¿QUÉ DIMENSIONES HAY QUE TENER PRESENTES EN LA ENSEÑANZA DE LA GESTIÓN DE LA CALIDAD EN LA CARRERA DE INGENIERÍA INDUSTRIAL?
Mayra Rosario Moreno Pino (CV)
Iliana Hernández Concepción
Mariluz Llanes Font
Maribel Pérez Díaz
mmoreno@ict.uho.edu.cu
RESUMEN
La enseñanza de asignaturas vinculadas con la calidad de la producción o los servicios ha constituido una constante en la mayoría de los curriculum de la carrera Ingeniería Industrial en todo el mundo, desde que surgió en Estados Unidos de América.
En el artículo se muestran las dimensiones más comunes que han caracterizado esta enseñanza y cómo actualmente urge un nuevo enfoque motivado fundamentalmente, desde el punto de vista pedagógico, por la formación y desarrollo de modos de actuar referentes a la gestión de calidad en los estudiantes de dicha carrera, enfoque que de ninguna manera obvia las dimensiones tradicionales existentes, sino que las ubica en su justo lugar imbricadas en dos nuevas dimensiones básicas, las cuales permitirán la enseñanza de asignaturas con un profundo carácter profesional y los tan necesarios enfoques sistémico y de proceso.
Palabras claves: calidad, gestión de la calidad, enseñanza, ingeniería industrial
I 23: Higher Education Research Institutions
ABSTRACT
Worldwide, teaching subjects related to Production or Service Quality has constituted a constant in most of the Curricula of Industrial Engineer Career since its beginning in the United States of America.
The present paper shows the most common dimensions that have characterized this teaching and how a new approach urges, motivated mainly, from the pedagogical point of view, to the formation and development of the performing ways related to the Quality Management of the students of the mentioned career. This Approach does not exclude, in any way, the existing traditional dimensions, that will allow the teaching of the subjects with a deep professional character and the so much necessary systemic and process approach.
INTRODUCCIÓN
Son ampliamente conocidos los esfuerzos y preocupaciones que distintos Estados, y dentro de éstos diversas organizaciones, realizan para perfeccionar en gran medida la labor del pedagogo en su misión de formar los profesionales de hoy y del futuro, pues como se conoce la educación, y especialmente la Educación Superior, cumple una función esencial en el desarrollo de los individuos y de las sociedades.
La Educación Superior ha tenido siempre como objetivo principal preparar profesionales aptos para satisfacer las necesidades presentes en la sociedad que le sirve de entorno, las que se van modificando en el tiempo, obligando a un proceso constante de perfeccionamiento en la formación de dichos profesionales, requiriéndose precisar continuamente sus contenidos específicos, sobre bases estratégicas más estables.
La Ingeniería Industrial, es una de las carreras que por las características de los perfiles profesionales que la componen, se han manifestado fehacientemente estos cambios. Precisamente dentro de su curriculum, entre las disciplinas del ejercicio de la profesión, la disciplina Calidad, concebida desde la génesis de la carrera, ha devenido en un revolucionario desarrollo desde su implantación.
La tendencia cada vez más creciente a la globalización de la economía y el comercio internacional, junto a los logros científico-técnicos alcanzados, las redes de comunicación más complejas y avanzadas, han elevado considerablemente el papel de la Calidad como factor determinante en los procesos de la producción y los servicios. El comercio ha puesto de manifiesto la necesidad de contar con sólidos sistemas de Gestión de la Calidad.
Lograr productos y servicios de alta calidad y a bajos costos se ha convertido en condición indispensable para obtener altos índices de productividad y eficiencia; y ser más competitivos. Solo así el país podrá sobrevivir a la voracidad de los nuevos mercados. Solo las empresas que se caracterizan y trabajan por la calidad de sus productos y de sus servicios sobreviven en el mercado, alcanzan notoriedad y prosperan.
Nunca como en estos tiempos las empresas han tenido que desenvolverse en unos mercados tan competitivos y cambiantes, así como enfrentarse a consumidores tan sumamente exigentes; por tanto en este contexto para poder permanecer como empresa hay que saber cómo gestionar la Calidad. Son innumerables las empresas que necesitan conocer cómo la calidad se gestiona y gestionarla, y precisamente la carrera de Ingeniería Industrial es una de las carreras que dentro de su curriculum incluye la formación más completa en materia de calidad a los futuros profesionales, de ahí la importancia de perfeccionar la enseñanza de esta materia para el logro de este empeño.
