LA POLÍTICA EXTERIOR COMO UN MECANISMO PARA EL PROYECTO DE MODERNIZACIÓN EN LA REPÚBLICA POPULAR CHINA: DESARROLLOS DISCURSIVOS DURANTE LOS PERIODOS DE DENG XIAOPING, JIANG ZEMIN Y HU JINTAO
(1)
Manuel de Jesús Rocha Pino
(2)
Universidad Autónoma de Barcelona
Resumen:
En el trabajo se hace una descripción de los diferentes discursos de
aproximación diplomática desarrollados por el liderazgo de la República Popular
China desde el inicio del proyecto de modernización a finales de los años
setenta hasta la actualidad así como la relación establecida entre el desarrollo
interno con un entorno internacional más apropiado para los proyectos del
régimen comunista. Durante este periodo de tiempo el discurso diplomático chino
se ha caracterizado por mantener una coherencia entre la estabilidad política
interna alcanzada tras el fin del maoísmo con un entorno pacífico en el sistema
internacional; esta relación ha estado determinada por la necesidad de inversión
extranjera en China y la colaboración de ese país con el exterior en aspectos
científicos y tecnológicos.
Palabras clave: paz y desarrollo, nuevo concepto de seguridad, poder nacional
comprensivo, desarrollo pacífico, armonía, concepto de desarrollo científico
Para citar
este artículo puede utilizar
el siguiente formato:
Rocha Pino, M.J.:
"La política exterior como un mecanismo para el proyecto de modernización en la República Popular China: desarrollos discursivos durante los periodos de Deng Xiaoping, Jiang Zemin y Hu Jintao"
en Observatorio de la
Economía y la Sociedad de
China Nº 10, marzo
2009. Accesible a texto
completo en http://www.eumed.net/rev/china/
1. Introducción
A partir del Tercer Pleno del 11 Comité Central del Partido Comunista Chino (PCCh)
realizado en diciembre de 1978, la dirigencia de la República Popular China (RPCh)
encabezada por Deng Xiaoping adoptó un política de modernización y apertura que
llevó a modificar la estructura económica de ese país, con lo que rompió
parcialmente con el modo de producción centralizado del régimen maoísta.(3)
El éxito de proceso anterior ha colocado a China en el camino de convertirse en
una potencia mundial, aunque tal condición coexista con muchos problemas
sociales internos sin superar actualmente, sobre todo en lo que se refiere a los
bajos niveles de niveles de vida de buena parte de su población rural y la
resultante disparidad en el ingreso entre este sector y la población urbana,
formando con ello tres dicotomías que generan tensiones sociales: la crecientes
diferencias de ingreso entre pobres y ricos, entre las poblaciones urbana y
rural, y los diferentes niveles de vida entre los habitantes de las provincias
de la costa del Pacífico y la población del interior del país.(4)
El proceso de modernización en curso ha sido el último de un conjunto de
experimentos por reformar a China, intentos que históricamente pueden remitirse
hasta la segunda mitad del siglo XIX. La necesidad china por modernizarse se
origina en su debilidad frente a las potencias europeas que la derrotaron en las
Guerras del Opio, con quienes tuvo que firmar los “acuerdos desiguales” en ese
periodo. Si bien el proceso de modernización chino aun se encuentra inconcluso,
en estos momentos los líderes chinos buscan adecuarlo al relativo éxito que han
alcanzado en el terreno económico.
China se transforma en una variedad de aspectos y, entre los mas significativos,
se encuentra la nueva posición que comienza a asumir en el sistema
internacional, en un proceso de expansión económica continua acompañada de una
mayor presencia e influencia en algunos organismos internacionales (como su
pertenencia al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas o a la
Organización de Cooperación de Shanghai), lo que ha generado la preocupación de
una variedad de actores en el sistema internacional; otro motivo de preocupación
es la nueva presencia de los intereses de China en algunas regiones del mundo.
Un ejemplo que puede condensar las inquietudes anteriores quizá sea el argumento
que insiste en establecer una relación causal entre la creciente inversión en
recursos económicos, y la consiguiente multiplicación de los intereses de la
RPCh en África (y su influencia entre ciertos regímenes como los de Angola o
Zambia), con una disminución de la credibilidad de las políticas económicas
sugeridas por instituciones como el Fondo Monetario Internacional o el Banco
Mundial en ese continente; creándose, de esta manera, una especie de
“competencia” entre la inversión china en el exterior y las propuestas de las
instituciones mencionadas.(5)
Desde el punto de vista de la dirigencia de la RPCh, para dar respuesta a este
tipo de consignas y “teorías”, y así evitar los conflictos que se desprendan de
tales creencias, se debe justificar y dar un contenido a la posición del país en
el mundo. Este proceso involucra aspectos tanto materiales y políticos como
identitarios: especialmente desde los años noventa, China ha tratado de
construir una identidad como gran potencia mundial cuyas preferencias buscan no
alterar el statu quo internacional, sino centrarse en su proyecto de
modernización. En este trabajo se tratará de describir el proyecto práctico y
teórico-discursivo mediante el cuál la RPCh ha tratado de conciliar las
especificidades de su proceso de modernización con, desde su punto de vista, lo
que podría ser el mejor entorno internacional para lograr sus fines.
En el nivel teórico-discursivo producido por el régimen, podemos referirnos a
una incipiente Escuela china de pensamiento internacionalista, como podría
definirse, que también forma parte de los proyectos del régimen comunista y que
para articularse, de manera mas o menos lógica, ha tenido la necesidad de
construir un conjunto de conceptos orientativos, en diferentes momentos: tales
como ascenso pacífico o desarrollo pacífico, multipolarización, democratización
de las relaciones internacionales y, actualmente, la política de la armonía
formulada por el gobierno de Hu Jintao.
Cabe mencionar que esta Escuela china no alcanza a conformar una ideología
porque no trata de crear una cosmovisión que explique a la realidad: es sólo un
continuum discursivo articulado a través de conceptos coherentes entre sí (o al
menos evitando indicios de una contradicción interna), con el fin de justificar
una práctica política específica, en este caso diplomática, en favor de un
proyecto de inserción en el sistema internacional, el cuál debe responder a la
necesidad por una modernización. En cuanto objeto de estudio de la Historia y de
la Política la particularidad del proyecto consiste en la búsqueda por generar
una identidad china a su alrededor; por Escuela también entendemos a un conjunto
de personalidades agrupadas en un determinado espacio de tiempo y la difusión de
sus ideas, que si bien son aproximadas, no necesitan converger totalmente o
sustentar idénticos puntos de vista.
Actualmente en esta Escuela puede situarse una diversidad de internacionalistas
chinos a los que Mark Leonard cataloga, a grandes rasgos, en tres grupos: a)
liberales internacionalistas como Qin Yaqing o Shi Yinhong, enfocados en que
China desempeñe un papel mas activo en las relaciones internacionales, pero
buscando su integración sin alterar el statu quo, inclinándose por la difusión
del poder blando a través de la integración regional y el multilateralismo; b)
neocomunistas como Yan Xuetong, con una perspectiva mas bien realista,
prefiriendo una proyección asertiva del poder de China aunque rechazando su
envolvimiento en conflictos a menos de que sea necesario, como el caso de una
virtual independencia de Taiwán; c) pragmáticos entre quienes ubica a Wang Jisi,
para quienes “la mejor estrategia para China es ser modesta sobre la amplitud de
su poder” para así enfocarse en su crecimiento y el desarrollo: el término
desarrollo resulta ser “inofensivo, menos agresivo y mucho menos controvertido”.
(6)
Resulta clara la necesidad de una mayor profundización en el estudio alrededor
de las corrientes de pensamiento que contribuyen a construir a la RPCh
contemporánea, con el fin de efectuar, desde el exterior, una aproximación con
el mayor rigor posible a estos procesos, evitando recurrir al uso de ciertas
etiquetas ideológicas o simplemente reactivas. Como afirma Arif Dirlik, tanto la
modernidad, y por consiguiente el proyecto de modernización en China deben ser
considerados “...en la confrontación de la historia como un problema; en lugar
de su reducción al servicio de uno u otro modo de interpretaciones ideológicas
sobre la modernidad”.(7)
Sin embargo durante los últimos años del proceso de reforma, las políticas de
desarrollo interno y de socialización internacional que ha instrumentado el
régimen comunista en algunas ocasiones han sido calificadas como puramente
“pragmáticas”, en tanto un atributo valorativo, concebido particularmente entre
ciertos medios académicos y periodísticos de Occidente. Quizá el uso de tal
calificativo en realidad trate de usar a algunas decisiones de naturaleza
tecnocrática, tomadas durante los años ochenta y el régimen de Jiang Zemin, como
la representación totalizadora de un régimen; en este caso el calificar como
“pragmática” a una forma de hacer política, en realidad, encierra la intención
de no tomar en cuenta la necesaria comprensión de los procesos históricos que
han tenido lugar recientemente en China, y en Asia del Este en general, en los
que se relacionan temas como la modernización, la condición postcolonial o el
eurocentrismo.
El calificativo “pragmático”, en tanto la alusión a una falta de valores y
principios, es expresión de la ambigüedad que ha tenido en Occidente la
recepción del proceso de modernización instrumentado por la dirigencia de la
RPCh, especialmente después de 1992 (a partir del levantamiento a las sanciones
económicas debidas a la masacre de Tiananmen); en el uso de dicho calificativo
ha sobresalido una intención peyorativa para apreciar lo que se interpretó, en
primera instancia, como un abandono de las directrices ideológicas marxistas del
régimen con el fin de obtener un conjunto de metas económicas y comerciales
concretas, como la adhesión de China a la Organización Mundial de Comercio. Sin
embargo nunca ha existido una ruptura definitiva del régimen con la retórica
marxista-leninista; por lo contrario, los discursos que han sustentado la
necesidad del proceso de reforma también han servido para suplementar a la
ortodoxia política. En la actualidad la RPCh sigue contando con un régimen
político basado en un sistema de partido político único de orientación
leninista, por lo que el Partido Comunista Chino determina la planeación de las
políticas y la economía que serán instrumentadas por el Estado, así como la
movilización social.
Considerar como puramente “pragmáticos” a los procesos políticos de China,
particularmente a la formulación de la política exterior, también se inspiró en
una concepción del mundo de tipo eurocéntrica; durante los primeros años de la
Posguerra Fría, Occidente tuvo la potestad para asignar una definición
determinada a los procesos de transición que tomaban lugar en su periferia, y
así desprender el sentido “positivo o negativo” que tomaría el comportamiento de
los miembros del sistema internacional tras la bipolaridad. Por su parte, el
proceder de China en el sistema internacional fue tomado con reservas, en tanto
que se trataba de un país comunista que no había instrumentado una transición
política de tipo democrático-liberal simultáneamente a la reforma económica,
como lo hicieron la mayoría de los países ex comunistas en Europa. Como
respuesta a los rasgos mencionados, frente al proceso de transición chino
brotaron temas de discusión como las teorías de “la amenaza de China”, “el
conflicto que viene con China” o “el peligro del colapso de China” que
proliferaron en la segunda mitad de los años noventa. Sin embargo tales teorías,
por lo general, sólo se preocupaban por conflictos generados a partir de
problemas coyunturales, como los diferendos comerciales que comenzaban a surgir
en la relación sino-estadounidense, el fortalecimiento de China tras la
retrocesión de Hong Kong y Macao, la cuestión de Taiwán o las expresiones
nacionalistas como las protestas populares tras el bombardeo de la embajada
china en Belgrado en 1999: los discursos anteriores no avanzaron mas allá de la
discusión teórica o la especulación prospectiva, y no encontraron suficiente
evidencia empírica para sustentarse.
De acuerdo a Miles Kahler la adjudicación del calificativo “pragmático” a un
caso empírico de relaciones internacionales puede considerarse un “defecto
metodológico” derivado de ciertos enfoques neorrealistas, lo cuál puede tener
como fin el apropiarse o modificar intencionalmente al objeto de estudio para
reforzar ciertas creencias u orientar su comprobación (en este caso en la
aproximación a la RPCh):
“Bajo la influencia del neorrealismo, y movimientos intelectuales como el
denominado “volver a poner al Estado en el primer plano” (bring the state back
in), las relaciones internacionales, mas que otras ciencias sociales, se
encontraron dispuestas a atribuir una racionalidad limitada a los Estados y a
otros actores internacionales. Normalmente, esta cuestión se abordó a través de
un pragmatismo simple: los actores unitarios eran una hipótesis útil hasta que
se comprobara que no eran realistas”.(8)
Hacer una puntualización sobre el carácter reduccionista del anterior enfoque
neorrealista es necesario debido a su insuficiencia para analizar la naturaleza
del discurso diplomático articulado por China durante los últimos años; por lo
general razonamientos y conceptualizaciones sobre la trayectoria de
modernización y ascenso de China, que serán expresados en términos tan diversos
entre sí como “políticas pragmáticas”, “el peligro de China”, el “choque de
civilizaciones”, la “nueva diplomacia”, el uso de un concepto como el de “poder
blando”, o la inclusión de China en el grupo de los “BRIC”(9), han resultado
provisionales para explicar una coyuntura específica. Estos desarrollos
discursivos han servido para caracterizar ciertos lapsos en el continuum de un
proceso estructurado tanto por decisiones tecnocráticas como por una
transformación gradual de las prácticas diplomáticas instrumentadas por la
dirigencia de la RPCh. En dicho proceso también ha tenido relevancia la
generación de nuevas identidades e intereses políticos, pero sin abandonar la
naturaleza leninista del Estado: un proceso histórico que sobrepasa a una
racionalidad puramente pragmática.
Por otra parte, algunas decisiones instrumentadas por la RPCh incluso han
significado mas retrocesos que un avance. Un ejemplo de estos retrocesos resulta
ser el deterioro ambiental en la China actual y su relación con el déficit
energético que enfrenta ese país, a lo que el régimen comunista ha respondido
con un nuevo programa político e institucional: el denominado “concepto de
desarrollo científico”.
Hasta el momento el proceso de modernización inacabado ha tenido consecuencias
tanto internas como externas a China. En la presente investigación se mantiene
que, en la actualidad, la síntesis del proceso anterior consiste en una
creciente integración de los objetivos de las políticas internas y las políticas
externas del país, algo que Deng Xiaoping había vislumbrado desde su discurso
sobre la política de paz y desarrollo en los años ochenta: ésta integración se
ha convertido en una de las políticas cardinales del régimen de Hu Jintao,
caracterizadas a partir de 2003 de manera sucesiva mediante términos como “el
ascenso pacífico”, “el desarrollo pacífico”, “la sociedad armoniosa” y “el mundo
armonioso”.
El cambio cognitivo en Occidente frente al proceso de modernización no es
consecuencia sólo de las transformaciones internas en la RPCh, o de la necesaria
cooperación de este país en coyunturas como la “guerra antiterrorista”
estadounidense, sino a que el proyecto de reforma ha conseguido uno de sus
objetivos estructurales: desde una perspectiva constructivista, la creciente
vinculación e interdependencia recíproca entre los procesos políticos internos
de China con el sistema internacional en su conjunto. De la misma manera, el
proceso histórico mediante el cual China ha tratado de crear una imagen para sí
misma, y de presentar una imagen al mundo exterior es un problema que ha
pertenecido al proceso de modernización desde su origen, y puede remitirse hasta
su enfrentamiento con las potencias europeas que intervinieron en el Imperio
Qing durante el siglo XIX; este es un problema viejo y actual para el régimen
chino:
“La mas grande amenaza estratégica para el régimen actual hoy en día es su
imagen nacional. A corto plazo el país no se ve amenazado por una invasión. Las
cuestiones estratégicas mas importantes, retos tan diversos como un crecimiento
económico sostenible o la amenaza de la independencia de Taiwán, tienen una
conexión compartida con la imagen nacional de China (guojia xingxiang)”... “La
forma en que China sea percibida por otras naciones, y la subyacente realidad
que refleja esa percepción, determinará el futuro del desarrollo y la reforma en
China”.(10)
Como afirma Shih Chih-Yu, la cuestión de cómo representar a la RPCh frente a un
mundo intranquilo frente su ascenso ha sido “un asunto de identidad política mas
que una consideración científica del poder material de China”.(11)
En esta investigación se buscará describir la relación entre el proceso de
modernización de la RPCh y su política exterior durante los tres periodos
diferenciados de gobierno que se han sucedido en ese país desde 1978 hasta la
actualidad. Durante este espacio de tiempo puede observarse una evolución
constante en el discurso de la política exterior de la RPCh, y específicamente
un cambio en las aproximaciones de China a las políticas bilaterales,
especialmente en relación con los países considerados como “potencias mundiales”
tras la fin de la Guerra Fría. Uno de los elementos relevantes en la evolución
del bilateralismo chino durante este tiempo ha sido la particular experiencia de
la RPCh en la instrumentación de los mecanismos denominados como “asociaciones
estratégicas”.
