Juan Carlos Zulueta Cuesta (CV)
juan.zulueta@umcc.cu
RESUMEN
En los momentos actuales recaba cada día más la importancia de la transferencia de tecnologías de la universidad a la empresa, ya que permite que el sector empresarial introduzca en la esfera de la producción y los servicios las investigaciones originadas del proceso de I + D de las universidades y centros de estudios, a partir de esta situación se presenta en el trabajo un breve análisis de la influencia que ejerce la transferencia de tecnologías de la universidad a la empresa a partir de los diversos flujos de conocimientos que se derivan la incidencia de los mismos en el desarrollo local. En la investigación se utilizan diversas técnicas y métodos, entre los que se destacan el método de análisis de documentos, que nos permitió realizar un análisis detallado de las diversas bibliografías existentes sobre el tema, se utilizó en la misma diversas entrevistas y análisis detallados de diversos procesos de transferencias de tecnologías de las universidades cubanas a la comunidad, entre los que se destacan el análisis realizado sobre el Centro de Investigaciones y Desarrollo de Ecomateriales de la Universidad Central “Marta Abreu” de las Villas, que presenta diversos materiales de la construcción en diferentes localidades del territorio nacional, permitiendo arribar a la conclusión que los beneficios que se alcanzan de la interacción universidad-empresa en esta esfera propician resultados beneficios para la sociedad, desde el punto de vista económico-financiero, como desde el punto de vista social.
Palabras claves: Flujos de conocimiento; transferencia de tecnologías; vinculación universidad-empresa, desarrollo local.
Incidence in local development of the flows of knowledge originated from the technological university transference.
Summary
In present-day moments the transference of technologies from the university is more important every day to the company, because it permits that the business sector introduces in the sphere of production and services the investigations originated from the process of I+ D in universities and centers of studies, as from this situation the work presents a brief analysis of the influence that exercises the transference of technologies from the university to the company taking into account the various flows of knowledge that derive the incidence of them in local development. It is utilized in the investigation various techniques and methods, among them were highlighted the method of documentary analysis, that permitted accomplishing a detailed analysis of various existent bibliographies on the theme, it was also utilized various interviews and detailed analysises of various processes of transferences of technologies from Cuban universities to the community, it is highlighted among them the analysis accomplished on Center of Research and Ecomaterial Developments at “Marta Abreu” Central University from Las Villas, that shows various materials of the construction at different localities in the national territory, permitting to have the conclusion that the benefits that are obtained from the interaction university - company in this sphere propitiate beneficial results for the society from the financial, economical and social point of view.
Key words: Flows of knowledge; Transference of technologies; Linkage university- company, local development.
1. INTRODUCCIÓN
El Siglo XX fue sin dudas una época que marcó pautas en las distintas esferas en las que el hombre se desarrolló. Se creó nueva tecnología y se perfeccionó la ya existente, adaptándola a las nuevas necesidades humanas. Las industrias productoras de bienes capitales, los diseñadores e ingenieros calificados, aparecieron en las primeras décadas de este, que culmina con el boom de la computación y sus nuevas técnicas en el campo de la información y las comunicaciones.
El termino tecnología generalmente se asocia a la creación de algo novedoso (maquinaria, equipo, aparato, dispositivo) dirigido a resolver un problema científico-técnico determinado; es decir, a una invención como producto terminado, apto para ser utilizado, obviándose el “Capital Humano” implícito en el mismo, el cual se hace sentir desde el descubrimiento de la idea y se manifiesta en todo el proceso de fabricación, a través de fórmulas, pasos lógicos, etc., que denotan cierto dominio de habilidades y conocimientos. Habría que reformularse el planteamiento expuesto: Cuando se habla de tecnología, se habla de conocimientos; por tanto, cuando se produce un flujo de conocimientos entre la universidad y la empresa, nos encontramos en presencia de un acto de transferencia de tecnología.
Un concepto bastante preciso de lo que se considera tecnología lo ofrece la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Al decir de esta, tecnología “es un conocimiento sistemático para la manufactura de un producto, la aplicación de un proceso o la prestación de un servicio, ya sea que dicho conocimiento se refleje en una invención, en un diseño industrial, en un modelo utilitario, en una nueva variedad de fábrica, o en información o calificación técnica, o en los servicios o asistencia prestados por los expertos para el diseño, instalación, operación y mantenimiento de una fábrica, o para dirección de una empresa industrial o comercial, o sus actividades”.
La importancia de la tecnología y su conocimiento para el desarrollo es un tema indiscutible. Las transformaciones de los procesos económicos, políticos, sociales y culturales difundidos en el mundo, emergen fundamentalmente de la tecnología, aunque las características del intercambio tecnológico, desprendida de los modelos aplicados, benefician mayoritariamente a los países más industrializados. (Cazull Imbert. 2008).
La idea de la transferencia de tecnología surge de la máxima de que ningún país, ni ninguna empresa, pueden ser totalmente autosuficientes en lo que a tecnología se refiere. Resulta imposible generar con capacidades endógenas todos los conocimientos necesarios para lograr la competitividad y cooperación requerida en mercados tan dinámicos como los actuales.
