UNA FASCINANTE EXPERIENCIA LABORAL EN CHINA: COMENZANDO A INSTALAR UNA FÁBRICA
Ing.
Carlos Gustavo López
(*)
carglopez@gmail.com
Introducción
En agosto de 2004 cuando
llegué a China por primera
vez. Ahí me quedé a vivir
hasta septiembre de 2006 y
desde entonces viajo
frecuentemente (la última
vez que estuve fue en junio
de este año).
El propósito de mi estadía
fue el diseño, montaje y
puesta en marcha de una
planta de terminación de
cueros de una empresa
argentina. Pero, más allá de
eso, lo que esos dos años me
permitieron fue conocer el
país desde distintos puntos
de vista: visité varias
ciudades, leí algo de su
milenaria historia, aprendí
un poco de su idioma y su
escritura; y me puse en
contacto con mucha, pero
mucha gente.
Mi conocimiento previo del
país asiático era el
standard de cualquier
argentino: sabía más o menos
que China es grande, con
muchos habitantes, que la
capital es Pekín, que el
idioma es muy difícil, la
comida rara y se come con
palitos, que hay un boom
económico de tipo
capitalista con un régimen
comunista (no tenía claro
cómo ambas cosas podían ser
compatibles) y que los
chinos abren supermercados
en Argentina, entre algunas
pocos preconceptos más.
Para citar
este artículo puede utilizar
el siguiente formato:
Carlos Gustavo López:
"Una fascinante
experiencia laboral en
China: comenzando a instalar
una fábrica"
en Observatorio de la
Economía y la Sociedad de
China Nº 04, septiembre
2007. Accesible a texto
completo en http://www.eumed.net/rev/china/
Por supuesto que, después
de vivir 2 años allá, mi
conocimiento es otro y, me
atrevo a decir, que mucho
más exacto. Algunas ideas
previas las sigo
manteniendo, otras las he
modificado y otras las he
cambiado absolutamente. Por
ejemplo, sigo pensando que
China es grande con muchos
habitantes, pero a la
capital ya no la llamo Pekín
sino Beijing (con la
diferencia que ahora además
se por qué se llama de esta
manera) y el idioma me
parece difícil pero en
distinto grado según se
trate de leer y escribir, de
hablar o de entender a
alguien hablando. Pero en
todo lo que siga a partir de
ahora hay que tener en
cuenta dos cosas:
1 – Si bien voy a tratar de
ser lo más objetivo posible,
mucho de lo que escriba no
son más que opiniones
personales y por lo tanto
cuestionables (como lo es
toda opinión personal). Por
ejemplo, si yo digo que
China es grande no hay mucho
margen para opinar, pero si
digo que el idioma me parece
difícil puede venir alguien
que lo aprendió a hablar en
dos años (y he conocido
gente así) que diga que le
parece más fácil que el
inglés.
2- Si un extranjero viene a
Buenos Aires, vive dos años
y después escribe sobre
Argentina seguramente mucho
de lo que diga no tendrá
validez por ejemplo en la
Quebrada de Humahuaca. Con
más razón, en un país más
grande, y posiblemente más
complejo como China, el
riesgo de equivocarse al
hacer ese tipo de
generalizaciones es mayor.
Por lo tanto hay que tener
en cuenta que, dejando de
lado visitas cortas a otra
ciudades como Beijing o
Shanghai, pasé el 90% del
tiempo en la provincia de
Guang Dong (o Cantón, como
la conocemos en castellano)
y por lo tanto lo que yo
generalice como China y los
chinos sería más correcto
definirlo como Cantón y los
cantoneses.
Teniendo esto en cuenta, voy
a intentar contar mi
experiencia vivida en este
grande, complejo y
fascinante país.
Primer contacto
“Al llegar, mis primeras
impresiones fueron
digitales” dice Yogurtu Nge,
el personaje africano de Les
Luthiers al relatar su
llegada a EEUU. A mí me
sucedió algo parecido: al
llegar, lo primero que me
impresionó fue el aeropuerto
de Guang Zhou.
El aeropuerto había sido inaugurado poco tiempo antes y, de hecho, todavía está en proceso de ampliación. Reemplaza al viejo aeropuerto de Guang Zhou que quedaba en medio de la ciudad y que todavía se puede ver, si bien no es operativo.
