John Richard Peña Odriozola
La incorporación de las instituciones deportivas al trabajo comunitario
contribuirá indudablemente a través del ejercicio físico y recreativo a la
formación integral, bienestar físico y moral, la promoción de la salud,
aprovechamiento del tiempo libre de niños y jóvenes con manifestaciones
inadecuadas de conducta en la comunidad, por lo que cada vez más esta temática
adquiere mayor importancia social.
En Cuba la revolución ha hecho incontables esfuerzos a favor del desarrollo de
la educación especial. Cuenta con muchas escuelas y especialistas de la rama que
cada día se esfuerzan por brindar su ayuda en aras de proporcionarles un mejor
estado físico a los escolares con N.E.E. A pesar de todos los esfuerzos que se
realizan el trabajo de los técnicos de deporte en favor de estos niños es
insuficiente por lo que nos motiva a desarrollar un trabajo con el objetivo de
cubrir algunas de esas necesidades. El deporte es y debe ser uno de los medios
más eficaces con que cuenta la sociedad para contribuir al fomento del bienestar
y la salud de los ciudadanos, para el desarrollo del espíritu de superación y de
emulación entre las personas, para la consolidación de hábitos de disciplina
social, de solidaridad entre los hombres, para el cultivo de una mejor calidad
de vida, en una palabra, para la realización plena del ser humano. “Cuando se
conoce la vida, solo el deber es grato, solo el es digno de obediencia, solo el
da fuerzas para afrontar la malignidad de los hombres”1(Fragmentos, t. 22, p.
77)
Ante el reto que tienen los profesores de deporte de enfrentar las
transformaciones que se realizan en todos los sistemas deportivos surge una
diversidad de problemas, dentro de ellos, un número significativo requieren de
la actividad científica para ser resueltos. La principal tarea del organismo
deportivo es preparar a los ciudadanos para desenvolverse con un mejor estado
físico, o sea, saber vivir como un ciudadano de bien, trabajar, encontrar sus
fines como personas. Esto nos alerta sobre la necesidad que tiene la escuela
comunitaria de proyectarse hacia el futuro, de enseñar hoy para el mañana y en
ese mañana está la determinación de muchos rumbos en la vida y uno de ellos es
al que nos vamos a dedicar laboralmente.
Los trastornos de la conducta (también denominados trastornos de la conducta
perturbadora) son el motivo más frecuente por el que se deriva a los niños para
evaluaciones y tratamientos de salud mental. No todas las conductas
perturbadoras son iguales. Los trastornos de conducta incluyen problemas de
salud mental con enfoques en los patrones de conducta en donde se identifican
problemas emocionales y se crean dificultades interpersonales y sociales en el
curso del desarrollo de los niños y los adolescentes. Los trastornos de conducta
se enfocan en los problemas de salud mental que se identifican y generan por
conductas más perturbadoras. El trastorno de conducta oposicionista y desafiante
es otro trastorno de conducta que perturba las relaciones con otras personas.
La aplicación de los ejercicios físicos- recreativos resultan de gran provecho
no sólo con vistas al fortalecimiento de la salud de las personas, sino también
como un medio de prevención contra las diferentes clasificaciones de conducta en
escolares con NEE.
Los motivos por los cuales nos inspiro a realizar la investigación están dados a
partir de las dificultades que detectamos en correspondencia con el alto nivel
de agresividad que muestra nuestro municipio y el deficiente apoyo mostrado por
los especialistas de cultura física hacia estos niños con manifestaciones
conductuales a la cual le atribuimos desde el punto de vista teórico gran
importancia por el nivel de conocimiento que podemos aportar mediante la
búsqueda de información. En la parte práctica tiene gran significación la
asimilación de las actividades deportivas ya que mediante estas se contribuye a
la formación de valores en estos escolares
Objetivo General
Aplicar un conjunto de actividades deportivas-recreativas para disminuir la
agresividad en los escolares de 5to grado de la escuela primaria “Manolo
Garrido” de Sagua la Grande.
Desarrollo
Muchos han sido los intentos por profundizar en el estudio y tratamiento de los
niños con trastornos de conducta (TC). De estos aportes los que más han incidido
en la atención a estos niños en nuestro país:
Rusia (1920 – 1927). Antón Makárenko, fundó las colonias Máximo Gorki y F.
Derzkinski donde atendió a niños desvalidos producto de la guerra. Prestó gran
atención al trabajo productivo como influencia positiva en la formación moral de
los niños.
