidas económicas y programas políticos que comenzó a ser propuesto como salida a la crisis económica de los años 70.
Promovido por Milton Friedman, aboga contra la intervención del Estado en la economía y a favor de crear condiciones para la total movilidad del capital dentro de las medidas para lograr la total movilidad está la apertura incontrolada de los mercados; la desregulación o eliminación de barreras al capital extranjero; la privatización de empresas estatales y reducción del papel del Estado.
Su aplicación en los países subdesarrollados ha tenido consecuencias graves en términos de mayor pobreza, exclusión social, quiebra del capital nacional, etc
Japón, como país capitalista no ha estado exento de las ideas de corte neoliberal que se han aplicado en otros países, aunque no se lleva a cabo con todo el rigor de la política neoliberal, si existen algunas medidas que a partir del año 2001, la dirección del gobierno nipón decidió aplicar, entre estas medidas están la reducir el gasto público y la privatización en algunos sectores importantes del país.
El 21 de junio de 2001 el Consejo del Gobierno presidido por Koizumi decidió oficialmente las directrices para las reformas estructurales, económica y fiscal.
El gobierno prometió públicamente realizar con firmeza varios cambios:
1- El saneamiento definitivo de las finanzas de los bancos.
2- Reforma estructural en todos los campos: principalmente en la nueva industria “tecnología de la información”, obras públicas, seguridad social y las finanzas de las administraciones locales.
3- Reactivación de la economía impulsando la iniciativa de la empresa privada.
Siete son los programas para las reformas estructurales:
1) La privatización y la desregulación
2) El apoyo a proyectos nuevos
3) La consolidación del funcionamiento de la seguridad social
4) El fortalecimiento de los bienes intelectuales
5) La innovación en el estilo de vida
6) La activación e independencia de las regiones
7) La reforma fiscal.
El programa de reformas consiste en apoyar con fuerza la privatización de las principales corporaciones públicas, y de convertir los organismos de Correos y Telecomunicaciones en corporaciones públicas como primer paso a su privatización. En relación con esto a finales de 2001, el gobierno decidió privatizar cuatro corporaciones públicas relacionadas con las carreteras, empezando por la Corporación Publica de Autopistas de Japón, además de la Corporación Publica de Viviendas y Urbanización y la Corporación Publica del Petróleo.
También se ha impulsado la creación de centros competentes en el ámbito internacional creando universidades estatales gestionadas como las privadas, sin descartar su privatización. El objetivo de esta reforma de las universidades es convertir cuanto antes a las universidades estatales en corporaciones que puedan competir en el marco internacional y potenciar su capacidad en investigación y educación. Esta estrategia se propone impulsar, en los niveles de educación obligatoria, el sistema de libre elección de escuelas por parte de los alumnos, la promoción de la tecnología de la información en la educación y la generalización del aprendizaje del inglés.
El programa de apoyo a los proyectos innovadores se propone los siguientes:
• Poner en marcha nuevos negocios.
• Introducir un sistema tributario que propicie la creación de nuevas empresas.
• Reestructuración y renovación de las pequeñas y medianas empresas.
• Impulsar la revolución de la tecnología de la información (TI) y la educación en este campo.
En cuanto al programa para consolidar el funcionamiento de la seguridad social, se establece uno nuevo más “fiable”, mediante la introducción de una contabilidad individual de la seguridad social (mayor control) y de la creación de un programa eficaz de seguro médico.
El programa para “incrementar los bienes intelectuales” fomenta el traspaso de fondos privados a la investigación y a la educación, dando prioridad estratégica a los sectores punteros como la nanotecnología, la TI, la biotecnología, el medio ambiente, etcétera. Todo basado en una estrategia para fortalecer la tecnología japonesa y poder competir con los países europeos y Estados Unidos.