Con fines metodológicos el proceso de la construcción de la política exterior
post maoísta puede dividirse en tres periodos, aunque en la realidad sea difícil
temporalizar un proceso político de manera definitiva: el primero entre
1978-1992, corresponde al periodo de liderazgo de Deng Xiaoping; el segundo
entre 1992-2002 corresponde al periodo de gobierno de Jiang Zemin; el tercer
periodo iniciado en 2002 hasta la fecha corresponde al periodo de gobierno de Hu
Jintao.
2. La política exterior como instrumento para el desarrollo durante el periodo
de Deng Xiaoping (1978-1992): el “socialismo con características chinas” y la
política de paz y desarrollo
Durante los años ochenta la dirigencia de la RPCh comenzó a articular una
política exterior que paulatinamente modificó la estructura de balances de poder
basada en el denominado “triángulo estratégico”, resultante de la aproximación
sino-estadounidense iniciada en 1972. La estructura del triángulo estratégico
determinó el desarrollo de la Guerra Fría durante los años setenta y se basó en
una alineación diplomática entre China y Estados Unidos en contra de los
proyectos soviéticos por extender su influencia en Asia, como en el caso de la
oposición china a la invasión de Vietnam contra Camboya, que culminó con una
breve guerra sino-vietnamita en 1979.(12)
A partir de 1978 la nueva dirigencia encabezada por Deng Xiaoping comenzó a
instrumentar una política exterior que aspiraba a ser coherente con los planes
de modernización que la RPCh necesitaba en ese momento, tratando de distanciarse
de su papel ideológico y en ocasiones conflictivo de la época maoista; la nueva
política exterior debía trazarse de una manera independiente al triángulo
estratégico y en favor de la modernización económica y tecnológica del país,
para lo cuál debía iniciarse una apertura hacia el exterior, buscando la
participación de los extranjeros que contaran con los avances técnicos y en
materia de gestión necesitados por la RPCh.
Para consolidar su proyecto, en 1979 Deng anunció que existiría una continuidad
con el legado de Mao Zedong, al menos en el discurso, a través de lo que
denominó los “Cuatro Principios Cardinales”.(13) Mantener estos “principios” sirvió
para instrumentar las primeras fases de la reforma evitando la oposición de los
marxistas ortodoxos y así dotar al país de la tranquilidad política y social
necesaria, al mismo tiempo que reconocía la importancia de una continuación con
la estructura de poder vertical del PCCh.
Deng relacionó la realidad política del régimen comunista con su proyecto de
reforma a través del concepto “Socialismo con Características Chinas”, aparecido
primeramente en un discurso en 1983. Para Xing y Simons, este concepto tiene
implicaciones nacionalistas puesto que Deng reclamaba una cierta excepcionalidad
china, en base a las características históricas y culturales del país, para
justificar la aplicación de algunos elementos de la economía del mercado en un
sistema centralizado (realizados en unas limitadas Zonas Económicas Especiales);
el proyecto de Deng implicó un acto de transformación de la realidad a través
del discurso (cercano al “voluntarismo” en el pensamiento de Mao)(14), lo que evoca
al concepto confuciano de la rectificación de los nombres o zheng ming (y que
algunos autores pueden denominar informalmente como la “creatividad
confuciana”).(15)
“Para Confucio cada nombre (por ejemplo eslóganes, conjuntos de frases,
muletillas populares) contiene en sí mismo un concepto y un comportamiento. Los
nombres formulados por el gobernante y propagados por el gobierno producían una
rectificación del orden moral y una nueva forma pensamiento. A través de la
práctica de zheng ming un nuevo conjunto de normas sociales eran prescritas y se
instrumentaban nuevas políticas y acciones”.(16)
Para Sean Golden el concepto de zheng ming también implica la necesidad de
establecer un “consenso ideológico” entre los niveles macro sociales
correspondientes a la vida cívica y los micro sociales pertenecientes al nivel
de las relaciones familiares o afectivas, a lo que se podría añadir: “una
extensión hacia las relaciones internacionales y la política exterior”.(17)
El gobierno de Deng dotó a China de sus primeros años de estabilidad política en
muchas décadas y a mediados de los años ochenta se evidenció la necesidad de
crear un discurso que relacionara a la modernización con una relación pacífica
de China con el mundo exterior: el primer discurso de este tipo fue la
denominada política de paz y desarrollo o heping yu fazhan, que comenzaría a ser
difundido a partir de 1984 aproximadamente; adicionalmente a la estabilidad
interna en China, el gobierno comenzó a observar los síntomas de una disminución
de tensiones en el sistema bipolar, especialmente tras el nombramiento del
Mijail Gorbachov como Secretario General del Partido Comunista de la Unión
Soviética y las primeras muestras de apertura de la nueva dirigencia soviética
hacia el gobierno de Ronald Reagan.
De acuerdo a Michael Yahuda, para explicar la política de paz y desarrollo en
términos marxistas, Deng argumentaba que el conflicto militar Este-Oeste estaba
relacionado con las relaciones económicas Norte-Sur. Los problemas en una
relación de poder entre dos regiones podían interferir en la otra relación. Deng
establecía que los países del Norte necesitaban mercados y los del Sur
tecnología avanzada, por lo que podían ser compatibles y China podría tener una
función especial en estas relaciones: pero el desarrollo de la cooperación sólo
podía obtenerse en un entorno internacional pacífico, por lo que China debería
ser un factor de estabilidad, al mismo tiempo que conseguía desarrollarse.
Aceptar tecnología de los países capitalistas en las ZEE no significaba una
contradicción con el marxismo puesto que el intercambio no era ideológico.(18) En
1985 Deng declaraba en un discurso pronunciado ante la Comisión Central Militar
del PCCh:
“China necesita concentrar todas sus fuerzas en la construcción económica y
convertirse en una potencia socialista moderna. Nos hace falta un ambiente
internacional de paz y estamos esforzándonos por crearlo y defenderlo. La
construcción económica es un asunto de importancia vital en nuestro país, al
cual debe supeditarse todo lo demás”.(19)
La apertura económica provocaba que las preferencias de la política exterior
china transmutaran de las preocupaciones ideológicas del maoísmo hacia una
proliferación de políticas de cooperación con el exterior en la que sobresalía
la diplomacia económica - jingji weijiao - (en la ciencia y tecnología, la
educación, el comercio, la transferencia de tecnología o las ciencias de la
información); para responder a estos cambios, la gestión de la política exterior
del régimen comenzó a necesitar de mayores medidas de coordinación y delegación
de autoridad, sobrepasando la capacidad de la reducida elite revolucionaria que
tradicionalmente se había encargado de estos asuntos: como resultado, las
funciones de la gestión burocrática en el campo diplomático paulatinamente
fueron transferidas desde el Comité Central del PCCh y el Ministerio de Defensa
hacia el Consejo de Estado, entonces encabezado por el Primer Ministro Zhao
Ziyang, reduciendo la autonomía de funciones del PCCh y el Ejército Popular de
Liberación (EPL) en la materia.(20)
Durante el final de la década de los ochenta, algunos analistas chinos
comenzaron a vislumbrar una erosión en la bipolaridad, dadas las conversaciones
sobre paz y desarme desarrolladas en ese momento, al tiempo que previeron una
oportunidad para el desarrollo de nuevos centros de poder en la periferia de los
dos hegemones ideológicos (aunque en ese tiempo de ninguna forma vaticinaron una
posible desaparición de la URSS). Consultando a analistas como Peng Li y Zheng
Bijian, en una investigación de campo realizada en 1988, los académicos Banning
Garret y Bonnie S. Glaser resumieron ésta nueva visión de los intelectuales
chinos en cinco aspectos: 1) Las superpotencias han fallado en sus esfuerzos por
extender su hegemonía global, especialmente en el caso del malogrado proyecto
soviético de expandir su presencia en el Tercer Mundo a finales de los setenta
(en Vietnam o Afganistán); 2) El fracaso de ambas superpotencias por nulificarse
y ganar la carrera nuclear; 3) La creciente comprensión en Estados Unidos, la
URSS y otras naciones en un declive del poder militar como una herramienta de la
política exterior; 4) Las dificultades económicas internas de las superpotencias
les habían quitado recursos para continuar ampliando su capacidad militar,
obligándolas a hacer aproximaciones recíprocas para conversar sobre el desarme e
impulsar una agenda de “reforma y reajuste” en lo económico; 5) Se observó un
declive del poder económico y político de las superpotencias en comparación a
otros centros de poder (como Asia Pacífico o la Comunidad Económica Europea) en
un tiempo de importancia creciente de la fortaleza económico tecnológica, y una
disminución de los factores militares y estratégicos como determinantes
esenciales del poder nacional y su relación con su posición global.(21)
Un elemento relevante en estos análisis fue la importancia que tendría el
desarrollo tecnológico “....acelerando el camino hacia una multipolaridad”...
“el desarrollo de la nueva tecnología probablemente será decisivo en la
competitividad de una nación y por ello en su relativo posicionamiento de poder
económico y político en el siglo XXI”.(22) El declive del sistema de balances era
una condición objetiva que obligaba al régimen a profundizar en la reforma.(23) Un
entorno bipolar menos agresivo, acompañado de los procesos de interdependencia
global, podía dar a la RPCh la oportunidad para fomentar un ambiente
internacional propicio para obtener sus primeros objetivos de desarrollo y
modernización tecnológica; justamente durante este tiempo comenzó a aparecer en
el discurso de la dirigencia el término “multipolaridad” (duojihua), un concepto
que se volvería cardinal para orientar las estrategias de socialización
internacional que impulsaría China durante los años noventa.(24)
Como evidencia práctica de los planteamientos teóricos anteriores, al final de
los años ochenta el gobierno soviético inició una clara aproximación hacia
China, considerando que los criterios que le llevaban a establecer el diálogo
sobre desarme con los Estados Unidos podrían aplicarse en una reanudación de
relaciones con la RPCh; de esta forma se inició un proceso de acercamiento con
el fin de alcanzar la normalización. Si bien los soviéticos se negaron en tomar
en cuenta tres reclamaciones básicas del gobierno chino (el retiro de las tropas
soviéticas establecidas en la frontera con Manchuria, el retiro soviético de
Afganistán, así como el fin de la intervención de Vietnam en Camboya), el
régimen de Gorbachov ofreció unilateralmente muestras de buena voluntad como el
retiro de algunas tropas fronterizas, levantó algunas restricciones al comercio
inter fronterizo, sugirió reanudar la colaboración tecnológica sino-soviética
para modernizar “algunas industrias chinas envejecidas”, y ofreció lo que
entonces se denominó como una “asociación estratégica”.(25)
La normalización de las relaciones sino-soviéticas inició simbólicamente tras la
visita de Gorbachov a Pekín en mayo de 1989, estableciéndose una mesa para la
negociación de las límites fronterizos en Siberia Oriental e iniciando un
conjunto de medidas para la construcción de la confianza en el área militar; en
reciprocidad el gobierno de Deng inició una política de “buena vecindad” (muling
zhence) con la URSS.(26) Sin embargo la propuesta soviética para iniciar un vínculo
asociativo no prosperó debido a las crisis políticas derivadas tanto de la
represión de Tiananmen como de los casi simultáneos cambios de régimen en Europa
del Este ocurridos a finales de 1989: tras lo anterior el gobierno chino comenzó
a visualizar a las reformas soviéticas como una amenaza política e ideológica
para el régimen de la RPCh y procuró aislarse tanto de la URSS como de Occidente
a causa de las sanciones internacionales impuestas para castigar a la represión;
en la política interna se consolidaba el poder del Primer Ministro conservador
Li Peng; en junio de ese año Jiang Zemin era elegido Secretario General del
PCCh.
3. El gobierno de Jiang Zemin y la política exterior (1992-2002): nuevos
elementos conceptuales y la construcción de una identidad como Gran Potencia
El periodo que va de 1990 a 1992 se caracterizó por un aislamiento asumido como
temporal por el régimen comunista, tanto por el temor a que los movimientos de
transición política de Europa del Este se presentaran en la RPCh, como por las
sanciones económicas derivadas de la masacre de Tiananmen. Durante este periodo
el régimen se comportó de manera disciplinada a la concepción de Deng de
“mantener un perfil bajo” en las relaciones internacionales (taoguang yanghui -
literalmente “ocultar el brillo, alimentar lo oscuro”-) actuando de acuerdo a
los recursos y limitaciones del régimen comunista; pero, no obstante el
aislamiento, el régimen adaptó la continuidad de la política de paz y desarrollo
en el nuevo entorno, siendo una constante el subrayar la necesaria relación
entre el proyecto de modernización con la política exterior, como lo demuestran
declaraciones del Ministro de Relaciones Exteriores Qian Qichen realizadas en
1990:
“La política exterior es la extensión de las políticas domésticas de China. En
tanto que en los próximos dos o tres años China rectificará su orden económico,
mejorará su ambiente económico y profundizará mas sus reformas económicas en un
esfuerzo por alcanzar el desarrollo económico de una manera sostenible, estable
y coordinada, la primera tarea de China en la esfera diplomática es crear un
ambiente internacional estable, pacífico y favorable para salvaguardar sus
intereses nacionales y la seguridad estatal”.(27)
De la misma manera el concepto de multipolaridad fue introducido en el discurso
oficial por Deng Xiaoping en 1990, y se agregó formalmente a la línea de
actividades del Secretario General del PCCh Jiang Zemin correspondiente al 14to
Congreso del PCCh en 1992; un desarrollo discursivo similar fue el la idea de
una multipolarización del orden mundial o duojihua de shijie.(28)
En 1992 las sanciones económicas comenzaron a levantarse, principalmente por el
interés de los inversionistas extranjeros en el éxito económico que se
vislumbraba en los experimentos de las ZEE, una idea que se reforzó
simbólicamente mediante el histórico “viaje al sur” realizado por Deng durante
enero y febrero de ese año.(29) Pero conforme las sanciones por la represión de 1989
se levantaban, el régimen comunista se enfrentó con el nuevo entorno
internacional producido por el triunfo estadounidense en la Guerra del Golfo. De
acuerdo a Avery Goldstein las consecuencias para China pueden dividirse en tres
factores:
1.- La desaparición de la URSS en 1991 hizo que las preocupaciones del régimen
se centraran en el mantenimiento de la unidad territorial y la estabilidad
política interna.
2.- No obstante que ninguna potencia amenazaba la integridad territorial, sí
habían aumentado las disputas fronterizas en la periferia china; entre estos
conflictos sobresalían la falta de un estatus legal para buena parte de la línea
fronteriza compartida con las nuevas repúblicas independientes de Asia central
(la frontera china en esa región se había transformado en cuatro secciones
diferentes); la disputa con varios países del Sureste de Asia por la islas
Spratly, un territorio de islotes situado Mar del Sur de China, entre las costas
de Vietnam y Filipinas, en el que se mezclaban sentimientos nacionalistas y las
perspectivas por encontrar energéticos; hacia mediados de la década de los
noventa por el temor de China a que Taiwán iniciara un proceso de independencia
de jure.
3.- El fin de la bipolaridad y los recientes triunfos ideológicos y militares de
Estados Unidos habían dado lugar a una nueva era de unipolaridad y hegemonía
estadounidense, algo confirmado en los proyectos de expansión de la OTAN o en
las intervenciones humanitarias en Somalia y Kosovo.(30)
Ante un panorama hostil, el régimen efectuó una modificación a la política de
Deng de paz y desarrollo, ahora teniendo como prioridad el evitar alguna
confrontación con sus vecinos o con la nueva potencia unipolar: además de la
cooperación extranjera en la modernización, se buscaba que el rápido progreso
del proceso de reforma no tuviera una mala recepción entre Occidente y el
gobierno de Jiang ofreció la política de “buena vecindad” a los miembros de la
ASEAN.
