Carlos Martínez Mollineda (CV)
carlosm@ucp.vc.rimed.cu
Resumen
El presente artículo se titula “La dirección de la universidad en el siglo XXI”.
Su objetivo: Proponer un grupo de ideas que contribuya a perfeccionar el proceso
de dirección en las universidades del siglo XXI. Desde esta posición se abordan
los referentes teóricos-metodológicos que sustentan este objetivo, dada la
necesidad de elevar la calidad en la enseñanza superior con el menor costo
posible, mediante la integración funcional de las diferentes estructuras de
dirección que intervienen en la conducción de los procesos sustantivos que de
manera integrada aseguran la misión de la universidad.
Palabras claves
Universidad.
Procesos sustantivos.
Interrelación
Introducción
Pensar en una universidad en el siglo XXI en un país de escasos recursos como
Cuba, impone un análisis del significado del marco temporal ante fenómenos tales
como; el deterioro ambiental, la crisis financiera mundial y otras amenazas que
pueden afectar seriamente las potencialidades de desarrollo futuro del hombre,
de no buscarse otras alternativas más viables.
En este sentido, tal vez una pregunta básica sería ¿si la universidad como
institución, está sujeta a una dimensión temporal que conlleva procesos de
ajuste y cambio regularizados?
Según Tristá B. (1995) el primer factor o agente de cambio que actúa
regularmente sobre la universidad es “…las demandas que la sociedad presenta a
la educación superior, tanto conscientes (actuación reactiva), como
inconscientes (pro-activa)” .
Mientras Horrutnier P (2006) plantea que “…las universidades van estrechando
lazos de colaboración con la sociedad –contrayendo gradualmente compromisos de
diversos tipos: sociales, económicos, culturales -, va teniendo lugar un proceso
gradual de pérdida de su autonomía.”
La universidad como una institución social debe responder a un encargo externo y
como tal, debe ajustarse al contexto. Esta particularidad le impone una
exigencia, promover el cambio, y a la vez cambiarse, para poder influir sobre el
ambiente externo y cumplir su misión.
Sin embargo, es conocido según Robbins, Stephen P (1998); K. Davis y J. Newstrom
Anthony, (1991) y Schein, Edgar (1985) que el hombre tanto en lo individual como
formando parte de un grupo o de una institución presenta dificultades para
cambiar. Se reconoce por estos autores que el ser humano dedica la mayor parte
de su tiempo a llevar a cabo las operaciones de rutina y el mante¬nimiento de
las relaciones existentes dentro del sistema en que se encuentra viviendo o
trabajando.
Lo expresado anteriormente, se observa con mucha frecuencia en la universidad
donde generalmente se reacciona contra cualquier propuesta de cambio, debido a
que la resistencia al cambio es inevitable en las personas que lo afrontan. Sin
embargo, planear el cambio y atender las posibles reacciones de los implicados
puede que sea exitoso, aminorando los efectos de la posible resistencia.
Actualmente en la Universidad, el cambio es inevitable y pertinente, por lo que
es necesario encontrar formas para afrontarlo planificadamente. En este
artículo, sin pretensiones de agotar el asunto, se tratan algunos de los cambios
que ha de emprender los dirigentes en la Universidad para cumplir la Misión y
objetivos que le corresponde a esta institución, relacionado de modo más directo
con el proceso de dirección.
DESARROLLO
Actualmente existe consenso generalizado acerca de las principales misiones de
las Universidades, ellas son:
Formación inicial y permanente del profesional.
Investigación científica.
Extensión universitaria mediante la difusión del conocimiento y servicio a la
comunidad.
Sin embargo, estas misiones, conocidas también como “procesos sustantivos” son
muy generales y puede dar lugar a diversas interpretaciones, por lo que es
necesario buscar un sistema de referencia más definitorio y concreto. En este
caso, puede ser utilizado el concepto de objetivo, para lograr una mayor
precisión en lo que se aspira.
De manera que, el objetivo educativo de las universidades, no sólo puede
concebirse en la formación de profesionales en pre y posgrado, sino también en
el tipo de profesional que necesita el desarrollo socioeconómico del país. Esto,
obliga a tener en cuenta que la Universidad no sólo puede preparar al hombre
para el desarrollo de una función laboral, sino también para desempeñar otros
roles. De aquí que la formación de profesionales debe estar marcada,
inevitablemente, por el perfil amplio para formar un hombre integral y social.
De todo lo anterior, puede resumirse como expresión del objetivo educativo de
las universidades, lo siguiente:
“Garantizar la formación y desarrollo de profesionales, altamente calificados en
el conocimiento político y científico, con sólidos valores y cualidades humanas,
para que sean capaces de transformar la realidad con eficacia y calidad, en
concordancia con las necesidades del desarrollo económico y social del país”
La Universidad, no se puede limitar o restringir a este aspecto formativo tiene
que gestionar el quehacer investigativo mediante acciones coherentes dirigidas
al desarrollo de investigaciones para dar respuestas a los problemas
fundamentales de la actividad productiva, económica y social en el territorio y
que el proceso de identificación y solución de esos problemas se realice con la
participación conjunta de todos los actores de la sociedad.
Lo anterior justifica que el proceso sustantivo relacionado con la investigación
en la Universidad esté dirigido a;
Garantizar que los procesos de introducción y generalización de los resultados
de las investigaciones científicas que se realicen, repercutan en la calidad de
la actividad productiva, económica ó social en el área de acción de la
Universidad.
