Cuadernos de Educación y Desarrollo

Vol 1, Nº 10 (diciembre 2009)

EL DESARROLLO SOSTENIBLE COMO COMPONENTE ESENCIAL PARA LA MISIÓN DE LA EDUCACIÓN AMBIENTAL EN LOS ESTUDIANTES DE LA ESPECIALIDAD DE CONSTRUCCIÓN DE LA ENSEÑANZA TÉCNICO PROFESIONAL


 


 

Oscar Luis Delgado Abreu
Antonio Armando Rodríguez Pérez
Instituto Superior pedagógico “Félix Varela” de Villa Clara, Cuba
eiphvc@enet.cu 


 


Resumen:

Elevar la educación ambiental orientada al desarrollo sostenible, de los estudiantes de la especialidad de construcción de la Facultad de Ciencias Técnicas es el objetivo primordial del presente trabajo; destacándolo como un componente significativo y permanente en la formación de los estudiantes de la especialidad de construcción, incorporar, además, los fundamentos del pensamiento ambientalista, del pensamiento sostenibilista, considerando a la sustentabilidad como una propiedad integradora y una emergencia sistémica de los sistemas ambientales y socio – económico, culturales y educativos.

En Cuba la pedagogía constituye un marco preferencial para el estudio de las formas y maneras de la educación. Ella es el marco teórico de la ciencia de la educación. La pedagogía surge como instrumento para aumentar la eficiencia de los procesos educativos, entendidos estos como realidades socio – ambientales. La finalidad de la Pedagogía es encontrar, desarrollar y promover nuevas metodologías y teorías que lleven a un buen término los últimos fines de la educación de la humanidad.

Una Educación para el Desarrollo Sostenible, debe estar basada en principios didácticos solidamente definidos, procurando la comprensión del medio ambiente en su complejidad, basado en la realidad y en la objetividad, la construcción del conocimiento de la realidad en relación dialéctica con la representación social de las personas, la necesidad de formar una cultura ambiental, la mediación entre el saber especializados y el saber popular, incluyendo los ejes culturales de aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir y aprender a ser. Debe además, priorizar el dominio de los instrumentos del conocimiento como medio y como fin, estimular la flexibilidad y la capacidad de solucionar conflictos, ser un formador de educandos comprometidos con el desarrollo total de la persona y de relaciones entre las personas, incorporando diferentes niveles de la totalidad, papel fundamental de la realización de actividades prácticas articuladas al currículo, incentivar el trabajo de campo para adquirir habilidades y hábitos.

Introducción:

La Educación Ambiental ha de tener un componente significativo y permanente en la formación de los estudiantes de la especialidad de construcción, incorporar los fundamentos del pensamiento ambientalista, pero además el pensamiento sostenibilista, considerando a la sustentabilidad como una propiedad integradora y una emergencia sistémica de los sistemas ambientales y socio – económico, culturales y educativos.

En Cuba la pedagogía constituye un marco preferencial para el estudio de las formas y maneras de la educación. Ella es el marco teórico de la ciencia de la educación. El mundo real involucra una serie de complejidades, donde la Educación surge como necesidad del hombre en adaptarse al medio que lo circunda. La pedagogía surge como instrumento para aumentar la eficiencia de los procesos educativos, entendidos estos como realidades socio – ambientales. La pedagogía puede ser considerada como la ciencia de los cambios de los procesos mentales que abordan a continuidad de manera efectiva y eficaz para la apropiación del mundo real. La finalidad de la Pedagogía es encontrar, desarrollar y promover nuevas metodologías y teorías que lleven a un buen término los últimos fines de la educación de la humanidad.

¿Como elevar la educación ambiental orientada al desarrollo sostenible, de los estudiantes de la especialidad de construcción de la Facultad de Ciencias Técnicas?

Ello implica en entender el componente pedagógico, como la manera en que se socializan los conocimientos. Hay extremos al concebir la Pedagogía Ambiental: considerándose solamente como un proceso de transmisión de conocimientos por parte del profesor, o asumirla como la potenciación de la cultura que tienen los propios estudiantes, dando énfasis en la dimensión participativa.