La transferencia de los resultados de I + D desde las universidades hacia las empresas ha sido objeto de análisis desde dos enfoques principales: así por un lado se le ha contemplado desde un punto de vista general de los sistemas nacionales de innovación mediante el análisis de las contribuciones que cada grupo de agente realiza al proceso de innovación global y de las repercusiones sobre el mismo y de las interrelaciones entre ellos (Lundvall, 2006; Nuñez Jover, et al., 2008).
Por tanto, esta investigación se centra, fundamentalmente en el problema siguiente: ¿Como influye la transferencia de tecnologías de la universidad a la empresa en el flujo del conocimiento que demanda el desarrollo local en la sociedad cubana?
El objetivo general del presente trabajo esta enfocado a analizar en qué medida la transferencia de tecnologías entre la universidad y la empresa contribuyen al desarrollo local.
Para ello, se han trazado los siguientes objetivos específicos:
Analizar y explicar las vías más comunes de transferencia tecnológica de la universidad a la empresa, y las principales cláusulas de los contratos.
Valorar las acciones que comprende el flujo de conocimientos así como los estadios o fases del proceso de transferencia, brindando una panorámica general sobre el tratamiento legal brindado a la transferencia de tecnología en Cuba.
Para el desarrollo de la presente investigación se parte de la utilización de diversos métodos y técnicas, entre las que se destacan como métodos el exegético-analítico, el inductivo- deductivo, y el histórico- lógico.
Como forma de obtención de la información se partió de la revisión de documentos, y la experiencia obtenida por el autor a partir de la investigación que desarrolla a los efectos de conocer la influencia que ejerce el conocimiento a partir de la transferencia de tecnologías de la universidad a la empresa y su incidencia en el desarrollo local.
2. EL VALOR DEL CONOCIMIENTO PARA LA EMPRESA
La gestión del conocimiento ha sido definida como la forma en que las organizaciones construyen, comunican y organizan el conocimiento en torno a sus actividades y dentro de sus culturas, y desarrollan la eficiencia organizativa mejorando la utilización de las habilidades de sus empleados (Pan y Scarbrough, 1999; Gilson, 2006). Representa la “herramienta” de una organización para mantener o mejorar el rendimiento organizativo sobre la base de la gestión de sus stocks y flujos de conocimiento, actuales y potenciales, esto es, para orientar y organizar eficientemente el sistema de aprendizaje de la organización.
Gestionar el conocimiento equivale a intervenir sobre los conocimientos y experiencias de aprendizaje inmersos en el sistema de aprendizaje, moderando la relación entre éstos y el rendimiento, e incrementando la probabilidad de que esos conocimientos y sus procesos relacionados conduzcan a la obtención de resultados superiores (Handzic, 2001; Del tío, 2006; Sánchez Díaz Rivero, 2009).
Constituye un requisito para la creación de valor por medio de los activos de conocimiento de una organización y favorece su generación, conservación, distribución y utilización en la práctica integral diaria de la organización, de tal forma que ésta actúe tan inteligentemente como sea posible para asegurar su viabilidad y su éxito global (Bueno, 2000; Lima, 2006). La gestión del conocimiento está muy vinculada al aprendizaje en las organizaciones, a partir de las percepciones del entorno organizativo, una gestión del conocimiento apropiada constituye una condición para explicar la aparición y funcionamiento idóneo de los sistemas de aprendizaje.
Verdaderamente, resulta interesante observar que, en los últimos tiempos, se está generando una dinámica orientada a fomentar la capacidad de aprendizaje y de conocimiento en las organizaciones como uno de los elementos críticos para mantener a la organización en un estado de desarrollo y evolución permanente. De hecho, la experiencia muestra claramente cómo aquellas organizaciones que no han desarrollado una capacidad de aprendizaje han visto reducida su capacidad competitiva. Incluso se ha reconocido que el aprendizaje es un comportamiento inherente a toda organización, destinado a mejorar su capacidad de adaptación y anticipación a las exigencias del entorno, así como a dotarla de una idiosincrasia propia y difícil de imitar fuera de su contexto.
La proliferación de entornos frecuentemente complejos e impredecibles, sometidos a un estado de cambio permanente, acelerado e interdependiente, requiere que las organizaciones, como si de organismos vivos se tratasen, se adapten para sobrevivir (Prieto, 2003). Éstas deben ser ágiles, capaces de cuestionar su pasado y de hacer las cosas de forma diferenciada y, para ello, el conocimiento es la clave para mantener la actitud abierta hacia el cambio y hacia una mejora constante. En una economía donde lo único cierto es la inestabilidad, el conocimiento es una fuente segura de ventaja competitiva y sostenible.
