UNA APROXIMACIÓN AL IMPACTO DE CHINA EN AMÉRICA LATINA
Diosdado Quintana Martínez
Los intercambios comerciales entre China y la región comenzaron en 1560, cuando
se estableció la «ruta de la seda» entre la costa china y Acapulco a través de
Manila. A pesar de esta larga historia, el verdadero salto en las relaciones se
produjo a finales de la década de 1970, con la reforma y la apertura de China.
Hoy, el vínculo puede analizarse desde diferentes ángulos: el económico, con un
espectacular crecimiento de los intercambios o el político, con una
consolidación de los lazos de amistad y un récord de visitas de altos
funcionarios. Por eso, más allá de problemas que van desde la preocupación de
Estados Unidos hasta el reconocimiento de Taiwán por parte de algunos países
latinoamericanos, todo indica que las relaciones continuarán profundizándose en
el futuro; en correspondencia con la voluntad política manifestada el pasado 4
de noviembre por la dirección China, en vísperas del recorrido previsto de su
presidente por varios países de América Latina.
En los fines del siglo XX y principios del nuevo siglo, China ha desplazado su
mirada hacia América Latina, estableciendo relaciones con varios países de la
región, en primer lugar, por la tradicional concepción china de las relaciones
interestatales: i) los países latinoamericanos forman parte del mundo en
desarrollo, ii) en las dirigencias y fuerzas políticas “progresistas”
latinoamericanas persiste una visión crítica sobre el papel estadounidense en la
región, lo que se acerca a las posiciones del Partido Comunista Chino (PCCh), y
iii) la historia compartida en el marco del “no alineamiento” aplicado a la
cooperación política y la militancia antihegemónica sur – sur; en segundo lugar,
porque una activa diplomacia permitirá a China apoyo político a favor de sus
intereses sobre la reunificación territorial con Taiwán, América Latina y el
Caribe, es otro “campo de batalla” donde ambos actores libran su lucha; y por
último, la región representa para China un área proveedora de materias primas
con gran dotación de recursos naturales .
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Para citar
este artículo puede utilizar
el siguiente formato:
Quintana Martínez, D.:
"Una aproximación al impacto de China en América Latina"
en Observatorio de la
Economía y la Sociedad de
China Nº 10, marzo
2009. Accesible a texto
completo en http://www.eumed.net/rev/china/
En los últimos años, un número creciente de observadores han destacado el
impacto positivo que China puede tener en el desarrollo económico de América
Latina. El altísimo crecimiento económico del país asiático ha motivado un
aumento notable de su demanda de materias primas y energía, contribuyendo a
aumentar las exportaciones y mejorar la relación de intercambio con Brasil,
Venezuela y Argentina; así como con otros países del área. China ha expandido de
forma paralela su volumen de inversión extranjera y busca nuevos aliados en
América Latina. Aún así, el impacto de China es complejo y no siempre positivo
porque compite con diversos países de la región en el mercado de EEUU y de otros
países desarrollados y atrae una cantidad creciente de inversión extranjera.
América Latina corre el riesgo, además, de quedarse anclada en una
especialización tradicional en bienes primarios, con pocas posibilidades de
adquirir nueva tecnología y diversificar su canasta exportadora.
A continuación se exponen los principales elementos, que a criterio del autor,
deben considerarse para comprender el impacto que ha tenido China en América
Latina y el Caribe y los retos que esto le impone a la región.
1.1 Algunos resultados económicos alcanzados por China en los últimos años.
El desarrollo económico de China y su potencial de futuro es el acontecimiento
que más ha cambiado al mundo en los últimos años. La importancia de la economía
de China se hace cada vez más evidente. En los últimos 25 años China ha logrado
resultados económicos que a Occidente le tomaron un siglo. Con una visión única
del futuro y un enorme contraste entre tradición y modernidad se ha vuelto una
de las experiencias de desarrollo económico más exitosas del mundo. Desde que
Deng Xiaoping lanzó su política de “puertas abiertas” en 1978 nunca se había
visto un crecimiento tan sostenido.
En los últimos años, coincidiendo con el comienzo del siglo, China asistió a un
período de florecimiento excepcional, caracterizado por el elevado crecimiento
de la economía del país desde la adopción de la política de reforma y apertura.
El concepto fundamental de la transformación económica de China, a partir de
1978, fue el paso a la economía de mercado socialista, que la llevó a ir hacia
la integración con el resto de las economías mundiales y a incorporar en su seno
a actividades y capitales extranjeros. Entonces, el salto que dio el desarrollo
económico se caracterizó por la intensificación de esa tendencia del crecimiento
anual de su economía con índices de dos dígitos, el aumento exponencial de su
comercio exterior (alentado por el ingreso en la OMC), de sus reservas de
divisas (1,900 billones de dólares a finales de septiembre de este año) y de su
protagonismo internacional. Conviene recordar que hace poco más de una década
tan sólo, la economía china se situaba detrás de España o de Brasil. En quince
años ha logrado multiplicar su PIB en más de cinco veces. China se ha convertido
en la fábrica de un mundo globalizado.
En el futuro próximo China está destinada a desempeñar una función clave en la
Economía Mundial, ese crecimiento económico muy elevado, por un lapso muy
prolongado, la hace aparecer como una economía casi invencible y se puede
constatar en los indicadores que a continuación se exponen:
Crecimiento económico: Desde hace más de un cuarto de siglo el crecimiento del
PIB en China ha rondado una tasa media anual del 10%. Esa tasa ha duplicado con
creces la de los países de ingreso bajo y mediano y ha triplicado sobradamente
la de los países de ingreso alto, mientras que el crecimiento anual medio del
producto bruto mundial ha rondado el 3% en los últimos veinticinco años. A pesar
de la crisis que se ha desatado en el mundo en este año 2008, los especialistas
especulan que sus resultados rondarán de nuevo un valor cercano al 10 % de
crecimiento de su economía.
Con el objetivo de poder establecer una comparación que ilustre estos
resultados, se puede constatar con los datos a nuestra disposición, que como
consecuencia de ese crecimiento rápido, el peso de China en el producto bruto
mundial (en paridad de poder adquisitivo) ha pasado del 3,4% en 1980 al 15,4% en
2005, mientras que el peso de EEUU se ha mantenido constante en torno al 21% y
el peso del conjunto de los hoy países miembros de la Unión Europea se ha
reducido del 29% al 21%.
Comercio exterior: El peso en el comercio internacional de mercancías ha crecido
mucho, si tomamos por ejemplo los resultados de las exportaciones e
importaciones entre los años 1993 y 2006, se puede constatar que China tiene un
papel preponderante y en general con saltos cuantitativos significativos al
compararle con las principales economías del mundo, como puede apreciarse en el
Anexo No 2
Consumo energético: Entre 1990 y 2006, el consumo de energía primaria y el
consumo de carbón se han duplicado con creces, mientras que el consumo de
petróleo se ha triplicado. Esos incrementos son enormes en comparación con los
correspondientes al resto del mundo, al pasar de 2,32 en 1990 a 7,44 millones de
barriles al día en 2006; por otro lado, el país asiático fue responsable de más
de las tres cuartas partes del aumento del consumo mundial de carbón.
