LA EDUCACIÓN AMBIENTAL FORMAL EN EL CONTEXTO SOCIAL DE LA EDUCACIÓN INFORMAL Y DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Luis Quintanar Medina (CV)
pakari500@hotmail.com
Tecnológico Universitario del Valle de Chalco
RESUMEN
En este trabajo se analiza la contradicción que hay entre la educación ambiental formal y los medios de comunicación potenciados actualmente por las tecnologías de información y comunicación, reflejo de la contradicción entre lo que debe promover este tipo de educación y lo que propugna la ideología dominante en gran parte de los países de América Latina. Lo anterior se fundamenta en la naturaleza política de la educación en general y de la educación ambiental en particular. Se muestra que la educación ambiental, sobre todo la formal, se ve fuertemente afectada por los medios de comunicación a través de la cada vez más importante fuente de socialización: la educación informal.
Palabras clave: Educación ambiental, educación informal, educación ambiental formal, educación ambiental informal, medios de comunicación y educación ambiental.
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1 NATURALEZA POLÍTICA DE LA EDUCACIÓN, VALORES Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN
1.1 Naturaleza política de la educación
La educación tiene como función prolongar las relaciones de producción imperantes y lo hace a través de sus contenidos y métodos, por eso, no es neutral: nos basta con recordar el papel de la educación en la época colonial en la hoy América Latina, en simbiosis con la religión. A través de los sistemas educativos la sociedad capitalista “traslada a los individuos dos elementos clave para la reproducción de la dinámica capitalista-burguesa: el saber instrumental y el saber simbólico, ambos necesarios para la preservación de la sociedad capitalista” (Morales 2009).
Desde aquellas lejanas épocas de la conquista y la colonia, hasta ahora, persiste la condición: la educación es una cuestión política, y es que la educación está inmersa siempre en un ambiente socio-político-económico, responde a los intereses de las clases dominantes: es ideología.
Morales (2009), comentando la reproducción de la fuerza humana de trabajo, llega al concepto de “condición social subordinada”, que incluye la idea de que una persona en una sociedad y que pertenece a una clase trabajadora, vende su fuerza de trabajo y recibe un salario, dependiendo así de un patrón, pero también incluye el hecho de que esta condición “debe entenderse además como un estado en el cuál los individuos han interiorizado el orden histórico-social en el que se encuentran y su condición de clase subalterna (explotada) como un elemento coercitivo, opresivo, como un mundo inmutable, sacralizado, y no como el resultado de una praxis social de la cuál forma parte (alienación)”; la mencionada condición social subordinada incluye dos cuestiones importantes: conocimientos prácticos como leer, escribir y sumar, e ideológicos (normas sociales, respeto al orden social etc.), estos últimos, logrados en principio a través de un sistema educativo formal.
Si bien una máquina y un ser humano pueden “recibir mantenimiento”, y una máquina puede “aprender” a hacer cosas nuevas (mediante una modificación de software, por ejemplo), igual que un ser humano, lo que una máquina no puede hacer es rebelarse contra el destino que le han encomendado, ni puede cuestionar el orden de cosas, lo cuál sí puede hacer el ser humano trabajador y dependiente. De allí la necesidad de cancelar esta posibilidad, la necesidad de “educarlo”, y de un sistema formal de educación.
1.2 Valores y contexto social: la educación y los medios de comunicación
Cada sociedad planea al tipo de individuo que requiere, tanto en los conocimientos y habilidades individuales, como sociales; esta determinación tiene carácter histórico y social. Una de las formas de lograr esto es a través del sistema educativo formal, pero otros sectores fuertemente involucrados son la familia y los medios de comunicación: en cuanto a la familia, esta ha ido perdiendo, poco a poco, terreno frente a la escuela o los medios, cediéndoles gran parte del peso educativo; por otra parte, los medios han evolucionado en los últimos 50 años y han ganado terreno dentro de las familias y la escuela en los tópicos educativos, al tiempo que estan dominados, cada vez más, por las clases sociales con poder político, lo cuál determina un cierto tratamiento de la educación en general en estos medios, un tratamiento que no es el más adecuado.
