CARENCIA DE BASE GRAMATICAL EN LA LENGUA MATERNA FRENTE AL APRENDIZAJE DE UNA SEGUNDA LENGUA
Inmaculada Estévez Ramos
Intérprete de Lengua de Signos, Guía- Intérprete de personas sordociegas e
Intérprete de Sistema de Signos Internacional
jmariohv@yahoo.es
¿Por qué nuestros estudiantes plantean tantos problemas en la adquisición de una
segunda lengua como el inglés?
Cuando por primera vez nos sumergimos en un aula, la impresión que experimentamos puede llegar a ser desde intimidatoria a realmente gratificante; esta experiencia supone una responsabilidad infinita donde nos enfrentamos a una serie de variables que serán el punto de partida para el planteamiento de la dinámica del aula.
Dichas variables incluirán desde el nivel de competencia curricular en materia de inglés que los alumnos posean, hasta el ambiente entre compañeros en el aula. Todo esto es un verdadero reto para los profesionales de la enseñanza.
Si un estudiante se enfrenta a una asignatura como el inglés con dificultad o facilidad, varios pueden ser los factores que influyan. Hay alumnos que pueden poseer una capacidad intelectual mayor a la media pero, sin embargo, no rendir lo suficiente. Normalmente, la causa principal de dicha falta de rendimiento puede tener su origen en una carencia de motivación donde el núcleo familiar juega el rol más importante. Es evidente que en este marco referencial, el entorno escolar y los profesores son también esenciales.
Digna de mención, por la importancia que esta posee en la vida de nuestros jóvenes, es la era tecnológica en la que nos encontramos inmersos, en la que la falta de tiempo por parte de los padres para dedicar a los hijos puede ser causa de bajo rendimiento escolar. El uso abusivo y sin control de dichos aparatos puede tener un efecto devastador sobre ellos, convirtiéndolos en auténticos extraños.
Sin duda alguna, relevante es la influencia que ejercen los amigos, tanto positiva como negativamente, de manera que se puede cambiar radicalmente el rumbo inicialmente tomado por un@ alumn@, elevando o disminuyendo el rendimiento del estudiante, pues no olvidemos que la etapa escolar tanto obligatoria como no, coincide con el desarrollo de la personalidad del estudiante y donde la aceptación de los amigos es fundamental. Algunas veces, todo vale si somos aceptados en un grupo.
Al igual, podemos encontrarnos con alumnos que poseen un cociente de inteligencia considerado “normal” e incluso por debajo de la media con un nivel de estimulación elevado, dentro del entorno familiar y escolar, traduciéndose normalmente en un rendimiento escolar elevado; también pueden presentarse casos opuestos: alto cociente/alto rendimiento, cociente normal/rendimiento normal.
Sin caer en la generalización, los casos mencionados corresponden tan solo a un porcentaje del alumnado; muchos otros pueden ser los factores causantes o influyentes que deriven en dificultad a la hora de aprender inglés.
El aumento de la inmigración en los últimos años ha llenado nuestras aulas de estudiantes provenientes de otros países, bien hispano-parlantes o aquellos que desconocen nuestro idioma, agravándose el problema de integración considerablemente. Estos chicos no sólo tienen que lidiar con una nueva cultura sino que también se enfrentan a un sistema educativo que nada tiene que ver con el de sus países de origen. Es en este caso donde el profesor tiene un importante trabajo que realizar; ¡Tan importante figura en la motivación de nuestros chavales! Claro está que “it takes two to tango” (“se necesitan dos para bailar un tango”), siendo imposible el avance sin el interés propio del alumno.
Por otro lado, nos encontramos con aquellos que tienen falta de base por venir de la rama de francés o simplemente no haber tenido suerte con un/a profesor/a que no haya sabido transmitirles el aprendizaje de dicho idioma.
Pero no debemos olvidarnos de una variable fundamental y que a veces se nos escapa siendo esta la falta de base gramatical en nuestro propio idioma: el que denominamos lengua materna, en este caso el español. Si el alumno arrastra una carencia de conocimientos gramaticales en español, por regla general, difícilmente los va a adquirir en inglés.
Sea cual fuere la causa que influye en la dificultad / facilidad de aprendizaje de este idioma, el motor que mueve cualquier aprendizaje tiene nombre propio y es la MOTIVACIÓN.
Muchos son los expertos que han dedicado sus investigaciones a estudiar la Motivación: desde Gardner y Lamber hasta André Giordan Y Gérard de Vecchi.
Se habla de motivación extrínseca o intrínseca, es decir, la que se desarrolla centrándose en un premio a recibir si se realizan las tareas exigidas o aquella que se mueve por el deseo de autodeterminación en cuanto a la realización de una tarea se refiere, respectivamente. En este caso, estaremos hablando de chavales con mayor afán de superación o lo que es lo mismo, mayor autoestima.
También nos encontramos con otra clasificación realizada por los canadienses Gardner y Lamber y es aquella que divide la motivación en instrumental, la más generalizada por la que el estudiante se mueve impulsado por un futuro laboral o aquella denominada integrativa, motivación que proviene de una iniciativa propia y que es más difícil de encontrar.
