Mayelín Cabezas Salmon
Institución: UCP “Frank País García”, Cuba
mayelinc@ucp.scu.rimed.cu
Fabio Meriño Benavides
Institución: UCF “Manuel Fajardo”, Cuba
fmerinob@iscf.ciges.inf.cu
RESUMEN
Las reflexiones que se realizan, son el resultado de las indagaciones realizadas por los autores de la temática abordada. Teniendo en cuenta que la formación inicial del maestro primario desde la interdisciplinaria ha sido menos investigada. De ahí que la preparación interdisciplinaria del maestro primario, es uno de los retos de primer orden en los educadores del siglo XXI que lo convertirán en docentes capaces de dirigir el proceso con un carácter formativo integrador e interdisciplinario. Es objetivo de los autores reflexionar sobre lo favorable que sería para el maestro primario desarrollar un pensamiento pedagógico interdisciplinario
Palabras claves: Formación, pensamiento complejo, interdisciplinariedad, maestro primario, colectivo pedagógico, desempeño interdisciplinario.
Abstract
The reflections are made, are the result of inquiries made by the authors of the topics addressed. Given that initial teacher training from the interdisciplinary primary has been less investigated. Hence the interdisciplinary primary teacher training is one of the challenges of first order in the twenty-first century educators that teachers become able to direct the training process with an inclusive and interdisciplinary nature. It is the aim of the authors reflect on what it would be favorable for developing a primary master interdisciplinary educational thought
Keywords: Training, complex thinking, interdisciplinary, primary teacher, pedagogical collective, interdisciplinary performance.
La interdisciplinariedad se ha trabajado por disímiles investigadores a lo largo de la historia. La dinámica del mundo contemporáneo ha exigido una comprensión más profunda de los fenómenos y suceso del mundo del siglo XXI por lo que los científicos recurrieron al enfoque interdisciplinario para su interpretación. La cual está relacionada con los esfuerzos realizados por el hombre en pos de integrar situaciones y aspectos conformes a la práctica científica social donde las soluciones exigen un conocimiento integral. Lo que conlleva a la elaboración de enfoques más idóneos que ha permitido la pluralidad de las disciplinas independientemente de sus métodos.
Entre las definiciones que podemos encontrar de interdisciplinariedad tenemos la aportada por el Colectivo de autores del ICCP (1984), “ La interdisciplinariedad o ínter materias es aquella que establece la formación de sistema de conocimientos, hábitos y habilidades; que sirven de base a todas las cualidades esenciales significativas, en otras palabras: estos conocimientos, hábitos y habilidades de las distintas materias, están integrados en sistemas que necesariamente deben coordinarse, de tal modo, que permitan formar en el estudiante un sistema generalizado de conocimiento integrado en su concepción del mundo”.
Las relaciones interdisciplinarias tienen sus antecedentes en el ámbito nacional como internacional como “Relaciones intermaterias” y otras denominaciones. La interdisciplinariedad desde el punto de vista conceptual ha sido utilizados por distintos autores tales como: (Fiallo, 1996; Mañalich, 1997; F. Addine, 1998; Valcárcel, 1998; Núñez Jover, 1999; Fernández de Alaiza, 2000; Salazar Fernández, 2004). Es un tema remoto y de gran relevancia por lo que los pedagogos empezaron a buscar nuevas vías para reducir la especialización y solo hasta la década del 60 es que organismos internacionales de educación comienzan a contribuir al movimiento interdisciplinario, fenómeno que cobra auge en la década del 70. Esto se evidencia en los encuentros celebrados por la UNESCO y la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico).
1 UNESCO 1968 en la Conferencia Internacional sobre la Educación celebrada en París, se pide a los estados miembros “atribuyan una mayor importancia a los proyectos de investigación interdisciplinarias”.
2 UNESCO 1970 realizó un seminario internacional en Costa de Marfil sobre la formación de maestros por y para la interdisciplinariedad.
3 El Centro para la Investigación e Innovación de la Enseñanza perteneciente a la OCDE, 1970 realizó un seminario internacional en Niza sobre el tema “ La interdisciplinariedad en las universidades”
4 UNESCO 1972 se edita el libro” Nuevas tendencias en la integración de la enseñanza de las ciencias”.
Del análisis realizado se desprenden dos maneras de analizar la interdisciplinariedad en el proceso pedagógico: una que toma en cuenta el desarrollo histórico de la ciencia y la otra está dada en el modo en que se llevan a cabo en el proceso de desempeño profesional. De las posturas anteriores se asume la lógica para concebir la interdisciplinariedad en la formación del maestro primario precisamente a partir del modo de actuación interdisciplinario en nuestros estudiantes que le permita asumir responsablemente su formación de una forma más integral a partir de la integración curricular.
