Georgina Marilyn Basanta Marrero
Anabel Lastre LLerena
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
viviana03017@vcl.jovenclub.cu
RESUMEN
La educación cubana exhibe en la actualidad un fuerte espíritu transformador que
alcanza de forma creciente a las nuevas concepciones y demandas de la sociedad.
En los momentos actuales la necesidad de formar en los futuros especialistas
cualidades esenciales de independencia cognoscitiva y creatividad unido a la
preparación necesaria para la solución de problemas de su profesión, utilizando
los diferentes medios de información con los que hoy contamos, exige cambios en
la dirección del proceso docente educativo.
Una vía para estimular la actitud creadora y de independencia cognoscitiva en
los educandos lo constituye las tareas docentes definidas como “aquellas
actividades que se conciben para realizar por el alumno en la clase y fuera de
esta, exigiéndole adquisición de conocimientos, desarrollo de su intelecto,
formación de cualidades, valores, integración de las relaciones
interdisciplinarias y el desarrollo de habilidades profesionales.
Las tareas docentes asignadas a los estudiantes motivaron en ellos la búsqueda
de información por diferentes vías, logrando una mayor independencia
cognoscitiva y creatividad en los mismos, que los llevó a una mayor relación
interdisciplinaria. El sistema de tareas docentes permite integrar al estudiante
la actividad académica, investigativa y laboral, coincidiendo con los criterios
de Vela Valdés, pues adquieren conocimientos y habilidades que le son básicas
para apropiarse del modo de actuación profesional, manifestándose la lógica del
pensar y del actuar y apropiarse de las técnicas y/o métodos propios de la
actividad científica e investigativa que su profesión le exige.
INTRODUCCIÓN
Las nuevas y difíciles condiciones internacionales en que se desarrolla el
sistema actual cubano y los desafíos que supone en el plano interno la
construcción de un proyecto socialista plantea a la educación particulares
exigencias, o sea, la formación de un educador que responda a las nuevas
concepciones y demandas de la sociedad.
A la universidad le corresponde un lugar protagónico dentro del conjunto de
influencias que actúan en la formación de alumnos y jóvenes, pues tiene la
misión social de educar, es decir, formar al hombre como persona capaz de actuar
independientemente y de forma responsable ante la sociedad. Esto implica una
serie de actitudes, cualidades y capacidades que deben caracterizar la
personalidad del docente, además del compromiso personal manifestado a través de
su ejemplo personal, la actitud de comunicación, diálogo y el respeto hacia los
demás.
Las exigencias históricas – sociales de los nuevos tiempos colocan al docente
ante un proceso de reconceptualización de su práctica formativa, sin lo cual se
hace imposible lograr las transformaciones que se le plantean a la universidad.
Tal reconceptualización enfrenta al docente ante el desafío del proceso de
elaboración de la tarea docente de la clase como célula básica del aprendizaje
de los estudiante, de manera que esta le permita apropiarse de los
conocimientos, habilidades y valores en una totalidad no dividida al transitar
por los sistemas de acciones y operaciones específicas e integradoras de los
contenidos curriculares, para lograr la formación humanista del hombre en un
proceso de relación y generalización que los ponga en condiciones, no solo de
aplicar, sino de transferir para transformarse así y al mundo que lo rodea.
Por tales razones la tarea docente de la clase en estrecha relación con el
objetivo y demás componentes del proceso pedagógico, debe ser portadora de un
grupo de exigencias básicas que se convierten en demandas para el trabajo
metodológico del docente, si advertimos que su proceso de elaboración ha
revelado a la luz de los controles realizados al desarrollo de la práctica,
diversas tendencias que nos confirman que este particular está urgido de su
perfeccionamiento en el orden metodológico.
En consecuencia la presente propuesta aporta una mirada a su concepción esencial
de la tarea docente para lograr su comprensión estructural y funcional por el
docente y a partir de ello proponer un grupo de procedimientos que sirvan de
herramientas metodológicas para su elaboración, de manera tal, que permita su
concepción, orientación, control y evaluación para que de forma flexible y
creadora posibilite elevar la calidad de la dirección del aprendizaje en la
clase.