Las respuestas de la RPCh al denominado “momento unipolar” produjeron la
necesidad de cambios profundos en la política exterior, tanto de naturaleza
institucional como conceptual, modificaciones que coincidieron con el relevo
generacional de la dirigencia de la RPCh a efectuarse durante el XV Congreso del
PCCh en 1997: esto significa el cambio político entre la denominada “segunda
generación de líderes” revolucionarios por la “tercera generación de líderes”,
funcionarios del Partido que no habían conseguido el poder por medio de las
armas, y en muchos casos con formación universitaria en alguna Ingeniería, como
Jiang Zemin.(31) Uno de los objetivos principales de esta modificación fue el temor
a que el poder estadounidense instrumentara una política de contención contra el
proceso de modernización chino.
En los meses previos a XV Congreso, la diplomacia china comenzó a instrumentar
las directrices de la nueva política exterior, en las que va a resaltar una
definición mas clara de las políticas bilateral y multilateral del régimen; en
primer lugar una política multilateral era algo novedoso pues durante el maoísmo
los órganos de este tipo habían sido considerados instrumentos de dominación al
servicio de alguna de las potencias, pero el mayor desarrollo de conceptos e
instrumentos se orientó al bilateralismo. Las incipientes prácticas
multilaterales de China se realizaron a través de participación de China en el
Encuentro Asia Europa, creado en 1996 o mediante la conformación del Grupo ASEAN
+ 3 en 1997.
Por otra parte tres elementos van a resaltar en la nueva política bilateral: uno
de tipo teórico-conceptual, uno de naturaleza identitaria y un nuevo elemento
asociativo orientado a la cooperación bilateral mediante la creación de vínculos
informales denominados como asociaciones estratégicas, las cuáles se encargarían
de materializar institucionalmente al discurso multipolar.(32)
3.1 Un elemento teórico conceptual: El nuevo concepto de seguridad (NCS)
EL NCS fue formulado por especialistas chinos en relaciones internacionales
(entre otros Yan Xuetong) a mediados de la década de los noventa e introducido
formalmente en la escena internacional por el Ministro de Relaciones Exteriores
Qian Qichen durante la reunión del VI Foro Regional Asiático (ARF, por sus
siglas en inglés) en junio de 1997. En realidad el NCS trataba de asimilar al
contexto chino las formulaciones de conceptos de cooperativa o comprensiva,
desarrollados previamente como referentes de un contexto se seguridad deseable
para la Posguerra Fría. Los cuatro aspectos del NCS expuestos por Qian fueron:
1. Los sistemas de seguridad basados en las alianzas militares o la carrera
armamentista se habían vuelto insuficientes para conservar la paz.
2. Las relaciones entre los estados debían basarse en los cinco principios de la
coexistencia pacífica.
3. La economía internacional debía convertirse en una base para la seguridad.
regional y global, en el marco del beneficio mutuo y las prácticas entre
iguales.
4. Todos los países deberían crear mecanismos de consulta y cooperación en el
área de la seguridad.(33)
El NCS fue adoptado oficialmente tanto por el EPL como por el Consejo de Estado
en 1998, teniendo como base a los cinco principios de coexistencia pacífica.(34) Una
aportación significativa del NCS fue el relacionar a la seguridad con el
desarrollo económico bajo el concepto de la seguridad comprensiva: el crear
intereses compartidos y los consensos para la solución de los problemas, se
podía establecer un punto de partida para el establecimiento de un sistema de
seguridad efectivo.(35) La RPCh tuvo la oportunidad de demostrar su discurso en la
realidad durante la crisis financiera que asoló al Sureste de Asia en 1997 al no
devaluar su moneda.
3.2 Un elemento de naturaleza histórico-identitaria: La política de “relaciones
entre grandes potencias”.
Las preocupaciones de China sobre sus relaciones con los países considerados
como potencias tienen una raíz histórica relacionada con su debilidad
tecnológica frente a las potencias coloniales del siglo XIX. El origen mismo de
un proyecto de modernización se encuentra en las derrotas del Imperio Qing en
las Guerras del Opio y en el fracasado proyecto de reforma de la Restauración
del Emperador Tongzhi (1864-1874). Con la dominación europea impuesta a través
de los tratados desiguales la cultura política tradicional de China tuvo que
enfrentarse con algo novedoso: la existencia de un orden político internacional
y la presencia de un conjunto de potencias que podían aplicar sus sistemas
jurídicos en los Estados mas débiles. Tradicionalmente la concepción china sobre
un entorno internacional residía en relaciones de sometimiento y aceptación de
su autoridad por parte de países mas pequeños como Corea o Vietnam y la sumisión
de los pueblos nómadas de Asia central. El tratamiento de estas relaciones era
de tipo ritualístico: el reino que aceptaba someterse al Emperador recibía un
conjunto de regalos de manera simbólica, una tradición iniciada en la Dinastía
Han y que se conoció como sistema tributario y que durante la Dinastía Qing fue
conducido por el Ministerio de Ritos, por lo menos hasta 1861.
Siguiendo con el proyecto de una diplomacia que buscaba atraer la inversión
externa para el desarrollo, el gobierno de Jiang Zemin consideró necesario
conformar una política de aproximación de China hacia los países considerados
como “grandes potencias”: el régimen comunista buscaba establecer una relación
cooperativa en igualdad con los socios extranjeros presentes en las ZEE a partir
de la nueva política bilateral, y para ello debía elevar la condición de China a
la condición de gran potencia. Durante los periodos previos de su historia, la
RPCh había instrumentado políticas orientadas hacia hegemones o países
capitalistas, comunistas y tercermundistas, pero nunca una política específica
de “relaciones entre grandes potencias” (daguo guanxi). Lo mas aproximado había
sido una categoría de análisis denominada “diplomacia hacia las grandes
potencias” (dui daguo weijiao), en la que China se asumía como un país del
Tercer Mundo estableciendo una relación con los grandes poderes.(36)
Debido al contexto de tensiones provocadas por el avance del ascenso chino, la
nueva política de “relaciones entre grandes potencias” debió realizarse de
manera indirecta: es decir, China trató de adoptar una identidad como potencia
estableciendo relaciones bilaterales, en lugar de hacer una declaración oficial
sobre su nueva condición; sin embargo el cambio de identidad fue llevado a cabo
no sin cierta renuencia en el mismo régimen, pero era necesario desde el punto
de vista del gobierno dado que podría crearse una contradicción entre la
estabilidad interna frente a un entorno conflictivo en el exterior: “Al
enfatizar que China tiene muchas cosas en común con otros poderes mundiales, de
hecho indica que es una de ellos”.(37)
3.3 Un elemento asociativo: las asociaciones estratégicas y la instrumentación
del discurso multipolar
La política de paz y desarrollo de Deng había elaborado un modelo cooperativo,
en el que diferentes potencias extranjeras podrían involucrarse materialmente en
el proceso de reforma gracias a un sistema internacional estable; pero debido al
contexto a mediados de los años noventa el gobierno de Jiang Zemin debió
formular una propia versión de la multipolaridad: en este caso subrayando la
cooperación entre varias potencias para frenar la hegemonía de una sola, pero
sin establecer una alianza formal entre ellas, sino todavía recurriendo al
moralismo o al victimismo como un arma diplomática preferible antes de la
confrontación directa (tal como se demostró tras el bombardeo de la Embajada de
la RPCh en Belgrado por las fuerzas de la OTAN en 1999).(38)
El temor ante una posible contención estadounidense provocó que el gobierno de
Jiang prefiriera apoyarse en el discurso multipolar y la difusión del
bilateralismo, en lugar de extender las prácticas multilaterales. Es claro que
las asociaciones estratégicas de la RPCh fueron a una reacción a los movimientos
militarmente estratégicos que tenían lugar en Europa como en el caso del proceso
de ampliación de la OTAN; pero siendo coherente con la consolidación del nuevo
liderazgo durante los preparativos del XV Congreso del PCCh, el régimen articuló
un discurso que presentara a la nueva política como una auténtica innovación.
Debido a la política exterior independiente y de no alineación practicada desde
los años ochenta (como parte de su ruptura con el “triángulo estratégico” de los
setenta), China consideró que sus preferencias consistirían en unirse a socios y
no a aliados militares. Esta experiencia va a determinar las particularidades de
una asociación estratégica de la RPCh; de acuerdo a Yong Deng: “La
caracterización señala por ello la voluntad política del socio para reconocer la
legitimidad del ascenso de China, para tratar temas en los que existan
desacuerdos con el fin de mejorar la relación bilateral en su totalidad y para
realzar la coordinación en promover las preferencias que tengan en común en la
ámbito internacional. Sin embargo, en realidad cada una de estas relaciones
bilaterales han tenido sus propias dificultades y límites, así como su
distintivo conjunto de dinámicas”.(39) No existe una definición formal de una
asociación estratégica formulada por la RPCh, aunque en el caso de China los
requerimientos para su instrumentación obedecen a su carácter político y su
naturaleza estratégica se deriva de su contenido temporal, pensado a largo
plazo, con el fin de apoyar un proyecto histórico mas amplio, en el caso de
China su proceso de modernización.(40)
Para Klimenko pueden identificarse algunos elementos comunes a los que aspiran
las asociaciones estratégicas instrumentadas por la RPCh:
a) Establecer intereses compartidos entre los asociados para realizar un
cooperación de beneficio mutuo y rechazando las prácticas discriminatorias entre
ellos.
b) Las relaciones de beneficio mutuo buscan crear los incentivos para mantener
la cooperación en las relaciones tanto intergubernamentales como entre entidades
privadas.
c) La relación debe contar con objetivos a largo plazo, por lo que la asociación
estratégica debe ser diseñada pensando en términos de décadas, derivada de una
visión a largo plazo que forma parte del proceso de modernización. “La
estrategia consiste, pues, en un plan o guía que orienta al Estado en sus
relaciones externas a partir del análisis concienzudo del sistema internacional
y el orden imperante, con la característica inherente a la práctica que
realizará ese Estado desde el presente hacia el futuro”.(41)
d) Los socios deben ser receptivos ante los intereses y necesidades del otro.
e) La asociación estratégica debe ser útil para dar efecto a un acuerdo marco de
la relación bilateral.
f) Las obligaciones entre los socios deben basarse en criterios como la
disciplina, la consistencia, y la predictibilidad.(42)
Para la RPCh sus asociaciones estratégicas en lo general son parte de un proceso
político, y los instrumentos de la ley blanda pertenecientes del derecho
internacional usados en su instrumentación dependen de la voluntad política del
Estado (como las declaraciones conjuntas y los acuerdos internacionales). Estos
acuerdos y declaraciones conjuntas varían dependiendo de las relaciones que
China ha mantenido históricamente con su interlocutor (existe un contraste
notorio entre las asociaciones establecidas con la Federación Rusa y la
establecida - desde el punto de vista chino - con los Estados Unidos), y la RPCh
puede considerar como iniciada a una asociación a partir de la existencia de
alguno de los mecanismos de ley blanda anteriores; así la asociación se
constituye sobre varios elementos políticos:
“construir una relación bilateral estable sin que se amenace a algún tercero;
promover las relaciones económicas de manera extensiva; evitar desacuerdos sobre
política doméstica con el fin de trabajar de manera conjunta en cuestiones de
política internacional; hacer visitas oficiales de rutina especialmente
encuentros entre autoridades militares y entre gobernantes de alto nivel...”.(43)
Sin embargo el carácter político de la asociación, y su correspondencia con los
procesos internos de la RPCh, crea cierta ambigüedad para la identificación de
su punto de partida formal en algunos casos: desde el punto de vista de la RPCh
ello depende de la voluntad política y del momento coyuntural, aunque dicho
criterio no siempre sea compartido por ambas partes; igualmente no existe un
procedimiento formal para que la RPCh dé por terminada a la relación asociativa
en caso de algún conflicto entre los socios, aunque hasta el momento no ha
existido un antecedente de esta naturaleza. Por lo contrario, en su discurso
diplomático China ha mantenido la tendencia de mantener a sus asociaciones
estratégicas, como en los casos de la Unión Europea o Estados Unidos, como
herramientas a las cuáles recurrir en caso de que sus intereses se vean
amenazados: la asociación estratégica es asumida como una prueba efectiva de los
beneficios mutuos de la relación, lo cuál puede verse afectado en caso de que
Pekín considere que su socio mantiene un comportamiento inconsistente con los
objetivos, de la asociación (como en el caso de las críticas sobre la situación
de los derechos humanos en ese país).
Para los analistas chinos durante los años ochenta la construcción de un mundo
multipolar se encontraba en una etapa apenas embrionaria, pero aparecía con
claridad que la distribución del poder mundial se establecería a partir de una
“competición del poder nacional comprensivo” (zhonghe guoli de jiaoliang) o PNC
generado por los distintos Estados. Manteniendo una coherencia en la política de
paz y desarrollo, el régimen consideraba que el “poder nacional comprensivo” se
tendría que apoyar en el desarrollo económico y en el progreso tecnológico, y
las asociaciones estratégicas podrían convertirse en instrumentos para la
competición mundial; dicha área de competición también era considerada
estratégica para el desarrollo a largo plazo, y, como hemos visto, la RPCh
necesitaría la colaboración de otros países en el proceso: “El PNC desarrollado
durante la década de los ochenta es “un concepto multidimensional” mediante el
cuál los analistas estratégicos y los políticos chinos “definen, miden, evalúan
y predicen” el PNC de China en relación con otros países sobre los siguientes 10
o 20 años”.(44)
Durante el gobierno de Jiang Zemin la labor para la construcción de las fuerzas
productivas en general, y en particular la elaboración del “poder nacional
comprensivo”, quedó sometida oficialmente a la dirección del PCCh a través de la
aportación original de este periodo de gobierno a la continuidad del proyecto de
modernización: la denominada “Teoría de las Tres Representaciones” o Pensamiento
de Jiang Zemin, introducida al discurso gubernamental en febrero del año 2000.
De acuerdo al Presidente Jiang, el PCCh representa y es garante de: a) las
demandas por el desarrollo de las fuerzas productivas; b) la vanguardia en la
dirección de la cultura mas avanzada de China (en alusión a las influencias del
extranjero que son reinterpretadas y asimiladas a la conveniencia del régimen);
c) la protección de los intereses del pueblo chino (manteniendo una continuidad
con el pensamiento maoísta). Es claro que la aportación de Jiang buscaba un
fortalecimiento de la autoridad del Partido frente a otro tipo de instancias de
poder, particularmente los nuevos sectores económicos privados, reafirmando la
autoridad del PCCh en la rectoría del proyecto de reforma, y buscando en ello un
elemento de continuidad con la teoría marxista-leninista, en el caso de la
autoridad del Partido-Estado, y el pensamiento de Deng Xiaoping en lo referente
al “socialismo con características chinas”.
La Teoría de gobierno de Jiang Zemin fue incorporada en la Constitución de la
RPCh durante el 16 Congreso del PCCh en 2003: “Estratégicamente, esta ha
demostrado ser un vehículo retórico a través del cuál ha cambiado la dirección
del Partido pasando de ser un guardián ideológico para convertirse en una
institución orientada al servicios público, con la prosperidad económica como su
meta primaria”.(45) En el rubro de la política exterior, la Teoría de Jiang Zemin
reafirmó “...el continuar con un “rumbo de desarrollo” que sería basado en la
“asociación estratégica” con Occidente”.(46) De esta forma los antiguos rivales
ideológicos podrían convertirse en los “socios estratégicos” de la RPCh.
4. La relación entre la política interna y la política exterior durante el
gobierno de Hu Jintao (2002-): la construcción de un mundo armonioso y el
concepto de desarrollo científico
El XVI Congreso del PCCh realizado en noviembre de 2002 concluyó con la elección
de un nuevo liderazgo de una manera altamente institucionalizada en comparación
a los Congresos realizados anteriormente, teniendo como resultado el
nombramiento de Hu Jintao como Presidente del Partido, quien posteriormente
asumió el cargo como Presidente de la RPCh en marzo de 2003.