La autora M. Fernández, (1994) precisa que la interdisciplinariedad “es principio de todo diseño curricular y método didáctico que debe ser asumido por los profesores y alumnos”. Desde la perspectiva del diseño curricular para Álvarez de Zayas, (1995) esclarece que “la interdisciplinariedad puede ser abordada desde un diagnóstico que establece problemas y necesidades para proyectar objetivos, contenidos, métodos, medios, formas de organización y evaluación” esta consideración es significativa; este autor en sus obras realiza un exhaustivo análisis donde señaliza las dificultades que aún persisten para el logro de la misma.
Estando centrada desde insuficiente motivación del alumno ante situaciones de aprendizaje, sistema de actividades cerradas e insuficiente aprovechamiento al máximo de los conocimientos previos, vivencias y experiencia del alumno. Situación que aún persiste en el desarrollo del proceso docente educativo; específicamente en nuestro objeto de investigación.
Núñez Jover (1998), comprende la interdisciplinariedad; no solo como “relaciones diplomáticas” entre disciplinas y grupos de especialistas diversos, por el contrario, se asocia a la cooperación orgánica entre miembros de un equipo, lógica específica de comunicación, barreras que se suprimen, fecundación mutua entre prácticas y saberes”.
Otros autores tales como (Valcárcel, N, 1998) plantea que “constituye el soporte básico de su didáctica, como consecuencia de establecer la cooperación entre los procesos docente, metodológico e investigativo para el tratamiento y solución de un problema científico-profesional, lo cual significa la articulación e integración de conocimientos, asumir nuevos puntos de vista, métodos, habilidades, valores, etc.” Todas estas definiciones realzan la importancia y significación que puede alcanzar en el desempeño profesional del docente en cualquier educación y en el tratamiento a la interdisciplinariedad en su modo de actuación.
F. Perera Cumera. (2000) señala: “Es responsabilidad del profesor un proceder metodológico adecuado para conjurar los peligros que conlleva la interdisciplinariedad como la tendencia excesiva a la generalización y un verbalismo que disimule conocimientos insuficientes cuando se presentan y exigen mecánicamente conocimientos de síntesis”. Elemento que evidencia la necesidad de transformaciones elementales en la forma de pensar y actuar en los docentes, que viabilicen en su accionar un modo de actuación interdisciplinario, más allá de la integración entre disciplinas.
Por su parte Marta Álvarez (2002), considera que la interdisciplinariedad surge como resultado de dos motivaciones fundamentales: una académica (epistemológica) y la otra instrumental. La primera tiene como objetivo la reunificación del saber y el logro de un cuadro conceptual global; mientras que la segunda pretende investigar multilateralmente la realidad, dado en el propio carácter variado, multifacético y complejo de la misma y la necesidad de obtener un saber rápidamente aplicable, en consonancia con la progresiva interrelación ciencia, tecnología y sociedad.
De la sistematización realizada se denota que en el contexto del proceso docente- educativo el concepto de interdisciplinariedad abarca no solo los nexos que se pueden establecer entre los sistemas de conocimientos de una disciplinas y otra, sino también aquellos vínculos que se pueden crear entre los modelos de actuación, formas de pensar, cualidades, valores y puntos de vistas. Los aspectos anteriores constatan la diferencia de alcance entre la relación ínter materias y la interdisciplinariedad y se debe abordar como tal, por lo que no se comparte su tratamiento de manera indistinta, se debe distinguir uno de otro y así se considera para esta investigación.
Álvarez, M y Mañalich, R;(2000), exhortan a la necesidad de diferenciar entre la interdisciplinariedad científica e interdisciplinariedad escolar, donde en esta última revela las condiciones que esencialmente caracterizan el proceso de apropiación de la cultura general y de la transformación y desarrollo de la personalidad del alumno.