Consumo de otras materias primas: En cuanto a otras materias primas, destaca el
peso de China en el consumo mundial de algunos metales, de los que ese país es
un gran importador neto: hierro, zinc, plomo, cobre y níquel. En esos cinco
renglones, China supone ya entre el 15% y 33% del consumo mundial, como muestra
el Anexo No 3, en el que puede observarse también que el peso de China en el
consumo mundial de algodón, arroz, aceite de soja y caucho es superior al 20%.
Reservas en divisas: China se ha convertido en un enorme poseedor de reservas en
divisas; en septiembre de este ano, tales reservas rondaban 1,9 billones de
dólares, una cifra que duplica la correspondiente a Japón (900.000 millones).
La acumulación de reservas en China ha sido impresionante en los primeros años
del siglo XXI. Entre 2000 y septiembre de 2008, han pasado de 165.000 millones
de dólares a cerca de dos billones. Ese aumento tiene su origen en el superávit
de la cuenta corriente y en las entradas netas de capital extranjero. Además,
China –y también otros países asiáticos- ha acumulado reservas por otras
razones. Una de ellas es la esterilización del superávit corriente y/o de las
entradas de capital, mediante la adquisición de divisas para así contrarrestar
el aumento de la demanda de moneda nacional y, por tanto, su apreciación. Otra
razón ha sido la de crear un seguro ante el riesgo de una crisis de la balanza
de pagos.
La inversión directa en el extranjero: Las inversiones de capital chino en el
extranjero han aumentado de 830 millones de dólares en 1990 a 11.300 millones en
2005 y algunos expertos hacen estimaciones en torno a que China alcanzará, en
este sentido unos 60.000 millones hacia 2010.
1.2 Relaciones políticas sino-latinoamericanas
En el orden político, desde los años 80 del pasado siglo y hasta la fecha, se ha
desarrollado un amplio intercambio de delegaciones entre las dos regiones que
abarcan prácticamente todos los sectores de la economía, lo que acompañado de un
creciente e importante intercambio de visitas de alto nivel político, en este
marco en el caso cubano incluyó las de los máximos dirigentes de ambos países ,
todo lo cual ha hecho posible un significativo crecimiento y desarrollo de las
relaciones bilaterales en general.
En 1988, el líder chino Deng Xiaoping afirmó: “La gente dice que el siglo XXI
será la era del Pacífico […] Yo creo firmemente que será también la era de
América Latina, y espero que la era del Pacífico, la era del Atlántico y la de
América Latina se produzcan al mismo tiempo”. Y agregó: “La política china
consiste en desarrollar y mantener buenas relaciones con América Latina, y hacer
de las relaciones sino-latinoamericanas un modelo de cooperación Sur- Sur” . En
abril de 2001, durante un viaje por la región, el entonces presidente chino
Jiang Zemin sostuvo: “El siglo XXI será un siglo en que China y América Latina
cooperarán tomadas de la mano en todas las áreas, y también será un siglo en que
los pueblos de China y América Latina construirán un mañana mejor”.
En su discurso al Congreso brasileño en el 2004, el presidente Hu Jintao aseguró
que tanto Latinoamérica como China cuentan con experiencias similares en la
lucha por la liberación nacional, la defensa de la independencia y la
construcción nacional. En consecuencia, comparten los mismos sentimientos y un
lenguaje común. Por eso –dijo– se espera que las relaciones alcancen tres
objetivos: el apoyo mutuo en el campo político, el fortalecimiento de la
complementariedad económica y el mantenimiento de contactos culturales
estrechos. Para llevar a cabo estas metas, propuso que ambas partes fortalezcan
una estrategia común y aumenten la confianza política, den pasos prácticos y
creativos para aprovechar el potencial de cooperación económica, y asignen
importancia a los intercambios culturales para profundizar la comprensión mutua.
En los últimos años, numerosos son los jefes de estados latinoamericanos que en
reiteradas ocasiones visitan China, hay una consolidación de las relaciones
diplomáticas y políticas y se vislumbra una situación muy favorable de caras al
futuro inmediato, con la publicación en China el pasado 5 de noviembre del
“DOCUMENTO SOBRE LA POLITICA DE CHINA HACIA AMERICA LATINA Y EL CARIBE” , donde
se recoge por primera vez, con toda precisión, los objetivos y esferas en las
que China se dispone en el futuro, a desarrollar sus relaciones con
Latinoamérica y el Caribe, abarcando con particularidades las áreas estratégicas
de prioridad.
1.3 Una mirada al estado actual de las relaciones.
La política exterior de la República Popular China (R.P.Ch), no ha sido uniforme
hacia las distintas áreas y países de Latinoamérica. La prioridad asignada es
variable y se vincula a diversos actores, incluyendo la cercanía a los Estados
Unidos (EE.UU.), tamaño territorial y poblacional (Brasil, México, Argentina y
Venezuela), e intercambio comercial. La diversidad regional fomentó una notable
heterogeneidad a la hora de definir prioridades sobre los Estados: es decir, el
modus operandi empleado en pos de objetivos políticos a escala hemisférica, ha
variado sobre la base de las características y problemáticas propias, como las
de cada área. Aunque China estableció una presencia más activa sobre el Tercer
Mundo desde los años 90, durante décadas, muchos países del continente americano
permanecieron como una incógnita, salvo el caso de Cuba, para la diplomacia del
gigante asiático. Fue a partir de la postura unilateral de la administración de
George W. Bush después de los sucesos del 11 de Septiembre en Oriente Medio, lo
que modificó, significativamente, la visión estratégica asignada a la región.
A esta realidad, hay que sumarle el triángulo estratégico que se genera entre la
R.P.Ch, EE.UU. y América Latina y el Caribe (ALC), lo cual aporta nuevos
matices. En concordancia con lo expresado, algunos analistas internacionales
manifiestan que Beijing puede transformarse en un factor desestabilizador para
Washington, por cuanto pudiera generar un riesgo de seguridad emergente a sus
intereses en el hemisferio, dada su activa diplomacia en áreas “sensibles” como
Cuba, Venezuela y el Canal de Panamá.
Se podría afirmar que la estrategia china sobre ALC, actúa sin que se constituya
en “amenaza” directa para los EE.UU respecto a su accionar. Esto se evidencia en
el incremento de la colaboración científica/tecnológica para el desarrollo de
programas espaciales (satélites) y, sobre todo, en las crecientes visitas de
funcionarios militares de alto nivel. Es decir, China impulsa una integración
del tipo verticalista con los países de la región, y, aunque algunos
especialistas en temas asiáticos perciben este escenario como una futura Guerra
Fría, esto no parece viable en las próximas décadas.