De acuerdo a Harry Lai, la nueva Presidencia se caracterizó por dos rasgos
innovadores en la formulación de la política exterior, además de un rasgo de
continuidad respecto al gobierno de Jiang Zemin; como hemos visto cambio y
continuidad han sido dinámicas complementarias en la construcción de la política
exterior de la RPCh durante la Posguerra Fría:
a) El Presidente Hu se convirtió en el líder principal en la realización de la
política exterior, dirigiendo a los grupos de elite encargados de la labor
burocrática, y constituyéndose en un “primero entre iguales” del nuevo
liderazgo. El ex Presidente Jiang influyó en la nuevo dirigencia hasta
septiembre de 2004, cuando renunció al único cargo que conservaba en el
Politburó como Presidente de la Comisión Central Militar del PCCh. La influencia
de Jiang fue permitida como una muestra de respeto al ex Presidente y al grupo
político que encabezaba (el llamado Grupo de Shanghai, cuyos miembros
paulatinamente han perdido sus posiciones en la nomenclatura), y específicamente
en el tema de la política exterior su opinión se exteriorizó durante el debate
realizado en 2004 en lo concerniente al uso del término “ascenso pacífico”
(Jiang estaba en desacuerdo con este término), y la instrumentación del discurso
sobre el “desarrollo pacífico” de China.
b) En primera instancia el Presidente Hu comenzó a mostrar un estilo personal
distinto al de sus antecesores en materia de política exterior, siendo
aparentemente mas “pro activo y pragmático”, pero mostrando una mayor atención a
los procedimientos institucionales y formales.
c) Como continuidad, la política exterior china ha seguido la tendencia de
incorporar a una multitud de actores políticos nuevos en su formulación, e
“incrementando procesos más difusos”.(47)
El tratamiento procedente o no sobre el uso de los términos ascenso/desarrollo
pacífico y el “mundo armonioso” ofreció la oportunidad de observar la asistencia
de diversos sectores políticos y académicos chinos al debate, quienes expresaron
una opinión participativa en asuntos políticos pocas veces sometidos a discusión
en otros países: en este caso la construcción de un proyecto de política
exterior para un periodo de gobierno.
Lo trascendente en este caso no es únicamente la ruta ideológica que ha tomado
el discurso (como la discusión sobre la falsa dicotomía entre los conceptos
modernización/discurso marxista frente a la “cultura tradicional”), sino también
el entero proceso político de discusiones y debates que ha ocupado un lugar
central entre la elite:
“En este sentido, el debate no es solamente sobre una utopía china, también es
parte de una lucha política intra partidista, primeramente para el liderazgo
posterior a Deng Xiaoping, ahora para el liderazgo posterior a Jiang Zemin. En
otras palabras el discurso sobre la Gran Armonía ahora define las metas no sólo
de la RPCh, sino también del PCCh”.(48)
Es decir, el proceso de discusiones anterior es resultado de la lucha política
entre los grupos pertenecientes a la nueva dirigencia, comenzando a formar su
propio discurso, y la anterior elite del periodo de Jiang Zemin: un proceso
nuevo, entre varios que el régimen comunista ha formulado para dar un contenido
al proceso de modernización.
4.1 Los discursos sobre el ascenso pacífico, el desarrollo pacífico y el mundo
armonioso
El proyecto de Hu Jintao en política exterior se puede generalizar en dos
aspectos: por un lado en la elaboración del discurso para llevar a cabo una
nueva etapa del proyecto que ha tratado de asociar a la modernización con la
socialización internacional de China; por otro lado, alcanzar un nivel mayor en
la institucionalización de los procesos de la política exterior de la RPCh
Uno de los virajes sustanciales que comenzaron a apreciarse en la política
exterior instrumentada por el gobierno de Hu Jintao fue un paulatino alejamiento
de la doctrina de Deng Xioping en lo referente a mantener un “perfil bajo” en
las relaciones internacionales. Las herramientas de inserción formuladas por el
nuevo gobierno se orientaron a un reconocimiento explícito de los planes de
China para asumirse como una potencia mundial, aunque en primera instancia se
debió llevar a cabo un debate al interior de la clase política e intelectual del
régimen para perfeccionar un discurso adecuado: los líderes chinos han comenzado
a mostrarse abiertamente como los líderes de una potencia mundial en ciernes,
pero al tratarse de un proceso inédito en la historia del régimen comunista, se
eligió con cuidado la retórica a través de la cuál expresar y comunicar al mundo
exterior sus nuevas prácticas políticas: esto incidió en los enfoques
multilaterales y bilaterales, y por extensión a una proliferación de acuerdos de
asociación estratégica, los cuáles dejaron de proponerse únicamente a las
consideradas potencias, incluyendo ahora a una variedad de actores estatales. (49)
El primer periodo de gobierno de Hu Jintao entre 2002-2007 comprendió en su
mayor parte el debate sobre estas cuestiones, que hasta la fecha han comprendido
tres fases diferenciadas: a) la aparición de la teoría del ascenso pacífico de
China entre 2002-2003; b) el debate sobre el uso del concepto de “ascenso
pacífico” y su sustitución por la doctrina del “desarrollo pacífico” de China
entre 2004-2005; c) a partir de 2004 el uso creciente de los términos de
“sociedad armoniosa” (política interior) y “mundo armonioso” (política exterior)
como partes de una misma unidad; además de los discursos anteriores, debe
mencionarse la aparición entre 2003 y 2004 de un “concepto de desarrollo
científico” que busca englobar una nueva fase del proyecto de modernización,
esta vez para hacer frente a problemas de tipo ambiental y energético, y que fue
incluido en la constitución de la RPCh durante el XVII Congreso del PCCh en
2007.
Algo relevante es que estos conceptos han sido formulados para su difusión en el
exterior, mientras que el debate interno ha tratado de perfeccionarlos,
meditando sobre cuál podría ser la herramienta retórica con una mejor recepción
entre el público extranjero; como menciona Abanti Bhattacharya, los dirigentes:
“...han tratado de familiarizar las motivaciones de la política exterior china
con la opinión pública internacional”, para seguir legitimando sus estrategias
de inserción.(50)
4.2.- La Teoría del ascenso pacífico y la política de desarrollo pacífico
El concepto del “ascenso pacífico” de China (heping jueqi) pertenece al mismo
conjunto de discursos de la política exterior que ha tratado de refutar teorías
del tipo “la amenaza de China” o “el choque de civilizaciones” y por lo general
es atribuida al intelectual Zheng Bijian (n.1932), quien lo dio a conocer por
primera vez, en un foro internacional en noviembre de 2003, durante la
celebración de la reunión del Foro Bo´ao para Asia de ese año, aunque algunos
autores han situado la formulación del concepto hacia 1998: si bien es difícil
otorgar el término a una sala autoría, en tanto que es expresión de un proceso
intelectual y político amplio, ciertamente Zheng fue el primer encargado en
difundirlo en foros internacionales.(51)
Zheng Bijian había sido el director de la Escuela Central del Partido del PCCh
hasta la celebración del XVI Congreso en 2002, ocasión en la que se retiró de la
vida política al cumplir la edad la jubilación obligatoria, los 70 años; pero
poco después Zheng fue nombrado director del Foro de la Reforma de China (FRC),
un centro de investigación gubernamental orientado al estudio del proceso de la
modernización.(52)
La iniciativa para dar a conocer internacionalmente el concepto de “ascenso
pacífico” surgió a finales de 2002, tras la visita de un grupo de investigadores
del FRC a los Estados Unidos encabezada por Zheng, durante la cuál mantuvo
reuniones con funcionarios del gobierno de George W. Bush. El grupo de trabajo
del FRC concluyó que las principales preocupaciones del nuevo gobierno
estadounidense residían en las posibilidades de que China pudiera iniciar una
política exterior revisionista respecto al statu quo internacional: “Zheng
concluyó que los funcionarios e intelectuales estadounidenses tenían poca
confianza en el rumbo futuro de China y sus implicaciones para la estabilidad
global”.(53) Ante dicha situación, Zheng envió un informe a la Oficina Central de
Investigaciones Políticas del Comité Central del PCCh en el que expresaba sus
ideas para una respuesta a las dudas de la clase política estadounidense: el
término usado por Zheng fue “el camino de desarrollo del ascenso pacífico de
China” (Zhonguo heping jueqi de fazhan duoba).
En realidad, en términos generales, el informe de Zheng era una reinterpretación
del proceso de modernización y su relación con la política exterior cursada
durante los periodos de gobierno anteriores, reiterando alusiones al NCS, pero
bajo una supuesta nueva estrategia de desarrollo; tal como puntualizó Zheng en
la presentación del concepto de ascenso en 2003 (54): “Este nuevo rumbo estratégico
es el ascenso pacífico de China, a través del cual se construye de manera
independiente el socialismo con características chinas, mientras que
participamos, en lugar de rechazarla, en la globalización económica”.(55)
De la misma forma, una de los aspectos que ha subrayado con mayor énfasis el
discurso de Zheng Bijian ha sido su rechazo a alguna comparación entre el
momento histórico de la China actual con el comportamiento revisionista de la
Alemania guillermina o el Japón militarista del siglo XX.(56)
Al poco tiempo de la introducción del concepto de ascenso pacífico, el
Presidente Hu y el Primer Ministro Wen Jiabao lo habían incluido en sus
declaraciones públicas durante los primeros meses de 2004 y ese año se
realizaron numerosos seminarios y foros de debate sobre la utilización del
concepto; pero el resultado, al concluir las discusiones, fue desfavorable para
la teoría del ascenso pacífico puesto que el término ascenso (jueqi) podría ser
considerado demasiado agresivo por los vecinos de China, especialmente entre los
miembros de la ASEAN, al mismo tiempo que podría mandar equivocadas señales
“pacificadoras” al gobierno pro independentista de Chen Shui-bian en Taiwán.(57) El
concepto de ascenso desapareció del discurso oficial en marzo o abril de 2004, y
en agosto de 2004, durante la celebración del 110 aniversario del nacimiento de Mao Zedong, el Presidente Hu pronunció un discurso en el que enfatizaba que
durante su gobierno se continuaría con el proyecto de “paz y desarrollo” de
Deng.(58)
El discurso sobre el ascenso pacífico puede ser definido como una teoría, en
tanto un conjunto de ideas que nunca se constituyeron como una política
concreta. Sin embargo a finales de 2005 los lineamientos generales del concepto
de ascenso pacífico sirvieron para construir la base de lo que oficialmente se
perfilaría como la política exterior de la RPCh durante el gobierno actual: la
doctrina del desarrollo pacífico, oficializada el 22 de diciembre de 2005.(59)
Ambos términos en realidad son dos diferentes formas de conceptualizar a un
mismo proyecto, y el término “ascenso pacífico”, si bien fue excluido del
discurso oficial, continuó siendo objeto de debate entre académicos e
intelectuales del régimen: “Esto demuestra un fuerte contraste con la cultura
política leninista de China la cuál considera como prioridad el desarrollar y
cumplir con un lenguaje unificado, y que hubiera prohibido su uso en todos los
discursos públicos”.(60) Un rasgo importante en la aparición y las características
de uso otorgado a ambos términos (ascenso/desarrollo pacífico) reside en que
reflejan las transformaciones de la cultura política de la RPCh en la
actualidad, sin que ello signifique una ruptura evidente con las líneas
tradiciones del régimen.(61)
Una vez oficializado, el desarrollo pacífico comenzó a ser difundido como una
elección “inevitable de China”, de acuerdo las condiciones internacionales del
presente; hasta el momento el concepto continúa siendo mencionado con frecuencia
por la diplomacia y los medios de comunicación oficiales, y desde 2004-2005 ha
convivido con el último desarrollo discursivo del régimen: la noción del “mundo
armonioso”, relacionada de manera mas evidente con el ámbito de la política
interior de China.(62)
4.3.- La construcción de la “sociedad armoniosa” y el “mundo armonioso”
Desde mediados de los años noventa algunos intelectuales chinos habían debatido
sobre la importancia de agregar elementos de la cultura tradicional, en éste
caso en su vertiente confuciana, al discurso político de la RPCh; estos autores
argumentaban que la utilización de conceptos como datong contribuiría a
fortalecer la identidad china y mantener la unidad nacional. Por su parte, para
los marxistas ortodoxos los conceptos sobre la unidad podrían vigorizar nociones
tradicionales como la lealtad al gobernante y con ello fortalecer la autoridad
del PCCh. De acuerdo a Callahan, desde mediados de los años noventa se
publicaron mas de 400 artículos, en revistas académicas en China, con referencia
al tema de la armonía, y en algunos casos las discusiones entre los
intelectuales se centraron en la relación entre el socialismo y la cultura
tradicional china; aquellos debates pueden considerarse síntomas de la
construcción de una renovada noción sobre los fundamentos chinos de la
modernización socialista:
“Por lo tanto, en los años noventa, mientras muchos en América del Norte y
Europa estaban debatiendo sobre la relación entre el confucianismo y la
democracia, en los centros académicos del Partido existía un fuerte debate sobre
la relación entre la utopía social china y la utopía social comunista, lo cuál
continúa hasta hoy”.(63)
El cambio del discurso político presente en la transición entre los gobierno de
Jiang Zemin y Hu Jintao ha tenido como fin reinventar una tradición, en este
caso la confuciana, para dar un contenido ideológico al presente y asumir una
identidad china en la cuál lo moderno y lo tradicional se complementan, en lugar
de confrontarse de una manera contradictoria.(64)
Igualmente, a causa de las presiones ejercidas por la globalización, el régimen
chino ha debido mostrarse abierto y paciente con las inevitables influencias que
provienen del extranjero y poder asimilarlas al discurso oficial en una versión
propia: la mala experiencia dejada por la crisis de Tiananmen, en la que el
régimen hizo una defensa inflexible de su decisiones soberanas, y el ostracismo
internacional que sufrió como consecuencia, ha sido cardinal para conformar
estos cambios relativos en la cultura política. De la misma manera este proceso
también ha contribuido a modificar las nociones del Presidente Hu para iniciar
una redefinición del concepto de multipolaridad así como la política para
instrumentar asociaciones estratégicas durante su gobierno: en primera instancia
la adopción de la política del “desarrollo pacífico” trató de distanciarse de la
concepción del gobierno de Jiang Zemin sobre la construcción de un mundo
multipolar: “Bajo Jiang, construir un mundo multipolar implicaba
“multipolarizar” a la unipolaridad americana y contrabalancear la hegemonía de
EU”.(65) En cambio, la política de desarrollo pacífico de hecho ha aceptado la
estructura unipolar del sistema internacional cuya característica básica es que
EU continuará siendo el poder hegemónico global a largo plazo. Esto significa
que China debe rechazar una confrontación directa con los intereses
estadounidenses con el fin de asegurar un ambiente favorable para su ascenso
mientras el régimen comunista busca adoptar nuevas aproximaciones bilaterales y
multilaterales al cambiante contexto actual.(66)
La dirigencia consideró que, para contrarrestar la influencia de la “teoría de
la amenaza de China”, debía enfatizar que los objetivos pacíficos del país eran
condicionados por una “concepción pluralista del mundo”, modelados a través de
una versión adoptada de ciertos elementos del confucianismo y reconociendo, de
manera benevolente, a las diferencias existentes entre individuos o entidades,
uniéndolas en una diversidad: la dirigencia comenzó a formular su propia versión
del concepto de “armonía” para respaldar la construcción de un “desarrollo
socialista libre e independiente”, al mismo tiempo que aceptaba y buscaba
incluirse en “los procesos interconectados de la globalización”.(67)
En su discurso ante los asistentes al Foro Bo´ao de 2004, Zheng Bijian realizó
una referencia explícita a esta concepción confuciana de “armonía en la
diversidad” (he er butong): “La tradición cultural china, caracterizada por la
‘unión en la diversidad’ y la ‘prioridad de la paz’, avanza para facilitar la
coexistencia armónica con China y para compartir la prosperidad con la región de
Asia Pacífico y el resto del mundo”.(68) Por ello a partir de 2004 comenzaron a
inaugurarse en diferentes capitales del mundo los llamados Instituto Confucio,
una institución difusora del idioma chino que hasta el momento ha abierto
alrededor de 140 centros en 36 países: esta es una expresión del poder blando en
su vertiente confuciana, que cristaliza en una institución parecida a la Alianza
Francesa o el Instituto Goethe.