Ejemplos de cómo la educación se representa en los medios de comunicación, debido a que estos siguen un camino determinado por decisiones de tipo político, clasista y de mercado los dan Carbonell y Tort (2006) en “La educación y su representación en los medios”; allí afirman que “Las noticias educativas son esporádicas y puntuales, con una presencia mayor de los hechos excepcionales y extraordinarios que no de los acontecimientos habituales, circunstancia que contribuye a representar una imagen parcial y tergiversada de la realidad”; y es que los medios no son neutrales ni imparciales: Pascual Serrano (2009, 2011) muestra cómo es que estos medios de comunicación, mediante la tergiversación de las informaciones, la forma en como ellas son mostradas, lo que se dice o se silencia, contribuye a establecer sobre qué se debe tratar de un asunto en determinado momento y cómo debe tratarse, en una serie de zonas del mundo, todo ello debido a la cantidad de intereses económicos y políticos de los propietarios de los mismos.
Por lo que respecta a la educación formal, estas mismas clases trazan la política educativa; en la política educativa deben de estar representados los valores que la sociedad requiere en cada época histórica, dado que uno de los objetivos de la educación es la formación en valores: “Los valores responden a los intereses y necesidades de la sociedad, están presentes en el tipo de hombre que ella requiere, para lo cuál se establece la política educativa que orienta la labor escolar” (Báxter, 2003).
Al ser la educación parte de la superestructura social, está influenciada por elementos objetivos, sobre todo, las relaciones y fuerzas productivas, por lo que aquello que se considera bueno, malo o valioso (la moral, los valores) en cierta época concreta, depende de estas condiciones básicas; lo anterior determina que el sistema de valores que se propicie en cada sociedad vaya de acuerdo a la esencia de la misma, a sus bases socio-económicas, y esto es gran parte del contenido no sólo de la política educativa, sino de los medios de comunicación, que educan a través del entretenimiento y mandan su influencia a los alumnos que reciben la educación formal, a los maestros y a la familia, actuando así desde la llamada educación informal.
1.3 La socialización, los TIC-medios y la educación informal
La formación de valores involucra la interacción social y por tanto, al medio en el que se desenvuelve el individuo; una buena parte de este medio, al menos en lo que se refiere a tiempo de exposición, lo constituye la influencia de los medios de comunicación, potenciados desde hace unos años por las Tecnologías de la Información y Comunicación, TIC (que llamamos aquí los TIC-medios).
La influencia de los TIC-medios no sólo se da por las informaciones directas que emiten, se da también a través de la creación de nuevas formas de interacción social (como actualmente vemos en la utilización de los ordenadores, del celular, de los tipos y formas de jugar, etc., que han cambiado la forma de hacer las cosas de la gente común y han transformado la vida familiar: por ejemplo, en un estudio de Morduchowicz en 2006 en Argentina (Morduchowicz, 2008), realizado con adolescentes, se obtuvo que mientras ven TV, ellos también realizan otras prácticas simultáneas: 48% hace la tarea, 28% escucha música, 13% habla por teléfono, 10% usa el ordenador y 10% lee; las nuevas tecnologías permiten esta simultaneidad de acciones) y de percepción sensorial , “ya sea por el imaginario de transparencia que se les adjudica y que las hace parecer simplemente como medio que “refleja” la realidad, ya sea por la confusión de géneros” (Sagástegui, 2012).
Señala Cuadrado (2008) que hasta la aparición de las sociedades modernas, la socialización respondía a la espontaneidad natural, a la tradición, pero en tiempos recientes, “La aparición de los medios de comunicación, las nuevas formas familiares, y la creación de nuevos entornos de relación humana mediados tecnológicamente, han modificado el medio y por lo tanto los procesos de socialización, ya que no son sólo consecuencia de las relaciones humanas espontáneas sino que responden a la planificación económica y política a escala internacional”; Estienou (2000) muestra cómo con el desarrollo del capitalismo, a partir de los años 70 del siglo pasado, se ha trasladado el puntal hegemónico de las clases poderosas de la escuela, institución muy fuerte en este aspecto desde los años 30, a los medios de comunicación de hoy.
Resumiendo, tenemos entonces que los medios de comunicación (fuertemente controlados por los grupos sociales con poder económico y político), como parte del ambiente de desarrollo del individuo, inciden en buena medida, en el proceso socializador, en la formación de valores, por tanto, en los juicios valorativos de lo que es aceptable, lo que está bien o mal, lo que es importante, lo que tiene valor: los TIC-medios llegan a la gente a través de la diversión, la información y el entretenimiento, de la educación informal. Según Esteinou (1995) el proceso consiste en “ convertir la información que transmiten las tecnologías de comunicación en sedimentos culturales, los cuáles a su vez se traducen en valores históricos, que se cristalizan en concepciones del mundo, los que se expresan como sentidos comunes de los cuáles se derivan actitudes y conductas que a largo plazo se convierten en posiciones políticas, que producen, para cada coyuntura específica, un determinado proyecto de transformación de la naturaleza y de la sociedad”.
