Observatorio de la Economía y la Sociedad China
Número 10 -  marzo 2009

LA POLÍTICA EXTERIOR COMO UN MECANISMO PARA EL PROYECTO DE MODERNIZACIÓN EN LA REPÚBLICA POPULAR CHINA: DESARROLLOS DISCURSIVOS DURANTE LOS PERIODOS DE DENG XIAOPING, JIANG ZEMIN Y HU JINTAO (1)

 

Manuel de Jesús Rocha Pino (2)
Universidad Autónoma de Barcelona

 

 

Resumen:

En el trabajo se hace una descripción de los diferentes discursos de aproximación diplomática desarrollados por el liderazgo de la República Popular China desde el inicio del proyecto de modernización a finales de los años setenta hasta la actualidad así como la relación establecida entre el desarrollo interno con un entorno internacional más apropiado para los proyectos del régimen comunista. Durante este periodo de tiempo el discurso diplomático chino se ha caracterizado por mantener una coherencia entre la estabilidad política interna alcanzada tras el fin del maoísmo con un entorno pacífico en el sistema internacional; esta relación ha estado determinada por la necesidad de inversión extranjera en China y la colaboración de ese país con el exterior en aspectos científicos y tecnológicos.

Palabras clave: paz y desarrollo, nuevo concepto de seguridad, poder nacional comprensivo, desarrollo pacífico, armonía, concepto de desarrollo científico

 


Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Rocha Pino, M.J.: "La política exterior como un mecanismo para el proyecto de modernización en la República Popular China: desarrollos discursivos durante los periodos de Deng Xiaoping, Jiang Zemin y Hu Jintao" en Observatorio de la Economía y la Sociedad de China Nº 10, marzo 2009. Accesible a texto completo en http://www.eumed.net/rev/china/



1. Introducción

A partir del Tercer Pleno del 11 Comité Central del Partido Comunista Chino (PCCh) realizado en diciembre de 1978, la dirigencia de la República Popular China (RPCh) encabezada por Deng Xiaoping adoptó un política de modernización y apertura que llevó a modificar la estructura económica de ese país, con lo que rompió parcialmente con el modo de producción centralizado del régimen maoísta.(3)

El éxito de proceso anterior ha colocado a China en el camino de convertirse en una potencia mundial, aunque tal condición coexista con muchos problemas sociales internos sin superar actualmente, sobre todo en lo que se refiere a los bajos niveles de niveles de vida de buena parte de su población rural y la resultante disparidad en el ingreso entre este sector y la población urbana, formando con ello tres dicotomías que generan tensiones sociales: la crecientes diferencias de ingreso entre pobres y ricos, entre las poblaciones urbana y rural, y los diferentes niveles de vida entre los habitantes de las provincias de la costa del Pacífico y la población del interior del país.(4)

El proceso de modernización en curso ha sido el último de un conjunto de experimentos por reformar a China, intentos que históricamente pueden remitirse hasta la segunda mitad del siglo XIX. La necesidad china por modernizarse se origina en su debilidad frente a las potencias europeas que la derrotaron en las Guerras del Opio, con quienes tuvo que firmar los “acuerdos desiguales” en ese periodo. Si bien el proceso de modernización chino aun se encuentra inconcluso, en estos momentos los líderes chinos buscan adecuarlo al relativo éxito que han alcanzado en el terreno económico.

China se transforma en una variedad de aspectos y, entre los mas significativos, se encuentra la nueva posición que comienza a asumir en el sistema internacional, en un proceso de expansión económica continua acompañada de una mayor presencia e influencia en algunos organismos internacionales (como su pertenencia al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas o a la Organización de Cooperación de Shanghai), lo que ha generado la preocupación de una variedad de actores en el sistema internacional; otro motivo de preocupación es la nueva presencia de los intereses de China en algunas regiones del mundo.

Un ejemplo que puede condensar las inquietudes anteriores quizá sea el argumento que insiste en establecer una relación causal entre la creciente inversión en recursos económicos, y la consiguiente multiplicación de los intereses de la RPCh en África (y su influencia entre ciertos regímenes como los de Angola o Zambia), con una disminución de la credibilidad de las políticas económicas sugeridas por instituciones como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial en ese continente; creándose, de esta manera, una especie de “competencia” entre la inversión china en el exterior y las propuestas de las instituciones mencionadas.(5)

Desde el punto de vista de la dirigencia de la RPCh, para dar respuesta a este tipo de consignas y “teorías”, y así evitar los conflictos que se desprendan de tales creencias, se debe justificar y dar un contenido a la posición del país en el mundo. Este proceso involucra aspectos tanto materiales y políticos como identitarios: especialmente desde los años noventa, China ha tratado de construir una identidad como gran potencia mundial cuyas preferencias buscan no alterar el statu quo internacional, sino centrarse en su proyecto de modernización. En este trabajo se tratará de describir el proyecto práctico y teórico-discursivo mediante el cuál la RPCh ha tratado de conciliar las especificidades de su proceso de modernización con, desde su punto de vista, lo que podría ser el mejor entorno internacional para lograr sus fines.

En el nivel teórico-discursivo producido por el régimen, podemos referirnos a una incipiente Escuela china de pensamiento internacionalista, como podría definirse, que también forma parte de los proyectos del régimen comunista y que para articularse, de manera mas o menos lógica, ha tenido la necesidad de construir un conjunto de conceptos orientativos, en diferentes momentos: tales como ascenso pacífico o desarrollo pacífico, multipolarización, democratización de las relaciones internacionales y, actualmente, la política de la armonía formulada por el gobierno de Hu Jintao.

Cabe mencionar que esta Escuela china no alcanza a conformar una ideología porque no trata de crear una cosmovisión que explique a la realidad: es sólo un continuum discursivo articulado a través de conceptos coherentes entre sí (o al menos evitando indicios de una contradicción interna), con el fin de justificar una práctica política específica, en este caso diplomática, en favor de un proyecto de inserción en el sistema internacional, el cuál debe responder a la necesidad por una modernización. En cuanto objeto de estudio de la Historia y de la Política la particularidad del proyecto consiste en la búsqueda por generar una identidad china a su alrededor; por Escuela también entendemos a un conjunto de personalidades agrupadas en un determinado espacio de tiempo y la difusión de sus ideas, que si bien son aproximadas, no necesitan converger totalmente o sustentar idénticos puntos de vista.

Actualmente en esta Escuela puede situarse una diversidad de internacionalistas chinos a los que Mark Leonard cataloga, a grandes rasgos, en tres grupos: a) liberales internacionalistas como Qin Yaqing o Shi Yinhong, enfocados en que China desempeñe un papel mas activo en las relaciones internacionales, pero buscando su integración sin alterar el statu quo, inclinándose por la difusión del poder blando a través de la integración regional y el multilateralismo; b) neocomunistas como Yan Xuetong, con una perspectiva mas bien realista, prefiriendo una proyección asertiva del poder de China aunque rechazando su envolvimiento en conflictos a menos de que sea necesario, como el caso de una virtual independencia de Taiwán; c) pragmáticos entre quienes ubica a Wang Jisi, para quienes “la mejor estrategia para China es ser modesta sobre la amplitud de su poder” para así enfocarse en su crecimiento y el desarrollo: el término desarrollo resulta ser “inofensivo, menos agresivo y mucho menos controvertido”. (6)

Resulta clara la necesidad de una mayor profundización en el estudio alrededor de las corrientes de pensamiento que contribuyen a construir a la RPCh contemporánea, con el fin de efectuar, desde el exterior, una aproximación con el mayor rigor posible a estos procesos, evitando recurrir al uso de ciertas etiquetas ideológicas o simplemente reactivas. Como afirma Arif Dirlik, tanto la modernidad, y por consiguiente el proyecto de modernización en China deben ser considerados “...en la confrontación de la historia como un problema; en lugar de su reducción al servicio de uno u otro modo de interpretaciones ideológicas sobre la modernidad”.(7)

Sin embargo durante los últimos años del proceso de reforma, las políticas de desarrollo interno y de socialización internacional que ha instrumentado el régimen comunista en algunas ocasiones han sido calificadas como puramente “pragmáticas”, en tanto un atributo valorativo, concebido particularmente entre ciertos medios académicos y periodísticos de Occidente. Quizá el uso de tal calificativo en realidad trate de usar a algunas decisiones de naturaleza tecnocrática, tomadas durante los años ochenta y el régimen de Jiang Zemin, como la representación totalizadora de un régimen; en este caso el calificar como “pragmática” a una forma de hacer política, en realidad, encierra la intención de no tomar en cuenta la necesaria comprensión de los procesos históricos que han tenido lugar recientemente en China, y en Asia del Este en general, en los que se relacionan temas como la modernización, la condición postcolonial o el eurocentrismo.

El calificativo “pragmático”, en tanto la alusión a una falta de valores y principios, es expresión de la ambigüedad que ha tenido en Occidente la recepción del proceso de modernización instrumentado por la dirigencia de la RPCh, especialmente después de 1992 (a partir del levantamiento a las sanciones económicas debidas a la masacre de Tiananmen); en el uso de dicho calificativo ha sobresalido una intención peyorativa para apreciar lo que se interpretó, en primera instancia, como un abandono de las directrices ideológicas marxistas del régimen con el fin de obtener un conjunto de metas económicas y comerciales concretas, como la adhesión de China a la Organización Mundial de Comercio. Sin embargo nunca ha existido una ruptura definitiva del régimen con la retórica marxista-leninista; por lo contrario, los discursos que han sustentado la necesidad del proceso de reforma también han servido para suplementar a la ortodoxia política. En la actualidad la RPCh sigue contando con un régimen político basado en un sistema de partido político único de orientación leninista, por lo que el Partido Comunista Chino determina la planeación de las políticas y la economía que serán instrumentadas por el Estado, así como la movilización social.

Considerar como puramente “pragmáticos” a los procesos políticos de China, particularmente a la formulación de la política exterior, también se inspiró en una concepción del mundo de tipo eurocéntrica; durante los primeros años de la Posguerra Fría, Occidente tuvo la potestad para asignar una definición determinada a los procesos de transición que tomaban lugar en su periferia, y así desprender el sentido “positivo o negativo” que tomaría el comportamiento de los miembros del sistema internacional tras la bipolaridad. Por su parte, el proceder de China en el sistema internacional fue tomado con reservas, en tanto que se trataba de un país comunista que no había instrumentado una transición política de tipo democrático-liberal simultáneamente a la reforma económica, como lo hicieron la mayoría de los países ex comunistas en Europa. Como respuesta a los rasgos mencionados, frente al proceso de transición chino brotaron temas de discusión como las teorías de “la amenaza de China”, “el conflicto que viene con China” o “el peligro del colapso de China” que proliferaron en la segunda mitad de los años noventa. Sin embargo tales teorías, por lo general, sólo se preocupaban por conflictos generados a partir de problemas coyunturales, como los diferendos comerciales que comenzaban a surgir en la relación sino-estadounidense, el fortalecimiento de China tras la retrocesión de Hong Kong y Macao, la cuestión de Taiwán o las expresiones nacionalistas como las protestas populares tras el bombardeo de la embajada china en Belgrado en 1999: los discursos anteriores no avanzaron mas allá de la discusión teórica o la especulación prospectiva, y no encontraron suficiente evidencia empírica para sustentarse.

De acuerdo a Miles Kahler la adjudicación del calificativo “pragmático” a un caso empírico de relaciones internacionales puede considerarse un “defecto metodológico” derivado de ciertos enfoques neorrealistas, lo cuál puede tener como fin el apropiarse o modificar intencionalmente al objeto de estudio para reforzar ciertas creencias u orientar su comprobación (en este caso en la aproximación a la RPCh):

“Bajo la influencia del neorrealismo, y movimientos intelectuales como el denominado “volver a poner al Estado en el primer plano” (bring the state back in), las relaciones internacionales, mas que otras ciencias sociales, se encontraron dispuestas a atribuir una racionalidad limitada a los Estados y a otros actores internacionales. Normalmente, esta cuestión se abordó a través de un pragmatismo simple: los actores unitarios eran una hipótesis útil hasta que se comprobara que no eran realistas”.(8)

Hacer una puntualización sobre el carácter reduccionista del anterior enfoque neorrealista es necesario debido a su insuficiencia para analizar la naturaleza del discurso diplomático articulado por China durante los últimos años; por lo general razonamientos y conceptualizaciones sobre la trayectoria de modernización y ascenso de China, que serán expresados en términos tan diversos entre sí como “políticas pragmáticas”, “el peligro de China”, el “choque de civilizaciones”, la “nueva diplomacia”, el uso de un concepto como el de “poder blando”, o la inclusión de China en el grupo de los “BRIC”(9), han resultado provisionales para explicar una coyuntura específica. Estos desarrollos discursivos han servido para caracterizar ciertos lapsos en el continuum de un proceso estructurado tanto por decisiones tecnocráticas como por una transformación gradual de las prácticas diplomáticas instrumentadas por la dirigencia de la RPCh. En dicho proceso también ha tenido relevancia la generación de nuevas identidades e intereses políticos, pero sin abandonar la naturaleza leninista del Estado: un proceso histórico que sobrepasa a una racionalidad puramente pragmática.

Por otra parte, algunas decisiones instrumentadas por la RPCh incluso han significado mas retrocesos que un avance. Un ejemplo de estos retrocesos resulta ser el deterioro ambiental en la China actual y su relación con el déficit energético que enfrenta ese país, a lo que el régimen comunista ha respondido con un nuevo programa político e institucional: el denominado “concepto de desarrollo científico”.

Hasta el momento el proceso de modernización inacabado ha tenido consecuencias tanto internas como externas a China. En la presente investigación se mantiene que, en la actualidad, la síntesis del proceso anterior consiste en una creciente integración de los objetivos de las políticas internas y las políticas externas del país, algo que Deng Xiaoping había vislumbrado desde su discurso sobre la política de paz y desarrollo en los años ochenta: ésta integración se ha convertido en una de las políticas cardinales del régimen de Hu Jintao, caracterizadas a partir de 2003 de manera sucesiva mediante términos como “el ascenso pacífico”, “el desarrollo pacífico”, “la sociedad armoniosa” y “el mundo armonioso”.

El cambio cognitivo en Occidente frente al proceso de modernización no es consecuencia sólo de las transformaciones internas en la RPCh, o de la necesaria cooperación de este país en coyunturas como la “guerra antiterrorista” estadounidense, sino a que el proyecto de reforma ha conseguido uno de sus objetivos estructurales: desde una perspectiva constructivista, la creciente vinculación e interdependencia recíproca entre los procesos políticos internos de China con el sistema internacional en su conjunto. De la misma manera, el proceso histórico mediante el cual China ha tratado de crear una imagen para sí misma, y de presentar una imagen al mundo exterior es un problema que ha pertenecido al proceso de modernización desde su origen, y puede remitirse hasta su enfrentamiento con las potencias europeas que intervinieron en el Imperio Qing durante el siglo XIX; este es un problema viejo y actual para el régimen chino:

“La mas grande amenaza estratégica para el régimen actual hoy en día es su imagen nacional. A corto plazo el país no se ve amenazado por una invasión. Las cuestiones estratégicas mas importantes, retos tan diversos como un crecimiento económico sostenible o la amenaza de la independencia de Taiwán, tienen una conexión compartida con la imagen nacional de China (guojia xingxiang)”... “La forma en que China sea percibida por otras naciones, y la subyacente realidad que refleja esa percepción, determinará el futuro del desarrollo y la reforma en China”.(10)

Como afirma Shih Chih-Yu, la cuestión de cómo representar a la RPCh frente a un mundo intranquilo frente su ascenso ha sido “un asunto de identidad política mas que una consideración científica del poder material de China”.(11)

En esta investigación se buscará describir la relación entre el proceso de modernización de la RPCh y su política exterior durante los tres periodos diferenciados de gobierno que se han sucedido en ese país desde 1978 hasta la actualidad. Durante este espacio de tiempo puede observarse una evolución constante en el discurso de la política exterior de la RPCh, y específicamente un cambio en las aproximaciones de China a las políticas bilaterales, especialmente en relación con los países considerados como “potencias mundiales” tras la fin de la Guerra Fría. Uno de los elementos relevantes en la evolución del bilateralismo chino durante este tiempo ha sido la particular experiencia de la RPCh en la instrumentación de los mecanismos denominados como “asociaciones estratégicas”.