La identificación de los problemas, solución y repercusión en la calidad de la
vida de la sociedad condicionan el sentido y alcance de la investigación
científica en las universidades. Por una parte, representan una orientación,
porque el trabajo de investigación no puede definirse por la propia existencia
del problema científico, sino que además es necesario determinar la prioridad
que el mismo tiene en las condiciones concretas de desarrollo de cada país.
De modo que, el objetivo de la investigación científica en las universidades, no
es sólo la generación de nuevos conocimientos sino:
Garantizar la generación de nuevos conocimientos y su introducción en la
práctica social, en concordancia con las necesidades y el desarrollo económico y
social del país.
El objetivo de la investigación científica en las universidades, se integra con
el proceso sustantivo relacionado con la formación y la extensión universitaria.
La extensión universitaria, como un proceso sustantivo integrador que mantienen
su unidad para contribuir mediante el vínculo de la universidad con su entorno,
la docencia y la investigación en aras de la formación de un profesional más
integral y culto, así como, al desarrollo de la comunidad. Le corresponde,
promover la inserción de la institución universitaria por todas las vías
posibles a la sociedad y protegerla del aislamiento que otras universidades
padecieron y que tanto daño les provocó a su imagen social y al desarrollo de la
ciencia y la cultura.
Mediante la valoración de los procesos sustantivos antes abordados se puede
calcular el nivel racionalidad de las universidades. Para esto, debe tenerse en
cuenta que cada proceso sustantivo responde a una demanda social que debe ser
satisfecha por estas instituciones educativas.
¿Cuáles son las demandas sociales que se le exige a la Universidad?
Profesionales altamente preparados. (docencia pre grado y post grados)
Resultados científicos aplicados. (investigaciones)
Extensión del conocimiento y servicio a la comunidad. (Extensión)
Estos tres resultados demandan que se logre con el mínimo costo y orientan el
análisis de la racionalidad del trabajo en la Universidad evitando
interpretaciones unilaterales.
El planteamiento de los objetivos de la Universidad en función de la
satisfacción de demandas sociales y la necesidad de lograr un máximo de
racionalidad en el proceso de satisfacción de las mismas, ha dado lugar a la
generalización de un fenómeno relativamente nuevo, que podríamos denominar
interrelación entre las vice-rectorías.
Esta interrelación se caracteriza por la coordinación de acciones entre estas
estructuras ( Vice-rectorías) , con el fin de optimizar el logro de los
resultados sociales de la Universidad de conjunto.
La interrelación entre las vice-rectorías posibilita la eliminación de
insuficiencias y duplicaciones en el trabajo de la Universidad, a través de la
determinación anticipada de la contribución de cada una al perfeccionamiento de
los procesos sustantivos, de acuerdo con los principales problemas, lo que tiene
una singular importancia en estos momentos de escasos recursos, debido a la
elevación cada vez mayor del costo de la Educación Superior.
La interrelación en su nivel más elevado, se basa en el reconocimiento de la
Universidad como un sistema que abarca a todas las estructuras y niveles de
dirección y que forma parte a su vez de un sistema más general representado por
el conjunto de la sociedad.
Es importante aclarar que esta interrelación aunque implica subordinación de
intereses no presupone la pérdida de iniciativa de cada vice-rectoría, debido al
grado de generalidad con que se presentan las demandas. Así, por ejemplo, en el
caso de las misiones fundamentales, estas demandas toman, por lo general, las
siguientes formas:
• Número de graduados de cada carrera.
• Orden de prioridad de los problemas científicos a resolver.
• Proyectos comunitarios imprescindibles a acometer.
• Bibliografía necesaria, transportación, alimentos, insumos, etc.
DEMANDAS PARA INTERRELACIÓN ENTRE LAS VICE-RECTORÍAS
1. Vincular por alguna vía institucional, la relación del trabajo entre las
vice-rectorías para compartir valores, percepciones comunes, códigos de
comunicación e intereses en los tres procesos sustantivos.
2. Provocar que las decisiones de cambio se apoyen tanto en criterios políticos
como en criterios académicos.
3. Equipar a los miembros de la Vice-rectoría de Economía y Servicio con las
herramientas básicas como fuente clave de información para el proceso de toma de
decisiones en cuanto a los recursos imprescindibles para cumplir la misión de la
Universidad.
Conclusiones
1. La fragmentación entre las vice-rectorías afecta significativamente la
materialización de los procesos sustantivos y por consiguiente el cumplimiento
de la misión de la Universidad. En contraposición con esto, es necesario lograr
una tendencia fuerte hacia la interrelación.
2. El factor clave para la interrelación entre las vice-rectorías es; el uso de
los recursos materiales, financieros y humanos en aras de elevar la calidad de
los procesos sustantivos.
3. La reestructuración económica del país provoca cambios en las formas de
dirigir una universidad, entonces el estilo de dirección ha de ser transformado
o adaptado para trabajar en las nuevas condiciones.
Bibliografía
1. Flexner (1930). Universities-American, English, German, OUP, New York.
2. Marx (1973). El Capital, T.I., Ed. Ciencias Sociales, La Habana,
3. Robbins, Stephen P (1998) Comportamiento organizacional, Teoría y práctica.
Séptima Edición.Prentice-Hall Hispanoamericana, S.A.
4. K. Davis y J. Newstrom Anthony, (1991) El Comportamiento humano en el trabajo
Edición. Prentice-Hall Hispanoamericana, S.A
5. Schein, Edgar (1985) Psicología de las organizaciones. Edición.Prentice-Hall
Hispanoamericana, S.A.
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Los autores interesados deben enviar sus textos en formato DOC a: lisette@eumed.net junto a un resumen actualizado de su CV.
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