Entre los estudiosos del tema que consideran que la interdisciplinariedad existe y que es posible realizarla, se encuentra las destacada investigadora brasileña I. Fazenda, (1994) que plantea “la interdisciplinariedad es una relación de reciprocidad, de mutualidad que presupone una actitud diferente a ser asumida frente al problema del conocimiento, o sea es una sustitución de una concepción fragmentaria por una unitaria del ser humano. Donde la importancia metodológica es indiscutible, por eso es necesario no hacer de ella un fin, pues la interdisciplinariedad no se enseña ni se aprende, apenas se vive, se ejerce, por eso exige una nueva pedagogía, una nueva comunicación.” (Citada por Fiallo, 2004)
Una de las problemáticas fundamentales que revela la interdisciplinariedad desde el contexto escolar reside precisamente en la integración de los contenidos de las ciencias para el análisis de los fenómenos, deviniendo objeto de estudio y procedimientos comunes y una construcción teórica más integrada de la realidad educativa. (Salazar, D, 2004). Es precisamente el establecimiento de un ¨ interobjeto¨ (Fernández Pérez, 1994); (Mañalich, 1997) como expresión de las relaciones de todas las disciplinas con el objeto y entre ellas, que constituye un contenido sustancial en su desarrollo histórico en ciertos ámbitos científicos y prácticos.
Dr. F. Cumera en su obra explica que es imposible lograr cambios en los procesos educativos desde posiciones tradicionales, estos cambios deben estar encaminados a revisar y cambiar las concepciones sobre la formación de los profesores, pues una de las premisas para logra las transformaciones es su adecuada preparación, como principales encargados de ejecutarla; prestar mayor atención en el campo de la investigaciones de la Didáctica General y de las didácticas particulares a los problema de la formación y superación interdisciplinaria de los maestros, profesores y directivos”.
Este autor apunta a la necesidad en las transformaciones profundas del profesor para que le permita al estudiante situarse en los problemas de su profesión y entender los vínculos que une a los fenómenos aparentemente inconexos. Por lo que propone el principio interdisciplinario-profesional, que dirige al el PEA hacia la preparación del futuro profesional. Abordándolo solo en la relación desde las Ciencias y los problemas relacionados con la profesión en la disciplina de Física para la carrera de Biología.
Luego plantea que: “es erróneo considerar el enfoque profesional y la interdisciplinariedad como dos aspectos diferentes de la formación profesional. Una formación profesional disciplinaria y fragmentaria, tal como sucede en la actualidad, no puede proporcionar al estudiante una formación interdisciplinaria”. Lo anterior implica una nueva forma de concebir la formación del maestro primario para nuestra sociedad.
Estos aspectos resultan válidos para esta investigación, se integra a ello los rasgos del pensamiento complejo según Edgar Morín, (1990) el cual debe alcanzarse en todo profesional encargado de la formación integral de las nuevas generaciones. Con el propósito de lograr la interpretación de la realidad desde una nueva concepción, se incrementa el interés por el desarrollo del enfoque interdisciplinario lo que significó la fragmentación del conocimiento y su aplicación en la educación, lo que supuso un mayor interés por el impacto social que podía tener el trabajo interdisciplinario.
Diana Salazar Fernández, (2001) incursiona en la formación interdisciplinaria del profesor de Biología pera específicamente en la actividad científico investigativa relacionado con el desarrollo del desempeño interdisciplinario. Otros autores han trabajado esta problemática, ejemplo de ello tenemos en el año 2005 la tesis de la autora Marta Güemez Junco (2005), donde propone un modelo de cooperación interdisciplinaria para el perfeccionamiento del desempeño del docente en la formación inicial del PGI de secundaria básica.
D. Licea Milán (2006) propone la relación interdisciplinaria en el tratamiento de los conocimientos históricos y su aporte al desarrollo de la cultura histórico - profesional, propone un modelo didáctico de relaciones interdisciplinarias desde la enseñanza de la Historia para la formación interdisciplinar – historicista. En la Educación Infantil específicamente en la educación de preescolar por Blanca N. Martínez Rubio (2004) en la formación de saberes interdisciplinarios en los estudiantes de la carrera Licenciatura en Educación Preescolar.
Los temas tratados en las diferentes educaciones evidencian insuficiencias en la incursión por los investigadores del trabajo interdisciplinario en la formación inicial del maestro primario. Se puede constatar que a pesar del enfoque integrador que exige este modelo de formación del maestro primario, no aparece de forma explícita ni en la caracterización de la profesión, ni en los objetivos formativos generales cómo desde la integración de los contenidos desarrollar la formación interdisciplinaria.
Los contenidos aparecen distribuidos fragmentadamente, por áreas, disciplinas y asignaturas; de manera que la práctica pedagógica real no facilita la formación interdisciplinaria que contribuya al desarrollo del pensamiento interdisciplinario que garantice la calidad del desempeño profesional en su objeto social.