Con fines metodológicos el proceso de la construcción de la política exterior post maoísta puede dividirse en tres periodos, aunque en la realidad sea difícil temporalizar un proceso político de manera definitiva: el primero entre 1978-1992, corresponde al periodo de liderazgo de Deng Xiaoping; el segundo entre 1992-2002 corresponde al periodo de gobierno de Jiang Zemin; el tercer periodo iniciado en 2002 hasta la fecha corresponde al periodo de gobierno de Hu Jintao.

2. La política exterior como instrumento para el desarrollo durante el periodo de Deng Xiaoping (1978-1992): el “socialismo con características chinas” y la política de paz y desarrollo

Durante los años ochenta la dirigencia de la RPCh comenzó a articular una política exterior que paulatinamente modificó la estructura de balances de poder basada en el denominado “triángulo estratégico”, resultante de la aproximación sino-estadounidense iniciada en 1972. La estructura del triángulo estratégico determinó el desarrollo de la Guerra Fría durante los años setenta y se basó en una alineación diplomática entre China y Estados Unidos en contra de los proyectos soviéticos por extender su influencia en Asia, como en el caso de la oposición china a la invasión de Vietnam contra Camboya, que culminó con una breve guerra sino-vietnamita en 1979.(12)

A partir de 1978 la nueva dirigencia encabezada por Deng Xiaoping comenzó a instrumentar una política exterior que aspiraba a ser coherente con los planes de modernización que la RPCh necesitaba en ese momento, tratando de distanciarse de su papel ideológico y en ocasiones conflictivo de la época maoista; la nueva política exterior debía trazarse de una manera independiente al triángulo estratégico y en favor de la modernización económica y tecnológica del país, para lo cuál debía iniciarse una apertura hacia el exterior, buscando la participación de los extranjeros que contaran con los avances técnicos y en materia de gestión necesitados por la RPCh.

Para consolidar su proyecto, en 1979 Deng anunció que existiría una continuidad con el legado de Mao Zedong, al menos en el discurso, a través de lo que denominó los “Cuatro Principios Cardinales”.(13) Mantener estos “principios” sirvió para instrumentar las primeras fases de la reforma evitando la oposición de los marxistas ortodoxos y así dotar al país de la tranquilidad política y social necesaria, al mismo tiempo que reconocía la importancia de una continuación con la estructura de poder vertical del PCCh.

Deng relacionó la realidad política del régimen comunista con su proyecto de reforma a través del concepto “Socialismo con Características Chinas”, aparecido primeramente en un discurso en 1983. Para Xing y Simons, este concepto tiene implicaciones nacionalistas puesto que Deng reclamaba una cierta excepcionalidad china, en base a las características históricas y culturales del país, para justificar la aplicación de algunos elementos de la economía del mercado en un sistema centralizado (realizados en unas limitadas Zonas Económicas Especiales); el proyecto de Deng implicó un acto de transformación de la realidad a través del discurso (cercano al “voluntarismo” en el pensamiento de Mao)(14), lo que evoca al concepto confuciano de la rectificación de los nombres o zheng ming (y que algunos autores pueden denominar informalmente como la “creatividad confuciana”).(15)

“Para Confucio cada nombre (por ejemplo eslóganes, conjuntos de frases, muletillas populares) contiene en sí mismo un concepto y un comportamiento. Los nombres formulados por el gobernante y propagados por el gobierno producían una rectificación del orden moral y una nueva forma pensamiento. A través de la práctica de zheng ming un nuevo conjunto de normas sociales eran prescritas y se instrumentaban nuevas políticas y acciones”.(16)

Para Sean Golden el concepto de zheng ming también implica la necesidad de establecer un “consenso ideológico” entre los niveles macro sociales correspondientes a la vida cívica y los micro sociales pertenecientes al nivel de las relaciones familiares o afectivas, a lo que se podría añadir: “una extensión hacia las relaciones internacionales y la política exterior”.(17)

El gobierno de Deng dotó a China de sus primeros años de estabilidad política en muchas décadas y a mediados de los años ochenta se evidenció la necesidad de crear un discurso que relacionara a la modernización con una relación pacífica de China con el mundo exterior: el primer discurso de este tipo fue la denominada política de paz y desarrollo o heping yu fazhan, que comenzaría a ser difundido a partir de 1984 aproximadamente; adicionalmente a la estabilidad interna en China, el gobierno comenzó a observar los síntomas de una disminución de tensiones en el sistema bipolar, especialmente tras el nombramiento del Mijail Gorbachov como Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética y las primeras muestras de apertura de la nueva dirigencia soviética hacia el gobierno de Ronald Reagan.

De acuerdo a Michael Yahuda, para explicar la política de paz y desarrollo en términos marxistas, Deng argumentaba que el conflicto militar Este-Oeste estaba relacionado con las relaciones económicas Norte-Sur. Los problemas en una relación de poder entre dos regiones podían interferir en la otra relación. Deng establecía que los países del Norte necesitaban mercados y los del Sur tecnología avanzada, por lo que podían ser compatibles y China podría tener una función especial en estas relaciones: pero el desarrollo de la cooperación sólo podía obtenerse en un entorno internacional pacífico, por lo que China debería ser un factor de estabilidad, al mismo tiempo que conseguía desarrollarse. Aceptar tecnología de los países capitalistas en las ZEE no significaba una contradicción con el marxismo puesto que el intercambio no era ideológico.(18) En 1985 Deng declaraba en un discurso pronunciado ante la Comisión Central Militar del PCCh:

“China necesita concentrar todas sus fuerzas en la construcción económica y convertirse en una potencia socialista moderna. Nos hace falta un ambiente internacional de paz y estamos esforzándonos por crearlo y defenderlo. La construcción económica es un asunto de importancia vital en nuestro país, al cual debe supeditarse todo lo demás”.(19)

La apertura económica provocaba que las preferencias de la política exterior china transmutaran de las preocupaciones ideológicas del maoísmo hacia una proliferación de políticas de cooperación con el exterior en la que sobresalía la diplomacia económica - jingji weijiao - (en la ciencia y tecnología, la educación, el comercio, la transferencia de tecnología o las ciencias de la información); para responder a estos cambios, la gestión de la política exterior del régimen comenzó a necesitar de mayores medidas de coordinación y delegación de autoridad, sobrepasando la capacidad de la reducida elite revolucionaria que tradicionalmente se había encargado de estos asuntos: como resultado, las funciones de la gestión burocrática en el campo diplomático paulatinamente fueron transferidas desde el Comité Central del PCCh y el Ministerio de Defensa hacia el Consejo de Estado, entonces encabezado por el Primer Ministro Zhao Ziyang, reduciendo la autonomía de funciones del PCCh y el Ejército Popular de Liberación (EPL) en la materia.(20)

Durante el final de la década de los ochenta, algunos analistas chinos comenzaron a vislumbrar una erosión en la bipolaridad, dadas las conversaciones sobre paz y desarme desarrolladas en ese momento, al tiempo que previeron una oportunidad para el desarrollo de nuevos centros de poder en la periferia de los dos hegemones ideológicos (aunque en ese tiempo de ninguna forma vaticinaron una posible desaparición de la URSS). Consultando a analistas como Peng Li y Zheng Bijian, en una investigación de campo realizada en 1988, los académicos Banning Garret y Bonnie S. Glaser resumieron ésta nueva visión de los intelectuales chinos en cinco aspectos: 1) Las superpotencias han fallado en sus esfuerzos por extender su hegemonía global, especialmente en el caso del malogrado proyecto soviético de expandir su presencia en el Tercer Mundo a finales de los setenta (en Vietnam o Afganistán); 2) El fracaso de ambas superpotencias por nulificarse y ganar la carrera nuclear; 3) La creciente comprensión en Estados Unidos, la URSS y otras naciones en un declive del poder militar como una herramienta de la política exterior; 4) Las dificultades económicas internas de las superpotencias les habían quitado recursos para continuar ampliando su capacidad militar, obligándolas a hacer aproximaciones recíprocas para conversar sobre el desarme e impulsar una agenda de “reforma y reajuste” en lo económico; 5) Se observó un declive del poder económico y político de las superpotencias en comparación a otros centros de poder (como Asia Pacífico o la Comunidad Económica Europea) en un tiempo de importancia creciente de la fortaleza económico tecnológica, y una disminución de los factores militares y estratégicos como determinantes esenciales del poder nacional y su relación con su posición global.(21)

Un elemento relevante en estos análisis fue la importancia que tendría el desarrollo tecnológico “....acelerando el camino hacia una multipolaridad”... “el desarrollo de la nueva tecnología probablemente será decisivo en la competitividad de una nación y por ello en su relativo posicionamiento de poder económico y político en el siglo XXI”.(22) El declive del sistema de balances era una condición objetiva que obligaba al régimen a profundizar en la reforma.(23) Un entorno bipolar menos agresivo, acompañado de los procesos de interdependencia global, podía dar a la RPCh la oportunidad para fomentar un ambiente internacional propicio para obtener sus primeros objetivos de desarrollo y modernización tecnológica; justamente durante este tiempo comenzó a aparecer en el discurso de la dirigencia el término “multipolaridad” (duojihua), un concepto que se volvería cardinal para orientar las estrategias de socialización internacional que impulsaría China durante los años noventa.(24)

Como evidencia práctica de los planteamientos teóricos anteriores, al final de los años ochenta el gobierno soviético inició una clara aproximación hacia China, considerando que los criterios que le llevaban a establecer el diálogo sobre desarme con los Estados Unidos podrían aplicarse en una reanudación de relaciones con la RPCh; de esta forma se inició un proceso de acercamiento con el fin de alcanzar la normalización. Si bien los soviéticos se negaron en tomar en cuenta tres reclamaciones básicas del gobierno chino (el retiro de las tropas soviéticas establecidas en la frontera con Manchuria, el retiro soviético de Afganistán, así como el fin de la intervención de Vietnam en Camboya), el régimen de Gorbachov ofreció unilateralmente muestras de buena voluntad como el retiro de algunas tropas fronterizas, levantó algunas restricciones al comercio inter fronterizo, sugirió reanudar la colaboración tecnológica sino-soviética para modernizar “algunas industrias chinas envejecidas”, y ofreció lo que entonces se denominó como una “asociación estratégica”.(25)

La normalización de las relaciones sino-soviéticas inició simbólicamente tras la visita de Gorbachov a Pekín en mayo de 1989, estableciéndose una mesa para la negociación de las límites fronterizos en Siberia Oriental e iniciando un conjunto de medidas para la construcción de la confianza en el área militar; en reciprocidad el gobierno de Deng inició una política de “buena vecindad” (muling zhence) con la URSS.(26) Sin embargo la propuesta soviética para iniciar un vínculo asociativo no prosperó debido a las crisis políticas derivadas tanto de la represión de Tiananmen como de los casi simultáneos cambios de régimen en Europa del Este ocurridos a finales de 1989: tras lo anterior el gobierno chino comenzó a visualizar a las reformas soviéticas como una amenaza política e ideológica para el régimen de la RPCh y procuró aislarse tanto de la URSS como de Occidente a causa de las sanciones internacionales impuestas para castigar a la represión; en la política interna se consolidaba el poder del Primer Ministro conservador Li Peng; en junio de ese año Jiang Zemin era elegido Secretario General del PCCh.

3. El gobierno de Jiang Zemin y la política exterior (1992-2002): nuevos elementos conceptuales y la construcción de una identidad como Gran Potencia

El periodo que va de 1990 a 1992 se caracterizó por un aislamiento asumido como temporal por el régimen comunista, tanto por el temor a que los movimientos de transición política de Europa del Este se presentaran en la RPCh, como por las sanciones económicas derivadas de la masacre de Tiananmen. Durante este periodo el régimen se comportó de manera disciplinada a la concepción de Deng de “mantener un perfil bajo” en las relaciones internacionales (taoguang yanghui - literalmente “ocultar el brillo, alimentar lo oscuro”-) actuando de acuerdo a los recursos y limitaciones del régimen comunista; pero, no obstante el aislamiento, el régimen adaptó la continuidad de la política de paz y desarrollo en el nuevo entorno, siendo una constante el subrayar la necesaria relación entre el proyecto de modernización con la política exterior, como lo demuestran declaraciones del Ministro de Relaciones Exteriores Qian Qichen realizadas en 1990:

“La política exterior es la extensión de las políticas domésticas de China. En tanto que en los próximos dos o tres años China rectificará su orden económico, mejorará su ambiente económico y profundizará mas sus reformas económicas en un esfuerzo por alcanzar el desarrollo económico de una manera sostenible, estable y coordinada, la primera tarea de China en la esfera diplomática es crear un ambiente internacional estable, pacífico y favorable para salvaguardar sus intereses nacionales y la seguridad estatal”.(27)

De la misma manera el concepto de multipolaridad fue introducido en el discurso oficial por Deng Xiaoping en 1990, y se agregó formalmente a la línea de actividades del Secretario General del PCCh Jiang Zemin correspondiente al 14to Congreso del PCCh en 1992; un desarrollo discursivo similar fue el la idea de una multipolarización del orden mundial o duojihua de shijie.(28)

En 1992 las sanciones económicas comenzaron a levantarse, principalmente por el interés de los inversionistas extranjeros en el éxito económico que se vislumbraba en los experimentos de las ZEE, una idea que se reforzó simbólicamente mediante el histórico “viaje al sur” realizado por Deng durante enero y febrero de ese año.(29) Pero conforme las sanciones por la represión de 1989 se levantaban, el régimen comunista se enfrentó con el nuevo entorno internacional producido por el triunfo estadounidense en la Guerra del Golfo. De acuerdo a Avery Goldstein las consecuencias para China pueden dividirse en tres factores:

1.- La desaparición de la URSS en 1991 hizo que las preocupaciones del régimen se centraran en el mantenimiento de la unidad territorial y la estabilidad política interna.

2.- No obstante que ninguna potencia amenazaba la integridad territorial, sí habían aumentado las disputas fronterizas en la periferia china; entre estos conflictos sobresalían la falta de un estatus legal para buena parte de la línea fronteriza compartida con las nuevas repúblicas independientes de Asia central (la frontera china en esa región se había transformado en cuatro secciones diferentes); la disputa con varios países del Sureste de Asia por la islas Spratly, un territorio de islotes situado Mar del Sur de China, entre las costas de Vietnam y Filipinas, en el que se mezclaban sentimientos nacionalistas y las perspectivas por encontrar energéticos; hacia mediados de la década de los noventa por el temor de China a que Taiwán iniciara un proceso de independencia de jure.

3.- El fin de la bipolaridad y los recientes triunfos ideológicos y militares de Estados Unidos habían dado lugar a una nueva era de unipolaridad y hegemonía estadounidense, algo confirmado en los proyectos de expansión de la OTAN o en las intervenciones humanitarias en Somalia y Kosovo.(30)

Ante un panorama hostil, el régimen efectuó una modificación a la política de Deng de paz y desarrollo, ahora teniendo como prioridad el evitar alguna confrontación con sus vecinos o con la nueva potencia unipolar: además de la cooperación extranjera en la modernización, se buscaba que el rápido progreso del proceso de reforma no tuviera una mala recepción entre Occidente y el gobierno de Jiang ofreció la política de “buena vecindad” a los miembros de la ASEAN.