Sabido es que la cantidad de recursos y el desarrollo de las capacidades de toda organización se basan en la información y el conocimiento, ya que estos podrían considerarse recursos inagotables, dada la indefinición de sus límites en cuanto a posibilidad de utilización. De ahí que existan organismos que se dediquen exclusivamente al conocimiento, a generarlo, a procesarlo, a gestionar información que luego se transformaran en saber y, de ahí, en un nuevo producto o proceso. Tales entidades se conocen como centros de I+D, con personalidad jurídica propia que los hace aptos para ser sujetos de derechos y obligaciones, para operar en el mercado. Los centro de I+D son los principales transferidores de tecnología, al concertar contratos con otras empresas dedicadas a la producción, los servicios, o con otros centros de investigación, a través de los que circulará el conocimiento en sus diferentes variantes.
Muchas de las variantes en las que puede convertirse el conocimiento encuentran respaldo en las normas relativas a la Propiedad Intelectual, puesto que la mayoría de ellas constituyen modalidades protegibles por el Derecho de Autor o por la Propiedad Industrial que generan derechos exclusivos, reconocidos por el Estado, a favor de sus titulares originarios o derivados. Así pues, el carácter inagotable del conocimiento como recurso de la empresa depende del interés de su titular, ya que en sus manos queda la renovación o no de la protección de estas modalidades que, por lo general, cuentan con plazos de protección específicos, y de su capacidad para producir ganancias, puesto que cuando la explotación comercial del conocimiento sea desventajosa, o cause pérdidas al poseedor del mismo, se agotará a voluntad de este.
El conocimiento que transmite o adquiere una empresa puede manifestarse en forma de un software, obra científica protegida por Derecho de Autor sobre la cual se ejercen derechos patrimoniales durante toda la vida de su creador y un período no menor a cincuenta años post mortem auctoris; pero también pueden transferirse conocimientos con la compraventa de un bien capital (una invención), en este caso, los derechos de explotación sobre el mismo expiran a los veinte años máximo luego de la concesión de la patente y si se interrumpe dicha explotación puede que el derecho exclusivo caduque, como mismo sucedería de haber transcurrido el plazo de protección establecido.
2.1. Caracteres del conocimiento
Teniendo en cuenta que tecnología, Activo Fijo Intangible y conocimiento pudieran considerarse sinónimos, o términos estrechamente enlazados, podemos exponer una serie de características, obtenidas a partir de la revisión bibliográfica realizada sobre el tema, que les son inherentes y distintivas ante el resto de los bienes que le reportan ganancias a las empresas:
Para comprender mejor el concepto de conocimiento hemos sintetizado en diez ideas algunos de sus caracteres o propiedades más relevantes.
1) El conocimiento existe predominantemente dentro de los individuos. El conocimiento es lo que el conocedor conoce, no hay conocimiento sin alguien que lo conozca. Aunque el conocimiento puede ser representado en documentos u otros soportes, y a menudo estar enclavado en procesos, rutinas y redes de la organización, no puede originarse fuera de los individuos. Así mismo, está esencialmente relacionado con la acción humana e implica una persona que conoce (Takeuchi, 2001).
2) El conocimiento posee un carácter ambiguo y no tangible que da lugar a que puedan surgir contradicciones relacionadas con este término. Muchas veces, por tanto, va a ser necesario hacerlo visible y tangible para su gestión. Nos viene a la mente sólo cuando lo necesitamos para responder a una cuestión o para resolver un problema (Takeuchi, 2001). El conocimiento que es visible tiende a ser explícito, enseñable, observable en su uso, simple e independiente. Por contra, el conocimiento que es intangible tiende a ser tácito, menos enseñable, menos observable en uso, más complejo y suele formar parte de un sistema.
3) El conocimiento se transfiere sin perderse. Los conocimientos se pueden comprar y vender transfiriendo al comprador la capacidad de resolución de problemas del vendedor. En este sentido, una característica importante de los conocimientos es que pueden venderse sin ser perdidos por el vendedor.
4) El conocimiento aumenta de valor con su uso, al contrario de los capitales físicos que se deprecian con el uso. Debidamente estimulado, el conocimiento crece exponencialmente cuando se comparte. Si dos personas intercambian conocimiento, ambas ganan información y experiencia, pero si lo comparten, es decir, se hacen preguntas, amplificaciones y modificaciones, los beneficios ya no serán lineales sino exponenciales.
5) Salvo que quede representado en documentos o enclavado en procesos, rutinas y redes de la organización, el conocimiento es volátil. Debido a la naturaleza de su almacenamiento en la mente de las personas, los conocimientos evolucionan en función de los cambios que se producen en sus portadores, de igual modo, cuando un especialista abandona la empresa ésta pierde conocimientos, y por ende, una parte importante de la capacidad competitiva futura de la empresa desaparece (Riverola y Muñoz-Seca, 1996). Por consiguiente, el conocimiento debe protegerse. Determinado conocimiento circula con relativa facilidad y, consecuentemente, es más difícil de proteger. Otras formas de conocimiento, en contraste, están enclavadas en la práctica, generalmente en la práctica colectiva, es sui generis y, por tanto, más fácil de proteger. Contrariamente, sin embargo, puede ser difícil de expandir, coordinar o cambiar (Brown y Duguid, 1998).
