CHINO MANDARÍN, UN IDIOMA DE MILLONES
Federico Fernández (CV)
La lengua china es una rama de la familia sino-tibetana hablada en la República Popular China, Taiwán, Malasia y otras partes del Sudeste Asiático, además de por numerosas comunidades chinas esparcidas por todo el mundo.
Para citar este
artículo puede utilizar el siguiente formato:
Federico Fernández: "Chino mandarín, un idioma de
millones" en Observatorio de la Economía y la
Sociedad de China Nº 03, junio 2007. Accesible a texto
completo en http://www.eumed.net/rev/china/
La historia de la lengua se puede clasificar en las siguientes etapas:
Tras la Quema de los Libros, por el Emperador Qin Shi Huang Di (231 a. C.), los textos clásicos tuvieron que ser reconstruidos trabajosamente, cosa que tuvo lugar durante los primeros años de la Dinastía Han, cuyo alineamiento con el confucianismo determinó la dirección de la literatura china durante los siglos venideros. Para la hegemonía confuciana hubo tres factores cruciales: lo sacrosanto de los textos clásicos, el sistema de investigación basado en esos textos y sus comentarios y la supremacía de los literatos que exponían los clásicos y determinaban la investigación Además de esto, surgió una pléyade de poetas, especialmente en las Dinastías Tang y Sung, que produjeron algunas de las más atractivas obras artísticas del mundo.
Tras la caída de la Dinastía Manchú y el establecimiento de la República en 1911, adquiere preponderancia el movimiento para la normalización de la lengua nacional y la sustitución de la escritura china por otra de carácter alfabético. Ambos pasos eran contemplados como indispensables para una educación universal en China; un papel clave en esto lo jugó la revolución cultural conocida como el Movimiento 4 de Mayo de 1919 y la implantación de propuestas para una lengua nacional formuladas primero por Hu Shih en las páginas del periódico Xin Ching-nian, 'Nueva Juventud'. Finalmente, en 1949 la báihuà, ahora conocida como putonghua o 'lengua común', fue adoptada oficialmente como la lengua nacional de la República Popular China.
Datos
Más de mil millones de sus habitantes, el 95% de la población, habla chino frente a las otras minorías que hablan lenguas de diferentes familias lingüísticas, como la tibetana, la mongol, la hmong y la tai. Además hablan chino las comunidades que han emigrado al Sureste asiático (Indonesia y Singapur), América y a las islas Hawái. Esta lengua cuenta con mayor número de hablantes que ninguna otra del mundo; le siguen el inglés y el español.
Según los datos obtenidos de los últimos censos las diferentes lenguas chinas serían habladas por este número de personas:
Dialectos
La lengua china está compuesta por una enorme gama de dialectos, como no podía ser de otra manera en una lengua que cubre tan inmensa extensión de territorio y etnias. Estas grandes variedades son tan diferentes la una de la otra como puedan serlo las lenguas de las distintas ramas de la familia indoeuropea. Por ejemplo, el cantonés difiere tanto del mandarín como el italiano del francés o el sueco del alemán. Los dialectos de los diferentes grupos son mutuamente ininteligibles, incluso dentro de su propio grupo, tal como el wu o el yue, hablantes de las zonas rurales pueden fallar en entenderse unos a otros. Los dialectos min de la costa sudoriental son especialmente diversos, con algunas características que reflejan la influencia de las lenguas tai, hmong-mien y las lenguas austro-asiáticas que antiguamente se hablaron en el sur de China.
Normalmente se agrupan 7 variantes de la lengua china que son lenguas en sí mismas:
Escritura
Los tres elementos básicos de la escritura china: pictogramas, ideogramas y fonogramas, ya están presentes en la escritura del periodo Shang.
Durante el periodo clásico la principal fuente de caracteres es el diccionario Shuo Wen de la Dinastía Han publicado en el 100 d. C. Aquí los caracteres están arreglados según 540 radicales que fueron reducidas a 214 en la Dinastía Ming.
Básicamente los caracteres de la escritura clásica son los que se usan en la moderna, si bien entre diez mil y doce mil caracteres fueron abreviados, es decir, el número de pinceladas fue reducido considerablemente, a veces de 16 a 5 o de 19 a 9; el número de radicales también se redujo de 214 a 186.
Para la romanización de la lengua china escrita, basada en la pronunciación del dialecto mandarín de Pekín, se usa el sistema Pin-yin, también denominado alfabeto fonético chino, en chino (pinyin) hanyu pinyin wenzi o alfabeto combinado de sonidos de la lengua china. La gradual aceptación del pinyin como trascripción oficial usada en la República Popular China fue la señal que inició un compromiso para promover el uso del dialecto de Pekín como la lengua normativa, regular la pronunciación entre las minorías nacionales y terminar con la confusión en la romanización y alfabetización de los caracteres chinos.
La reforma de la escritura nacional comenzó en 1913 con la creación del alfabeto fonético nacional, basado en los caracteres chinos. Entre 1920 y 1930 se hicieron varios intentos de diseñar y promover un alfabeto latino para la lengua china, pero sin éxito. Tras el triunfo comunista en 1949 se comenzó a trabajar en una reforma total de la escritura. Tras considerar y rechazar varias propuestas para el uso de caracteres chinos o cirílicos, se decidió escoger el alfabeto latino. Como resultado se adoptó el alfabeto fonético chino en 1956, siendo reformado en 1958.
