MITOS Y REALIDADES DE LA PRESENCIA DE CHINA EN AMÉRICA LATINA
Mercedes Susana Giuffré
Sinóloga
mgiuffre@mdp.edu.ar
“El idioma inglés no es el que se habla en Estados Unidos o el Reino Unido; sino
que es el idioma que utilizan los chinos para comunicarse con el mundo.” Eduardo
Galeano
Para citar
este artículo puede utilizar
el siguiente formato:
Giuffré, M.S.::
"Mitos y Realidades de la presencia de China en América Latina"
en Observatorio de la
Economía y la Sociedad de
China Nº 13, junio
2010. Accesible a texto
completo en
http://www.eumed.net/rev/china/
Geopolíticamente, muchos Latinoamericanos ven a China como una alternativa al
hegemon de los EEUU especialmente en el caso de Venezuela y Cuba, que aplican
esta opción para también tomar distancia de Europa desarrollando una estrategia
multipolar.
China ha avanzando dialécticamente con firmeza estratégica y flexibilidad
táctica en la conquista de posiciones geopolíticas La retórica de los líderes de
China, que promueve “desarrollo” en lugar de “libre comercio”, ha fortificado la
posibilidad del diálogo político entre los líderes de la “nueva izquierda”
latinoamericana y el progresista PC Chino . Pero en Argentina, a pesar de estas
interacciones se advierten sombras, ya que no obstante los aproximadamente
40.000 residentes chinos en Argentina, recientemente ha habido numerosos hechos
que produjeron grietas en esta relación; especialmente por la incomprensión
argentina, de la real importancia de China como socio estratégico y su
desconocimiento de pautas mínimas y necesarias en el protocolo del desarrollo
bilateral de relaciones. Ciertas actitudes como cancelar un viaje, prohibir
importaciones o fallar en los controles de exportación de la calidad de la soja
y sus derivados; son perfectamente registrados en China.
Shixue Jiang del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia Social de
Ciencias Sociales de China, afirma que la presencia de China en América Latina,
forma parte de su estrategia global, uno de cuyos objetivos es ayudar a
construir un nuevo y armónico orden mundial, tal como también lo afirma Chen Sui
Bian, el ideólogo del “Crecimiento Pacífico, Peaceful Rising”; para insertarse
internacionalmente a manera de una cuña, disminuyendo la influencia de los EEUU
. El otro objetivo es económico: proveerse de materias primas y recursos de
América Latina (y de cualquier región del mundo que los provea).
En las próximas décadas, China se transformará en una potencia del tamaño y de
la influencia de los EEUU. Algunas instituciones como la OCDE calculan ese
tiempo en 15 años, otros, como la consultora de Jeffrey Sachs, en 30 años. Para
comparar cuan fuerte son las compañías chinas, podemos decir que en 2007 China
colocó 8 compañías dentro de las “500 más admiradas empresas del mundo” (EEUU
tenía 135; Japón, 61; Gran Bretaña, Francia, y Alemania 26 cada una) De estas 8
compañías la mayor parte era estatal. Es innegable que la presencia de China en
la economía mundial define escenarios. Tengamos en cuenta que:
• La sofisticación de la economía de China está avanzando a un paso más veloz
aún que su crecimiento económico.
• Conceptos simplistas y reduccionistas sobre las fuentes del crecimiento de
China, llevan a conclusiones erróneas sobre su impacto en economías emergentes,
como las de América Latina.
• El Primer Mito, relaciona los bajos costos laborales en China y sus
implicancias para otras regiones emergentes.
• El Segundo, es el supuesto impacto negativo en la asignación de inversión
extranjera directa, particularmente hacia América Latina.
• Finalmente el 3er.Mito, es la idea de que el crecimiento de China ha
beneficiado casi exclusivamente, las exportaciones de commodities de países
emergentes, y ha sido perjudicial solo para aquellas economías que exportan
bienes con valor agregado.
Hace tres décadas, el problema geopolítico de China y América Latina era
básicamente igual: salir del /status/ de una región subdesarrollada e insertarse
como potencia mundial en el orden global. Hoy día, la diferencia entre ambas
regiones no podría ser más dramática. . Contra lo que pudiera pensarse China en
la década del 2000 tuvo un déficit comercial en su contra con América Latina; y
es, después de los EEUU , uno de los más grandes socios comerciales de la
región.
Mito 1: “La principal fuente de ventajas competitivas para China, es su mano de
obra barata”
Realidad: los bajos costos laborales en China son significativos, pero es su
amplia disponibilidad de capital, sumada a muy altos niveles de incremento de la
productividad, la verdadera explicación, para explicar la difícil de igualar,
competitividad china.
Los salarios en China, aún son más bajos que en cualquier país de América
Latina, pero están aumentando rápidamente, a un porcentaje anual de alrededor
del 8%, por lo que la brecha salarial se está reduciendo
Por otra parte, las tasas de inversión chinas son muy altas, alrededor del 40%
lo cual favorece una amplia disponibilidad de capital para inversión. Un alto
nivel de inversión, normalmente debería indicar una ralentización en el retorno
del capital, pero sorprendentemente, el retorno del capital continúa fuerte y
estable desde 1992, en alrededor del 20% , debido a las altas tasas de
productividad.