Las clasificaciones que podemos encontrar son infinitas pero la idea que debemos resaltar es que la motivación, y valga el símil, es un puzle formado por varias piezas, siendo cada una de ellas básica e irreemplazable. Digamos que la motivación de un@ alumn@ necesita de la energía e implicación de sus padres y, cómo no, de un buen profesorado que sepa utilizar las estrategias y herramientas para que los jóvenes aprendan.
* "Tell me and I forget. Teach me and I remember. Involve me and I learn." (Dime y olvidaré. Enseñame y recordaré. Involúcrame y aprenderé)
Benjamín Franklin
El entorno de amigos, dentro y fuera de clase, también será responsable de todo este proceso. Si alguna de estas piezas falla, el puzle no estará completo y no podremos vislumbrar la figura que esas piezas esconden: un@ alumno@ con motivación para aprender.
EL AULA: ÁREA BÁSICA DE RENDIMIENTO
Cada día, profesor y alumnos crean un submundo en el aula en el que ambos son y deben ser activos protagonistas. Atrás quedo la figura del profesor autoritario, que más que impartir clases, nos regalaba largos y soporíferos monólogos. Las tácticas y estrategias apropiadas utilizadas por el/la profesor/a fomentarán un ambiente propicio en clase y con ello las ganas de aprender. Es fundamental interactuar con el alumno: el proceso de aprendizaje y enseñanza debe ser totalmente democrático. Fomentamos no solo el aprendizaje del inglés sino el desarrollo personal del estudiante. Es importante darles responsabilidades, no reprenderles cuando se equivoquen sino ayudarles a entender que es normal equivocarse y que pueden aprender y hacerlo bien. Es esencial medir también los comentarios de aprobación, porque tan perjudicial es el exceso como la carencia: trabajar su autoestima es una de las piedras angulares de todo el proceso de aprendizaje.
En primer lugar, deberemos adaptarnos a las necesidades de la clase, pues nos enfrentamos a un grupo de personas con circunstancias muy distintas y, ante todo, hay que intentar por todos los medios que estén a nuestro alcance satisfacer dichas demandas.
Sin desviarnos de la programación, que debemos cumplir, intentaremos crear un buen ambiente de clase, haciéndoles partícipes y protagonistas: trabajos en grupo, escuchar sugerencias en cuanto a la organización de determinadas clases, etc.; Siempre haciéndoles partícipes de lo que ocurre en el aula.
Las clases deben ser dinámicas y divertidas, motivando al alumno y animándolo a encontrar el inglés divertido. De esta forma, el rendimiento aumentará. El/la profesor@ se convierte en un@ comunicador@, animador@, trasmisor@ de conocimientos y, ante todo, en una figura de referencia para el alumnado, siempre manteniendo el rol de capitán del barco. El respeto siempre debe ser parte implícita del plan: esto, junto con otros puntos, es aún una asignatura pendiente.
Cierto es que nos encontramos días donde los alumnos están menos receptivos pero eso es algo normal.
Después de haber realizado varios sondeos en diversos institutos, hay alumnos que declaran abiertamente que no entienden nada de inglés: muchos de ellos tiran la toalla y abandonan literalmente la asignatura, algo que no deberíamos permitir.
Las notas en lengua española e inglés parecen ir de la mano, según los resultados obtenidos en dichos sondeos. Tan sólo hay que partir de las faltas de ortografía que comenten: los mensajes de texto a través de los móviles están realizando verdaderos estragos.
Es por ello fundamental, en este caso, la colaboración entre el departamento de lengua y literatura española y el de inglés, trabajando conjuntamente en las carencias que estos estudiantes plantean. La colaboración interdisciplinar es siempre positiva.
Muchos alumnos consideran el inglés una de las asignaturas más difíciles, pero su motivación instrumental es muy fuerte, ya que son conscientes de la necesidad de hablar idiomas de cara a un mundo laboral cada vez más exigente. Es para ellos una asignatura respetada por su pragmatismo.
BIBLIOGRAFÍA
* Valero García, J.”La escuela que yo quiero”, Gram editora (1991)
* Las ganas de aprender, André Giordan y Gérard de Vecchi
* Autoestima, autonomía y responsabilidad, Fepa Osoro Iturbe.
* Robinson, W.P, Lenguaje y conducta social
*http://www.almundi.org/Inicio/tabi/36/ctl/Detail/mid/379/nid/3033/pnid/0/importancia/amigos/adolescencia/Default.aspx
* Santana González, Y, Soteras del Toro; M: .P. (2002) ¿Influyen las relaciones de amistad en el ajuste escolar de los adolescentes cubanos? *http://ojs.uo.edu.cu/index.php/stgo/article/viewFile/14502419/639
* Sanchez- Quejiga, I. y Oliva, A. «Vínculos de aego con los padres y relaciones
con los iguales durante la adolescencia» Universidad de Sevilla.
http://personal.us.es/oliva/vinculos.pdf
|
Los autores interesados deben enviar sus textos en formato DOC a: lisette@eumed.net junto a un resumen actualizado de su CV.
Director |
|