La desintegración de la Unión Soviética y el fin del orden bipolar, fueron
acompañadas por el aumento de las percepciones norteamericanas y europeas sobre
una supuesta “amenaza china” producto de la crisis de Tiananmen. Por su parte,
América Latina y el Caribe se adhirieron al principio de “no-intervención”
impulsado por Beijing, mientras el PCCh desplegaba una política multidireccional
en América Central y Sudamérica, buscando diversificar los riesgos políticos
externos.
Otro aspecto importante, consistió en resaltar los vínculos con las mayores
economías regionales tales como Brasil, México, Argentina y Venezuela,
consideradas más moderadas y desarrolladas; esto tuvo como objetivo aumentar los
contactos diplomáticos de alto nivel, en pos de fomentar la igualdad y beneficio
mutuo en los diálogos Norte/Sur y Sur/Sur. También se puso de relieve la
necesidad de apoyar el reclamo de los países de la región por salvaguardar la
independencia nacional y la soberanía, cuestión que conllevó a establecer lazos
con los Partidos Políticos y Organizaciones No Gubernamentales (ONG)
Latinoamericanas. Gracias a estos reajustes, y también debido al cambio de la
política de los gobiernos latinoamericanos hacia China, las conexiones en el
ámbito de seguridad e inteligencia, y lucha contra el narcotráfico y el
terrorismo, experimentaron un progresivo incremento. Además del plano bilateral,
para inicio del 2000, la mayor intensidad de contactos se verificó en los
organismos multilaterales (Naciones Unidas, la OMC), subregionales (Mercosur -
China), y transpacíficos de cooperación (APEC, PECC, FOCALAE.)
Cuando se habla de una nueva era sino-latinoamericana, es porque se perciben
estos cambios cualitativos y las relaciones entre las realidades
políticas-estratégicas bilaterales se deben analizar teniendo en cuenta las
transformaciones de las relaciones internacionales en este nuevo siglo. Aumenta
la inquietud en los círculos estadounidenses, principalmente en el Congreso, por
las implicaciones que puede traer la retirada de tropas norteamericanas de
puntos estratégicos en Centroamérica y el Caribe, donde China se hace presente.
Como lo expresara Ivan Eland, Director de Estudios de Políticas de Defensa del
Instituto Cato: “Los viejos guerreros de la Guerra Fría nunca mueren, tan sólo
se vuelven más paranoicos. Un ejemplo típico es el argumento planteado por
algunos analistas de que China está minando la seguridad de los EE.UU. al
procurar ganar el control de la navegación a través del estratégico Canal de
Panamá. Nada podría ser más absurdo” .Otro aspecto, es el cambio que sé esta
produciendo en Latinoamérica, con respecto a una mayor homogeneización de
valores y de comportamientos bajo la influencia de una percepción similar de
amenaza, desarrollo económico y presión tecnológica. En este contexto, se gestan
metas políticas, militares y económicas que sientan a Latinoamérica y a China en
la misma mesa de negociaciones, lo que se evidenció en la recién celebrada
Cumbre del G20 en Waschinton. Sin embargo, Beijing enfrenta varios obstáculos en
el continente, más allá de la presencia de los EE.UU.
Según el analista francés Dr. Francois Lafargue: “En primer lugar, Beijing no
podrá dominar estos países, cuyo peso económico es significativo— en contraste
con su habilidad de influir en ciertos países africanos. Segundo, con respecto a
la competencia para los recursos de energía en Latinoamérica (tal como en Asia
Central y África, particularmente Sudán), China enfrenta la competencia
creciente de India, cuya necesidad de petróleo también aumenta continuamente” .
Este escenario vuelve a reeditar la idea de equilibrio, de competencia y de
potencias regionales estableciendo esquemas de seguridad. Sin embargo, estamos
demasiado cerca de los acontecimientos para evaluar plenamente su significado y
la importancia de los mismos.
Otro asunto a destacar en las actuales relaciones, tiene que ver con la
creciente influencia del presidente de Venezuela Hugo Chávez en América Latina y
el Caribe, los procesos integracionistas que en ella se promueven con la activa
participación de Cuba y los renovados contactos que Beijing fomenta con el
continente. En relación con este asunto, el Dr. Xulio Rios, Director del
Observatorio de la Política China -IGADI/Casa de Asia- comenta: “A EEUU le
preocupa también el incremento de la cooperación militar con China. Ese asunto
ha sido planteado recientemente en Brasil, durante la visita de Wu Bangguo.
Venezuela, por otra parte, fortalece sus vínculos con Rusia, pero también ha
enviado personal a China para formarse en el manejo de satélites de
comunicación, susceptibles de uso militar. Los expertos estadounidenses temen
que los militares venezolanos informen ahora a los chinos de las técnicas y
tácticas que sus tropas enseñaron en Venezuela antes del empeoramiento de sus
relaciones”
Por su parte, algunos expertos de los EE.UU. consideran que Cuba ve a la
República Popular China, no solo como un potencial aliado económico, sino como
un proveedor de armamento moderno y tecnología militar.
En general, la llegada al poder en América Latina de otros gobiernos de amplia
ascendencia popular, como son los casos de los presidentes Correa en Ecuador,
Daniel Ortega en Nicaragua, Evo en Bolivia, Fernando Lugo en Paraguay y Manuel
Zelayas en Hondura, entre otros; y las posiciones tercermundistas mantenidas por
Lula en Brasil y ratificadas por la nueva presidenta Cristina Kirchner en
Argentina; han propiciado un grupo de negociaciones económicas, fundamentalmente
asociadas al comercio bilateral y las inversiones de capital, que hacen avizorar
un futuro promisorio para las relaciones bilaterales.
1.4 Principales oportunidades que ofrece China a Latinoamérica y el Caribe.
El estudio integral de la actual realidad china, permiten identificar un grupo
de regularidades, que pueden ser consideradas como importantes oportunidades que
Latinoamérica y el Caribe, deben tener presentes en el proceso de
fortalecimiento de las relaciones bilaterales. A continuación, sin que
signifique un orden de prioridad, se relaciona un resumen de las que
consideramos más importantes.
1. La definición por primera vez en la historia, de una política integral,
respaldada por un documento programático, igual que antes había hecho respecto a
Europa y Africa.
2. Una notable integración en la economía mundial, con un elevado nivel de
exportación de bienes y servicios, así como, de inversión directa extranjera
(IDE).
3. Modernas infraestructuras en las grandes ciudades y en las zonas económicas
especiales; incluso en el conjunto del país.
4. Una importante generación de empleo. Por la rápida industrialización y la
flexibilidad del mercado de trabajo, la relación entre las personas empleadas y
la población total era, en 1999-2003, del 76,4% en China, cifra superior a la
del resto de las economías en desarrollo del área.
5. Indicadores macroeconómicos saneados, que, junto con una política económica
cada vez más sofisticada, hacen prever una razonable estabilidad macroeconómica.
