Román Borges Torres
romanbt@ucp.sc.rimed.cu
Roberto Pérez Rosell (CV)
Ada Cabrera Zamora (CV)
INTRODUCCIÓN
La profesionalización constituye uno de los temas que actualmente de forma paulatina y desde sus diversas aristas, va ocupando la atención de los autores, así al analizarla desde el punto de vista docente, Andreu (2005) la considera “…como uno de los grandes retos de la educación, y constituye la base para la solución de otros grandes problemas planteados a esta”, dimensión esta igualmente abordada por autores como González (2002-2004), Chacón (2004) y Cano (2005), entre otros.
En el trabajo, derivado del uno de los resultados del proyecto territorial “Servicios profesionales para cuadros educacionales y sus reservas”; desarrollado durante el trienio 2008-2010 por el departamento de Dirección Científica Educacional de la Universidad de Ciencias Pedagógicas de Santiago de Cuba, el tema es enfocado desde una perspectiva diferente a la tradicionalmente abordada, o sea no como cualidad personal, sino en su posibilidad de significarse como atributo de un determinado servicio o producto, en este caso el que como parte de sus funciones brindan los departamentos de Dirección Científica Educacional de las Universidades de Ciencias Pedagógicas.
Constituyó una referencia en este sentido, el artículo “El rol del profesor del departamento de Dirección Científica Educacional” de O. M. Quintana Castillo, C. Martínez Mollineda y M. C. Vázquez Pérez quienes al respecto consideran:
“En los profesores de Dirección Científica Educacional, la profesionalidad, depende en gran medida del dominio de conocimientos, políticos e ideológicos, psicopedagógicos, económicos y de dirección educacional, así como, de los componentes que encierran el proceso de preparación y superación de los directivos al menos en Cuba”.
“…el rol del profesor del departamento de Dirección Científica Educacional consiste en contribuir al desarrollo de la profesionalidad de los directivos desde su contexto de actuación…”
Los autores de referencia, asumen como funciones del profesor, la docente metodológica, la investigativa, la orientadora y “…en el caso del profesor del departamento de dirección científica debe cumplir además la función de asesoría”. Afirmando al respecto que el cumplimiento de las mismas “…es esencial para la profesionalidad de los profesores, los que a través de ellas podrán incidir de una forma positiva en los grupos de directivos que asisten a su preparación en estas instituciones educativas”.
DESARROLLO
Las organizaciones objeto de análisis, cuya importancia se reafirma y connota en el hecho de que durante los últimos años el organismo de manera recurrente, ha asumido entre sus prioridades al proceso de dirección educacional, la que para el próximo curso escolar 2011-2012 se concreta en el objetivo de “Perfeccionar el proceso de dirección de cada nivel directivo e institución educativa, enalteciendo la labor del maestro, priorizando el funcionamiento eficaz de los órganos de dirección y el óptimo aprovechamiento de la fuerza laboral”, fueron creadas en el año 1997 con el encargo social de entre otras cuestiones:
- Atender técnicamente los aspectos concernientes al diseño y materialización de la estrategia para la preparación y superación de los cuadros del sector educacional y sus reservas en los diferentes territorios del país, en correspondencia con la preponderancia estratégica que se le otorga al papel fundamental que los mismos desempeñan en la materialización de las diferentes transformaciones que se acometen en el sector.
- Encausar la investigación científica de los problemas relacionados con el desarrollo teórico y práctico de la Dirección Científica Educacional, así como la medición del impacto de las acciones de capacitación en los resultados del trabajo.
- Acometer la elaboración de materiales bibliográficos para cuadros y reservas sobre Dirección Científica Educacional y la estimulación, promoción y divulgación de estudios afines a esta disciplina científica.
Teniendo que enfrentar y asumir las modificaciones funcionales asociadas a las diferentes transformaciones educacionales sucedidas durante los últimos 20 años, las cuales han incrementando de manera constante y significativa la complejidad de la actividad que desarrollan los cuadros, dirigentes y funcionarios del organismo en sus diferentes niveles e instancias de dirección, cuestión que consecuentemente ha derivado en nuevas y cada vez superiores exigencias en cuanto a los modos de actuación de las figuras responsabilizadas con su conducción; las cuales en no pocas ocasiones requieren del establecimiento de relaciones anteriormente inexistentes y la consiguiente conciencia acerca de la necesidad de las mismas en aquellas personas encargadas de establecerlas.
Todo lo cual ha generado el surgimiento de nuevas y disímiles problemáticas que generalmente han tratado de ser estudiadas y resueltas, a partir de la extrapolación de concepciones teóricas surgidas y desarrolladas, en los marcos de un modelo social diferente al cubano y de circunstancias históricas totalmente distintas a las existentes en la actualidad.