Hasta el gobierno del presidente Hu la dirigencia china no había relacionado su
concepción sobre la multipolarización del orden mundial con la globalización (en
un sentido amplio): durante el periodo de Jiang Zemin la noción china sobre la
globalización se había enfocado en el fenómeno económico de la interdependencia,
el libre comercio o la reestructuración de las cadenas productivas
internacionales que habían beneficiado a las Zonas Económicas Especiales; uno de
los mayores logros de la RPCh en ese contexto de la globalización económica
había sido su admisión a la OMC en 2001.
En la actualidad el régimen chino ha visualizado a la globalización como un
fenómeno multidimensional con ramificaciones en lo político y lo cultural que
pueden resultar en retos y oportunidades para China; el discurso sobre la
armonía también resulta ser una respuesta de China a un proceso globalizador en
el que el país busca participar creando sus propias “reglas del juego” y en el
que desea influir de acuerdo a su proyecto, mas allá de las críticas anti
hegemónicas que puedan brotar del régimen comunista; pero simultáneamente,
tratando de evitar la intervención externa en sus asuntos domésticos: “Al
combinar el argumento confuciano de “armonía en la diversidad” con la cuestión
de los parámetros de una civilización internacional, China ha tratado de crear
un espacio para sí misma en el discurso global, encontrando improbables pero
creíbles aliados en la escuela pluralista occidental”.(69)
Por otra parte, durante los años 2003 y 2004 tanto Hu Jintao como el Primer
Ministro Wen Jiabao habían señalado en público que uno de sus objetivos de
gobierno era realizar sus funciones “poniendo al pueblo primero” (yiren weiben)
o “gobernar teniendo como motivo a la gente”, dos postulados escogidos a partir
de las enseñanzas de Confucio y de Mencio. El propósito de este discurso era
presentar a la nueva dirigencia como un grupo de gobernantes humanistas y éticos
preocupados por las necesidades de la población sin distinción de clases, de
manera distinta al tratamiento impersonal de la tecnocracia anterior; de esta
forma se iniciaba otra fase del nuevo modelo de gobierno.
En febrero de 2005 el Presidente Hu Jintao inició una campaña nacional para
promover la idea de una “sociedad mas armoniosa”, algo que sin duda comenzó a
estimular el atractivo de los estudios confucianos entre el público en general y
el mundo académico, y el concepto de “mundo armonioso” comenzó a ser ampliamente
difundido en la escena internacional como una propuesta formulada por el
Presidente Hu, durante la Cumbre Asia-África realizada en mayo de aquel año.
Posteriormente, Hu reiteró el concepto durante la cumbre anual sino-rusa
efectuada en julio, y el concepto fue incorporado en la Declaración Conjunta
sobre el Orden Mundial del Siglo XXI, en el contexto de la asociación
estratégica sino-rusa. Finalmente, en septiembre de 2005, Hu basó su discurso
ante la Asamblea General de la ONU sobre la misma idea.(70) La concepción del mundo
armonioso como parte de la política exterior de la RPCh fue oficializada durante
la Sexta Sesión del Comité Central del XVI Congreso del PCCh en octubre de 2006,
en el que también se acordó que la construcción de un estado de derecho “era la
garantía básica de para la armonía social”.(71)
De acuerdo con Yuan Peng la idea del mundo armonioso es articulada por cinco
relaciones:
1.- La relación entre “un mundo armonioso y una sociedad armoniosa”. La última
es el fundamento del primero, y el primero es la garantía del último. “Los
asuntos domésticos e internacionales deberían ser como un todo”.
2.- La relación entre un mundo armonioso y la paz y el desarrollo. Construir un
mundo armonioso es la meta, la paz y el desarrollo son los medios.
3.- La relación entre un mundo armonioso y la práctica diplomática: Un mundo
armonioso “...es tanto un concepto abstracto como una hoja de ruta para la
práctica diplomática”.
4.- La relación entre un mundo armonioso y los principios diplomáticos de China
(como refutación al pragmatismo): Crear un mundo armonioso no significa obtener
una armonía a todo costo y bajo cualquier circunstancia.(72) Estos principios se
encuentran contenidos en los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica.
5.- La relación entre un mundo armonioso y la diplomacia en beneficio del
pueblo: La diplomacia de la RPCh debe servir para los intereses del pueblo
chino, como en el caso de la asistencia a los ciudadanos chinos en el
extranjero, en un momento en que los intereses chinos en el exterior están en
expansión continúa: de acuerdo a Yuan Peng “la humanidad y la diplomacia para el
pueblo son características distintivas de la nueva diplomacia china”.(73)
Por su parte, para Yu Xintian los obstáculos que posee el proyecto para la
construcción de un “mundo armonioso” son: la ideología (“y la sicología”)
realista propia de la Guerra Fría, como los juegos de suma-cero; el
comportamiento unipolar estadounidense; los problemas de los países del tercer
mundo que atraviesan por la inestabilidad o las guerras, algo que les impide
“encontrar el camino correcto para la modernización y el desarrollo”. Alejándose
de la ortodoxia marxista, Yu considera a los enfrentamientos y malos entendidos
entre las distintas expresiones culturales del mundo como un obstáculo serio
para el proyecto chino (como en el caso del conflicto entre Estados Unidos y
algunos países de Medio Oriente).(74)
Por encima de la crítica al discurso político debe reconocerse, en tanto una
realidad objetiva, que durante varios periodos de su historia la cultura
tradicional china ha conformado una dualidad filosófica entre una estabilidad
externa y una armonía interna que “...siempre ha guiado a las teorías chinas de
relaciones internacionales y regionales, desde el sistema tributario de las
dinastías Ming y Qing hasta el concepto de “sociedad armoniosa” del presidente
Hu de hoy en día”.(75)
Sin embargo, los afanes por alcanzar la “armonía” no excluyen la lucha política
interna en la RPCh (con especificidades chinas, pero también como en cualquier
sistema político del mundo): la yuxtaposición de los conceptos de armonía y
desarrollo pacífico, si bien refuerza la especificidad de los elementos de
humanidad o benevolencia confuciana (ren), que resultan instrumentales para el
proyecto del presidente Hu, no excluyeron que durante el XVII Congreso del PCCh
el ideólogo Zheng Bijian fuera sustituido en la dirección del Foro de la Reforma
de China por un funcionario mas cercano a Hu Jintao (algo también ocurrido con
otras figuras políticas, como el vicepresidente Zeng Qinhong).(76)
4.4 El concepto de desarrollo científico: la nueva fase del proceso de
modernización
a) El concepto de desarrollo científico y la ideología política
Durante la Tercera Sesión Plenaria del Comité Central del XVI Congreso del PCCh
en octubre de 2003 el Presidente Hu presentó a su consideración una nueva noción
“comprensiva” y “coherente con el desarrollo sustentable” de China, a la que se
denominó “concepto de desarrollo científico” (kexue fazhan guan), y que fue
definida por el Pleno en concordancia con el discurso generado por el nuevo
gobierno: “tomando al pueblo como lo primero (yiren weiben), se establece un
concepto de desarrollo sustentable, comprensivo y coordinado que promueve un
desarrollo compresivo en lo humano, económico y social”.(77) A través del concepto
de desarrollo científico (CDC) el régimen trataba de expresar preocupaciones
concernientes a temas como “el desarrollo rural, las desigualdades regionales,
la ciencia y tecnología y la ecología”.(78) El concepto fue aceptado por la antigua
dirigencia, como en el caso de la aprobación del expresidente Jiang Zemin, y
prontamente el Partido pudo generar una movilización política a su alrededor,
organizándose en febrero de 2004 un curso sobre el contenido del CDC dirigido a
sus cuadros y líderes provinciales en la Escuela Central del Partido. En la
conclusión del curso el Primer Ministro Wen Jiabao señaló que el CDC era una
formulación del PCCh con el fin de “emancipar el trabajo ideológico, buscar la
verdad de los hechos, mantenerse acorde con los cambios en el tiempo y llevar a
cabo la innovación ideológica”; por su parte el entonces vicepresidente de la
RPCh Zeng Qinhong “...enfatizó que el concepto de desarrollo científico
incorporaría las tres representaciones y resultaría, en caso de que fuera
instrumentado exitosamente, en estabilidad social y armonía”.(79) El CDC buscaba
“impulsar la reforma y el desarrollo para coordinar el desarrollo en las áreas
rurales y urbanas en diferentes regiones, fomentar el desarrollo armonioso entre
el hombre y la naturaleza, coordinar el desarrollo doméstico y mantener la
apertura hacia el exterior”; el CDC también se plantea la meta de construir una
sociedad de bienestar en 2020 y concretar la modernización de China en 2040.(80)
Tras su aceptación por parte de la dirigencia del Partido, el siguiente paso fue
instrumentar los postulados del concepto como una política oficial, lo que se
realizó formalmente en el curso de la promulgación del Onceavo Plan Quinquenal
de la RPCh en 2005, en cuyo contexto se anunció que China persistiría en
continuar con la construcción económica como su meta principal, “pero ahora con
una aproximación científica que sirviera como guía para su desarrollo”.(81)
Sin embargo el concepto no deja ver claramente una dimensión científica en un
sentido estricto pues sus objetivos se relacionan con lo político,
específicamente con la ideología política del Estado en su vertiente marxista:
manteniendo la retórica marxista en el discurso se ratifica que el desarrollo
industrial y tecnológico llevará a la prometida “revolución comunista”, al mismo
tiempo que se corregirán los desequilibrios entre el crecimiento y el desarrollo
procedentes del periodo de Jiang Zemin (82), por lo que (en teoría) no existe una
contradicción entre la forma del Estado leninista, la continuación del proyecto
económico (capitalista de economía mixta), la doctrina del gobierno en base a la
“sociedad armoniosa” y la nueva orientación “científica” del proyecto de
modernización.(83)
El conjunto del discurso oficial también instrumentaliza al marxismo-leninismo
para legitimar sus proyectos, de acuerdo a Daniel A. Bell:
“Al invocar la retórica del “desarrollo científico” el gobierno chino parece
oficialmente encaminado a la versión tecnológicamente optimista de Marx. Mas
aún, recientemente ha tomado en consideración la necesidad de disminuir el
sufrimiento de los trabajadores y campesinos durante el desarrollo científico”.
(84)
Para distinguir al CDC del discurso sobre la “sociedad armoniosa” se debe
dilucidar la relación de ambos con la forma del Estado, leninista en el caso de
la RPCh: por un lado el CDC es un soporte ideológico del predominio del Partido
Comunista sobre el Estado chino, mientras que el discurso sobre la armonía forma
parte del discurso de la dirigencia, es decir, es una política responsabilidad
del régimen de gobierno. Entre el delicado tema de la ideología política y un
discurso político instrumental susceptible de generar debates y polémicas, el
PCCh se decantó por elevar a rango constitucional al concepto de desarrollo
científico durante su 17 Congreso en octubre de 2007; al ser adicionado a la
Constitución de la RPCh, ahora el CDC forma parte de la modelación del Estado y
sus instituciones.
El proyecto sobre la construcción de una sociedad armoniosa pertenece al espacio
del debate público; por ello el discurso sobre la armonía no puede considerarse
como algo acabado y permanente, al igual que lo han sido el ascenso y el
desarrollo pacífico, y es de esperarse que nuevos desarrollos discursivos
aparezcan en la RPCh conforme avanza el proceso de modernización. Sin embargo,
aunque existe una distinción entre el CDC y el discurso sobre la armonía, ambos
conceptos buscan complementarse para obtener la versión china de una
movilización política popular: es decir, buscando conciliar a los conceptos se
orienta favorablemente la manifestación de posibles contradicciones o tal es el
objetivo (una preocupación heredada del pensamiento maoísta).(85) De acuerdo a Valerie Niquet:
“El conjunto de los objetivos de “armonización” y de “reequilibrio” están
contenidos en la consigna “adoptar el punto de vista del desarrollo científico”
(shihui fazhan guanjian), oficialmente incluido en los nuevos estatutos del
Partido, adoptados en las resoluciones del 17 Congreso. El estudio de esta nueva
línea en las semanas siguientes al Congreso fue objeto de una verdadera campaña
política de movilización de cuadros que, en el fondo, recordaba a las grandes
campañas políticas de la época de maoísta. Pero mas allá de los eslóganes,
resulta evidente que será en la aplicación de las medidas en donde se hallarán
las dificultades para el Partido”.(86)
Por otra parte, para Fewsmith uno de los resultados relevantes del XVII Congreso
consistió en que no se permitió al Presidente Hu promover a un futuro sucesor de
manera reconocible, aunque sus simpatías señalaban a Li Keqiang (n. 1955), el
antiguo Primer Secretario de la Liga de Juventudes Comunistas. (Fewsmith, 2008,
p. 95) El proceso de sucesión presidencial seguramente dependerá de los
resultados del proyecto de construir una “sociedad armoniosa” a través del
“desarrollo científico”, así como del transcurso real que vaya adoptando dicha
relación, un devenir político que apenas inicia, y que seguramente también
tendrá una incidencia en la formulación de la política exterior. El proceso
resultante aspira a ser la nueva versión de una superestructura ideológica que
no busca sustituir a los fundamentos marxistas-leninistas de forma definitiva,
sino suplementarlos: “Hu no desea ceder la regeneración moral solamente al nuevo
confucianismo”.(87)
b) El programa del concepto de desarrollo científico
En el terreno práctico, a través del CDC China quiere enfatizar que una
preocupación por problemáticas energéticas y ambientales objetivas no significa
el abandono de sus prioridades de desarrollo: al reconocer los problemas
ambientales, la cooperación china en las soluciones globales en materia
ambiental queda subordinada a sus planes. Sin embargo, el reconocimiento de los
problemas ambientales evidencia una nueva fase del proceso de reforma: para
continuar su modernización, la RPCh debe profundizar además en un cambio de las
estructuras de las políticas internas en aspectos que se relacionan con la buena
gobernanza como la transparencia o la democratización de la participación
pública en ciertos sectores de la gestión pública como, en este caso, la
protección ambiental y el desarrollo regional de manera equilibrada. Sin
embargo, la frecuente violación de las leyes ambientales por parte de
autoridades locales y hombres de negocios, debido a prácticas clientelares,
hacen que los esfuerzos del gobierno central sean inefectivos; igualmente la
corrupción y las actitudes autoritarias de la burocracia complican la
instrumentación de la transparencia administrativa y de la información
necesarias para la protección, problemas que producen el descontento de la
población.(88)
En relación con la política exterior, paulatinamente se comienza a establecer
una relación entre la necesaria reforma de las estructuras políticas internas de
gestión ambiental en un sentido amplio (incumbiendo a varios sectores de la
administración pública), con la política del desarrollo pacífico, en el contexto
de un desarrollo económico acelerado con incidencia en el exterior, pero ahora
bajo la forma de las contingencias ambientales. La situación anterior genera una
coyuntura crucial en el proceso de transformación de China: un fracaso en la
reforma política interna repercutiría en el comportamiento internacional de la
RPCh, por lo que el régimen debe tomar las medidas adecuadas para evitar una
desestabilización del proceso de relaciones recíprocas entre lo interno y lo
externo; para ello es necesario un entorno político interno coherente con las
negociaciones en los niveles bilateral o multilateral: en esta fase del
desarrollo la transferencia de tecnología es insuficiente sin una reforma
política.(89)
Zhou Gang distingue entre los lineamientos y los principios básicos de la nueva
política de protección ambiental tras la oficialización del CDC:
1.- Lineamientos: un reconocimiento de que los problemas ambientales impactan en
la política de desarrollo, por lo que se necesita hacer un reajuste de la
estructura económica y del modelo productivo, cambiando la situación de
“contaminar primero y prevenir después”. Para realizar estos cambios deben
aplicarse avances técnicos y científicos como el reciclaje, la educación
ecológica, fortalecer el estado de derecho ambiental, perfeccionar los sistemas
de gestión en la materia, instrumentar políticas de ahorro energético, etc.(90)
2.- Principios básicos: establecer una coherencia entre un “desarrollo
sostenible y científico” con un desarrollo económico “económico, limpio y
seguro”. Fortalecer el sistema legal para una “prevención comprensiva”,
previniendo las fuentes básicas de contaminación.(91) Crear un sistema eficiente de
protección y gestión ambiental apoyándose en la ciencia y la tecnología así como
“...en un mecanismo pluralista envolviendo al gobierno, empresas y a la
sociedad”.(92)
De acuerdo con el investigador Yu Hongyuan del Instituto de Estudios
Internacionales de Shanghai, la RPCh necesita constituir mecanismos de gestión
bien organizados para garantizar la efectividad de sus políticas, debido a que
en su sistema la autoridad central requiere la colaboración de un vasto número
de unidades burocráticas que concentran, a su vez, diferentes nichos de
autoridad. La coordinación entre los distintos niveles de autoridad es necesaria
para un funcionamiento estructurado del sistema político puede ser generar un
equilibrio precario, pero que ha funcionado aceptablemente en el caso de la
institución que coordina las políticas ambientales, el Comité Coordinador
Nacional sobre el Clima de la RPCh (CCNC).