La educación para el desarrollo sostenible parte de una concepción que busca de forma articulada integrar ambos enfoques, asumiendo una Pedagogía Sistémica. Desde el punto de vista pedagógico se procura construir una educación que esté dirigida a establecer tanto una formación en el comportamiento individual así como concebirla como un proceso colectivo. Lo que implicaría en que el acto pedagógico estaría centrado en el individuo humano, y que al mismo tiempo es considerada como una construcción colectiva de conocimientos sobre la realidad.

“La Educación Ambiental Orientada al Desarrollo Sostenible” como modalidad pedagógica, tendrá para su estudio y desarrollo como relaciones esenciales las que establecen entre: el ser humano y la naturaleza, la sociedad y la cultura, el conocimiento, la educación, la escuela y el proceso de enseñanza – aprendizaje, además las relaciones: profesor – alumno, metodología, evaluación y concepción del currículo.

La Pedagogía Sistémica trata de conseguir un equilibrio entre la transmisión del conocimiento por el profesor y la organización formal del proceso educativo, con la posibilidad de fomentar el desarrollo de los individuos orientándose también a la independencia y autonomía de los sujetos. Aunque la Pedagogía Sistémica esté más próxima de las llamadas modalidades criticas de la educación, toma algunos elementos de la Pedagogía Tradicional y de la Tecnicista. Como modalidad de la Educación Ambiental podría ser considerada como de tipo ético social en la cual junto con los conocimientos es fundamental el compromiso y la transformación social, dirigida a construcción de sociedades en las que predomine la justicia social y en las que predominen la apropiación social del medio ambiente.

Naciones Unidas ha declarado al periodo que va desde el 2005 al 2014 como la “Década de la Educación para el Desarrollo Sostenible”, lo que conduce necesariamente a reevaluar y conceptualizar la Educación Ambiental desde la visión crítica el propio concepto de Desarrollo Sostenible. Todo esto con evidentes implicaciones para la Educación en general y para la formación de profesores de la especialidad de construcción de la Enseñanza Técnico Profesional, dado su encargo social y su comprometimiento colectivista y social. A tales efectos se pone en manos del docente del departamento de Construcción de la Facultad de Ciencias Técnicas un conjunto de sugerencias educativas para elevar la educación ambiental, orientada al desarrollo sostenible, en los estudiantes de la especialidad de construcción.

Desarrollo:

El Desarrollo Sostenible como Componente Indispensable de la Educación Ambiental.

La Educación Ambiental tiene ya una historia de más de 30 años. Sin embargo, desde hace unos cinco años, se ha hecho evidente un conjunto de señalamientos críticos que se dirigen a señalar las insuficiencias de dicha concepción educacional en la formación de una nueva conciencia ambiental en la población. Por otra parte, desde 1992, los esfuerzos del sistema de Naciones Unidas, y de la mayor parte de los gobiernos de los diferentes países han estado encaminados a concebir al Desarrollo Sostenible como un nuevo paradigma cuya implantación salvará a la humanidad de su propia desaparición.

Para el siglo XXI la idea de progresar para mejorar, está intrínsicamente unida con la visión de ocupar, modificar y trasformar el sitio donde vivimos, o sea donde se desarrollan las sociedades humanas. Esta idea constituye la base para la construcción del desarrollo que se transformó no solamente en una de las categorías científicas preferenciales del debate académico, sino también en bandera de luchas sociales y políticas. Esa noción se fue modificando con el tiempo, como resultado de las reflexiones que los seres humanos hicieron de sus propias experiencias y de los errores en el camino de la construcción de la realidad y de la implementación de soluciones prácticas. Así, la evolución del concepto de desarrollo algunas veces se torna confusa, una vez que si todos los países siguieron el ejemplo del modelo industrial, serian necesarios cinco o seis planetas como fuentes de insumos y como depósitos para el desperdicio del progreso.

Para muchos, el desarrollo como una fuente de pensamiento ha llegado al fin. Su sinónimo de crecimiento fue revelado como finito, una vez que no puede ser padronizado en el espacio, ni ser duradero en el tiempo. Es necesario por encima de todo, rediseñar el concepto de desarrollo porque este término carga consigo la acumulación ideológica de la visión del desarrollo basado en el proceso continuo.