Las respuestas de la RPCh al denominado “momento unipolar” produjeron la necesidad de cambios profundos en la política exterior, tanto de naturaleza institucional como conceptual, modificaciones que coincidieron con el relevo generacional de la dirigencia de la RPCh a efectuarse durante el XV Congreso del PCCh en 1997: esto significa el cambio político entre la denominada “segunda generación de líderes” revolucionarios por la “tercera generación de líderes”, funcionarios del Partido que no habían conseguido el poder por medio de las armas, y en muchos casos con formación universitaria en alguna Ingeniería, como Jiang Zemin.(31) Uno de los objetivos principales de esta modificación fue el temor a que el poder estadounidense instrumentara una política de contención contra el proceso de modernización chino.

En los meses previos a XV Congreso, la diplomacia china comenzó a instrumentar las directrices de la nueva política exterior, en las que va a resaltar una definición mas clara de las políticas bilateral y multilateral del régimen; en primer lugar una política multilateral era algo novedoso pues durante el maoísmo los órganos de este tipo habían sido considerados instrumentos de dominación al servicio de alguna de las potencias, pero el mayor desarrollo de conceptos e instrumentos se orientó al bilateralismo. Las incipientes prácticas multilaterales de China se realizaron a través de participación de China en el Encuentro Asia Europa, creado en 1996 o mediante la conformación del Grupo ASEAN + 3 en 1997.

Por otra parte tres elementos van a resaltar en la nueva política bilateral: uno de tipo teórico-conceptual, uno de naturaleza identitaria y un nuevo elemento asociativo orientado a la cooperación bilateral mediante la creación de vínculos informales denominados como asociaciones estratégicas, las cuáles se encargarían de materializar institucionalmente al discurso multipolar.(32)

3.1 Un elemento teórico conceptual: El nuevo concepto de seguridad (NCS)

EL NCS fue formulado por especialistas chinos en relaciones internacionales (entre otros Yan Xuetong) a mediados de la década de los noventa e introducido formalmente en la escena internacional por el Ministro de Relaciones Exteriores Qian Qichen durante la reunión del VI Foro Regional Asiático (ARF, por sus siglas en inglés) en junio de 1997. En realidad el NCS trataba de asimilar al contexto chino las formulaciones de conceptos de cooperativa o comprensiva, desarrollados previamente como referentes de un contexto se seguridad deseable para la Posguerra Fría. Los cuatro aspectos del NCS expuestos por Qian fueron:

1. Los sistemas de seguridad basados en las alianzas militares o la carrera armamentista se habían vuelto insuficientes para conservar la paz.

2. Las relaciones entre los estados debían basarse en los cinco principios de la coexistencia pacífica.

3. La economía internacional debía convertirse en una base para la seguridad. regional y global, en el marco del beneficio mutuo y las prácticas entre iguales.

4. Todos los países deberían crear mecanismos de consulta y cooperación en el área de la seguridad.(33)

El NCS fue adoptado oficialmente tanto por el EPL como por el Consejo de Estado en 1998, teniendo como base a los cinco principios de coexistencia pacífica.(34) Una aportación significativa del NCS fue el relacionar a la seguridad con el desarrollo económico bajo el concepto de la seguridad comprensiva: el crear intereses compartidos y los consensos para la solución de los problemas, se podía establecer un punto de partida para el establecimiento de un sistema de seguridad efectivo.(35) La RPCh tuvo la oportunidad de demostrar su discurso en la realidad durante la crisis financiera que asoló al Sureste de Asia en 1997 al no devaluar su moneda.

3.2 Un elemento de naturaleza histórico-identitaria: La política de “relaciones entre grandes potencias”.

Las preocupaciones de China sobre sus relaciones con los países considerados como potencias tienen una raíz histórica relacionada con su debilidad tecnológica frente a las potencias coloniales del siglo XIX. El origen mismo de un proyecto de modernización se encuentra en las derrotas del Imperio Qing en las Guerras del Opio y en el fracasado proyecto de reforma de la Restauración del Emperador Tongzhi (1864-1874). Con la dominación europea impuesta a través de los tratados desiguales la cultura política tradicional de China tuvo que enfrentarse con algo novedoso: la existencia de un orden político internacional y la presencia de un conjunto de potencias que podían aplicar sus sistemas jurídicos en los Estados mas débiles. Tradicionalmente la concepción china sobre un entorno internacional residía en relaciones de sometimiento y aceptación de su autoridad por parte de países mas pequeños como Corea o Vietnam y la sumisión de los pueblos nómadas de Asia central. El tratamiento de estas relaciones era de tipo ritualístico: el reino que aceptaba someterse al Emperador recibía un conjunto de regalos de manera simbólica, una tradición iniciada en la Dinastía Han y que se conoció como sistema tributario y que durante la Dinastía Qing fue conducido por el Ministerio de Ritos, por lo menos hasta 1861.

Siguiendo con el proyecto de una diplomacia que buscaba atraer la inversión externa para el desarrollo, el gobierno de Jiang Zemin consideró necesario conformar una política de aproximación de China hacia los países considerados como “grandes potencias”: el régimen comunista buscaba establecer una relación cooperativa en igualdad con los socios extranjeros presentes en las ZEE a partir de la nueva política bilateral, y para ello debía elevar la condición de China a la condición de gran potencia. Durante los periodos previos de su historia, la RPCh había instrumentado políticas orientadas hacia hegemones o países capitalistas, comunistas y tercermundistas, pero nunca una política específica de “relaciones entre grandes potencias” (daguo guanxi). Lo mas aproximado había sido una categoría de análisis denominada “diplomacia hacia las grandes potencias” (dui daguo weijiao), en la que China se asumía como un país del Tercer Mundo estableciendo una relación con los grandes poderes.(36)

Debido al contexto de tensiones provocadas por el avance del ascenso chino, la nueva política de “relaciones entre grandes potencias” debió realizarse de manera indirecta: es decir, China trató de adoptar una identidad como potencia estableciendo relaciones bilaterales, en lugar de hacer una declaración oficial sobre su nueva condición; sin embargo el cambio de identidad fue llevado a cabo no sin cierta renuencia en el mismo régimen, pero era necesario desde el punto de vista del gobierno dado que podría crearse una contradicción entre la estabilidad interna frente a un entorno conflictivo en el exterior: “Al enfatizar que China tiene muchas cosas en común con otros poderes mundiales, de hecho indica que es una de ellos”.(37)

3.3 Un elemento asociativo: las asociaciones estratégicas y la instrumentación del discurso multipolar

La política de paz y desarrollo de Deng había elaborado un modelo cooperativo, en el que diferentes potencias extranjeras podrían involucrarse materialmente en el proceso de reforma gracias a un sistema internacional estable; pero debido al contexto a mediados de los años noventa el gobierno de Jiang Zemin debió formular una propia versión de la multipolaridad: en este caso subrayando la cooperación entre varias potencias para frenar la hegemonía de una sola, pero sin establecer una alianza formal entre ellas, sino todavía recurriendo al moralismo o al victimismo como un arma diplomática preferible antes de la confrontación directa (tal como se demostró tras el bombardeo de la Embajada de la RPCh en Belgrado por las fuerzas de la OTAN en 1999).(38)

El temor ante una posible contención estadounidense provocó que el gobierno de Jiang prefiriera apoyarse en el discurso multipolar y la difusión del bilateralismo, en lugar de extender las prácticas multilaterales. Es claro que las asociaciones estratégicas de la RPCh fueron a una reacción a los movimientos militarmente estratégicos que tenían lugar en Europa como en el caso del proceso de ampliación de la OTAN; pero siendo coherente con la consolidación del nuevo liderazgo durante los preparativos del XV Congreso del PCCh, el régimen articuló un discurso que presentara a la nueva política como una auténtica innovación. Debido a la política exterior independiente y de no alineación practicada desde los años ochenta (como parte de su ruptura con el “triángulo estratégico” de los setenta), China consideró que sus preferencias consistirían en unirse a socios y no a aliados militares. Esta experiencia va a determinar las particularidades de una asociación estratégica de la RPCh; de acuerdo a Yong Deng: “La caracterización señala por ello la voluntad política del socio para reconocer la legitimidad del ascenso de China, para tratar temas en los que existan desacuerdos con el fin de mejorar la relación bilateral en su totalidad y para realzar la coordinación en promover las preferencias que tengan en común en la ámbito internacional. Sin embargo, en realidad cada una de estas relaciones bilaterales han tenido sus propias dificultades y límites, así como su distintivo conjunto de dinámicas”.(39) No existe una definición formal de una asociación estratégica formulada por la RPCh, aunque en el caso de China los requerimientos para su instrumentación obedecen a su carácter político y su naturaleza estratégica se deriva de su contenido temporal, pensado a largo plazo, con el fin de apoyar un proyecto histórico mas amplio, en el caso de China su proceso de modernización.(40)

Para Klimenko pueden identificarse algunos elementos comunes a los que aspiran las asociaciones estratégicas instrumentadas por la RPCh:

a) Establecer intereses compartidos entre los asociados para realizar un cooperación de beneficio mutuo y rechazando las prácticas discriminatorias entre ellos.

b) Las relaciones de beneficio mutuo buscan crear los incentivos para mantener la cooperación en las relaciones tanto intergubernamentales como entre entidades privadas.

c) La relación debe contar con objetivos a largo plazo, por lo que la asociación estratégica debe ser diseñada pensando en términos de décadas, derivada de una visión a largo plazo que forma parte del proceso de modernización. “La estrategia consiste, pues, en un plan o guía que orienta al Estado en sus relaciones externas a partir del análisis concienzudo del sistema internacional y el orden imperante, con la característica inherente a la práctica que realizará ese Estado desde el presente hacia el futuro”.(41)

d) Los socios deben ser receptivos ante los intereses y necesidades del otro.

e) La asociación estratégica debe ser útil para dar efecto a un acuerdo marco de la relación bilateral.

f) Las obligaciones entre los socios deben basarse en criterios como la disciplina, la consistencia, y la predictibilidad.(42)

Para la RPCh sus asociaciones estratégicas en lo general son parte de un proceso político, y los instrumentos de la ley blanda pertenecientes del derecho internacional usados en su instrumentación dependen de la voluntad política del Estado (como las declaraciones conjuntas y los acuerdos internacionales). Estos acuerdos y declaraciones conjuntas varían dependiendo de las relaciones que China ha mantenido históricamente con su interlocutor (existe un contraste notorio entre las asociaciones establecidas con la Federación Rusa y la establecida - desde el punto de vista chino - con los Estados Unidos), y la RPCh puede considerar como iniciada a una asociación a partir de la existencia de alguno de los mecanismos de ley blanda anteriores; así la asociación se constituye sobre varios elementos políticos:

“construir una relación bilateral estable sin que se amenace a algún tercero; promover las relaciones económicas de manera extensiva; evitar desacuerdos sobre política doméstica con el fin de trabajar de manera conjunta en cuestiones de política internacional; hacer visitas oficiales de rutina especialmente encuentros entre autoridades militares y entre gobernantes de alto nivel...”.(43)

Sin embargo el carácter político de la asociación, y su correspondencia con los procesos internos de la RPCh, crea cierta ambigüedad para la identificación de su punto de partida formal en algunos casos: desde el punto de vista de la RPCh ello depende de la voluntad política y del momento coyuntural, aunque dicho criterio no siempre sea compartido por ambas partes; igualmente no existe un procedimiento formal para que la RPCh dé por terminada a la relación asociativa en caso de algún conflicto entre los socios, aunque hasta el momento no ha existido un antecedente de esta naturaleza. Por lo contrario, en su discurso diplomático China ha mantenido la tendencia de mantener a sus asociaciones estratégicas, como en los casos de la Unión Europea o Estados Unidos, como herramientas a las cuáles recurrir en caso de que sus intereses se vean amenazados: la asociación estratégica es asumida como una prueba efectiva de los beneficios mutuos de la relación, lo cuál puede verse afectado en caso de que Pekín considere que su socio mantiene un comportamiento inconsistente con los objetivos, de la asociación (como en el caso de las críticas sobre la situación de los derechos humanos en ese país).

Para los analistas chinos durante los años ochenta la construcción de un mundo multipolar se encontraba en una etapa apenas embrionaria, pero aparecía con claridad que la distribución del poder mundial se establecería a partir de una “competición del poder nacional comprensivo” (zhonghe guoli de jiaoliang) o PNC generado por los distintos Estados. Manteniendo una coherencia en la política de paz y desarrollo, el régimen consideraba que el “poder nacional comprensivo” se tendría que apoyar en el desarrollo económico y en el progreso tecnológico, y las asociaciones estratégicas podrían convertirse en instrumentos para la competición mundial; dicha área de competición también era considerada estratégica para el desarrollo a largo plazo, y, como hemos visto, la RPCh necesitaría la colaboración de otros países en el proceso: “El PNC desarrollado durante la década de los ochenta es “un concepto multidimensional” mediante el cuál los analistas estratégicos y los políticos chinos “definen, miden, evalúan y predicen” el PNC de China en relación con otros países sobre los siguientes 10 o 20 años”.(44)

Durante el gobierno de Jiang Zemin la labor para la construcción de las fuerzas productivas en general, y en particular la elaboración del “poder nacional comprensivo”, quedó sometida oficialmente a la dirección del PCCh a través de la aportación original de este periodo de gobierno a la continuidad del proyecto de modernización: la denominada “Teoría de las Tres Representaciones” o Pensamiento de Jiang Zemin, introducida al discurso gubernamental en febrero del año 2000.

De acuerdo al Presidente Jiang, el PCCh representa y es garante de: a) las demandas por el desarrollo de las fuerzas productivas; b) la vanguardia en la dirección de la cultura mas avanzada de China (en alusión a las influencias del extranjero que son reinterpretadas y asimiladas a la conveniencia del régimen); c) la protección de los intereses del pueblo chino (manteniendo una continuidad con el pensamiento maoísta). Es claro que la aportación de Jiang buscaba un fortalecimiento de la autoridad del Partido frente a otro tipo de instancias de poder, particularmente los nuevos sectores económicos privados, reafirmando la autoridad del PCCh en la rectoría del proyecto de reforma, y buscando en ello un elemento de continuidad con la teoría marxista-leninista, en el caso de la autoridad del Partido-Estado, y el pensamiento de Deng Xiaoping en lo referente al “socialismo con características chinas”.

La Teoría de gobierno de Jiang Zemin fue incorporada en la Constitución de la RPCh durante el 16 Congreso del PCCh en 2003: “Estratégicamente, esta ha demostrado ser un vehículo retórico a través del cuál ha cambiado la dirección del Partido pasando de ser un guardián ideológico para convertirse en una institución orientada al servicios público, con la prosperidad económica como su meta primaria”.(45) En el rubro de la política exterior, la Teoría de Jiang Zemin reafirmó “...el continuar con un “rumbo de desarrollo” que sería basado en la “asociación estratégica” con Occidente”.(46) De esta forma los antiguos rivales ideológicos podrían convertirse en los “socios estratégicos” de la RPCh.

4. La relación entre la política interna y la política exterior durante el gobierno de Hu Jintao (2002-): la construcción de un mundo armonioso y el concepto de desarrollo científico

El XVI Congreso del PCCh realizado en noviembre de 2002 concluyó con la elección de un nuevo liderazgo de una manera altamente institucionalizada en comparación a los Congresos realizados anteriormente, teniendo como resultado el nombramiento de Hu Jintao como Presidente del Partido, quien posteriormente asumió el cargo como Presidente de la RPCh en marzo de 2003.