Todo esto se refiere a la educación en general; ¿Cómo se manifiesta en la educación ambiental?
2 CONFLICTOS: EDUCACIÓN AMBIENTAL Y MEDIO SOCIO-POLÍTICO-ECONÓMICO
2.1 Una educación ambiental congruente
La educación ambiental (EA, en lo que sigue) es parte de la educación y como tal, tiene un carácter político: una de las razones específicas de ello es que tiene como uno de sus objetivos (o debería tener, si es consecuente) el análisis del origen de los problemas ambientales y no sólo el conocerlos o concebirlos como algo que ya existe, como si se tratara de algo natural, dado de una vez y para siempre, sin historia; este análisis histórico-lógico nos llevará a encontrar que la mayoría de los grandes problemas (los problemas globales) son causados por la ambición desmedida de ciertos sectores sociales de unos cuantos países que han pretendido (y siguen pretendiendo) administrar los recursos del planeta como suyos, sin importarles si hay otros países con sus respectivas poblaciones y derechos sobre muchos de esos recursos.
Sangronis (2004) nos dice al respecto que: “ La verdadera Educación Ambiental ha de estar dirigida fundamentalmente a problematizar la lógica de un sistema de organización social excluyente, antidemocrático, inviable y depredador; no hacerlo así implica incurrir en severas contradicciones entre los valores y hábitos pro-ambientales que se pretenden insertar en la población y aquellos que se generan de las prácticas más comunes y cotidianas de la sociedad consumista”; y más adelante establece: “La Educación Ambiental tiene una naturaleza política en tanto propugna la transformación de las estructuras sociales imperantes en el modelo civilizatorio en que vivimos”.
La EA, para ser consecuente, debe de ir a las causas de la situación ambiental actual y ellas se encuentran en el modo de producción que ya perdura por varios siglos en nuestros países americanos: el dominio de los Estados Unidos de América, gobiernos locales que permiten la injerencia extranjera en cualquier ámbito, producción en serie de desocupados y analfabetas; dado que la política es la lucha por el poder y por su mantenimiento y control, todo esto y su incidencia en el estado ambiental de nuestro continente debe de ser analizado por la EA, así como las propuestas alternas, lideradas por Cuba desde el siglo pasado y continuadas por países como Venezuela, Ecuador y Bolivia en América Latina.
Según Quintanar (2009a) “Un tratamiento adecuado de la EA debe llevar a la discusión e investigación de las cuestiones medulares, por parte de todos los que participan en ella, de las causas de los problemas actuales” y también, “Debe de quedar claro, por ejemplo, que los problemas ambientales no son resultado del desarrollo tecnológico, algo inevitable, como se nos quiere hacer ver: es el uso de esa tecnología por parte de algunos, si bien muy poderosos, lo que, a lo largo de centurias (y con una manifestación aguda, en las últimas décadas) ha desencadenado lo que actualmente vemos como crisis ambiental”.
2.2 Análisis, en la educación ambiental, del contexto socio-político-económico
Algunos elementos fuertemente políticos e ideológicos presentes en la EA se pueden apreciar en conceptos clave como los siguientes:
Desarrollo sostenible. La misma idea de desarrollo sostenible y de educar ambientalmente para lograr ese desarrollo sostenible, nos indica la fuerte relación de la educación ambiental con las cuestiones políticas: en el caso de América Latina primero está la cuestión general de desarrollo; lograr un desarrollo de nuestros países ha sido y seguirá siendo difícil por las presiones externas y las características internas (corrupción de gobiernos, disputas entre partidos, veneración hacia lo que viene de fuera, pobreza de gran parte de la población, ignorancia, etc.), que están allí y se han hecho fuertes.
Huella ecológica. A través de la huella ecológica de diversos países, una medida del desarrollo sostenible, vemos que varios países, principalmente los Estados Unidos de América están, literalmente, comiéndose al planeta, engulléndose pedazo a pedazo lo que es de otros (Nieto, 1999); este índice es muy importante para entender muchas cosas ambientales que estamos presenciando y debe de ser incorporado a la educación ambiental en cualquiera de sus modalidades.
Deuda ecológica. Junto con la huella ecológica, otro concepto que debe de manejar la EA en América Latina es el de Deuda Ecológica; este concepto implica el reclamo justo y natural de toda una región que ha sido saqueada de muchas formas y es uno de los conceptos con más alta “carga política” en la EA.