El CCNC recibió un especial impulso a partir de 2003 e inició su labor
incluyendo a 14 Ministerios del gobierno central, entre ellos el de Relaciones
Exteriores; el CNCC tiene como función formular políticas, programas y coordinar
la investigación científica “en la lucha global contra el calentamiento global”.
Otras de sus funciones incluyen:
“Mejorar las capacidad de China para instrumentar la Convención de la ONU en
materia ambiental, mejorar la capacidad de China para aprender y coordinar
acciones hacia el calentamiento climático, contribuir al desarrollo sustentable
de China en el contexto del cambio climático y mantener los intereses nacionales
en las negociaciones internacionales realizadas en la Convención de la ONU en
materia ambiental”.(93)
En el mediano plazo será posible observar un mayor envolvimiento de China en el
tratamiento de soluciones globales para los asuntos de medio ambiente en el
nivel intergubernamental, puesto que el régimen comienza a reconocer que los
costos potenciales de fenómenos como el cambio climático, en contra del proceso
de desarrollo, podrían ser mayores a la planeación de las políticas de
prevención y protección (94); también es una realidad que el área de cooperación en
materia ambiental puede llegar a ser una de las prioridades en el esquema de las
asociaciones estratégicas, puesto que se trata de negociaciones políticas en las
cuáles se abordan asuntos científicos y técnicos, y desde el punto de vista del
régimen no mantienen una relación directa ni cuestionan la naturaleza del
sistema político; sin embargo la cooperación internacional en el área dependerá
de la voluntad política de otros actores internacionales en un contexto de
crisis económica mundial.
China presenta una identidad dual en cuestiones ambientales debido a que se
trata de un país en vías de desarrollo, necesitado de la asistencia técnica
extranjera, pero que resulta ser el contribuidor global en contaminantes con
mayor potencial de crecimiento en el futuro, por ello mantiene una preocupación
por adquirir una “substancial influencia en las negociaciones ambientales
internacionales”, aunque siempre en el marco de acuerdos como la Convención de
la ONU en materia ambiental.(95) (véase Yu Hongyuan, 2007, s/n)
5. Conclusión
El fin de la Guerra Fría presentó al régimen comunista chino un reto a la hora
de continuar con su proyecto de modernización iniciado en 1978. Si bien durante
los años ochenta este régimen había visualizado un proceso de declive relativo
en la confrontación bipolar, la desaparición abrupta del mundo socialista lo
obligó a reformular la política de inserción internacional que había
instrumentado inicialmente, pero buscando simultáneamente mantener un equilibrio
entre la estructura política del país y el sostenimiento del proceso de
modernización. En el trabajo se ha buscado establecer cómo las estrategias
llevadas a cabo por la RPCh a partir de la Guerra Fría no pueden describirse
únicamente como decisiones tecnocráticas, pragmáticas o puramente coyunturales
sino que han sido producto de un proceso de debate y movilización política al
interior de las instituciones de China, encabezadas por el PCCh. Por motivos
metodológicos en el trabajo se ha divido este proceso de generación de discursos
diplomáticos en tres etapas diferenciadas.
En la primera etapa, durante los años ochenta el régimen encabezado por Deng
Xiaoping formuló un proyecto de inserción internacional acorde con el proyecto
de modernización y desarrollo que la RPCh llevaba a cabo de forma incipiente;
tal proyecto reconoció desde los primeros momentos la necesidad de contar con
ayuda externa para lograr superar el atraso económico y científico que padecía
China. Debido a que la diplomacia económica del régimen de Deng sólo incluía
proyectos de cooperación con el exterior en aspectos técnicos, el nuevo
liderazgo chino pudo justificar que la colaboración con el mundo occidental
resultaba ajena y no contradictoria a las directrices políticas e ideológicas
del régimen.. Además, una de las características básicas del régimen de Deng fue
el mantener un perfil discreto por parte de la diplomacia china, sobre todo tras
los acontecimientos de cambio de régimen ocurrido en el mundo socialista a
partir de 1989.
A partir del inicio del periodo de Posguerra Fría, China se enfrentó a un
entorno mundial percibido como amenazante para su proceso de modernización:
tanto por el triunfo estadounidense sobre el bloque socialista como por la
agudización de conflictos fronterizos en la periferia china como en el caso de
las Islas Spratly o la cuestión de Taiwán. La respuesta del gobierno de Jiang
Zemin al temor de enfrentar una posible contención estadounidense en contra de
China fue diversificar paulatinamente las estrategias de aproximación
diplomática de la RPCh como en el caso de las asociaciones estratégicas
(orientadas primeramente hacia las consideradas como “Grandes Potencias”) o el
creciente interés chino en pertenecer a algunas organizaciones de integración y
cooperación regional como el grupo ANSEA + 3. Una preocupación cardinal en ese
momento fue el garantizar a los Estados Unidos que China no buscaría alterar el
statu quo internacional para lo cual fue desarrollado un discurso alrededor de
un “nuevo concepto de seguridad” chino a partir de la mitad de los años noventa.
Otra preocupación del régimen siguió siendo el mantener la colaboración
tecnológica con el exterior.
Con el nombramiento de Hu Jintao como Presidente del PCCh en 2002 inició la
etapa más reciente en el proceso de conformación de una estrategia diplomática
para la RPCh. El régimen del Presidente Hu se ha caracterizado por contar con
una mayor institucionalización de los procesos políticos en comparación a los
liderazgos anteriores, algo que se ha reflejado en la formulación de la política
exterior. Este periodo ha sido determinado por el incremento de los intereses de
China en el mundo así como por la necesidad de reforzar la estrategia de no
confrontación llevada a cabo desde los años ochenta. Otro aspecto que
caracteriza al liderazgo actual ha sido dotar al proceso de modernización de una
identidad nacional china de manera más enfática: ello ha significado un aumento
en la proyección de los sentimientos nacionalistas de China, aunque hasta el
momento contenidos por el discurso diplomático oficial. Entre los conceptos
desarrollados durante este periodo que han resultado relevantes se han podido
mencionar el ascenso pacífico, el desarrollo pacífico o la armonía (de acepción
confuciana), así como la evolución gradual de los términos y los debates
surgidos alrededor de ellos. El concepto de armonía cuenta con una doble
dimensión pues incluye tanto a condiciones de desarrollo interno como externo;
sin embargo la formulación de dicho concepto involucra a una decisión política y
se ha decidido no incluirlo en el plano constitucional, es decir, en los
aspectos relacionados con la estructura del Estado chino. Para concretar un
discurso coherente a lo anterior, el régimen de Hu Jintao comenzó a difundir el
denominado “concepto de desarrollo científico” a partir de 2003. El CDC es
expresión de la búsqueda china por evitar contradicciones entre ciertas
decisiones políticas con los fundamentos de la estructura y la ideología
leninista que conforman al Estado chino y parece ser la síntesis de las
preocupaciones chinas alrededor del desarrollo nacional o el “poder nacional
comprensivo”. Es significativo que el CDC se haya enfocado en aspectos de
desarrollo sustentable desde un inicio, al aparecer justamente en un año en que
las preocupaciones globales se debatían en asuntos como la guerra contra el
terrorismo o la unipolaridad estadounidense.
La conformación de escenarios de cooperación como los inherentes al CDC son
significativos en un tiempo en que las obsesiones por la seguridad estratégica
de los años previos parecen ser sustituidas por nuevas y apremiantes
prioridades: sobre todo tras el inicio de la crisis económico-financiera mundial
de 2008, la cual tiene, a su vez, dimensiones ambientales, alimentarias o
energéticas de largo plazo.
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NOTAS
1. Esta investigación se realizó gracias a una beca de estudios de postgrado
otorgada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México (CONACyT)
2. Candidato a Doctor en Relaciones Internacionales e Integración Europea por la
Universidad Autónoma de Barcelona. Maestro en Estudios de Asia y África (China)
por El Colegio de México.
3. La “cuatro modernizaciones” fueron inspiradas en una idea de Zhou Enlai
impulsada por Deng Xiaoping: las modernizaciones se debían aplicar en la
agricultura, la industria, la defensa nacional y en la ciencia y tecnología.
4. Wacker, Gudrun y Matthis Kaiser. (2008), Sustainability with Chinese Style.
The Concept of the “Harmonious Society”, Berlín, Stiftung Wissenschaft und
Politik. p. 6
5. Leonard, Mark. (2008), ¿Qué piensa China? El debate interno sobre su futuro,
Barcelona, Editorial Icaria, pp. 146-147.
6. Idem. p. 112-114.
7. Dirlik, Arif, (2002), “Modernity as History: Post-revolutionary China,
Globalization and the Question of Modernity”, Social History, vol. 27, núm. 1,
p. 33.
8. Kahler, Miles. (1998), “Rationality in International Relations”,
International Organization, vol. 52, núm. 4, pp. 439-440.
“Las primeras manifestaciones en el campo académico que durante la década de los
80 instalaron la idea del bring the state back in fueron concebidas sobretodo
por un grupo de cientistas sociales que afirmaban que las investigaciones de
Posguerra sobre el Estado lo hacían depender excesivamente de la constitución y
el funcionamiento de este, de las relaciones sociales y las estructuras
económicas”. Fernández, V.R., J.I. Vigil y M.C. Güemes. (2006), “Quo vadis Banco
Mundial? El Estado y el desarrollo en la agenda y discursos del organismo desde
la mirada latinoamericana”, Desenvolvimento em Questão, vol. 8, núm. 4, p. 46.
9. El acrónimo BRIC (Brasil, Rusia, China, India fue acuñado en 2003 en un
informe de investigación elaborado por la forma de inversiones Goldman Sachs,
consideradas como las cuatro economías emergentes mas importantes del mundo,
pero cuyo Producto Nacional Bruto representaba entonces el 15 % del PNB
combinado de las seis economías industriales avanzadas: Estados Unidos, Japón,
Alemania, Reino Unido, Francia e Italia. Armijo, Leslie Elliott. (2007), “The
BRICS Countries (Brazil, Russia, India, and China) as a Analytical Category:
Mirage or Insight?, Asian Perspective, vol. 31, núm. 4, p. 8.
10.Ramo, John Cooper. (2007), Brand China, Londres. Foreign Policy Center, p.
12, en http://fpc.org.uk/fsblob/828.pdf
11.Shih Chih-Yu. (2005), “Breeding a Reluctant Dragon: Can China Rise into
Partnership and away from Antagonism?”, Review of International Studies, vol.
31, p. 756.
12.Michael Yahuda divide en tres las fases de la política exterior de China
durante periodo de liderazgo de Deng: un primer periodo entre 1978-1981 en el
que se buscó establecer balances frente al para contener el “expansionismo
soviético”; una segunda fase entre 1981-1989 en la que se cursó una política
exterior independiente de las dos potencias; una tercera fase comprendida entre
1989-1992 que representa el primer enfrentamiento de la RPCh con la situación
internacional posterior a la Guerra Fría y la crisis de Tiananmen. Yahuda,
Michael. (1994), “Deng Xiaoping: The Statesman”, The China Quarterly, núm. 135,
pp. 559-560.
13.Los Cuatro Puntos Cardinales eran: 1) La adherencia al camino socialista; 2)
La adherencia a la dictadura del proletariado; 2) La adherencia al liderazgo del
Partido Comunista Chino; 4) La adherencia al marxismo-leninismo como ideología y
al pensamiento de Mao Zedong.
14.Como se sabe en el pensamiento marxista el sistema de producción (la
estructura) va a determinar a los aspectos culturales y las costumbres (la
superestructura) de las sociedades. Mao matizaba este principio del materialismo
histórico afirmando que una modificación de la superestructura, por parte del
PCCh, también podía orientar al trabajo socialista para alcanzar el comunismo.
Este principio de Mao es uno de los rasgos particulares de su pensamiento y fue
la base rectora de un movimiento como la Revolución Cultural; sin embargo, el
“voluntarismo” también fue una de las contradicciones que llevaron al
rompimiento sino-soviético a finales de los años cincuenta.
15.Xing Lu y Herbert W. Simons. (2006): “Transitional Retoric of Chinese
Comunist Party Leaders in the Post-Mao Period: Dilemmas and Strategies”,
Quarterly Journal of Speech, vol. 92, núm. 3, p. 271.
16.Idem, p. 267.
La rectificación de los nombres también estaba asociada con la movilidad social
en la China tradicional: un hombre con un comportamiento apegado a la norma
moralmente aceptable podía cambiar su situación y ascender socialmente, es
decir, podía cambiar su nombre.
En la China imperial no existían los estamentos o las castas sociales e
idealmente cualquier hombre con los conocimientos suficientes sobre los clásicos
confucianos podía superar el examen oficial para acceder al servicio burocrático
y convertirse en funcionario letrado (llamados mandarines en Occidente).
17.Golden, Sean. (2006), “Socio-cultural Aspects of the Relationship between the
EU and East Asia, with Particular Reference to China”, Asia Europe Journal, vol.
4, p. 267.
18.Yahuda, op. cit, p. 562.
Sin embargo, resulta problemático adjudicar a un sola figura todos los cambios
conceptuales aplicados en la política exterior china durante los ochenta, y
entre la misma burocracia partidista y académica (como el Centro de Estudios
Internacionales del Consejo de Estado o el Instituto de Estudios Internacionales
de Shanghai) existían puntos de vista que iban desde el marxismo ortodoxo hasta
la teoría realista y las teorías de la interdependencia económica.
Para Hamrin “Deng Xiaoping y otros líderes no sólo escucharon a sus propios
expertos, sino que tuvieron un mayor acceso directo a las opiniones de otros
líderes extranjeros y expertos en relaciones internacionales. Por ejemplo, la
visita de Zbigniew Brzezinski (ex consejero de seguridad durante el gobierno de
Jimmy Carter) en febrero de 1984 a Pekín, probablemente tuvo una mayor
influencia en el pensamiento de Deng Xiaoping y Huan Xiang (el entonces
Consejero en asuntos exteriores en la Asamblea Nacional Popular) de lo que ellos
se influían mutuamente, y en tanto que ellos desarrollaron el nuevo enfoque
político sobre la paz y el desarrollo”. Hamrin, Carol Lee. (1994), “Elite
Politics and the Development of China´s Foreign Relations”, en Thomas W.
Robinson y David Shambaugh (ed.) Chinese Foreign Policy: Theory and Practice,
Oxford, Clarendon Press, p. 91 *Cursivas agregadas por el autor.
19.Deng Xiaoping, (1987), “La acción concreta para el mantenimiento de la paz
mundial”, en Deng Xiaoping, Problemas fundamentales de la China de hoy,
Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekín, p. 139.
20.Hamrin, op.cit.. p. 89.
21.Garret, Banning N. y Bonnie S. Glaser. (1989), “Chinese Assesments of Global
Trends and the Emerging Era in International Relations”, Asian Survey, vol. 29,
núm. 4, p. 352.