Su principal obra fue “Poema Pedagógico” en el que a través de historias y
anécdotas se evidencian los métodos reeducativos utilizados donde la igualdad de
derechos y la colectividad eran elementos esenciales.
Günter Grossman (RDA, década 70 – 80). Plantea la interacción entre las
condiciones internas y externas en el surgimiento de los trastornos de conducta,
profundizó en el tratamiento a los mismos.
La infancia es principalmente, el período de la deficiencia y de la
compensación, es decir de la conquista de una posición con respecto al todo
social.
En el dominio amplio de la educación corresponde entonces, asumir, en nuestra
expresión actualizada, la deficiencia como sinónimo de necesidad educativa y la
compensación como la interiorización por el niño de la ayuda que el maestro le
brinda.
Así, la mayoría de los niños encuentran la satisfacción de sus necesidades
educativas en la ayuda implícita en todo el sistema de acciones habituales que
los maestros y profesores realizan cotidianamente.
Sin embargo, hay una serie de alumnos a los que por diversas causas no les
resulta suficiente la ayuda que los maestros y profesores habitualmente le
brindan, es decir que requieren ayudas educativas especiales con el propósito de
alcanzar los objetivos que el sistema exige. “El amor es el lazo de los hombres,
el modo de enseñar y el centro del mundo”2 (“Bronson Alcott, el platoniano”, t.
13, p. 188)
En Cuba, antes del triunfo de la Revolución el trabajo se centraba
fundamentalmente en la atención a estos niños y no en su educación por lo que a
estas instituciones creadas por patronatos e instituciones privadas no solo
asistían niños con TC sino también niños desvalidos, con problemas graves en el
medio familiar, abandonados (desventaja social, proclives). En realidad eran
asilos y solo atendían un número insignificante de niños.
1687. Casa de expósitos. Obispo Fray Evelio de Compostela.
1705. Casa cuna. Fray Jerónimo Valdés.
1900. Se creó la orden 271. Plantea que los niños desvalidos o que hubieran
cometido faltas debían ser atendidos por el estado, creándose 2 escuelas
correccionales. No se mejoró la atención y educación a estos niños.
1959. Después del triunfo de la Revolución.
Se clausura la casa de beneficencia.
Se decreta la ley no. 49 del ministerio de bienestar social
Previendo la atención social en Cuba.
1962. Primeras escuelas para niños con TC. Se planifica la
Educación de estos niños, con el objetivo de incorporarlo
a la sociedad.
Métodos psicoterapéuticos.
Ortofrenia (desarrollo cognoscitivo).
Relación con el ministerio de salud pública pero trabajaban aisladamente.
1982. Decreto Ley 64. Este rige a partir de este momento la enseñanza y
educación de estos niños.
Plantea los tipos de escuelas.
Las categorías para niños con TC.
Responsabilidad de los padres en la educación de los hijos.
Trabajo conjunto MINED – MININT.
Creación del CAM (Consejo de Atención a Menores, provinciales y municipales).
En estos momentos se realizan modificaciones a este decreto pero no se han dado
a conocer.
Todo esto propició la profundización teórica en el tratamiento y caracterización
de los niños con TC, lográndose una mayor preparación para enfrentar esta labor.
“En verdad quien se siente con fuerzas para hacer bien a los hombres, no tiene
derecho al descanso” (3) (“Cartas de Martí”, La Nación, Buenos Aires, 27 de
enero de 1884, t 1 p. 486.)
¿Qué es el trastorno de conducta?
El trastorno de conducta (su sigla en inglés es CD), es una alteración del
comportamiento, que a veces es diagnosticada en la infancia, caracterizada por
un comportamiento antisocial que viola los derechos de otras personas, y las
normas y reglas adecuadas para la edad. Entre los comportamientos antisociales
podemos citar la irresponsabilidad, el comportamiento trasgresor (como las
ausencias escolares o el escaparse), la violación de los derechos ajenos (robo,
por ejemplo) y, o la agresión física hacia otros (asalto o violación). Estos
comportamientos a veces se presentan juntos; pero puede suceder que aparezca uno
o varios de ellos sin estar acompañados por ninguno de los demás. “Amado será el
que ama: besos recogerá el que siembre besos” (4) (Ibídem, p. 88).
¿Cuáles son las causas del trastorno de conducta?