Teniendo en cuenta que la interdisciplinariedad es: Fiallo, (1996) “una vía efectiva que contribuye al logro de la relación mutua del sistema de conceptos, leyes, teorías que abordan en la escuela, además permiten garantizar un sistema general de conocimientos y habilidades, tanto de carácter intelectual como práctico, así como un sistema de valores, convicciones y las relaciones hacia un mundo real y objetivo que le corresponde vivir y en la última instancia, como aspecto esencial, desarrollar en los estudiantes una formación laboral que le permita preparase plenamente para la vida”.
Se infiere que las relaciones interdisciplinarias es una vía que contribuye a la formación de conceptos comunes entre las asignaturas. La esencia del trabajo interdisciplinario se comprende por los autores que radica en el dominio por el docente de cada asignatura que integra el currículo y en esta misma dirección, se materializa en los modos de actuación para interpretar ny6 resolver los problemas de la práctica educativa, donde la interdisciplinariedad debe ser asumida por el colectivo pedagógico como un principio pedagógico siendo la vía del perfeccionamiento de la formación del mismo.
Luego del análisis exhaustivo a las bibliografías consultadas, se denota necesidad del trabajo interdisciplinario en la formación docente. Para lograr esta tarea el colectivo pedagógico que interactúa con los maestros en formación inicial debe centrar sus esfuerzos al tratamiento interdisciplinario de las disciplinas para el cumplimiento de los objetivos por año. Su labor debe estar concebida desde la tónica de la revisión íntegra de los programas de las asignaturas y la construcción de actividades novedosas que se traduzcan en trabajos de estudio independientes que propicien la construcción del conocimiento por el alumno a partir de la búsqueda e indagación de lo nuevo que han de descubrir, mediante la lectura de las bibliografías y la investigación académica.
Evolución histórica de la formación profesional del maestro primario en Cuba
En Cuba el tema de la formación de profesores han sido tratado por diferentes autores entre ellos: González, García R. L. (1996) Parra V .I. (1997); Chirino M. V. (1997); Segarte A .L. (1999); Kraftchenko. O. (1999); Martínez A.M. (2000); y otros, que se han consultado para la realización de esta investigación en el campo internacional, autores como: Stenhouse L. (1985-1987); Pérez A .I. (1987); W. (1992); Pérez C. L. (1995); Gimeno S. (1995) Imbermon (1998); Monereo C. (1998); y otros que han servido de referencia para los fundamentos teóricos de esta tesis.
En la comunidad científica se concuerda que la formación es la categoría principal de la educación pues aporta a la pedagogía el tratamiento acerca de la educabilidad del hombre. Su función esencial es proporcionar la imagen del hombre a que aspira la sociedad, destacándose esta categoría la dimensión axiológica de la educación. El hombre aprende a ser y por lo tanto hay que formarlo desde las influencias que recibe en la sociedad capaz de dotarlo de valores y prepararlo para la vida. Tanto la filosofía como la pedagogía consideran el proceso formativo como interactivo; medio por donde se produce el tránsito de lo externo a lo interno; resultando como producto la apropiación de las particularidades y cualidades que distinguen al estudiante.
Se entiende la categoría apropiación como las diversas formas y recursos a través de los cuales el sujeto de forma activa y en íntima interrelación con los demás hacen suyos los conocimientos, técnicas, actitudes, valore los ideales de la sociedad y convierte en cualidades personales la cultura que caracteriza la sociedad en que viven.
Se ha entendido por las literaturas especializadas en esta temática a la formación como un proceso que tiene como máxima pretensión el desarrollo de las potencialidades del individuo. Donde se destaca la participación activa del sujeto, en la interacción con otros y la posición reflexiva y auto reflexiva que asume. Donde estos autores relacionan la formación con los procesos de desarrollo y educación por lo que la formación conlleva al desarrollo y este se logra a través de la educación.
En el campo de la pedagogía se han considerado los aportes de diferentes autores acerca de la categoría formación (G. Ferry, 1997; Bernard Honore, Lothelier, citados por Moreno, 2003; Vaillant, 2001 y otros).