China tenía en 2006 un ligero déficit presupuestario (equivalente al 0,4% del
PIB), un importante superávit corriente (8,6% del PIB), una inflación del 1,5%,
una deuda externa de 323.000 millones de dólares, unas reservas en divisas que
hoy se acercan a los dos billones de dólares y una inversión directa extranjera
próxima a 100 400 millones.
6. Una rápida mejora de los indicadores sociales y estabilidad social. La
pobreza ha disminuido del 63,8% de la población en 1981 al 16,6% en 2001 (esto
es, una impresionante reducción de 422 millones de personas); la esperanza de
vida al nacer ha aumentado de 63 años en 1970-1975 a 71 años en 2000-2005; la
tasa de mortalidad infantil (de menores de un año) ha bajado de 85 por mil en
1970 a 31 por mil en 2004; la desnutrición ha pasado del 16% en 1990-1992 al 11%
en 2000-2002; la tasa de alfabetización de adultos ha crecido del 78,3% en 1990
al 90,9% en 2004 y la tasa bruta de escolarización en la enseñanza secundaria ha
aumentado del 48,7% en 1991 al 72,5% en 2004, etc.
7. Una estrategia exitosa de reforma económica. Por su carácter gradualista y
sostenido, la reforma ha tenido un gran éxito. Ha creado una visión clara y
pragmática por parte de las autoridades. Nada hace pensar, salvo gran sorpresa,
que el Gobierno se vaya a apartar de esa senda en los próximos decenios.
8. Una tradicional concepción de las relaciones interestatales que le da una
relevancia especial a los países subdesarrollados o en desarrollo, de los que
Latinoamérica y el Caribe forman parte, y entre los que las dirigencias y
fuerzas políticas “progresistas” mantienen una visión crítica sobre el papel
estadounidense en la región, lo que se acerca a las posiciones del Partido
Comunista Chino (PCCh), y la historia compartida en el marco del “no
alineamiento” aplicado a la cooperación política y la militancia antihegemónica
sur – sur; todo lo que unido a una activa diplomacia permitirá a China apoyo
político a favor de sus intereses sobre la reunificación territorial con Taiwán
9. “China se abrirá más al mundo e impulsará su cooperación en inversión
internacional“ y “La economía China se encuentra en buen estado y capaz de
mantener la estabilidad financiera a pesar del caos global”, son expresiones
recientes del vicepremier chino Wang Qishan y de Liu Mingkang, presidente de la
Comisión Reguladora Bancaria de China. Estas afirmaciones suponen una favorable
expectativa para cualquier socio comercial contemporáneo.
1.5 Retos que deben sortear las partes en el intercambio.
La parte china por un lado y los propios países de Latinoamérica y el Caribe por
otro, deberán trabajar en aras de que los inconvenientes o retos que se
enfrenten, consecuencias de la situación concreta de cada socio y las que se
derivan de la coyuntura internacional en que vive el mundo contemporáneo, no
frenen la voluntad política que favorece el intercambio y las ventajas mutuas
que deben derivarse de ellas. A continuación se relacionan las que se han
identificado como más significativas, sin que en su presentación se siga un
orden de importancia o que pertenezcan a una u otra de las partes.
1. Problemas derivados de la escasez de ahorro o de inversión en las dos partes,
la ineficiencia del sector bancario, la fuerte desigualdad en la distribución
regional y personal de la renta o la corrupción. Todos ellos, aunque son
problemas serios, son abordables, especialmente si se intentan resolver de
manera gradual y con pragmatismo.
2. El envejecimiento de la población en China como consecuencia de la baja tasa
de fecundidad y que el número de personas con 65 años o más está aumentando
rápidamente, todo lo que hace que se reduzca la población en edad laboral.
3. La sobreindustrialización puede ser negativa para el desarrollo de la
economía del conocimiento, que dependerá más del dinamismo del sector de los
servicios.
4. La excesiva dependencia de la economía China respecto al capital extranjero .
Esa alta dependencia con respecto a la inversión directa extranjera hace
vulnerable la economía a posibles cambios en la estrategia de localización
internacional de las empresas multinacionales.
5. La creciente dependencia energética, especialmente en petróleo . La
producción nacional de petróleo no alcanza, mientras que las importaciones
netas, en porcentaje del consumo, aumentarán del 43,5% en 2004 al 68,0% en 2015
y al 81,7% en 2030.
6. El deterioro del medio ambiente y en correspondencia los peligros que ello
significan para la desertización, degradación del suelo, contaminación de los
ríos, de los mares y del aire; así como, la emisión de gases de invernadero y
pérdida de biodiversidad, entre otros.
7. La susceptibilidad de la economía latinoamericana y caribeña, a los vaivenes
que genera la actual crisis económica y la instrumentación de la declaración
final de la recién celebrada Cumbre del G20, en la que China y varios países de
ALC participaron.
CONCLUSIONES
Actualmente, las relaciones de China con Latinoamérica y el Caribe están
marcadas por nuevos escenarios y por la búsqueda de un nuevo orden
internacional. China sigue renunciando explícita y oficialmente a disputarle el
liderazgo a los EE.UU. en la región, pero puede apreciarse que Beijing ha dado
un giro en busca de mayor asistencia en otros escenarios que no son solo de tipo
económicos/comerciales.
China ha puesto en marcha una ofensiva política y comercial en Latinoamérica, a
semejanza de la que emprendió hace dos años en África. Pekín ha hecho público
por primera vez un Libro Blanco sobre América Latina en el que fija las pautas
que seguirá en los próximos años para incrementar las relaciones con una región
del mundo que, según señala, cuenta con "abundantes recursos, una buena base
para el crecimiento económico y social, y un tremendo potencial de desarrollo" ,
además las ofertas de ayudas ante los fenómenos climatológicos en el caribe y
otras acciones políticas y diplomáticas; abren un ancho sendero de perspectivas
entre ambas partes, pero también de conflictos con aquellos sectores alarmistas
de los EE.UU. que no ven con buenos ojos el avance del gigante asiático en el
hemisferio.
La incógnita a despejar es si esta colaboración evolucionará o no hacia un marco
más consistente y activo de multipolaridad deseado por los lideres chinos y en
estrecha sintonía con las posiciones políticas de los principales líderes de
Latinoamérica. Todo esto demanda como nunca antes que se hagan realidad las
palabras del Dr. Xulio Rios, quién acertadamente manifestó: “En abril, EEUU y
China iniciaron un diálogo estratégico sobre América Latina. Sería recomendable
evitar que dichas conversaciones puedan desarrollarse de espaldas a los pueblos
de dicha región, auténticos protagonistas de sus propios destinos. No sea que,
por unas o por otras, todo se resuma en lamentables debates “doctrinales“ .
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People’s Daily del 8/10/1995.