• La Ley del valor y la competencia tecnológica en Japón
Dentro de las funciones de la Ley del valor están:
1- Estimula el desarrollo de las Fuerzas Productivas: Los productores aplican técnicas más avanzadas para producir con menos gastos de los necesarios socialmente y venderlos al precio correspondiente al TTSN. Obtienen más dinero que los otros y se enriquecen. Por el afán de ganancia de cada productor, se perfecciona la técnica y se desarrollan las fuerzas productivas. Los demás productores tratan de introducir mejores técnicas.
2- Condiciona la diferenciación entre los productores: Por la lucha de los productores por reducir su TT individual, estos se diferencian en cuanto a las técnicas de trabajo, etc.
Uno de los factores que han caracterizado la transformación de la economía e industria de Japón es el mejoramiento del nivel tecnológico llevado a cabo por medio de la rápida innovación en la tecnología y los diversos esfuerzos del sector industrial en su conjunto.
En Japón para lograr su recuperación económica, se ha preferenciado la competencia tecnológica internacional para accionar sobre le costo de producción y la calidad del producto, con lo cual se influyó en la magnitud del valor dentro de la rama tecnológica seleccionada como sector clave de penetración en el mercado mundial.
Un ejemplo de ello en el avance tecnológico ha sido la “Ingeniería Inversa” la cual ha integrado el enfoque tecnológico con el económico social. La ingeniería inversa presenta ventajas que se pueden resumir en: disminución de los costos de investigación y desarrollo; disminución del costo de inversión; disminución del costo de producción; incremento de la calidad; incremento de la sustitución compatible y aumento de la competitividad entre otros.
El programa para innovar el estilo de vida se propone impulsar una ciudad de rascacielos multifuncionales, una mayor participación social de las mujeres, así como la creación de una sociedad sin desperdicios, ni efectos invernaderos, y la garantía de la seguridad ciudadana y el orden público.
Para esto habrá que superar varios obstáculos legales, llevando a cabo una reforma de las regulaciones. En lugar de permitir que todo el país se derrumbe por el peso de las regulaciones impuestas uniformemente, sería prudente una audaz desregulación experimental en esas zonas especiales.
El séptimo programa es la reforma fiscal, que consiste en un plan de dos fases. En la primera, se aspira sanear el fisco, frenando la emisión de bonos del Estado en menos de 30 millones de millones de yenes; en la segunda fase, el objetivo es conseguir un equilibrio primario entre los ingresos y los gastos fiscales a mediano plazo y lograr así un superávit. Japón es el único país industrializado que viene aumentando constantemente los proyectos en obras públicas sufragados por emisiones de bonos del Estado.
En el área de la reforma fiscal, uno de los cambios por realizar es referente a los impuestos: conseguir la rebaja de los tipos impositivos lo máximo posible, como incentivo para las empresas asegurando las finanzas necesarias para estas reducciones fiscales mediante mecanismos que no sean bonos del Estado (por ejemplo, frenando el gasto público).
Pero lo nuevo en la política de Koizumi es brindar una perspectiva más amplia del futuro y hacer hincapié en las reformas vinculadas a cambiar la estructura económica de una economía industrial a la del conocimiento.
Realizar una reforma estructural completa implica la creación de nuevas industrias y de oportunidades de empleo, lo cual es realizable a partir de la tecnología de la información.
Esto implica llevar adelante la desregulación en todos los ámbitos económicos y sociales sin excepción, precisamente para impulsar, según este criterio, el desarrollo de la tecnología de la información.
Con esta estrategia se aspira a convertir a Japón en un líder mundial en dicha área en cinco años. Koizumi planteó que debe realizarse la transición de una economía industrial a otra del conocimiento, que garantice la seguridad nacional y regional, así como la superación del persistente estancamiento económico que sufre la economía japonesa.
La Recuperación Económica Japonesa
Los bancos japoneses son actualmente menos vulnerables y están en mejores condiciones para apoyar la actividad económica. En esta mejoría han influido principalmente dos aspectos, el primer aspecto es la reestructuración de las empresas y la reactivación económica del país en sentido general y el segundo aspecto los esfuerzos desplegados para intensificar la supervisión bancaria, siendo esencial para sanear el sistema bancario.