De acuerdo a Harry Lai, la nueva Presidencia se caracterizó por dos rasgos innovadores en la formulación de la política exterior, además de un rasgo de continuidad respecto al gobierno de Jiang Zemin; como hemos visto cambio y continuidad han sido dinámicas complementarias en la construcción de la política exterior de la RPCh durante la Posguerra Fría:

a) El Presidente Hu se convirtió en el líder principal en la realización de la política exterior, dirigiendo a los grupos de elite encargados de la labor burocrática, y constituyéndose en un “primero entre iguales” del nuevo liderazgo. El ex Presidente Jiang influyó en la nuevo dirigencia hasta septiembre de 2004, cuando renunció al único cargo que conservaba en el Politburó como Presidente de la Comisión Central Militar del PCCh. La influencia de Jiang fue permitida como una muestra de respeto al ex Presidente y al grupo político que encabezaba (el llamado Grupo de Shanghai, cuyos miembros paulatinamente han perdido sus posiciones en la nomenclatura), y específicamente en el tema de la política exterior su opinión se exteriorizó durante el debate realizado en 2004 en lo concerniente al uso del término “ascenso pacífico” (Jiang estaba en desacuerdo con este término), y la instrumentación del discurso sobre el “desarrollo pacífico” de China.

b) En primera instancia el Presidente Hu comenzó a mostrar un estilo personal distinto al de sus antecesores en materia de política exterior, siendo aparentemente mas “pro activo y pragmático”, pero mostrando una mayor atención a los procedimientos institucionales y formales.

c) Como continuidad, la política exterior china ha seguido la tendencia de incorporar a una multitud de actores políticos nuevos en su formulación, e “incrementando procesos más difusos”.(47)

El tratamiento procedente o no sobre el uso de los términos ascenso/desarrollo pacífico y el “mundo armonioso” ofreció la oportunidad de observar la asistencia de diversos sectores políticos y académicos chinos al debate, quienes expresaron una opinión participativa en asuntos políticos pocas veces sometidos a discusión en otros países: en este caso la construcción de un proyecto de política exterior para un periodo de gobierno.

Lo trascendente en este caso no es únicamente la ruta ideológica que ha tomado el discurso (como la discusión sobre la falsa dicotomía entre los conceptos modernización/discurso marxista frente a la “cultura tradicional”), sino también el entero proceso político de discusiones y debates que ha ocupado un lugar central entre la elite:

“En este sentido, el debate no es solamente sobre una utopía china, también es parte de una lucha política intra partidista, primeramente para el liderazgo posterior a Deng Xiaoping, ahora para el liderazgo posterior a Jiang Zemin. En otras palabras el discurso sobre la Gran Armonía ahora define las metas no sólo de la RPCh, sino también del PCCh”.(48)

Es decir, el proceso de discusiones anterior es resultado de la lucha política entre los grupos pertenecientes a la nueva dirigencia, comenzando a formar su propio discurso, y la anterior elite del periodo de Jiang Zemin: un proceso nuevo, entre varios que el régimen comunista ha formulado para dar un contenido al proceso de modernización.

4.1 Los discursos sobre el ascenso pacífico, el desarrollo pacífico y el mundo armonioso

El proyecto de Hu Jintao en política exterior se puede generalizar en dos aspectos: por un lado en la elaboración del discurso para llevar a cabo una nueva etapa del proyecto que ha tratado de asociar a la modernización con la socialización internacional de China; por otro lado, alcanzar un nivel mayor en la institucionalización de los procesos de la política exterior de la RPCh

Uno de los virajes sustanciales que comenzaron a apreciarse en la política exterior instrumentada por el gobierno de Hu Jintao fue un paulatino alejamiento de la doctrina de Deng Xioping en lo referente a mantener un “perfil bajo” en las relaciones internacionales. Las herramientas de inserción formuladas por el nuevo gobierno se orientaron a un reconocimiento explícito de los planes de China para asumirse como una potencia mundial, aunque en primera instancia se debió llevar a cabo un debate al interior de la clase política e intelectual del régimen para perfeccionar un discurso adecuado: los líderes chinos han comenzado a mostrarse abiertamente como los líderes de una potencia mundial en ciernes, pero al tratarse de un proceso inédito en la historia del régimen comunista, se eligió con cuidado la retórica a través de la cuál expresar y comunicar al mundo exterior sus nuevas prácticas políticas: esto incidió en los enfoques multilaterales y bilaterales, y por extensión a una proliferación de acuerdos de asociación estratégica, los cuáles dejaron de proponerse únicamente a las consideradas potencias, incluyendo ahora a una variedad de actores estatales. (49)

El primer periodo de gobierno de Hu Jintao entre 2002-2007 comprendió en su mayor parte el debate sobre estas cuestiones, que hasta la fecha han comprendido tres fases diferenciadas: a) la aparición de la teoría del ascenso pacífico de China entre 2002-2003; b) el debate sobre el uso del concepto de “ascenso pacífico” y su sustitución por la doctrina del “desarrollo pacífico” de China entre 2004-2005; c) a partir de 2004 el uso creciente de los términos de “sociedad armoniosa” (política interior) y “mundo armonioso” (política exterior) como partes de una misma unidad; además de los discursos anteriores, debe mencionarse la aparición entre 2003 y 2004 de un “concepto de desarrollo científico” que busca englobar una nueva fase del proyecto de modernización, esta vez para hacer frente a problemas de tipo ambiental y energético, y que fue incluido en la constitución de la RPCh durante el XVII Congreso del PCCh en 2007.

Algo relevante es que estos conceptos han sido formulados para su difusión en el exterior, mientras que el debate interno ha tratado de perfeccionarlos, meditando sobre cuál podría ser la herramienta retórica con una mejor recepción entre el público extranjero; como menciona Abanti Bhattacharya, los dirigentes: “...han tratado de familiarizar las motivaciones de la política exterior china con la opinión pública internacional”, para seguir legitimando sus estrategias de inserción.(50)

4.2.- La Teoría del ascenso pacífico y la política de desarrollo pacífico

El concepto del “ascenso pacífico” de China (heping jueqi) pertenece al mismo conjunto de discursos de la política exterior que ha tratado de refutar teorías del tipo “la amenaza de China” o “el choque de civilizaciones” y por lo general es atribuida al intelectual Zheng Bijian (n.1932), quien lo dio a conocer por primera vez, en un foro internacional en noviembre de 2003, durante la celebración de la reunión del Foro Bo´ao para Asia de ese año, aunque algunos autores han situado la formulación del concepto hacia 1998: si bien es difícil otorgar el término a una sala autoría, en tanto que es expresión de un proceso intelectual y político amplio, ciertamente Zheng fue el primer encargado en difundirlo en foros internacionales.(51)

Zheng Bijian había sido el director de la Escuela Central del Partido del PCCh hasta la celebración del XVI Congreso en 2002, ocasión en la que se retiró de la vida política al cumplir la edad la jubilación obligatoria, los 70 años; pero poco después Zheng fue nombrado director del Foro de la Reforma de China (FRC), un centro de investigación gubernamental orientado al estudio del proceso de la modernización.(52)

La iniciativa para dar a conocer internacionalmente el concepto de “ascenso pacífico” surgió a finales de 2002, tras la visita de un grupo de investigadores del FRC a los Estados Unidos encabezada por Zheng, durante la cuál mantuvo reuniones con funcionarios del gobierno de George W. Bush. El grupo de trabajo del FRC concluyó que las principales preocupaciones del nuevo gobierno estadounidense residían en las posibilidades de que China pudiera iniciar una política exterior revisionista respecto al statu quo internacional: “Zheng concluyó que los funcionarios e intelectuales estadounidenses tenían poca confianza en el rumbo futuro de China y sus implicaciones para la estabilidad global”.(53) Ante dicha situación, Zheng envió un informe a la Oficina Central de Investigaciones Políticas del Comité Central del PCCh en el que expresaba sus ideas para una respuesta a las dudas de la clase política estadounidense: el término usado por Zheng fue “el camino de desarrollo del ascenso pacífico de China” (Zhonguo heping jueqi de fazhan duoba).

En realidad, en términos generales, el informe de Zheng era una reinterpretación del proceso de modernización y su relación con la política exterior cursada durante los periodos de gobierno anteriores, reiterando alusiones al NCS, pero bajo una supuesta nueva estrategia de desarrollo; tal como puntualizó Zheng en la presentación del concepto de ascenso en 2003 (54): “Este nuevo rumbo estratégico es el ascenso pacífico de China, a través del cual se construye de manera independiente el socialismo con características chinas, mientras que participamos, en lugar de rechazarla, en la globalización económica”.(55)

De la misma forma, una de los aspectos que ha subrayado con mayor énfasis el discurso de Zheng Bijian ha sido su rechazo a alguna comparación entre el momento histórico de la China actual con el comportamiento revisionista de la Alemania guillermina o el Japón militarista del siglo XX.(56)

Al poco tiempo de la introducción del concepto de ascenso pacífico, el Presidente Hu y el Primer Ministro Wen Jiabao lo habían incluido en sus declaraciones públicas durante los primeros meses de 2004 y ese año se realizaron numerosos seminarios y foros de debate sobre la utilización del concepto; pero el resultado, al concluir las discusiones, fue desfavorable para la teoría del ascenso pacífico puesto que el término ascenso (jueqi) podría ser considerado demasiado agresivo por los vecinos de China, especialmente entre los miembros de la ASEAN, al mismo tiempo que podría mandar equivocadas señales “pacificadoras” al gobierno pro independentista de Chen Shui-bian en Taiwán.(57) El concepto de ascenso desapareció del discurso oficial en marzo o abril de 2004, y en agosto de 2004, durante la celebración del 110 aniversario del nacimiento de Mao Zedong, el Presidente Hu pronunció un discurso en el que enfatizaba que durante su gobierno se continuaría con el proyecto de “paz y desarrollo” de Deng.(58)

El discurso sobre el ascenso pacífico puede ser definido como una teoría, en tanto un conjunto de ideas que nunca se constituyeron como una política concreta. Sin embargo a finales de 2005 los lineamientos generales del concepto de ascenso pacífico sirvieron para construir la base de lo que oficialmente se perfilaría como la política exterior de la RPCh durante el gobierno actual: la doctrina del desarrollo pacífico, oficializada el 22 de diciembre de 2005.(59)

Ambos términos en realidad son dos diferentes formas de conceptualizar a un mismo proyecto, y el término “ascenso pacífico”, si bien fue excluido del discurso oficial, continuó siendo objeto de debate entre académicos e intelectuales del régimen: “Esto demuestra un fuerte contraste con la cultura política leninista de China la cuál considera como prioridad el desarrollar y cumplir con un lenguaje unificado, y que hubiera prohibido su uso en todos los discursos públicos”.(60) Un rasgo importante en la aparición y las características de uso otorgado a ambos términos (ascenso/desarrollo pacífico) reside en que reflejan las transformaciones de la cultura política de la RPCh en la actualidad, sin que ello signifique una ruptura evidente con las líneas tradiciones del régimen.(61)

Una vez oficializado, el desarrollo pacífico comenzó a ser difundido como una elección “inevitable de China”, de acuerdo las condiciones internacionales del presente; hasta el momento el concepto continúa siendo mencionado con frecuencia por la diplomacia y los medios de comunicación oficiales, y desde 2004-2005 ha convivido con el último desarrollo discursivo del régimen: la noción del “mundo armonioso”, relacionada de manera mas evidente con el ámbito de la política interior de China.(62)

4.3.- La construcción de la “sociedad armoniosa” y el “mundo armonioso”

Desde mediados de los años noventa algunos intelectuales chinos habían debatido sobre la importancia de agregar elementos de la cultura tradicional, en éste caso en su vertiente confuciana, al discurso político de la RPCh; estos autores argumentaban que la utilización de conceptos como datong contribuiría a fortalecer la identidad china y mantener la unidad nacional. Por su parte, para los marxistas ortodoxos los conceptos sobre la unidad podrían vigorizar nociones tradicionales como la lealtad al gobernante y con ello fortalecer la autoridad del PCCh. De acuerdo a Callahan, desde mediados de los años noventa se publicaron mas de 400 artículos, en revistas académicas en China, con referencia al tema de la armonía, y en algunos casos las discusiones entre los intelectuales se centraron en la relación entre el socialismo y la cultura tradicional china; aquellos debates pueden considerarse síntomas de la construcción de una renovada noción sobre los fundamentos chinos de la modernización socialista:

“Por lo tanto, en los años noventa, mientras muchos en América del Norte y Europa estaban debatiendo sobre la relación entre el confucianismo y la democracia, en los centros académicos del Partido existía un fuerte debate sobre la relación entre la utopía social china y la utopía social comunista, lo cuál continúa hasta hoy”.(63)

El cambio del discurso político presente en la transición entre los gobierno de Jiang Zemin y Hu Jintao ha tenido como fin reinventar una tradición, en este caso la confuciana, para dar un contenido ideológico al presente y asumir una identidad china en la cuál lo moderno y lo tradicional se complementan, en lugar de confrontarse de una manera contradictoria.(64)

Igualmente, a causa de las presiones ejercidas por la globalización, el régimen chino ha debido mostrarse abierto y paciente con las inevitables influencias que provienen del extranjero y poder asimilarlas al discurso oficial en una versión propia: la mala experiencia dejada por la crisis de Tiananmen, en la que el régimen hizo una defensa inflexible de su decisiones soberanas, y el ostracismo internacional que sufrió como consecuencia, ha sido cardinal para conformar estos cambios relativos en la cultura política. De la misma manera este proceso también ha contribuido a modificar las nociones del Presidente Hu para iniciar una redefinición del concepto de multipolaridad así como la política para instrumentar asociaciones estratégicas durante su gobierno: en primera instancia la adopción de la política del “desarrollo pacífico” trató de distanciarse de la concepción del gobierno de Jiang Zemin sobre la construcción de un mundo multipolar: “Bajo Jiang, construir un mundo multipolar implicaba “multipolarizar” a la unipolaridad americana y contrabalancear la hegemonía de EU”.(65) En cambio, la política de desarrollo pacífico de hecho ha aceptado la estructura unipolar del sistema internacional cuya característica básica es que EU continuará siendo el poder hegemónico global a largo plazo. Esto significa que China debe rechazar una confrontación directa con los intereses estadounidenses con el fin de asegurar un ambiente favorable para su ascenso mientras el régimen comunista busca adoptar nuevas aproximaciones bilaterales y multilaterales al cambiante contexto actual.(66)

La dirigencia consideró que, para contrarrestar la influencia de la “teoría de la amenaza de China”, debía enfatizar que los objetivos pacíficos del país eran condicionados por una “concepción pluralista del mundo”, modelados a través de una versión adoptada de ciertos elementos del confucianismo y reconociendo, de manera benevolente, a las diferencias existentes entre individuos o entidades, uniéndolas en una diversidad: la dirigencia comenzó a formular su propia versión del concepto de “armonía” para respaldar la construcción de un “desarrollo socialista libre e independiente”, al mismo tiempo que aceptaba y buscaba incluirse en “los procesos interconectados de la globalización”.(67)

En su discurso ante los asistentes al Foro Bo´ao de 2004, Zheng Bijian realizó una referencia explícita a esta concepción confuciana de “armonía en la diversidad” (he er butong): “La tradición cultural china, caracterizada por la ‘unión en la diversidad’ y la ‘prioridad de la paz’, avanza para facilitar la coexistencia armónica con China y para compartir la prosperidad con la región de Asia Pacífico y el resto del mundo”.(68) Por ello a partir de 2004 comenzaron a inaugurarse en diferentes capitales del mundo los llamados Instituto Confucio, una institución difusora del idioma chino que hasta el momento ha abierto alrededor de 140 centros en 36 países: esta es una expresión del poder blando en su vertiente confuciana, que cristaliza en una institución parecida a la Alianza Francesa o el Instituto Goethe.