El presente trabajo apunta a focalizar la problemática de cómo deben reflexionar
los docentes sobre el papel de la comunicación en el aprendizaje, utilizar el
diálogo y el trabajo conjunto profesor –alumno y alumno- alumno, en la
construcción del conocimiento en función de potenciar modos de actuación en
correspondencia con el rol social que desempeñan.
Objetivos Generales
Contribuir al perfeccionamiento del proceso de enseñanza-aprendizaje mediante el
sistema de tareas docentes para potenciar las capacidades cognoscitivas.
Objetivos Específicos
1. Analizar los presupuestos teóricos filosóficos, pedagógicos, psicológicos y
sociológicos del desarrollo de la capacidad cognoscitiva como parte del modo de
actuación.
2. Conformar un sistema de dimensiones e indicadores que caracterice el sistema
de tareas docentes a partir de las regularidades teóricas del mismo.
DESARROLLO
El nuevo milenio le impone como reto a la educación superior la necesidad de un
nuevo proceso educativo fundamentado en los principios de la excelencia, la
calidad, y pertinencia, así como la integración de la educación a los procesos
productivos y de los servicios. Por ello la Universidad deben asumir sobre todas
las cosas, su función fundamental como productoras de conocimientos y estar
responsabilizadas con la educación de Pre-Postgrado.
Desarrollar el proceso docente educativo de forma tal que garantice la formación
de un profesional de alta calidad técnica y científica, sentido de
responsabilidad, capacidad creadora y alto nivel de resolutividad en
correspondencia con la exigencia del perfil de salida de los egresados, para que
puedan cumplir sus funciones asistenciales, docentes e investigativas, requieren
introducir en este proceso métodos que propicien una educación desarrolladora
para que promuevan y potencien aprendizajes desarrolladores.
La estrecha unidad de procesos instructivos y educativos, permitan la adecuada
orientación de los docentes en la elaboración de sus tareas de aprendizaje, en
estrecho vínculo además con el fin, los objetivos y concepciones del modelo de
universidad que se aspira. Por consiguiente, en las tareas de aprendizaje que se
elaboran por los docentes es conveniente reflejar, estas concepciones.
Las actividades de aprendizaje que se elaboran han de dar respuesta el fin y a
los objetivos según los momentos del desarrollo.
En la elaboración de la actividad es necesario considerar premeditadamente la
parte educativa que se deriva a su vez de las potencialidades que en este
sentido ofrece la parte cognitiva.
Es necesario precisar que los ejes transversales se vinculan con los objetivos
y con los contenidos e incluirlos en las tareas de aprendizaje. Proponer las
temáticas que estos comprenden como ideas sugerentes o problemáticas a
investigar por todos. Llevarlas al análisis reflexivo conjunto de los alumnos no
solo en clases sino también en la familia y en la comunidad. Buscar toma de
posiciones y orientaciones valorativas según las edades.
Cada tarea puede abarcar diferentes áreas de formación de la personalidad, por
consiguiente es necesario que en la elaboración de éstas se tengan en cuenta
acciones que comprendan distintos objetivos.
Se debe tener como premisa, que lo afectivo abra la puerta a lo cognitivo. La
imaginación, el gozo, la vitalidad, la espontaneidad, la creatividad, el amor de
los alumnos, sus sentidos personales han de ser tenidos en cuenta.
Sus conocimientos y procedimientos previos, sus intereses y motivos han de
preceder las tareas de aprendizaje siempre que sea posible. Tratar de hacer
coincidir conocimientos y sentimientos personales, el conocimiento y el
procedimiento que aprenden tienen importancia, significado para él y les
permiten solucionar las tareas, tener éxito. Es la relación emocional positiva
hacia lo que aprenden. Esto obliga a tener en cuenta los momentos del
desarrollo, las características de las edades, las potencialidades dentro de
cada edad.
El enfoque globalizado permite que los alumnos lleguen a comprender que los
fenómenos que estudian se encuentran objetivamente interrelacionados y que
constituyen un sistema integral, que logren revelar la interconexión de los
objetos que aparentemente están sueltos dentro de un todo, de un sistema.
Significa que analicen lo concreto en desarrollo. En movimiento, en el que se
revelen los nexos, las conexiones internas del sistema y con ello el nexo de lo
singular u lo general.
Aunque se aprecie un marcado carácter intelectual, cognitivo no se puede
descuidar lo formativo.
