Rodolfo Menés González (CV)
Profesor de Educación Plástica
Universidad de Ciencias Pedagógicas “Frank País García”, Cuba
rodolfom@ucp.sc.rimed.cu
Tania Silva Elías
Enrique Rizo Chig
RESUMEN
El articulo promueve la hermenéutica como presupuesto investigativo, a partir de su esencia básica, es decir, configurar la comprensión, explicación e investigación y la concepción intertextual icónica como modelación para estudiar el icono plástico (la obra plástica), ya que es uno de los referentes de la apreciación artística, y a su vez constituye una de las aristas para desarrollar la cultura artística estética; de hecho los educandos y los docentes se adentraría en el mundo de la alfabetización visual, o sea, gestionar desde diferentes ángulos los presupuestos de una cultura visual, ya que este mundo postmoderno lo impone, y estamos convocado a convivir con la información visual, que se encuentra por doquier. Además recoge los presupuestos de la didáctica de las humanidades como base para sistematizar las teorías y concepciones didácticas en el proceso de enseñanza-aprendizaje con un carácter desarrollador e interdisciplinario, a partir de la relación teórica y la práctica, que constituye la sistematización de los generadores hermenéuticos visuales, que se dividen en dos grupos: configuradores y diferenciadores.
Palabras claves: hermenéutica, intertextualidad, didáctica, icono plástico, generadores, configuradores, diferenciadores, sistematización.
INTRODUCCIÓN
El hombre desde sus primeros pasos a través de los tiempos determinó la posibilidad de las Artes Plásticas como fuente de inspiración en crear iconografía artística con fines estéticos, comunicativos, cognoscitivos, etcétera, a partir de las dos categorías básicas de la plástica: la apreciación y la creación; categorías que son inseparables, intervienen en un proceso único; de hecho es un proceso que se sustenta en el encuentro que sostiene el espectador o el interpretante con la obra plástica, o sea, establecer un encuentro dialógico con la iconicidad, que puede ser de factura planimétrica , volumétricas , espaciales y cinéticas , y así establecer el proceso de codificación y decodificación del icono plástico. Ahora bien, este proceso no puede mantenerse en abstracto; de por sí sólo el individuo es un creador consciente e inconsciente del arte, aspecto que cada día adquiere nuevas dimensiones por las exigencias de la época postecnológica, que contribuye a desplazar la iconicidad con una velocidad increíble por todo el mundo; de modo que nos ubicamos en la era del Internet mediático.
Sin embrago, la clave de explicar esto estaría en la máxima leninista que define el arte como un miembro activo de la conciencia social; aspecto que debemos instrumentar nuevos saberes desde el espacio áulico, a partir de los presupuestos teóricos de una ciencia de muchos años, pero que hoy adquiere diversos matices, nos estamos situando en la semiótica y sus tantas derivaciones; de aquí que estos autores asumen la semiótica visual . No obstante, a la par del arte también se tiene en cuenta a la filosofía, la religión, la moral, cómo miembro activo de la conciencia social.
¿Cómo se logran estos presupuestos?
A partir de la declaración de la Educación como un fenómeno social, la concebimos como una categoría externa de la sociedad y no cesa durante toda la vida del hombre (Chávez, J., 2005).
Es la educación, a partir de los tres pares dialécticos: lo instructivo-educativo, lo formativo-desarrollador y la socioindividualizadora; son las encargadas de ordenar el conocimiento a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes desde sus primeros caminos en la enseñanza primaria, luego continúan por la secundaria básica, posteriormente transitan por el tercer nivel de enseñanza; la preuniversitaria y finalmente por las universidades o las filiales universitarias.