Resulta interesante intentar la reconceptulización de la noción de desarrollo a partir del paradigma de la complejidad sistémica. A partir de una perspectiva sistémica, el desarrollo es la habilidad de un sistema en generar una red más compleja de componentes. En este sistema, se definen, se diferencian y se especializan las funciones para la cohesión, adaptabilidad y la supervivencia del conjunto. Desarrollo, es así, la mejoría de una entidad u organización.

Existen diferentes concepciones sobre la noción de desarrollo. Respecto de la definición de desarrollo se diferencian las siguientes variantes:

 Concepción de desarrollo social que considera el desarrollo como un proceso de ampliación de la capacidad de los individuos para tener opciones y ejecutar las posibilidades de elegir, encaminando la ampliación de los horizontes sociales y culturales en las vidas de las personas. O sea, se encamina para el capital social (Jacobi, 2005).

 Concepción de desarrollo neoliberal que considera el desarrollo como un proceso de construcción del capital físico; entre otros aspectos los relacionados con las infraestructuras, las redes, la movilización del capital, el aumento de la capacidad productiva de los sistemas, etc.

 Concepción de desarrollo territorial que considera el desarrollo como una propiedad emergente del territorio como sistema regional, complejo y altamente organizado, como un espacio de poder.

 Concepción de articulación a la que se afilian los autores en este trabajo, que enuncia el desarrollo como el proceso de articulación de estructuras políticas, sociales, económicas y ambientales en un territorio dado, para la movilización mas completa de las potencialidades, por medio de los procesos relacionados al alcance de determinados propósitos, entre otros: la igualdad, el crecimiento, la sustentabilidad; lo que posibilita plantear el objetivo de garantizar el bienestar de la población.

Otra concepción de Desarrollo Sostenible es comprender como ocurre la incorporación de la sostenibilidad en el proceso de desarrollo. Esto incluye reconceptualizar el proceso de desarrollo, que es asumido como un medio complejo que abraza distintas estructuras, dimensiones diferenciadas, procesos complejos y resultados diversos. En otras palabras, el desarrollo como categoría conceptual tiene que ver con todas las esferas de la sociedad, un proceso, una transición para cultivar grados de racionalidad creciente, gobernado por un proyecto cultural que trascendería y envolvería los aspectos naturales, económicos y políticos.

Dimensionando al desarrollo como la articulación de estructuras o sistemas ambientales, económicos, políticos y socioculturales, cada uno con sus propios atributos sistémicos y también caracterizados de modos específicos o formas de sostenibilidad, la visión de desarrollo sostenible que se propone, en este artículo, es una concepción como eje alrededor del cual el mismo proceso seria estructurado y subordinado a la sostenibilidad de los sistemas ambientales naturales, considerada como sostenibilidad ambiental. Seria asumir que el desarrollo sostenible asumirá a la sostenibilidad como elemento decisivo en la gestión, sobre las cuales las otras categorías restantes de sostenibilidad: la económica, lo social y lo cultural, se deberían adaptar.

Como modelo de desarrollo es posible considerar la visión sobre los componentes esenciales que hacen parte del propio proceso de desarrollo. Tratando de las condiciones sistémicas, ellas son el desarrollo de funciones como procesos que determinan sus estructuras, sus objetivos y sus propósitos. La concepción de desarrollo económico fue concebida básicamente como sinónimo de crecimiento económico. Se partió de la idea de que todos los países deberían seguir el patrón del progreso de los países ricos del primer mundo, en los cuales eran los elementos fundamentales: la innovación científica, tecnológica y el crecimiento económico continuo e ilimitado. Fue necesario que sugiera una crítica de la visión, mecanicista y determinista de la concepción de desarrollo. Surgieran entonces dos nuevas concepciones sobre la teoría del desarrollo:

1. El desarrollo integral humano: el que dio atención preferencial al nivel axiológico, o sea, a los valores de las personas, de los grupos sociales y de las comunidades. Considera el desarrollo del ser humano integral o vital, aumentando la gama de las opciones de personas. Para este fueron consideradas dos categorías de necesidades que deberían ser satisfechas en el proceso de desarrollo: las necesidades existenciales, el ser, el tener, el hacer y estar y las necesidades axiológicas, o de valores, como la subsistencia, el afecto, la comprensión, la participación, el ocio, la creatividad, la identidad y la libertad.

