Yanelis González Suárez
MSc. Ciencias de la Educación
Centro Único de Alto Rendimiento “Orestes Acosta Herrera”
Profesora de Español y Literatura de Preuniversitario
brunilda@ucp.sc.rimed.cu, bruny40@yahoo.es
RESUMEN
En Cuba el desarrollo de la Educación Artística ha estado muy ligada a la evaluación de la intelectualidad desde el siglo XVIII, desde entonces se aprecian las primeras muestras de la preocupación y la necesidad de la formación cultural.
En la actualidad la revolución va encaminando sus pasos cada vez más a la independencia cognoscitiva de nuestros educandos, lo que se revierte en una mejor preparación y autopreparación del personal que interviene en su proceso formativo.
Ante el acecho de la globalización y el neoliberalismo, la búsqueda de la calidad de la educación se impone, en momentos en que la reafirmación de la identidad de los pueblos se ha convertido en soporte de su ideología.
El instructor de arte, activista de la revolución, potencia a través de la apreciación y creación artística, el desarrollo de las nuevas generaciones, en aras de fundir en su proyección: conocimientos, sentimientos, comportamientos y transformaciones en correspondencia al legado heredado: El hombre centro de las ocupaciones de la política del Estado y de las teorías científicas contemporáneas. El arte como medio y no como fin, despojado de consideraciones utilitarias. De ahí que la dinámica que se le imprima a los procesos institucionales no será factible sin la gestión de los mismos.
El presente trabajo tiene como objetivo socializar una de las tantas vías que pudieran existir para atender de manera adecuada la gestión comunicacional de procesos en la Escuela de Instructores de Arte y propiciar el desempeño exitoso de gestores y actores de manera que se desarrolle el amor por el querer saber y saber bien: expresarse, conducirse, autorregularse, en fin proyectar una imagen en correspondencia con lo que se es: “gestores de la pedagogía del arte”.
Palabras claves: Comunicación, proceso, gestión, formación, educación, arte, método.
INTRODUCCIÓN
El hombre, en su condición de ser social, nace apto para relacionarse con otros lo que le permite desarrollar el proceso de socialización.
Es en el proceso de socialización donde el sujeto, inicia la familiarización con el entorno, conoce, y trata de dominar la realidad, a partir de un constante descubrimiento de sí mismo, lo que lo lleva a plantearse continuamente, metas orientadas hacia la satisfacción de las más disímiles necesidades materiales y espirituales.
De ahí que, el desarrollar procesos comunicativos dinámicos, orientadores, constructivos y reflexivos, que le permitan a los sujetos, el reflejo no pasivo de la realidad, constituye premisa fundamental para su formación integral .Reconocer la herencia cultural, de generaciones anteriores, apropiarse de esta, fijarla, hacerla suya e identificarse en ella, solo es posible interactuando .
La comunicación cumple funciones importantes para el propio desarrollo del ser humano y la educación de su personalidad: la informativa (transmisión de información), la afectivo –valorativa (reflejo del mundo externo e interno del sujeto) y la reguladora (dirige el perfeccionamiento del proceso comunicativo, mediante la retroalimentación). Por tanto, en la medida que un sujeto sea más competente en el proceso comunicativo, más competente será en la misma vida social.
La palabra comunicación proviene del latín communis que significa común.
Tanto el latín como los idiomas romances han conservado el especial significado de un término griego (el de Koinoonia) que significa a la vez comunicar y comunidad.
También en castellano el radical común es compartido por los términos comunicación y comunidad. Ello indica el nivel etimológico, la estrecha relación entre comunicarse y “estar en comunidad”. En pocas palabras se está en comunidad porque “se pone algo en común” a través de la comunicación.
John Fiske (1982) define la comunicación como “una interacción social por medio de mensajes”. Por su parte Antonio Pascuali (1978) afirma que “la comunicación aparece en el instante mismo en que la estructura social comienza a configurarse, justo como su esencial ingrediente estructural, y que donde no hay comunicación no puede haber forma alguna de estructura social
Para que haya comunicación, es necesario un sistema compartido de símbolos referentes, lo cual implica un intercambio de símbolos comunes entre las personas que intervienen en el proceso comunicativo, quienes se comunican deben tener un grado mínimo de experiencia común y de significados compartidos (Fernández, 1999).
En cuanto a su propósito Aristóteles en sus tiempos dijo muy claramente, que la meta principal de la comunicación es la persuasión, es decir el intento que hace el orador de llevar a los demás, a tener su mismo punto de vista. Destacó la presencia de tres elementos: orador, discurso y auditorio, hoy en día se habla de emisor receptor y mensaje (Berlo ,1979).
Nos comunicamos para influir y afectar intencionalmente a otras personas ( Berlo ,1979). De igual modo afirma que, “nuestro fin básico (al comunicarnos es alterar la relación original existente entre nuestro organismo y el medio que nos rodea”.
El interés por la comunicación ha traído como consecuencia diversidad de modelos del proceso con diferencia en cuanto a descripciones y elementos. Ninguno de ellos puede calificarse de exacto, sino que algunos serán de mayor utilidad que otros en correspondencia a determinados momentos.