Como parte de la actividad de aprendizaje, se deben revelar los
procedimientos, (acciones), que hacen posible la apropiación de los
conocimientos bajo una posición de búsqueda activa, reflexiva, de indagación.
El conocimiento generalizado que obtiene el estudiante mediante las tareas que
tienen esta intención, debe concebirse, por la forma en que de adquiere, en la
comprensión de la importancia que tiene para la vida del hombre y para él en
particular y traducirse en sentimientos, actitudes positivas y comprensión y
valoración de normas y aceptación de éstas.
Es necesario considerar las acciones para el control y la valoración
concebidas como parte de la propia estructura de la actividad de aprendizaje, es
decir, de la asimilación de conocimientos y de acciones para aprender.
Las relaciones interpersonales en las actividades de aprendizaje cumplen una
función educativa de primer orden, pues fuerzan el progreso a través de la Zona
de Próximo Desarrollo, ampliando constantemente sus límites.
El aprendizaje y desarrollo de las actividades se realizará, preferentemente,
en condiciones de grupo, en la actividad colectiva, en un proceso de interacción
e influencia mutua en acciones conjuntas y cooperadas.
Los niveles de ayuda que se ofrezcan serán graduales y tienen como objetivo
que los alumnos se apropien de los procedimientos que lo permiten aprender.
La utilización de la verbalización como método permite que los alumnos
expresen con las palabras su conocimiento, su razonamiento o el proceso de
solución de problemas.
La reflexión debe ser utilizada como vía para que los alumnos comparen sus
propios procesos de solución con otro alumno más capaz y finalmente con un
modelo cognitivo más completo que puede ser el del maestro.
El desarrollo de las tareas de aprendizaje debe transcurrir en un ambiente
socio-afectivo caracterizado por: una atmósfera emocional agradable, libre de
tensiones, donde los errores se acepten como constructivos.
La comunicación habrá de realizarse mediatizada por la comprensión, la
libertad, la autonomía, la confianza, el compromiso, y el amor. Deben promover,
además, el éxito, el halago y la felicitación.
A modo de conclusión de estas reflexiones. Es conveniente precisar que todas
ellas deben ponerse en función mediante tareas de aprendizaje que propicien que
se puedan concretar en el desarrollo en la nueva Universidad de hoy. Estas
tareas pueden trabajarse con los alumnos en el tiempo dedicado a las clases o en
tiempo fuera de clases, con el objetivo de fortalecer las acciones instructivas
y educativas. Al propio tiempo pueden ser utilizados como pruebas diagnóstico
para determinar los niveles de desarrollo alcanzados por los alumnos en los
diferentes años y sus potencialidades que posibiliten su máximo desarrollo.
CONCLUSIONES
1. El docente debe lograr los objetivos instructivos y educativos en su labor
educacional a través de la sistematización con carácter científico y educativo
de la enseñanza para así formar al profesional competente.
2. La concepción del proceso de enseñanza aprendizaje que se plantea permitirá a
los docentes dejar de ser un simple transmisor de conocimientos y habilidades
para convertirse en un sujeto que dirige la actividad del estudiante durante la
resolución de problemas de interés social y personal; y a los estudiante dejar
de ser menos receptores de información y se dedicaran a buscarlas
independientemente; serán aprendices no solomante de conocimientos y habilidades
especificas; sino también de experiencias creadoras y de actitudes; estar
acostumbrados a plantear problemas, suposiciones, a valorar, a diseñar y a tomar
decisiones.
3. La educación y, en especial, el desarrollo de las tareas de aprendizaje debe
transcurrir en un ambiente socio-afectivo caracterizado por: una atmósfera
emocional agradable, libre de tensiones, donde los errores se acepten como
constructivos.
4. El docente debe inculcar a través del ejemplo las habilidades en el
estudiante para lograr que el nuevo paradigma educativo se adecue a las
características esenciales de la sociedad del conocimiento, de la información y
de la globalización, sin perder la identidad cultural e inspirada en la
solidaridad, en la equidad y en el respeto mutuo.
5. El docente debe conjugar la unidad de la teoría con la práctica, de lo
concreto y lo abstracto dirigido a promover una educación desarrolladora, en
correspondencia con el modelo genérico de la universidad cubana y con las
condiciones históricas concretas.
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