Este fenómeno, combinado con altos niveles de ahorro individuales y corporativos
en China, indica que en el corto y mediano término la abundancia y
disponibilidad de capital, son sostenibles. Por lo tanto, el argumento de decir
que China es un polo manufacturero exclusivamente como resultado de mano de obra
barata, necesita reconsideración: el crecimiento de la alta productividad,
explica su expansión, al igual que la amplia disponibilidad de Capital y la
capacidad de ahorro.
Mito2: “China tiene un impacto negativo en los flujos de inversión extranjera
(IE:Inversión Extranjera) a otros mercados emergentes” .
Realidad: La mayoría de los países de América Latina, no compite por el mismo
tipo de IE que China recibe y las inversiones de China en América Latina son
solo el comienzo de algo que promete oportunidades para la región. Otro mito
común, es creer que la recepción por parte de China de tanta inversión
extranjera, afecta otras economías emergentes. O sea, es un argumento suma cero
: Lo que se invierte en China, deja de invertirse en otros países. Esto pude ser
parcialmente verdad, pero solo cuando es aplicado a otros países asiáticos. Si
analizamos el período 1995-2001, este muestra que el flujo de IE a China no
afectó a la inversión en Argentina, Chile, Brasil o Venezuela. Las IE atraídas
por China no necesariamente hubieran ido a América Latina en ausencia de una
floreciente economía china. El veloz ritmo de creación de valores financieros
indica que el flujo de inversiones extranjeras es más el resultado de
transferencias de tecnología que de necesidad de financiación, la cual puede ser
provista por inversores nacionales. América Latina ofrece un pronunciado
contraste ya que atrae inversores extranjeros por mayores retornos de interés en
un entorno escaso de capitales a largo plazo. Por eso es que la IE es de
naturaleza diferente en ambas regiones : en China está más orientado hacia las
trasferencias de tecnología, mientras que en América Latina, está motivada por
mayores retornos de capital. Esto explica el despegue a fines de la década del
’80 de los Tigres del Sudeste Asiático, y el estancamiento de América Latina .
Otra realidad que se hace evidente en América Latina, es que China está
gradualmente transformándose en un exportador mundial de capital y de
inversiones.
Por lo tanto el reclamo aduciendo que China es un obstáculo en flujos de capital
a otras economías emergentes, es relativo: países en desarrollo compiten por una
IE limitada proveniente de economías desarrolladas, pero se están beneficiando
cada vez más, de inversiones Sur-Sur- Y en este marco, las crecientes
inversiones de China en América Latina ofrecen oportunidades a toda la región.
Se debe tener en cuenta que China no es un sponsor, un benefactor o un país
filántropo. China tiene que atender a las necesidades de 1.400 millones de
personas en un escenario económico muy volátil. La clave reside en la habilidad
de los gobiernos de hacer coincidir sus propias necesidades con la visión
estratégica a muy largo plazo de China.
Mito3: El ascenso de china beneficia a lo países exportadores de commodities y
perjudica a aquellos países que producen artículos de industria ligera .
Realidad : China ofrece oportunidades y desafíos para ambos grupos de países.
Los altos precios de las commodities, en parte originados por la creciente
demanda de China e India de petróleo, minerales, materias primas, cereales,
ciertamente beneficia a los exportadores latinoamericanos , pero esta
exportación a grandes compradores tiene sus riesgos. Si Latinoamérica concentra
sus esfuerzos solo en la producción de commodities, descuidando la industria,
puede llegar a sufrir de el “Mal Holandés” como señala la OECD en su informe
2009 : la especialización excesiva y concentración en exportación de commodities
puede causar la suba de la tasa de intercambio, originando una declinación a
largo plazo de aquellas exportaciones manufacturadas.
Mirando cuidadosamente las estructuras de comercio y competencia entre las
economías de China y L.A. se desprende que el gigante asiático no es una real
amenaza para esa región , L.A. –Excepto en algunos casos donde hay cuando hay
una sobreposición duplicada de exportaciones, con países como México, las
estructuras comerciales de A.L. muestran un patrón complementario mas que uno de
competencia excepto en el caso de Brasil, donde hay una cierta competencia,
especialmente por la creciente demanda China de materias primas.
En Síntesis, estamos en un momento donde se debe demostrar una política
proactiva, más que reactiva, ya que el crecimiento de China ya no es ni
sorpresivo ni transitorio. A.L. debería diseñar políticas que aumenten la
competitividad general, bajar sus costos internos y aplicar políticas que
favorezcan a aquellas industrias que se perfilan como innovadoras o polos de
desarrollo, que se diversifiquen y donde la integración regional (Mercosur) sea
una realidad . A.L. debería invertir más en educación e investigación apoyando
instituciones que desarrollen tecnología innovadora aplicada a la rápida y
fluctuante demanda de los mercados. La diversificación es un desafío inevitable
que requiere de políticas macroeconómicas dirigidas a compensar los efectos de
la especialización avanzando en la cadena de valor y teniendo como objetivos
productos de alto valor agregado como por ejemplo suntuarios. China tiene un
Mercado recientemente surgido, de 250 millones de nuevos ricos, literalmente
hablando. América Latina debería considerar a este Mercado, como uno de sus
objetivos en lo que hace a joyas, lanas, cueros y sus derivados.
Este Nuevo Mundo brinda amenazas y riesgos, pero también muchas oportunidades.
La estrategias de negocios y las políticas públicas teniendo en cuenta a China
como mercado y competidor a la vez, deberán ser valientes, ambiciosas,
mutuamente sostenibles y sobre todo, implica conocer las pautas de negociación
con China, diferentes a las del resto del mundo.