Hasta el gobierno del presidente Hu la dirigencia china no había relacionado su concepción sobre la multipolarización del orden mundial con la globalización (en un sentido amplio): durante el periodo de Jiang Zemin la noción china sobre la globalización se había enfocado en el fenómeno económico de la interdependencia, el libre comercio o la reestructuración de las cadenas productivas internacionales que habían beneficiado a las Zonas Económicas Especiales; uno de los mayores logros de la RPCh en ese contexto de la globalización económica había sido su admisión a la OMC en 2001.

En la actualidad el régimen chino ha visualizado a la globalización como un fenómeno multidimensional con ramificaciones en lo político y lo cultural que pueden resultar en retos y oportunidades para China; el discurso sobre la armonía también resulta ser una respuesta de China a un proceso globalizador en el que el país busca participar creando sus propias “reglas del juego” y en el que desea influir de acuerdo a su proyecto, mas allá de las críticas anti hegemónicas que puedan brotar del régimen comunista; pero simultáneamente, tratando de evitar la intervención externa en sus asuntos domésticos: “Al combinar el argumento confuciano de “armonía en la diversidad” con la cuestión de los parámetros de una civilización internacional, China ha tratado de crear un espacio para sí misma en el discurso global, encontrando improbables pero creíbles aliados en la escuela pluralista occidental”.(69)

Por otra parte, durante los años 2003 y 2004 tanto Hu Jintao como el Primer Ministro Wen Jiabao habían señalado en público que uno de sus objetivos de gobierno era realizar sus funciones “poniendo al pueblo primero” (yiren weiben) o “gobernar teniendo como motivo a la gente”, dos postulados escogidos a partir de las enseñanzas de Confucio y de Mencio. El propósito de este discurso era presentar a la nueva dirigencia como un grupo de gobernantes humanistas y éticos preocupados por las necesidades de la población sin distinción de clases, de manera distinta al tratamiento impersonal de la tecnocracia anterior; de esta forma se iniciaba otra fase del nuevo modelo de gobierno.

En febrero de 2005 el Presidente Hu Jintao inició una campaña nacional para promover la idea de una “sociedad mas armoniosa”, algo que sin duda comenzó a estimular el atractivo de los estudios confucianos entre el público en general y el mundo académico, y el concepto de “mundo armonioso” comenzó a ser ampliamente difundido en la escena internacional como una propuesta formulada por el Presidente Hu, durante la Cumbre Asia-África realizada en mayo de aquel año. Posteriormente, Hu reiteró el concepto durante la cumbre anual sino-rusa efectuada en julio, y el concepto fue incorporado en la Declaración Conjunta sobre el Orden Mundial del Siglo XXI, en el contexto de la asociación estratégica sino-rusa. Finalmente, en septiembre de 2005, Hu basó su discurso ante la Asamblea General de la ONU sobre la misma idea.(70) La concepción del mundo armonioso como parte de la política exterior de la RPCh fue oficializada durante la Sexta Sesión del Comité Central del XVI Congreso del PCCh en octubre de 2006, en el que también se acordó que la construcción de un estado de derecho “era la garantía básica de para la armonía social”.(71)

De acuerdo con Yuan Peng la idea del mundo armonioso es articulada por cinco relaciones:

1.- La relación entre “un mundo armonioso y una sociedad armoniosa”. La última es el fundamento del primero, y el primero es la garantía del último. “Los asuntos domésticos e internacionales deberían ser como un todo”.

2.- La relación entre un mundo armonioso y la paz y el desarrollo. Construir un mundo armonioso es la meta, la paz y el desarrollo son los medios.

3.- La relación entre un mundo armonioso y la práctica diplomática: Un mundo armonioso “...es tanto un concepto abstracto como una hoja de ruta para la práctica diplomática”.

4.- La relación entre un mundo armonioso y los principios diplomáticos de China (como refutación al pragmatismo): Crear un mundo armonioso no significa obtener una armonía a todo costo y bajo cualquier circunstancia.(72) Estos principios se encuentran contenidos en los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica.

5.- La relación entre un mundo armonioso y la diplomacia en beneficio del pueblo: La diplomacia de la RPCh debe servir para los intereses del pueblo chino, como en el caso de la asistencia a los ciudadanos chinos en el extranjero, en un momento en que los intereses chinos en el exterior están en expansión continúa: de acuerdo a Yuan Peng “la humanidad y la diplomacia para el pueblo son características distintivas de la nueva diplomacia china”.(73)

Por su parte, para Yu Xintian los obstáculos que posee el proyecto para la construcción de un “mundo armonioso” son: la ideología (“y la sicología”) realista propia de la Guerra Fría, como los juegos de suma-cero; el comportamiento unipolar estadounidense; los problemas de los países del tercer mundo que atraviesan por la inestabilidad o las guerras, algo que les impide “encontrar el camino correcto para la modernización y el desarrollo”. Alejándose de la ortodoxia marxista, Yu considera a los enfrentamientos y malos entendidos entre las distintas expresiones culturales del mundo como un obstáculo serio para el proyecto chino (como en el caso del conflicto entre Estados Unidos y algunos países de Medio Oriente).(74)

Por encima de la crítica al discurso político debe reconocerse, en tanto una realidad objetiva, que durante varios periodos de su historia la cultura tradicional china ha conformado una dualidad filosófica entre una estabilidad externa y una armonía interna que “...siempre ha guiado a las teorías chinas de relaciones internacionales y regionales, desde el sistema tributario de las dinastías Ming y Qing hasta el concepto de “sociedad armoniosa” del presidente Hu de hoy en día”.(75)

Sin embargo, los afanes por alcanzar la “armonía” no excluyen la lucha política interna en la RPCh (con especificidades chinas, pero también como en cualquier sistema político del mundo): la yuxtaposición de los conceptos de armonía y desarrollo pacífico, si bien refuerza la especificidad de los elementos de humanidad o benevolencia confuciana (ren), que resultan instrumentales para el proyecto del presidente Hu, no excluyeron que durante el XVII Congreso del PCCh el ideólogo Zheng Bijian fuera sustituido en la dirección del Foro de la Reforma de China por un funcionario mas cercano a Hu Jintao (algo también ocurrido con otras figuras políticas, como el vicepresidente Zeng Qinhong).(76)

4.4 El concepto de desarrollo científico: la nueva fase del proceso de modernización

a) El concepto de desarrollo científico y la ideología política

Durante la Tercera Sesión Plenaria del Comité Central del XVI Congreso del PCCh en octubre de 2003 el Presidente Hu presentó a su consideración una nueva noción “comprensiva” y “coherente con el desarrollo sustentable” de China, a la que se denominó “concepto de desarrollo científico” (kexue fazhan guan), y que fue definida por el Pleno en concordancia con el discurso generado por el nuevo gobierno: “tomando al pueblo como lo primero (yiren weiben), se establece un concepto de desarrollo sustentable, comprensivo y coordinado que promueve un desarrollo compresivo en lo humano, económico y social”.(77) A través del concepto de desarrollo científico (CDC) el régimen trataba de expresar preocupaciones concernientes a temas como “el desarrollo rural, las desigualdades regionales, la ciencia y tecnología y la ecología”.(78) El concepto fue aceptado por la antigua dirigencia, como en el caso de la aprobación del expresidente Jiang Zemin, y prontamente el Partido pudo generar una movilización política a su alrededor, organizándose en febrero de 2004 un curso sobre el contenido del CDC dirigido a sus cuadros y líderes provinciales en la Escuela Central del Partido. En la conclusión del curso el Primer Ministro Wen Jiabao señaló que el CDC era una formulación del PCCh con el fin de “emancipar el trabajo ideológico, buscar la verdad de los hechos, mantenerse acorde con los cambios en el tiempo y llevar a cabo la innovación ideológica”; por su parte el entonces vicepresidente de la RPCh Zeng Qinhong “...enfatizó que el concepto de desarrollo científico incorporaría las tres representaciones y resultaría, en caso de que fuera instrumentado exitosamente, en estabilidad social y armonía”.(79) El CDC buscaba

“impulsar la reforma y el desarrollo para coordinar el desarrollo en las áreas rurales y urbanas en diferentes regiones, fomentar el desarrollo armonioso entre el hombre y la naturaleza, coordinar el desarrollo doméstico y mantener la apertura hacia el exterior”; el CDC también se plantea la meta de construir una sociedad de bienestar en 2020 y concretar la modernización de China en 2040.(80)

Tras su aceptación por parte de la dirigencia del Partido, el siguiente paso fue instrumentar los postulados del concepto como una política oficial, lo que se realizó formalmente en el curso de la promulgación del Onceavo Plan Quinquenal de la RPCh en 2005, en cuyo contexto se anunció que China persistiría en continuar con la construcción económica como su meta principal, “pero ahora con una aproximación científica que sirviera como guía para su desarrollo”.(81)

Sin embargo el concepto no deja ver claramente una dimensión científica en un sentido estricto pues sus objetivos se relacionan con lo político, específicamente con la ideología política del Estado en su vertiente marxista: manteniendo la retórica marxista en el discurso se ratifica que el desarrollo industrial y tecnológico llevará a la prometida “revolución comunista”, al mismo tiempo que se corregirán los desequilibrios entre el crecimiento y el desarrollo procedentes del periodo de Jiang Zemin (82), por lo que (en teoría) no existe una contradicción entre la forma del Estado leninista, la continuación del proyecto económico (capitalista de economía mixta), la doctrina del gobierno en base a la “sociedad armoniosa” y la nueva orientación “científica” del proyecto de modernización.(83)

El conjunto del discurso oficial también instrumentaliza al marxismo-leninismo para legitimar sus proyectos, de acuerdo a Daniel A. Bell:

“Al invocar la retórica del “desarrollo científico” el gobierno chino parece oficialmente encaminado a la versión tecnológicamente optimista de Marx. Mas aún, recientemente ha tomado en consideración la necesidad de disminuir el sufrimiento de los trabajadores y campesinos durante el desarrollo científico”. (84)

Para distinguir al CDC del discurso sobre la “sociedad armoniosa” se debe dilucidar la relación de ambos con la forma del Estado, leninista en el caso de la RPCh: por un lado el CDC es un soporte ideológico del predominio del Partido Comunista sobre el Estado chino, mientras que el discurso sobre la armonía forma parte del discurso de la dirigencia, es decir, es una política responsabilidad del régimen de gobierno. Entre el delicado tema de la ideología política y un discurso político instrumental susceptible de generar debates y polémicas, el PCCh se decantó por elevar a rango constitucional al concepto de desarrollo científico durante su 17 Congreso en octubre de 2007; al ser adicionado a la Constitución de la RPCh, ahora el CDC forma parte de la modelación del Estado y sus instituciones.

El proyecto sobre la construcción de una sociedad armoniosa pertenece al espacio del debate público; por ello el discurso sobre la armonía no puede considerarse como algo acabado y permanente, al igual que lo han sido el ascenso y el desarrollo pacífico, y es de esperarse que nuevos desarrollos discursivos aparezcan en la RPCh conforme avanza el proceso de modernización. Sin embargo, aunque existe una distinción entre el CDC y el discurso sobre la armonía, ambos conceptos buscan complementarse para obtener la versión china de una movilización política popular: es decir, buscando conciliar a los conceptos se orienta favorablemente la manifestación de posibles contradicciones o tal es el objetivo (una preocupación heredada del pensamiento maoísta).(85) De acuerdo a Valerie Niquet:

“El conjunto de los objetivos de “armonización” y de “reequilibrio” están contenidos en la consigna “adoptar el punto de vista del desarrollo científico” (shihui fazhan guanjian), oficialmente incluido en los nuevos estatutos del Partido, adoptados en las resoluciones del 17 Congreso. El estudio de esta nueva línea en las semanas siguientes al Congreso fue objeto de una verdadera campaña política de movilización de cuadros que, en el fondo, recordaba a las grandes campañas políticas de la época de maoísta. Pero mas allá de los eslóganes, resulta evidente que será en la aplicación de las medidas en donde se hallarán las dificultades para el Partido”.(86)

Por otra parte, para Fewsmith uno de los resultados relevantes del XVII Congreso consistió en que no se permitió al Presidente Hu promover a un futuro sucesor de manera reconocible, aunque sus simpatías señalaban a Li Keqiang (n. 1955), el antiguo Primer Secretario de la Liga de Juventudes Comunistas. (Fewsmith, 2008, p. 95) El proceso de sucesión presidencial seguramente dependerá de los resultados del proyecto de construir una “sociedad armoniosa” a través del “desarrollo científico”, así como del transcurso real que vaya adoptando dicha relación, un devenir político que apenas inicia, y que seguramente también tendrá una incidencia en la formulación de la política exterior. El proceso resultante aspira a ser la nueva versión de una superestructura ideológica que no busca sustituir a los fundamentos marxistas-leninistas de forma definitiva, sino suplementarlos: “Hu no desea ceder la regeneración moral solamente al nuevo confucianismo”.(87)

b) El programa del concepto de desarrollo científico

En el terreno práctico, a través del CDC China quiere enfatizar que una preocupación por problemáticas energéticas y ambientales objetivas no significa el abandono de sus prioridades de desarrollo: al reconocer los problemas ambientales, la cooperación china en las soluciones globales en materia ambiental queda subordinada a sus planes. Sin embargo, el reconocimiento de los problemas ambientales evidencia una nueva fase del proceso de reforma: para continuar su modernización, la RPCh debe profundizar además en un cambio de las estructuras de las políticas internas en aspectos que se relacionan con la buena gobernanza como la transparencia o la democratización de la participación pública en ciertos sectores de la gestión pública como, en este caso, la protección ambiental y el desarrollo regional de manera equilibrada. Sin embargo, la frecuente violación de las leyes ambientales por parte de autoridades locales y hombres de negocios, debido a prácticas clientelares, hacen que los esfuerzos del gobierno central sean inefectivos; igualmente la corrupción y las actitudes autoritarias de la burocracia complican la instrumentación de la transparencia administrativa y de la información necesarias para la protección, problemas que producen el descontento de la población.(88)

En relación con la política exterior, paulatinamente se comienza a establecer una relación entre la necesaria reforma de las estructuras políticas internas de gestión ambiental en un sentido amplio (incumbiendo a varios sectores de la administración pública), con la política del desarrollo pacífico, en el contexto de un desarrollo económico acelerado con incidencia en el exterior, pero ahora bajo la forma de las contingencias ambientales. La situación anterior genera una coyuntura crucial en el proceso de transformación de China: un fracaso en la reforma política interna repercutiría en el comportamiento internacional de la RPCh, por lo que el régimen debe tomar las medidas adecuadas para evitar una desestabilización del proceso de relaciones recíprocas entre lo interno y lo externo; para ello es necesario un entorno político interno coherente con las negociaciones en los niveles bilateral o multilateral: en esta fase del desarrollo la transferencia de tecnología es insuficiente sin una reforma política.(89)

Zhou Gang distingue entre los lineamientos y los principios básicos de la nueva política de protección ambiental tras la oficialización del CDC:

1.- Lineamientos: un reconocimiento de que los problemas ambientales impactan en la política de desarrollo, por lo que se necesita hacer un reajuste de la estructura económica y del modelo productivo, cambiando la situación de “contaminar primero y prevenir después”. Para realizar estos cambios deben aplicarse avances técnicos y científicos como el reciclaje, la educación ecológica, fortalecer el estado de derecho ambiental, perfeccionar los sistemas de gestión en la materia, instrumentar políticas de ahorro energético, etc.(90)

2.- Principios básicos: establecer una coherencia entre un “desarrollo sostenible y científico” con un desarrollo económico “económico, limpio y seguro”. Fortalecer el sistema legal para una “prevención comprensiva”, previniendo las fuentes básicas de contaminación.(91) Crear un sistema eficiente de protección y gestión ambiental apoyándose en la ciencia y la tecnología así como “...en un mecanismo pluralista envolviendo al gobierno, empresas y a la sociedad”.(92)

De acuerdo con el investigador Yu Hongyuan del Instituto de Estudios Internacionales de Shanghai, la RPCh necesita constituir mecanismos de gestión bien organizados para garantizar la efectividad de sus políticas, debido a que en su sistema la autoridad central requiere la colaboración de un vasto número de unidades burocráticas que concentran, a su vez, diferentes nichos de autoridad. La coordinación entre los distintos niveles de autoridad es necesaria para un funcionamiento estructurado del sistema político puede ser generar un equilibrio precario, pero que ha funcionado aceptablemente en el caso de la institución que coordina las políticas ambientales, el Comité Coordinador Nacional sobre el Clima de la RPCh (CCNC).