2. El ecodesarrollo: que incorpora el nivel ecológico. Para esa visión, era específico tener en consideración la noción de ambiente como centro de la idea de desarrollo. Esta idea debería ser concebida como una estrategia alternativa de desarrollo, central de la cultura de grupos sociales y en la apropiación de los recursos naturales por parte de las comunidades, como única alternativa de incorporar el ambiente en el proceso de desarrollo.

La idea de Desarrollo Integral Humano centró su atención en los aspectos espirituales, superestructurales y no incorporaba la dimensión ambiental. La concepción de Ecodesarrollo puso como condición para incorporar al medio ambiente en el proceso de desarrollo, un cambio radical de las estructuras socioeconómicas. Este cambio era centralizado en la apropiación de los recursos por parte de las comunidades, considerando como exigencia el cambio radical de las estructuras sociales y la atención destacada también a nivel local, olvidando los niveles superiores (nacional y regional).

Los dos modelos han sido objeto de críticas. Como consecuencia de ellas y por la atención de conjugar y articular las dos visiones más alternativas de la Teoría de Desarrollo, es que se comenzó a elaborar la concepción de Desarrollo Sostenible en la década de 1980.

Es en este contexto que se fue formando la teoría y los enfoques de un nuevo modelo de Desarrollo Sostenible. Esta concepción parte de la idea de que la dimensión ambiental es parte integrante del proceso de desarrollo. Se trata de alcanzar crecimiento y eficiencia económica, garantizando el progreso y la justicia social por medio de la satisfacción de las necesidades básicas de la población y la protección de sus culturas, sobre la base del funcionamiento y de la eficiencia ecológica de los sistemas biofísicos. De este modo, el desarrollo económico y social debería ser ecológico y ambientalmente sostenible, garantizando su propia sustentabilidad.

Al direccional la nueva concepción al ámbito educativo, el concepto de desarrollo sostenible constituye un saber especializado, que tiene un nicho educativo propio con su mercado, su modo lingüístico, contribuyendo en la formaron para su valor simbólico, su sentido, su significado y singularidad, acondicionando a una forma de pensar modulada socialmente.

La concepción del desarrollo sostenible ha ido transitando por un proceso gradual. Se ha enriquecido por el debate académico, la discusión, las confrontaciones y luchas políticas. Es una concepción diversa, que no ha logra aún la total aprobación de los círculos científicos, ni del mundo ideológico y las esferas políticas; es un proceso en redimensionamiento, reconstrucción y/o construcción.

A pesar de se Cuba un pequeño país en vías de desarrollo, es uno de los escasos países del mundo de los cuales se puede hablar de que fue adoptado un proyecto socialista de incorporación de la sustentabilidad a los procesos de desarrollo. Ese proyecto fue llamado: “Socialismo Sustentable y Sostenible”. (Coyula, 1997). La voluntad política para incorporar la sustentabilidad ambiental al proceso de desarrollo en Cuba fue plasmada en la elaboración y en la determinación de la esencia de una estrategia de continuidad, en tanto que la idea de la sustentabilidad es intrínseca a los principios socialistas que son inherentes a nuestro modelo revolucionario (Dirección de Políticas Ambientales, 1997). En esta estrategia, el Estado junto con la Sociedad, constituyen los actores en la gestión del desarrollo, viabilizando, coordinando y promoviendo la distribución de la riqueza y garantizando la justicia en el acceso a la explotación de los recursos y servicios ambientales, además de organizar el espacio político como aglutinante de todas las fuerzas sociales para construir un verdadero proceso de desarrollo sostenible.

En la década de los años noventa se produjeron significativos cambios en las actividades institucionales que llevaran a fortalecer el proceso de construcción de un desarrollo sostenible. Puede ser medido hasta que punto como la gestión ambiental y la sustentabilidad fueran incorporadas al ideario y a la política de la Revolución, que el Presidente Fidel Castro (1998) afirmo:”Nuestro Partido Rojo y Comunista debería ser al mismo tiempo, el Partido Verde de este país, para proteger la naturaleza”.

