LA SOCIALIZACIÓN DE LA ESCUELA
Eva Mª Rodríguez
Cobos
jmariohv@yahoo.es
¿Qué es para ti un libro?
Un libro debería ser algo más que el agrupamiento de una serie de conocimientos, debería tener alma, y, con toda seguridad, muchos libros la tienen pero no lo sabemos. Habría que buscar esa alma, esa conciencia que todo libro educativo lleva implícita y tendríamos que aprender a leer entre líneas y a sacar los valores sociales que duermen en todo buen libro. Los temas transversales pueden ayudarnos en esta tarea, pero ¿qué son los temas transversales y qué tienen que ver con la educación y la escuela?
Hoy en día, educar es socializar, preparar al individuo para vivir en sociedad. Camps (1990) nos dice que la educación no debe ser neutral sino ideológica, es decir, que debe estar basada en valores y normas. En una sociedad como la nuestra, donde cada día se cultivan menos valores y actitudes, en el ámbito escolar se empieza, hace unos años, a pronunciar la palabra “transversalidad”, y los docentes nos hacemos eco de ella, ya que nosotros más que nadie sentimos la necesidad de educar a nuestros alumnos en valores. Pero, ¿qué significa educar en valores? y ¿cómo podemos llevar a cabo tan ardua tarea?
La llamamos “ardua” porque cuando hablamos de adolescentes hablamos de individuos dentro de un abanico de edades que dificulta la tarea, no por ser un abanico amplio, sino porque el proceso de maduración de la persona se produce de manera paulatina y es distinto en cada etapa y en cada individuo.
Por ello, para educar en valores hay que marcarse unos objetivos claros que se desarrollen de manera escalonada, ya que es escalonadamente como los seres humanos maduramos. Tres de estos objetivos son desde mi humilde punto de vista:
Relacionar el proceso de enseñanza/aprendizaje (E/A) con la adquisición de valores a través de los temas transversales. Es decir, educar también en valores, normas y actitudes.
Relacionar dichos valores, normas y actitudes con el desarrollo de la personalidad y la búsqueda de la formación integral.
Educar debe ser “enseñar a aprender de forma autónoma”.
Por supuesto, dichos objetivos no son escogidos sin más, sino que son el resultado lógico de una detallada observación de la transversalidad. De hecho, los temas transversales basan su eficacia, entre otros puntos, en estos dos:
Están insertados en el currículo, formando parte inseparable del proceso de E/A.
Se complementan y refuerzan unos a otros, puesto que la finalidad de cada uno de ellos es “educar en valores”.
Veamos, a continuación, una breve descripción de los temas transversales:
Educación ambiental
Se trata de hacer ver a los alumnos la problemática medioambiental de nuestros días y de concienciarles sobre la importancia de nuestra implicación en la prevención y mejora de dichos problemas ambientales. Han de ver que el hombre incide de manera negativa en su entorno y que debemos incidir en él pero de manera positiva.
Educación para la paz
La escuela es un lugar donde conviven individuos de distinta índole: de raza, de sexo, de creencia, etc, por ello, es el sitio ideal para trabajar aspectos como la tolerancia, la solidaridad, el trabajo en equipo … Los alumnos han de aprender a convivir y a solucionar sus diferencias mediante el diálogo.
Educación del consumidor
Hoy en día vivimos en una sociedad que consume por el mero hecho de consumir. Por ello, debemos enseñar a nuestros alumnos a ser consumidores responsables, es decir, a comprar únicamente lo que necesitamos.
Educación vial
Actualmente, el número de accidentes de tráfico ha aumentando considerablemente, y no sólo el número de accidentes entre vehículos sino también entre un vehículo y un viandante. Por ello, es imprescindible enseñar a nuestros alumnos a utilizar la vía pública de manera responsable y prudente.
Educación para la igualdad de oportunidades entre sexos
Por increible que parezca, aún vivimos en una sociedad machista, que discrimina a la mujer por el mero hecho de ser mujer. Por ello, nuestros alumnos tienen que aprender a respetar un derecho básico de cualquier persona: el derecho a la igualdad entre sexos. Y por supuesto, el derecho a la igualdad en razón de raza o creencia.
Educación para la salud
Un buen estado físico y mental nos lleva a una mejor calidad de vida. De ahí, la importancia de concienciar a nuestros alumnos de llevar una vida saludable: buena alimentación, algo de deporte e higiene.
Educación en la sexualidad
Se trata de educar y asesorar a nuestros alumnos para que llegado el momento lleven una práctica sexual sana y natural, evitando riesgos innecesarios: embarazos no deseados o enfermedades de transmisión sexual.
Educación cívica y moral
Vivimos en sociedad, es decir, convivimos con nuestros semejantes, por ello, debemos adquirir unos valores que permitan dicha convivencia. Debemos aprender a respetar los derechos de los demás y a que los demás respeten los nuestros.
Cultura andaluza
Los andaluces debemos incrementar nuestro conocimiento y respeto por nuestra herencia cultural, siendo respetuosos con otras culturas y formas de vida. Hemos de aprender a ser críticos con nosotros mismos y con los demás, siempre llevando al “respeto” como bandera por dicha andadura cultural.
El ser humano se forma como persona atendiendo a varias variables: cultura, sociedad e individualidad. Es más, la sociedad recibe su alma de la cultura, dichos valores culturales subyacen en la sociedad y es la cultura la que debe buscar la felicidad de la sociedad. Luego, es cada individuo el que debe perseguir dicha felicidad de manera autónoma. Precisamente, cuando hablamos de educación debemos hablar también de aprendizaje autónomo, ya que cada persona aprende a un ritmo distinto y desarrolla su personalidad de distinta manera.
