CINE DE ANIMACIÓN CHINO Y TEATRO TRADICIONAL
Fernando Cid Lucas (CV)
AEO. Universidad Autónoma de
Madrid
INTRODUCCIÓN
Al hablar de dibujos animados o de cine de animación en Extremo Oriente, de
forma instintiva, pensamos en Japón y en su anime, dejando a un lado la
brillante y abundante producción de otros países asiáticos, como Corea del Sur o
China. Y es que China ha sido uno de los primeros países del mundo en generar y
distribuir masivamente las creaciones animadas para un público eminentemente
infantil -aunque tampoco falten los títulos dirigido hacia los adultos-.
Como ha sucedido en el cine o en el teatro chino contemporáneo, una de las
fuentes de inspiración para los animadores fue su teatro clásico (Ópera de
Beijín, Ópera Kun, etc.), cuyos argumentos eran conocidos por cualquier
ciudadano de esta nación asiática, facilitando el terreno a la hora de su
publicidad y distribución.
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el siguiente formato:
Cid Lucas, F.::
"Cine de animación chino y teatro tradicional"
en Observatorio de la
Economía y la Sociedad de
China Nº 14, diciembre
2010. Accesible a texto
completo en
http://www.eumed.net/rev/china/
NOMBRES Y FECHAS
Desde el punto de vista cronológico, de 1941 data el primer largometraje animado
chino, titulado Tiě shàn gōngzhǔ (La princesa del abanico de hierro), muy
influido por una vieja conocida pieza teatral que, a su vez, bebía del famoso
relato del siglo XVI Viaje a Occidente. Obra de los hermanos Wan Laiming y Wan
Guchan, se distribuyó por numerosas salas del país, encandilando con sus
estilizados dibujos a niños y a mayores. Como podremos comprobar si
profundizamos en este asunto, el relato de Wu Cheng´en se utilizó en más de una
ocasión para crear argumentos teatrales y estos sirvieron, a su vez, como fuente
de inspiración para los dibujos animados. De algunos años después es otra
magnífica cinta, Sūn Wúkōng en el cielo (de 1964), que también era la adaptación
de otra pieza teatral homónima, representada en un sinfín de ocasiones de norte
a sur y de este a oeste de la geografía china. En esta divertida obra, el
alocado rey de los monos asciende a los cielos y allí hace de las suyas a los
dioses y otros habitantes celestiales. Recientemente la obra se ha vuelto a
adaptar (en 2007, para ser más precisos) por la Shanghai Animation Film Studio
para formato DVD.
Y lo mismo sucede con otra famosa leyenda china, adaptada y difundida bajo su
forma escénica: Bai She Zhuan (La doncella Serpiente Blanca), de la que se han
realizado varias películas, series para televisión y películas de dibujos
animados, como la titulada Jinshan Temple, del reputado director Chen Jiaqi.
Ambicioso proyecto para el que se han previsto la friolera de doscientos
capítulos, en los que se recogerán elementos de las diversas variantes de la
leyenda china y de las diferentes obras que se escribieron sobre este popular
tema.
Para concluir este breve ensayo introductorio, sólo añadir que, al igual que
sucede en algunos países asiáticos, como Japón o India, los animadores han
recurrido en más de una ocasión a los populares argumentos de su rico teatro
clásico, consiguiendo una perfecta simbiosis entre lo tradicional y lo moderno.
A día de hoy, son varias las productoras chinas que están trabajando duro para
llevar la esencia de su centenario teatro a los más jóvenes, empleando un
formato fresco y asequible. Así, pues, China es un buen ejemplo de lo que digo:
de conservación de su literatura secular en formato digital, en pixeles, layout
y toda esta jerga animatrónica cada vez más presente en nuestra forma de
comunicarnos. Esperemos que los proyectos y las fuerzas se mantengan así por
mucho tiempo más.
BIBLIOGRAFÍA
LARSON, W. Women and Writing in Modern China, Stanford, Stanford University
Press, 1998.
WOESLER, Martin, Chinese contemporary literature - authors, works, trends – A
snap-shot 2007/2008, Munich, 2008.
http://ctext.org/