De ahí que existan dos vertientes o tendencias en cuanto a modelos de comunicación: por un lado los que se centran en el proceso propiamente dicho y por otro, los que se centran en la semiótica (Fiske, 1982).
“La primera vertiente, se centra en el proceso de comunicación desde un ángulo bastante científico y exacto; aquí el concepto central es la transmisión de mensajes a través de un proceso eficiente “(Berlo, 1979), donde tienen gran relevancia el roll de codificadores o decodificadores, que cumplan los emisores y receptores respectivamente.
La segunda vertiente parte del punto de vista semiótico, contribuye a la creación y estabilidad de valores sociales, por el mismo hecho de que se preocupa por el contenido del mensaje y sus implicaciones socioculturales en las conductas generadas en el receptor del mensaje. Dicha vertiente es de gran significación en esta investigación que tiene por objeto el estudio de la comunicación como medio para afrontar el mejoramiento grupal.
Esta tendencia que parte de la ciencia de los signos y los significados, asume que la comunicación es la “… producción e intercambio de mensajes que interactúan con las personas para producir sentido” (Fiske, 1982)
Desde esta óptica se toma en cuenta el impacto cultural que puede tener un texto en el individuo que actúa como receptor, puesto que se hace énfasis no en las etapas del proceso sino en conceptos como signos y/o significación.
Con el propósito de acceder a los signos y/o significación que los gestores y actores del proceso formativo, emplean en sus obras, para hacerlos asequibles a sus estudiantes en los diferentes contextos de interacción este trabajo pretende socializar una de las tantas vías que pudieran existir para atender de manera adecuada la gestión comunicacional de procesos en la Escuela de Instructores de Arte y propiciar el desempeño exitoso de gestores y actores de manera que se desarrolle el amor por el querer saber y saber bien: expresarse, conducirse, autorregularse, en fin proyectar una imagen en correspondencia con lo que se es: “gestores de la pedagogía del arte¨.
DESARROLLO
La educación artística debe enfrentar retos acorde al sistema socio-histórico-cultural en que se desarrolla. La formación de un joven culto, sencillo, y receptivo y creativo con un alto poder de responsabilidad y compromiso social ha de convertirse en paradigma de la sociedad cubana actual.
Aprender, reaprendiendo, construir, construyendo y reconstruyendo nuevos y cada vez más complejos saberes, a partir de la comprensión y contextualización de la experiencia de la humanidad y de la propia, debe ser premisa fundamental para la elevación de la calidad de los aprendizajes, la interacción constante, organizada e inteligente de los diferentes procesos institucionales ,el liderazgo de los actores involucrados ,la asunción del arte como lenguaje y medio de conocimiento del mundo y la transformación cualitativa de la educación como expresión de la era de la comunicación y el conocimiento.
Ello cobra significado especial en el caso de la formación de los instructores de arte quienes deben aprender a aprender arte, lo que contribuirá a convertir su proceso de formación en algo grato, y se traducirá en una mejor disposición para desempeñarse como tales. Sin embargo el instructor de arte se forma en una institución en la que los procesos no han sido suficientemente gestionados de manera que la escuela se consolide en el centro cultural más importante de la comunidad.
“¿Qué es la comunicación educativa sino un proceso de constante gestión retrospectiva?” (González Suárez, 2010)
La comunicación capacita al gestor para obtener datos, los cuales viabilizan la toma de decisiones, para ayudar a identificar problemas y saber qué acciones emprender en cada caso. De ahí que sea un basamento teórico-metodológico que favorece la gestión de procesos.
Lo anterior obliga a implantar en la escuela un sistema de gestión basado en el liderazgo y la participación activa de sus docentes y demás actores para lograr el cambio planeado por ellos mismos.
Así la autora de esta investigación insiste en concebir la gestión como el proceso en que nadie hace lo que otros diseñan, sino que todos se involucran de manera consciente, y permanente en la toma de decisiones, desde el mismo momento en que todos tienen derecho a opinar, porque así lo sienten.
Tales reflexiones permiten reconocer la contemporaneidad de la temática sugerida para este trabajo, sobre todo si se tiene en cuenta la aspiración sustancial de la educación cubana del siglo XXI: lograr un cambio cualitativo en la forma de gestionar los procesos en las instituciones educativas, que responden a las actuales concepciones democráticas-participativas de dirigir la sociedad.
Lo anterior conduce a plantearnos el siguiente problema científico: ¿Cómo lograr la gestión comunicacional del proceso formativo en la Escuela de Instructores de Arte?
La manera de gestionar los procesos en la Escuela de Instructores de Arte está íntimamente relacionada con la esencia del contenido educativo de la misma: El arte en sus diferentes manifestaciones, la plástica, el teatro, la música y la danza. En este caso se escogió la plástica, sin embargo el sistema de actividades es aplicable a cualquiera de las otras, atendiendo como es natural a las peculiaridades de cada una de estas.