En este sentido se plantea que las empresas son más sólidas pues han reducido los costos y la capacidad no utilizada, destinando sus ganancias a reducir el endeudamiento (3).
Se pueden resumir la eficiencia de las empresas en cuatro puntos fundamentales:
1- Los balances de las empresas son más favorables: Se ha hecho un gran esfuerzo para reducir la carga de la deuda dando buenos resultados sobre todo en las empresas medianas y grandes. La deuda nominal de las empresas ha bajado 125 billones de yenes desde 1996 y las razones deuda/ventas se sitúan nuevamente en los promedios observados antes de la burbuja en el sector de las manufacturas, registrándose fuertes disminuciones en el resto de la economía.
2- Las utilidades han aumentado: La reducción de la mano de obra y otros costos, el retiro de productores y proveedores ineficientes y la fuerte demanda de los últimos años, las utilidades de las empresas han ido en auge, independientemente de su tamaño. La razón utilidades/ventas se sitúa en los niveles máximos de fines de los años ochenta, tanto en el sector de las manufacturas como en otros sectores.
3- El exceso de capacidad se ha reducido: Desde mediado de los años noventa la reestructuración de las empresas ha incluido recortes de inversiones nuevas para reducir el exceso de capacidad. Ello permitió eliminar el exceso de capital fijo y a partir del 2005 la utilización de la capacidad se situaba una vez más en los niveles medios de 1980-89.
4- Los costos de la mano de obra se han ajustado: Las medidas de las empresas para deshacerse del exceso de mano de obra también han sido fructíferas. Tras recurrir inicialmente a estrategias más convencionales, como reducir la contratación y las horas extraordinarias, las empresas han optado por despedir trabajadores, reemplazando trabajadores a tiempo completo por supuestos a tiempo parciales y contratos de duración determinada.
A tono con lo planteado anteriormente el paulatino crecimiento de la inversión que va desde el 2003, a favorecido la situación laboral con nuevos empleos y los aumentos salariales a partir del año 2005, pues la oferta de empleo se sitúa en niveles sin precedentes y actualmente el empleo a tiempo completo aumenta más rápidamente que el tiempo parcial.
Todas estas tendencias positivas son cada vez más palpables para el pueblo japonés y los inversionistas internacionales. También en la bolsa de valores se reflejan estas tendencias favorables pues las cotizaciones bursátiles se han duplicado con creces comparado sobre todo con los mínimos registrados en el 2003, pues los bienes raíces después de tocar fondo han empezado a aumentar y la confianza de los consumidores empieza a incrementarse.
Hay que señalar que pese a la deflación persistente que ha existido durante estos últimos años ya a finales del 2005 la inflación de los precios al consumidor empezó a resurgir nuevamente.
La economía nipona tuvo un buen comienzo en el 2006 mostrando un crecimiento en sentido general, pues este comportamiento estuvo impulsado por fuertes inversiones de capital que aumentaron en un 13,9% en el primer trimestre con respecto al igual período del 2005, el segundo mayor crecimiento de esta magnitud desde el año 1990; además del incremento del gasto personal en 0,5% y un crecimiento significativo de las exportaciones.
Los bancos nipones han mejorado su habilidad de controlar el riesgo del crédito evaluando el valor justo de los recursos del préstamo y estableciendo sistemas de dirección de riesgo más sofisticados; así como el uso de innovaciones tecnológicas financieras para fortalecer sus lazos con las compañías de finanzas y empresas.
A finales del año 2005, la cantidad de préstamos no recuperables de los principales bancos se hallaba entre 1,2% y 3,0%, reduciéndose frente al 8% que existía a principios del 2002 y la situación de los bancos regionales también daban ciertas muestras de mejoría. Al no tener tanta necesidad de constituir reservas para cubrir activos en riesgo o préstamos incobrables, los bancos han recuperado su rentabilidad, aunque sigue siendo baja a escala internacional.