En Cuba, a partir de las ultimas décadas está inmersa en una transformación educacional, de la cual se insertan nuevos métodos de aprendizaje, novedosas concepciones didácticas (asumimos la didáctica de las Humanidades), nuevos enfoques pedagógicos y psicológicos, fisiológicos, sociológicos con vista a que los educandos interactúen con el progreso de la técnica y la ciencia; también con los adelantos de la ciencias sociales. Ejemplos de estas relaciones, la encontramos a través de la informática, los medios audio visuales; que son unos medios poderosísimos en el proceso de enseñanza-aprendizaje por su utilidad a través de la combinación de la imagen con el sonido, en una armonía tal, que su lenguaje, al decir de J. Ferrés, “es más estimulante, complejo, agresivo y provocador que el lenguaje verbal “
En la enseñanza media preuniversitaria se evidencian con fuerza estos conceptos por las características psicológicas e intelectuales de los educandos, ya que es el sujeto que debe asumir el enfoque, que el conocimiento y el aprendizaje son producto de una construcción personal. (Piaget, 1950).
DESARROLLO
Consideramos que la hermenéutica y la intertextualidad son dos referentes a considerar en la enseñanza preuniversitaria producto al desarrollo acelerado de la ciencia que ha provocado nuevas exigencias en el conocimiento moderno y postmoderno; este último considerado una corriente filosófica que cada día se impone en la conciencia de los hombres y por supuesto es el arte, uno de los fenómenos que con mayor fuerza ha establecido sus códigos, sus teorías; de hecho las artes plásticas, poco a poco imponen novedosos códigos como concepción general y es la apreciación icono-plástica un presupuesto para desarrollar tales empeños del mundo de la visualidad, y una vez fomentado este referente teórico, estamos motivando un proceso de socialización con los mitos de la artes plásticas, que se perfila y se globaliza en la era postmoderna.
La hermenéutica como eje epistémico en el proceso de codificación de la iconografía plástica
El vocablo “hermenéutica” designó en su origen un arte o ciencia de la interpretación, especialmente de la literatura sagrada, es decir, el estudio de la comprensión de los textos, también trabaja la interpretación doctrinal del pensamiento.
En nuestro contexto educativo es poco comprendida e interpretada por sus disímiles enfoques que desde la antigüedad y hasta la contemporaneidad se esgrime y se complementa, aunque hoy en día es muy difícil evitar las polémicas epistemológicas sobre esta ciencia.
En la era moderna la hermenéutica es empleada en estudios teológicos -la exégesis-, en el campo de la filosofía, de la literatura; algo semejante ocurre en el universo de la creación artística, entre otros. Sin dudas, también nos posibilita valorar su carácter interdisciplinario y transdisciplinario como teoría, a partir de los aportes que proporcionan diversas teorías, como: la Informática, la lingüística, la Filosofía, el Análisis Lógico, el Arte, solo por citar algunos ejemplos.
Los estudios hermenéuticos han transitado por diferentes momentos históricos, y se precisa en las cuatro últimas décadas del siglo pasado y los primeros años de presente siglo XXI, estableciendo así seis formas básicas de definirlas y son:
Teorías de exégesis bíblicas.
Metodología filológica general.
Ciencia de toda comprensión lingüística.
Base metodológica de todas las disciplinas centradas en la interpretación del arte, hechos y escritos del hombre.
Fenomenología de la existencia y de la comprensión existencial.
Sistemas de interpretación para descifrar el significado de mitos y símbolos.
Estos presupuestos básicos de la hermenéutica fueron trabajado por diversos autores, a partir de su esencia, tales como, F. Schleiermacher (1768-1834) que reconoció a la hermenéutica como la ciencia de la interpretación, no sólo como un resultado filológico, sino general, capaz de ofrecer principios básicos para cualquier tipo de interpretación; también destacamos que Withelm Dithey (1833-1911), reconoció a la ciencia como una disciplina general que constituía la base para los estudios del arte (posición que asumimos), los hechos y escritos del hombre.
M. Heidegger subrayaba que toda interpretación hermenéutica es temporal, intencional e histórica y utilizó el método fenomenológico para la interpretación de la existencia humana. Otro de los clásicos que matizó a la hermenéutica fue: Hans-Georg Gadamer (1900-2002) que relaciona la ciencia con la estética y la filosofía a través del concepto de “conciencia operativa”, además observó la interpretación como un acto personal, también se destacaron Luigi Pareyson (1918-1991), el francés Paul Ricour (1913), entre otros.