ANEXO No 4
DOCUMENTO SOBRE LA POLITICA DE CHINA HACIA AMERICA LATINA Y EL CARIBE
Prólogo
El mundo de hoy se halla en grandes cambios y ajustes, siendo la paz y el
desarrollo las temáticas de nuestros tiempos. La multipolarización del mundo se
vuelve irreversible, la globalización económica se desarrolla en profundidad, la
paz y el desarrollo del mundo enfrentan tanto nuevas oportunidades como
numerosos desafíos. El compartir las oportunidades de desarrollo y hacer frente
común a los diversos retos en fomento de la sublime causa de la paz y el
desarrollo de la humanidad conciernen a los intereses fundamentales de los
pueblos, constituyendo también su aspiración común.
Siguiendo invariablemente el camino de desarrollo pacífico y la estrategia de
apertura basada en el beneficio recíproco y la ganancia compartida, China, el
mayor país en vías de desarrollo del mundo, está dispuesta a desarrollar la
amistad y la cooperación con todos los países sobre la base de los Cinco
Principios de Coexistencia Pacífica, a fin de promover la construcción de un
mundo armonioso de paz duradera y prosperidad compartida.
Formando parte importante del conjunto de los países en vías de desarrollo,
América Latina y el Caribe constituyen una fuerza relevante en el actual
escenario internacional. Las nuevas circunstancias traen renovadas oportunidades
de desarrollo para las relaciones sino-latinoamericanas y sino-caribeñas. La
elaboración por parte del Gobierno chino del Documento sobre la Política hacia
América Latina y el Caribe tiene como propósito manifestar con mayor claridad
los objetivos de la política china hacia la región, plantear los principios
rectores de la cooperación en las diversas áreas durante un determinado período
del futuro y promover el continuo desarrollo sano, estable e integral de las
relaciones sino-latinoamericanas y sino-caribeñas.
Parte I Posición y Papel de América Latina y el Caribe
Contando con una larga historia, inmensa extensión geográfica, abundantes
recursos naturales y excelentes bases de desarrollo socio-económico, América
Latina y el Caribe están dotados de un gran potencial de desarrollo.
Las naciones latinoamericanas y caribeñas exploran activamente los caminos de
desarrollo ajustados a sus realidades nacionales, manteniendo la estabilidad
política y registrando un crecimiento económico sostenido con la constante
mejora del nivel de vida de su población.
Abrigando fuertes aspiraciones a la unidad y el autofortalecimiento, los países
latinoamericanos y caribeños están enfrascados en la promoción de la paz, la
estabilidad y el desarrollo regionales, lo que resulta en el constante
robustecimiento del poderío integral y la influencia internacional de la región.
Al participar activamente en los asuntos internacionales, los países
latinoamericanos y caribeños han aportado positivas contribuciones a la
preservación de la paz mundial y la promoción del desarrollo compartido, con un
papel a jugar en la arena internacional y regional cada vez más relevante.
Parte II Relaciones entre China y América Latina y el Caribe
Pese a la gran distancia geográfica, unidas por una amistad de larga data entre
sus pueblos, China y América Latina y el Caribe se encuentran actualmente en
fases similares de desarrollo, compartiendo las mismas tareas emanadas de éstas
y el deseo común de incrementar el conocimiento mutuo y fortalecer la
cooperación.
Durante más de 20 años transcurridos desde la proclamación de la nueva China en
1949, predominaban en las relaciones sino-latinoamericanas y sino-caribeñas los
contactos no gubernamentales. Hacia las décadas 70 y 80 del siglo pasado, China
llegó a establecer relaciones diplomáticas con la mayoría de países de la
región. La década 90 fue testigo del notable desarrollo de la amistad y
cooperación sino-latinoamericanas y sino-caribeñas en múltiples áreas. Desde el
comienzo del siglo XXI, se tornan aún más frecuentes los contactos de alto nivel
entre China y América Latina y el Caribe, se profundiza cada vez más la mutua
confianza en lo político, se ahonda de continuo la cooperación en las áreas
económico-comercial, científico-tecnológica, cultural y educacional, entre otras
y se brindan un apoyo recíproco y una estrecha colaboración en los asuntos
internacionales, de manera que se viene configurando un flamante panorama
caracterizado por el desarrollo omnidireccional, multifacético y de múltiples
niveles de las relaciones entre ambas partes.
La amistad y cooperación entre China y América Latina y el Caribe corresponden a
los intereses fundamentales de sus pueblos. De cara al futuro, los lazos
sino-latinoamericanos y sino-caribeños, dotados de enormes potencialidades y
promisorias perspectivas de desarrollo, aportarán sin duda mayores
contribuciones a la noble causa de la paz y el desarrollo de la humanidad.
Parte III Política de China hacia América Latina y el Caribe
El fortalecimiento de la unidad y cooperación con los numerosos países en vías
de desarrollo constituye la piedra angular de la política exterior independiente
y de paz de China. Enfocando las relaciones con América Latina y el Caribe desde
una altura estratégica, el Gobierno chino se esforzará por establecer y
desarrollar con los países latinoamericanos y caribeños la asociación de
cooperación integral caracterizada por la igualdad, el beneficio recíproco y el
desarrollo compartido.
Los objetivos generales de la política china hacia América Latina y el Caribe
son:
-- Ampliar el consenso basado en el respeto y la confianza mutuos. Ateniéndose a
los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica, China tratará a los países
latinoamericanos y caribeños en pie de igualdad y respeto mutuo. Intensificando
de continuo el diálogo y la comunicación en aras de la ampliación de su mutua
confianza política y consenso estratégico, China y las naciones latinoamericanas
y caribeñas seguirán ofreciendo comprensión y respaldo mutuos en temas que
conciernan a sus intereses esenciales y despierten sus preocupaciones
fundamentales.
-- Profundizar la cooperación en el espíritu del beneficio recíproco y la
ganancia compartida. Se pondrán en pleno juego las respectivas ventajas,
explorando de continuo las potencialidades de cooperación. De acuerdo con el
principio de beneficio recíproco, China se hará socio de los países
latinoamericanos y caribeños en la cooperación económico-comercial, a fin de
fomentar el desarrollo común de ambas partes.
-- Estrechar los intercambios en aras del mutuo aprendizaje y el progreso común.
China emprenderá activamente los intercambios en lo cultural y humano con los
países latinoamericanos y caribeños, con el propósito de aprenderse mutuamente
las experiencias provechosas en promoción conjunta del desarrollo y progreso de
la civilización humana.
El principio de una sola China constituye la base política sobre la cual China
establece y desarrolla relaciones con los países latinoamericanos y caribeños y
las organizaciones regionales. El Gobierno chino aprecia la adhesión por parte
de la absoluta mayoría de países de la región a la política de una sola China y
su abstención de desarrollar relaciones y contactos oficiales con Taiwan, en
apoyo a la gran causa de la reunificación de China. China está dispuesta a
establecer y desarrollar relaciones interestatales con los) países
latinoamericanos y caribeños sobre la base del principio de una sola China.