6) El conocimiento se desarrolla por aprendizaje. El proceso de desarrollo del conocimiento es básicamente el de aprendizaje. Por tanto, la gestión del aprendizaje es una variable clave en la gestión eficiente del conocimiento. El proceso de aprendizaje es un mecanismo de mejora personal; un mecanismo individualizado que depende de las capacidades de cada persona, pero también de las experiencias de aprendizaje que ésta encuentra en su camino (Muñoz-Seca y Riverola, 1997).
7) El conocimiento puede ser viscoso, es decir, difícil de transferir; escurridizo, es decir, caro de generar, pero con un bajo coste marginal de difusión (Alvesson, 2001); y borroso, blando y orgánico (Holtshouse, 1998).
Todos los anteriores caracteres se ponen de manifiesto durante los procesos de transferencia de tecnologías de la universidad al sector empresarial.
3. TRANSFERENCIA DE TECNOLOGÍA O PROCESO DE CIRCULACIÓN DEL CONOCIMIENTO
A nuestro criterio, la circulación del conocimiento no es un proceso que fluya en una sola dirección sino que genera, desde el punto de vista jurídico, derechos y obligaciones para ambas partes contratantes, puesto que una transferirá la tecnología que la otra consintió adquirir. Este ciclo, en el mercado de libre competencia internacional, se manifiesta en todo su espectro de colores; pero para los países en vías de desarrollo adquiere matices particulares, motivados fundamentalmente por la contraposición entre las empresas productoras de tecnología con nacionalidad en países altamente desarrollados, dueños de recursos cuantiosos, y las Pequeñas y Medianas Empresas (PYME) interesadas en su adquisición.
Este no es la única característica de la situación del mercado internacional actual que afecta o influye en la transferencia de tecnología, existen varias condicionantes del mismo. El incremento del índice de conocimientos necesario para las actividades productivas podría ser una. Cada día se hacen más concretas las áreas de conocimientos, los individuos se especializan en una rama, pero se divorcian de las otras, viendo los fenómenos económicos-comerciales de manera parcial, desde un ángulo determinado, cuando en realidad el mercado es un fenómeno único que debe ser analizado y estudiando en su totalidad y el stock de conocimientos precisa de una apertura y de un enriquecimiento, dando paso a la multidisciplinariedad.
También el desarrollo alcanzado por las tecnologías de la información y otras tecnologías genéricas que tiene impacto en todos los sectores y han transformado las relaciones socioeconómicas de países y regiones juega un papel importante en el mercado, puesto que con ella se ha revolucionado la negociación, al adoptar esta nuevos formatos, regidos por normas especiales, susceptibles de convertirse en objeto de violaciones e ilícitos.
Otro factor que influye en esta dilemática resulta la creciente interdependencia tecnológica global, puesto que tanto los centros de I+D, como las industrias productoras y las empresas encargadas de prestar servicios dependen unas de otras. El producto terminado bajo el nombre comercial de un fabricante determinado, el cual se valió del conocimiento proporcionado por un centro investigativo, puede ser transferido a otra industria mediante la transmisión de un derecho exclusivo de patente, para la elaboración de nuevos productos que permitirán la prestación de un determinado servicio. Por supuesto, el orden de estos factores no afectaría el resultado final, de alterarse la ecuación; siempre la solución tributará al mantenimiento de conductas lícitas en un mercado de libre competencia. Las combinaciones, por ende, tienden a infinito; más, cuando el ciclo de vida tanto de productos o procedimientos se acorta cada vez, obedeciendo a la práctica más mercantilista, ya que en el ámbito comercial actual se fabrica puramente para vender.
3.1. La transferencia de tecnologías de la universidad a la empresa.
Los procesos de transferencia de tecnología es un elemento dinámico que contribuye al necesario vínculo entre los oferentes y demandantes de tecnologías, y los organismos reguladores. En su entorno genérico recibe influencias de políticas como: la medioambiental, la industrial, y la económica (Castro y Neira 2003), que determinan y evalúan la tecnología que va a transferirse, los aspectos de carácter estratégico y perspectivo para cada una de las ramas de la economía, y su implicación en la protección e higiene del trabajo, la normalización, la propiedad industrial y su inserción en el entorno natural.
Coincidiendo con otros trabajos (Goulart, 2007; Donate, 2007; Shoite, 2008) la transferencia de conocimientos se puede definir, por tanto, como el desplazamiento de dichos conocimientos del lugar de su producción al de su utilización.
Los estudios realizados por Argote y Ingram, (2000) aportan una definición de transferencia de conocimiento en la que enfatizan la experiencia y el aprendizaje. De esta forma, entienden por transferencia de conocimiento “el proceso a través del cual una unidad (sea individuo, grupo, departamento o división) es afectada por la experiencia de otra”. Según esta definición, la transferencia de conocimiento en las organizaciones tiene implicaciones a nivel individual aunque transciende a otros niveles de la organización como los grupos, departamentos o divisiones, a nuestra consideración partiendo de la práctica, las implicaciones en este concepto están referidas de manera individual, grupal y en toda la organización. Hay que partir que el conocimiento posee varias formas para ser compartido.