La hermenéutica a través de su particularidad y sus fundamentos puede incidir en el proceso de codificación de la obra de arte, especialmente en la apreciación del icono plástico, de aquí que respaldamos los criterios del alemán W. Dilthey quien desarrolló el “círculo hermenéutico” como el movimiento del proceso interpretativo del todo a sus partes y viceversa. A partir de aquí, se propone su redimensionamiento en el texto –defendemos la obra plástica como un texto icónico – para el desarrollo del proceso de codificación del icono plástico desde la comprensión, la explicación y la interpretación, donde se precisan los siguientes conceptos:
Compresión: Es el modo de aprehensión de la obra como texto icónico, es un método para un primer acercamiento al autor de la obra, y constituye una imagen totalizadora del objeto como obras planimétricas, volumétricas, espaciales y cinéticas. Se sustenta en el campo de lo visual, en el análisis senso-perceptual y la caracterización epistemológica de la obra.
Explicación: Se significan las ideas, los hechos, los valores de la obra, como; los de carácter histórico, estético, ideológico y cultural. Se contemplan las relaciones causales de la obra. En el segundo nivel de explicación hermenéutica encontraremos las relaciones de las categorías contenido- forma, ya que constituye por su naturaleza en un proceso analítico para codificar los rasgos esenciales de la obra y poder entender con mayor profundidad el comportamiento epistemológico de la obra plástica y visual.
Interpretación: Constituye el desarrollo y la materialización de la comprensión y la explicación como síntesis de ellas y permite la conformación de nuevos códigos de codificación.
Toda interpretación de un proceso es un fenómeno complejo y manifiesta dos enfoques de la teoría hermenéutica: primero, qué es lo que implica el hecho de interpretar un objeto y segundo, qué es la interpretación en sí misma. (Matos, E. 2004).
Atendiendo a lo que implica el hecho de interpretar (codificar y decodificar) una obra plástica –texto icónico-, presentamos dos dimensiones en el tratamiento hermenéutico:
La dimensión empírica-formal: su punto de partida lo constituye la relación del proceso de codificación de los datos senso-perceptuales, pasando por lo semiótico para la obtención de los datos del lenguaje icónico y ejemplificar las características del icono (determinar sus particularidades) o el conjunto de la iconicidad que se personifica en la obra plástica, además plantear los principios de la orientación metodológica de la aplicación de los elementos constitutivos de la forma.
La dimensión teórica-conceptual: permite la interpretación de la obra desde sus bases epistemológicas, y su base dialéctica existente entre la teoría de mediación triádica del sujeto (creador) —objeto (obra plástica) ---sujeto (interpretante, o lector visual), además se define las fortalezas axiológicas de los iconos plásticos y establecer las relaciones verbo icónicas, que no es más que el fundamento argumentativo del icono plástico.
La apreciación intertextual icónica o apreciación icono-plástica como proceso de codificación de la obra plástica
La intertextualidad, que no es más que la entidad de textos escuchados, observados (icónicos), leídos o dialogados.
Cada texto constituye una unidad estructurada por nexos dotados de sentido e intención comunicativa, que se caracteriza por su cierre semántico y para su comprensión se acude a pistas gráficas, sonoras, icónicas, entre otras. Así es dable hablar de la lectura de hechos, discursos literarios, artísticos, de actitudes y contextos, de imágenes cinéticas y otras (Manalich, 2003).
Todo texto es absorción y transformación de otro texto, si en lugar de la noción de intersubjetividad se instala al de intertextualidad, de aquí que podemos citar algunas dimensiones de la obra que al respecto ejemplificamos: iconotextuales, intertexto, paratextualidad, fonotextual, matetextual, hipertextualidad, architextualidad, entre otras. Todos estos referentes teóricos nos posibilitan de cómo concebir el icono, para hilvanar un proceso interdisciplinario, desde luego hay que tener presente las especificidades o singularidad del icono, además son vías que el educador debe tener en cuenta para enriquecer su actividad docente, es decir, la clase.
De estas dimensiones, la que asumimos es la iconotextualidad por sus potencialidades en el orden cognitivo y axiológico, ¿por qué olvidar el texto icónico como acceso al conocimiento y vía para la formación de valores?