En sus definiciones se valora la formación como un proceso, una función o una capacidad evolutiva, como una actividad que tiene como máxima pretensión el desarrollo de las potencialidades del individuo. Investigaciones actuales abordan la formación, como un complejo proceso de construcción activa de la subjetividad de los implicados en cualquier proceso formativo; también se ha trabajado la formación ciudadana de escolares primarios (R. Venet, 2003), la formación científico - profesional de estudiantes universitarios de Psicología (R. Dusú, 2004). Otros estudiosos la entienden como la orientación del desarrollo hacia el logro de los objetivos de la educación, donde se expresa la dirección del desarrollo, es decir hacia donde este debe dirigirse. Entre las categorías formación y desarrollo existe una unidad dialéctica. El desarrollo responde a regularidades internas del proceso que se trate y la formación está más ligada a las propias regularidades del proceso educativo.
Para Baxter. E (1989), Labarrere G (1998), Cánovas L. (2002), la formación es el resultado de un conjunto de actividades organizadas de modo sistemático y coherente; que le permiten al individuo poder actuar de manera consciente y creadora; esto es lo que garantiza la preparación para desempeñarse como un sujeto activo de su aprendizaje. Horrutinier, P. (2006), al referirse al proceso de formación profesional subraya lo que él contextualiza como formación en la Educación Superior Cubana, enfatizando en que este no solo tiene que ver con el desempeño profesional, sino que su alcance es mucho mayor.
Tiene como propósito el desarrollo integral del estudiante y como resultado la apropiación de conocimientos, hábitos, habilidades y cualidades que indican un desarrollo determinado del sujeto. Reconociendo el proceso desde las dimensiones instructivas,
a y educativa. No se ha teorizado suficientemente sobre la formación poniendo la mirada en la influencia de la integración curricular en el desarrollo del proceso pedagógico. Como nivel intermedio entre el proceso pedagógico a nivel áulico desde el tratamiento de las asignaturas del currículo y lo individual en el análisis sobre la formación profesional. Por lo que las exigencias actuales demandan profundizar en el proceso de formación del docente, teniendo en cuenta que éste a su vez se forma para dirigir el proceso formativo en grupos de sujetos en la enseñanza para la que se le prepara.
En la Psicología la categoría formación ha sido abordada en los estudios realizados por Elkonin, F. González y Lidia Bozhovich, esta última analiza las etapas de la formación en el proceso evolutivo del individuo, destacando la capacidad de comportarse de forma independiente valorando la formación de la personalidad como un proceso. En la Pedagogía prestigiosos autores han considerado la formación como un proceso, una función o una capacidad evolutiva donde su mayor demanda esta dada en el desarrollo de las potencialidades del individuo. La formación de maestros es un proceso que se configura a partir de situaciones concretas del desarrollo de las ciencias pedagógicas, la práctica educativa; de la comunicación; de la toma de conciencia orientada a conocer, comprender, explicar y valorar, así como transformar la realidad desde la educación del ciudadano (Calzado Lahera, 2001).
Investigadores cubanos de la educación han profundizado en el estudio sobre la formación del docente y han aportado experiencias para elevar la calidad de estos profesionales y consecuentemente. Contribuir al desarrollo de la calidad educacional del país (Blanco Pérez A, Rescarey Fernández S, Chirino Ramos M. V, Addine Fernández F, García Batista G, García Ramis L, Parra Vigo I).
Ibermón, F (1994) citado por Gómez Avizate; M. L. (2006) en su libro “la formación permanente en el desarrollo profesional del doctorado”, analiza el desarrollo profesional del profesorado en dos etapas; la primera relacionadas con el desarrollo profesional de los profesores noveles y como segunda etapa la del desarrollo del profesorado experimentado. En su propuesta este autor presupone la necesaria integración de los currículos, desde la formación inicial y permanente.
La Educación Superior desarrolla de forma responsable a través de la universidades de ciencias pedagógicas, la formación del maestro primario, para esta investigación se asumen los criterios de F. Addine y G, García, 2005 donde la formación actual del docente es un proceso de profesionalización debido a su rápida inclusión en la práctica como maestros en formación. Por lo que la formación enuncia la dirección del desarrollo, es decir, hasta dónde este debe dirigirse. No solo se hace referencia en este caso a aprendizajes particulares, destrezas o habilidades. Estos constituyen medios para lograr la formación del hombre como un ser pleno. Teniendo en cuenta la unidad dialéctica entre estas dos categorías; se conoce que toda formación implica un desarrollo y todo desarrollo conduce en última instancia a una formación de orden superior.
Al caracterizar el proceso de formación inicial del maestro primario se toman en cuenta los criterios de autores como Giovanis, V. (2003), Guillermo, C. G. (2006), Alexis, C. (2008), sobre las cuatro etapas por la que transita la formación del maestro primario; y a partir de lo cual proyecta el análisis del proceso pedagógico desde la potencialización de la integración de los contenidos del ejercicio de la profesión.