En la actualidad las actividades de transferencia de conocimientos y tecnologías, (Faloh, 2006) así como la prestación de servicios fuera de lo académico constituye un mecanismo de apertura en la relación entre la universidad y la empresa, en función de esta necesidad se han realizado esfuerzos a nivel mundial, dirigidos a lograr la interacción entre la universidad y la empresa con la finalidad de desarrollar la gestión del conocimiento.
A este respecto, Schulz y Jobe (2001) apuntan una serie de beneficios derivados de los flujos de conocimiento originados de la transferencia de tecnologías. Según estos autores, la transferencia de conocimiento facilita la transmisión de know-how localizado que se genera en una subunidad y se transfiere a otras partes de la organización, agiliza la coordinación del trabajo uniendo múltiples unidades que pueden estar dispersas geográficamente y permite reconocer y explotar economías de escala. Una visión más amplia de la utilidad de la transferencia de conocimiento es resaltada por Schulz (2001), cuando apunta que la relación que existe entre la creación y la transferencia de conocimiento son como dos procesos dependientes.
Para Schulz (2001), “la producción de conocimiento por individuos o subunidades esta limitada por el valor de poder compartir el conocimiento resultante con otras partes de la organización. De igual forma, para que el intercambio tenga lugar, primero debe existir dicho conocimiento”. Por tanto, la utilidad de la creación de conocimiento esta limitada por la posibilidad de compartir conocimiento.
Los beneficios de la transferencia de conocimientos pueden variar en función de la naturaleza de los flujos del conocimiento. De esta forma, (Winter, 1987), diferencia dos tipos de movimiento clave como son los flujos de conocimiento voluntarios y los involuntarios. Los primeros son aquellos que se realizan por voluntad de ambas partes implicadas en la transferencia. En cambio, la transferencia involuntaria de conocimiento no se realiza con la voluntad de la unidad fuente. Los autores de la presente investigación consideran que la transferencia de tecnologías de la universidad a la empresa es un proceso de creación y adquisición de conocimientos de manera voluntaria, ya que la universidad al ser el ente emisor de la tecnología está en la obligación de transferir los aspectos esenciales para su aplicación, en cambio la empresa al ser la receptora de la tecnología debe desplegar las acciones necesarias para lograr aplicar de manera exitosa la tecnología.
En esta línea, encontramos estudios que se han centrado en la transferencia de prácticas organizativas (Szulanski, 2003) o estudios que han tratado la transferencia de tecnología y de innovaciones en producto (Zander y Kogut, 1995) como formas de transferir conocimiento. Por tanto, ambos tipos de conocimiento implican formas distintas de transferencia, lo que hace necesario el estudio de elementos propios (tipo de conocimiento, unidades fuente y receptora, contexto de la transferencia) a cada tipo de transferencia.
Por todo ello se infiere que es requisito indispensable para el éxito de toda transferencia o adquisición comercial de tecnología, el establecimiento de un marco jurídico adecuado, dentro del cual las partes involucradas en la transacción puedan fijar cláusulas contentivas de sus respectivos derechos y obligaciones, y que ensaye un punto de equilibrio entre los intereses de esas partes y los que correspondan al Estado.
4. INCIDENCIA DE LOS FLUJOS DE CONOCIMIENTOS ORIGINADOS DE LA TRANSFERENCIA TECNOLÓGICA EN EL DESARROLLO LOCAL
Coincidiendo con Méndez Delgado, (2000), la grave situación económica de Cuba, la baja significativa de los presupuestos municipales, el magro crecimiento del empleo estatal y las insuficiencias de las políticas macroeconómicas, entre otros factores, dificultan dirigir la economía.
El enfoque dominante “tiende a ser el territorial, dado que permite ser más eficiente en la administración de los recursos y más eficaz en la obtención de resultados”. (Vázquez Barquero, 1993). Es necesario buscar soluciones territoriales; así, ha comenzado a tomar forma una nueva estrategia conocida como desarrollo económico local (DEL), que pretende el desarrollo y la reestructuración del sistema productivo, el mejoramiento del nivel de vida de la población y el aumento del empleo de la localidad, con un uso racional de los recursos materiales, laborales y financieros en inversiones estratégicas para el desarrollo.
El propósito fundamental (Peña, 2006; Pereira, 2006) de la creación y transferencia de conocimientos es la generación de invenciones e iniciativas que mejoren el posicionamiento de las organizaciones en el entorno global en el cual compiten o se desarrollan, constituyéndose en una plataforma a partir de la cual los sujetos pueden acceder y compartir el conocimiento que requiere su rol productivo.
En este sentido, coincidiendo con Bueno (2000) señala que el valor o la utilidad de la gestión del conocimiento consisten en ayudar a construir una teoría que explique los procesos que facilitan la gestión eficiente del conocimiento en la organización.
El desarrollo económico local puede definirse como el proceso reactivador de la economía y dinamizador de la sociedad que, mediante el aprovechamiento eficiente de los recursos endógenos, es capaz de estimular el crecimiento en una determinada zona y mejorar la calidad de vida de la comunidad. (Albuquerqu, 1996). El nivel local comprende los procesos económicos, sociales y políticos en un marco de elementos naturales y político-administrativos.