Este carácter abierto de los diferentes tipos de discursos, aporta otra clave para su enseñanza, en el caso de la clase de literatura o de arte debe ser ante todo, un taller, un taller que desarrolle la capacidad de apreciación y de análisis puesto que su valor primario es perceptual.
No obstante, para tener una mayor claridad teórica, se consultaron los planes de estudios de los dos primeros años de la enseñanza preuniversitaria, aspectos que nos percatamos que aún no se trabaja con todas las potencialidades del texto y sus derivaciones (la intertextualidad, fundamentalmente la apreciación del icono plástico), elemento que se observa en los fundamentos de los objetivos formativos, asunto que se puede profundizar en otro momento.
La apreciación icono-plástica conjuntamente con los códigos verbales puede transmitir diversas ventajas en la esfera cognitiva de los estudiantes y la dividimos en tres: en lo visuales, fisiológicas y cognitivas.
Visuales: se refiere a la ventaja de representar las ideas, puntos de vista y la solución de problemas por medio de modos de representación, basados más en la representación gráfica, que en la lingüística. Intuitivamente podemos percibir que hay algunos casos que se explican mejor de forma visual que verbal. Aunque con el empleo del lenguaje verbo icónico brinda la oportunidad de ajustar el formato a las actividades de aprendizaje de una manera mucho más productiva y efectiva.
Fisiológicas: algunos autores atribuyen las grandes ventajas del código verbal e icónico a los mecanismos fisiológicos. Sless (1981) nos recuerda que el ojo humano está muy adaptado al reconocimiento de patrones, pero carece de habilidades para hacer juicios cualitativos, o sea, es una necesidad de educarlo a través de nuevos códigos.
Cognitivos: se refiere a capacidades mentales que se aplican sobre materiales verbo icónicos que son particularmente adecuadas por lo que se tiene que aprender; por ejemplo, el mejor tratamiento a los diversos combates que enfrentó el General Antonio Maceo a través de la obra pictórica “La Muerte de Maceo” del pintor cubano Armando Menocal, aspecto que interviene dos proceso, es decir, la relación con la historia y los aspectos formales, que no es más que resaltar los valores de la obra.
Es importante destacar lo que significa el acto de decodificación en la apreciación icono-plástica, de aquí damos a conocer tres niveles:
Primer nivel: el estudio del icono, es decir, establecer el lenguaje del icono, a partir de sus características como: Iconicidad-Abstracción, Monosemia-Polisemia, Estereotipo-Originalidad, también hay que tener en cuenta la estructura del icono, las funciones del icono, etcétera. Y los procesos semióticos, a través de los símbolos, signos y los códigos.
El segundo nivel: está basado en el análisis formal, es decir, buscar las relaciones causales entre los generadores hermenéuticos visuales configuradores y los diferenciadores, la composición, F/F, y las leyes de organización perceptivas.
El tercer nivel: es la relación conceptual basada en la configuración o estructuración de nuevos códigos de decodificación, a partir de los sustentos epistemológicos y axiológicos de la obra.
La Didáctica de las Humanidades una vía para desarrollar el proceso de codificación y decodificación del icono plástico en la enseñanza
Hablar de didáctica, es reflexionar en cuanto al proceso de enseñanza- aprendizaje desde diferentes ángulos, es un proceso complejo, multifactorial, de múltiples interacciones, elemento este que exige buscar múltiples alternativas que deban analizarse en función de los resultados esperados y así activar los procesos necesarios para alcanzarlos.
Una de esta alternativa, es sin duda la teoría y la práctica, que por demás constituye un problema central de la didáctica, y la investigación está sustentada sobre la base de la didáctica de las Humanidades; ya que el Arte es uno de los componentes de esta ciencia, al igual que la Historia, la Literatura, el Español y el Idioma Inglés.