Parte IV Fortalecimiento de la Cooperación Omnidireccional entre China y América
Latina y el Caribe
I. Area política
1. Intercambio de alto nivel
La parte china está en disposición de mantener la tendencia a estrechar los
contactos con los dirigentes de países latinoamericanos y caribeños, a fin de
incrementar de continuo el conocimiento y la confianza recíprocos, intensificar
el intercambio de experiencias sobre el gobierno y consolidar la base política
del desarrollo de los vínculos sino-latinoamericanos y sino-caribeños.
2. Intercambio entre los órganos legislativos
Sobre la base del respeto mutuo, ahondamiento del conocimiento y desarrollo de
la cooperación, la Asamblea Popular Nacional de China intensificará los
contactos amistosos de múltiples niveles y canales con los parlamentos
nacionales de América Latina y el Caribe así como con el Parlamento
Latinoamericano, el Parlamento del Mercado Común del Sur y el Parlamento Andino,
entre otros organismos parlamentarios, con el objeto de añadir nuevos elementos
al desarrollo de las relaciones interestatales e inyectar en éstas renovadas
vitalidades.
3. Intercambio entre los partidos políticos
Sobre la base de los principios de independencia, plena igualdad, respeto mutuo
y no intervención en los asuntos internos, el Partido Comunista de China está
dispuesto a desarrollar múltiples formas de contactos con los partidos y
organizaciones políticas amigos de América Latina y el Caribe para efectuar
intercambios y aprenderse mutuamente, incrementar el conocimiento y la amistad y
reforzar la confianza y la cooperación.
4. Mecanismos de consulta
Los departamentos pertinentes del Gobierno chino están dispuestos a establecer y
perfeccionar con sus homólogos de los países latinoamericanos y caribeños las
comisiones permanentes intergubernamentales, comisiones de alto nivel,
comisiones mixtas de alto nivel, diálogos estratégicos, consultas políticas,
comisiones mixtas económico-comerciales, consultas económico-comerciales, grupos
de trabajo de alto nivel, foros de cooperación económico-comercial, comisiones
mixtas cultural-educacionales, científico-tecnológicas y demás mecanismos a fin
de reforzar las consultas y la comunicación y promover los intercambios y la
cooperación.
5. Cooperación en asuntos internacionales
El Gobierno chino tiene la disposición de seguir fortaleciendo la coordinación y
colaboración con los países latinoamericanos y caribeños en los asuntos
internacionales, manteniendo con ellos una frecuente comunicación sobre los
temas internacionales y regionales de relevancia y apoyándose mutuamente en
temas trascendentales que atañan a la soberanía estatal e integridad territorial
de una y otra parte. La parte china está dispuesta a dedicarse, junto con los
países latinoamericanos y caribeños, al fortalecimiento del papel de las
Naciones Unidas, la promoción del desarrollo del orden político y económico
internacional hacia una dirección más justa y razonable, el impulso de la
democratización de las relaciones internacionales y la defensa de los derechos e
intereses legítimos de los países en desarrollo. China es partidaria de que los
países latinoamericanos y caribeños jueguen un papel más importante en la arena
internacional.
6. Contactos entre los gobiernos locales
La parte china presta alta importancia al desarrollo de los contactos con los
gobiernos locales de los países latinoamericanos y caribeños y apoya activamente
el establecimiento de relaciones de hermanamiento entre las provincias, estados
y ciudades de ambas partes y el despliegue de intercambios y colaboraciones en
los ámbitos económico-comercial, científico-tecnológico y cultural, entre otros,
a fin de fomentar el conocimiento mutuo y la amistad. Asimismo, atribuye
importancia a la cooperación con los países de la región en las organizaciones
internacionales de los gobiernos locales.
II. Area económica
1. Comercio
De acuerdo con el principio de igualdad y beneficio recíproco, el Gobierno chino
está dispuesto a seguir esforzándose junto con los países latinoamericanos y
caribeños por ampliar y equilibrar el comercio bilateral y optimizar la
estructura comercial, con el objetivo de promover el desarrollo conjunto, al
mismo tiempo de solucionar adecuadamente las fricciones comerciales a través de
consultas y cooperaciones. China abriga la disposición de considerar
activamente, sobre la base de beneficio recíproco y ganancia compartida, la
suscripción de tratados de libre comercio con los países u organizaciones de
integración regional latinoamericanos y caribeños.
2. Cooperación en inversión
El Gobierno chino estimula y apoya a las diversas empresas chinas con capacidad
y de buena reputación a desplegar la cooperación en inversión en América Latina
y el Caribe en materia de manufactura, agricultura, silvicultura, pesquería,
energía, explotación de recursos mineros, construcción de infraestructuras,
servicios etc., en contribución al desarrollo socio-económico de China y los
países de la región. El Gobierno chino seguirá acogiendo las inversiones en
China de las empresas de América Latina y el Caribe.
3. Cooperación financiera
El Gobierno chino respalda una mayor comunicación e intercambio y cooperación
profesionales entre las autoridades monetarias y financieras e instituciones
financieras chinas y sus pares nacionales y regionales de América Latina y el
Caribe sobre la situación macroeconómica y las políticas económicas y
financieras. Apoya el establecimiento de sucursales de los bancos comerciales
chinos en América Latina y el Caribe. Promoverá oportunamente la suscripción de
acuerdos de cooperación con los países de la región en supervisión bancaria y
desplegará la cooperación destinada a combatir el lavado de dinero y el
financiamiento al terrorismo.
4. Cooperación agrícola
El Gobierno chino está dispuesto a promover el intercambio y la cooperación con
América Latina y el Caribe en tecnología agrícola y capacitación de personal a
través de la realización de cursos de tecnología agrícola y el envío de
técnicos, establecer mecanismos de intercambio de información sobre temas de
interés común y promover la cooperación en la inspección animal y vegetal para
ampliar el comercio de productos agrícolas y fomentar juntos la seguridad
alimentaria.
5. Cooperación industrial
La parte china desea fortalecer el intercambio con los países latinoamericanos y
caribeños en el campo industrial, establecer y perfeccionar los mecanismos
pertinentes de cooperación, compartir sus experiencias exitosas en el proceso de
la industrialización y promover y profundizar la cooperación práctica.
6. Construcción de infraestructuras
La parte china desea reforzar la cooperación práctica con los países
latinoamericanos y caribeños en la construcción de infraestructuras de
transporte, información, comunicaciones, obras hidráulicas e hidroeléctricas,
entre otras áreas, ampliar la magnitud de la contratación de obras en la región
y desplegar colaboraciones mutuamente beneficiosas de diversas modalidades,
contribuyendo activamente a mejorar las condiciones infraestructurales de la
región.
7. Cooperación en recursos y energías
La parte china está dispuesta a ampliar y profundizar con los países
latinoamericanos y caribeños, en el marco de los mecanismos de cooperación
bilateral en los terrenos pertinentes, la cooperación mutuamente beneficiosa en
materia de recursos y energías.