Tiempo libre. En el mismo orden de cosas, como parte de la esencia política de la EA, Quintanar (2009b) propone la incorporación, en la agenda de la EA, del análisis del tiempo libre del ser humano, ya que “este debe de ser un tiempo para la superación y el desarrollo del individuo, sin embargo, es el tiempo del control ideológico de las multitudes, de su adecuación al sistema, de su adaptación al consumo”.
Todos estos aspectos y su discusión deberían estar en la labor diaria de los TIC-medios pero no se manifiestan por cuestiones de carácter político principalmente; de esta manera, la EA es obligada a ser testigo de cómo las decisiones de tipo político contradicen lo que ella, de ser consecuente, debe pregonar, y cómo este mismo tipo de cuestiones la obligan a ser superficial, convirtiéndola en un elemento más de la política en turno.
2.3 El conflicto de la EA con la ideología del poder político dominante
La EA debe abogar por un mundo sostenible, ir a las bases de aquellos procesos nocivos, relacionarse con la base económica; pero después sube a la superestructura de la sociedad con la política y la educación en general; en este escenario de la superestructura se da entonces un choque entre EA e ideología imperante, porque de alguna manera se debe de justificar socialmente el despilfarro, el agotamiento de recursos, el consumismo, la contaminación y extinción de especies: a través de la ideología de las clases con poder político y económico.
Este poder, esa política e ideología de las clases poderosas se cocinan bien y se presentan a las multitudes en arreglos publicitarios, noticieros, deportes, etc., a través de los medios de comunicación masiva, en los cuáles, la gran participación que tienen las TIC no es en un rol de ayuda al desarrollo de la EA, de su promoción, sino como como parte inseparable de la ideología-medios y como mercancía: la acción de los TIC-medios de comunicación, representantes del poder político vigente, se manifiestan en contra de las bases mismas de la EA, de sus objetivos.
¿Cuál es el camino más fácil a seguir, por parte de estos medios, para influir en el trabajo de la EA? Veamos:
3 TIC-MEDIOS, EA INFORMAL Y EA FORMAL
3.1 Educación informal
La educación ambiental, lo mismo que la educación en general, puede ser formal o no formal; en estas modalidades está incluido el papel de la escuela, ya sea en forma directa, a través de los planes de estudio, o mediante actividades en la comunidad, en las que la escuela también participa y guía; pero también se da la EA informal.
Algunas consideraciones sobre la educación en general, en su modalidad informal (EI) y en relación con la formal según Cuadrado (2008) en su libro La enseñanza que no se ve, son las siguientes:
La EI a menudo transmite contravalores, razón por la que se debe de hacer un esfuerzo a través de la educación formal en el trabajo con los valores aceptados en la sociedad; Liceras (2005, 2006) nos dice que “Buena parte de la influencia que ejercen los MCM como difusores de educación informal (EI) la realizan como inspiradores de las representaciones sociales (RS) que construyen las personas a partir de las informaciones que reciben de esos medios”; como ejemplo, este autor estudia la influencia en la población de las representaciones sociales de la violencia condicionadas por los medios, así como el efecto de los medios de comunicación en la educación formal, al actuar sobre los contenidos del conocimiento, los estilos de aprendizaje y la formación de opinión.
Entre los lugares en los que se aprecia gran potencial educativo informal se encuentran los grandes centros comerciales, los parques temáticos, los medios de transporte, los medios de comunicación, los espacios virtuales, los videojuegos, las campañas de mercadeo.
Según Cuadrado, “la acción educativa que se ejerce desde la educación informal es la que más contribuye al cambio de actitudes, de mentalidad y de cultura”; como muestra de esto, menciona los cambios en los hábitos de consumo alimentario, como consecuencia de la acción publicitaria de las grandes cadenas de comida rápida de Estados Unidos, acciones que se dan, siguiendo una estrategia de educación informal, en el cine y las series televisivas, por ejemplo; Liceras (2005) establece que “Los medios de comunicación se han convertido en el corazón de la vida política y cultural, componiendo la imagen de la (su) realidad que van a transmitir y, ante la dificultad, en muchos casos, de verificar las informaciones, sus receptores van integrándola como propia. De este modo, los MCM influyen en la mentalidad de los niños y jóvenes actuales, en su forma de atender y de captar la realidad, en su actitud ante el conocimiento, en su modo de concebir el mundo e interactuar con su entorno social”.