Se llama Baiyun, que significa “Nube blanca”, lo cual parece más apropiado para un cacique cherokee que para un aeropuerto chino. Pero enseguida uno nota que los chinos no usan nombres propios o históricos para nombrar ni a las ciudades, ni a las calles, ni a los edificios públicos, (ni a nada en realidad). Los nombres en general o tienen un significado geográfico o simplemente fonético. Beijing por ejemplo es Bei (norte) y jing (ciudad capital), es decir, Beijing es la capital ubicada en el norte. También existe Nanjing, que fue capital en varios periodos de la historia china y cuyo nombre es Nan (sur) y jing. Dongjing sin embargo, siendo Dong (este) más jing, no pertenece a China, se trata de Tokio.
En el primer viaje desde Guang Zhou hasta Dong Guan, mi ciudad de residencia en esos 2 años, tuve la segunda impresión, que es el ritmo de la construcción, quizá una de las caras más visibles del boom económico chino. Es difícil definir con palabras la dimensión de la construcción en China. Como ejemplo, alrededor del hotel Dong Chen, mi hogar durante los primeros 3 meses (que se ve en la siguiente foto), había alrededor de 15 o 20 edificios en construcción en un radio de 500 mts. Esto de ninguna manera era raro, casi en cualquier punto de Dong Guan donde uno se pare y trace un círculo imaginario de 500 mts, incluirá seguramente más de 10 edificios en construcción. Y Dong Guan, a pesar de ser una de las ciudades de mayor tasa de crecimiento en China, de ninguna manera es un caso aislado: lo mismo o parecido se puede obtener en Shanghai, en Guang Zhou, en Beijing, en Shenzen.
El proyecto
El proyecto de la planta de
China puede dividirse en 3
grandes etapas: elección del
lugar de ubicación y firma
del contrato de alquiler (en
ese momento los terrenos no
se compraban, se alquilaban
al Gobierno, ahora creo que
hay algún tipo de propiedad
privada), construcción de la
planta y puesta en marcha.
La primer etapa fue muy
complicada y de hecho había
comenzado más de un año
antes de que yo llegara. El
motivo principal de la
complicación se debió al
tipo de planta que queríamos
construir. Para entender
esto hay que tener en cuenta
que China en general y el
sudeste en particular tiene
una situación ambiental muy
complicada. Dong Guan es una
ciudad que tiene pocos
vientos a pesar de estar
cerca de Hong Kong que es
castigada cada tanto por
algún tifón. Como resultado
de eso y de la altísima
polución, el aire de Dong
Guan es muy malo, quizá peor
que el de ciudad de México.
Por ejemplo, el sol nunca se
ve a pleno, siempre hay una
“bruma” que lo cubre, que en
realidad es smog.
En la foto se ve una foto de
Dong Guan tomada desde el
balcón del primer
departamento en que viví.
Los techos de tejas que se
ven en primer plano son las
habitaciones para los
alumnos de un colegio que
estaba enfrente al
departamento. Los edificios
más altos con tejas que se
ven atrás eran un conjunto
de varios edificios de
viviendas que estaban en
construcción, parte de un
barrio cerrado de los cuales
hay cientos en Dong Guan. La
foto fue sacada en un día de
sol pleno, pero sin embargo
se nota una especie de bruma
que cubre todo.
También están contaminados
la mayoría de los ríos, de
los cuales hay cientos en
esa zona, que es en realidad
el delta del río Pearl ( o
Zhu Jiang, 珠江).
China está empezando a tomar
conciencia de esto y una de
las consecuencias es que no
quieren más industrias
“sucias”.
Nuestra planta no era una
curtiembre sino una
terminación de cueros, cosa
que es absolutamente
distinta desde todo punto de
vista, en particular desde
el punto de vista ambiental.
Pero de todas formas al
mencionar que la industria
forma parte de la
manufactura del cuero
automáticamente quedaba
catalogada como industria
contaminante.