Entonces es así que uno de los desafíos en la perspectiva de incorporar la sustentabilidad al proceso de desarrollo y crear una verdadera cultura ambiental, es redefinir la sociedad cubana, de tal modo que sea intrínsicamente compatible con su medio ambiente, en potencializar la gestión subjetiva, incluyendo una verdadera ética de sustentabilidad y una cultura ambiental.

Concebir el medio ambiente como la misma esencia del proyecto político de la Revolución Cubana, al mismo tiempo que es una cuestión de desafío, constituye una oportunidad en el sentido que está forzado a los líderes y a la población a desarrollar la imaginación y la capacidad para explotar caminos nuevos y hacer los cambios profundos necesarios, para incorporar la sustentabilidad ambiental al proceso de desarrollo. El patrón eco-socialista en general, y en particular, en su aplicación en Cuba, no está exento de obstáculos externos. Antes de todo están las barreras de todo tipo, incluso las agresiones armadas que imponen las fuerzas más negativas y reaccionarias del mundo. Muestra palpable y directa, es el bloqueo deshumano que imponen los Estados Unidos para Cuba, por más de cuarenta años.

A pesar de todas las dificultades, esta claro que para concebir la construcción de un proceso de desarrollo sostenible, es necesario asumir el medio ambiente, en su calidad de factor estratégico del proceso de desarrollo, como un elemento estructural de la civilización, porque de ahí provienen las condiciones básicas de subsistencia que la humanidad exige para existir y para perfeccionarse.

Para alcanzar un razonable desarrollo sostenible es la educación ambiental uno de los instrumentos más importantes de la adaptación cultural, teniendo un papel fundamental en la construcción del futuro. La educación ambiental permite transmitir las características fundamentales de la cultura, de las técnicas y tecnologías vitales para la sociedad, encaminada así, a asimilar las normas y contenidos básicos para consolidar la cultura. La Educación Ambiental deberá formar valores ambientales considerados valores verdes, que deberán ser muy diferentes a los llamados valores de la modernidad.

Existen múltiples definiciones sobre el concepto de Educación Ambiental. La mayoría de ellas coinciden en que es un proceso de aprendizaje y comunicación de las cuestiones relacionadas con la interacción de los seres humanos con el ambiente, tanto global, como natural y del creado por el hombre. Eso permitiría a los educandos participar de forma responsable y eficazmente en la prevención y solución de los problemas ambientales, y en la gestión del uso de los recursos y servicios ambientales en la evaluación de la calidad de vida y en la conservación y protección ambiental.

Es necesario proyectar la educación ambiental por la profunda crisis civilizatoria de carácter ambiental que tiene la humanidad en nuestros días, lo que afecta a todos los sistemas locales y regionales, como también a todos los grupos sociales. Lo que llevó a la civilización humana a llegar a este punto negativo fue el desarrollo explosivo de la capacidad cultural de la explotación de los seres humanos, de los bienes culturales, basados en un uso intensivo de los sistemas naturales, modificando las propiedades de los mismos y conduciendo a una perdida irreversible de sus atributos de autorregulación.

Lo que se conoce como crisis ambiental tiene su origen y esencia en la percepción cultural del hombre moderno, ya que la cultura es un mecanismo básico de la adaptación de este en la propia naturaleza a la que pertenece. Las estrategias para la adaptación de los seres humanos con la naturaleza, fueron de corto plazo, y estuvieron dirigidas fundamentalmente a explotar al máximo sus recursos, dejando al lado su rehabilitación y recuperación, sin tener en consideración sus leyes y propiedades.

Para apalear la crisis medio-ambiental y previamente el “analfabetismo” cultural, instructivo y educativo que en esta materia posee aún el hombre, es imprescindible restablecer la relación armónica entre la naturaleza y la sociedad, lo que requiere entonces de una nueva cultura, nuevos mecanismos de adaptaciones culturales y educativos en materia medio-ambiental; considerando el componente Desarrollo Sostenible como implícito en todo el proceso de cambio y rediseño cultural educativo y teniendo en cuenta las siguientes consideraciones:

 Que la educación ambiental resulta ser un elemento decisivo en la transición para una nueva fase ecológica que permita ultrapasar la crisis actual dando lugar a un nuevo estilo de vida, cambiando de forma profunda y progresivamente para nuevas escalas de valores y aptitudes en la sociedad actual.