El CCNC recibió un especial impulso a partir de 2003 e inició su labor incluyendo a 14 Ministerios del gobierno central, entre ellos el de Relaciones Exteriores; el CNCC tiene como función formular políticas, programas y coordinar la investigación científica “en la lucha global contra el calentamiento global”. Otras de sus funciones incluyen:

“Mejorar las capacidad de China para instrumentar la Convención de la ONU en materia ambiental, mejorar la capacidad de China para aprender y coordinar acciones hacia el calentamiento climático, contribuir al desarrollo sustentable de China en el contexto del cambio climático y mantener los intereses nacionales en las negociaciones internacionales realizadas en la Convención de la ONU en materia ambiental”.(93)

En el mediano plazo será posible observar un mayor envolvimiento de China en el tratamiento de soluciones globales para los asuntos de medio ambiente en el nivel intergubernamental, puesto que el régimen comienza a reconocer que los costos potenciales de fenómenos como el cambio climático, en contra del proceso de desarrollo, podrían ser mayores a la planeación de las políticas de prevención y protección (94); también es una realidad que el área de cooperación en materia ambiental puede llegar a ser una de las prioridades en el esquema de las asociaciones estratégicas, puesto que se trata de negociaciones políticas en las cuáles se abordan asuntos científicos y técnicos, y desde el punto de vista del régimen no mantienen una relación directa ni cuestionan la naturaleza del sistema político; sin embargo la cooperación internacional en el área dependerá de la voluntad política de otros actores internacionales en un contexto de crisis económica mundial.

China presenta una identidad dual en cuestiones ambientales debido a que se trata de un país en vías de desarrollo, necesitado de la asistencia técnica extranjera, pero que resulta ser el contribuidor global en contaminantes con mayor potencial de crecimiento en el futuro, por ello mantiene una preocupación por adquirir una “substancial influencia en las negociaciones ambientales internacionales”, aunque siempre en el marco de acuerdos como la Convención de la ONU en materia ambiental.(95) (véase Yu Hongyuan, 2007, s/n)

5. Conclusión

El fin de la Guerra Fría presentó al régimen comunista chino un reto a la hora de continuar con su proyecto de modernización iniciado en 1978. Si bien durante los años ochenta este régimen había visualizado un proceso de declive relativo en la confrontación bipolar, la desaparición abrupta del mundo socialista lo obligó a reformular la política de inserción internacional que había instrumentado inicialmente, pero buscando simultáneamente mantener un equilibrio entre la estructura política del país y el sostenimiento del proceso de modernización. En el trabajo se ha buscado establecer cómo las estrategias llevadas a cabo por la RPCh a partir de la Guerra Fría no pueden describirse únicamente como decisiones tecnocráticas, pragmáticas o puramente coyunturales sino que han sido producto de un proceso de debate y movilización política al interior de las instituciones de China, encabezadas por el PCCh. Por motivos metodológicos en el trabajo se ha divido este proceso de generación de discursos diplomáticos en tres etapas diferenciadas.

En la primera etapa, durante los años ochenta el régimen encabezado por Deng Xiaoping formuló un proyecto de inserción internacional acorde con el proyecto de modernización y desarrollo que la RPCh llevaba a cabo de forma incipiente; tal proyecto reconoció desde los primeros momentos la necesidad de contar con ayuda externa para lograr superar el atraso económico y científico que padecía China. Debido a que la diplomacia económica del régimen de Deng sólo incluía proyectos de cooperación con el exterior en aspectos técnicos, el nuevo liderazgo chino pudo justificar que la colaboración con el mundo occidental resultaba ajena y no contradictoria a las directrices políticas e ideológicas del régimen.. Además, una de las características básicas del régimen de Deng fue el mantener un perfil discreto por parte de la diplomacia china, sobre todo tras los acontecimientos de cambio de régimen ocurrido en el mundo socialista a partir de 1989.

A partir del inicio del periodo de Posguerra Fría, China se enfrentó a un entorno mundial percibido como amenazante para su proceso de modernización: tanto por el triunfo estadounidense sobre el bloque socialista como por la agudización de conflictos fronterizos en la periferia china como en el caso de las Islas Spratly o la cuestión de Taiwán. La respuesta del gobierno de Jiang Zemin al temor de enfrentar una posible contención estadounidense en contra de China fue diversificar paulatinamente las estrategias de aproximación diplomática de la RPCh como en el caso de las asociaciones estratégicas (orientadas primeramente hacia las consideradas como “Grandes Potencias”) o el creciente interés chino en pertenecer a algunas organizaciones de integración y cooperación regional como el grupo ANSEA + 3. Una preocupación cardinal en ese momento fue el garantizar a los Estados Unidos que China no buscaría alterar el statu quo internacional para lo cual fue desarrollado un discurso alrededor de un “nuevo concepto de seguridad” chino a partir de la mitad de los años noventa. Otra preocupación del régimen siguió siendo el mantener la colaboración tecnológica con el exterior.

Con el nombramiento de Hu Jintao como Presidente del PCCh en 2002 inició la etapa más reciente en el proceso de conformación de una estrategia diplomática para la RPCh. El régimen del Presidente Hu se ha caracterizado por contar con una mayor institucionalización de los procesos políticos en comparación a los liderazgos anteriores, algo que se ha reflejado en la formulación de la política exterior. Este periodo ha sido determinado por el incremento de los intereses de China en el mundo así como por la necesidad de reforzar la estrategia de no confrontación llevada a cabo desde los años ochenta. Otro aspecto que caracteriza al liderazgo actual ha sido dotar al proceso de modernización de una identidad nacional china de manera más enfática: ello ha significado un aumento en la proyección de los sentimientos nacionalistas de China, aunque hasta el momento contenidos por el discurso diplomático oficial. Entre los conceptos desarrollados durante este periodo que han resultado relevantes se han podido mencionar el ascenso pacífico, el desarrollo pacífico o la armonía (de acepción confuciana), así como la evolución gradual de los términos y los debates surgidos alrededor de ellos. El concepto de armonía cuenta con una doble dimensión pues incluye tanto a condiciones de desarrollo interno como externo; sin embargo la formulación de dicho concepto involucra a una decisión política y se ha decidido no incluirlo en el plano constitucional, es decir, en los aspectos relacionados con la estructura del Estado chino. Para concretar un discurso coherente a lo anterior, el régimen de Hu Jintao comenzó a difundir el denominado “concepto de desarrollo científico” a partir de 2003. El CDC es expresión de la búsqueda china por evitar contradicciones entre ciertas decisiones políticas con los fundamentos de la estructura y la ideología leninista que conforman al Estado chino y parece ser la síntesis de las preocupaciones chinas alrededor del desarrollo nacional o el “poder nacional comprensivo”. Es significativo que el CDC se haya enfocado en aspectos de desarrollo sustentable desde un inicio, al aparecer justamente en un año en que las preocupaciones globales se debatían en asuntos como la guerra contra el terrorismo o la unipolaridad estadounidense.

La conformación de escenarios de cooperación como los inherentes al CDC son significativos en un tiempo en que las obsesiones por la seguridad estratégica de los años previos parecen ser sustituidas por nuevas y apremiantes prioridades: sobre todo tras el inicio de la crisis económico-financiera mundial de 2008, la cual tiene, a su vez, dimensiones ambientales, alimentarias o energéticas de largo plazo.

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NOTAS

1. Esta investigación se realizó gracias a una beca de estudios de postgrado otorgada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México (CONACyT)

2. Candidato a Doctor en Relaciones Internacionales e Integración Europea por la Universidad Autónoma de Barcelona. Maestro en Estudios de Asia y África (China) por El Colegio de México.

3. La “cuatro modernizaciones” fueron inspiradas en una idea de Zhou Enlai impulsada por Deng Xiaoping: las modernizaciones se debían aplicar en la agricultura, la industria, la defensa nacional y en la ciencia y tecnología.

4. Wacker, Gudrun y Matthis Kaiser. (2008), Sustainability with Chinese Style. The Concept of the “Harmonious Society”, Berlín, Stiftung Wissenschaft und Politik. p. 6

5. Leonard, Mark. (2008), ¿Qué piensa China? El debate interno sobre su futuro, Barcelona, Editorial Icaria, pp. 146-147.

6. Idem. p. 112-114.

7. Dirlik, Arif, (2002), “Modernity as History: Post-revolutionary China, Globalization and the Question of Modernity”, Social History, vol. 27, núm. 1, p. 33.

8. Kahler, Miles. (1998), “Rationality in International Relations”, International Organization, vol. 52, núm. 4, pp. 439-440.

“Las primeras manifestaciones en el campo académico que durante la década de los 80 instalaron la idea del bring the state back in fueron concebidas sobretodo por un grupo de cientistas sociales que afirmaban que las investigaciones de Posguerra sobre el Estado lo hacían depender excesivamente de la constitución y el funcionamiento de este, de las relaciones sociales y las estructuras económicas”. Fernández, V.R., J.I. Vigil y M.C. Güemes. (2006), “Quo vadis Banco Mundial? El Estado y el desarrollo en la agenda y discursos del organismo desde la mirada latinoamericana”, Desenvolvimento em Questão, vol. 8, núm. 4, p. 46.

9. El acrónimo BRIC (Brasil, Rusia, China, India fue acuñado en 2003 en un informe de investigación elaborado por la forma de inversiones Goldman Sachs, consideradas como las cuatro economías emergentes mas importantes del mundo, pero cuyo Producto Nacional Bruto representaba entonces el 15 % del PNB combinado de las seis economías industriales avanzadas: Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia e Italia. Armijo, Leslie Elliott. (2007), “The BRICS Countries (Brazil, Russia, India, and China) as a Analytical Category: Mirage or Insight?, Asian Perspective, vol. 31, núm. 4, p. 8.

10.Ramo, John Cooper. (2007), Brand China, Londres. Foreign Policy Center, p. 12, en http://fpc.org.uk/fsblob/828.pdf

11.Shih Chih-Yu. (2005), “Breeding a Reluctant Dragon: Can China Rise into Partnership and away from Antagonism?”, Review of International Studies, vol. 31, p. 756.

12.Michael Yahuda divide en tres las fases de la política exterior de China durante periodo de liderazgo de Deng: un primer periodo entre 1978-1981 en el que se buscó establecer balances frente al para contener el “expansionismo soviético”; una segunda fase entre 1981-1989 en la que se cursó una política exterior independiente de las dos potencias; una tercera fase comprendida entre 1989-1992 que representa el primer enfrentamiento de la RPCh con la situación internacional posterior a la Guerra Fría y la crisis de Tiananmen. Yahuda, Michael. (1994), “Deng Xiaoping: The Statesman”, The China Quarterly, núm. 135, pp. 559-560.

13.Los Cuatro Puntos Cardinales eran: 1) La adherencia al camino socialista; 2) La adherencia a la dictadura del proletariado; 2) La adherencia al liderazgo del Partido Comunista Chino; 4) La adherencia al marxismo-leninismo como ideología y al pensamiento de Mao Zedong.

14.Como se sabe en el pensamiento marxista el sistema de producción (la estructura) va a determinar a los aspectos culturales y las costumbres (la superestructura) de las sociedades. Mao matizaba este principio del materialismo histórico afirmando que una modificación de la superestructura, por parte del PCCh, también podía orientar al trabajo socialista para alcanzar el comunismo. Este principio de Mao es uno de los rasgos particulares de su pensamiento y fue la base rectora de un movimiento como la Revolución Cultural; sin embargo, el “voluntarismo” también fue una de las contradicciones que llevaron al rompimiento sino-soviético a finales de los años cincuenta.

15.Xing Lu y Herbert W. Simons. (2006): “Transitional Retoric of Chinese Comunist Party Leaders in the Post-Mao Period: Dilemmas and Strategies”, Quarterly Journal of Speech, vol. 92, núm. 3, p. 271.

16.Idem, p. 267.

La rectificación de los nombres también estaba asociada con la movilidad social en la China tradicional: un hombre con un comportamiento apegado a la norma moralmente aceptable podía cambiar su situación y ascender socialmente, es decir, podía cambiar su nombre.

En la China imperial no existían los estamentos o las castas sociales e idealmente cualquier hombre con los conocimientos suficientes sobre los clásicos confucianos podía superar el examen oficial para acceder al servicio burocrático y convertirse en funcionario letrado (llamados mandarines en Occidente).

17.Golden, Sean. (2006), “Socio-cultural Aspects of the Relationship between the EU and East Asia, with Particular Reference to China”, Asia Europe Journal, vol. 4, p. 267.

18.Yahuda, op. cit, p. 562.

Sin embargo, resulta problemático adjudicar a un sola figura todos los cambios conceptuales aplicados en la política exterior china durante los ochenta, y entre la misma burocracia partidista y académica (como el Centro de Estudios Internacionales del Consejo de Estado o el Instituto de Estudios Internacionales de Shanghai) existían puntos de vista que iban desde el marxismo ortodoxo hasta la teoría realista y las teorías de la interdependencia económica.

Para Hamrin “Deng Xiaoping y otros líderes no sólo escucharon a sus propios expertos, sino que tuvieron un mayor acceso directo a las opiniones de otros líderes extranjeros y expertos en relaciones internacionales. Por ejemplo, la visita de Zbigniew Brzezinski (ex consejero de seguridad durante el gobierno de Jimmy Carter) en febrero de 1984 a Pekín, probablemente tuvo una mayor influencia en el pensamiento de Deng Xiaoping y Huan Xiang (el entonces Consejero en asuntos exteriores en la Asamblea Nacional Popular) de lo que ellos se influían mutuamente, y en tanto que ellos desarrollaron el nuevo enfoque político sobre la paz y el desarrollo”. Hamrin, Carol Lee. (1994), “Elite Politics and the Development of China´s Foreign Relations”, en Thomas W. Robinson y David Shambaugh (ed.) Chinese Foreign Policy: Theory and Practice, Oxford, Clarendon Press, p. 91 *Cursivas agregadas por el autor.

19.Deng Xiaoping, (1987), “La acción concreta para el mantenimiento de la paz mundial”, en Deng Xiaoping, Problemas fundamentales de la China de hoy, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekín, p. 139.

20.Hamrin, op.cit.. p. 89.

21.Garret, Banning N. y Bonnie S. Glaser. (1989), “Chinese Assesments of Global Trends and the Emerging Era in International Relations”, Asian Survey, vol. 29, núm. 4, p. 352.