8. Cooperación aduanera
La parte china está dispuesta a reforzar el intercambio y la cooperación con los
países latinoamericanos y caribeños en el ámbito aduanero, aumentar los
contactos de personal entre las aduanas de ambas partes, fomentar la seguridad y
facilidad comerciales, fortalecer el intercambio y la comunicación sobre
problemas de preocupación común tales como el contrabando y el fraude comercial,
así como negociar en momentos oportunos la suscripción de documentos de
cooperación y asistencia administrativa mutua con aduanas de los países
pertinentes.
9. Cooperación en inspección de calidad y cuarentena
El Gobierno chino abriga la disposición de fortalecer el intercambio y la
cooperación con los países latinoamericanos y caribeños en materia de inspección
de calidad y cuarentena, barreras técnicas al comercio y medidas sanitarias y
fitosanitarias, y establecer y poner en práctica mecanismos de consulta sobre la
inspección de calidad y cuarentena con el propósito de garantizar la calidad de
los productos y la seguridad alimentaria. Se dispone a reforzar el intercambio y
la comunicación sobre temas de interés común relativos a la calidad de los
productos, la seguridad alimentaria y la cuarentena para el acceso de productos
animales y vegetales, negociar la suscripción de protocolos de cuarentena para
el acceso y realizar activos intercambios y cooperaciones en materia de la
medición y la estandarización.
10. Cooperación turística
La parte china desea ampliar la cooperación turística con los países
latinoamericanos y caribeños para fomentar el conocimiento mutuo y la amistad
entre ambos pueblos. La parte china promoverá activamente la visita de grupos
turísticos chinos a los países de la región y dará la bienvenida a los turistas
provenientes de estos países.
11. Reducción y condonación de deudas
De acuerdo con su política preestablecida de reducción y condonación de deudas y
las posibilidades a su alcance, el Gobierno chino tiene la activa disposición de
explorar con los países pertinentes latinoamericanos y caribeños las formas de
solucionar el problema de sus deudas con China. Asimismo, el Gobierno chino
continúa exhortando a la comunidad internacional, sobre todo los países
desarrollados, a adoptar más acciones sustanciales en la reducción y condonación
de las deudas de los países de la región.
12. Asistencia económica y técnica
Conforme a su capacidad financiera y el estado de su desarrollo socio-económico,
el Gobierno chino seguirá ofreciendo a los países latinoamericanos y caribeños
pertinentes asistencias económicas y técnicas libres de toda condición política,
y siempre que lo permitan sus posibilidades, aumentará gradualmente la
asistencia en virtud de la necesidad de los países de la región.
13. Cooperación multilateral
El Gobierno chino se dispone a reforzar la consulta y coordinación con los
países latinoamericanos y caribeños en los organismos y sistemas económicos,
comerciales y financieros multilaterales para impulsar la cooperación Sur-Sur,
promover el desarrollo del sistema comercial multilateral hacia una dirección
más justa y razonable y ampliar el derecho a voz y a la toma de decisiones de
los países en desarrollo en los asuntos comerciales y financieros
internacionales.
14. Cooperación entre las cámaras y promotoras de comercio
La parte china ahondará la colaboración con las cámaras y promotoras de comercio
de los países latinoamericanos y caribeños y aprovechará la Cumbre Empresarial
China-América Latina, el Foro Empresarial China-Caribe y demás plataformas
institucionalizadas para promover el intercambio entre ambos sectores
empresariales y lograr la ganancia compartida a través de la cooperación.
III. Area cultural y social
1. Intercambio cultural y deportivo
El Gobierno chino se encuentra dispuesto a implementar activamente los acuerdos
de cooperación cultural y sus programas de ejecución pertinentes firmados con
los países latinoamericanos y caribeños, mantener contactos de carácter
permanente entre las autoridades culturales de ambas partes e intensificar el
intercambio y la cooperación entre sus organismos culturales y artísticos y
personal profesionalizado. Con arreglo a las necesidades emanadas del
intercambio cultural y las demandas del mercado, se proporcionarán activamente
orientación e impulso a los diversos sectores sociales en el desarrollo de
variadas formas de actividades de intercambio cultural.
La parte china tiene la disposición de mantener los contactos entre las
autoridades gubernamentales deportivas y los comités olímpicos nacionales de
ambas partes, animando a sus federaciones deportivas a establecer contactos
directos, con el objeto de orientar y promover activamente el desarrollo de
diversas formas del intercambio deportivo bilateral.
2. Cooperación científica, tecnológica y educativa
La parte china está dispuesta a promover el intercambio científico-tecnológico
con los países latinoamericanos y caribeños a través de las Comisiones Mixtas de
Cooperación Científico-tecnológica y los mecanismos de coordinación bilaterales
de alto nivel, intensificando la colaboración en los terrenos de interés común,
tales como la tecnología aeronáutica y aeroespacial, el biocombustible, la
tecnología de recursos y medio ambiente y la tecnología marítima, entre otros, e
impulsando activamente la divulgación y aplicación de los frutos tecnológicos y
tecnologías útiles avanzadas de China en América Latina y el Caribe, como la
tecnología de ahorro energético, la medicina digital y las minicentrales
hidro-eléctricas. Desarrollará la capacitación técnica y ofrecerá servicios y
modelos técnicos. Se empeñará en aprovechar los mecanismos bilaterales y
multilaterales de cooperación para impulsar la colaboración y el intercambio
educacionales sino-latinoamericanos y sino-caribeños, realizando esfuerzos por
promover la firma de acuerdos de reconocimiento mutuo de diplomas y títulos
académicos y aumentar el número de las becas gubernamentales a los países
latinoamericanos y caribeños.
3. Cooperación médica y sanitaria
El Gobierno chino está dispuesto a promover activamente el intercambio y la
colaboración médicos y sanitarios con los países latinoamericanos y caribeños,
tomar el uno las experiencias del otro como referencia y desenvolver la
cooperación en los ámbitos del control de enfermedad, tratamiento emergente de
eventualidades sanitarias públicas y la prevención y control del SIDA y la gripe
aviar, entre otros. Continuará enviando misiones médicas, a la vez de
suministrar medicinas, aparatos y materiales médicos que necesiten las misiones
médicas enviadas y ayudar a mejorar las instalaciones médicas y capacitar al
personal médico de los países pertinentes.
4. Cooperación consular e intercambio de personal
El Gobierno chino está dispuesto a desarrollar y profundizar los vínculos
consulares con los países latinoamericanos y caribeños y fortalecer y ampliar el
intercambio y la colaboración entre los departamentos consulares de ambas
partes. Se dispone a realizar conversaciones amistosas con los países de la
región acerca de los temas de interés común en los lazos consulares bilaterales
o multilaterales, a través del establecimiento de mecanismos de consultas
consulares, entre otras modalidades, con el objeto de solucionar sus
preocupaciones, adoptando medidas activas y eficaces para impulsar y garantizar
el intercambio regular de personal entre ambas partes y ofrecerles facilidades
para sus actividades comerciales, de inversión y de operación normales a fin de
salvaguardar los derechos e intereses legales de los ciudadanos de ambas partes.