Son muchos los factores que contribuyen al desarrollo del trastorno de conducta.
Los exámenes neuropsicológicos indican que los niños y adolescentes que tienen
trastornos de conducta parecen tener afectado el lóbulo frontal del cerebro, lo
cual interfiere con su capacidad de planificar, evitar los riesgos y aprender de
sus experiencias negativas. Se considera que el temperamento de los niños tiene
origen genético. Los niños y adolescentes de "carácter difícil" tienen mayor
probabilidad de desarrollar trastornos del comportamiento. Los niños o
adolescentes que provienen de hogares en desventaja, disfuncionales o
desorganizados tienen mayor probabilidad de desarrollar este tipo de trastornos.
Se sabe que los problemas sociales y el rechazo por parte de sus compañeros
contribuyen a la delincuencia. Existe también una relación entre el bajo nivel
socioeconómico y los trastornos de conducta. Los niños y adolescentes que
manifiestan un comportamiento delictivo y agresivo tienen un perfil cognitivo y
psicológico que los caracteriza
Cuando se los compara con niños que tienen otros problemas mentales y con los
pertenecientes a grupos de control. Todos los factores posibles influyen en la
interacción de los niños y adolescentes con los demás. ¿A quiénes afecta el
trastorno de conducta?
Aproximadamente 1 por ciento a 4 por ciento de edades de los niños 9 a 17 años
de viejo tienen desórdenes de la conducta. Este trastorno se presenta con una
frecuencia mayor en los niños que en las niñas. Los niños y los adolescentes que
padecen trastornos de la conducta con frecuencia tienen también otros problemas
psiquiátricos que pueden contribuir al desarrollo de este trastorno. En las
últimas décadas, los trastornos de la conducta han aumentado considerablemente.
La conducta agresiva es la causa de entre un tercio y la mitad de las
derivaciones a los servicios de salud mental para niños y adolescentes. A
continuación se enumeran los síntomas más comunes de los trastornos de conducta.
Sin embargo, cada niño puede experimentarlos de una forma diferente.
Existen cuatro grupos principales de comportamientos que pueden incluirse en
esta clasificación:
Conducta agresiva
La conducta agresiva causa o amenaza un daño físico a otras personas y puede
incluir:
Conducta intimidante.
Amedrentar.
Peleas físicas.
Crueldad con otras personas o animales.
Uso de armas.
Acciones que obligan a otra persona a tener relaciones sexuales; violación o
acoso sexual.
Conducta destructora
Podemos citar los siguientes tipos de conducta destructora:
Vandalismo; destrucción intencional de la propiedad.
Incendios intencionales.
Falsedad, engaño
Existen distintos tipos de engaño:
Mentira.
Robo.
Hurto en tiendas.
Delincuencia.
Violación de reglas
Entre las violaciones de las reglas habituales de conducta o de las normas
adecuadas para la edad, podemos citar las siguientes:
No asistir a la escuela.
Escaparse.
Bromas pesadas.
Travesuras.
Actividad sexual a muy corta edad.
Los síntomas característicos de los trastornos de conducta pueden parecerse a
los de otros problemas médicos o psiquiátricos. Consulte siempre al médico del
niño (del adolescente) para el diagnóstico.
Definiciones:
La palabra agresividad procede del latín, en el cual es sinónimo de
acometividad. Implica provocación y ataque.
Como adjetivo, y en sentido vulgar, hace referencia a quien es “propenso a
faltar al respeto, a ofender o a provocar a los demás”.
Que posee o que podría conseguir, utilizando para ello un acto físico o la
amenaza En el marco jurídico se puede entender como un “acto contrario al
derecho de otro”. El término agresor se aplica a la “persona que da motivo a una
querella o riña, injuriando, desafiando o provocando a otra de cualquier manera”
(Diccionario de la lengua española).
Como conducta social puede implicar lucha, pugnacidad y formar parte de las
relaciones de poder/sumisión, tanto en las situaciones diádicas (de a dos) como
en los grupos.
En el mundo anglosajón, el término agresividad se ha "debilitado", habiendo
perdido su contenido de hostilidad y significa más bien asertividad, espíritu
emprendedor. Su uso ordinario en esta lengua hace referencia a la reducción de
los derechos de otro, forzándole a ceder algo de realizarlo.