 Es la educación ambiental uno de los medios para adquirir actitudes técnicas y conceptos necesarios para construir una nueva forma de adaptación cultural a los sistemas ambientales.

 Surge la educación ambiental como una necesidad en el proceso de salvar la humanidad de su propio desaparecimiento y de ultrapasar la crisis ambiental contemporánea.

Es posible hablar de cuatro concepciones políticas y filosóficas diferentes en la comprensión de la Educación Ambiental. Esas visiones se apoyan en determinados modelos de educación que incluyen el pensamiento sobre la función social de la Educación, son ellas: Educación Ambiental Tecnisista, Educación Ambiental Compertamental, Educación Ambiental Ética y Educación Ambiental Ético – Social.

Una Educación para el Desarrollo Sostenible, debería estar basado en los principios didácticos solidamente definidos. Entre ellos es posible citar (Ferreira y Leitinho, 2000):

 Complejidad Ambiental: la comprensión del medio ambiente en su complejidad, basado en la realidad y en la objetividad.

 Representación Social: la construcción del conocimiento de la realidad en relación dialéctica con la representación social de las personas.

 Cultura Ambiental: la necesidad de formar una cultura ambiental (saber, ética y capacidad de gestión)

 Continuidad y ruptura cultural: la mediación entre saberes especializados (ciencia) y saber popular.

 Aprendizaje: incluyendo los ejes culturales de aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir y aprender a ser.

 Conocimiento: priorizar el dominio de los instrumentos del conocimiento como medio y como fin.

 Creatividad: estimular la flexibilidad y la capacidad de solucionar conflictos.

 Comprometimiento: ser un formador de educandos comprometidos con el desarrollo total de la persona y de relaciones entre las personas, incorporando diferentes niveles de la totalidad.

 Practica Dialéctica: papel fundamental de la realización de actividades prácticas articuladas al currículo.

 Trabajo de Campo: incentivar el trabajo de campo para adquirir habilidades y hábitos.

 Por lo tanto, la Educación para el Desarrollo Sostenible se debería apoyar en diferentes ejes estructurales: los de la Educación en la sociedad contemporánea. Son las directrices generales y orientadoras de la propuesta curricular que debe apuntar para capacitar el ser humano para la realización de actividades en los tres dominios de la acción humana: la vida en sociedad, la actividad productiva y la experiencia subjetiva (Ministerio de Educación, 1999). Ellos son:

 Aprender a Conocer: Se prioriza el dominio de los propios instrumentos del conocimiento, considerando como medio (forma de conocer la complejidad del mundo) y como fin (su fundamento son los plazos de comprender, de conocer a descubrir)

 Aprender a hacer: el desarrollo de habilidades y el estimulo al surgimiento de nuevas aptitudes.

 Aprender a vivir: es aprender a vivir juntos, desarrollando el conocimiento del otro y la percepción de las interdependencias.

 Aprender a ser: es la Educación comprometida con el desarrollo total de la persona.

Estos son los elementos básicos de una Pedagogía Ambiental, sustentada en una concepción sistémica, y que justamente podrá permitir la internalización de la sostenibilidad ambiental en la población, como elemento fundamental de una Educación para el Desarrollo Sostenible.

Las lecciones para la Educación Ambiental deben incluir la articulación entre los pensamientos sostenibilista y ambiental. En este sentido es necesario considerar los siguientes aspectos:

 Deberá partir de las propiedades de las categorías diferentes de los sistemas ambientales, y en particular de los sistemas ambientales naturales (ecosistemas, geosistemas), para entender como en ellos se estructuran, organizan y construyen las sociedades humanas.

 Permitir la integración entre el pensamiento sostenibilista y el ambientalista, considerando la sostenibilidad como propiedad emergente de los sistemas complejos y supercomplejos. Seria entonces posible la construcción de escenarios direccionados a la conquista de la sustentabilidad en contextos concretos.