Teniendo en cuenta estos elementos, constituye objetivo central de este artículo hacer un análisis de cómo debe enfocarse la didáctica de dicha disciplina en la carrera de Ingeniería Industrial, respondiéndose a la interrogante: ¿Qué dimensiones deben prevalecer en la didáctica de dicha disciplina: lo epistemológico o lo profesional?
DESARROLLO
Es muy común escuchar entre los docentes que se dedican a la enseñanza de una ciencia o rama del saber en la Educación Superior que la selección y el orden de los contenidos que se imparten están precisos, y es también muy cierto que en los diseños curriculares prevalecen concepciones tradicionalistas y de poca novedad, donde a veces los contenidos que se diseñan son una copia parcial o total de lo que consideraron determinados autores en libros de texto. Es muy frecuente también que dichos contenidos estén organizados de forma tal que siguen la lógica del desarrollo de la ciencia o rama del saber específica, prevaleciendo en estos casos un enfoque epistemológico. Pero cabría cuestionarse en estos casos si los profesionales para resolver los problemas presentes en sus esferas de actuación lo hacen según la lógica de su ciencia. Evidentemente no, pues los problemas profesionales son situaciones que se dan en los objetos de la profesión que requieren de modos de actuar profesionales para su eliminación o reducción, donde los objetos se analizan en su integridad y necesitan de la combinación de varias dimensiones, en las que confluyen aportes de distintas ciencias a la vez. De manera que para solucionar problemas profesionales es esencial enfrentarlos con los modos de actuar profesionales, lo cual dista mucho de la simple aplicación de la lógica de la ciencia o rama del saber, y así se resuelve en alguna medida la contradicción existente entre ciencia y profesión.
Una secuencia de contenido implica analizar los contenidos que pretenden secuenciarse, establecer una selección de los aspectos que se consideran más relevantes y definir las relaciones que deben establecerse en su desarrollo en un momento dado y a lo largo del tiempo (Del Carmen, 1996). Para poder realizar un proceso de secuenciación es vital establecer las dimensiones básicas, así como las que se subordinan o subsumen en ellas y los principios que deben orientarlo.
Existen diferentes variables (Hernández, 1999) que se pueden tener presentes en el proceso de secuenciación de los contenidos: las características de los alumnos, los elementos que se toman en consideración (objetivos, contenidos o actividades), las relaciones que se establecen entre ellos, las técnicas de análisis utilizadas para establecer las secuencias, el ámbito de aplicación de las secuencias consideradas, el tipo de estrategias de secuenciación recomendable y el grado de intervención de los distintos agentes que interactúan en el diseño.
Aunque no se desprecian todas estas opiniones, en este trabajo se enfoca el análisis hacia dos criterios básicos: uno vinculado al análisis del contenido y la aplicación a su secuenciación, y otro que garantice la presencia de los modos de actuar del profesional.
Ahora, ¿qué debe ser secuenciado? Existen dos puntos de vista básicos en relación con esta pregunta: el de los que consideran que deben secuenciarse los resultados del aprendizaje y que los contenidos aparecerán como una necesidad para lograrlos; y el de los que opinan que deben secuenciarse los contenidos y los resultados del aprendizaje incluirse como una necesidad para el dominio de éstos. Los primeros utilizan procedimientos de análisis empírico, análisis de tareas, mientras que los segundos utilizan procedimientos racionales, análisis de contenido.
Es objetivo de este trabajo enfocar cómo debe ser secuenciado el contenido de las asignaturas de la disciplina Calidad en la carrera de Ingeniería Industrial.
Realmente hay muchos caminos alternativos para organizar la enseñanza o el tema de cómo pensar en la calidad, y la materia en tal sentido es bastante amplia y multidimensional. Entre estas dimensiones se pueden destacar las siguientes:
1. Los conceptos fundamentales y el papel de la calidad en la misión empresarial.
2. Los procesos de la trilogía de Juran: planificación, control y mejora de la calidad.
3. El nivel jerárquico de los alumnos.
4. Las herramientas y técnicas tanto estadísticas como gerenciales que se utilizan en el contexto de su gestión, unas de carácter básico y otras de carácter avanzado.