El marco natural condiciona la asignación de recursos y las decisiones de inversión de los actores sociales, ya que representa el potencial de la zona. La producción, la circulación y el consumo son parte de un circuito productivo local que se despliega dentro de la zona y posee determinados vínculos con el exterior, sean provincias, departamentos, regiones, etcétera, e incluso el extranjero. El desempeño local de los actores sociales es muy disímil y depende de su inserción en la producción, sus intereses, sus expectativas y los nexos entre ellos.
La participación de las universidades cubanas en el desarrollo local se pretende establecer un crecimiento económico con equidad, de tal forma que las generaciones actuales satisfagan sus necesidades sin afectar a las futuras. Para alcanzarlo es preciso fortalecer la economía, apoyar la gestión local, proteger el ambiente e impulsar a la economía social.
A nuestro criterio los flujos de conocimientos que se originan en la transferencia tecnológica universitaria a la sociedad permiten sobre el desarrollo local al:
1. Fortalecimiento económico
• Contribuyen al aprovechamiento racional de los recursos locales disponibles y evitan la duplicidad de esfuerzos por medio de la cooperación en todos los niveles, buscando producciones de ciclos cerrados, es decir, con tecnologías que posibiliten el reciclaje de desechos.
Un ejemplo elocuente de este aspecto lo desarrolla en Centro de Investigaciones y Desarrollo de Ecomateriales (CIDEM) de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas que desarrolla diversas tecnologías a lo largo de los diferentes municipios para contribuir al desarrollo constructivos de las viviendas, sus reparaciones, así como la reducción de importaciones con la finalidad de mejorar el fondo habitacional
• Inciden en la mejora del empleo y los ingresos, a partir de la participación de todos los actores del área en la fijación de las prioridades de desarrollo, para contribuir así al avance económico de las localidades.
• Contribuyen a crear y fortalecer las empresas productivas, autosostenibles (en forma individual o asociativa), generadoras de empleos permanentes y capaces de colocar sus productos o servicios en el mercado; estas empresas valorarán el potencial de la zona en todos los sectores económicos, conforme a prioridades dependientes de las vocaciones, las potencialidades, las necesidades de la población y las posibilidades del mercado (previo estudio y aplicación de las técnicas de mercadeo).
2. Apoyo de la gestión local
• Fortalecer los vínculos de las políticas nacionales con el nivel local y preparar a éste para que participe de forma creativa en la aplicación de aquéllas, a tono con lo que realmente convenga a la localidad y que potencie su capacidad negociadora. Es menester la preparación y el ajuste periódico de estudios sobre las potencialidades y oportunidades locales para apoyar la formulación de planes y programas de desarrollo local, así como el apoyo de la planificación local sectorial en coordinación con las actividades de las instituciones públicas en diferentes niveles (central, regional y local).
Entre los objetivos del CIDEM se destacan: Propiciar soluciones alternativas para que la población pueda acceder a una variedad mayor de materiales de construcción y servicios constructivos varios de calidad para la construcción y/o rehabilitación de sus viviendas, a partir de fomentar la creación de entidades locales que enfrenten de forma integral las acciones de producción de materiales, construcción y terminación.
Hay que destacar que en Cuba, varios centros de la Educación Superior (CIDEM y CECAT, CEMAM) trabajan desde principios de los 1990s en el desarrollo de tecnologías para la producción local de materiales
3. Protección ecológica
• Conciliar el medio físico con el desarrollo e integrar en la dualidad economía-ambiente la conservación de los ecosistemas, la recuperación de áreas degradadas, la eliminación de puntos críticos y el aseguramiento de la sanidad ambiental.
• Satisfacer las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer las de generaciones futuras, con programas de desarrollo que beneficien no sólo al individuo sino también el uso de medios y tecnologías limpias que no deterioren el ambiente.
• Aprovechar los recursos naturales de modo que no originen deudas ecológicas al sobrexplotar la capacidad productiva y de carga de la tierra.
4. Impulso de la economía social
La llamada economía social puede desempeñar un papel importante en la promoción del desarrollo. Las cooperativas, sociedades anónimas u otras formas de organización permiten que los grupos más débiles realicen iniciativas generadoras de nuevos empresarios y empleos mediante la capitalización de subsidios o créditos, al tiempo que se promueve la acción colectiva y solidaria para impulsar cualquier proceso de desarrollo endógeno de la localidad.
En sentido general la transferencia de tecnologías de la universidad a la empresa incide en el desarrollo local, en los procesos de generación y utilización del desarrollo científico para mejorar las condiciones de vida, el crecimiento económico y la equidad social. Fomentado la sensibilidad de los organismos relacionados con la puesta en marcha de los procesos sostenibles de desarrollo local.
En sentido general todas las universidades cubanas se esfuerza por lograr soluciones constructivas, equipamiento para la producción de materiales y localización de las materias primas
Se ha estudiado diferentes transferencias de tecnologías de las universidades cubanas para el desarrollo local y se destaca el fortalecimiento en el uso competitivo e integrador de herramientas tecnológicas como vías efectivas para impulsar la difusión de conocimientos adaptados a las necesidades concretas del desarrollo local.