En el año fiscal 2005, que comprende entre el 1 de abril de 2005 y el 31 de marzo de 2006, los seis grandes grupos bancarios japoneses registraron beneficios récord disminuyendo notablemente su lista de créditos incobrables, finalizando el año fiscal entre 0,9% y 2,6% de préstamos morosos.
Los beneficios consolidados netos de los seis gigantes bancos japoneses ascendieron a 3,12 billones de yenes (27,857 millones de dólares), una cifra 4,3 veces mayor que la del pasado año fiscal. Estas ganancias se la atribuyeron a la gran subida de sus acciones en los mercados bursátiles.
Es bueno señalar que pese a la cantidad de medidas tomadas durante estos años el problema de los préstamos incobrables todavía no se ha solucionado completamente; no obstante, desde 2004 el país empezó a mostrar signos de recuperación gracias a un incremento significativo de las exportaciones y en el 2005 la economía comenzó a tener un crecimiento sostenido apoyado por un despertar de la demanda interna.
Algunos Indicadores Positivos en el 2007
En los primeros días del mes de Enero del 2007 el Banco de Japón decidió mantener sus tipos de interés en 0,25%. Sin embargo el 21 de Febrero, el Banco de Japón ( BOJ) decidió subir un cuarto de punto la tasa de interés ubicándose en un 0,50%. La decisión fue mantener una vigilancia sobre la evolución de la inflación para asegurar la recuperación de la economía nipona, que según expertos se seguirá expandiendo de manera moderada.
La economía japonesa creció en un 2,4 porciento en términos reales durante el primer trimestre del año, creciendo por noveno trimestre consecutivo, todo esto debido a un crecimiento del consumo interno, factor determinante en el crecimiento del PIB, al representar un 55 por ciento en el PIB nipón.
El gasto de capital de las firmas japonesas en los tres primeros meses del año creció más de lo previsto con respecto al mismo período del 2006, a un record histórico. Esto representó una señal de que la fortaleza del sector corporativo continua apuntalando una recuperación económica constante.
La tasa de paro descendió hasta el 3,8 por ciento en abril y 3,7 por ciento en junio. Esto se debe a que le mercado laboral esta dando signos de un creciente dinamismo, las ofertas de trabajo se han incrementado.
El gasto mensual medio de los hogares japoneses creció en abril por cuarto mes consecutivo al repuntar un 1,1 por ciento en términos interanuales y ascender los 316.163 yenes (2 600 dólares) de forma paralela al crecimiento del ingreso de los asalariados, que se situó en los 472.446 yenes (unos 3 900 dólares).
En Octubre alcanzó un nivel record los 954 484 millones de dólares al incrementarse en 8 883 millones con respecto al año anterior.
La razón del aumento de las reservas se puede encontrar entre otras causas en los mayores ingresos por los intereses de reservas japonesas en los títulos del Tesoro estadounidense y en valores extranjeros
El Primer Ministro Shinzo Abe ( Septiembre 2006 – Septiembre 2007)
El 26 de septiembre del 2006, había sido elegido como Primer ministro de Japón Shinzo Abe de 52 años de edad, llegando al poder como presidente del Partido Liberal Demócrata.
Había recibido el apoyo de su predecesor Junichiro Koizumi para reemplazarlo y se había declarado continuador de la agenda de reforma estructural iniciada por este, buscando corregir las consecuencias sociales de las reformas.
En su discurso inaugural en el Parlamento el 29 de septiembre, Abe había expresado las prioridades fundamentales en las que su gobierno se concentraría:
• Otorgar alta prioridad al recorte de los gastos públicos para reconstruir las finanzas estatales antes de considerar alzas de impuestos.
• Establecer un límite a la emisión de bonos del gobierno de no más de 30 billones de yenes para el año fiscal 2007.