En su sentido más estricto, puede entenderse como "conducta dirigida a causar
lesión física a otra persona". La intención de causar daño puede manifestarse de
distintas maneras, unas más implícitas y ritualizadas (enseñar las uñas,
gruñir,. . .), otras más explícitas (como golpear, arañar,. . .).
La agresividad presenta elementos de ataque y retirada. Por ello se implica con
otras conductas de autoprotección. Amenaza, ataque, sumisión y/o huída, se
presentan muy asociadas en la naturaleza.
El término violencia se refiere a un tipo de agresividad que está fuera o más
allá de "lo natural" en el sentido adaptativo, caracterizada por su ímpetu e
intensidad.
Para Weisinger (1988), en la raíz de la conducta agresiva está la ira. La define
como "una sensación de disgusto debida a un agravio, malos tratos u oposición. Y
que normalmente se evidencia en un deseo de combatir la posible causa de ese
sentimiento".
Considerando la existencia de cuatro emociones básicas: alegría, tristeza, miedo
y rabia, esta última sería la más próxima a la ira. Cuando se manifiestan en
sentido pleno, la rabia es una emoción incompatible sincrónicamente con la
tristeza, del mismo modo que lo son entre sí el miedo y la alegría. Tanto la
rabia como la alegría tienen un carácter expansivo. Por su parte, la tristeza y
el miedo se manifiestan corporal y cognitivamente con carácter retroactivo.
¿Cómo se diagnostica el trastorno de conducta?
Por lo general, los trastornos de conducta son diagnosticados por psiquiatras
especializados en niños u otros profesionales de la salud mental. Una historia
detallada del comportamiento del niño por parte de los padres y maestros,
observaciones clínicas del comportamiento del niño y, algunas veces, un examen
psicológico contribuyen a realizar el diagnóstico. Los padres que observen
síntomas de ODD en sus niños o hijos adolescentes pueden ayudar buscando una
evaluación y tratamiento temprano. El tratamiento temprano puede prevenir a
menudo problemas futuros. Además, el trastorno de conducta a menudo se
manifiesta junto con otros trastornos de la salud mental, incluyendo trastornos
del estado de ánimo, de ansiedad, de estrés postraumático, abuso de drogas,
trastorno hiperactivo de déficit de atención y trastornos del aprendizaje,
aumentando la necesidad de un diagnóstico y un tratamiento tempranos. Siempre
consulte al médico del niño o del adolescente para obtener más información.
Existen numerosas técnicas terapéuticas cuya eficacia dependerá de lo adecuadas
que sean al caso concreto, y de la calidad emocional de la relación terapéutica.
Entre ellas pueden destacarse el entrenamiento en Habilidades Sociales, las
técnicas de Relajación y Visualización, el Psicodrama, la Bioenergética. Otras
actividades corporales como el deporte en grupo o las artes marciales pueden
facilitar una conducta más consciente y social.
La agresividad puede ejercerse de dos formas: Activa o pasiva. La activa es lo
que todo el mundo entiende por conducta violenta. Se caracteriza por una actitud
de pisoteo constante y sin escrúpulos hacia los derechos de las otras personas
involucradas en el problema. Aquí el fin justifica los medios y se puede
recurrir a instrumentos como el bate de béisbol, pero también a veces puede
hacerse solapadamente "con una sonrisa en los labios" como sucede en las
relaciones empresariales. Si no hay violencia física, es bien tolerada por el
medio social. La agresividad pasiva es mucho más difícil de detectar.
Tradicionalmente se consideró que se producía en forma de sabotaje. Los
trabajadores pasivo-agresivos eran aquellos que ponían todo tipo de trabas a las
actividades de la empresa. Hay otra concepción, y es la secuencial: Personas que
se comportan primero pasivamente, aparentando renunciar a sus derechos, y que
cuando ven que el resultado no les es favorable se comportan de forma agresiva.
Emplean, por tanto, primeramente la estrategia de "pasar", y posteriormente
amenazan o critican. La conducta violenta puede ser un medio para conseguir
determinados objetivos cuando no somos capaces de lograrlos por otros métodos.
En este caso nuestra conducta responde a un déficit de habilidades y puede
mejorar adquiriéndolas. La agresividad se entiende en general como dirigida
hacia afuera, hacia el otro. Sin embargo, la persona al agredir puede, directa o
indirectamente, hacerse daño a sí misma. Puede también inhibir la agresión o
dirigirla a sí misma a través de la conducta suicida o masoquista. El primer
tipo mayoritario cuantitativamente representaría formas "heteroagresivas"; el
segundo lo constituirían las formas "auto agresivas” (un caso particular de las
mismas es el de la persona que al suicidarse quita la vida a algunos de los
seres que están bajo su protección.