5. Las diversas filosofías y modelos de administración de la calidad que han proliferado en el mundo.
Merece también que se agreguen en este listado otras dimensiones de gran actualidad y popularidad como son:
6. Las normas ISO 9000 para la Gestión de Calidad.
7. La documentación de los sistemas de la calidad según el enfoque ISO 9000.
8. La calidad y la gestión ambiental, de gran auge principalmente en países desarrollados.
Con esta gran cantidad de alternativas es posible diseñar los cursos de formación basándose en cualquier combinación de las dimensiones, incluyendo los conceptos básicos, los procesos de la Trilogía de Juran, las herramientas y técnicas, entre otras.
En el caso de la formación para la calidad en la carrera de Ingeniería Industrial se ha observado cómo en la concepción de los programas de la disciplina y asignatura se ha defendido más bien la presencia de lo epistemológico y se ha descuidado el aspecto profesional, manifestando una parcialización hacia las dimensiones de los conceptos fundamentales y las herramientas y técnicas, y en los últimos temas o asignaturas lo referido a la dirección de la calidad.
La organización actual en la materia no garantizan de manera armónica y sistémica las aspiraciones que se establecen a nivel de la profesión y de la carrera para este profesional, donde se quiere lograr que:
1. Predomine el enfoque integrador organizado en torno a los procesos, en lugar del antiguo enfoque funcional.
2. Aumenten las interrelaciones finanzas-máquinas-hombres-materiales-energía-información en conjunción con el medio ambiente para obtener cantidad, calidad y surtido de los productos y servicios que deben resultar de los distintos procesos de una organización empresarial, en los plazos deseados y con eficacia, eficiencia y competitividad; cuando antes la tarea fundamental era la utilización coordinada de hombres, equipos y materiales.
3. Se amplíe su función organizadora con la de gestor de procesos de cambio y la extienda a todo el proceso de la cadena de valor desde los suministros hasta los servicios de postventa.
Para garantizar en la educación superior una formación en cualquier materia que tenga un profundo carácter profesional, los docentes no deben estar ajenos a lo que se aspira con el profesional desde los niveles de carrera y evitar que esas aspiraciones se queden a nivel de plan de estudio. Es imprescindible que en los diseños curriculares de las asignaturas se materialicen las aspiraciones de los niveles de partida.
Entonces, si la intención que se tiene con el ingeniero industrial actual es que sea un gestor de procesos de cambio que asegure la cantidad, calidad, surtido y oportunidad con eficiencia, eficacia y competitividad en cualquier organización empresarial de producción o servicio, que para ser gestor tenga que gestionar y para gestionar se vea obligado a planificar, implementar, controlar y mejorar, ésta es la lógica de su actuación o su modo de actuar profesional.
Por tanto, para el caso de este profesional, a la hora de decidir su formación para la calidad, hay que considerar dos nuevas dimensiones dominantes:
1. Los procesos claves que aseguran la calidad.
2. El modo de actuar o la lógica de su actuación profesional.
De manera que la división y combinación básica se hace mejor de acuerdo con los procesos claves que aseguran la calidad de forma simultánea con el modo de actuar de este profesional; y siguiendo esta división básica debe irse imbricando de manera gradual el resto de las dimensiones ya mencionadas, entre las que se destacan las herramientas y técnicas que según Juran (1990) constituyen una “Lista de Compras” de la cual se hace una selección según convenga.
A partir de aquí pueden surgir las interrogantes siguientes: ¿cómo debe irse logrando el desarrollo del modo de actuar del profesional? ¿en todos los procesos claves que aseguran la calidad a la vez o de proceso en proceso?, ¿o de otra forma?
Para responderlas es importante primeramente tomar conciencia de que la calidad es una totalidad, que se obtiene no por la suma algebraica de las contribuciones o aportes que se generan en los procesos que la aseguran, sino por la integración de los diferentes aportes en dichos procesos de forma sistémica.
Ahora, ¿cuáles serían estos procesos? Serían aquellos que tienen un impacto en la calidad: los procesos según el ciclo de vida del producto y el proceso de la gestión estratégica de la calidad.