Retomando la concepción de la teoría y la práctica por la importancia de nuestra investigación, ya que la apreciación artística se desarrolla bajo estos presupuestos y la apreciación icono-plástica es una parte integrante de la apreciación artística, además para desarrollar estos presupuestos hay que tener en cuenta la relación existente entre pensamiento y acción, también entre percepción y memoria; ya que constituyen los presupuestos de objetividad y subjetividad del sujeto creador como principal protagonista de la imagen artística, es decir, la obra plástica, todo desde la primera acción, y como segunda acción interviene el interpretante, de hecho este sujeto establece el primer diálogo con el icono, o sea, prediseña el proceso de codificación dialógica visual y establece el ritmo del proceso de decodificación exegética visual, todo a través del desarrollo de la actividad cómo proceso cognitivo.
Sin embargo, es la actividad, un proceso cognitivo, e interviene la comunicación a través del lenguaje (verbo icónica), de la cual constituye un eslabón para cultivar el conocimiento desde una visión integradora e interdisciplinaria, a partir de su esencia interpretativa, aspecto que ejerce una influencia educativa y crea patrones de buenas relaciones humanas, que se establecen en el proceso de actividad conjunta.
La relación dialéctica entre la actividad y la comunicación, que es observada entre el vínculo profesor-estudiante, estudiante-estudiante, estudiante-conocimiento, estudiante-vivencia, estudiante-práctica concreta (Advine, F., 2004). Relaciones que por su naturaleza es sistémica y holística, de modo que el proceso es único y multifactorial, a partir de la intervención de los procesos psíquicos pedagógicos de los agentes mediadores que lo compone todo el personar que participa en proceso docente educativo del centro escolar.
Sin embargo, para estimular estos presupuestos desde las artes plásticas en el contexto pedagógico, es necesario ocuparse del concepto de apreciación icono-plástica, que se expresa de la siguiente manera: Está enmarcada en el proceso del diálogo armónico y holístico de construcción continua en lo artístico - estético de la obra plástica, sustentado por el movimiento de funciones didácticas orientadas desde la expresión- interpretación- comunicación visual, hacia la codificación, decodificación y transdecodificación de forma contextualizada por el sujeto, que al ser sistematizada favorece al desarrollo de la formación artística estética desde el contexto pedagógico.(Menés, R., 2011).
En la apreciación icono-plástica se origina una relación dialéctica en forma de mediación triádica o triangular, es decir, la interacción entre más de un elemento, de aquí formulamos nuestra propuesta:
La primera lo constituye la relación entre el “docente—objeto (obra plástica) —dicente”.
La segunda se ocupa de la relación entre el “autor (creador) —objeto (obra plástica) —docente-dicente (interpretante o cocreador)”.
La tercera se hilvana en la relación entre dicente- objeto (obra plástica)-.dicente. (Menés, R., 2010).
Indudablemente esta mediación triádica es significativa para establecer los nexos y eslabones del proceso de lectura o interpretación del icono plástico, en aras de aplicar los códigos y símbolos existentes de las diversas expresiones de la obra plástica, a partir de su contexto artístico estético; contexto que puede ser de carácter docente, extradocente y extracurricular, de hecho es una mediación de obligada función, en otro sentido es lograr una coherencia visual y acabada desde el fundamento argumentativo artístico pedagógico.
Por último, consideramos que el proceso de enseñanza-aprendizaje se concreta en una situación creada para que el estudiante aprenda a aprender, saber hacer y saber crear. Es un proceso dialéctico donde se crean situaciones, para que el sujeto se apropie de las herramientas que le permitan operar con la realidad y enfrentar al mundo con una actitud científica, personalizada y creadora.
CONCLUSIONES
Desarrollar la apreciación icono-plástica en la enseñanza preuniversitaria, abre el espacio al conocimiento artístico-estético, además multiplica la relación interdisciplinaria en el área de las humanidades; desarrolla la comunicación verbo icónica, es decir, desarrollar las habilidades de la argumentación artístico pedagógica.
También les permite a los estudiantes realizar sus interpretaciones del los iconos plásticos y visuales, y así puedan construir sus conocimientos, en aras de desarrollar una cultura artística estética, como un eje de la dimensión del desarrollo humano; de hecho no es el único, pero sí lo significamos como de gran valor, de aquí que puede reforzar los niveles cognitivos y espirituales de los estudiantes, aspectos que deben ser sistematizado, o sea, interpretar los fenómenos de la vida artística y cultural, y así lograr una cultura general integral.
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