Se comparte la definición que ofrece la investigadora cubana M. V. Chirino Ramos (2002) sobre la formación inicial, donde se patentizan los elementos esenciales que tipifican este proceso. Dicha definición plantea que: “... como parte de la formación permanente, la formación inicial se refiere a la formación de pre – grado. Considerando este elemento distintivo, la formación inicial del profesional de la educación, es entendida como el proceso de apropiación de conocimientos, habilidades, valores y métodos de trabajo pedagógico que prepara al estudiante para el ejercicio de las funciones profesionales pedagógicas y se expresa mediante el modo de actuación profesional que va desarrollando a lo largo de la carrera”.
En América y el Caribe muchos profesionales se han encargado de profundizar en el estudio de las problemáticas que subsisten en la formación inicial; al igual que en el tema de la interdisciplinariedad que ha sido de constante preocupación en la comunidad científica. Destacándose en nuestro país las investigaciones relacionadas con las propuestas de soluciones para desde el currículo de la formación del profesional de educación elevar la calidad de su formación; lo que revela la actualidad y vigencia del tema. A partir del proceso de análisis y del estudio comparado de los trabajos desarrollados por los especialistas antes referidos así como la revisión bibliográfica realizada de autores nacionales e internacionales. Se constataron como principales tendencias en la formación del profesional de la educación:
1 Necesidad de que la educación contemporánea se caracterice tanto en la estructuración curricular como en el desarrollo metodológico por la integración de contenidos que faciliten una reflexión reflexiva y crítica de la realidad.
2 El tratamiento a los contenidos de las disciplinas del currículo desde enfoques más interdisciplinarios.
En su obra “La interdisciplinariedad: un concepto muy conocido”. Fiallo (2004) plantea: “… en la educación primaria por lo general los estudiantes tienen frente a sí, pocos maestros, y en algunos casos hasta uno solo. Esta situación [`…] hace más factible a partir de los propios docentes, la integración de los diferentes conocimientos y habilidades que aportan cada una de las disciplinas, así como la formación de valores y actitudes en los niños, más coherentes y sistemática…”. Luego apunta: “Lo que no quiere decir que sea un proceso que se dé espontáneamente si no tiene que ser un proceso intencionado a partir de que el maestro lo haga para sí y para sus alumnos, una forma de pensar y una filosofía de trabajo” . Se infiere de lo que ocurre en la praxis pedagógica que el maestro en su formación profesional no se forma en esa concepción interdisciplinaria que le propicie en el ejercicio de su profesión esta filosofía de trabajo.
El trabajo del colectivo pedagógico para garantizar que el aprendizaje se desarrolle de manera que se garantice la apropiación de la cultura implícita en las disciplinas que conforman el currículo a través del desarrollo de las funciones psíquicas. Siendo la modelación de sus vivencias durante el componente laboral y el proceso de aprendizaje, las vías en las que se aseguren en el estudiante la independencia cognoscitiva y la formación de generalizaciones como base del nuevo contenido. Lo que revela la utilidad de preparar a los educadores de este siglo desde esta perspectiva interdisciplinaria. Siendo esta de vital importancia en la comprensión de este mundo globalizado y de adelantos científicos-técnicos nunca imaginados por la humanidad.
Las exigencias actuales demandan profundizar en el proceso de formación del docente, teniendo en cuenta que éste a su vez se forma para dirigir el proceso formativo en grupos de sujetos en la enseñanza para la que se le prepara. Donde la interdisciplinariedad se evidencia como el proceso que se desarrolla en la adquisición de los conocimientos desde lo cognitivo integrador; a partir de la formación del pensamiento pedagógico interdisciplinario.
El estilo de trabajo del colectivo pedagógico propiciará las vías para garantizar el protagonismo estudiantil, el cual debe responder a las disciplinas del currículo partiendo del objetivo a lograr en cada clase. Su transformación se hace evidente, en la medida que demuestre que es capaz de partir del reconocimiento de que la totalidad del currículo constituye una unidad dialéctica que se dan entre las disciplinas que lo conforman y donde los objetivos de las disciplinas son síntesis de las asignaturas que la integran en las que se incluyen los sistema de conocimientos, habilidades y valores.
Siendo la clase la vía propicia para que cada docente partiendo de la esencia de su asignatura propicie la construcción del contenido a través del intercambio y la apropiación de la cultura de los contenidos, como proceso y resultado de la formación del maestro.
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