En la actualidad la evaluación del poder nacional de un país, un criterio de
análisis particularmente chino denominado de manera técnica “medición del poder
nacional comprensivo”, va a cumplir una función substancial en las proyecciones
de China sobre el desarrollo del sistema internacional y sus actores, incluyendo
a la RPCh. Para Mark Leonard, dicho cálculo “se ha convertido en una obsesión
nacional” para la dirigencia china y sus intelectuales: “Desde los tiempos de
Sun Tzu, los chinos han llegado a la conclusión de que sólo fijándose en las
debilidades del adversario puede uno comprender sus verdaderas fortalezas. Cada
uno de los grandes think thank chinos dedicados a asuntos de la política
exterior han elaborado sus propios índices para dar un valor numérico al poder
de cada país.” Leonard, op. cit. p. 106-107.
22.Garret y Glaser, op. cit. pp. 352-353
23.Idem
24.La “multipolaridad” no era un concepto estrictamente nuevo pues ya había
aparecido en la Teoría de los Tres Mundos de Mao Zedong. Como soporte al
triángulo estratégico en 1977 apareció una nueva versión de la Teoría de los
Tres Mundos en un articulo del Diario del Pueblo, en el que se justificaba la
cooperación con los Estados Unidos, una potencia considerada “debilitada” tras
su derrota en Vietnam, en contra de la fortalecida “amenaza soviética”. Hamrin,
op.cit. p. 104.
La Teoría de los Tres Mundos dividía al concierto de naciones en tres
categorías: el Primer Mundo lo constituían las potencias hegemonistas: EU y la
URSS; el Segundo Mundo los países desarrollados como los de Europa Occidental y
el Tercer Mundo los países en vías de desarrollo de África, Asia o América
Latina; para el régimen post maoísta a finales de los años setenta el sistema
bipolar parecía comenzar a disiparse, originando un sistema de seguridad
internacional multipolar, entre otras razones debido a la emergencia de Japón,
China y Europa Occidental como nuevos centros de poder, y a los acercamientos de
esta última con la URSS para crear una mejor coexistencia. Las características
estructurales de este primer modelo de la multipolaridad “...incluían un gran
número de relaciones entre los Estados independientes al descuido americano o
soviético”...”Por ello la multipolaridad complicaba la toma de decisiones en la
política exterior al introducir mas numerosas y difusas combinaciones de cambio
estratégico y político, y realineamientos en un balance de poder mundial
modificado”. Tow, William T. (1994), “China and the International Strategic
System”, en Thomas W. Robinson y David Shambaugh (ed.) Chinese Foreign Policy:
Theory and Practice, Oxford, Clarendon Press p. 116.
25.Jacobsen, Carl. (1998), “'Russia-China: The New “Strategic Partnership'',
European Security, vol. 7, núm. 4, p. 3.
26.El funcionario de Ministerio de Relaciones Exteriores de la RPCh Yang Wanming
hace una recapitulación sobre estos incipientes procesos de cooperación durante
los años ochenta a los que denomina “seguridad común” o “seguridad cooperativa”
ocurridos en Asia:
“Los cambios en la concepción de la “seguridad” con frecuencia son acuñados con
un fuerte sentido de los tiempos. Desde mediados de la década de los ochenta del
siglo pasado “seguridad común” o seguridad cooperativa” han sido usados con
mayor frecuencia en la práctica de las relaciones internacionales. Estos
enfatizan que la seguridad de un Estado está pre condicionada sobre la seguridad
de los otros Estados con los que se relaciona, y la seguridad nacional sólo
puede ser mantenida a través de la seguridad internacional”...”La antigua Unión
Soviética, Canadá y Australia aceptaron el concepto de “seguridad común” y
“seguridad cooperativa” y trataron de implantarlo la región de Asia Pacífico. El
antiguo líder Mijail Gorbachov abogó por una “Conferencia del Pacífico” en 1986;
Joe Clark, el Secretario de Estado de Asuntos Exteriores de Canadá igualmente
invocó la idea de la “seguridad cooperativa” en la Asamblea General de la ONU en
septiembre de 1990; el mismo año el entonces Ministro General de Asuntos
Exteriores de Australia Chris Evans clamó por el establecimiento de una
Conferencia asiática de cooperación en seguridad”. Yang Wanming. (2005), “On the
Concept of Comprehensive Security”, Chinese Institute of International Studies,
18 de agosto, en http://www.ciis.org.cn/item/2005-08-05/51092.html.
Es claro que el discurso de Yang Wanming trata de establecer una conexión entre
la política exterior china de los años ochenta y noventa con las declaraciones
anteriores, e igualmente establece que “Todas esas propuestas invocan el
establecimiento de un esquema de cooperación en seguridad similar al modelo
europeo aprendido del modelo de la OSCE”. Ibid.
27.Qian Qichen, (1990), “Qian Qichen on the World Situation”, Beijing Review,
15-21 de enero, pp. 12-13.
Samuel S. Kim comenta al respecto: “En la teoría, si no en la práctica, las
declaraciones públicas del Ministro de Relaciones Exteriores Qian Qichen en el
sentido que “la política exterior es una extensión de las políticas domésticas”
son un reciente cambio de discurso de la habitual imagen china del orden
mundial. Estas declaraciones de la política exterior de China desafían la lógica
del realismo y el neo realismo occidental”. Kim, Samuel S. (1994), “China
International Organizational Behaviour”, en Thomas W. Robinson y David Shambaugh
(ed.) Chinese Foreign Policy: Theory and Practice, Oxford, Clarendon Press, p.
408.
28.Hughes, Christopher R. (2005), “Nationalism and Multilateralism in Chinese
Foreign Policy: Implications for Southeast Asia”, The Pacific Review, vol. 18,
núm. 1, p. 123
29.El viaje al sur fue una gira de trabajo realizada por Deng por las ZEE
ubicadas en el Sur de China. En el periodo de tiempo comprendido entre la crisis
de Tiananmen y la celebración del XIV Congreso del PCCh en 1992 la política del
régimen se había vuelto altamente personalizada y era controlada por la
gerontocracia revolucionaria del régimen, en algunos casos personajes que ya se
encontraban semi retirados de la vida pública como el propio Deng, quien había
renunciado a su cargo como Presidente de la Comisión Central Militar del PCCh en
noviembre de 1989. Entre el tiempo de su renuncia y 1992, Deng había efectuado
muy pocas apariciones públicas con el fin de no interferir en la labor de los
nuevos líderes (Jiang Zemin y Li Peng). Zheng Bijian fue redactor de los
discurso del viaje al sur.
Sin embargo, al no poder participar institucionalmente en las decisiones
políticas, el viaje serviría como un medio de defensa de la política de reforma,
y en su transcurso Deng realizó constantes pronunciamientos en contra de quienes
se oponían a la continuación de las reformas después de Tiananmen, al mismo
tiempo que se exponía a una cobertura inusual de los medios de comunicación del
régimen. Zhao Suisheng. (1993), “Deng Xiaoping's Southern Tour: Elite Politics
in Post-Tiananmen China”, Asian Survey, vol. 33, núm. 8, pp. 741-742.
30.Goldstein, Avery. (2001), “The Diplomatic Face of China´s Grand Strategy: A
Rising Power ´s Emerging Choice”, The China Quarterly, núm. 168, p. 837.
31.Fewsmith, Joseph. (2001), “The New Shape of Elite Politics”, The China
Journal, núm. 45, pp. 83-84.
32.Rocha Pino, Manuel de Jesús. (2006), “China en transformación: la doctrina
del desarrollo pacífico”, Foro Internacional, vol. 46, núm. 4, pp. 695-701.
33.A Ying (1997), “New Security Mecanism Needed for Asia Pacific-Region” Beijing
Review, 18-24 de agosto, p. 6-7.
34.Chang Hoon Cha. (2004), “China and Multilateral Security Institutions:
Perspective, Process, and Progress”, Korea Observer, vol. 35, núm. 2, p. 316.
35.Yang. (2005), op. cit.
36.Shih, op. cit., p. 755.
En las relaciones con los grandes poderes, China enfatiza en unas asociaciones
basadas en la colaboración y la participación. En las relaciones con sus países
vecinos como los miembros de la ASEAN, China propone una política de
pacificación y enriquecimiento. Yuan Peng, (2007), “A Harmonius World and
China´s New Diplomacy”, Contemporary International Relations (Pekín), vol. 17,
núm. 3, p. 9.
37.Xing Yue y Zhan Yijia. (2006), “New Identity, New Interests and New
Diplomacy”, Contemporary International Relations (Pekín), núm. 12, diciembre, p.
36.
38.Rocha Pino, op. cit. p. 699
39.Yong Deng. (2007), “Remolding Great Power Politics: Chinas´s Strategic
Partnerships with Russia, the European Union and India”, The Journal of
Strategic Studies, vol. 30, núm. 4-5, p. 863.
40.Cameron, Fraser y Zheng Yongnian. (2008), “Key Elements of a Strategic
Partnership” en Stanley Crossick y Etienne Reuter (ed.) China-EU: A Common
Future, Singapur, World Scientific Publishing, p. 4
41.Oviedo, Daniel Eduardo. (2006), “China: visión y práctica de sus llamadas
“relaciones estratégicas”, Estudios de Asia y África (México), vol. 41, núm. 3,
p. 389.
42.Klimenko, Anatoly. (2005), “Russia and China as Strategic Partners in Central
Asia: Way to Improve Regional Security”, Far Eastern Affairs (Moscú), vol. 33,
núm. 2. p. 4.
43.Goldstein, op.cit. p. 847.
44.Narayanan, Raviprasad. (2007), “The Chinese Discourse on the “Rise of China”,
Strategic Analysis (Nueva Delhi), vol. 31, Núm. 4, pp. 648-649.
45.Xing y Simons, op.cit. p. 273-274.
46.Ibidem. p. 276.
47.Lai, Hongyi Harry. (2005), “External Policymaking under Hu Jintao – Multiple
Players and Emerging Leadeship”, Issues & Studies (Taipei), vol. 41, núm. 3, pp.
210-211.
48.Callahan, William A (2004), “Remembering the Future – Utopia, Empire, and
Harmony in 21st Century International Relations Theory”, European Journal of
International Relations, vol. 10, núm. 4, p. 574.
La idea de una Gran Unidad (literalmente datong) (o su equivalente Gran Armonía)
es un concepto filosófico cuyo origen en el pensamiento confuciano puede
ubicarse hasta el Libro de los Ritos o Liji. La Gran Armonía apela al deseo
utópico por una sociedad igualitaria que sea tanto justa como feliz, y se remite
a la dicotomía entre la sociedad actual frente a una previa Edad de Oro
idealizada, a la que la humanidad pretende retornar a través de un
comportamiento ético. Para retornar al datong se debe atravesar por un periodo
de xiaokang o Pequeña Prosperidad que puede ser concebida como un periodo más de
la historia, o como una etapa de decadencia respecto a la Edad de Oro, ello
dependiendo de la interpretación de los textos clásicos; previamente al gobierno
de Hu Jintao: “Los comunistas afirmaban, en términos confucianos, que el datong
tendría que esperar; China debería situarse momentáneamente en lo que los
líderes denominaban xiaokang – un concepto prestado del antiguo pensamiento
chino que describe una situación de tranquilidad social relativa, una jerarquía
humana imperfecta y una desigual distribución de la riqueza”. Hua Shiping.
(2005): “A Perfect World”, The Wilson Quarterly, vol. 29, p 63.
El término xiaokang fue adoptado como el concepto de una sociedad “de bienestar
relativo” durante el gobierno de Jiang Zemin, es decir, fue la promesa de
desarrollo nacional realizada durante ese gobierno; por su parte, para hacer
explícitas las referencias a la armonía, entre 2002-2003 el gobierno de Hu
Jintao comenzó a utilizar el concepto de hexie, en referencia a las nuevas
aspiraciones chinas para conformar una sociedad “modestamente acomodada” (una
meta cualitativamente mas ambiciosa que lo proyectado durante el liderazgo
anterior).
La Gran Armonía no se refiere a las relaciones internacionales en primera
instancia, sino a un ordenamiento del mundo, la sociedad y la familia en
términos generales. De acuerdo a Callahan, en el proceso de selección y adopción
de ciertos elementos de la filosofía confuciana al discurso oficial: “La Pequeña
Tranquilidad ahora es concebida por algunos comentaristas sociales chinos (como
Xiang Shilin) como: “una etapa en un rumbo progresivo desde la sociedad de
xiaokang hacia una última meta del mundo de la Gran Armonía”. Callahan, op. cit.
p. 573.
49.Entre los últimos acuerdos de asociación realizados por China se encuentran
los establecidos en 2004 con Argentina y en 2005 con España, Filipinas,
Indonesia o Kazajstán. Oviedo, op. cit. pp. 393-394.
50.Bhattacharya, Abanti. (2007), “Chinese Nationalism and Chinas´s Assertive
Foreign Policy”, The Journal of East Asian Affairs (Seúl), vol. 30, núm. 1, p.
248.
51.Para Guo Sujian, el primer académico en usar de manera explícita el término
“ascenso pacífico” fue el académico Yan Xuetong en un libro titulado
International Environment of China´s Rise (título en inglés, traducido del chino
original), publicado en 1998; posteriormente Yan publicó un artículo sobre el
mismo tema titulado “The Rise of China in Chinese Eyes”, en la revista Journal
of Contemporary China en 2001. En el texto de Yan se usa el ideograma jueqi, el
cuál será traducido como ascenso. Sin embargo el gobierno de Jiang Zemin se negó
a usar dicho término en los documentos oficiales, hasta que reapareció en 2003.
Guo Sujian. (2006), “Challenges and Oportunities for China´s “Peaceful Rise”, en
Guo Sujian (ed.) China's “Peaceful Rise” in the 21st Century: Domestic and
International Conditions, Burlington (Vermont), Ashgate Publishing, p. 1.
52.Rocha Pino, (2006), op. cit. p. 707.
53.Glaser, Bonnie S. y Evan S. Medeiros. (2007), “The Changing Ecology of
Foreign Policy-Making in China: The Ascension and Demise of “Peaceful Rise”, The
China Quarterly, núm. 190, pp. 293-294.
54.“Desde el punto de vista de Zheng, la teoría del ascenso pacífico asegura que
China rechazará relaciones en confrontación con las grandes potencias. Zheng
explica que al seguir un camino de ascenso pacífico, capitalismo y socialismo
pueden competir juntos mientras que disfrutan de relaciones pacíficas y aprenden
mutuamente”. Ibidem. p. 296
55.Zheng Bijian (2003), “A New Path for China’s Peaceful Rise and the Future of
Asia”, discurso presentado en el Foro Bo´ao para Asia, Bo´ao (Hainan), 3 de
noviembre.
Disponible en:
http://history.bo’aoforum.org/English/E2003nh/dhwj/t20031103_184101.btk
56.Zheng Bijian (2005), “China’s Peaceful Rise to Great-Power Status”, Foreign
Affairs, septiembre-octubre.
57.El propio Yan Xuetong se opuso al concepto en el sentido de que la
descripción de un ascenso, realizada por Zheng Bijian, era equivocada; para Yan,
China ya había sido una potencia durante varios periodos anteriores en su
historia (citado por Leonard, 2008, p. 113). De forma similar, para el
investigador Wang Zaibang del Instituto China de Relaciones Internacionales
Contemporáneas, lo correcto para describir el proceso actual no es definirlo en
términos de un “ascenso”, sino como una “revitalización pacífica” del poder de
China: “China ha mostrado ser muy fuerte en su historia, yo prefiero usar los
términos ‘revitalización pacífica’ o “rejuvenecimiento pacífico” para describir
los esfuerzos que China ha hecho y seguirá haciendo”. Wang Zaibang. (2004), “The
Implications of China’s Revival for European & Global Governance”, conferencia
impartida en el European Institute of Asian Studies, Bruselas, 9 de diciembre.
Disponible en: http://www.eias.org/conferences/euchina091204/zaibang.pdf.
58.“Con base en la situación internacional de los años ochenta, Deng llegó a la
conclusión de que la paz y el desarrollo eran dos aspectos importantes del mundo
contemporáneo, lo cual colocó los fundamentos para que el Partido y el gobierno
se enfocarán en el trabajo por la modernización socialista.”
Hu Jintao, “Deng’s Legacy Still Influences China, Rest of World”, People´s Daily
Online, 22 de agosto de 2004. Disponible en:
http://english.people.com.cn/200408/22/eng200408 22_ 154232.html.