El objetivo del pinyin no es sustituir a los caracteres chinos sino ayudar a popularizar y pronunciar el dialecto de Pekín. La adopción del pinyin ha hecho posible regular en el extranjero la ortografía de los nombres chinos de personas y lugares. Las lecciones en chino para extranjeros se hacen en pinyin, usándose para códigos telegráficos, braille para ciegos, lengua de signos para sordos, diccionarios y tablas de materias. Ha reemplazado a varios sistemas tradicionales de escritura de diversas minorías étnicas en China y se usa para poner por escrito lenguas que hasta ahora habían sido sólo orales. Algunas características interesantes del pinyin son la distinción clara y consistente entre consonantes aspiradas y no aspiradas (p, t, c, ch y k son aspiradas y b, d, z, zh y g son sus no aspiradas equivalentes) y el uso de dígrafos (zh, ch y sh) para las retroflejas. También provee para el uso de guiones y reduce el símbolo de articulación (') al mínimo.
En Occidente se había diseñado un sistema ideado por Sir Thomas Francis Wade que posteriormente sería modificado por el profesor Herbert Allen Giles, en su Diccionario chino-inglés de 1912. Este sistema, denominado Wade-Giles, es el preferido para transliterar el chino en países de habla inglesa, habiendo sido adaptado para muchas otras lenguas.
Gramática
Las lenguas flexivas, como el ruso o el latín, poseen determinados sonidos que marcan las diferencias gramaticales, y los añaden a las palabras o cambian su forma para indicar esas diferencias; el chino moderno no cambia nunca los sonidos para señalar las diferencias gramaticales y sólo excepcionalmente añade sonidos. Como no existe la variación nominal, ni la flexión verbal, ni la concordancia entre nombres, adjetivos y verbos, no puede, por ejemplo, marcar si hay o no sujeto u objeto, y es crucial el orden que las palabras tienen en la oración, pues sólo este orden determina la relación que se establece entre ellas.
En términos generales, el orden sintáctico de la frase es parecido al esquema: sujeto-verbo-objeto, elemento modificador-elemento modificado, que es un esquema presente en muchas lenguas, como en español o en inglés, aunque un estudio minucioso descubre que existen grandes diferencias entre las que presentan este esquema. Así, en tanto que en español, por ejemplo, el sujeto de la oración es agente o paciente, en chino se trata sólo de un grupo de palabras que son el tema, seguido de un argumento comentario (o rema). Un ejemplo es la oración: Nei-ke shu yezi hen da, que literalmente quiere decir (en lo que se refiere a) ‘aquel árbol, hojas muy grandes’ o lo que es lo mismo en estructura gramatical del español: ‘aquel árbol tiene unas hojas muy grandes’
El chino es un ejemplo perfecto de una lengua del tipo monosilábica. Una característica de estas lenguas es que en lugar de indicar categorías gramaticales por terminaciones, los conceptos gramaticales se expresan por palabras independientes, llamadas partículas. Por ejemplo, la relación posesiva se expresa por la partícula de como en wo de fangzi (mi casa); el pronombre wo tiene la misma forma tanto si significa "yo", "mi" o "mío"; el verbo no tiene conjugaciones sino que el aspecto se señala con partículas como la progresiva zai, como en ta zài chi fàn, esto es, "ella come".
La lengua china es tonal; de manera que una palabra puede tener diferentes significados según sea el tono que se le dé. El chino mandarín tiene cinco tonos, lo cual lo convierte en un sistema bastante simple en comparación con algunas variedades de chino que tienen hasta ocho. Por ejemplo, la palabra ma en el primer tono significa 'madre', en el segundo 'cáñamo', en el tercero 'caballo' y en el cuarto 'maldecir'.
No hay declinación de ninguna clase y formalmente no hay nada que distinga una parte del lenguaje de otra; el significado en chino depende del orden lógico y de ciertos marcadores sintácticos como ba, de o le. Las gramáticas de chino moderno distinguen las siguientes partes del lenguaje: nombres, pronombres, numerales, verbos transitivos, intransitivos, estativos, auxiliares, localizadores y partículas.
Entre otras
características gramaticales del chino se puede
decir que, en general, el verbo no indica tiempo,
además como carece del equivalente a la oración de
relativo, existen unas oraciones muy complicadas de
significado modificador que preceden al elemento
modificado. Un ejemplo de esto es: Jian le shu
jiu mai de nei ge ren, que literalmente quiere
decir 'el que ha visto libro inmediatamente comprar
es aquel hombre' que se traduce por 'Vio a aquel
hombre que compró inmediatamente los libros'.
Los nombres pueden ser monosílabos, como rén
'persona', tì 'sol', mù 'árbol';
bisílabos, trisílabos y polisílabos.
El Observatorio de la Economa y la Sociedad China es una revista acadmica iberoamericana, editada y mantenida por el Grupo eumed●net de la Universidad de Mlaga. Tiene el Nmero Internacional Normalizado de Publicaciones Seriadas ISSN: 1887-3197 y est indexada internacionalmente en RepEc.
Para publicar un artculo en esta revista vea "Acerca de...".
Para cualquier comunicacin, enve un mensaje a observatoriodechina@gmail.com