Los ejercicios físicos, los juegos, y la gimnasia con estos niños contribuyen a
la interacción de éstos con el medio, trasladándose de forma segura, eficaz y
cómoda de un lugar a otro, y aprovechando los analizadores conservados sabrá
identificar mentalmente donde está situado con relación a los factores
relevantes del medio.
La formación de hábitos correctos de comportamiento es una tarea específica de
la educación física, que brinda sus medios de manera eficaz para la estimulación
y liberación de energía en los niños con trastornos en la conducta.
La utilización del deporte colectivo en estos alumnos eleva la socialización y
el conocimiento de reglas y normas sociales para su futuro desarrollo. Una
estrategia deportiva con estos niños, sería eficaz para su reeducación, en la
medida que se prevean ellas, actividades en correspondencia con sus intereses,
motivaciones necesarias y posibilidades. “El bien que en una parte se siembra,
es semilla que en todas partes fructifica” (5) (Carta a Manuel Mercado, La
Habana 22 de enero de 1877, Epistolario, t. 1, p. 65)
En la organización del grupo de alumnos con trastornos de conducta el profesor
de Educación Física debe tener en cuenta:
-La participación individual de la personalidad.
-Los tipos manifiestos de conducta.
-Las diferencias en el nivel de capacidad física.
-El nivel alcanzado en el rendimiento físico.
Conllevarlos a adquirir cierto grado de autovalidismo, fortalecer las fibras de
los planos musculares conservados, así como hacerlos sentir como seres útiles en
la sociedad, es entre otras, parte de la función rehabilitadora físico y social
Los juegos, son un fenómeno histórico en el desarrollo social y cultural de la
humanidad. Su diversidad es inmensa. Ellos reflejan todas las esferas de la
creación material y espiritual de los niños, trasciende los tiempos y los
espacios, no conoce las fronteras, su idioma es internacional pues cuando se
juega no hay barrera para su comprensión, a través del juego resulta más fácil
comprender cualquier información. El juego es una actividad espontánea y
placentera, que contribuye a la educación integral del niño como elemento
formador y desarrollador.
Se caracteriza como un medio de educación pedagógica complejo. Su complejidad
está dada en la formación de los hábitos motores, desarrollo y perfeccionamiento
de cualidades vitales importantes, tales como físicas, intelectuales, morales y
volitivas, de ahí su importancia y el interés en que se apliquen como elemento
esencial dentro de la clase, que a su vez es la forma fundamental de la
Educación Física Escolar. El pedagogo Cubano el Doctor Alfredo. M. Aguayo,
también le concedió gran importancia e interés a la actividad lúdica, en tal
sentido destacó que el juego constituye un motivo y factor de desarrollo en la
Educación Integral del niño con TC que puede y debe utilizarse en todas las
enseñanzas de la Escuela.
Conclusiones
Se hizo una correcta selección de las actividades deportivo-recreativo
para disminuir la agresividad en los escolares de 5to grado de la escuela
primaria Manolo Garrido de Sagua la Grande
Recomendaciones
1-Que se divulguen estos ejercicios y el trabajo con estos niños por parte de
los técnicos de deporte y de cultura física a través de las preparaciones
metodológicas y en eventos científicos para que sean utilizados por los
profesores y lo impartan.
2-Proponemos que se realicen estudios en otras formas clínicas de desarrollo en
niños con NEE en el área intelectual.
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Auxiliar y el MC. Pablo Ángel Martínez Morales, Profesor Asistente. Departamento
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-Necesidades educativas especiales de inadaptación social (trastornos de
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Auxiliar y el MC. Pablo Ángel Martínez Morales, Profesor Asistente. Departamento
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Pérez Fowler, María M.:” Procedimiento metodológico para el desarrollo del
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2005.__________: Concepción psicológica y pedagógica del proceso de intervención
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Pupo Pupo, R.M.: “La formación de valores en menores con TAC”, La Habana 2006.
Rudys J. García Francia
Berkys Esther Sosa Sosa
Esther Ribalta García
a_tecnologia@unimedsag.vcl.sld.cu
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Los autores interesados deben enviar sus textos en formato DOC a: lisette@eumed.net junto a un resumen actualizado de su CV.
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