Es por ello que la profesionalización del servicio que prestan los departamentos docentes de Dirección Científica Educacional de las Universidades de Ciencias Pedagógicas, constituye uno de los retos más trascendentes que en la actualidad y de manera ineludible, a la luz de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, deben enfrentar estas organizaciones; por lo que resulta indispensable reconocer el alcance de la significación del referido término como paso previo para su concreción objetiva; razón por la cual deberá ser entendida desde una dimensión diferente, en este caso como necesidad que implica, ajustar los diferentes servicios o productos que brinda el departamento a las demandas objetivas y particulares de los usuarios a quienes se encuentran destinados, asumiendo el carácter permanentemente cambiante de las mismas, como consecuencia de la dinámica de las circunstancias y contextos en que surgen y se desarrollan, criterio a partir del cual la pertinencia se convierte en premisa condicionante de sus indicadores de eficiencia y eficacia.
Por tales razones la profesionalidad como cualidad inherente al servicio que ofrecen los referidos departamentos, no debe ser entendida como consecuencia directa o equivalente de los elevados niveles que respecto a su proyección científica o académica -entiéndase doctorados o maestrías-, puedan alcanzar sus integrantes como parte de su “linaje profesional”, tampoco de la profundidad teórica del contenido que como parte de las diferentes acciones que se ejecuten sea abordado, estando consiguientemente determinada en lo fundamental por su posibilidad y capacidad de resolver los problemas concretos derivados del ejercicio cotidiano de la actividad pedagógica profesional de dirección a partir de su perfeccionamiento continuo y sistemático, en el contexto de cada institución educacional y/o nivel de dirección de la misma.
Ello conlleva a adoptar una concepción más general y globalizadora respecto a la composición e integración de las organizaciones de referencia, que no se encuentre reducida o circunscripta a la consideración que comúnmente prevalece de que sus miembros son en primera instancia aquellos docentes que integran la plantilla “efectiva” y en segunda aquel grupo de personas -por demás generalmente pequeño- que aún cuando a los efectos legales forman parte de la misma, se encuentran desempeñando tareas o funciones de dirección, criterio en base al cual son catalogadas como colaboradores.
El logro de un servicio profesional acorde a las actuales demandas, conlleva a la necesaria conciencia acerca de entender y asumir como miembros potenciales de los departamentos de Dirección Científica Educacional, además de los integrantes de los órganos de cuadros de la Dirección Provincial de Educación y las Direcciones Municipales de Educación, a todos los cuadros educacionales del territorio y sus reservas, promoviendo y potenciando su participación activa en la labor del mismo, aprovechando para ello las diferentes posibilidades, espacios y vías al respecto existentes.
Estas cuestiones derivan en nuevas exigencias para la preparación del colectivo departamental, la cual deberá caracterizarse por su ya expresado sentido amplio y en consecuencia por la manera en que deben concebirse, proyectarse y desarrollarse la labor académica-científico-metodológica e investigativa en el seno del mismo, cuestión con particular trascendencia para el caso de los docentes que hacen parte de la plantilla efectiva, dada su responsabilidad directa en la materialización concreta de cada una de ellas, como parte de las que se les deberá otorgar especial prioridad al logro de la necesaria correspondencia entre los paradigmas filosófico y disciplinar que sustentan el ejercicio de la labor de dirección en los marcos del modelo socialista y su correspondiente contextualización al sector educacional que permitan abordar con mayor objetividad el análisis y estudio de los problemas derivados de la misma, evitando con ello la ya referida práctica habitual y superflua de recurrir a concepciones foráneas, ajenas a nuestra realidad y por tanto inconsecuentes con ella.
Las consideraciones expuestas posibilitan inferir que el servicio para poder alcanzar un adecuado nivel de profesionalidad, deberá en su concepción conjugar de manera armónica y coherente criterios de eficacia, eficiencia y pertinencia, los cuales deben encontrarse consecuentemente reflejados en cada uno de los aspectos que le sirven sustento, considerados como tal los que a continuación se relacionan:
• Identificación o establecimiento de sus referentes o fundamentos teóricos. Los mismos deben ser afines y consecuentes con los principios y posiciones ideológicas en que se sustenta el sistema político cubano, lo suficientemente fuertes para desentrañar cualquier intención de enmascarar o desvirtuar la realidad objetiva, tomando con especial consideración las ideas paradigmáticas al respecto esbozadas por nuestras principales figuras históricas, la mayoría de ellas por demás demostradas en la práctica; evitando la magnificación desmedida, superficial e incluso en ocasiones ingenua de concepciones o teorías surgidas en los marcos del modelo social capitalista, tal es el caso del habitualmente recurrido enfoque funcionalista, obviando las limitaciones que le resultan inherentes, desestimando las potencialidades de otras elaboradas por autores nacionales, caracterizadas generalmente por un mayor rigor científico, ajustadas a las especificidades del modelo social cubano, inclusive a las del propio sector educacional; como es el caso del modelo teórico del sistema de dirección del Ministerio de Educación.