El sistema de actividades propuesto tiene como sustento el desarrollo de un diagnóstico pre-experiencia que brindó suficiente información, para determinar objetivos y temáticas a abordar.
Sistema de actividades.
El concurso como actividad es una de las más deseadas por los alumnos de la Unidad de Artes Plásticas, por su estructura y el tratamiento que tradicionalmente este ha recibido se decidió tomarlo como patrón de mejoramiento en esta propuesta.
Concurso.
1.- Lanzamiento de la convocatoria del concurso. Fase preparatoria o de identificación de necesidades y de asimilación proyectiva
2.- Recepción de los trabajos. Fase de ejecución, o de interacción cooperativa y de reducción de barreras
3.- Premiación. Fase de Evaluación o de retroalimentación compartida.
Fase preparatoria o de identificación de necesidades y de asimilación proyectiva.
Caracterizada por la agrupación de los profesores especialistas y otros de formación general, seleccionados, integrantes de la comisión organizadora, que tendrán a su cargo la misión de desarrollar las actividades siguientes:
Conversatorios grupales sobre la temática del Concurso.”Mi aula por dentro”
Relatoría de dichos conversatorios.
Entrevistas grupales.
Talleres de Creación y Apreciación Artística.
Algunas de las interrogantes que se pudieran utilizar en los conversatorios para lograr la motivación hacia la temática pudieran ser:
¿Cómo percibes tu aula, tu escuela?
¿Hay algo que se pueda hacer para transformar esa realidad?
¿Qué causas pudieran ser las potenciadoras de esta situación?
Lo anterior contribuirá significativamente a la evaluación y autoevaluación de las necesidades sentidas en el orden de afectivo fundamentalmente. Mientras que la realización de los Talleres de Creación y Apreciación ayudarán a la identificación de necesidades cognitivas.
Fase de ejecución, o de interacción cooperativa y reducción de barreras.
Caracterizada por la recepción de los trabajos por parte de los compañeros de la comisión organizadora.
La entrega será personal e interactiva ya que el artista (alumno) podrá, en caso de desearlo, entablar un intercambio con los presentes para dejar claro el contenido de su obra, técnicas empleadas y sus porqués, lo que facilitará el posterior trabajo de selección de las obras.
Lo anterior contribuirá significativamente a focalizar las limitaciones que en el orden técnico – profesional, estos presentan. Al tener que explicar, argumentar, valorar sus puntos de vista, estará en posición de enseñar a los presentes lo que sabe y hasta qué punto.
Quedará al descubierto incluso las carencias de la formación que ha recibido y constituirá punto de partida para la proyección del trabajo futuro por parte del colectivo de año.
La proyección actual, será exponente fiel de la asimilación que de los conocimientos ha hecho hasta el momento, por lo que tiene lugar un proceso de asimilación proyectiva sobre la base de la codificación y decodificación de su obra creativa.
Este momento es de importancia vital, ya que el alumno, expone no solo a través de su obra creativa, lo que percibe de su realidad, sino que aflora la interpretación que de ella hace en correspondencia con sus valores, sentimientos, habilidades y destrezas, lo que contribuye a viabilizar la selección de los mejores trabajos.
En esta fase se desarrollarán actividades como:
Paneles
Mesas Redondas.
Entrevistas individuales.
Exposiciones.
El objetivo de las mismas será que cada uno de los involucrados cuente con un espacio para exponer y socializar sus puntos de vista, y las mejores formas que conciben para plantearlos en el arte.
Desarrollen la capacidad de explicar y defender con argumentos sólidos sus opiniones en un marco público, propiciando con ello, que el auditorio conozca su obra, su pensamiento y se sensibilice sobre el particular.
Se trata de ofrecer y compartir una visión anticipada de la obra que está en construcción, lo que posibilitará su perfeccionamiento, a partir del replanteamiento de la misma, influyendo positivamente en su desarrollo profesional.
Fase de Evaluación o de retroalimentación compartida.
Actividades a desarrollar.
Gala Cultural.
Exposición de los mejores trabajos.
Entrevista pública a los premiados.
Estas actividades están diseñadas en función de brindarle al grupo de participantes, y demás actores socializadores, información pertinente que le ayude a comprender los motivos de selección, y en la misma medida reflexionarán sobre la labor desempeñada por ellos en el proceso.
Los premiados compartirán sus opiniones con el resto de los presentes, lo que contribuirá a afianzar una determinada imagen en el auditorio, y la consiguiente evaluación y autoevaluación. Así, todos serán partícipes de la retroalimentación compartida.
CONCLUSIONES
La identificación de necesidades a través de eventos culturales favorece el desarrollo de actividades para concretar la gestión comunicacional del proceso formativo de los instructores de arte a través del método creado para tales efectos.
Las precisiones de los procedimientos esenciales del método de gestión comunicacional favorecen el desarrollo exitoso del proceso formativo de los instructores de arte, a partir de la educación personalizada, de acuerdo a las necesidades de superación continua.
La comunicación constituye la esencia de la gestión de procesos, expresada a través de la interacción de los involucrados, lo que potencia la proyección en correspondencia.
Bibliografía
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