Luego de visitar muchos
terrenos, de chocar contra
varias negativas del
Gobierno, finalmente
firmamos contrato por un
terreno de 8000 m2 en la
localidad de Yuan Zhou. De
hecho, Yuan Zhou no depende
administrativamente de Dong
Guan, donde ya la negativa
era terminante, sino de Hui
Zhou.
China tiene un nivel
administrativo más que
Argentina, donde las
provincias se dividen en
partidos. En China las
provincias se dividen en
municipios o partidos, que a
su vez se dividen en
distritos. Yuan Zhou
pertenece al distrito de Bo
Luo, que pertenece al
municipio de Hui Zhou, que
pertenece a la provincia de
Guang Dong.
En las fotos se ve le
terreno cuando hicimos la
primer visita.
La fábrica que se ve al
fondo es una inmensa fábrica
taiwanesa que procesaba
madera. Las ventanas que se
observan con ropa colgando
son los cuartos de los
operarios. La gente vive en
las fábricas y es una
obligación suministrarles
alojamiento. Nosotros
también tuvimos que hacerlo
ya que es una ley del
Gobierno y de hecho los
cuartos son quizá lo único
cuyo diseño no me pertenece,
ya que se hacen de acuerdo a
un standard. Nosotros lo
único que habíamos dicho era
la cantidad de gente que
pensábamos que iba a
trabajar en nuestra planta y
ellos nos dieron los planos
del edificio.
Cada ventana no pertenece a
un operario, en cada cuarto
viven entre 4 y 6 personas,
y las dimensiones son
aproximadamente 3 x 6 m2,
más un baño compartido por
cuarto.
Finalmente se firmó el contrato por el alquiler de este terreno. Como se puede ver en las fotos, se trataba de un terreno que estaba siendo cultivado. La pregunta sobre qué sucedió con los campesinos que trabajaban esta tierra no la puedo contestar ya que no sé la respuesta (y creo que prefiero no saberla).
Contrato para el alquiler
del terreno
Una vez definido el terreno
donde se iba a construir la
planta, se firmó el
contrato. En ese contrato lo
que se firma es el alquiler
de los edificios y el
terreno, pagándose una tasa
mensual por m2.
Desde el momento de la firma
del contrato hasta el inicio
de la obra pasaron algunos
meses donde se debieron
completar varios aspectos
técnicos y burocráticos. Por
ejemplo debíamos presentar
un esquema donde
describíamos nuestro proceso
desde el punto de vista
ambiental, detallando en
cada caso lo que
eventualmente fuese
peligroso, en qué cantidades
se produciría y de qué
manera íbamos a atacar el
problema. En nuestro caso
fundamentalmente se trataba
de agua, con un volumen
diario de agua sucia a
descartar de 30 m3, la cual
sería tratada a través de
una instalación de
tratamiento de efluentes.
El Gobierno dio el visto
bueno a esto y emitió un
certificado de pre-factibilidad,
lo cual en la práctica
significaba que podíamos
empezar hacer la obra. Pero,
para comenzar la producción,
la planta terminada sería
inspeccionada para
corroborar que lo
previamente declarado fuera
real. Si esto era cumplido
el Gobierno emitiría el
certificado ambiental
definitivo habilitando la
producción.
Desde el punto de vista
técnico presentamos el lay
out de la planta y el
detalle de los edificios,
los cuales también debían
tener la aprobación
gubernamental. Una vez
aprobados y sellados los
planos se podría comenzar
con la construcción.
Esto
que relato en 2 párrafos, en
realidad fue el resultado de
3 meses de arduo trabajo
donde habían reuniones
diarias en la sede del
Gobierno de Yuan Zhou o en
alguna de sus dependencias.
La reuniones eran más o
menos siempre de esta
manera: por parte de nuestra
empresa estaba mi
secretaria-asistente-traductora
Kelly y, por el otro lado,
gente del Gobierno en número
variable pero nunca menor a
10. A la barrera del idioma
se agregaba que Kelly no
tiene formación técnica por
lo cual gran parte de las
reuniones muchas veces se
iban en tratar de ponernos
de acuerdo acerca de qué
estábamos hablando.
En esta foto estamos Kelly y yo en el Hua Nan (华南) Mall, o South China Mall, que supuestamente es el shopping más grande del mundo. Está en Dong Guan.