• Instrumentar planes para revitalizar las economías locales y proveer con “segundas oportunidades” a personas en desventajas con el objetivo de minimizar la brecha entre ricos y pobres.
• Lograr la aprobación de una reforma educativa que permita la enseñanza del “patriotismo” en las escuelas.
• Revivir las virtudes tradicionales de Japón y los valores familiares.
• Hacer de Japón una “nación bella” llena de confianza y orgullo.
• Mejorar las relaciones con China y Corea del Sur
• Incremento del gasto del presupuesto en un 30,5 por ciento para el gasto de tecnología de misiles.
Pero Abe, al principio de Septiembre del 2007 sin todavía haber cumplido un año en el poder renunció a su cargo al constatar que no tenía el apoyo de la población ni de su grupo político. Fue elegido como primer ministro por la Cámara baja de Japón, Yasuo Fukuda de 71 años, en sustitución a Shinzo Abe.
Yasuo Fukuda, ex ministro portavoz del Gobierno japonés, tiene por delante la difícil tarea de unificar su partido y al país tras el año de Gobierno de Shinzo Abe, lastrado por los escándalos de corrupción de sus ministros.
Su ideario es más moderado que el de nacionalista y conservador Abe, pues defiende una política exterior flexible y de cooperación con sus vecinos asiáticos.
Obstáculos a vencer en el 2008:
Kazumasa Iwata, uno de los dos vicegobernadores del Banco de Japón (BOJ), alertó hoy sobre el efecto negativo que tendría en le país la desaceleración de las economías estadounidense y europea tras la crisis hipotecaria en Estados Unidos.
Un freno de las economías occidentales perjudicaría a los exportadores nipones que obtienen importantes beneficios en Estados Unidos y Europa, ayudados durante los últimos años por el yen barato.
El nivel actual de internacionalización de las relaciones capitalistas de producción, está expresado en la creciente interdependencia e interconexión de los mercados, las mercancías, los capitales y las naciones, lo que conduce a un proceso de readaptación del mecanismo económico del capitalismo contemporáneo como respuesta a las nuevas condiciones de desarrollo de la competencia interimperialista, comandada por las empresas globales, a través del cual se desarrolla su esencia para garantizar el proceso de reproducción del capital trasnacional.
Otro factor en riesgos para las pequeñas y medianas empresas japonesas, que repercutiría además en los salarios y en la confianza del consumidor es el aumento del precio del petróleo y de las materias primas.
También pese a la tendencia positiva de los principales índices de la economía japonesa, no se ha registrado ningún avance esencial en la reforma fiscal. Las deudas a largo plazo del Gobierno central y de los gobiernos regionales locales representan un 150 por ciento más que el PIB, mientras que el déficit fiscal se cifró en un 6,4 por ciento del PIB, ambos indicadores muy superiores a la línea de alarma reconocida internacionalmente. La causa principal de las dificultades fiscales es que los ingresos son insuficientes para financiar los gastos.
La pesada carga de las deudas fiscales será trasladada a la ciudadanía, cada vez mas preocupada por una subida en los impuestos que afectaría directamente al consumo y limitaría por consiguiente el desarrollo macroeconómico.
A largo plazo, sin embargo el aumento de los impuestos sobre el consumo constituye una importante medida para solucionar el déficit tributario, a pesar de que la media despertará sin duda el malestar entre los electores (4).
Otro aspecto de dificultad es la diferencia entre regiones y la riqueza cada vez mas polarizada. Desde mediados de la década de los 70 hasta las postrimerías de los 90, la proporción de ingresos entre Tokio (los mas elevados) y Okinawa ( los mas bajos ) se hizo ver de forma apreciable.
El coeficiente de Gini, índice que mide las desigualdades entre ricos y pobres y en el que el cero significa completa igualdad, se había mantenido por debajo del 0,21 en Japón, lo que demuestra que el país asiático figuraba entre las naciones del mundo que la distribución de la riqueza es mas igualitaria.