En la actualidad la evaluación del poder nacional de un país, un criterio de análisis particularmente chino denominado de manera técnica “medición del poder nacional comprensivo”, va a cumplir una función substancial en las proyecciones de China sobre el desarrollo del sistema internacional y sus actores, incluyendo a la RPCh. Para Mark Leonard, dicho cálculo “se ha convertido en una obsesión nacional” para la dirigencia china y sus intelectuales: “Desde los tiempos de Sun Tzu, los chinos han llegado a la conclusión de que sólo fijándose en las debilidades del adversario puede uno comprender sus verdaderas fortalezas. Cada uno de los grandes think thank chinos dedicados a asuntos de la política exterior han elaborado sus propios índices para dar un valor numérico al poder de cada país.” Leonard, op. cit. p. 106-107.

22.Garret y Glaser, op. cit. pp. 352-353

23.Idem

24.La “multipolaridad” no era un concepto estrictamente nuevo pues ya había aparecido en la Teoría de los Tres Mundos de Mao Zedong. Como soporte al triángulo estratégico en 1977 apareció una nueva versión de la Teoría de los Tres Mundos en un articulo del Diario del Pueblo, en el que se justificaba la cooperación con los Estados Unidos, una potencia considerada “debilitada” tras su derrota en Vietnam, en contra de la fortalecida “amenaza soviética”. Hamrin, op.cit. p. 104.

La Teoría de los Tres Mundos dividía al concierto de naciones en tres categorías: el Primer Mundo lo constituían las potencias hegemonistas: EU y la URSS; el Segundo Mundo los países desarrollados como los de Europa Occidental y el Tercer Mundo los países en vías de desarrollo de África, Asia o América Latina; para el régimen post maoísta a finales de los años setenta el sistema bipolar parecía comenzar a disiparse, originando un sistema de seguridad internacional multipolar, entre otras razones debido a la emergencia de Japón, China y Europa Occidental como nuevos centros de poder, y a los acercamientos de esta última con la URSS para crear una mejor coexistencia. Las características estructurales de este primer modelo de la multipolaridad “...incluían un gran número de relaciones entre los Estados independientes al descuido americano o soviético”...”Por ello la multipolaridad complicaba la toma de decisiones en la política exterior al introducir mas numerosas y difusas combinaciones de cambio estratégico y político, y realineamientos en un balance de poder mundial modificado”. Tow, William T. (1994), “China and the International Strategic System”, en Thomas W. Robinson y David Shambaugh (ed.) Chinese Foreign Policy: Theory and Practice, Oxford, Clarendon Press p. 116.

25.Jacobsen, Carl. (1998), “'Russia-China: The New “Strategic Partnership'', European Security, vol. 7, núm. 4, p. 3.

26.El funcionario de Ministerio de Relaciones Exteriores de la RPCh Yang Wanming hace una recapitulación sobre estos incipientes procesos de cooperación durante los años ochenta a los que denomina “seguridad común” o “seguridad cooperativa” ocurridos en Asia:

“Los cambios en la concepción de la “seguridad” con frecuencia son acuñados con un fuerte sentido de los tiempos. Desde mediados de la década de los ochenta del siglo pasado “seguridad común” o seguridad cooperativa” han sido usados con mayor frecuencia en la práctica de las relaciones internacionales. Estos enfatizan que la seguridad de un Estado está pre condicionada sobre la seguridad de los otros Estados con los que se relaciona, y la seguridad nacional sólo puede ser mantenida a través de la seguridad internacional”...”La antigua Unión Soviética, Canadá y Australia aceptaron el concepto de “seguridad común” y “seguridad cooperativa” y trataron de implantarlo la región de Asia Pacífico. El antiguo líder Mijail Gorbachov abogó por una “Conferencia del Pacífico” en 1986; Joe Clark, el Secretario de Estado de Asuntos Exteriores de Canadá igualmente invocó la idea de la “seguridad cooperativa” en la Asamblea General de la ONU en septiembre de 1990; el mismo año el entonces Ministro General de Asuntos Exteriores de Australia Chris Evans clamó por el establecimiento de una Conferencia asiática de cooperación en seguridad”. Yang Wanming. (2005), “On the Concept of Comprehensive Security”, Chinese Institute of International Studies, 18 de agosto, en http://www.ciis.org.cn/item/2005-08-05/51092.html.

Es claro que el discurso de Yang Wanming trata de establecer una conexión entre la política exterior china de los años ochenta y noventa con las declaraciones anteriores, e igualmente establece que “Todas esas propuestas invocan el establecimiento de un esquema de cooperación en seguridad similar al modelo europeo aprendido del modelo de la OSCE”. Ibid.

27.Qian Qichen, (1990), “Qian Qichen on the World Situation”, Beijing Review, 15-21 de enero, pp. 12-13.

Samuel S. Kim comenta al respecto: “En la teoría, si no en la práctica, las declaraciones públicas del Ministro de Relaciones Exteriores Qian Qichen en el sentido que “la política exterior es una extensión de las políticas domésticas” son un reciente cambio de discurso de la habitual imagen china del orden mundial. Estas declaraciones de la política exterior de China desafían la lógica del realismo y el neo realismo occidental”. Kim, Samuel S. (1994), “China International Organizational Behaviour”, en Thomas W. Robinson y David Shambaugh (ed.) Chinese Foreign Policy: Theory and Practice, Oxford, Clarendon Press, p. 408.

28.Hughes, Christopher R. (2005), “Nationalism and Multilateralism in Chinese Foreign Policy: Implications for Southeast Asia”, The Pacific Review, vol. 18, núm. 1, p. 123

29.El viaje al sur fue una gira de trabajo realizada por Deng por las ZEE ubicadas en el Sur de China. En el periodo de tiempo comprendido entre la crisis de Tiananmen y la celebración del XIV Congreso del PCCh en 1992 la política del régimen se había vuelto altamente personalizada y era controlada por la gerontocracia revolucionaria del régimen, en algunos casos personajes que ya se encontraban semi retirados de la vida pública como el propio Deng, quien había renunciado a su cargo como Presidente de la Comisión Central Militar del PCCh en noviembre de 1989. Entre el tiempo de su renuncia y 1992, Deng había efectuado muy pocas apariciones públicas con el fin de no interferir en la labor de los nuevos líderes (Jiang Zemin y Li Peng). Zheng Bijian fue redactor de los discurso del viaje al sur.

Sin embargo, al no poder participar institucionalmente en las decisiones políticas, el viaje serviría como un medio de defensa de la política de reforma, y en su transcurso Deng realizó constantes pronunciamientos en contra de quienes se oponían a la continuación de las reformas después de Tiananmen, al mismo tiempo que se exponía a una cobertura inusual de los medios de comunicación del régimen. Zhao Suisheng. (1993), “Deng Xiaoping's Southern Tour: Elite Politics in Post-Tiananmen China”, Asian Survey, vol. 33, núm. 8, pp. 741-742.

30.Goldstein, Avery. (2001), “The Diplomatic Face of China´s Grand Strategy: A Rising Power ´s Emerging Choice”, The China Quarterly, núm. 168, p. 837.

31.Fewsmith, Joseph. (2001), “The New Shape of Elite Politics”, The China Journal, núm. 45, pp. 83-84.

32.Rocha Pino, Manuel de Jesús. (2006), “China en transformación: la doctrina del desarrollo pacífico”, Foro Internacional, vol. 46, núm. 4, pp. 695-701.

33.A Ying (1997), “New Security Mecanism Needed for Asia Pacific-Region” Beijing Review, 18-24 de agosto, p. 6-7.

34.Chang Hoon Cha. (2004), “China and Multilateral Security Institutions: Perspective, Process, and Progress”, Korea Observer, vol. 35, núm. 2, p. 316.

35.Yang. (2005), op. cit.

36.Shih, op. cit., p. 755.

En las relaciones con los grandes poderes, China enfatiza en unas asociaciones basadas en la colaboración y la participación. En las relaciones con sus países vecinos como los miembros de la ASEAN, China propone una política de pacificación y enriquecimiento. Yuan Peng, (2007), “A Harmonius World and China´s New Diplomacy”, Contemporary International Relations (Pekín), vol. 17, núm. 3, p. 9.

37.Xing Yue y Zhan Yijia. (2006), “New Identity, New Interests and New Diplomacy”, Contemporary International Relations (Pekín), núm. 12, diciembre, p. 36.

38.Rocha Pino, op. cit. p. 699

39.Yong Deng. (2007), “Remolding Great Power Politics: Chinas´s Strategic Partnerships with Russia, the European Union and India”, The Journal of Strategic Studies, vol. 30, núm. 4-5, p. 863.

40.Cameron, Fraser y Zheng Yongnian. (2008), “Key Elements of a Strategic Partnership” en Stanley Crossick y Etienne Reuter (ed.) China-EU: A Common Future, Singapur, World Scientific Publishing, p. 4

41.Oviedo, Daniel Eduardo. (2006), “China: visión y práctica de sus llamadas “relaciones estratégicas”, Estudios de Asia y África (México), vol. 41, núm. 3, p. 389.

42.Klimenko, Anatoly. (2005), “Russia and China as Strategic Partners in Central Asia: Way to Improve Regional Security”, Far Eastern Affairs (Moscú), vol. 33, núm. 2. p. 4.

43.Goldstein, op.cit. p. 847.

44.Narayanan, Raviprasad. (2007), “The Chinese Discourse on the “Rise of China”, Strategic Analysis (Nueva Delhi), vol. 31, Núm. 4, pp. 648-649.

45.Xing y Simons, op.cit. p. 273-274.

46.Ibidem. p. 276.

47.Lai, Hongyi Harry. (2005), “External Policymaking under Hu Jintao – Multiple Players and Emerging Leadeship”, Issues & Studies (Taipei), vol. 41, núm. 3, pp. 210-211.

48.Callahan, William A (2004), “Remembering the Future – Utopia, Empire, and Harmony in 21st Century International Relations Theory”, European Journal of International Relations, vol. 10, núm. 4, p. 574.

La idea de una Gran Unidad (literalmente datong) (o su equivalente Gran Armonía) es un concepto filosófico cuyo origen en el pensamiento confuciano puede ubicarse hasta el Libro de los Ritos o Liji. La Gran Armonía apela al deseo utópico por una sociedad igualitaria que sea tanto justa como feliz, y se remite a la dicotomía entre la sociedad actual frente a una previa Edad de Oro idealizada, a la que la humanidad pretende retornar a través de un comportamiento ético. Para retornar al datong se debe atravesar por un periodo de xiaokang o Pequeña Prosperidad que puede ser concebida como un periodo más de la historia, o como una etapa de decadencia respecto a la Edad de Oro, ello dependiendo de la interpretación de los textos clásicos; previamente al gobierno de Hu Jintao: “Los comunistas afirmaban, en términos confucianos, que el datong tendría que esperar; China debería situarse momentáneamente en lo que los líderes denominaban xiaokang – un concepto prestado del antiguo pensamiento chino que describe una situación de tranquilidad social relativa, una jerarquía humana imperfecta y una desigual distribución de la riqueza”. Hua Shiping. (2005): “A Perfect World”, The Wilson Quarterly, vol. 29, p 63.

El término xiaokang fue adoptado como el concepto de una sociedad “de bienestar relativo” durante el gobierno de Jiang Zemin, es decir, fue la promesa de desarrollo nacional realizada durante ese gobierno; por su parte, para hacer explícitas las referencias a la armonía, entre 2002-2003 el gobierno de Hu Jintao comenzó a utilizar el concepto de hexie, en referencia a las nuevas aspiraciones chinas para conformar una sociedad “modestamente acomodada” (una meta cualitativamente mas ambiciosa que lo proyectado durante el liderazgo anterior).

La Gran Armonía no se refiere a las relaciones internacionales en primera instancia, sino a un ordenamiento del mundo, la sociedad y la familia en términos generales. De acuerdo a Callahan, en el proceso de selección y adopción de ciertos elementos de la filosofía confuciana al discurso oficial: “La Pequeña Tranquilidad ahora es concebida por algunos comentaristas sociales chinos (como Xiang Shilin) como: “una etapa en un rumbo progresivo desde la sociedad de xiaokang hacia una última meta del mundo de la Gran Armonía”. Callahan, op. cit. p. 573.

49.Entre los últimos acuerdos de asociación realizados por China se encuentran los establecidos en 2004 con Argentina y en 2005 con España, Filipinas, Indonesia o Kazajstán. Oviedo, op. cit. pp. 393-394.

50.Bhattacharya, Abanti. (2007), “Chinese Nationalism and Chinas´s Assertive Foreign Policy”, The Journal of East Asian Affairs (Seúl), vol. 30, núm. 1, p. 248.

51.Para Guo Sujian, el primer académico en usar de manera explícita el término “ascenso pacífico” fue el académico Yan Xuetong en un libro titulado International Environment of China´s Rise (título en inglés, traducido del chino original), publicado en 1998; posteriormente Yan publicó un artículo sobre el mismo tema titulado “The Rise of China in Chinese Eyes”, en la revista Journal of Contemporary China en 2001. En el texto de Yan se usa el ideograma jueqi, el cuál será traducido como ascenso. Sin embargo el gobierno de Jiang Zemin se negó a usar dicho término en los documentos oficiales, hasta que reapareció en 2003. Guo Sujian. (2006), “Challenges and Oportunities for China´s “Peaceful Rise”, en Guo Sujian (ed.) China's “Peaceful Rise” in the 21st Century: Domestic and International Conditions, Burlington (Vermont), Ashgate Publishing, p. 1.

52.Rocha Pino, (2006), op. cit. p. 707.

53.Glaser, Bonnie S. y Evan S. Medeiros. (2007), “The Changing Ecology of Foreign Policy-Making in China: The Ascension and Demise of “Peaceful Rise”, The China Quarterly, núm. 190, pp. 293-294.

54.“Desde el punto de vista de Zheng, la teoría del ascenso pacífico asegura que China rechazará relaciones en confrontación con las grandes potencias. Zheng explica que al seguir un camino de ascenso pacífico, capitalismo y socialismo pueden competir juntos mientras que disfrutan de relaciones pacíficas y aprenden mutuamente”. Ibidem. p. 296

55.Zheng Bijian (2003), “A New Path for China’s Peaceful Rise and the Future of Asia”, discurso presentado en el Foro Bo´ao para Asia, Bo´ao (Hainan), 3 de noviembre.

Disponible en: http://history.bo’aoforum.org/English/E2003nh/dhwj/t20031103_184101.btk

56.Zheng Bijian (2005), “China’s Peaceful Rise to Great-Power Status”, Foreign Affairs, septiembre-octubre.

57.El propio Yan Xuetong se opuso al concepto en el sentido de que la descripción de un ascenso, realizada por Zheng Bijian, era equivocada; para Yan, China ya había sido una potencia durante varios periodos anteriores en su historia (citado por Leonard, 2008, p. 113). De forma similar, para el investigador Wang Zaibang del Instituto China de Relaciones Internacionales Contemporáneas, lo correcto para describir el proceso actual no es definirlo en términos de un “ascenso”, sino como una “revitalización pacífica” del poder de China: “China ha mostrado ser muy fuerte en su historia, yo prefiero usar los términos ‘revitalización pacífica’ o “rejuvenecimiento pacífico” para describir los esfuerzos que China ha hecho y seguirá haciendo”. Wang Zaibang. (2004), “The Implications of China’s Revival for European & Global Governance”, conferencia impartida en el European Institute of Asian Studies, Bruselas, 9 de diciembre. Disponible en: http://www.eias.org/conferences/euchina091204/zaibang.pdf.

58.“Con base en la situación internacional de los años ochenta, Deng llegó a la conclusión de que la paz y el desarrollo eran dos aspectos importantes del mundo contemporáneo, lo cual colocó los fundamentos para que el Partido y el gobierno se enfocarán en el trabajo por la modernización socialista.”

Hu Jintao, “Deng’s Legacy Still Influences China, Rest of World”, People´s Daily Online, 22 de agosto de 2004. Disponible en: http://english.people.com.cn/200408/22/eng200408 22_ 154232.html.