Una ventaja importante de
Kelly es que si bien no era
cantonesa hablaba
perfectamente el cantonés.
En esas reuniones no era
raro encontrar gente que no
hablara chino mandarín o que
lo hablase muy mal. De
hecho, en las deliberaciones
entre ellos hablaban en
cantonés. Yo nunca pasé de 3
palabras en cantonés, pero
sí podía distinguir
perfectamente si lo estaban
hablando ya que suena
totalmente distinto al
mandarín. El cantonés NO es
un dialecto del mandarín: es
un idioma absolutamente
distinto y tiene con el
chino más o menos la misma
relación que el castellano
con el arameo. Se escribe
con los mismos caracteres
que el chino pero se
pronuncian distinto. Por
ejemplo, a unos 200 kms de
Dong Guan hay una ciudad
llamada 香港, que significa
algo así como “puerto
perfumado” y que en mandarín
se pronuncia Xiang Gang.
Nosotros la conocemos por su
nombre en cantonés, el cual
usa los mismos caracteres
pero se pronuncian Hong Kong.
2ª etapa del proyecto: la
obra
En julio de 2005 arrancó la
construcción de la planta. A
partir de ese momento todo
se hizo mucho más
vertiginoso y los plazos con
los que me manejaba eran,
ahora sí, muy estrechos. Una
característica que observé
en China es que después de
discutir sobre cualquier
tema (discusiones que podían
llevar mucho tiempo), una
vez terminada la discusión
se hacía lo convenido y no
se volvía a hablar más. En
ese sentido me parece que
son mucho más concretos que
nosotros y es uno de los
puntos fuertes que observé
de ellos y creo que es algo
para imitar. No quiero decir
que son ni mejores ni
peores, pero sí en este
aspecto en particular, creo
que tenemos bastante para
aprender.
En la siguiente foto se ve
como se empezó a rellenar el
terreno para poder comenzar
con la obra:
Yo había presentado un cronograma del proyecto según el cual la fábrica iba a empezar a producir a mediados de junio de 2006. Había dos factores a los cuales les tenía miedo para poder cumplir con los plazos:
1) el Año Nuevo chino, que en realidad ellos lo llaman chun jie (春节) o “fiesta de la primavera”. Durante ese tiempo, que puede durar desde una semana hasta 20 días, dependiendo de la empresa de que se trate, el país literalmente se detiene. Es el período de vacaciones de toda la gente, en ese tiempo es imposible conseguir pasajes de nada y el 99% de los negocios están cerrados, sólo quedan abiertos algunos supermercados y negocios por el estilo. En particular la empresa constructora que nos hacía la planta paraba 20 días.
2) La temporada de lluvia. El clima en el sudeste chino es clima tropical, de hecho el trópico de cáncer pasa muy cerca de Dong Guan. Es decir, en general la temperatura es muy alta y con humedad y muchas lluvias. Pero en la zona de Dong Guan en particular, desde septiembre hasta febrero las lluvias son bastante más escasas. Eso nos permitió avanzar casi sin pausa en la obra civil. El problema se presentaba a partir de febrero cuando, literalmente, llueve todos los días. Por lo tanto, era de vital importancia terminar todo lo que implicara hormigonado antes del Año Nuevo chino, que en 2006 empezaba el 29 de enero. El año nuevo chino se basa en un calendario lunar (de hecho en chino luna y mes se dicen igual, yue 月) y por lo tanto en el calendario solar como usamos nosotros su fecha es variable, de manera parecida a lo que nos sucede con la Pascua.
La obra comienza
Una vez firmado el contrato y terminados los trámites burocráticos necesarios, la obra recién arrancó el día 19 de julio de 2005.
Lo primero que se hizo fue la delimitación del terreno y la construcción del obrador.
El dueño de la empresa constructora era Mr Li (李先生) . Mr Li es posiblemente la persona con la que más me he peleado en China. Pero a pesar que las peleas eran muy violentas a veces, fuimos formando una relación de respeto mutuo primero y amistad después. Hoy, incluso, podría decir que Mr Li es el amigo más cercano que tengo en China y seguimos teniendo contacto a pesar que laboralmente ya no tengamos ningún tipo de relación.