• Enfoque integral y diferenciado de su concepción. Estos constituyen aspectos cualitativos fundamentales que le deben caracterizar. El primero de los cuales le permite enfocar el proceso objeto de análisis con una perspectiva abarcadora, capaz de conjugar armónicamente los diferentes aspectos de índole político-ideológica, de dirección, jurídica-legal, económica y otras, presentes en la labor directiva; mientras que el segundo posibilitará prestarle atención tanto a las características propias que identifican los modos de actuación concernientes al desempeño de cada cargo de la estructura de dirección, incluyendo el contexto en que ellos tienen lugar; además de las potencialidades y posibilidades personales de quienes los desempeñan.
Por tal razón se infiere que uno de los principales retos a enfrentar por estos departamentos, lo constituye la labor de investigación que deben promover y desarrollar, como parte la cual se deberá otorgar, una especial connotación, al estudio de las tendencias de desarrollo del proceso de dirección de las organizaciones a las que se encuentra dirigido el servicio que brindan; en su carácter de fuente que posibilita encaminar un proceso de actualización sistemática y permanente de los perfiles correspondientes a los cargos de dirección en las mismas existentes; identificando y precisando de manera oportuna, las diferentes modificaciones que experimentan los modos de actuación devenidos del desempeño de los mismos, como consecuencia de los cambios que se producen en los distintos procesos objeto de dirección, asociados a las transformaciones derivadas del perfeccionamiento continuo del sistema educacional cubano, así como a las disímiles circunstancias o contextos históricos en que tienen lugar; estableciendo además aquellas regularidades existentes al respecto y la manera en se han comportado como causas o condiciones, favorecedoras de su complejización y del consiguiente surgimiento de diferentes problemáticas.
Todo lo anterior evidencia la necesidad, para el caso del postgrado, de emprender un proceso de reelaboración de perfiles, no a partir del tradicional e inefectivo enfoque funcionalista, sino sobre la base de las diferentes relaciones que de manera necesaria se deben establecer, como parte de los nuevos modos de actuación que caracterizan el desempeño profesional de los diferentes cargos, existentes en las estructuras de dirección de las Direcciones, tanto provinciales como municipales de Educación y las Universidades de Ciencias Pedagógicas, además de reflejar la dinámica de los mismos en la diversidad de los contextos (características de las provincias, municipios y UCP), tipos de centros y circunstancias en que ellos puedan tener lugar. En el caso del pregrado la modalidad formativa en que tenga lugar, curso regular diurno o curso para trabajadores, además del rol que como parte del sistema de dirección, desempeñan o desempeñarán, quienes lo reciben
Las transformaciones educacionales y las consecuentes modificaciones funcionales con ellas relacionadas, se constituyen de manera consiguiente en un elemento referencial importante a tomar en cuenta para el logro de la profesionalización del servicio a prestar por estos departamentos, dado el papel protagónico que en la materialización efectiva de las mismas desempeñan las estructuras de dirección.
• Elaboración y actualización de la instrumentación para el diagnóstico de las necesidades de los usuarios del servicio. Elemento que abarca todo lo concerniente a la elaboración, perfeccionamiento y aplicación de los mismos; cuyo procesamiento, análisis, valoración e interpretación de resultados, a partir de su comparación con el perfil -a cuya actualización puede incluso contribuir-; suministra las evidencias objetivas, acerca de los diferentes criterios y aspectos a considerar como parte del diseño del servicio, convirtiéndose por tanto en el elemento que posibilita concretar su profesionalidad.
Resultando por tanto conveniente, aclarar que si bien la actualización de perfiles, exige de una base instrumental para su materialización, la dinámica del contenido y las formas organizativas del servicio se encuentra determinada por las demandas emanadas de la práctica cotidiana de la actividad pedagógica profesional de dirección, las cuales no en todos los casos, se encuentran asociadas a modos de actuación insuficientemente establecidos o declarados, pues en la diversidad de la cotidaniedad aún son recurrentes los casos en que por distintas razones, tanto de índole objetiva como subjetiva, los titulares acceden a cargos sin la suficiente preparación previa; lo cual exige el diagnóstico fino de las necesidades individuales de los usuarios del servicio, como paso previo para garantizar su enfoque diferenciado, así como la correspondiente efectividad de sus resultados.
Siempre bajo el criterio condicionante de que el servicio alcanzará la condición profesional, únicamente cuando sea capa de suministrar aquellas herramientas que le posibiliten al usuario resolver los problemas identificados.