La calidad como resultante no está en cada proceso, sino que aparece debido a las relaciones que se dan entre todos los procesos, que constituyen un sistema dinámico, abierto, complejo y con gran dosis de componentes humanos y tecnológicos. Así mismo emergen las propiedades del agua, que no se dan ni en el oxígeno ni en el hidrógeno por separado, al igual que emerge la vida por la interacción de diversas entidades de distinta naturaleza.
Como se ha querido expresar, la calidad se genera en un sistema de procesos con las características antes mencionadas. En objetos de este tipo, distintos autores como Dilthey (1972), Schleiermacher (1976), Heidegger (1974), Gadamer (1977), Ricoeur (1969, 1975) y otros han expresado la conveniencia de utilizar el método hermenéutico-dialéctico, que “es un movimiento del pensamiento que va del todo a las partes y de las partes al todo” (Martínez, 1989), de modo que en cada movimiento aumente el nivel de comprensión: las partes reciben significado del todo y el todo adquiere el sentido de las partes.
Todos estos autores han demostrado, en forma convincente, que el proceso de nuestro conocer en objetos con cualidades como las señaladas es hermenéutico-dialéctico.
De manera que ahora se pueden responder las interrogantes planteadas. La formación en Gestión de Calidad para los ingenieros industriales debe partir de la comprensión del sistema de procesos que aseguran la calidad (el todo), luego siendo consecuente con el método hermenéutico-dialéctico se deben estudiar los procesos individuales (las partes) y finalmente a través de las partes con toda la gama de interacciones que de manera gradual se van comprendiendo se llega nuevamente al todo. Esto permite afirmar que el modo de actuar del profesional se debe de ir logrando en este sistema de procesos, primeramente por procesos individuales, hasta llegar a un estado en que se comprenda la interacción de todos los procesos como sistema y es en este momento cuando se debe desarrollar el modo de actuar del profesional en el todo.
CONCLUSIONES
Se demuestra que el criterio que debe predominar en la didáctica de la disciplina Calidad es lo profesional, por encima de lo epistemológico.
Se demuestra que las dimensiones básicas o dominantes para la formación de la Gestión de Calidad en la carrera de Ingeniería Industrial son:
- Los procesos claves que aseguran la calidad.
- El modo de actuar del ingeniero industrial.
Se fundamenta la factibilidad y conveniencia de tener en cuenta el enfoque sistémico, materializado a través de la aplicación del método hermenéutico-dialéctico en la enseñanza de la Gestión de Calidad para ingenieros industriales.
RECOMENDACIONES
En aras de otorgarle un carácter profundamente profesional a la enseñanza de la Gestión de Calidad en la carrera de Ingeniería Industrial es imprescindible la inclusión de los modos de actuar como dimensión básica a tener presente, tanto en su diseño curricular, como en la dinámica del proceso de enseñanza aprendizaje en las asignaturas que componen dicha disciplina.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
- Del Carmen, L. 1996. El análisis y secuenciación de los contenidos educativos, Horsori, Barcelona, 243 p.
- Hernández Escobar, A. 1999. Aproximación a una idea: la secuenciación de los contenidos en la clase de Petrología. Rocas ígneas. Revista Minería y Geología, Cuba. Volumen No. XVI, No.4 10-13 p.
- Juran, J.M. 1990. Juran y el liderazgo para la calidad. Un manual para directivos. Ed. Diáz de Santos, México, 363 p.
- Dilthey, W. 1972. The Rise of Hermeneutics, New Literary History, 221 p.
- Gadamer, H.G. 1977. Verdad y método: fundamentos de una hermenéutica filosófica, Salamanca, 114 p.
- Heidegger, M. 1974. El ser y el tiempo, Fondo de Cultura Económica, México, 114p.
- Ricoeur, P. 1975. Hermenéutica y estructuralismo, Megapolis, Buenos Aires, 184p.
- Schleiermacher, F. 1976. Werke, Scientia Verlag, 4 vols, Aaelen, Alemania, 210p.
- Martínez, M. 1989. Comportamiento Humano. Nuevos métodos de investigación, Ed. Trillas, México, 287 p.
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