Sin embargo, en los últimos años como consecuencia de la larga depresión y de la reforma, la diferencia entre las regiones desarrolladas y las subdesarrolladas comenzó a gravarse en términos de crecimiento económico e ingresos.
En este sentido, se ha registrado incluso un visible aumento en el número de indigentes. Según una encuesta realizada en las ciudades de Tokio y Osaka, las personas con ingresos reducidos ya representan el 52 por ciento del total de la población, mientras que los altos ingresos corresponden tan solo a un 14 por ciento, cifras que constituyen un fuerte contraste frente a las registradas durante los años 70 y 80 del siglo pasado.
Tales disparidades en los ingresos podría conducir fácilmente a la erupción de problemas sociales y he aquí el principal dilema: la continuación de las reformas agradaría la brecha, mientras que su solución sería contraria a la política de reforma y podría dar muestras de involución.
Con miras al futuro falta mucho por hacer y hay que reforzar las medidas en los siguientes puntos:
1- Mejorar la utilización de la mano de obra.
2- Incrementar la competencia de los mercados de productos
3- Liberalizar el sector agropecuario
4- Fomentar la inversión extranjera directa
5- Reducir la elevada deuda pública y déficit fiscal.
6- Resolver el problema del envejecimiento poblacional.
A corto plazo las perspectivas económicas son favorables pero el principal reto es cómo mantener un fuerte crecimiento auto sostenido ante la presión demográfica, pues la población japonesa está envejeciendo rápidamente y la tasa de natalidad es muy inferior a la reposición. La población en edad de trabajar viene reduciéndose desde el año 2000 y la tasa de dependencia de ancianos (la proporción de la población activa de al menos 65 años) es la más alta de los países industriales.
Por una parte una población en contracción puede mantener su nivel de vida con una tasa de crecimiento global más baja, pero por la otra se requiere una sólida tasa de crecimiento del ingreso per cápita para financiar el aumento de los gastos de jubilación y de atención de la salud atribuible al envejecimiento demográfico.
Dada la contracción de la fuerza laboral, el crecimiento per cápita dependerá de la medida en que pueda incrementarse la productividad aprovechando mejor los recursos y los avances tecnológicos.
Otro aspecto de gran importancia en la recuperación económica es que la situación financiera se está normalizando gradualmente, pues a la vez que la deflación se está reduciendo la política monetaria irá reajustándose a las condiciones cambiantes del mercado. En la primera etapa, el sistema bancario mantendrá las tasas de interés en cero pero mas adelante con la evolución prevista de los precios, es muy probable que la tasa de interés suba gradualmente.
También durante muchos años el gran déficit fiscal que ha sufrido Japón ha obligado a tomar medidas de saneamiento fiscal para frenar el aumento de la deuda pública y crear margen para sufragar los gastos del envejecimiento de la población. Ya que la deuda neta del sector público asciende a casi un 100% del PIB, es muy posible que la precaria situación fiscal frene la recuperación prevista.
Hasta el momento las medidas que se han tomado se han centrado en recortar gastos especialmente en infraestructura innecesaria, pero en los próximas años habrá que centrar la atención en el ingreso y en la posibilidad de elevar el impuesto sobre el consumo, pues la tasa de Japón es la más baja con respecto a otros países industriales que también gravan el consumo.
Según algunos analistas, otras de las medidas que se tendrán que aplicar están las de incrementar las primas para hacer frente al fuerte aumento proyectado del gasto en seguridad social y atención de la salud que suponiendo que se mantengan las tendencias actuales y pese a las recientes reformas de pensiones, el gasto en seguridad social alcanzará un 20% del PIB en el año 2025, frente a 16% del PIB en el año 2005. También durante ese periodo el gasto en atención de la salud se duplicará (5).