Las universidades desde nuestra óptica del desarrollo local, brindan posibilidades de uso de materias primas disponibles localmente, más baratas y de menor impacto en el medio ambiente, contribuyen a una significativa reducción de los costos energéticos, en especial el transporte, se convierten con su tecnología en una interesante alternativa para empresas municipales, con muy bajos costos de inversión y estimulan la renovación de la economía en localidades alejadas, en especial creando nuevas fuentes de empleo.
5. CONCLUSIONES
• La transferencia de tecnologías de la universidad a la empresa permite mejorar los flujos de conocimiento que se necesitan para el desarrollo económico social que demanda la sociedad cubana.
• El proceso de transferencia de tecnología de la universidad a la empresa le permite ahorrar cuantiosos recursos, materiales y humanos, necesarios para desarrollarlas por sus propios medios. Además, para las universidades generadoras de la tecnología este proceso le permite vincularse con el sector empresarial, en la búsqueda de soluciones dirigidas al desarrollo local.
• En el caso de Cuba, este proceso es de suma trascendencia, ya que necesitamos desarrollar una base tecnológica fuerte, y este desarrollo no depende sólo de las capacidades tecnológicas creadas internamente. Debemos, incrementar el nivel de proyección de las capacidades industriales y de servicios, así como optimizar la explotación de las instalaciones, para lo cual se precisa del acceso al equipamiento ideal en cada caso, empleando las materias primas, insumos y productos intermedios idóneos. Todos esos factores conjugados tributarían, inevitablemente, a un mayor desarrollo económico, sin necesidad de un divorcio entre la universidad y la empresa.
6. BIBLIOGRAFÍAS
• Albuquerque, F (1996). Desarrollo económico local y distribución del progreso. una respuesta a las exigencias del ajuste estructural, dirección de políticas y proyectos, ilpes, Santiago, Chile, 1996.
• Argote, L., E Ingram, P. Knowledge transfer: A basis for competitive advantage in firms, Organizational Behavior and Human Decision Processes, 2000, 82, pp. 150-169.
• Alhama Belamaric, R. capital humano, concepto e instrumentación. cuba siglo xxi, revista de trabajos científicos sobre diversas facetas de la sociedad cubana y latinoamericana. http://www.nodo50.org/cubasigloxxi/pensamiento/alhama_311204.htm, visitado el 17 de octubre de 2010.
• Alvesson, M. Knowledge work: ambiguity, image and identity. human relations, 2001, vol. 54, nº 7, págs. 863-886.
• Andreu, R. y Sieber, S. La gestión integral del conocimiento y del aprendizaje”. economía industrial, 1999, nº 326, págs. 63-72.
• Aroche Pérez, O. Consideraciones generales sobre la transferencia de tecnología tesis del diplomado aspectos jurídicos del sistema de ciencia e innovación tecnológica”, la habana, 1999, capítulo i, pp. 11-12.
• Betancourt Fernández, J D. Conceptos básicos sobre tecnología. revista de la universidad eafit, enero-febrero-marzo, 1998.
• Brown, J.S. y Duguid, P. Organizating knowledge. California management review, 1998, vol. 40, nº 3, spring, págs. 90-111.
• Bueno, E. La gestión del conocimiento en la nueva economía, en Gestión del conocimiento y capital intelectual. Experiencias en España, Instituto Universitario Euroforum Escorial, Madrid, 2000.
• Castro, C.; Neira, E. Fusiones empresariales y transferencia de conocimiento: análisis del caso Almirall-Prodesfarma. Economía Industrial, 2003, nº 352, pp. 163-174.
• Cazull Imbert, M. Gestión de la transferencia de tecnologías en la industria cubana del reciclaje: método y procedimientos. tesis presentada en opción al titulo de doctor en ciencias técnicas. Universidad Central “Marta Abreu” Las Villas. Cuba, 2008.
• Del Tío, J. Gestión del conocimiento aplicado al planeamiento estratégico en instituciones de educación superior. Universidad de Campinas. Tesis Doctoral, 216h. 2006.
• Donate, M J. Análisis de las relaciones entre la estrategia de gestión del conocimiento y la actitud innovadora de la empresa. Una investigación empírica. Tesis doctoral, 2007p. 24-58.
• Flax, J. “La organización de las instituciones científicas, entre la eficiencia y la justicia”. Cuadernos americanos, vol. 2, nº 62, marzo-abril. 1997.
• Faloh, R. Gestión de la innovación: una propuesta actualizada para el contexto iberoamericano. IBERGECYT 2006. La Habana, Cuba. 2006
• Handzic, M. Knowledge Management: A Research Framework. Second European Coference on Knowledge Management. Bled, Slovenia. 2001.
• Holtshouse, D. knowledge research issues, California management review, 1998, vol. 40, nº 3, spring, págs. 277-280.
• Gilson, L. Sistemas integrados de gestión del conocimiento organizacional. Universidad federal de Pernambuco. Tesis doctoral, 2006, 215 h.