Si en la educación formal y no formal existe cierto grado de conciencia y voluntad por parte del educando, en la EI no se muestran: la persona no se da cuenta de estar siendo educada.
Los intereses y objetivos involucrados en la EI no son los del que se educa, como suele suceder en la educación formal y no formal, sino los de quien la ejerce, sus propios intereses, los cuales no tienen como prioridad la influencia educativa como la concibe la escuela.
3.2 Lo informal, los medios y la EA en algunos países de Ibero-América
La EA informal es la que se desarrolla de forma espontánea (lo cuál no quiere decir no planificada), en áreas de diversión o culturales; en este caso los medios de comunicación juegan un papel básico e incluso en muchos países se identifica la educación ambiental informal con la que se puede realizar con los medios de difusión y comunicación.
Aunque lo deseable sería que hubiera al menos un equilibrio entre la propaganda consumista y la ambiental, esto no es ni será así, dada la naturaleza del sistema de producción capitalista imperante; Szabó, Lakatos y Ruvovzky (2001) en las conclusiones de un estudio realizado en Hungría, expresan: “…los medios de comunicación local…pueden desempeñar un papel destacado en el contexto de la educación informal…Sin embargo, su uso para fines educacionales depende en gran medida de la voluntad y la decisión tanto de la sociedad local como de quienes administran los canales”; algunas otras observaciones en torno a la EA y los TIC-medios, en países de América Latina, son las siguientes:
Priotto, en una entrevista (2007), se queja de que en Argentina los medios toman los problemas ambientales con visiones catastrofistas y anota como posibles causas el que los periodistas no tienen formación ambiental y el que en los medios existen muchos intereses particulares; de los tantos problemas ambientales existentes, los medios sólo toman alguno y hasta lo nacionalizan; él considera que “Lo de los medios es un trabajo pendiente y creo que su tarea educativa es deficitaria”.
Solano (2001) dice que en Perú la comunicación ambiental debe de constituir una investigación, pero que quien desee lograr esto, debe enfrentarse a dos problemas: La tendencia de los dueños de los medios a no incentivar la investigación y la ausencia de fuentes oficiales o privadas, esto último, por recelo de los funcionarios públicos a dar información, “debido a una mala relación con la prensa” o por temor a enemistades que perjudiquen su carrera.
Pierri (1999), haciendo un análisis de la EA en Uruguay, muestra que en la EA informal se tiene el problema de “la carencia de voces alternativas a la forma ideológica dominante de presentar el tema, que no es que no existan, sino que no tienen acceso a los medios de comunicación más importantes, o tienen muy poco”.
Por otra parte, en el informe del Estado actual de la Educación Ambiental del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA) de Nicaragua se establece que uno de los problemas que obstaculizan y dificultan el impulso de la educación ambiental es: “El débil papel jugado por los medios de comunicación social en la divulgación ambiental y la ausencia de mensajes realmente educativos a través de los mismos”.
Guillermo Tamborrel, legislador Mexicano manifestó que “El principal obstáculo para fomentar una Cultura Ambiental armonizada en el país es que dentro de la familia y en los medios de comunicación masiva, no existe orientación o información seria y permanente. Aunado a ello, el consumismo incontrolado nos ha llevado a crecer como una sociedad poco consciente de nuestros residuos, hoy estamos generado cada año cerca de 37 millones de toneladas de residuos, de los cuales muchos van a parar a predios baldíos contaminando el suelo, aire y agua” (El Ecologista).
Sáez (2005) menciona una serie de programas televisivos relacionados con la educación ambiental en Cuba, pero considera que tienen poca frecuencia, apenas una vez a la semana, y en horario nocturno, por lo que propone trabajar spots, pero con fundamentos filosóficos, psico-pedagógicos y sociológicos adecuados, para que sean de verdad educativos y no terminen en mera publicidad.
San Millán (1993) también se refiere a la manera catastrofista de presentar las noticias ambientales, por parte de la prensa, la radio y la televisión; establece que estos medios “no podrán ser considerados instrumentos adecuados para la educación ambiental” mientras no abandonen ese estilo catastrofista y paternalista, no informen sobre lo que saben y sobre lo que desconocen, no consulten fuentes variadas (y no sólo las oficiales), no verifiquen los datos con ayuda de expertos , no busquen sólo la noticia, sino la información continuada; algo parecido expresan Perales y García (1999) respecto al periodismo y la televisión sobre temas ambientales en España.