59.Véase: “Full Text: China’s Peaceful Development Road”, People’s Daily Online,
22 de diciembre de 2005.
Disponible en: http://english.people.com.cn/200512/22/eng20051222_ 230059.html.
60.Glaser y Medeiros, op. cit. p. 300.
61.Una muestra del contenido equivalente entre ambos conceptos son las
siguientes declaraciones realizados por intelectuales chinos en publicaciones
oficiales:
a) En el primer caso, en una declaración realizada en 2004 a la revista Beijing
Review, Pang Zhongying enlaza el nuevo discurso sobre la armonía con el
contenido de la teoría del ascenso pacífico de Zheng Bijian: “El Premier Wen
Jiabao ha usado la filosofía confuciana de la armonía para hacer una exposición
sobre el ascenso pacífico de China en la Universidad de Harvard en diciembre
pasado. La base de la filosofía china es la armonía que puede ser considerada
tanto en las relaciones internacionales o personales, o incluso en las
relaciones entre la humanidad y la naturaleza. La esencia del concepto es que
pueden existir contradicciones pero la armonía puede ser alcanzada, formando un
mundo diverso”. Pang Zhongying, citado por Zhou Bian, (2004), “A Gentle Giant”,
Beijing Review (Pekín), 8 de abril, p. 11.
b) En el segundo caso, en un artículo publicado en 2006 por la revista
International Review (editada por el Instituto de Estudios Internacionales de
Shanghai), Yu Xintian expone el programa político del discurso sobre la armonía
como parte del proyecto de modernización y el desarrollo pacífico:: “La
filosofía de la “armonía” involucra aspectos como el desarrollo científico, la
cuestión de considerar como lo primero a los seres humanos, la justicia social,
etc; estos aspectos, al ser adoptados por la mayoría de los pueblos, tanto en
nuestro país como en el extranjero, no solo ubican a la modernización de China
como una sociedad de bienestar comprensiva, sino que también ser pueden útiles
para el mejoramiento efectivo de la imagen de China”. Yu Xintian. (2006),
“Harmonius World and China´s Path for Peaceful Development”, International
Review (Shanghai), vol. 45, invierno, p. 3 Disponible en: http://www.siis.cn
62.Wen Jiabao. (2007), “Development and Peace Hold Key to National
Rejuvenation”, Beijing Review, 8 de marzo, p. 15.
63.Callahan, op. cit, p. 576.
64.Para Hu Shaohua actualmente se pueden establecer dos dinámicas sobre la
continuación del confucianismo en el discurso político en la RPCh: por una parte
el confucianismo continuará presente como al ser una referencia clara de la
cultura y la identidad china, y por lo tanto puede ser adoptado por ciertas
posturas nacionalistas que reclaman un orgullo cultural por el éxito de la
reforma. El confucianismo no podrá reclamar nuevamente su antigua posición como
ideología de Estado sino que continuará teniendo una función suplementaria del
discurso político oficial, en tanto un contrapeso a las influencias políticas
occidentales. El futuro de los elementos del confucianismo usados por el régimen
depende del éxito o el fracaso de la reforma. Hu Shaohua. (2007), “Confucianism
and Contemporary Chinese Politics”, Politics & Policy, vol. 35, núm. 2, pp.
150-151.
65.Guo, op. cit. p. 2.
66.Durante el gobierno de Hu Jintao fue adoptado el concepto de “poder blando”
(soft power), formulado originalmente por el politólogo Joseph Nye, como parte
del discurso oficial; el uso del concepto “poder blando” comenzó a menguar
conforme se imponía la idea del “mundo armonioso”. La investigación teórica
sobre la disciplina de las relaciones internacionales en China puede
considerarse incipiente y durante el actual gobierno la discusión sobre el tema
se enfocó en una crítica de las interpretaciones realistas sobre el ascenso de
China; sin embargo la construcción de una teoría de gobierno centrado en la
“armonía” desborda a la discusión en sola una disciplina. Véase: Qin Yaqing.
(2005), “Theoretical Problematic of International Relationship Theory and the
Construction of a Chinese School”, Social Sciences in China. A Quarterly Journal
(Pekín), vol. 26, núm. 4, invierno; Fu Mengzi. (2005), “Rising China vs Peaceful
Transformations in International Order”, Contemporary International Relations,
vol 15, núm. 10; Zhang Pei. (2004), “Theories of International System and
China´s Peaceful Development”, International Review (Shanghai), vol. 37,
invierno. Disponible en:
http://www.siis.cn/english/journal/2004/4/etl37/37contents.htm
Para Jean Garrison la adopción del poder blando por parte de la RPCh representa
una “...sofisticada visión neomercantilista de que la globalización ha alterado
la manera en como las potencias compiten por el poder”. Garrison, Jean A.
(2005), “China´s Prudent Cultivation of “Soft” Power and Implications for U.S.
Policy in East Asia”, Asian Affairs: An American Journal, primavera, p. 25.
67.Narayanan, Raviprasad. (2007), op. cit, p, 647.
68.Zheng Bijian. (2005a), “China’s Peaceful Rise and Opportunities for the Asia
Pacific Region”, en Zheng Bijian, China´s Peaceful Rise: Speeches of Zheng
Bijian, 1997-2004, Washington, Brookings Institution, p. 22.
69.Narayanan, op. cit. p. 650.
70.Yuan Peng, op. cit, pp. 3-4.
71.Ji Li. (2006), “Raising a Modern Society. People´s Rights an Intrisic Part of
Harmony”, Beijing Review, 30 de noviembre, p. 16
72.Yuan Peng, op. cit. p. 4-7.
73.Idem. pp. 7-8.
74.Yu Xintian, op. cit. pp. 16-17.
75.Teo, Chu Cheow Erick. (2007), “Shifting Perception of the “China Threat” in
America: Implications for Domestic American Psyche, Politics and Asia”, China
Report (Nueva Delhi), vol. 43, núm. 1, p. 75.
76.Niquet, Valérie. (2008), Culture stratégique et politique de défense en
Chine, París, IFRI, pp. 8-9. Disponible en: http://www.ifri.org
Fewsmith, Joseph. (2008), “China in 2007: The Politics of Leadership
Transition”, Asian Survey, vol. 48, núm. 1, pp. 90-93.
77.“Comunicado de la Tercera Sesión Plenaria del Comité Central del 16 Congreso
del PCCh”, citado por Fewsmith, Joseph (2004), “Promoting the Scientific
Development Concept”, China Leadership Monitor, núm. 11, pp. 2-3.
78.Idem. p. 2.
79.Idem. p. 6.
80.Obertheitmann, Andreas. (2005), Approaches of Sustainable Development in
China – Background Paper, Pekín, Sino-German Economic & Structural Reform
Program, p. 9.
También véase: Constantin, Christian. (2005), “China´s Conception of Energy
Security: Sources and International Impacts”, Working Paper núm. 43, Vancouver,
University of British Columbia, pp. 12-14.
81.Zhou Gang. (2007), “China´s Economic Development and Environment Protection”,
China Report (Nueva Delhi), vol. 43, núm. 2, p. 205.
Para Zhou Gang, investigador del Instituto de Estudios Internacionales de China,
el gobierno de Hu Jintao considera que “...la protección ambiental ha sido
colocada en una mas importante posición estratégica. Fortalecer la protección
ambiental es un importante paso hacia la instrumentación de una aproximación
científica para el desarrollo y la construcción de una sociedad de bienestar de
una manera total, y una sólida garantía para la construcción de una armoniosa
sociedad socialista”. Idem. p. 207.
82.Entre los desequilibrios atribuibles a la velocidad del crecimiento económico
y un proyecto de desarrollo en ocasiones desordenado pueden señalarse: el
desequilibrio en el desarrollo regional en el nivel nacional, y el existe entre
el campo y las zonas urbanas, que amenaza con ser estructural; el excesivo
consumo de energía y el poco desarrollo de políticas de ahorro; la acentuada
degradación ambiental; los cambios desordenados en el uso de la tierra que han
generado protestas y disturbios sociales en el campo (varios miles de casos
entre 2005-2006); la aparición de dislocaciones en el mercado de trabajo; el
empeoramiento en la distribución del ingreso y la desigualdad; una disminución
en la calidad de algunos servicios públicos como la salubridad, así como su
encarecimiento, algo evidenciado durante la crisis del SAR y el escándalo de
enfermos de VIH-SIDA en la provincia de Henan a causa de transfusiones sin
control. Todos estos problemas tienen el potencial de afectar la estabilidad
política y social de la RPCh: un problema que ha causado graves desórdenes
sociales es la apropiación indebida de tierras en contra de comunidades
agrarias, por parte de ciertas autoridades locales entre 2005-2006; en ese
momento el régimen abogó por la preservación de la “armonía social”. Véase: , p.
17 y Gu Yumin. (2006), “Closing the Wage Gap will Bring Social Harmony”, Beijing
Review, 30 de noviembre y Navarrete, Jorge Eduardo. (2007), China: la tercera
inflexión. Del crecimiento acelerado al desarrollo sustentable, México,
Universidad Nacional Autónoma de México, pp. 12-14.
En 2005 se calcularon 87 000 incidentes de este tipo y para agosto de 2006 el
cálculo fue de 39 000 ese año. La aprobación de leyes que regulan los derechos a
la propiedad privada buscan solucionar parte de las prácticas corruptas. Saich,
Tony. (2007), “China in 2006: Focus on Social Development”, Asian Survey, vol.
47, núm. 1, pp. 34-35.
83.Durante el 17 Congreso del PCCh el Presidente Hu declaró que el CDC debía
fortalecer y mejorar la construcción del Partido: “Hu declaró que su teoría es
la “concentrada demostración de la perspectiva y la metodología marxista.
Añadiendo que comparte la misma línea con el marxismo, el pensamiento de Mao
Zedong, la teoría de Deng Xiaoping y el importante pensamiento de la Teoría de
las Tres Representaciones. Hu definió su concepto de desarrollo científico como
“centrado en el pueblo” y como un requerimiento para el desarrollo de una
“sociedad armoniosa socialista”. Fewsmith, Joseph. (2008), “China in 2007…” op.
cit. pp. 88-89.
84.Bell, Daniel A. (2008), “From Communism to Confucianism: Changing Discourses
on China’s Political Future”, en Daniel A. Bell, China's New Confucianism:
Politics and Everyday Life in a Changing Society, Princeton, Princeton
University Press, p. 5
85.Gudrun y Kaiser. op. cit. p. 8.
Para Wu Xinbo existen tres elementos históricos, heterogéneos entre sí, que
producen contradicciones en la política exterior de China: 1) el pensamiento
tradicional chino y “sus sueños de un mundo de armonía universal”; 2) “las
experiencias humillantes en su historia moderna”, provocando que China tenga
preferencias por un mundo “justo y razonablemente ordenado”; 3) el legado del
marxismo-leninismo y el del pensamiento de Mao. Para Wu estas contradicciones
provocan la convivencia de los principios ideológicos del PCCh con ciertas
prácticas pragmáticas en la política exterior. Wu Xinbo. (2004), “Four
Contradictions Constraining China´s Foreign Policy Behavior”, en Zhao Suisheng
(ed.) Chinese Foreign Policy: Pragmatism and Strategic Behavior, Armonk (Nueva
York), Sharpe, p. 61.
La aproximación anterior es cercana a la realizada por el politólogo Gan Yang de
la Universidad de Hong Kong en su teoría de las “tres tradiciones”, aunque Gan
afirma que es posible superar los conflictos. Leonard, op. cit, p. 29.
86.Niquet, Valérie. (2007), “Le XVIIe congrès du Parti communiste chinois:
éclairage sur le fonctionnement d’un système”, Asie Visions 2, París, IFRI, p.
30.
87.Saich, op. cit. p. 35.
88.Economy, Elizabeth C. (2007), “The Great Leap Backward? The Costs of the
China´s Environmental Crisis”, Foreign Affairs, septiembre-octubre, p. 56; Wang
Zhengxu y Lai Hongyi. (2007), “Chinese Politics in 2006-2007: Harmony, More
Harmony, and the Road to the 17th Party Congress”, Perspectives, vol. 8, núm. 1,
pp. 32-33; Zhang Zhongxiang. (2007), “China´s Reds Embrace Green”, Far Eastern
Economic Review (Hong Kong), junio, pp. 34-35.
89.Guo, op. cit, p. 4.
90.Zhou Gang, op. cit. p. 207.
91.El fenómeno ambiental conocido como “cambio climático” comienza a despertar
muchas preocupaciones: “China podría atestiguar mayores extremos climatológicos,
incluyendo sequías en el norte e inundaciones en el sur, un fuerte incremento en
las muertes por calor, y una mayor incidencia de muertes por malaria, dengue y
otras enfermedades”. El problema también afectaría a la agricultura, los
bosques, los recursos hidráulicos así como peligrosos aumentos en los niveles
del mar. La política de China en materia de cambio climático ha debido “proteger
la soberanía de China, adquirir asistencia técnica extranjera y promover el
desarrollo económico de China y promover su papel como una gran potencia
responsable y líder del mundo en vías de desarrollo”. Yu Hongyuan. (2007), “In
the Belly of Asian Climate Change – Will China Lead the Asian Fight against
Climate Change?”, Trabajo presentado en la 21st Century Asia Pacific Roundtable,
Kuala Lumpur, Institute of Strategic and International Studies (Malasia), 4-8 de
junio, en: http//:www.isis.my/files/apr/Yu-Hongyuan.doc, s/n.
Algo que justifica la protección ambiental, sin perder de vista el derecho de
China a su desarrollo, es el denominado “capital ambiental”; de acuerdo al
profesor Zou Ji de la Universidad Renmin: si bien es inevitable la contaminación
del ambiente durante la acumulación de capital primitiva y la industrialización
también “...se puede considerar al agua y el aire limpios como una especie de
capital. Limpiar el medio ambiente de hecho está costando un cierto grado del
valor del capital, y esto también es un insumo en el proceso de la producción”.
Zou Ji. (2007), “Reality of Global Warming”, Beijing Review, 21 de mayo, p. 16.
92.Zhou Gang, op. cit. pp. 207-208.
93.Yu Hongyuan. (2006), “Global Governance against Global Warming and China´s
Response”, Chinese Public Affairs Quarterly, vol. 2, núm. 4, p. 307
94.La RPCh mantiene reticencias a la participación de ONG´s extranjeras en su
territorio para evitar la posibilidad de alguna infiltración en sus asuntos
internos. Las ONG´s ambientalistas que realizan actividades en China, si bien
cuentan con cierta capacidad de movilización social, se mantienen cercanas a las
directivas del régimen y en ocasiones se encuentran conformadas por alumnos
universitarios; al contrario de las ONG´s occidentales no suelen realizar
protestas en contra del gobierno y sus programas o la industria (al contrario de
las protestas espontáneas que últimamente suelen realizar ciudadanos comunes en
todo el país). Sin embargo, actualmente el gobierno se ha vuelto menos hostil a
estas organizaciones en algo que puede denominarse “ambientalismo con
características chinas”; las ONG´s ambientalistas: a) fueron las primeras en
emerger entre todas las organizaciones civiles establecidas en China en los años
noventa; b) no son confrontacionales; c) lentamente expanden su espectro de
actividades de acuerdo a lo políticamente permitido; d) utilizan un espectro
amplio de asociaciones para construir su capacidad y efectividad; e) utilizan
nuevas tecnologías como internet. Wong Koon-Kwai. (2005), “Greening of the
Chinese Mind: Environmentalism with Chinese Caracteristics”, Asia-Pacific
Review, vol. 12, núm. 2, pp. 52-53.
Algunas de esas ONG´s verdes son: el grupo Rio Verde de Sichuan, con programas
para la protección de la vida salvaje en la región de Qinhai-Tibet; el grupo
Aldea Global de Pekín, con un programa de educación ambiental o el Instituto de
Asuntos Públicos y Ambientales que realiza investigaciones sobre contaminación
acuífera. Li Li. (2007), “Green Heroes”, Beijing Review, 18 de enero, p. 18.
95.Yu Hongyuan. (2007): “In the Belly of Asian Climate Change…” op. cit. s/n.