• Goulart, M.L. Programa de pós-graduação em ciência da informação o tácito como conhecimento e seu modo de uso no labirinto organizacional contemporâneo estudo de caso da microcity. Belo horizonte universidad federal de minas Gerais. Tesis Doctoral, 2007, 245 h.
• Lara Díaz, E. Comercialización y evaluación de los activos de propiedad intelectual, academia de la OMPI sobre propiedad intelectual, la habana, 17 a 21 de abril del 2000.
• Lima Leite F C. Gestão do conhecimento científico no contexto acadêmico: roposta de um modelo conceitual. Universidade de Brasília Faculdade de economia, administração, contabilidade e ciência da informação. Brasilia. 2006.
• Lundvall, B.A. Los sistemas nacionales de innovación: relaciones y aprendizaje, en los sistemas de ciencia e innovación tecnológica. editado por el ministerio de la industria básica, la habana. 2006.
• Méndez Delgado, E. Desarrollo territorial y Local en Cuba. Comercio exterior, 2000.
• Muñoz-Seca, B. y Riverola, j. gestión del conocimiento. biblioteca iese de gestión de empresas, universidad de navarra, editorial folio.1997.
• Nonaka, I., Toyama, R. y Konno, N. Seci, ba and leardership: a unified model of dynamic knowledge creation. en nonaka, i. y teece, d.j.: managing industrial knowledge: creation, transfer and utilization. sage, Londres. 2001, págs. 145-169.
• Nonaka, I. y Takeuchi, h. the knowledge-creating company: how Japanese companies create the dynamics of innovation. Oxford university press, new york- oxford. 1995.
• Núñez Jover, J et al. Universidad, innovación y sociedad: la universidad cubana en el sistema nacional de innovación en cátedras de integración Andrés Bello, no. 4 convenio Andrés Bello, Bogotá, 2008, pp.123-184.
• Pan, S.L. y Scarbrought, H. Knowledge Management in Practice: An Exploratory Case Study. Technology Analysis & Strategic Management, vol. 11, nº3, 1996, págs. 359-374.
• Pérez-Bustamante, G. innovaciones evolutivas: su aplicación a las empresas de biotecnología españolas. tesis doctoral no publicada, Universidad de Oviedo. 1998.
• Prieto Pastor I. M. Una valorización de la gestión del conocimiento para el desarrollo de la capacidad de aprendizaje en las organizaciones: propuesta de un modelo integrador. tesis de doctorado. Universidad de Valladolid facultad de ciencias económicas y empresariales. Departamento de economía y administración de empresas. 2003. p 245.
• Peña, T. Contribución a las Unidades de Información en las Redes Organizaciones. Revista Venezolana de Gerencia. Año 11. No. 36. Universidad del Zulia. Maracaibo. Venezuela. 2006.
• Pereira, J.G. Um modelo de gestão do conhecimento em comunidades de prática para capacitação e assessoramento ao professor na área de informática na educação. Tese de doutorado. Universidad de Florianópolis. 2006, 258 h.
• Riverola, J. y Muñoz-Seca, b. gestión del aprendizaje y creatividad en las operaciones. harvard deusto business review, 1996, nº 71, págs. 92-103.
• Sierra Fernández, M. tratamiento contable de los activos intangibles en la iasc y en la asb, 2001, [en línea] 5campus.com, contabilidad internacional, http://www.5campus.com/leccion/containmate, visitado en junio de 2010.
• Sánchez Díaz De Rivera, J. Condiciones para el desarrollo de comunidades de construcción de conocimiento con el soporte del knowledge forum en entornos de Educación Superior. Tesis Doctoral. Barcelona. Universidad de Barcelona. 2009.
• Schulz, M. The uncertain relevance of newness: Organizational learning and knowledge. 2001
• Schulz, M. y Jobe L. A. Codification and tacitness as knowledge management strategies: An empirical exploration, Journal of High Technology Management Research, 2001, 12, pp. 139-165.
• Shoite, M. Institucionalização da gestão do conhecimento: um estudo das práticas gerenciais e suas contribuições para o poder de competição das empresas do setor elétrico-eletrônico. Universidade de são paulo faculdade de economia, administração e contabilidade departamento de administração programa de pós-graduação em administração. 2008.
• Szulanski, G. Sticky Knowledge. Barriers to Knowing in the firm. Sage Publications. 2003.
• Takeuchi, H. (2001): towards a universal management concept of knowledge. en Nonaka, I. y Teece, D.J.: managing industrial knowledge: creation, transfer and utilization. sage, londres. 2001, págs. 315-329.
• Vázquez barquero, A. Política económica local, ediciones pirámide, Madrid, 1993, p. 221.
• Winter, S.G. Knowledge and competence as strategic assets, en D.J. Teece (Ed), The Competitive Challenge: Strategies for Industrial Innovation and Renewal, 1987, pp. 159-184. Cambridge, MA: Ballinger.
• Zander, U. y Kogut, B. Knowledge and the speed of the transfer and imitation of organizational capabilities: An empirical test, Organization Science, 1995, 6, pp. 76-92.
|
Los autores interesados deben enviar sus textos en formato DOC a: lisette@eumed.net junto a un resumen actualizado de su CV.
Director |
|