En cuanto al sector bancario, los principales bancos han generado utilidades considerables en los últimos años. Un aumento de la rentabilidad permitirá a los bancos rembolsar las inyecciones de capital público y fortalecer su base de capital. A corto plazo, aunque el aumento de las tasas de interés debería elevar las utilidades al incrementar los márgenes de tasa de interés, la clave para proteger la solidez del sector financiero y evitar problemas es dejar de conceder créditos exigiendo garantías excesivas. En febrero del 2006 tras ocho años de disminución ininterrumpida, la tasa de crecimiento del crédito se volvió finalmente positiva.
Por último un factor importante en la recuperación de Japón y para su futuro es el desenvolvimiento del sector empresarial en la reducción de sus deudas y ampliando sus operaciones en la integración mundial trasladando parte de la producción a China y Asia sudoriental. Se ha internacionalizado el proceso de producción (fabricación de diferentes partes del producto final en diversos lugares geográficos). Esto ha hecho que muchos procesos se desplacen a países que ofrecen ventajas, determinando que los más intensivos en mano de obra se localicen en subdesarrollados. En Japón, un ejemplo de lo anterior es la “empresa inmigrada”
Riesgos de la Economía Japonesa en la actualidad
• A corto plazo:
- Que vuelva aparecer nuevamente la deflación tras varios meses consecutivos con una variación de los precios igual o superior a cero.
- Que se produzca una fuerte apreciación del yen, lo que pondrá en dificultades a las empresas exportadoras.
- Una desaceleración del consumo en EEUU mayor de la esperada.
- El aumento de los precios del petróleo y de otras materias primas.
- Convulsiones Bursátiles
• A mediano y largo plazo:
- El envejecimiento de la población
- La delicada situación presupuestaria
- La inestabilidad política, causada principalmente por la renuncia abrupta del ex primer ministro Shinzo Abe
Consideraciones finales
El crecimiento de las transacciones financieras especulativas y parasitarias hace que el capital se desplace a los lugares más alejados del mundo en tiempo real. Los procesos especulativos que aceleraron la economía de burbuja en Japón demuestran que ningún modelo de desarrollo capitalista queda exento de los peligros del movimiento del capital ficticio que potencian siempre la búsqueda de la ganancia fácil y rápida, por encima del camino estratégico y seguro de la competencia tecnológica.
Ciertamente la organización de la competencia empresarial y su regulación estatal en Japón ofrece rasgos que potencian la capacidad de obtención de plusvalía a escala internacional con respecto a los Estados Unidos y Europa Occidental y que no se asocian sólo a la obtención de plusvalía relativa, sino también a la obtención de plusvalía absoluta.
La gran competencia que genera entre los trabajadores la separación existente en Japón entre la propiedad y la gestión eleva, al mismo tiempo, el grado de explotación y la eficiencia empresarial. El grado de subordinación real del trabajo al capital en Japón puede considerarse en este sentido muy alta, pues el obrero japonés interesan no solo sus espaldas y manos, sino también su inteligencia y conciencia al servicio del capital. En Japón, para lograr su recuperación económica, se ha preferenciado la competencia tecnológica internacional para accionar sobre el costo de producción y la calidad del producto, con lo cual se influyó en la magnitud del valor dentro de la rama tecnológica seleccionada como sector clave de penetración en le mercado mundial.
El capitalismo japonés no difiere en aspectos esenciales de otras formas nacionales de manifestación del capitalismo global, pues presenta contradicciones internas que se manifiestan especialmente en las crisis cíclicas y estructurales, sin embargo lo que mantiene al capitalismo japonés funcionando a pesar de sus crisis financieras y otros problemas que en la actualidad presentan es que posee particularidades muy especiales que lo hacen perdurar y adaptarse a todos los problemas del capitalismo contemporáneo.
La defensa de los “intereses nacionales” frente a la globalización económica mundial se ha logrado sometiendo a un consenso nacional intereses que son irreconciliables desde el punto de vista clasista; mas en condiciones de elevada competencia internacional se sacrifica la nación en pos del desarrollo del sistema social. Mientras la economía japonesa pudo mantener los altísimos ritmos de crecimiento económico todas las “joyas” de su modelo de desarrollo hacían “compatibles” los intereses clasistas antagónicos a nivel nacional. De ahí la cooperación entre el pueblo y el gobierno; la cooperación entre empresarios y trabajadores y la llamada “distribución” de los beneficios derivados del aumento de la productividad.