 Verificar como es incorporada la dimensión ambiental y sostenibilista en los procesos educacionales, partiendo de los estilos de desarrollo que se desea construir.

 Buscar una mentalidad ambiental y sostenibilista, no de modo lineal, sino en adaptación con las circunstancias histórico – geográficas concretas.

 Entender la Educación como un mecanismo de adaptación cultural y de responsabilidad en la formación de la cultura ambiental originada en el saber, con una ética ambiental y una capacidad de gestión efectiva.

 La articulación del pensamiento sostenibilista y ambientalista como un proceso de la Educación Ambiental, debe partir de una visión dialéctica y sistémica, siendo necesario entender del siguiente modo los elementos de la cultura ambiental:

 El saber ambiental no seria considerado como un hecho dado, sino como parte de un proceso educacional que fomenta la capacidad de construcción de los conceptos por los estudiantes, a partir de sus significaciones primarias. Así, la visión sistémica dialéctica, como una teoría útil es fundamentada para entender la crisis ambiental contemporánea, elucidar la esencia sistémica y holistica del ambiente, mirando brevemente soluciones y salidas, en que la cuestión ambiental constituya la base del futuro de la humanidad. El fundamento teórico dialéctico, lleva directamente a un abordaje particular de construir una Teoría Ambiental mediante la concepción sistémica, considerando al ambiente como estructurado por sistemas ambientales. En este sentido, la unidad metodológica esencial entre las ciencias sociales y las naturales, estaría basada en la idea del metabolismo social de la co-evolución, que es el proceso social de transformación de la naturaleza, por lo cual la propia sociedad humana se transforma. La dialéctica contiene una teoría del metabolismo social que es la idea de la saludable y sustentable co-evolución entre la sociedad y la naturaleza, que lejos de desmerecer el papel de la naturaleza en la evolución de la sociedad, posibilita entender sus interrelaciones.

 La ética ambiental es concebida como el código moral de la cultura ambiental, que permite establecer los principios morales de los comportamientos individuales y el comportamiento social en relación a la naturaleza y al ambiente. La base de la ética ambiental es consolidar una racionalidad ambiental, que es considerada como una racionalidad practica y valorativa y como pensamiento critico en la sociedad, y que asocia la justicia social, ambiental y territorial. De esta manera la Educación Ambiental debería formar valores, actitudes y competencias para las relaciones entre los individuos y los grupos sociales, con la naturaleza y el ambiente. Esta visión ética se destaca por promover un proceso político social en cada comunidad, que es asociado a los cambios técnicos y sociales que se sostienen en la apropiación de los recursos y de la riqueza por el desarrollo de la propiedad comunitaria sobre los medios de producción (Leff, 1994). Esta concepción ética está basada en una perspectiva dialéctica, como concepción filosófica. Desde una visión dialéctica, no son las leyes biológicas o físicas, ni la tecnología que regulan el comportamiento humano con relación al ambiente, sino las condiciones concretas de cada fase histórica, con las contradicciones de clase y de intereses social asociados y contrapuestos (Foladori, 2000).

 La capacidad de gestión ambiental depende antes de todo de los que llevan a cabo y disfrutan esta gestión (población y comunidad) para que conozcan y asimilen al máximo los instrumentos de gestión, o sea, reglamentos, normas, disposiciones institucionales y jurídicas para ser efectiva la gestión. También depende de que se conozcan las propiedades de los sistemas ambientales, que son objetos de uso y de explotación, y que internalicen valores de acuerdo con una racionalidad ambiental definida. Entre las exigencias básicas de una gestión ambiental en las condiciones de una sociedad ambientalmente concebida están: la construcción de modos organizacionales que permitan al máximo la descentralización y la participación de la sociedad en la toma de decisiones, basado en un pluralismo cultural dentro de una plataforma de ciudadanía común, un cierto grado de planificación económica y social, rehusando adoptar formas que dirijan a la fragmentación de la sociedad en una diversidad de grupos locales y de interés singular, la creación de instituciones estatales que coordinen funciones y sean subordinadas a la sociedad. La base económica seria formada a través de tres sectores básicos: la economía familiar, la economía formal, esta ultima se constituye por entidades de propiedad social (estatal, comunitaria, cooperativas, etc.…). En relación con la tecnología, la posición de una sociedad ambientalmente concebida es la búsqueda de un paradigma eco tecnológico que esté sustentado en la articulación de la productividad ecológica del sistema de recursos, de la productividad tecnológica y de la productividad social y cultural, oriundo de las formas de organización productiva y de la cooperación en los procesos del trabajo. En otras palabras, el uso de las tecnologías sustentables y limpias, deben ser privilegiadas.