En la siguiente foto estamos Mr Li, Kelly, y yo en el restaurante de uno de los 2 hoteles de Yuan Zhou, propiedad del suegro de Mr. Li.
Mr. Li era un ejemplo de chino que no hablaba bien mandarín, su idioma madre es el cantonés y según Kelly su pronunciación del chino era muy mala.
Estamos comiendo cangrejo (entre otras cosas). En la zona de Cantón se comen muchos frutos de mar y son realmente exquisitos. El cangrejo en particular es riquísimo pero muy difícil de comer. Yo creo que si comer un cangrejo aporta por ejemplo 400 calorías, se gastan 500 en comerlo, es decir, es un buen método para adelgazar.
Como se puede ver en la foto, al centro de la mesa hay un vidrio circular. Está apoyado sobre una base de tal manera que se lo puede hacer girar muy fácilmente, como una ruleta. Esto es así porque la manera de comer en los restaurantes es pedir un menú entre todos, el cual se deja sobre el disco de vidrio y todos se van sirviendo desde allí. Es decir, no se piden menús individuales sino que hay un menú consensuado y todos comen lo mismo. Cada uno tiene un bol y un plato, hace girar el disco hasta el plato del cual se quiere servir y con los palitos lo lleva desde el disco hasta el bol.
Lo que se ve en los vasos que parece cerveza en realidad es te, lo normal es acompañar las comidas con te, si bien uno puede también pedir cerveza, o gaseosas, o vino. Un detalle: si uno pide agua se la traen caliente, como para tomar un te. Los chinos toman normalmente el agua caliente.
Volviendo a la obra, una de las cosas que me preocupaba era el tema de la mano de obra. Debido a que el boom de la construcción es tan impresionante, hay muchísima escasez de mano de obra calificada y en general los obreros son ex campesinos con poca o ninguna experiencia en la construcción. Esa fue una fuente de muchísimas disputas con Mr. Li, la calidad del trabajo.
Al mismo tiempo que arrancó la obra yo tenía que terminar de cerrar muchos otros temas: contratar la empresa para la instalación eléctrica, la empresa para la instalación de cañerías, la empresa para el tratamiento de efluentes, comprar las máquinas chinas, contratar la empresa para la red de incendio, para la cocina y el comedor de los operarios, etc, etc, etc, por lo tanto no podía estar el 100 % del tiempo en la obra. Por eso, a veces cuando volvía me encontraba con hechos consumados que muchísimas veces dieron lugar a romper todo y hacer de nuevo (obviamente después de 2 horas de discusiones).
Pero en cuanto a las empresas que hicieron la instalación eléctrica de baja tensión y la instalación de cañerías tuve suerte de encontrar 2 empresas excelentes y muy serias para trabajar y cosa bastante rara en China, muy prolijos en su trabajo. La empresa que instaló las cañerías era de Mr. Huang, un ingeniero chino con el cual también hice una buena amistad (aunque también discutíamos fuerte cada tanto). En cuanto a la instalación eléctrica, el dueño era Mr. Peng, tan cantonés que directamente no hablaba en chino, tenía un manejo del mandarín apenas superior al mío que ciertamente es bien bajo. Incluso se manejaba con el viejo calendario chino, por lo tanto cada vez que debíamos consensuar una fecha teníamos que empezar a convertir de un calendario a otro. Pero era la única persona con la que me sucedía esto.
*
Ingeniero mecánico (UBA),
responsable del diseño,
instalación y puesta en
marcha de una planta de
terminación de cueros en la
localidad de Yuan Zhou,
provincia de Guang Dong
(China). El diseño
comprendía el lay out
de planta, diseño y cálculo
de instalaciones
termomecánicas, diseño y
cálculo de red eléctrica de
baja tensión, iluminación de
planta, sistema de desagües
cloacales y pluviales,
diseño de oficinas y cuartos
para el personal de fábrica,
sistema de calefacción y
aire acondicionado de
oficinas y cuartos. También
la elección, compra,
instalación y puesta en
marcha de máquinas de
producción y servicios
(vapor, aire, agua),
contratación de trabajos de
terceros, trámites
administrativos ante las
autoridades chinas y
capacitación del personal
local vinculado a
mantenimiento y servicios
auxiliares de producción.