Cuando la empresa en que trabaja el obrero es exitosa y competitiva, el obrero tiene trabajo. En otras palabras, fácilmente podemos ver cómo los trabajadores pueden considerar a otros trabajadores como enemigos y hacer concesiones a sus empleadores con objeto de ayudarles a competir mejor. En resumen, el capitalismo tiende a producir los trabajadores que necesita.
Japón se encuentra en mejores condiciones para acabar de salir del largo túnel de la recesión, gracias a las mejoras descritas anteriormente, pues se estima según muchos expertos que el crecimiento sea mucho mayor en la próxima década.
En las actuales condiciones de globalización económica el estudio del capitalismo monopolista de Estado japonés y su sistema empresarial ofrece gran interés científico.
Bibliografía
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• Cuadernos de Japón, volumen XII, numero 1, invierno 1999, pág. 45; volumen XV, número 3, 2002, pág. 4; volumen XV, numero 3, 2002, pág.6; volumen XIX, número 3, 2006.
• “Crecimiento cero en economía japonesa en los primeros meses 2003” . Cable noticioso en Agencia Internacional Latinoamericana Prensa Latinan S.A (corresponsal Tokio) 16 de Mayo 2003.
• Oviedo, Luis. “Japón: la depresión económica y la economía mundial”. En defensa del marxismo: revista teórica del partido obrero. Sumario del numero 25. Diciembre 1999.
• Rodríguez, Ernesché (1999) La economía de burbuja en Japón. Editorial Ciencias Sociales. Calle 14 no. 4104, Playa, Ciudad de la Habana, Cuba. Impreso en Editorial Linotipia Bolívar, Bogotá-Colombia. 106 p.
• Daniel Citrin y Alexander Wolfson “ Vuelve Japón” Finanzas & Desarrollo, junio 2006
• Arias Marrero, Adelaida, Joaquín Fernández Núñez, Magaly León Segura, Ernesto Molina Molina, Olga Pérez Soto e Idalia Romero Lamorú: “La organización empresarial japonesa y sus aspectos compatibles con la reestructuración empresarial en Cuba”, Facultad de Economía de la Universidad de La Habana División de Estudios Japoneses del CEAO, La Habana, 1995.
• Rodríguez, Ernesché “Evolución del yen en el periodo 1985-2004”. Seminarios sobre economía mundial. http://www.ciem.cu
• Fondo monetario Internacional, 2005, Japan: Staff Report for the 2005 article IV Consulation ( Washington).
• Koll, Jesper, 2005, “Japan Is Back, for Real This Time”, Far Eastern Economic Review, vol. 168 (octubre), págs. 11-5.
• Bank of Japan. http://www.boj.or.jp
1. Crecimiento cero en economía japonesa en
los primeros meses 2003”. Cable noticioso en Agencia
Internacional Latinoamericana Prensa Latina S.A. (corresponsal
Tokio) 16 de mayo del 2003.
2. “El sistema de mérito por antigüedad llega a
su fin” Cuadernos de Japón. Volumen XIX, número 3, 2006, Pág.
42.
3. Daniel Citrin y Alexander Wolfson, “ Vuelve
Japón”, Finazas & Desarrollo, junio 2006
4. http://www.argenpress.info
5. Daniel Citrin y Alexander Wolfson, “ Vuelve
Japón”, Finazas & Desarrollo, junio 2006
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Rodríguez Asien, E. : “La recuperación económica actual de Japón y su funcionalidad contemporánea con las categorías de Economía Politica" en Observatorio de la Economía y la Sociedad del Japón, mayo 2008. Texto completo en http://www.eumed.net/rev/japon/
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