El aprendizaje autónomo es, actualmente, una meta, un objetivo en el ámbito escolar. A los alumnos se les debe dotar con las herramientas suficientes para trabajar con autonomía y sentido crítico. Deben buscar solucionar por sí mismos los diferentes obstáculos que surgen en el proceso de aprendizaje, usando diferentes estrategias de aprendizaje y de resolución de problemas. Este trabajo individualizado les llevará también a adoptar una postura crítica ante lo que estudian, desarrollando, así, su propia capacidad de pensar, racionalizar y juzgar.
Los temas transversales favorecen la autonomía del alumnado, ya que se asientan en cada individuo de manera diversa y dan como resultado eso que llamamos “personalidad”. Cada uno de estos temas transversales se aborda en las aulas desde cada materia o asignatura, aportando una serie de valores a la educación. Por ejemplo, desde el área de Lengua Extranjera (inglés), a la que pertenezco, se fomenta el estudio de temas y puntos de vista que le confieren al alumnado unas actitudes, valores y normas. Pero, ¿cómo trabajamos la Transversalidad desde el área de Lengua Extranjera? y ¿qué se pretende conseguir con ello?
Desde el área de Lengua Extranjera se puede trabajar los temas transversales de dos formas:
1) Integrándolos de forma contextualizada en las Unidades Didácticas.
2) Creando situaciones específicas de fomento de la Transversalidad.
Sin embargo, no sólo es el área de Lengua Extranjera o cualquier otra área la que favorece la impregnación en el currículo de temas transversales sino que dichas áreas se ven enriquecidas por dichos temas transversales, ya que éstos ayudan a que en el proceso de E/A no sólo se adquieran contenidos conceptuales y procedimentales sino también actitudinales. Esto, llevado a la práctica, incide de esta manera en las aulas y por tanto en el desarrollo integral de nuestro alumnado:
ANTES DE LA INCLUSION DE LA TRANSVERSALIDAD EN EL CURRICULO:
Los libros de textos incluían actividades, lecturas, ejercicios prácticos, etc, sobre distintos temas sin hacer referencia implícita a los temas transversales. Por ejemplo, se leía un texto y se hacían preguntas de comprensión del texto y ejercicios gramaticales y de vocabulario, pero sin hacer referencia a los valores que aparecen en todo texto educativo. Es decir, si el texto se titulaba “Escuelas de alta seguridad” y trataba del creciente incremento de la violencia en las aulas, se perseguía que los alumnos fueran capaces de leer y entender dicho texto en inglés, practicasen la gramática correspondiente y aprendiesen cierto vocabulario relacionado con el tema. Pero no se abordaban en clase los valores que dicho texto llevaba implícito. Y es evidente que nuestros alumnos piensan y recapacitan sobre un tema cuando se hace especial mención de dicho tema y se les induce a pensar de manera crítica en ello.
DESPUÉS DE LA INCLUSION DE LA TRANSVERSALIDAD:
Dicho texto “Escuelas de alta seguridad” se trabaja de la misma manera que hemos explicado anteriormente, pero en los objetivos se incluye por ejemplo: que los alumnos sean capaces de dar una opinión crítica sobre la violencia en las aulas, y en las actividades de comprensión se pregunta por ejemplo: ¿crees que el escritor piensa que es demasiado fácil obtener un arma?, ¿y tú, qué opinas?
El trabajo en las aulas es ahora más que el trabajo del conocimiento, se convierte en la búsqueda de unos valores, actitudes y normas. La conciencia social se amplia dentro de las aulas y se dialoga sobre temas de relevancia en la sociedad y para la sociedad.
¿Qué sucede, pues, si abordamos ahora esas tres preguntas claves del proceso de E/A?
1. ¿Qué enseñar?
2. ¿Cómo enseñar?
3. ¿Qué evaluar?
1. Enseñamos conocimientos + valores.
2. Enseñamos a aprender a pensar y a resolver problemas de manera autónoma.
3. Evaluamos la adquisición de conocimientos y el desarrollo integral de la personalidad de los alumnos.
Por tanto, no hemos modificado únicamente lo que enseñamos y cómo lo enseñamos, sino que también hemos ampliado nuestros puntos de referencia a la hora de evaluar. Ahora se tiene en cuenta el desarrollo del alumno como persona, su madurez y su espíritu crítico.
Los temas transversales pretenden, desde cualquier área, inducir al alumno a pensar, asimilar e interiorizar una serie de valores que complementen su formación académica. Es decir, los temas transversales pretenden formar al alumno desde un punto de vista social, trabajando los valores que deben imperar en cualquier sociedad. Por tanto, podemos afirmar que trabajar los temas transversales con nuestro alumnado es llevar a la escuela a su socialización.
Concluimos, pues, afirmando que el alumno interioriza en su proceso de E/A una serie de valores que son los que le van a llevar a la madurez, al desarrollo integral de su personalidad y a la felicidad.
¿Cabe alguna duda, pues, de la importancia de los temas transversales en el proceso de E/A de nuestros alumnos? Obviamente, aunque formulada como una pregunta, ésta no es sino una afirmación y un pensamiento en alto que he querido compartir con todos vosotros.
BIBLIOGRAFÍA
MEC (1993). Temas transversales y desarrollo curricular. Anaya. Madrid.
BUSQUETS, Mª. D. Y OTROS (1993). Los temas transversales. Claves de la formación intergral. Santillana. Madrid.
LUCINI, F. G. (1994). Temas transversales y educación en valores. Anaya. Madrid.
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Los autores interesados deben enviar sus textos en formato DOC a: lisette@eumed.net junto a un resumen actualizado de su CV.
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