5. Cooperación en prensa
El Gobierno chino anima y promueve activamente a los medios de comunicación de
las dos partes a realizar intercambio y colaboración a distintos niveles y en
diferentes formas para incrementar el conocimiento mutuo y realizar cobertura
informativa completa y objetiva de la situación de la otra. Se empeñará en
intensificar las comunicaciones y cooperaciones entre los departamentos
gubernamentales de información pertinentes de ambas partes y ofrecer facilidades
para el intercambio y la colaboración entre los medios de comunicación de ambas
partes.
6. Intercambio entre los pueblos
El Gobierno chino alienta el intercambio entre las organizaciones no
gubernamentales y las instituciones académicas de ambas partes, pone en pleno
juego el papel de los mecanismos de contactos amistosos entre los pueblos e
impulsa el desarrollo de las relaciones amistosas entre China y los países
latinoamericanos y caribeños. Fortalece el intercambio con las organizaciones e
instituciones juveniles de la región. Profundiza los vínculos de cooperación
amistosa con las organizaciones y ONGs nacionales y regionales de mujeres de
América Latina y el Caribe para aumentar el conocimiento y la confianza mutuos y
promover en conjunto la igualdad de género y el progreso de las mujeres.
7. Cooperación en la protección del medio ambiente
La parte china está dispuesta a fortalecer el intercambio con los países
latinoamericanos y caribeños en el aspecto de las leyes, disposiciones legales y
políticas de protección ambiental, y promover la colaboración en la formación de
personal, la educación y la construcción de capacidad en los terrenos de la
protección de la biodiversidad, la prevención y control de la contaminación y de
la desertificación.
8. Cooperación contra el cambio climático
El Gobierno chino otorga alta importancia a la colaboración con los países
latinoamericanos y caribeños contra el cambio climático y está dispuesto a
desarrollar y consolidar su cooperación conforme a la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y los demás mecanismos concernientes.
Promoverá activamente la celebración de consultas, intercambios y proyectos de
cooperación frente al cambio climático entre ambas partes.
9. Cooperación en recursos humanos y seguridad social
La parte china está dispuesta a fortalecer el intercambio y la colaboración con
los países latinoamericanos y caribeños en los campos de la promoción del
empleo, establecimiento de relaciones laborales armoniosas, perfeccionamiento
del sistema de seguridad social, desarrollo de recursos humanos y reforma del
sistema del funcionariado público. Se dedicará a profundizar y expandir el
intercambio en el ámbito social y fortalecer la coordinación y colaboración
entre ambas partes en los organismos internacionales como la Organización
Internacional del Trabajo a través de la firma y ejecución de memorandos de
entendimiento de cooperación bilaterales.
10. Reducción de calamidades, socorro a damnificados y asistencia humanitaria
El Gobierno chino está dispuesto a profundizar, con los países latinoamericanos
y caribeños, el co-disfrute de información, intercambio de experiencias y
cooperación técnica en la reducción de calamidades y socorro a damnificados y
promover el establecimiento del mecanismo de reuniones periódicas bilaterales y
multilaterales entre los departamentos pertinentes de ambas partes. El Gobierno
chino continuará respondiendo positivamente las demandas de asistencias
humanitarias de urgencia de los países latinoamericanos y caribeños, estimulando
y apoyando a la Cruz Roja China y otras ONGs a desarrollar el intercambio y la
colaboración con sus pares de la región.
11. Cooperación en el alivio de la pobreza
El Gobierno chino está dispuesto a fortalecer el intercambio y la colaboración
con los países latinoamericanos y caribeños en la reducción de la pobreza y la
disminución de la brecha entre los ricos y los pobres, promover a los organismos
de alivio de la pobreza de ambas partes a establecer amplios enlaces de
colaboración e intensificar actividades de intercambio de información e
investigación conjunta interinstitucionales. Desarrollará activamente la
capacitación del personal de alivio de la pobreza de los países latinoamericanos
y caribeños y el intercambio sobre el tema con sus organismos nacionales y
regionales e intensificará el intercambio de visitas, participando
recíprocamente en las reuniones y foros sobre el mismo.
Parte IV. Area de la paz, la seguridad y la justicia
1. Intercambio y colaboración militares
La parte china está dispuesta a desarrollar activamente, con los países
latinoamericanos y caribeños, el intercambio militar y el diálogo y la
cooperación en defensa. Se dispone a intensificar las visitas mutuas entre los
altos mandos castrenses y de defensa y el intercambio de personal, profundizar
el intercambio profesional en los terrenos de la instrucción militar,
capacitación de personal y operaciones del mantenimiento de la paz, expandir la
colaboración práctica en el ámbito de la seguridad no tradicional y seguir
ofreciendo, dentro de su alcance, ayudas a la construcción de las fuerzas
armadas de los países de la región.
2. Cooperación judicial y policial
La parte china está dispuesta a expandir sin cesar la colaboración con los
países latinoamericanos y caribeños en el terreno judicial, sobre todo en la
asistencia judicial en materia penal y civil y la extradición. Fortalecerá la
cooperación con los departamentos judiciales de los países concernientes en el
intercambio de información, la ejecución de penas y castigos y el servicio
jurídico. Intensificará la cooperación en la aplicación de la ley con los
departamentos del interior y policiales, combatiendo conjuntamente el crimen
organizado transnacional, con los relativos a la droga y los económicos
incluidos. Se dispone a fortalecer el intercambio de informaciones de
inteligencia y tecnología, establecer sistemas de intercambio bilaterales y
multilaterales para intercambiar a tiempo datos sobre las actividades
migratorias ilegales y elevar la capacidad de prevención.
3. Seguridad no tradicional
El Gobierno chino está dispuesto a fortalecer el intercambio y la colaboración
con los países latinoamericanos y caribeños en el terreno de la seguridad no
tradicional, incrementar el intercambio de información y de personal y explorar
las vías y maneras eficaces en la profundización de la cooperación en el ámbito
de la seguridad no tradicional como la lucha contra el terrorismo, a fin de
elevar juntos la capacidad de respuesta a la amenaza de la seguridad no
tradicional.
Parte V. Relaciones entre China y las Organizaciones Regionales Latinoamericanas
y Caribeñas
El Gobierno chino aprecia el papel relevante que desempeñan las organizaciones
regionales y subregionales de América Latina y el Caribe en la salvaguardia de
la paz y la estabilidad regionales y la promoción de la unidad y el desarrollo
así como la integración de la región y las apoya a que pongan en juego su
positiva influencia en los asuntos regionales e internacionales. La parte china
continuará fortaleciendo el intercambio, la consulta y la colaboración con las
organizaciones pertinentes en los diversos terrenos.