59.Véase: “Full Text: China’s Peaceful Development Road”, People’s Daily Online, 22 de diciembre de 2005.

Disponible en: http://english.people.com.cn/200512/22/eng20051222_ 230059.html.

60.Glaser y Medeiros, op. cit. p. 300.

61.Una muestra del contenido equivalente entre ambos conceptos son las siguientes declaraciones realizados por intelectuales chinos en publicaciones oficiales:

a) En el primer caso, en una declaración realizada en 2004 a la revista Beijing Review, Pang Zhongying enlaza el nuevo discurso sobre la armonía con el contenido de la teoría del ascenso pacífico de Zheng Bijian: “El Premier Wen Jiabao ha usado la filosofía confuciana de la armonía para hacer una exposición sobre el ascenso pacífico de China en la Universidad de Harvard en diciembre pasado. La base de la filosofía china es la armonía que puede ser considerada tanto en las relaciones internacionales o personales, o incluso en las relaciones entre la humanidad y la naturaleza. La esencia del concepto es que pueden existir contradicciones pero la armonía puede ser alcanzada, formando un mundo diverso”. Pang Zhongying, citado por Zhou Bian, (2004), “A Gentle Giant”, Beijing Review (Pekín), 8 de abril, p. 11.

b) En el segundo caso, en un artículo publicado en 2006 por la revista International Review (editada por el Instituto de Estudios Internacionales de Shanghai), Yu Xintian expone el programa político del discurso sobre la armonía como parte del proyecto de modernización y el desarrollo pacífico:: “La filosofía de la “armonía” involucra aspectos como el desarrollo científico, la cuestión de considerar como lo primero a los seres humanos, la justicia social, etc; estos aspectos, al ser adoptados por la mayoría de los pueblos, tanto en nuestro país como en el extranjero, no solo ubican a la modernización de China como una sociedad de bienestar comprensiva, sino que también ser pueden útiles para el mejoramiento efectivo de la imagen de China”. Yu Xintian. (2006), “Harmonius World and China´s Path for Peaceful Development”, International Review (Shanghai), vol. 45, invierno, p. 3 Disponible en: http://www.siis.cn

62.Wen Jiabao. (2007), “Development and Peace Hold Key to National Rejuvenation”, Beijing Review, 8 de marzo, p. 15.

63.Callahan, op. cit, p. 576.

64.Para Hu Shaohua actualmente se pueden establecer dos dinámicas sobre la continuación del confucianismo en el discurso político en la RPCh: por una parte el confucianismo continuará presente como al ser una referencia clara de la cultura y la identidad china, y por lo tanto puede ser adoptado por ciertas posturas nacionalistas que reclaman un orgullo cultural por el éxito de la reforma. El confucianismo no podrá reclamar nuevamente su antigua posición como ideología de Estado sino que continuará teniendo una función suplementaria del discurso político oficial, en tanto un contrapeso a las influencias políticas occidentales. El futuro de los elementos del confucianismo usados por el régimen depende del éxito o el fracaso de la reforma. Hu Shaohua. (2007), “Confucianism and Contemporary Chinese Politics”, Politics & Policy, vol. 35, núm. 2, pp. 150-151.

65.Guo, op. cit. p. 2.

66.Durante el gobierno de Hu Jintao fue adoptado el concepto de “poder blando” (soft power), formulado originalmente por el politólogo Joseph Nye, como parte del discurso oficial; el uso del concepto “poder blando” comenzó a menguar conforme se imponía la idea del “mundo armonioso”. La investigación teórica sobre la disciplina de las relaciones internacionales en China puede considerarse incipiente y durante el actual gobierno la discusión sobre el tema se enfocó en una crítica de las interpretaciones realistas sobre el ascenso de China; sin embargo la construcción de una teoría de gobierno centrado en la “armonía” desborda a la discusión en sola una disciplina. Véase: Qin Yaqing. (2005), “Theoretical Problematic of International Relationship Theory and the Construction of a Chinese School”, Social Sciences in China. A Quarterly Journal (Pekín), vol. 26, núm. 4, invierno; Fu Mengzi. (2005), “Rising China vs Peaceful Transformations in International Order”, Contemporary International Relations, vol 15, núm. 10; Zhang Pei. (2004), “Theories of International System and China´s Peaceful Development”, International Review (Shanghai), vol. 37, invierno. Disponible en: http://www.siis.cn/english/journal/2004/4/etl37/37contents.htm

Para Jean Garrison la adopción del poder blando por parte de la RPCh representa una “...sofisticada visión neomercantilista de que la globalización ha alterado la manera en como las potencias compiten por el poder”. Garrison, Jean A. (2005), “China´s Prudent Cultivation of “Soft” Power and Implications for U.S. Policy in East Asia”, Asian Affairs: An American Journal, primavera, p. 25.

67.Narayanan, Raviprasad. (2007), op. cit, p, 647.

68.Zheng Bijian. (2005a), “China’s Peaceful Rise and Opportunities for the Asia Pacific Region”, en Zheng Bijian, China´s Peaceful Rise: Speeches of Zheng Bijian, 1997-2004, Washington, Brookings Institution, p. 22.

69.Narayanan, op. cit. p. 650.

70.Yuan Peng, op. cit, pp. 3-4.

71.Ji Li. (2006), “Raising a Modern Society. People´s Rights an Intrisic Part of Harmony”, Beijing Review, 30 de noviembre, p. 16

72.Yuan Peng, op. cit. p. 4-7.

73.Idem. pp. 7-8.

74.Yu Xintian, op. cit. pp. 16-17.

75.Teo, Chu Cheow Erick. (2007), “Shifting Perception of the “China Threat” in America: Implications for Domestic American Psyche, Politics and Asia”, China Report (Nueva Delhi), vol. 43, núm. 1, p. 75.

76.Niquet, Valérie. (2008), Culture stratégique et politique de défense en Chine, París, IFRI, pp. 8-9. Disponible en: http://www.ifri.org

Fewsmith, Joseph. (2008), “China in 2007: The Politics of Leadership Transition”, Asian Survey, vol. 48, núm. 1, pp. 90-93.

77.“Comunicado de la Tercera Sesión Plenaria del Comité Central del 16 Congreso del PCCh”, citado por Fewsmith, Joseph (2004), “Promoting the Scientific Development Concept”, China Leadership Monitor, núm. 11, pp. 2-3.

78.Idem. p. 2.

79.Idem. p. 6.

80.Obertheitmann, Andreas. (2005), Approaches of Sustainable Development in China – Background Paper, Pekín, Sino-German Economic & Structural Reform Program, p. 9.

También véase: Constantin, Christian. (2005), “China´s Conception of Energy Security: Sources and International Impacts”, Working Paper núm. 43, Vancouver, University of British Columbia, pp. 12-14.

81.Zhou Gang. (2007), “China´s Economic Development and Environment Protection”, China Report (Nueva Delhi), vol. 43, núm. 2, p. 205.

Para Zhou Gang, investigador del Instituto de Estudios Internacionales de China, el gobierno de Hu Jintao considera que “...la protección ambiental ha sido colocada en una mas importante posición estratégica. Fortalecer la protección ambiental es un importante paso hacia la instrumentación de una aproximación científica para el desarrollo y la construcción de una sociedad de bienestar de una manera total, y una sólida garantía para la construcción de una armoniosa sociedad socialista”. Idem. p. 207.

82.Entre los desequilibrios atribuibles a la velocidad del crecimiento económico y un proyecto de desarrollo en ocasiones desordenado pueden señalarse: el desequilibrio en el desarrollo regional en el nivel nacional, y el existe entre el campo y las zonas urbanas, que amenaza con ser estructural; el excesivo consumo de energía y el poco desarrollo de políticas de ahorro; la acentuada degradación ambiental; los cambios desordenados en el uso de la tierra que han generado protestas y disturbios sociales en el campo (varios miles de casos entre 2005-2006); la aparición de dislocaciones en el mercado de trabajo; el empeoramiento en la distribución del ingreso y la desigualdad; una disminución en la calidad de algunos servicios públicos como la salubridad, así como su encarecimiento, algo evidenciado durante la crisis del SAR y el escándalo de enfermos de VIH-SIDA en la provincia de Henan a causa de transfusiones sin control. Todos estos problemas tienen el potencial de afectar la estabilidad política y social de la RPCh: un problema que ha causado graves desórdenes sociales es la apropiación indebida de tierras en contra de comunidades agrarias, por parte de ciertas autoridades locales entre 2005-2006; en ese momento el régimen abogó por la preservación de la “armonía social”. Véase: , p. 17 y Gu Yumin. (2006), “Closing the Wage Gap will Bring Social Harmony”, Beijing Review, 30 de noviembre y Navarrete, Jorge Eduardo. (2007), China: la tercera inflexión. Del crecimiento acelerado al desarrollo sustentable, México, Universidad Nacional Autónoma de México, pp. 12-14.

En 2005 se calcularon 87 000 incidentes de este tipo y para agosto de 2006 el cálculo fue de 39 000 ese año. La aprobación de leyes que regulan los derechos a la propiedad privada buscan solucionar parte de las prácticas corruptas. Saich, Tony. (2007), “China in 2006: Focus on Social Development”, Asian Survey, vol. 47, núm. 1, pp. 34-35.

83.Durante el 17 Congreso del PCCh el Presidente Hu declaró que el CDC debía fortalecer y mejorar la construcción del Partido: “Hu declaró que su teoría es la “concentrada demostración de la perspectiva y la metodología marxista. Añadiendo que comparte la misma línea con el marxismo, el pensamiento de Mao Zedong, la teoría de Deng Xiaoping y el importante pensamiento de la Teoría de las Tres Representaciones. Hu definió su concepto de desarrollo científico como “centrado en el pueblo” y como un requerimiento para el desarrollo de una “sociedad armoniosa socialista”. Fewsmith, Joseph. (2008), “China in 2007…” op. cit. pp. 88-89.

84.Bell, Daniel A. (2008), “From Communism to Confucianism: Changing Discourses on China’s Political Future”, en Daniel A. Bell, China's New Confucianism: Politics and Everyday Life in a Changing Society, Princeton, Princeton University Press, p. 5

85.Gudrun y Kaiser. op. cit. p. 8.

Para Wu Xinbo existen tres elementos históricos, heterogéneos entre sí, que producen contradicciones en la política exterior de China: 1) el pensamiento tradicional chino y “sus sueños de un mundo de armonía universal”; 2) “las experiencias humillantes en su historia moderna”, provocando que China tenga preferencias por un mundo “justo y razonablemente ordenado”; 3) el legado del marxismo-leninismo y el del pensamiento de Mao. Para Wu estas contradicciones provocan la convivencia de los principios ideológicos del PCCh con ciertas prácticas pragmáticas en la política exterior. Wu Xinbo. (2004), “Four Contradictions Constraining China´s Foreign Policy Behavior”, en Zhao Suisheng (ed.) Chinese Foreign Policy: Pragmatism and Strategic Behavior, Armonk (Nueva York), Sharpe, p. 61.

La aproximación anterior es cercana a la realizada por el politólogo Gan Yang de la Universidad de Hong Kong en su teoría de las “tres tradiciones”, aunque Gan afirma que es posible superar los conflictos. Leonard, op. cit, p. 29.

86.Niquet, Valérie. (2007), “Le XVIIe congrès du Parti communiste chinois: éclairage sur le fonctionnement d’un système”, Asie Visions 2, París, IFRI, p. 30.

87.Saich, op. cit. p. 35.

88.Economy, Elizabeth C. (2007), “The Great Leap Backward? The Costs of the China´s Environmental Crisis”, Foreign Affairs, septiembre-octubre, p. 56; Wang Zhengxu y Lai Hongyi. (2007), “Chinese Politics in 2006-2007: Harmony, More Harmony, and the Road to the 17th Party Congress”, Perspectives, vol. 8, núm. 1, pp. 32-33; Zhang Zhongxiang. (2007), “China´s Reds Embrace Green”, Far Eastern Economic Review (Hong Kong), junio, pp. 34-35.

89.Guo, op. cit, p. 4.

90.Zhou Gang, op. cit. p. 207.

91.El fenómeno ambiental conocido como “cambio climático” comienza a despertar muchas preocupaciones: “China podría atestiguar mayores extremos climatológicos, incluyendo sequías en el norte e inundaciones en el sur, un fuerte incremento en las muertes por calor, y una mayor incidencia de muertes por malaria, dengue y otras enfermedades”. El problema también afectaría a la agricultura, los bosques, los recursos hidráulicos así como peligrosos aumentos en los niveles del mar. La política de China en materia de cambio climático ha debido “proteger la soberanía de China, adquirir asistencia técnica extranjera y promover el desarrollo económico de China y promover su papel como una gran potencia responsable y líder del mundo en vías de desarrollo”. Yu Hongyuan. (2007), “In the Belly of Asian Climate Change – Will China Lead the Asian Fight against Climate Change?”, Trabajo presentado en la 21st Century Asia Pacific Roundtable, Kuala Lumpur, Institute of Strategic and International Studies (Malasia), 4-8 de junio, en: http//:www.isis.my/files/apr/Yu-Hongyuan.doc, s/n.

Algo que justifica la protección ambiental, sin perder de vista el derecho de China a su desarrollo, es el denominado “capital ambiental”; de acuerdo al profesor Zou Ji de la Universidad Renmin: si bien es inevitable la contaminación del ambiente durante la acumulación de capital primitiva y la industrialización también “...se puede considerar al agua y el aire limpios como una especie de capital. Limpiar el medio ambiente de hecho está costando un cierto grado del valor del capital, y esto también es un insumo en el proceso de la producción”. Zou Ji. (2007), “Reality of Global Warming”, Beijing Review, 21 de mayo, p. 16.

92.Zhou Gang, op. cit. pp. 207-208.

93.Yu Hongyuan. (2006), “Global Governance against Global Warming and China´s Response”, Chinese Public Affairs Quarterly, vol. 2, núm. 4, p. 307

94.La RPCh mantiene reticencias a la participación de ONG´s extranjeras en su territorio para evitar la posibilidad de alguna infiltración en sus asuntos internos. Las ONG´s ambientalistas que realizan actividades en China, si bien cuentan con cierta capacidad de movilización social, se mantienen cercanas a las directivas del régimen y en ocasiones se encuentran conformadas por alumnos universitarios; al contrario de las ONG´s occidentales no suelen realizar protestas en contra del gobierno y sus programas o la industria (al contrario de las protestas espontáneas que últimamente suelen realizar ciudadanos comunes en todo el país). Sin embargo, actualmente el gobierno se ha vuelto menos hostil a estas organizaciones en algo que puede denominarse “ambientalismo con características chinas”; las ONG´s ambientalistas: a) fueron las primeras en emerger entre todas las organizaciones civiles establecidas en China en los años noventa; b) no son confrontacionales; c) lentamente expanden su espectro de actividades de acuerdo a lo políticamente permitido; d) utilizan un espectro amplio de asociaciones para construir su capacidad y efectividad; e) utilizan nuevas tecnologías como internet. Wong Koon-Kwai. (2005), “Greening of the Chinese Mind: Environmentalism with Chinese Caracteristics”, Asia-Pacific Review, vol. 12, núm. 2, pp. 52-53.

Algunas de esas ONG´s verdes son: el grupo Rio Verde de Sichuan, con programas para la protección de la vida salvaje en la región de Qinhai-Tibet; el grupo Aldea Global de Pekín, con un programa de educación ambiental o el Instituto de Asuntos Públicos y Ambientales que realiza investigaciones sobre contaminación acuífera. Li Li. (2007), “Green Heroes”, Beijing Review, 18 de enero, p. 18.

95.Yu Hongyuan. (2007): “In the Belly of Asian Climate Change…” op. cit. s/n.



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