Como resumen de esto, tenemos que los medios dan una visión catastrofista, paternalista, poco informativa y educativa y sí muy exagerada de la cuestión ambiental; también aportan una visión oficial de los acontecimientos, dando poca probabilidad de permitir voces alternativas y poca continuidad en el tratamiento de los hechos, además, la participación es débil y deficiente.
3.3 EA formal vs TIC-medios
El hecho de que los TIC-medios hayan tomado una gran importancia en la socialización en la actualidad, determina que lo informal también haya ascendido en su importancia educativa: “Así, emerge una nueva “escuela electrónica” que educa cotidianamente a los individuos de forma repetitiva, sistemática, acumulativa e informal” (Estienou, 1995).
De lo ya expuesto más arriba, apreciamos que el efecto de los TIC-medios sobre la EA es doble: por una parte, hay poca participación de ellos en lo que respecta al desarrollo mismo de la EA, pero por otra, y es aún más importante para la EA, sobre todo formal, es que lo que se diga y practique en la escuela, a nivel formal, se enfrenta directamente a lo que propaguen los medios de comunicación, en una lucha muy desigual.
Ejemplos de lo que propone la EA formal, lo que promueven los medios y lo que creemos deberían de promover son los siguientes:
En la EA formal se propone |
En los medios se promueve |
Los medios deberían de promover fuertemente |
El uso de energías alternativas. |
Compra de estufas de gas, de calentadores eléctricos, de automóviles a base de gasolina. |
La compra y uso de calentadores solares, de generadores eólicos, el uso de autos eléctricos, etc. |
El consumo moderado de bienes materiales. |
El consumismo (una muestra es la pesada huella ecológica de muchos países). |
Consumir lo necesario, ahorro de energía, reutilizar en lugar de desechar, cuidar lo que se tiene para que dure lo suficiente, etc. |
Reducir la emisión de gases de efecto invernadero. |
La compra de un automóvil nuevo cada año. |
Usar transporte público, compartir el auto, poseer a lo más, un auto por familia, etc. |
San Millán ya lo planteaba en 1993: “Estamos hablando de Educación Ambiental y el Sistema Educativo es el pionero de este nuevo aprendizaje. Pero si los medios de comunicación han entrado hace ya tiempo en el aula, ¿Puede la formación educativa introducirse en las noticias informativas de forma cotidiana? Para ambos sistemas es un reto. Si se supera con éxito tendremos que estar capacitados para vivir con la información-formación diaria sobre la magnitud de los problemas producidos, la globalidad de los mismos, la ausencia de voluntad ejecutiva, y no sucumbir ante el miedo que coarta nuestro pensamiento y acción” (San Millán, 1993); es muy improbable que se supere el reto, dadas las circunstancias reales en que se desarrollan la educación y los medios en nuestros países; no obstante, es necesario que la EA formal siga proponiendo sus alternativas; Liceras (2006), refiriéndose a la cuestión de la violencia y los medios, señala que la enseñanza formal debe de proponer alternativas, analizar causas, convencer, lograr que esas alternativas se impongan; algo similar debe de intentarse en la EA formal.
Estos problemas mencionados los tenemos en la formación de valores en general, en la educación en valores: la existencia de corrupción, la piratería en lo que se refiere a artículos de mucho uso, como ropa, aparatos electrodomésticos, películas y música, por citar sólo algunos, está en franca contradicción con lo que trata de formar la escuela como valores deseables en sus alumnos y en los futuros ciudadanos.
CONSIDERACIONES FINALES
El camino más fácil a seguir, por parte de los TIC-medios, para influir en el trabajo de la EA, sobre todo formal, al parecer es el siguiente: la EA formal se ve afectada por los TIC-medios a través de la educación informal, dado que aquí, en el terreno de la informal, es en donde actúan muy libre, natural y fuertemente los medios masivos de comunicación: un alumno puede estar 8 horas en una escuela, rotando por varias materias, recibiendo en general acciones positivas para su desarrollo, pero está inmerso en los medios al menos todo el tiempo que está despierto, que son más de 8 horas, parte de ellas, sometido directamente a la acción planificada de la publicidad mostrada en la televisión, la radio, la prensa, internet, etc., además de que sus formas de actuación, sus comportamientos sociales, también se ven moldeados por ellos.
Para desarrollar la EA formal se hace necesario que padres de familia y maestros tengan muy presente esta participación educativa, que se hace cada vez mayor, así como que tengan presente que el dominio de los TIC-medios lo tienen grupos económicos que distan mucho de desear el bien común y por tanto, los orientan en su beneficio y de una manera cada vez más velada.
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