Conclusiones:

“La Educación Ambiental Orientada al Desarrollo Sostenible” como modalidad pedagógica, tendrá para su estudio y desarrollo como relaciones esenciales las que establecen entre: el ser humano y la naturaleza, la sociedad y la cultura, el conocimiento, la educación, la escuela y el proceso de enseñanza – aprendizaje, además las relaciones: profesor – alumno, metodología, evaluación y concepción del currículo.

Para lograr el desarrollo de la educación ambiental orientada al desarrollo sostenible se han de tener en cuenta el cumplimiento de los principios de: complejidad ambiental, la representación social, la cultura ambiental, la continuidad y ruptura cultural dada por la mediación entre los saberes especializados y el saber popular, el aprendizaje, el conocimiento, la creatividad, el comprometimiento, la practica dialéctica, y el trabajo de campo.

Los temas o lecciones para la Educación Ambiental deben incluir la articulación entre los pensamientos sostenibilista y ambiental, considerando imprescindibles aquellos asociados a: las categorías diferentes de los sistemas ambientales como ecosistemas, geosistemas, etc, la integración entre el pensamiento sostenibilista y el ambientalista, la dimensión ambiental y sostenibilista en los procesos educacionales, la Educación como un mecanismo de adaptación cultural y de responsabilidad en la formación de la cultura ambiental, la articulación del pensamiento sostenibilista y ambientalista como un proceso de la Educación Ambiental, la ética ambiental concebida como el código moral de la cultura ambiental y la capacidad de gestión ambiental,

Bibliografía:

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 CRUZ, R. de la.- El ecologismo ¿Reforma o revolución?; Nueva Sociedad, Caracas; 1987; pp. 85 -114

 GONZALEZ, F.- Ambiente y Desarrollo. Reflexiones acerca de la relación entre los conceptos: ecosistema, cultura y desarrollo., Fundación Cultural Javeriana, Santafé de Bogotá, D.C., 1996, 104 pgs.

 GONZALEZ, F.- Ecosistema, cultura y Desarrollo Sostenible; ECOS, Corporación Ecofondo, Bogotá, 1994, No.1,pp. 130 –156

 LEFF, E.- Ecología y Capital. Racionalidad ambiental, democracia participativa y desarrollo sustentable; Siglo XXI Editores, México D.F., 1994, 437 pgs.

 LORENZO,N.I.- El constructivismo y su aplicación la enseñanza de la Geografía., UNAM, México D.F., E: ‘La Geografía para el Tercer Milenio,. 2001, pp. 209-225

 MATEO, J.- La cultura de la naturaleza como base de la Educación ambiental., Ilé, Anuario de Ecología, Cultura y Sociedad., Fundación Heinrich Boll, La Habana., 2001, Año 1, Num. 1., pp. 9 – 18.

 NEEF, M..- Investigación y creatividad para el Desarrollo Humano Sostenible; Universidad de Panamá, Panamá, 2001, 18 pgs.

 REYES, J.- La Educación Ambiental y la dimensión ambiental del Desarrollo., En : Contribuciones Educativas para sociedades sustentables’., Centro de Estudios Sociales y Ecológicos, Patzcuaro, Michoacan, México, 1997, pp. 57 – 65

 SACHS, W..- La anatomía política del “Desarrollo Sostenible” En: “La Gallina de los huevos de Oro. Debate sobre el concepto de Desarrollo Sostenible”; CEREC Serie Ecológica; Santa fe de Bogotá, 1996; pp. 11 – 42  


 

 
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