• Pertinencia de su contenido y formas organizativas. Aspecto este que guarda una intima y estrecha relación dialéctica con los elementos anteriormente aludidos, a partir de que el contenido debe mantener una correspondencia tal con las necesidades de los usuarios del servicio que permita la satisfacción de las mismas, articulando y combinando para ello, los diferentes aspectos devenidos de las tendencias de desarrollo que caracterizan las funciones asignadas al cargo en cuestión, la delimitación de los modos de actuación que lo identifican y los resultados del diagnóstico de su desempeño.
Resulta necesario la búsqueda de formas organizativas que favorezcan la atención y tratamiento diferenciado de las necesidades, tanto las relativas a la complejidad de los modos de actuación derivados del desempeño de un determinado cargo, como las concernientes a las potencialidades y posibilidades de las personas que lo ejercen; distintas a las tradicionalmente empleadas como parte del desarrollo de las diferentes figuras del postgrado y que además eviten sustraer de su puesto de trabajo a los usuarios del servicio, haciéndolo coincidir en lo posible con las actividades que estos tienen concebidas como parte de su agenda personal o plan operativo; posibilitando con ello el empleo óptimo y racional del tiempo, así como de los recursos humanos, materiales y financieros.
Por tal razón se deberá favorecer la realización de intercambios, consultas y asesorías individuales o en pequeños grupos, así como el aprovechamiento de las potencialidades que en este sentido ofrecen las TIC.
Por otra parte en cuanto a su labor en la formación de pregrado, deberán modificar el enfoque tradicionalista con que se imparte la asignatura Dirección Científica Educacional, enfocándola a partir del papel que el futuro profesional desempeñará como activo participante en el proceso de dirección.
Para lo cual se potenciará la creación y establecimiento de espacios y/o vías que ofrezcan la posibilidad de exponer, socializar, analizar y discutir con un carácter permanente, sistemático y científico; los principales problemas que se derivan del ejercicio cotidiano de la actividad pedagógica profesional de dirección, estimulando a partir de ello al registro y divulgación de las mejores ideas, iniciativas o modos de actuación relativos a su solución, cuestión de la que se desprende la necesaria e imprescindible, recopilación de las experiencias positivas derivadas del ejercicio práctico cotidiano de la actividad directiva que deben acometer estos departamentos en lo concerniente a la profesionalización del servicio que brindan.
CONCLUSIONES
La profesionalización de los servicios que prestan los departamentos docentes de Dirección Científica Educacional de las Universidades de Ciencias Pedagógicas, constituye el proceso de mayor trascendencia y complejidad a enfrentar en la actualidad por estas organizaciones, lo que supone entender su significación desde una perspectiva diferente que conlleve a la reconsideración de los modos de actuación tradicionalmente asumidos por estas para el desempeño de las funciones que les han sido asignadas por el organismo, dado el enfoque integral y diferenciado que debe caracterizar los servicios que brindan en aras de enfrentar y resolver con éxito los problemas concretos derivados del ejercicio cotidiano de la actividad pedagógica profesional de dirección, sobre la base de la consecuente articulación de su labor académica-científico-metodológica e investigativa.
En el caso particular de la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Frank País García” de Santiago de Cuba, este servicio además, se corresponde con la visión plasmada en el Proyecto Educativo Institucional, constituyendo productos asociados al mismo:
- El reglamento orgánico institucional;
- El diseño del funcionamiento de la escuela territorial de cuadros;
- La reconceptualización de los programas de Dirección que se imparten en las diferentes carreras;
- El informe de autoevaluación institucional;
- La preparación y desarrollo de diferentes temas desarrollados como parte de los Seminarios preparatorios, realizados durante los tres últimos cursos escolares;
- El diseño del programa de superación a vicedecanos y jefes de departamentos;
- La definición de las funciones de los directores, subdirectores y jefes de departamentos de las filiales pedagógicas municipales;
- La elaboración del manual de procedimientos para jefes de departamentos docentes con carrera de Universidades de Ciencias Pedagógicas.
BIBLIOGRAFÍA
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2. CUBA. CONTRALORÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA. Resolución No 60 del 2011. Sistema de Control Interno
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4. GARCÍA BRIGOS, JESÚS PASTOR. Dirigentes Dirigidos Socialismo/ Jesús Pastor García Brigos- La Habana: Editorial Ciencias Sociales, 2007, 165 p.
5. Lineamientos de la Política Económica y social del Partido y la Revolución, aprobados por el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba. 18 de abril de 2011
6. Resultado final del proyecto “Servicios profesionales para cuadros educacionales y sus reservas: jefes de departamentos de Universidades de Ciencias Pedagógicas”. Universidad de Ciencias Pedagógicas “Frank País García”. Santiago de Cuba. 2010
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